Partida Rol por web

Entro to tronchao.....aun con mas ojeras y cansancio que antes....me dirijo a mi cama a echar una cabezada , al estar al lado de la puerta de la "zona de baño" (no se como llamarlo) , veo a Ura...
Le miro y veo que esta bebiendo.....me meto en mi cama y desde ai , le dedico un pulgar hacia arriba....

Un nervioso Urahara levanta la botella de sake en dirección hacia Yamiato cuando éste le hace su gesto. A continuación da un trago, volviendo a sumergirse en sus pensamientos.

Me acerco a Urahara con paso decidido, y me lo encuentro amorrado a una botella de sake. Que típico. Como desprecio a la gente que se hunde en el alcohol y las drogas, es signo de debilidad. Sin embargo, eso no es excusa.

Desde la altura que me da el que él se encuentre sentado y yo de pie, le espeto:

- Tío, no se lo que quieres, pero has hecho enfadar a Reira ¡y eso no te lo perdonaré! Así que si lo que buscas es alguien que te parta la boca, estás de suerte porque lo acabas de encontrar.

- ¡¡Cojonudo!! - exclama entusiasmado, saliendo de la terma y dejando a buen recaudo la botella de sake - Empecemos - sin una cuenta atrás ni honor alguno en la pelea, Urahara le lanza un puño directo a la boca.

Justo en ese momento entran Tadao y Keigo.
Tadao por su parte se queda mirando la escena no muy seguro de que pasa ahi

Pero... pero... ¡TÍO!
Keigo se queda con la boca abierta al ver a Ura pegarle un puñetazo a Akira.
Se queda al lado de Tadao, sin saber muy bien que hacer. Si Hiba responde al golpe, será hora de meterse por medio para que la cosa quede en empate. Y si no responde... bueno... a ver que pasa.

Durante todo el alboroto yo aun sigo tirado en la cama.....no hago ni puto caso , ni me levanto siquiera.....

Akira, que tampoco es que esté muy acostumbrado al juego limpio, consigue esquivar parcialmente el puñetazo que Ura le lanza (recordemos que Ura ya había bebido, mientras que Akira estaba sobrío), encajándolo en el pómulo en lugar de en la boca.

Sin pararse a quejarse ni protestar, aprovechar que su contrincante no mantiene ninguna guardia en absoluto para lanzárle un puñetazo a la boca del estómago con su mano derecha.

Siendo hombre* de pocas palabras, prefiere concentrarse en pegar sin que le peguen mucho en lugar de enzarzarse en duelos de insultos.

La alta figura del finlandés se recortó contra la luz a la puerta de las termas.

Vio a Tadao, Keigo, Hiba y a Hirose.

Basta... Me tiene harto, todos y todo.

BASTA!!!- El grito-advertencia del gaijin norteño retumbó en la terma milésimas antes de que se lanzase hacia delante.

Haakon irrumpió como una avalancha concentrada, tenía claro su objetivo, muy muy claro. Pasa empujando por entre Tadao y Keigo, desde su espalda.* Avanza hasta Hiba y Hirose, aprovecha el puñetazo del primero contra el estómado del segundo para, en un claro gesto de artes marciales para los espectadores Hiba y Keigo, bloquear un brazo del australiano y con la mano libre que le resta a Haakon agarrar por el cuello a Hirose.

Con un pequeño saltito entra en la terma, va vestido pero sin botas, e introduce varias veces la cabeza de Ura bajo el agua como haciéndole aguadillas pero con mas ímpetu y un poco mas de duración. Queda claro que no quiere partirle la cara, sino intentar quitarle la mierda de colocón encima con un tratamiento de choque a base de medio ahogarle. A la tercera o cuarta ya le deja suelto, medio tirándole al borde de la terma para que no resbale dentro del agua.

Se queda mirándole, sin moverse, apenas sin pestañear. El pecho sube y baja ampliamente en profundas inspiraciones pero sin jadear. Sus ojos se apartan un instante del trío presente y después vuelve a mirar a Ura.

- Creo que ya basta de gilipolleces, de frasecitas e insultos frutos de la mierda que te hayas comido, Ura. No ves que tienes a la mitad de la clase - Se nota un titubeo. Tu clase? nuestra clase? Realmente soy parte de ella? No lo sé.- preocupada por tí y al resto que no saben si partirte la cara, disculparte, protegerte, ayudarte o a saber que hacer. Es fácil, te voy a quitar el colocón a las buenas o a las malas. O sino Hiba sí que te va a reventar la cara a hostias por como te estás comportando. Cuando estés lúcido si sigues pensando igual de mí, que soy una puta finlandesa, entonces sí nos daremos de hostias. - Mira a los otros tres, pero sin perder de vista al australiano, esperando sus reacciones tras su avasalladora entrada y su actuación.

Urahara se ve shockado por los movimientos de Haakon, no lo esperaba, y menos lo de meterle la cabeza en el agua, lo cual, al ser agua caliente, le embota aún más... Se queda recuperando el aire, lo cual le cuesta poco al ser un buen nadador, en el borde de la terma.

"No ves que tienes a la mitad de la clase preocupada por tí y al resto que no saben si partirte la cara, disculparte, protegerte, ayudarte o a saber que hace"...

Urahara respiró agitadamente, tosiendo e incorporándose. Si algo podía propiciar el "bajón" fué aquello... Menos mal que estaba completamente mojado y tenía el pelo por delante de la cara...
Y aún con todo, levantó una mirada hacia Haakon, jadeando...
Por fin, en aquella mirada, se veía la verdad: El gaijin australiano nada tenía contra el finlandés...

- ¿No echas de menos Finlandia...? - preguntó, con un tono mucho más cordial, y con cierto tinte melancólico - Eras pequeño cuando dejaste tu país, ¿no...? - tosió un par de veces más poniéndose el puño delante - Yo siento Japón como un puto infierno... Y lo peor es que los compañeros de ésta clase... Son cojonudos - alzó las cejas y luego frunció el ceño. Se puso de nuevo en pié - No tengo nada en contra tuya. Pero necesito las drogas, el alcohol, los golpes, la mala actitud, los suspensos e incluso algún tatuaje... Lo que haga falta para cabrear a mi viejo... Sobrio no te lo habría contado... Pero lo pienso igual. Así que empieza por la cara, haz el favor - en aquellos ojos inyectados en sangre no se leía otra cosa que determinación.

- Mas de lo que te puedes imaginar. Finlandia no tiene nada que ver con Japón, es el extremo opuesto del mundo... - Aparta la vista un momento con un leve estremecimiento. Después vuelve a mirar al australiano.

Cita:

- Yo creo que lo haces por tí, para tí, por miedo, por cobardía a aceptar que es posible que Japón se haya convertido en un verdadero hogar para tí... Y no sabes si aceptarlo, si es bueno, si es correcto... O si es lo que quieres o lo que has estado buscando.

Cita:

- No, quien tiene que empezar eres tú. - Levanta un dedo y lo apoya sobre el corazón del australiano. - Primero aquí - Alza el dedo para apoyarlo en su cabeza. - Y después ahí. Solo cuando lo hayas hecho, solo entonces, si aún lo necesitas dímelo y estaré encantado de hacerte entrar en razón de una hostia.

- Pues yo si que sigo teniendo ganas de pegarle - digo a Haakon hoscamente -. Todos tenemos nuestros problemas y no se los vamos cargando a los demás. Si es que a eso se le puede llamar problemas. ¿Que Japón es el infierno? Intenta sobrevivir una semana entera con mil yenes y luego me lo cuentas. ¡Afronta las cosas como un hombre! Búscate un trabajo, ahorra y vuélvete a Australia o donde sea. ¡Menudo problema! Lo que pasa es que es mucho más divertido ponerse hasta el culo de todo y echarle la culpa a los demás que romperse la espalda trabajando para conseguir tus objetivos.

Me vuelvo hacia Haakon.

- Y que sepas que esto no tiene nada que ver contigo. Me da igual lo que este piense de ti. Como no vaya ahora mismo y se disculpe, le sigo metiendo. Empiezo por la cara, si lo prefiere.

Haakon tenía toda la razón. Y Akira también: Era mucho más fácil. A Urahara siempre le habían dado las cosas fáciles. En Australia estaba chupado aprobar, y era genial volver a casa y encontrarte con personas con las que podías divertirte y sabías que siempre te aceptarían... ¿Trabajar? ¿En Japón...? Un suicidio.

- ¿Trabajar? ¿Trabajar en ésta locura de país, en el que la gente se explota hasta para manifestarse...? Estás jodido de la cabeza. En el resto del mundo no tenemos vuestro chip. No digo que sea malo... Digo que no lo tenemos - se encogió de hombros.

El australiano, en su fuero interno, sabía que Haakon tenía razón: Tenía miedo de empezar a ver Japón como un hogar... Y por mucho que despotricara contra el país, no era sino una defensa contra sus propias ideas de llegar a echar de menos la tierra del sol naciente.

- Es infinitamente más fácil y rápido hacer que un juez determine que debo vivir con mi madre y hermano en Sydney... ¿Tú te deslomas y sobrevives trabajando y con 1000 yenes al mes, siendo un hombre? Es encomiable, no lo niego... Yo de momento prefiero ser un chaval más que un hombre, tengo dieciséis años - y mientras que ese comentario debía haberlo dicho con una sonrisa granujienta en los labios, lo dijo serio, inexpresivo - ¿Quieres darme? Pues dame. Si me disculpo, no será jamás porque alguien me obligue, sino porque quiera. Y yo no he culpado a nadie de nada, ¿en qué momento has visto que lo hiciera...? Ni siquiera con el subidón he repartido culpas de nada a nadie, eso es una gilipollez.

Cita:

- Lo entiendo, no pasa nada Hiba. En ningún momento he dicho que no debiese de hacerlo (disculparse).

Cita:

- Es simplemente una expresión para definir tus actos, Ura, el evadirse por las drogas o con lo que sea para no afrontar lo que tenemos delante, como en última instancia has hecho hoy.

Cita:

- Se que duele, la verdad siempre lo hace, aunque al ser mi opinión es posible que me equivoque. Pero no es fácil ni rápido. - Mira a los ojos a Ura. Su rostro y mirada siguen siendo muy duros, conteniéndose para pensar antes que actuar, para comportarse como le han inculcado y como ha aprendido con Mirutama-sama. Pero su mirada sigue siendo franca y sincera. - Es cobarde. Pero eso eres tú el único que puede cambiarlo.

Sacude la cabeza y mira a Hiba.

- Creo que sería mejor que saliésemos de aquí, deberíamos tomar todos un poco el aire y ordenar nuestras ideas. - Mira de refilón a Ura y a los otros dos.

- Hombre... si tuviera trabajo tendría algo más de 1.000 yenes a la semana. Esto es lo que me queda después de que mi madre se beba... bueno ¡que no viene al caso, joder! Pero ya me saldrá algún curro para por las tardes, o eso espero. Pero tú no busques, a ver si te vas a romper una uña o algo.

Miro a Urahara con una sonrisa burlona.

- Joder ¿y lo de - imito torpemente al australiano, poniendo acento gaijin -"bebo y fumo y soy un gamberro para cabrear a mi viejo" que es? ¿No le echas las culpas de todos tus problemas? Bueno, a mi me da igual, haz lo que te de la gana. Eso sí, si sigues siendo tan memo como para no querer ir a disculparte con Reira y los demás compañeros por tu comportamiento, ya no tendrás que preocuparte de romperte la espalda trabajando, porque te la voy a romper yo mismo.

La sóla mención de su padre le eriza el vello completamente y le ensombrece la mirada... Pero no le merece la pena hablar del tema con Hiba.

- Que me disculpe o no, no es asunto tuyo - dijo, algo más tranquilo y encendiéndose un cigarro - Y lo de cabrear a mi viejo es precisamente eso: Cabrear a mi viejo, no le he echado la culpa de querer hacerlo a nadie que a tí te incumba, "rompe-espaldas de la muerte" - esbozó, ahora sí, una sonrisilla granujienta, dejando salir el humo del cigarro y quitándoselo de la boca - Deberías hacerle caso a Haakon e ir a que te de el aire y quitarme un poco de protagonismo en tu vida, ¿no? - amplió la sonrisa.

¡¡Vamos, joder, cabreate...!!

Cita:

Un puñetazo vuela hacia la cara de Urahara sin mediar palabra.

"Pues claro que lo es."

Buffffffffff...
Keigo se deja caer al suelo con las piernas cruzadas y una expresión aburrida en la cara. Apoya el mentón sobre la palma de la mano y se queda impertérrito cuando Haakon sumerge a Ura.
La verdad es que le vendría bien... si se ha puesto a beber también... menudo chaval...

Se mantiene en esa postura de aburrida expectación cuando Ura comienza a desvelar los motivos de sus comportamiento.
Eso explica todo esto... Bueh... el sabrá... pero fijo que hay formas mas sencillas de joderse la vida para volver a casa
Keigo asiente un par de veces mientras sigue dándole vueltas al asunto.
Ahora Haakon y Hiba tratan de darle lecciones morales a Ura. Y hacen tantos progresos como si intentaran cavar un agujero con cepillos de dientes en mitad de una roca de granito. Cosa que se reafirma cuando Ura arremete de nuevo contra Hiba. Había que reconocer que el chaval tenía agallas. Todos tenían agallas.
Y Hiba vuelve a golpear a Ura con otro directo a la mandíbula.
Y eso ya es demasiado.
Un intercambio de golpes es pasable. Que Haakon intenté hacer que se le pase el colocón a Ura sumergiéndolo en la terma, es incluso bueno. Pero no va a dejar que le partan la cara a su colega así por que sí.
Se levanta de un salto y se acerca con pasos firmes hasta el grupo de tres.
¡EEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEH! ¡Ya vale Hiba! O al final tendremos que partirnos todos la cara.

El rubio se echa a un lado, pero no para apartarse, sino para placar-apartar a Hiba. Aunque en tensión, realmente seguía teniendo unas ganas enormes de partirle la cara a Ura aunque todo hubiese sido dicho bajo el efecto de la mierda que se haya tomado, el puñetazo de Akira le sorprende y no logra llegar a tiempo del todo. Empuja a Hiba hacia atrás ya que de paso llega Keigo.

- Hiba, joder! Ya! - Grita Haakon mientras le intenta sujetar y contener por si se revuelve.