Partida Rol por web

Cuando estuvo cerca de Marta sonríe animado y espera a que los demás estuvieran inmersos en sus cosas.

¿Esta vez volverás a la cárcel como una voluntaria para los que necesitan ayuda? – Esperaba que no se enojara por el comentario, aunque podría ser lo más probable.

No hubo muchas charlas sobre el pasado en el grupo. No se trataba sobre mejores amigos que se juntos conseguían un futuro mejor sino de completos desconocidos que se daban una mano para tener algo de comida y poder pegar los ojos sin miedo a que una criatura te devorara cuando estuvieras durmiendo.

Sin embargo fue inevitable ver de donde habían salido Jake y Marta cuando los encontró. Jake parecía que siempre fue e iba a seguir siendo un matón de primera, y eso ayudaba mucho al grupo. Pero tenía fe de que Marta corrigiera un poco sus pasos. Él sabía de lo que hablaba.

¿Te imaginabas hace un año atrás que volverías allí para ayudar a alguien más? – Susurró antes de tomar el último sorbo y volver a girar la botella.

El ameno picnic se vio truncado en el momento en que empezaron a llegar los caminantes que José Antonio y Mikel despeñaron por el precipicio cuando empezaron a vaciar el balneario. Era cuestión de tiempo que encontraran el camino de vuelta. Tampoco quedaba muy claro si eran los mismos, o si la mera presencia de diez personas (y unos cuantos cadáveres frescos) eran lo que había atraído a esos seres. Pero una cosa estaba clara, había que salir de allí por patas.

Un poco más abajo, la autocaravana del grupo de Barcelona se unió al camión militar, al camión volquete y al todoterreno que el grupo de Mikel y José Antonio llevaban con ellos. Por un instante, allí a las afueras de Jaraba os preguntáis si merece la pena volver a entrar en ese pueblo.

Hace un sol de justicia, que brilla en lo alto del firmamento amenazando tormenta. Según los relojes de los camiones son las cuatro de la tarde, aún os quedan tres horas de sol antes de que empiece a anochecer, y no tenéis muy claro todavía hacia donde dirigiros.

-Hemos tomado lo mas util del balneario. Cojamos los vehiculos y salgamos de aqui. Sugiero tomar la ruta mas directa hacia el castillo del que hemos hablado. Podriamos parar para descansar un poco antes de que caiga la noche en algun lugar seguro que encontremos, algun recinto vallado donde podamos aparcar los vehiculos y aunque debamos dormir dentro de los habitaculos, que al menos sepamos que no vamos a despertar rodeados de zombies. De camino al castillo, podriamos parar en alguna obra de edificio en construccion, para tomar herramientas y materiales para emplear en la fortificacion.

No considero el castillo el lugar mas adecuando para vivir seguros y comodos, pero es una buena base donde descansar y trazar planes. Ya se que nos acabamos de conocer, pero siendo realistas. ¿Que tenemos que perder? Nosotros tenemos recursos que a vosotros os hacen falta y vosotros podeis aportarnos la fuerza que recientemente hemos perdido. ¡Colaboremos por el bien comun! Al menos un tiempo, hagamos lo del castillo y alli podremos decidir como proseguir, pero creo que es razonable pensar que un castillo es una buena base temporal donde acampar. Si esta en buenas condiciones claro.

Cassius cuando te lo propones eres un autentico jilipoyas responde enfada en alto marta ante el comentario susurrado de este, se levanto marchandose hacia la caravana farfullando muy enfadada, cuando de repente noto como el aire le traia el ya familair olor a podrido. Chicos me parece que se nos aproxima un grupo de zombies

Corrio recogiendo sus pocas pertenecias mientras oia las palabras de mikel Yo me apunto, vayamos todos al castillo, alejemonos de aqui y comentamos los detalles chillo mientras subia a la caravana.

Nos alejamos del pueblo con los vehículos hasta encontrar un lugar seguro donde pasar la noche. En cuanto tengamos oportunidad de hablar de nuevo les enseño cual era nuestro plan original.

El castillo esta en Sadaba. A unas dos o tres horas de aquí. Y la prisión se encuentra en Zuera. No están muy lejos y podemos llegar utilizando carreteras secundarias.

Les muestro las posiciones en el mapa.

https://goo.gl/maps/uCjsKmv35FE2

Miro el mapa pensativo mientras Vanessa acaricia mi pelo.

Mañana podemos dedicar las 12 horas de luz a llegar hasta Sadaba y, si es factible, preparar un asentamiento temporal.

¿Os parece bien? ¿Algo que añadir o alguna cosa que no os guste?

¡Oooojojojojó!¡Se había perdido algo bueno! Y...

Chicos me parece que se nos aproxima un grupo de zombies

..mierda.

Se levantó para ver qué sucedía, viendo que sólo venían tres o cuatro.

-¡Ah, eso! No son muchos: no os preocupéis, nosotros nos... -se calló cuando vio venir a otros, a paso muy lento. Todos sabían lo que quería decir: si había gente en el hotel, aquello acabaría por atraerlos- Hay que joerse...

Se echó la mochila al hombro y se preparó para salir. A la distancia a la que estaban no necesitaban correr, y podían recoger las cosas. A Marta parecía que le convencía, pero a él no le hacía nada de gracia que el grandulón se estuviese erigiendo descaradamente de líder en ciernes como si fueran una extensión de su personalidad, reafirmando lo que ya se había dicho y acordado pero de forma que fuese él el que quedase como el proponente.

Hrmf, pensó mientras subía a la caravana.

[Más tarde, ese mismo día]

-No suena mal -concedió- Desde la zona del castillo si no está ocupado ya podemos cachear la zona sin problemas. ¿Cómo organizáis vosotros los turnos de batida, tenéis un método?

Gasera iba a dormir en la caravana, como otros: después de todo, cuando tenías algo tan cómodo (y relativamente seguro) era un pecado no aprovecharlo.

-Mañana con el primer canto del gallo en marcha, entonces -convino- Deberíamos tratar de parar en una zona cercana y cachar el sitio antes con los prismáticos, para que si hubiera gente sepan que vamos de buenas y no de sorpresa.

Llevábamos algún tiempo de relativa calma en el Monasterio de Piedra. Las “batidas” no eran necesarias pues el acceso a nuestro refugio era complicado. Estábamos a salvo y así seguiríamos si no hubiese sido por la ingente horda de muertos que apareció.

Personalmente… he sobrevivido solo con mi mujer y una niña de 3 años precisamente por lo contrario. Evitar el enfrentamiento con esos monstruos salvo que sea necesario.

Mi rostro muestra cansancio. El constante estado de alerta termina pasando factura.

Valorare y mediré cada situación del modo que considere oportuno. Es decir, si es óptimo hacer batidas en alguna situación específica, estaré de acuerdo en hacerlas. Pero no tengo interés alguno en ser un “matazombis” porque sí.

La mayoría de los que han caído en nuestro grupo eran unos “héroes” y ahora engrosan las filas del enemigo.

Abrazo a mi marido. Parece cansado. Esta noche yo hare guardia para que mañana este fresco para conducir. La conversación era la misma que tenía cada vez que alguien le hablaba de matar caminantes. Lo cierto es que, en la mayoría de casos, no hacía falta matarlos. Lo importante era valorar el objetivo a conseguir y usar los medios adecuados.

Si bien era cierto que, en ocasiones, era imprescindible enfrentarse a algunos para conseguir recursos valiosos, como en el caso del Hotel, donde hemos conseguido gran cantidad de alimentos, combustible y repuestos.

Lo que José Antonio quiere decir es que no tengamos ideas preconcebidas sobre nuestros actos. Por más que matas caminantes… siempre hay más. Y cada enfrentamiento es una posibilidad de que te den un mordisco. Por pequeña que sea… hay que evitarla si no es imprescindible.

Durante un año, el salía casi cada día, solo, a buscar comida y agua para nosotras. Y siempre ha vuelto. Y aquí sigue, cuidándonos. Y probablemente sea quien menos zombis haya matado de los presentes. Salvo por Isabella… por el momento. - Bromeo

Sacudió la cabeza, parecía que se había explicado mal. ¿De verdad tenían esa pinta de matazombis...? Miró a Jake, luego a Cassius, y por último a Marta. Tuvo que reconocerlo, tenían un punto en argumentar aquello. Era un conjunto muy durezas.

-¡No, no es batida como en ir a cazar a los muertos que haya por allí! Eso tiende a ser mala idea -reconoció, y explicó para aclarar- Me refiero a turnos de vigilancia y exploración. Ya sabes, por si pasa algo, o alguien. La idea precisamente es no tener que llegar a eso. Ir por parejas y uno de reserva es lo mejor si te lo puedes permitir... y si sabes apañártelas puedes cubrir bastante terreno sin problemas en poco tiempo.

Sacó una pizarra de la mochila y la puso con los prismáticos.

-Con estas se hace lo bastante bien y rápido, en cuanto se acostumbra uno, pero si tenéis algún otro estilo...

Sois un grupo grande que lleváis muchas horas trabajando juntos. En lo referente a esos asuntos, será más fácil seguir vuestra dinámica habitual. Si tuviese algo que añadir… os lo diría.

Isabella se acerca despacio a José Antonio con una picarona sonrisa en el rostro, bajando la cabeza por la timidez a causa de los desconocidos.

Papiii. Yo quiero mirar por ahí… pliiis… - dice, señalando los prismáticos con un dedito.

Gasera sonrió ante la cría.

Y por un instante, recibió en el corazón las garras de la súbita, descorazonadora nostalgia. Había tenido un montón de sobrinetes en el pasado, pero vivían en el sur, en el sur-sur, que era como vivir en otro continente a esas alturas de la existencia. Y se suponía que era el lugar donde mejor se habían mantenido las cosas, pero podían estar vivos, o muertos, o peor, y no tenía forma de saberlo.

-¿Quieres ver cómo se hace? Si papá da permiso, eh -le dijo a la pequeña, sonriendo bastante- Tranquilo, lo cogeréis rápido. Es fácil y cómodo, y no es que parezcas corto que digamos... ¿a qué os dedicabais en su día?

Una niña pequeña... y tenían la placa solar... aunque llamar placa solar al cacharro ese que puede recargar cuatro pilas al día si lo pones muchas horas al sol es ser muy, muy generoso y tener muy, muy poca vergüenza; ni siquiera vale para arrancar la corriente ni nada, solo pilas. Pero. Hum. Nunca se le había ocurrido la idea antes. No debería ser tan difícil de conseguir, en una zona medio desierta. Hum. Hum-m-m-m-m.

No lo iba a decir porque ya se había aclarado el malentendido pero Gabriel estuvo muy de acuerdo con la Filosofía de Jose Antonio y Vanessa sobre los "matazombies" Tiene mucho sentido lo que dijieron, Tal vez esta gente sea verdaderamente de fiar.

La idea del castillo le daba escalofríos, nunca le habían gustado, pero entendía porque objetivamente era la mejor idea, así que no objeto nada.

-Oigan, yo me apunto para la vigilancia nocturna. Llamó bastante la atención de los nuevos porque era la primera vez que lo oían decir tantas palabras juntas. En su grupo el solía hacer sus turnos de noche, ya que por su trabajo, estaba acostumbrado a estar espabilado de noche y dormir con el sol entrando por su ventana.

Le dirigió una sonrisa a la niña y decidió ir a chequear si marta estaba bien por el exabrupto que había tenido más temprano.

-Yo soy ingeniero mecanico. Bueno, lo habria sido si el fin del mundo no se hubiera cargado la posibilidad de entregar el proyecto de fin de carrera. Tambien soy profesional del hacha y ahora matazombies.

Yo no evito enfrentarme a los zombies si lo considero necesario, aunque lo normal es que si puedo usar el terreno contra ellos, no llegue al cuerpo a cuerpo. Tambien tengo mi ballesta, muy util para la media distancia.

El castillo es un trampolin. No se vosotros pero a mi me parece un sitio perfecto como campemento temporal, mientras buscamos algo mejor. Una casa rodeada con un muro y jardin amplio, una prision, una urbanizacion privada, lo que decidamos, si es que hacemos juntos todo el viaje. Pero ahora mismo, un castillo de gruesos muros, seria perfecto para conseguir nuestro nuevo hogar partiendo de una base segura.

(Doy por sentado que el trayecto propuesto por José Antonio os parece bueno, de modo que continúo. Podéis continuar las conversaciones y planes en el Intermezzo al margen de lo que ocurra aquí)

El viaje hasta la autovía era lento, la carretera llevaba año y medio abandonada y eso se notaba. Las plantas empezaban a invadir el arcén y en el centro de la carretera pequeños montículos de hojas secas eran el lugar idóneo para que las semillas de los pinos cercanos germinaran. Nada preocupante, pero los pequeños brotes serían árboles en unos años y la mayoría de las carreteras acabarían por ser intransitables sin un mantenimiento adecuado.

La autovía no estaba en la misma situación, alejada de árboles y en un sitio elevado todavía era perfectamente transitable, a pesar de que cada pocos metros teníais que esquivar coches estrellados y algún caminante suelto. Las vallas que originalmente acompañaban a la autovía para evitar que los animales entorpecieran el tránsito de vehículos resultaban ser una considerable defensa contra los caminantes, que en algunos puntos se amontonaban de forma obstinada intentando atravesarla.

Vuestro periplo acabó antes de lo esperado, cuando a la altura de Calatayud un monumental atasco os hace deteneros. Dar la vuelta es casi imposible con los camiones y la autocaravana. Lo más fácil es conducir marcha atrás, esquivando los coches estrellados durante tres kilómetros, aunque eso puede llevaros más tiempo del que pretendíais.

Miro el mapa.

Nuestra mejor opción es abandonar la autovía e intentar llegar a la Nacional IIa. Desde luego no me acercaría a Calatayud. Me parece demasiado grande para mi gusto y no necesitamos nada por el momento.

Sigo conduciendo, marcha atrás, hasta alcanzar cualquier salida que me permita enlazar con la nacional.

Sigo con el camion volquete a JA. Si es necesario ir marcha atras, marcha atras. Pero si encuentro un espacio donde dar la vuelta, ire del modo usual, marcha adelante.

Marta saco la cabeza por la ventanilla del acompañante de la camioneta, mientras veía como los vehículos iban echando poco a poco marcha atrás.Ok Jose por donde tu digas, tu tienes el mapa, no hay prisa por llegar no creo que el castillo este lleno de turistas en esta época del año comento con sorna mientas desaparecía de nuevo dentro de la furgoneta.

La maniobra de retroceso llevó bastante más de lo esperado. Tanto los camiones como la autocaravana no fueron capaces de dar la vuelta, de modo que os tocó retroceder con la marcha atrás, esquivando coches abandonados y otros obstáculos de forma lenta y peligrosa, adornada con algún golpe al quitamiedos o a algún coche accidentado.

Aun así, conseguisteis llegar al cruce para abandonar la autovía. Los carteles de la autovía indicaban el nombre del pueblo en el desvío: "Terrer" un pequeño pueblecito con unas pocas casas. Este retraso había provocado que el sol se encontrara demasiado cerca del horizonte como para tratar de buscar un refugio seguro mucho más allá. Sabíais que avanzar y encontrar otro retraso podía suponer que la noche os sorprendiera en mitad de ninguna parte.

El primero en avanzar era el todoterreno, que si que pudo dar la vuelta y volver a ponerse en cabeza. Estaba bajando la rampa que llevaba al pueblo cuando algo le llamó la atención. Un motorista en una ruidosa moto de campo. En la moto iba una segunda persona de paquete, ambos con el casco puesto.

Casi todos pudisteis verlo con claridad, o eran muy torpes, o les traía sin cuidado que los vierais. Fueron sólo unos segundos. La moto paró en la entrada del pueblo, a menos de 500 metros de vosotros, levantaron la visera de los cascos para ver mejor, y luego se marcharon a toda prisa en dirección a Zaragoza.