Partida Rol por web

Los todoterreno llegan hasta las puertas de vuestro actual refugio y toman posiciones alrededor de los vehículos estacionados. De ellos descienden media docena de hombres, armados con armas automáticas, chalecos antibalas y casco. Rápidamente toman posiciones mientras el hombre de la ametralladora no deja de examinar las ventanas en busca de posibles amenazas. Tras esto un hombre baja del todoterreno que no lleva ametralladora. No lleva casco ni chaleco antibalas, y la forma de dirigirse los demás a él da a entender que se trata de un superior. En su mano lleva una carpeta negra de cuero, y en la otra un bolígrafo. Pasea por delante de vuestro refugio examinando los camiones, la autocaravana y los coches, y luego mira detenidamente hacia donde os encontráis.

-Me temo que aquí tenemos una grave infracción que debe ser solucionada. -Examina la carpeta y pasa un par de hojas, como leyendo algo. -Son ustedes culpables de sustraer material militar, y han evadido sus impuestos durante al menos un año y medio. Por este mismo motivo se les condena a devolver el material sustraido y a pagar una multa equivalente a la mitad de sus actuales provisiones. -Cierra la carpeta y guarda el bolígrafo, para luego mirar directamente hacia donde os encontráis. -Por favor tengan la bondad de abrir la puerta para que podamos llevar a cabo la requisa de los bienes mencionados. Supongo que no desearán agravar la situación añadiendo a los cargos mencionados el de resistencia a la autoridad.

Ya sabía como iba esto. Se resignó, la pasó el rifle a Jose con los cartuchos y la advertencia de que no se pegara a la ventana para apuntar (y que si no se veía capaz se lo pasara a Jacke) y salió por la puerta, con las manos lejos de todo, un punto menos allá de ponérselas detrás de la cabeza; las manos cerca de los bolsillos podían hacer que cualquier mínimo movimiento terminase en un disgusto.

-No queremos problemas -dijo- Si no queréis a nadie, nos largaremos tan rápido como...

-Me temo que aquí tenemos una grave infracción que debe ser solucionada.

...

...

QUÉ.

-¿...perdón?

-Son ustedes culpables de sustraer material militar, y han evadido sus impuestos durante al menos un año y medio. Por este mismo motivo se les condena a devolver el material sustraido y a pagar una multa equivalente a la mitad de sus actuales provisiones.

-¿...cómo?

Había esperado mil cosas. Aquella no había sido una ni por asomo. Acostumbrado a conversaciones que eran un intercambio de tensiones y que no pocas veces acababan tirándose cuerpo a tierra mientras se entrecruzaban, aquello era demasiado civilizado, y no en el sentido de paz y armonía. Era como una especie de broma, o como un sueño.

Por favor tengan la bondad de abrir la puerta para que podamos llevar a cabo la requisa de los bienes mencionados. Supongo que no desearán agravar la situación añadiendo a los cargos mencionados el de resistencia a la autoridad.

Luchó por poder agarrar algo de aquello. No había esperado nada así, no sabía como reaccionar. Bueno, nadie sabía cómo reaccionar desde hace un tiempo.

-No, a ver, un momento, un momento... -dijo- ¿Quiénes son ustedes? ¿De dónde vienen? Sois los del castillo, ¿no?

Iban a robarles. Tan sencillo como eso, y no sería la primera vez. Bueno, la primera vez así, sí.

-Me temo que no han entendido bien su situación. No hemos venido aquí a negociar absolutamente nada. Por favor, Gutiérrez... -El hombre se gira un segundo para hablarle al hombre que se encuentra en la ametralladora. -Muéstrele a estos caballeros a que me refiero. -Y acto seguido señala al camión volquete. El llamado Gutiérrez gira la ametralladora y abre fuego contra el camión volquete. El sonido es atronador y terrible. No sabéis durante cuanto tiempo el camión volquete ha sido el blanco de la potente arma. Probablemente sólo han sido unos segundos, pero os ha parecido una eternidad. Cuando el ruido cesa, el camión está completamente destrozado, reducido a poco más que escombros, completamente irrecuperable, y con él, prácticamente la totalidad de vuestras reservas de gasoil.

Con un movimiento lento, el Teniente García coge un puro del bolsillo de su chaleco y lo enciende con una cerilla que coge de una pequeña caja que guardaba en otro bolsillo. Enciende con parsimonia el puro y arroja la cerilla al charco de gasoil que empieza a formarse bajo el camión. Por unos segundos os quedáis esperando una tremenda explosión, pero no es así. Tan sólo empieza a arder, despacio al principio, y luego intensamente. Una horrenda nube de humo negro se eleva hasta el cielo al tiempo que el hombre se dirige hacia vosotros.

-Las últimas órdenes recibidas del alto mando eran la imposición de un estado de Ley Marcial. No se si saben lo que eso significa, pero se lo aclararé... Hasta que se restaure un gobierno... ¡¡¡AQUI MANDO YO!!! -El grito hace que pierda la compostura por unos segundos y os permite ver el rostro de un tirano oculto bajo un manto de amabilidad. -Ahora os voy a explicar lo que puede pasar... Tanto el ruido como el humo van a atraer a muchos, pero que muchos comecerebros. Podemos iniciar un enfrentamiento, pero dudo que os guste el resultado. Podemos esperar aquí afuera hasta que vengan los primeros podridos y luego marcharnos... o podéis abrir la puerta DE UNA PUTA VEZ y dejaros de tonterías. A la siguiente entraremos por las malas.

Mierda. Tenían balas y tenían muchas. Además el tío era un hijo de puta de la vieja escuela. ¿No se supone que el ejercito debía proteger al pueblo? Otra mierda mas grande aun. 

No hay que ponerse así hombre... con esas balas podías haber acabado con un montón de caminantes. ¿Con quien vais a tomar cañas cuando todo esto termine si te cargas a todos los ciudadanos a los que juraste proteger? 

Nuestras provisiones están en el camión militar. No hemos descargado nada pues no pensábamos quedarnos. Si sois tan amables de dejarnos la mitad tal y como habíais prometido os estaríamos eternamente agradecidos. 

No tenéis que entrar a ninguna parte para cogerlas. Ahí van las llaves... 

Le lanzo las llaves al militar mas cercano. 

Nosotros, si no tenéis inconveniente, nos iremos a morir a otra parte... otro día. Nosotros no somos el enemigo.

Malditos desgraciados. ¿Por qué coño los mas cabrones tienen que ser los mejores equipados? Como me gustaría tener un puñado de granadas para hacer saltar por los aires a este hijo de perra. 

Daba igual. Lo importante era que no entraran. A saber de que eran capaces estos tíos. Temo por las mujeres y por Isabella. 

Aquello no iba a ir bien... y se puso a peor.

Venga, Teniente, ambos sabemos que todo eso no son mas que tonterías.

¿Qué? Oh no, no, no, no no, no, no...

Pero como comprenderá... no hemos llegado hasta aquí dejando que nos saqueen los tipos con los que nos cruzamos... vayan vestidos de militares o no. Y tampoco creo que nadie quiera un enfrentamiento ¿verdad?

NO NO NO NO QUÉ COÑO ESTÁS HACIENDO CÁLLATE CIERRA ESA PUTA BOCA TE DIJE QUE ME CUBRIERAS CIERRA LA BOCA CÁLLATE JODER CIERRA EL BUZÓN

-Cristo Jesús.

Allí no había nada más que decir; al menos si hubiera salido su mujer a hablar las posibilidades de que no les MATASEN A TODOS hubieran sido muy elevadas. Incluso de cara a la muerte, su primer impulso fue coger y descargarle un puñetazo en la boca a Jose Antonio, como lo hizo hace tiempo en una situación muy similar con Cassius, y esta vez no iba a terminar con el golpe simplemente parado y él retenido contra el suelo con humillante facilidad, al menos antes de que les tiroteasen a todos. Pero no lo hizo.

"..."

Gasera, que conocía su oficio, se tiró al suelo inmediatamente con las manos en la cabeza: de otras cosas no sabría, pero de estar en medio de un tiroteo a aquellas alturas una barbaridad. Sólo podía esperar que no le remataran... pero el tiroteo cesó pronto. Miró por encima de la polvareda levantada, cuando no hubo nada más. El camión y la gasolina de los nuevos. Litros y litros que habían conseguido. Una pérdida horrible, pero no lo habían asumido tanto tiempo como suyo como para lamentarlo tanto; suena horrible, sí, pero... es lo que hay.

Se sacudió el polvo.

-Sí, mi teniente -dijo el de la barba, tras levantarse- No sabíamos que estaba esta zona ocupada, señor. Sólo buscábamos un refugio. No queremos problemas.

Le dirigió una mirada a Jose Antonio, por lo que más quieras, calla. ¡Sólo se bromea para romper el hielo, no se bromea con quien acaba de hacer una demostración de poder si no mides muy bien la situación! ¡Se lo van a tomar como un insulto! ¡POR DIOS DEJA QUE SEA TU MUJER LA QUE HABLE!

...ay Dios.

Por favor. Que salgamos vivos de esta.

Marta asomo su cabeza por la esquina trasera de la casa para ver como sus amigos salían al encuentro de aquellos militares cuando de repente aquel arma comenzó a soltar un ruido atronador, instintivamente se refugio detras de aquella esquina mientras se tapaba los oídos gritando de miedo. HAAAAAA JODERRR chillo hasta que aquel arma ceso de rugir.

Malditos cabrones, encima quieren hacerse los graciosos con sus impuestos, los putos zombies nunca se comen a los peores . Resignada miro al suelo no habia nada que hacer Esperemos que se vayan rápido y no haya mas problemas Joder callaros ya y darles lo que quieren chillo desde la parte de atras, en seguida se arrepintió de haber hablado y empezó a buscar un sitio donde esconderse, desesperada su vista iba de un casa a otra buscando un sitio donde refugiarse de la tormenta que se avecinaba.

Poco a poco iban saliendo más personas de aquel refugio, pese que en un primer momento los únicos valientes fueron Mikel y Marta.

Y para colofón de la fiesta llegaron unos jeep y todoterrenos cargados de militares y orgullo. Poco a poco emoezaron a hablar, y tras una falsa negociación, empezaron las maniobras de ostigación.

Con la ráfaga de tiros, alguno que otro se sorprendió, yo cerré los ojos y comencé a analizar. No formaba parte de aquel grupo, pero por ahora estaba dentro hasta que pudiese volver a ser libre.- Si llego a saber que todo esto me pasa por buscar donde dormir, me busco un monte y me dejo caer en el asiento del coche...

Alzo las manos en señal de calma y empiezo a decir en voz tranquila para que me escuchen los de dentro solamente.- Calma... Cada movimiento desvela una necesidad...- Pero en ese momento un listo les deja a huevo unas supuestas provisiones y unas llaves de un vehículo. Mis ojos se abren con incredulidad y por suerte uno de los suyos hace lo correcto, darle un derechazo, acto seguido le digo increpándole en voz baja aún.- ¿Pero que cojones haces... ? ¿Y se supone que vosotros soís adultos... ? Analiza antes de hacer cualquier cosa...

Estos militares han venido a tiro hecho... es decir, sabían que estabais aquí, pero solo han venido cuando lo han necesitado. Os están usando como un puto mercadona...

Por lo que veís, tienen armas, vehículos y combustible... Es más estaría por decir, que precisamente esas cosas no les preocupa, pues acaban de destrozar un buen vehículo, un montón de gasolina y están provocando gran cantidad de ruidos que como ellos mismos saben y han dicho, dentro de poco atraerá a caminantes... ¿Todo por qué... ?

Porque les urge recuperar comida o algun otro elemento del que disponéis... No pueden entrar aquí sin ponerse en peligro, disparar desde fuera, solo aumentará los pasos de los caminantes, pues nos podemos atrincherar y usar estos muros como ventaja...

No os acojonéis a la primera.. Que se supone que sois un grupo organizado.

Miro al de la ballesta y digo.- Se que no te caigo bien, pero asegurarnos de que no cojan esas llaves, es la ventaja de la que disponemos, y por ahora u arma es la única de largo alcance...

Nos esperan aquí abajo, así que usaría el doble flanco, y si fuera tú, me posicionaría en el piso de arriba, para tener mejor apunte, y mejor visión por si vienen los muertos y tener la ventaja de saberlo antes que ellos.

-Te pondre en situación. Estabamos aqui de paso, salimos de un monasterio no muy lejando tras vernos atacados por una horda de zombies. Estabamos de camino a un castillo cercano, para usarlo como base de operaciones mientras buscabamos algo mas defendible y mejor para el largo plazo. Hace un par de días saqueamos la despensa de un hotel y nos encontramos a otro grupo, nos unimos, el mío había sufrido bajas, nos hacia falta fuerza. Creo que ellos tienen algunas balas, los de mi grupo no. Anoche, decidimos dividir el grupo, Marta, mi novia, su perro y yo montabamos guardia en este hotelito adyacente al edificio en el que descansaban los demas. Es decir, aqui donde tu has venido estaba mi puesto de guardia.

A esos militares, no les voy a dar motivos para pensar que estoy aqui, veremos que hacen a continuación. Ni me han visto, ni me esperan, como haya oportunidad de cargarme al de la ametralladora, ese será el primero en caer. Haría falta que alguien tomara el control de esa ametralladora mientras el resto del grupo militar se dedica a coger las cosas del camion militar. Entonces... ¡ZAS!

Una salva con la ametralladora por la espalda y se acabo el problema de los ladrones. Pareces un tipo valeroso. ¿Te animas?

Creo que en vuestros planes falta meter en la ecuación los seis militares armados con rifles de asalto, chalecos antibalas y casco, parapetados en distintas posiciones...

El hombre no hace ademán de coger las llaves. En todo momento mira fijamente a José Antonio con el rostro serio, sin que una emoción os haga indicar en que está pensando.

-Torres, Hidalgo... El camión. -Dos de los hombres que se encuentran más cerca de la posición del Teniente se acercan hasta él y cogen las llaves para después acercarse hasta el camión. Uno de ellos sube dentro y comienza a inspeccionar el interior. Tras ello, y sin mediar palabra, los dos hombres se cuelgan los rifles automáticos a la espalda y empiezan a descargar cajas, dejándolas con cuidado en el suelo. Mientras los dos hombres trabajan, García continúa hablando.

-No será necesario que huyan despavoridos. Con ésto queda saldada su deuda con la sociedad. Hasta el año que viene no tendrían que pagar sus impuestos, y por supuesto no sería en la misma cantidad. En esta ocasión se trata de una multa por sustraer material militar. -Le da una calada al puro antes de proseguir. -Tenemos una pequeña comunidad a no mucha distancia de aquí. Si lo desean pueden unirse a nosotros. Tenemos casas amplias individuales, un gran huerto y bastante armamento. Lo único que se pide a cambio de todo ello son servicios a la comunidad, bien trabajando el huerto, limpiando, o explorando la zona en busca de recursos. -Mira los restos del camión humeante por unos instantes para luego continuar. -Disculpen por esta pequeña demostración de fuerza. Estamos acostumbrados a tratar con auténticos maleantes. A veces es necesario enseñar los dientes para que todo el mundo sepa cual es su lugar... Supongo que lo comprenden.

-Comprendo lo que es una demostracion de fuerza, teniente. Pero ha sido mas que eso, ha sido un despilfarro innecesario. Se ha presentado como un saqueador, tratando de intimidarnos con una fuerza que no podemos soñar con contrarrestar. Esas balas perdidas, el combustible derramado por las balas... conseguir esas provisiones y el combustible, costo las vidas de 3 hombres, teniente. No obstante, necesito un lugar en el que asentarme, el que ofrece me vale. Yo ire con usted.

Ire con usted si me explica como funciona su comunidad y me convence. Podria obligarme a ir con usted, pero la realidad es que es mas facil convencerme que obligarme. Todos estaremos mas tranquilos si voy por cuenta propia y no obligado. ¿Me entiende?

Si me convence, mis aptudes como ingeniero, mi capacidad de sobrevivir y mi considerable ingenio, estan a disposicion de su comunidad.

Y otro más salió a hablar. Dios, después de lo que había pasado, por qué no le metían la pistola en la boca y le ahorraban lo que era una agoní-

"Míralo"

Claro. Lo había tomado por un idiota social sólo porque no había sabido hablar sin cagarla antes, ignorando que sus compañeros habían muerto apenas un día antes. Aún seguía siendo susceptible de que le trincasen, pero joder si sabía poner al menos las cartas sobre la mesa. No sólo era un tipo enorme sino que era ingeniero. Personalmente... tenía miedo de que en la próxima su grupo le dejase tirado y se quedasen con él. Era mucho mejor especimen, en todo.

...

P*** ingeniero. Sacó un machacado paquete de cigarrillos del bolsillo -tras hacer los movimientos lentamente para mostrar que no sacaba un arma- y encendió uno, pasando uno a quien mostrara interés en compartirlo, y se apoyó en una pared para disimular las más que posibles piernas-de-barro que venían después del peligro. ¡Estaban jodidos! Ahora sólo quedaba ver lo muy jodidos que estaban, y si aguantarían libres como para poder empezar a echarse las culpas.

"Voy a hacerle tragar la jodida botella"

Que "técnicamente" el grupo nómada no hubiera perdido nada le importaba poco en aquel momento y aquel estado. Ya era demasiado tarde como para tomar la batuta porque allí cada perro se lamía su cinglanillo.

En lo que a él respectaba, cuanto mejor y más lejos estuvieran de allí mejor. Sólo que cuanto mejor, y más lejos y no solo era la jugada ganadora.

La idea resultaba tentadora… como tentadoras eran las sirenas antes de ahogarte en el fondo del mar. Era la solución que buscaba a largo plazo si de verdad su asentamiento era como prometía. Podría soportar vivir en una dictadura si eso suponía ley, orden, paz y tranquilidad.

Me podía adaptar a casi cualquier cosa si eso suponía seguridad para mi familia. Pero seguía temiendo por la seguridad de mi esposa en un gobierno militar. Si uno de estos tíos violara a una mujer. ¿Quién iba a defenderla? Seguro que su Teniente lo exculpaba. Después de todo es la lealtad de sus soldados lo que necesita para seguir al mando.

Esta disculpado Teniente. También a mí me resulta muy tentadora su oferta. Me pregunto… si no tendría inconveniente en que alguno de nosotros visitara su asentamiento antes de tomar la decisión. La opinión de Mikel, por ejemplo, podría servir de aliciente para que los demás abandonemos esta vida de mierda para reinsertarnos en una… sociedad.

Medir la tensión de los civiles de ese asentamiento no debía resultar difícil. El miedo se palpa en el ambiente cuando vives pendiente de un hilo. Si de verdad estos tíos son legales… lo podremos ver reflejado en el estado anímico de los ciudadanos del asentamiento.

¡Salvo que sean unos putos caníbales como en la serie!

Marta salio con miedo de su escondite tras aquella esquina mirando a sus compañeros de viaje, aun le pitaban los oidos por el tronar de aquel arma, con desconfianza miro a aquellos soldados Malditas alimañas carroñeras, estos tios no han mejorado tras el apocalipsis zombie.

La oferta de aquel militar le parecia pura basura El muy cabrón nos acaba de joder un vehículo y encima nos ofrece ser sus esclavos, maldito bastardo susurro a sus amigos, Algo se movia en su interior la tranquilidad de dormir sin el temor a despertarte mientras un cadaver se comia tus entreñas era muy tentadora, pero no se fiaba de aquel bastardo, tenia una idea en mente, pero Jose Antonio hablo antes de que ella pudiese expresarse.

Me parece cojonuda tu propuesta, iba a decir lo mismo. afirmo secundando la propuesta de Jose, Algún que otro mártir para acompañar al teniente bastardo concluyo susurrando sus ultimas palabras.

Le pasó el paquete a Marta cuando se le acercó.

El muy cabrón nos acaba de joder un vehículo y encima nos ofrece ser sus esclavos, maldito bastardo

-Qué esperas -susurró igual, pero más cabreado- Después de la "intervención estelar" de nuestro nuevo amigo tenía que dejar claro que no había bromas -echó el humo, acompañado de una pequeña tos- Mamonazo -susurró, sin especificar cual.

El camión era una pérdida. La gasolina no era tan difícil de encontrar si tenías cualquier clase de ruedas para vaciar coches antes de que se pasaran los podridos, ¿pero el camión? Hubieran podido hacer cosas hermosas con eso.

Algún que otro mártir para acompañar al teniente bastardo

-No. Esta vez no me pillas.

Incluso un rato después de la explosión seguía con los oídos tapados, le caían lagrimas de odio indignación y genuino dolor de oídos y solo escuchaba un zumbido, de a poco fue recuperando la audición.

Lo primero que escucho con claridad de vuelta fue a josé diciendo que no le parecía mal ir a ver su comunidad. Miro a Marta y a Gasera desconcertado y dijo de forma que todos escuchasen. -¿Esta hablando en serio?, primero nos saquean y nos dejan sin un vehículo y ahora ¿estamos considerando ir a vivir con esta gente?. A mi no me suena nada bien.

Si las cosas se hubiesen dado de otro modo talvez no le causase tanto asco esa idea. Y no era su estilo meterse en las discusiones grupales, por lo general todos los caminos le daban lo mismo. Pero esta vez era demasiado...

-Por supuesto, no hay inconveniente en que vengan los que deseen. Nuestras puertas están siempre abiertas, tanto para entrar, como para salir. Respondiendo a sus preguntas, a falta de una moneda y en vista del escaso valor de las joyas o el oro en la situación actual, nos basamos en un sistema de trueque. -García da una calada a su puro y mira cuando los dos hombres que descargaban el camión cesan en su trabajo y se bajan del mismo para recuperar sus posiciones. -Todo el mundo en la comunidad aporta algo, cada uno hace lo que mejor sabe hacer, y el que no sabe hacer nada, trabaja en el huerto, o aprende a hacer algo de valor para la comunidad. Lo que no toleramos en ningún caso son los nini. Las personas que no son valiosas para la comunidad son expulsadas. Tenemos un médico, un agricultor, una maestra, varias mujeres que se encargan de hacer la colada y de limpiar las casas, un barrendero que limpia las calles, un cocinero, exploradores y nosotros, que mantenemos el orden dentro y fuera de las murallas. -De repente interrumpe su charla e inclina levemente la cabeza tapando su oreja derecha con la mano. Al separarla os dais cuenta de que lleva un pequeño auricular en la oreja. -Me encantaría seguir charlando, pero debemos irnos. A los que no vengan con nosotros les recomiendo buscar otro refugio. Siguiendo por la N-II encontrarán un pueblo llamado Ateca a unos siete kilómetros. Hemos hecho varias batidas en el mismo, no creo que les resulte complicado encontrar un refugio seguro.

Joder. Suena bien… quizás demasiado bien…

Por otro lado quedarse aquí ya no es seguro. Hay que tomar una decisión ahora mismo. Ir con ellos o marcharnos a su campamento. No necesito preguntarle a Vanessa. Se lo que me va a decir. No merece la pena discutir con ella en esta ocasión. Pero voy a ceder con el corazón en un puño.

Teniente. Mi familia y yo vamos con ustedes. Soy experto en tecnología. Si disponen de electricidad y pueden conseguir el material podría, para empezar, instalar cámaras de vigilancia en el perímetro. Espero que esto sea una aportación inicial aceptable para admitir a mi mujer y a mi hija.

Gabriel debía haber malinterpretado los susurros que estaban hablando... aunque no solía hacer eso. Quizá se estuviera refiriendo a Jose Antonio y compañía.

-¿Esta hablando en serio?, primero nos saquean y nos dejan sin un vehículo y ahora ¿estamos considerando ir a vivir con esta gente?. A mi no me suena nada bien.

Se encogió de hombros.

-Cada uno puede elegir.

¡Hah! Reconocimiento mis cojones. Pero aunque ya estuvieran vendidos, tenía que tratar de convencerle de que no se llevara a la chiquilla allí. Era primordial.

Le hacía mucha menos gracia que los dos estuviesen declarando antes de llegar (y antes de salir siquiera) qué se les daba bien. Aquello era más que una declaración de intenciones y seguro que El Teniente García se estaba dando cuenta de aquello como el que más; a menos que lo hiciera muy mal, ya los tenía comprados. Y aún se preguntaba Jose Antonio por qué había hecho lo que había hecho... ¡en fin!

"...¡espera!"

-Jose Antonio -dijo- No irás a llevarte...

Reconocimiento. Reconocimiento los cojones. Iban a instalarse allí ya. Pero tenía que intentar convencerle de que llevarse allí a la cría podía no ser la mejor idea.