Partida Rol por web

Uno de los parques de atracciones de Tokio más grandes, la Noria Gigante es la atracción más visitada para las parejas.

Habéis quedado en la entrada del Parque de Atracciones, pues Miaka es la que tiene las entradas y solo con ella podréis acceder.

Bajo del autobús en la última parada de la linea. Llego el primero, vestido con ropa cómoda y una mochila al hombro. Al no haber nadie antes que yo, me quedo un poco preocupado.

- ¿No me habré equivocado de día? - pienso para mis adentros.

Urahara llegó andando con una tres cuartos negra y sobria, vaqueros negros y botas del mismo color, con una bufanda gris en torno al cuello, sin dibujos ni marcas. Su gesto parecía serio y llegaba caminando firme, a diferencia del paso desgarbado que solía llevar.
No había dado señales de vida desde que fuera la fiesta de Luis de la Vega... Ni había llamado a nadie o mantenido contacto, siquiera con Ren Takazuma.

Al ver a Akira supo que no se había olvidado del día ni de la hora. Levantó la mano hacia éste como único saludo y se colocó a su lado, sacando un paquete de tabaco y mirándole un momento.

- ¿Te molesta si fumo?

La música se escuchaba antes de que se viera al chico por ninguna parte.
El ritmo desenfadado y lo macarra de la letra anticipaban que solo podía ser Keigo el que destrozara los tímpanos de los transeuntes con semejante volumen.

A los pocos segundos se puede ver a lo lejos lo que parece una gran mancha naranja desplazándose sobre dos ruedas a gran velocidad. Cuando se encuentra un poco mas cerca... todo comienza a cobrar sentido: Keigo, vestido con un pantalón color crema algo ancho pero que le sienta bastante bien -que va aleteando por el efecto de la velocidad-, y una sudadera con capucha de un intenso color naranja, llega hasta sus compañeros montado en una bicicleta de montaña último modelo que hace juego con la ropa que lleva.

Desmonta cuando aún está en marcha, de un salto, y se acerca los últimos metros andando, con una gran sonrisa en la cara, hasta Ura y Akira. Va trasteando el manillar mientras la música desciende de volumen, lo que os hace pensar que quizá tenga algún tipo de I-Pod o algo parecido integrado.

¡Buuuueeeenas tardes amigos! ¡Ya pensaba que llegaba tarde! ¡jajajaja!

- No, fuma lo que quieras - digo sacando yo mismo un paquete de tabaco y encendiendo un cigarrillo.

Saludo a Keigo con la mano cuando se acerca a toda velocidad y con la música atronando a su alrededor.

- Pues menos mal que habéis llegado. Yo empezaba a pensar que me había equivocado de día o de hora...

Urahara se encendió el cigarro y echó el humo. Tras disiparse esa bocanada pudo ver y oir que Keigo se acercaba. Estaba como siempre, buenas noticias, pero se limitó a decir sin salir de su seriedad:

- Has llegado bien, Keigo, tranquilo.

Escuchó a Akira mirando su marca de tabaco para mayor referencia.

- A no ser que nos hayamos equivocado los tres... - levantó las cejas. Lo normal habría sido pensar una chorrada y decirla entre risas, algo achantado por la posible reacción de "revienta-napias-Hiba".

Sería... un poco raro ¿no?
Se encoje de hombros, sin darle mas importancia al tema y busca con la mirada un sitio en el que deja la bici a buen recaudo.
Tras localizarlo y ponerle el candado a la bici para que nadie pudiera robársela -le tenía bastante cariño a ese trasto-, vuelve con los dos tipos duros.
Buuuueeeenoooo... si nos hemos equivocado, ¡nos vamos por ahí a jugar unos billares y todos contentos!

Un tintineo suena desde lejos, como una campanita o un cascabel. Enseguida delante de los ojos de los chicos que ya esperaban, aparece Miaka:

¡¡¡HOLAAAAAAA!!! : D

Sí, va vestida de rojo, a lo mamá Noel y no le importa que la gente de la calle la mira divertida. Además lleva un saco colgado en la espalda.

¿Hace mucho que esperáis? Estaba preparando unas últimas cosas - mira a Akira - ¡Hola Akiraaa! : D - mira a Ura y se le acerca, le coge de la camiseta y le sonríe - ¡Me he vestido de rojo! ¿Has visto? - finalmente se gira hacia Keigo... esboza una tímida sonrisa y baja la mirada, pero no dice nada.

Mira a todos de nuevo - Reira me ha dicho que llegará un poquito tarde ^^

Ren aparece corriendo, con los mofletes colorados por el esfuerzo. Las puntas de su bufanda vuelan tras él mientras corre hacia el grupo. Va vestido con unos pantalones grises algo anchos y una parca de color marrón.

- Pe...perdón por el retra... - Su voz sonaba como si luchara por respirar por el cansancio pero se le extingue en la garganta. Se queda completamente paralizado, el color de la cara se retrae, ahora parece más pálido. Tiene la mirada fija en Urahara.

Ren...

En apariencia, Hirose parece impertérrito. Pero el cigarro se consume algo más de lo normal entre sus labios sin que se mueva él o tire la ceniza.
A tiempo de que ésta caiga por si misma, se lo quita de entre los labios, traga el humo y se acerca hasta Ren para cogerle el hombro y darle un beso en la frente, breve, pero tiernamente.

- Hola, Ren... No te has retrasado.

- ¡¡¡¡YAAAAAAAAAAHHOOOOOOOO!!!!

...

Sobre las cabezas del grupo levita con velocidad de vértigo la silueta de un monopatín. Mori había estado haciendo carrerilla desde las escaleras de atrás para alcanzar una altura considerable. Al llegar al suelo, una Shizuka siempre radiante ladea el cuerpo girando para frenar frente al grupo, dejando una ristra de polvo y una ligera señal de frenazo sobre el suelo...

- ¡HOOOLAAAA! - saluda, haciendo un saludo con la mano a lo sargento - ¡Siento haberme retrasado! Es que me he caído : D - En efecto, llevaba un par de tiritas mal puestas en ambas rodillas y un pequeño rastro de sangre - ¿Todo bien? ¡Qué guapa, Miaka! ¡Eeeeeh, Ura! Hace un montón que no te veo, tío. ¿Cómo os va? - le saca el dedo pulgar a todos, descansando el monopatín sobre sus hombros. El pelo recogido en coletas, como siempre.

Dejó caer la cabeza para apoyarla sobre el pecho de Ura mientras intentaba contener las lágrimas. Parecía como si la sombra que había estado sobre él durante un tiempo hubiera desaparecido de golpe. Ignoró por completo la llegada de Shizuka. Dijo algo que solo Ura pudo oir.

¿Estás bien...? He estado muy preocupado...

Miro a Miaka y Keigo, y luego a Urahara y Ren, y se me cae el alma a los pies.

"- Al final esto va a ser una cita de parejitas."

La llegada de Mori termina de completar el cuadro. Desde que empezó a ir a la escuela, no he cruzado ni una sola palabra con ella, excepto cuando la recogí en el templo totalmente borracha. No se si eso cuenta o no...

- Miaka, Mori... y Keigo, poneros juntos un momento - digo sin venir a cuento -. No, así no - corrijo cuando, después de mirarme sorprendidos, se colocan de cualquier manera -. Miaka, tú a la derecha. Keigo tú en el centro, y Mori a tu izquierda. Así, uno al lado del otro... - doy un par de pasos hacia atrás y contemplo el cuadro. Miaka de rojo, Keigo de naranja, y Mori de verde, así colocados en fila, parecen un semáforo.

- Si tuviera cámara de fotos, les haría una foto.

Iba a contestar a Ren dándole un abrazo y un beso, pero...

"Si tuviera cámara de fotos, les haría una foto..."

Al margen de aquella situación, Urahara se quedó lívido por un momento. Luego palmeó el hombro de Ren y se dirigió al grupo.

- Vamos en grupo, no seas dramático, Ren, claro que estoy bien - dijo, como si se tratase de algo obvio.
Estaba nervioso y parecía que se había dejado el tacto en alguna parte... Sin embargo no parecía tener tanto problema con Miaka y...

- ¡Shizuka...! - sonrió un poco al verla, apartándola del semáforo y dándole un brevísimo abrazo - ¿Estás bien? Te veo bien - comentó.

Aunque algo confusa de ver a Ren y Ura tan dramáticamente abrazados, Shizuka se esmeró en colocarse donde Akira pretendía, asomando la cabeza para ver que, en efecto, formaban una línea cromática curiosa. Un semáforo, sí - ¡OSTRAS! ¡Es verdad! ¡Haznos una foto, Akira! X3 - extendió los brazos, echando una pierna para atrás para que el tipo les hiciera la foto.

Cuando Ura la saludó abrazándola, esta le estrechó balanceándose graciosamente - ¡Claro que estoy bien, Uuuurrrraaaaaah! - rió, después de darle un besito en la mejilla, para entonces apartarse... - Sólo tengo que pasarme a dejar esto en la entrada - señaló el monopatín - Y a... Arreglarme un poco las rodillas : D Tengo que echarme agua o algo...

- ¡Tú sí que estas mejor que yo, Ura! Vas super guapo, tío : D ¡Vais todos guapísimos! - exclamó en un ataque fashion, alzando los brazos al cielo y riendo.

¡Pero que guapa estaba vestida de Papá Noel!
Nada mas aparecer Miaka, Keigo se iba a lanzar a saludarla con un efusivo abrazo y un beso, pero se quedó tan embobado mirando a la chica que no pudo evitar verse arrastrado por la marea de acontecimientos que estaban teniendo lugar al mismo tiempo.

Primero la llegada de Ren y el poco efusivo saludo de Ura... Estaba muy raro. De le hecho... Había cambiado de peinado y de estilo de vestir... Se le veía demasiado serio, demasiado mustio... ¿Sería por los problemas en casa de los que le había hablado Miaka?
¡MIAKA... ¿¡A MI NO ME SALUD...!?
Se había acordado de repente que ni se habían dicho "hola". Pero cuando da dos pasos para acercarse hasta su novia, el cielo se oscurece y aparece Mori al grito de - "¡¡¡¡YAAAAAAAAAAHHOOOOOOOO!!!!", interponiéndose entre ambos chicos y retrasando un poco mas el saludo.

Entonces es Akira el que los mueve y les pide que se coloquen para una foto... Por lo menos ya está al lado de Miaka. Ya es un paso.

¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAG!
Estalló por fin en una fingida rabieta, cogiendo a Miaka en volandas por la cintura y atrayendola hasta él en un abrazo de hierro.
¡ES MÍA! ¡DEJADME SALUDAR A MI NOVIA, DEMONIOS!
Los mira a todos con cara de pocos amigos y sacando la lengua de forma despectiva antes de volver la mirada hacia Miaka, a la que sujeta levantandola del suelo hasta la altura en la que sus miradas quedan a la par.
¡Hola! ¡Estás guapísima con ese vestido!
Sonríe bromista un segundo antes de darle un cortito y vergonzoso beso en los labios y dejarla en el suelo, deslizando una de sus manos para coger la de la chica.

- ...Al menos te has puesto tiritas verdes - dijo Urahara, serio y con las manos en los bolsillos. Al ver a Keigo y Miaka sonrió levemente. Aún tenía los ojos detrás de una lente. Habría sido una buena foto ese Keigo indignado por no poder saludar a su chica como Dios manda.

Deberían darle un premio los de "amnistía internacional" por unir a esa pareja. Maldita timidez de los dos.
Miró de reojo a Ren, un tanto inquieto. Tragó saliva. Era normal que el chico estuviese reaccionando así ante su vuelta del aislamiento... Pero no se atrevía ni a cogerle la mano a pesar de su buena reacción al verle.

Se sorprende ante el temperamento de Keigo, la verdad es que no se lo esperaba para nada... con lo tímido que había resultado al principio, pero esto no significa que no le gustara. Esboza una sonrisa para luego reirse abiertamente, sobretodo cuando declara voz en grito que son pareja.

Una vez cogida por él al aire, Miaka no hace más que rodearle el cuello con los brazos y devolverle el saludo con otro corto y vergonzoso beso.

Sí que te saludo... pero me daba corte - confiesa, sonrojándose más aun - Y tú estás más guapo - levanta el brazo y le suelta un leve capón a la cabeza, aun riendo.