Partida Rol por web

Para Javier:

Puedes ignorar directamente la parte de la presentación. Digamos que justo os habíais presentado y los ánimos se habían calmado cuando aparecieron los militares.

Chasqueo la lengua mientras escucho a Jose Antonio, pero finalmente hay algo de lo que me dice que me hace ver que no estoy tan distante de lo que él opina. Me jodía darle la razón, pero era de alguna manera asegurar nuestro culo, por minar un poco nuestro orgullo.

Suspiro y digo entre dientes.- Espero que este hijo de puta no sea dificil de aguantar...

Entre mis planes no estaba formar un grupo... pero esas últimas palabras me habían hecho reconsiderar que torcer mi idea principal, podía dar como resultado un aumento de mis posibilidades y no acabar como Samanta.

En el agua más cercana, Gasera se lavaba las manos, resentidas sobre todo por el uso del arma, mientras llenaban las garrafas con agua para el calentador del hotel. La magia de los pequeños detalles: podía pasar lo que pasara, pero la ducha con agua caliente y la cena de verdad no se las iba a quitar nadie. Y teniendo en cuenta que al menos dos tipos del grupo habían trabajado en la hostelería (vale, Gabriel MUCHO más que él) no iba a ser mala pieza.

-Bueno -dijo, levantando el balde lleno con un considerable esfuerzo- La zona está menos tocada de lo que parecía. No tengo prisa por entrar en más casas por ahora, pero...

Resopló.

-Nos tienen bailando -sacudió la cabeza, resignado- Pero esto es... raro. A ver si esta gente vuelve y nos explica.

Seguía sin tenerlas todas consigo sobre que fueran a volver, por eso había intentado llevarse a la chiquilla con ellos. Por un momento, sólo un momento demente, había barajado la idea de hacerlo a la fuerza de los "convencidos"... pero fue sólo un momento, y tan rápido como pasó. Los soldados lo hubieran reventado a tiros igualmente.

Que va a ser raro, es que no lo entiendes Gasera miro con aire enfadado a su compañero, el resentimiento por no haber ido con los militares todavía circulaba por sus venas como una droga en su apogeo.

Somos sus putas marionetas, nos dijo que los que nos confisco cubra los impuestos del ultimo año que la proxima vez ya vería, hacemos el puto trabajo sucio por ellos, limpiamos casas y si nos matas pues bien y si no pues también por que el muy cabrón se lo lleva muerto el torrente de palabras broto de los labios de marta con furia.

Teníamos que haberlos ido con el joder, al menos esperemos que el puto calentador del hotel funcione, y pueda darme una ducha caliente para relajarme soltó con rabia mientras golpeaba de una patada una lata vacía que rodó por el suelo haciendo un ruido ensordecedor.

La noche ya había caído y todo el grupo estaba cansado después de una dura jornada explorando el pueblo, había llegado el momento de descansar después de una cena caliente. Marta calentó un par de tazas de nescafe con leche en polvo infantil.Hey Gas quieres un Capuchino Zombie marta siempre bromea así sobre aquel preparado que era lo único que se podía encontrar parecido a un café con leche, sin duda trataba de relajar la tensión que había estallado durante todo el dia. heee siento lo de antes, no lo decía en serio vale era raro ver a marta disculparse por algo. Creo que la ilusión de tener un sitio mejor me hace perder la cabeza trataba de explicar todo lo ocurrido. No crees que seria maravilloso poder tener un sitio así sin zombies dejo que pasaran unos segundos mientras clavaba sus ojos de bambi arrepentida sobre gasera. Bueno que lo siento vale, tomate el café se te va a enfriar y perderá su maravilloso sabor concluyo con una broma sonriendo con dulzura.

Gasera estaba sentado en la barandilla de la terraza, con los prismáticos en la mano. Noche o no, nunca había razón para no hacer una guardia, hacía siglos que el grupo simplemente no hacía una; al oír llegar a alguien tendió sin mirar los prismáticos en lo que creyó que era el relevo de Gabriel pero era, bueno. Un café.

Hey Gas quieres un Capuchino Zombie

Sonrió, algo cansado. Bostezó.

-Claro.

Cuando había sido... bueno... otra vida, a Luis nunca le había gustado el café, era algo que se bebía para permanecer despierto o combinar con algún alcohol en la sobremesa del pueblo. Ahora, cualquier cosa caliente era una delicia que devorar, y así la trató.

heee siento lo de antes, no lo decía en serio vale. Creo que la ilusión de tener un sitio mejor me hace perder la cabeza

Trató de mantener la mirada ante aquello y acabó con un suspiro exasperado medio en broma, rindiéndose ante los ojos de becerro degollado de Marta. A él tampoco le gustaba lo de estar peleándose. Se bebió la ofrenda de paz (que cumplió su función de sobras) y pensó en aquello. A decir verdad... lo había estado pensando bastante desde que volvieron de las casas. No le gustaban varias de las cosas en las que había pensado en aquel momento de autoreflexión.

-Vale, vale. Disculpas aceptadas. Tampoco tenía que haberme calentado yo. ¿Un sitio sin zombis? -preguntó- Ojalá sea verdad. Ojalá.

Pero no lo creía, ¿verdad? Era la cosa. Hasta le costaba imaginarse un poco como sería la vida sin todas esas cosas de nuevo. No dijo nada de eso.

-Espero que Jose y su grupo traigan buenas noticias.