Partida Rol por web

Todo sucedió demasiado rápido. Habíais visto algunas películas de virus, y siempre se propagaban despacio, daban tiempo a reaccionar, a avisar a la población... No, eso no os pasó a vosotros. Tal vez fuera debido a la enorme población de Barcelona, o tal vez debido a alguna otra cosa. Puede que nunca lo sepáis...

Jake y Marta viajaban juntos dentro de un furgón policial cuando éste derrapó y volcó. Un violento golpe por parte de un coche que viajaba justo detrás hizo que las puertas se abrieran. Lo que visteis al salir a la calle os puso los pelos de punta. Gente devorándose los unos a los otros, el caos más absoluto. A dos metros de vosotros, uno de los policías que os escoltaba disparaba como un loco contra una mujer que se le venía encima con la boca ensangrentada, al parecer las balas no le hacían ningún daño y finalmente llegó hasta él y otros dos lo tumbaron y lo inmovilizaron. Sabiéndose perdido, vio a Marta y le lanzó las llaves de las esposas.

Los cuatro supervivientes del furgón (Marta, Jake y otros dos desconocidos) huisteis en grupo como alma que lleva el diablo, empujando a todo el que se os cruzaba, sin mirar si estaba infectado o no, sin mirar atrás... La dirección, casi de forma instintiva, estaba clara. Lejos de la gente. Por suerte estabais ya en la periferia. Al mirar alrededor sólo quedabais dos.

A unos metros de vosotros un enorme cartel anunciaba EXPOCARAVANING 2014, la gran feria de la caravana y autocaravana nueva y de ocasión. Era tarde, de noche, y necesitabais un coche. Una autocaravana parecía una buena opción. Después de todo, con la que estaba liada en la ciudad, seguro que nadie se preocuparía de un robo más a vuestra colección. Eso si mañana seguía existiendo la policía... o el maldito gobierno.

Al parecer alguien más tuvo la misma idea que vosotros. Tras saltar la valla y acceder directamente al aparcamiento de la feria os encontrasteis con un hombre que luchaba contra uno de esos seres (Gasera). Al parecer la mala suerte hizo que el guardia jurado estuviera paseando por el aparcamiento, aunque su aspecto daba a entender que no pretendía detenerlo, sino devorarlo.

No fue difícil acabar con el zombie jurado, y en ese momento los tres juntos pillasteis la autocaravana más grande y lujosa que pudisteis y escapasteis en dirección al sur, sin rumbo fijo, sin saber muy bien donde ibais.

Añado a Cassius. Él se encontraba junto al furgón accidentado y salvó a Marta de un caminante que intentaba morderla sin que ésta lo viera cuando recogía las llaves del policía.

Nueva edición para añadir a Gabriel, que también parte desde Barcelona. Gabriel vio a Marta, Cassius y Jake, y al reconocer a Marta de la universidad decidió unirse al grupo. Más tarde se encontrarían con Gasera.

Para el que sabe buscar, siempre hay noticias, pero para la persona normal, incluso las noticias se cuestionan 20 veces.

Gasera había estado preparado para lo que había leído en sitios, considerando que era algún tipo de epidemia. Cuando los demás se lo encontraron llevaba una de estas enormes mochilas de campista (o perroflauta), al parecer preparado de antemano para alguna eventualidad. Y, dado que estaba forcejeando con uno de los muertos en el suelo para evitar que le devorasen, estaba claro que aquella no había sido una de ellas.

-*jadeo* *jadeo* Gracias. Oh, Dios, gracias, gracias... *resoplido*

No hizo nada más que subir a la autocaravana y salir de allí, con todos los demás, pitando: no era el momento de hablar, ni había estado en situación de nada. La primera vez que uno le ve los ojos a la muerte tiende a no estarlo. Sacó un mapa de la bolsa, deshaciendo un poco las cuerdas que sujetaban una botella de plástico llena de agua que cayó al suelo, y abrió el mapa.

-Gracias por salvarme la vida, tíos -sonrió un poco- Pero... Jesús. Jeeee-sús -dijo, mientras veían coches zumbando en algunas direcciones, humo, chillidos y diferentes sonidos en todas partes- Me llamo... bue, los colegas me llaman Gasera. ¿Alguien tiene alguna idea de qué está pasando?

Miró unos papeles y empezó a marcar algunos puntos en el mapa con permanente rojo, quizá para sentirse útil, para notar un mínimo control sobre la situación o por algún motivo que tuviera utilidad de verdad. Si alguno tenía experiencia con la red de Paradores (porque tuviera el carnet o hubiera hecho escapadas) estaba marcando zonas donde había uno.

Aquello había sido el caos absoluto, la costaba recordar todo lo que había pasado desde que salieron corriendo de aquel furgón policial, su cuerpo aun temblaba por la adrenalina mientras nerviosa no dejaba de señalar la puerta de entrada de aquella auto caravana.

Pero que mierda está pasando ahí fuera, que es todo eso chillo histéricamente tratando de calmarse, mirando nerviosa a todos aquellos desconocidos, alguna cara familiar como la de aquel barman que había visto por la universidad también, pero en suma todos acababan de conocerse, extraños con un solo nexo en común, correr, correr lejos de todo aquel infierno que se había desatado por las calles de Barcelona.

Tíos esto ha sido un error, estamos dentro de un puto ataúd con ruedas chillaba golpeando las lujosas paredes de aquella caravana. Con esto no podremos salir de Barcelona, no habrá manera de circular por las carreteras, tiene que estar atestadas, joder jake mira lo que le paso al furgón policial, que crees que nos pasara con este mastodonte

Tras calmarse y respirando profundamente la joven empezó a hablar de nuevo más pausadamente Intentar coger desde aquí alguna autopista será una locura, tiene que estar todo colapsado, hacia el sur será imposible los túneles y la curvas del garraf tiene que estar plagados de coches. Propongo ir por callejeando hasta llegar al Llobregat es una zona industrial y estará más despejada, desde ahí podíamos intentar subir por caminos y zonas de recreo hasta conseguir salir de Barcelona siguiendo el curso del rio, es una zona de paseo estará poco transitada, una vez lo veamos despejado podríamos intentar coger la autopista y alejarnos de esta maldita ciudad La joven miro a los ojos a cada uno de los hombres que estaban allí con ella buscando su conformidad con su idea.

si podemos deberíamos intentar cambiar este trasto por algún vehículo más adecuado y con gasolina, esto no nos llegara ni para cincuenta kilómetros y con suerte, además si vamos callejeando podemos pasar cerca del centro comercial del Gran Via 2, sabéis el que digo no? El de al lado del ikea, allí siempre nos podríamos aprovisionar de algo,

Mira con ojos como platos a aquel tipo de la mochila tienes un mapa cojonudo, y agua, puedo tomar un poco? . Tras alargar la mano hacia aquel hombre Por cierto yo soy Marta, ¿tú sabes cómo empezó todo esto? Seguro que ha sido con algún coctel raro del Gabi termino sonriendo con dulzura

El ataque de pánico no le había ayudado a tranquilizarse, pero después de varias respiraciones profundas y la magia de ir dejando atrás el jaleo (no pienses en lo de atrás, no pienses en lo de atrás) pudo concentrarse al menos en volver a lo que estaban.

"..."

Al menos aquella sabía lo que se decía. ¿Habían pillado a una taxista o conductora de los autobuses?

-¿Nos vamos a meter por callejas con esto? Y... ¿con ESO? -preguntó- No sé nada de por esta zona, no soy de aquí, estaba de vacaciones con unos colegas...

Todo lo que decía le sonaba a chino. ¿Estarían todas las carreteras colapsadas seguro? ¿Siendo las fiestas, no estarían más despejadas? Y ellos habían salido rápido, habían tenido esa suerte. No quería ni imaginarse cómo le hubiera ido si no hubiera visto lo de la Expo y hubiera tenido que volver al departamento a por la bici. No, no, no, no, no. No.

tienes un mapa cojonudo, y agua, puedo tomar un poco?

-Seguro -dijo, acercándola con el pie y cogiéndola- Coge. Coged. Esss... bueno, una historia -lanzó una risilla nerviosa y sacudió la cabeza- ¿Llevaba semanas leyendo sobre esto, sabes? En diferentes partes del mundo, tiroteos en lugares aislados encubiertoabezados por la policía, el ejército, y aquí en Europa, pero pensaba que estarían encubriendo alguna epidemia fuerte, y cuando no lo hicieron con la Gripe A pensaba que sería serio de verdad. Había preparado la mochila por si establecían cuarentenas, había pensado... había pensado en irme andando al pueblo de mis padres y esperar a que escampase si la cosa se ponía mal.

Y "ponerse mal" era el eufemismo del año cuando las puertas del infierno se abrían y comenzaban a vomitar a los muertos que se levantaban para comerse a los vivos.

-Dios, suena estúpido. Todo esto es estúpido.

Se había preparado cual detective de Internet para una posible pequeña crisis entre risas y demás con los compañeros, poco más que organizar una "pequeña comuna" rollo Decamerón si las cosas se ponían regular... y ahora esto. Era para sentirse estúpido. Y asqueado. Pero sobre todo estúpido.

-No... no llevo nada que nos pueda servir para una emergencia -dijo, levantándose del suelo- Tendríamos que comprobar el depósito de agua, ¿alguien ha llevado nunca una caravana, a ver dónde está? Y la cosa esa para romper los cristales "en caso de incendio". Sólo... sólo por si acaso.

La imagen de las mandíbulas del guardia de seguridad, los ojos muertos y acuosos y el aliento podrido mientras trataba de desgarrarle la cara seguía clavada en su cabeza. Sólo por si acaso.

Luego de nuestro vuelco con la furgoneta que nos llevaba a nuestro destino maldito e injusto, terminamos con Marta mi compañera de asiento. Todo era raro en un minuto crees que tu vida vuelve a terminar bajo las barras y al otro estas libre con una compañera a tu lado.  Creo que esa mujer tiene un mal apetito porque comerse a ese policía si que es de temor.  Lo dije en un tono burlon porque me molestaba todo esto, aunque tampoco me iba a quedar haber si quería comerme.

 Me libere junto a mi compañera para luego buscar una expo de caravanas donde podríamos tomar una y salir de ese lugar, me arranco las ropas de la carcel dejandome con el torso desnudo y los pantalones naranjas*. Tan solo llegar a ese lugar vemos como otra persona tenía un problema entre manos con una persona que quería jugar a las mordidas. entre todos los reducimos para salvarlo de una muerte, finalizado nuestro encuentro vimos la mejor de todas y entramos. Los chicos empezaron a decir las opciones que tenemos cuando me aclaro la garganta.

 Primero debemos buscar ropas para Marta y para mi, creo que todo el mundo sabrá quienes somos. Luego de tener eso debemos ir por armas para asegurarnos que los mordedores no tengan muchas chances y después vamos por comida y medicina que serán las primeras cosas en irse. Me cruzo de brazos al terminar y los miro a los ojos fijamente. Por cierto soy nuevo en la ciudad aunque estuve por 1 mes, el pasado será contado otro día.

Aquella corrida hasta la autocaravana había sido mortal. Cassius había visto ya unos cuantos devoradores pero nunca a montones. Todavía le costaba respirar e intentaba mantener la calma mientras sacudía la pierna izquierda. Transpiraba y se lo notaba pálido.

¿Ves este punto de aquí? – Dijo con calma señalando un punto rojo del mapa – está lleno de muertos. ¿Y aquí? – está vez señaló un punto diferente pero no le interesó cuál marcaba. Mantuvo la mirada fija en Gasera. No era amenazante. Más bien era de preocupación, de desesperación. – Mas mierda dando vueltas. No importa donde vayamos, no importa que hagamos. Están por todos lados.

Se llevó la mano a la cara y para limpiar las gotas de sudor pero parecía un trabajo inútil. Miró a Marta un poco nervioso. Lo que menos quería era que la hayan dañado por llegar tarde.

De golpe recordó que lo había llevado cerca del grupete. Tocó su pecho desesperadamente en busca de la cadena. Cuando encontró la cruz la apretó con fuerza antes de besarla y agradecerle a dios.

Cualquier decisión que tomen está bien por mí, cuentan conmigo. No conozco el lugar pero crean cuando les digo que deben estar preparados cada segundo. Ya no hay lugar seguro…

Luego de ello quedó absorto, inmerso en sus recuerdos.