Partida Rol por web

Ad intra mare (Mar adentro)

PARTE I. Un encargo de vital importancia

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19/10/2018, 00:04
Director

Algo en tu interior te decía que buenan eran las intenciones (al menos las palabras dedicacadas) de aquella vieja en vuestra empresa. Tan sólo era un presentimiento, pero parecía ser bueno.

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19/10/2018, 00:04
Director

Si infame enemigo era la enfermedad de doña Bárbara, que la tal Carme, anciana ermitaña de las tierras aledañas, no parecía mala mujer; mas que por contra os aventuraba y presagiaba la presencia de un "gnomo", que sólo Dios o el diablo sabía qué era eso, oculto en aquella cueva (¡menudas supercherías!). Al menos confirmaba, si considerábais su buena palabra, que aquella entidad tenía las raíces milagrosas. ¡Y no podía haber crecido en otro sitio!

La anciana levantaba el brazo mientras os marchábais, colocada como una estatua y mirándoos vuestra marcha hasta que, una vez más, os internásteis en el bosque. Quienes habíais tomado aquel estofado lo sentíais aún caliente en el estómago, y aquello os reconfortaba un poco. Una vez desandásteis el sendero del bosque y salísteis a la ladera de la montaña, veíais la cueva que señalaba antes Carme (la misma que vísteis un rato antes), y allá que os dirigísteis. El camino seguía ascendiendo y cada vez veíanse mejor las tierras de Burriac, que orgulloso don Alejandro hubiera de estar al gobernar todo aquello. La aldeíta y el castillo era prácticamente el punto habitado de todo su territorio y se discernían perfectamente al girar el cuello y mirar al horizonte.
 

Unos quince minutos después, tras sortear peñascos y retamas, llegásteis a la entrada de la cueva. Se trataba de una boca grande y rocosa, dibujada en una pared vertical. Además, un pequeño arroyo pasaba justo en su entrada (de hecho, desde el interior también salía un fino regato que moría en tal arroyo), aunque no era difícil atravesarlo (sino más bien hacía un bello paraje de ese lugar). Ahora era algo más del mediodía, y por ende entrásteis allí. Eso sí, las monturas de los dos nobles y el pirata catalán hubieron de ser amarradas afuera, junto a un árbol en la entrada de la cueva.
 

 

Fue entonces cuando una luz iluminó toda la estancia, al menos la boca de la cueva, lugar de entrada de la misma. Enseguida sentísteis un leve cosquilleo en la piel, y tal era el cambio de temperatura que contrastaba con el exterior. La luz proyectada no hacía sino tan sólo iluminar varias varas a la redonda, ni tan siquiera la sala entera. Tras bajar los primeros pasos, caminásteis al interior y os topásteis en medio de una gran bolsa dentro de la montaña, en el que había una columna central y un hueco en la izquierda. Más adelante el pasillo se elevaba, adentrándose más y más en la oscura roca. A la izquierda, un pequeño charco de agua acompañado asomaba, acompañado de el sonoro ruido de agua caer no muy lejos. Todo el interior de la cueva era de piedra negruzca y húmeda, fría y recortada. Sin duda que aquello bien podría ser la guarida de unos ladrones o el mejor escondite posible. ¿Dónde diablos crecerían aquellas prodigiosas raíces?
 

Notas de juego

Nota: Dalmau y Eguski llevan candiles y aceite. Caitán y Sebastián llevan antorchas. Conque uno encienda una antorcha (que sé que lleváis también yesca y pedernal) o bien uno de los candiles, podríais explorar la cueva sin problema. Alguien debe hacerlo, por lo que el primero que escriba que toma esa iniciativa de portar la luz (diciendo cuál, además), habrá de señalarlo como tal. En caso contrario no podréis explorar la cueva.

Nota 2: Tiradas. Todas las tiradas que estén relacionadas con los sentidos de alguna manera (directa o indirectamente) se verán reducidas un 25% (malus). Ello quiere decir que si lanzáis el dado con cierto %, en la casi de "Dificultad" del lanzador de dados restaréis (antes de hacer la tirada) ese 25. Por ejemplo: un PJ tiene en descubrir 65%. Si quiere realizar una tirada de Descubrir, en la casilla de Dificultad colocará un 40 y luego lanzará el d100. Otra cosa. En caso de combatir (Dios quiera que sólo haya ratas allí dentro) que se hará también con un malus del 25% en acciones de ataque y acciones de la defensa.

Nota 3: Vosotros diréis qué hacer, aventureros. Tenéis tres vías, según el mapita que os he puesto: avanzar ascendiendo, ir a la derecha o... regresar con el rabo entre las piernas por donde habéis venido :) Por cierto, los que tenéis monturas: he supuesto que las dejáis fuera. Si quieréis hacer mención especial en ello o cualquier otra cosa, podéis hacerlo.

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19/10/2018, 07:58
Damiá, el Gavinet

Había cogido una de las antorchas del pardo y sacado el bracamante de ls espalda, por si la vieja no estaba loca del todo. El estofado me hacía bien al estómago, pero estaba nervioso con lo que podíamos encontrar ahí dentro. Fuí buscando pisadas o las raices de marras para ver si obtenía alguna pista de a dónde ir

-¿Por dónde?-dije a mis compañeros en un susurro, no quería alertar a lo que fuese que vivía aquí dentro.

- Tiradas (1)
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20/10/2018, 15:46
Dalmau Font de Tossa

Tras caminar otro tramo de bosque, llegaron por fin a las cuevas que buscaban.

El caballero de Montesa ató a Resplandor a un árbol cercano a la cueva, acariciandolo para que se calmara y relajara durante la espera.

Una vez dentro, era evidente que la luz era insuficiente para avanzar sin iluminación, así que esperó a que Eguzki encendiera el candil que llevaba.

Además de oscuridad, el lugar también ofrecía bastantes puntos donde poder esconderse, así que deberían estar bien alerta.

Dado que el montante no era el arma más fácil del mundo de desenvainar por su tamaño, Dalmau lo hizo ahora, caminando con el arma apoyada en su hombro, lista para ser usada en cualquier momento.

Damiá preguntó por dónde ir. Ninguno sabía el camino, así que...

Tanto da, no sabemos cual es el camino. Ascendamos...

Dijo, proponiendo una ruta.

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22/10/2018, 11:17
Sebastián de la Torre Quebrada

Los caballos quedaron fuera ya que ni era sensato ni posible el llevarlos con nosotros a ciegas en la cueva.

Nada más poner un pie en esa gruta, antes de que la claridad del día se perdiera a mis espaldas y las de mis compañeros, embracé el escudo y desenvainé el acero; toda precaución era poca en tales circunstancias.

Fue el caballero Dalmau quien propuso tomar el camino que ascendía, y no me pareció mejor ni peor plan que cualquier otra dirección puesto que mis ojos aún acomodándose a la oscuridad no lograban discernir nada en concreto que pudiera ayudarnos en esa elección.

- Tratad de no separaros, - advertí - no sabemos los peligros que podremos encontrarnos aquí adentro.

- Tiradas (1)
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22/10/2018, 14:53
Eguzki el Calvo

   Con calma, y en el exterior, prendo el mio candil, mientras observo con interés las rocas y vegetación que crece en el exterior. También antes de entrar recoloco el contenido de mi zurrón para que mis ungüentos y pomadas estén bien a mano y pueda acceder a ellas aún a oscuras.

   - Sepan mis señores, que más sosegado del susto que me me dio la señora Carme, pareciome que en verdad se hallaba preocupada por la salud de la Dama del Noble... veamos... mi candil, aquí...  ya está. - Comento mientras prendo la llama.

   Luego, desenfundo de su tosca funda cordelera el bracamante. De está guisa, candil en mano siniestra y bracamante a la diestra, asiento y con cierto temblor me introduzco el primero, o de los primeros, para poder alumbrar el interior de la cueva.

 


 

   Una vez dentro, examiné con interés las formaciones rocOsas de la cueva y entre fugaces sombras provocadas por la luz, los caminos que ahí salían.

   - Deberiamos mirar que los túneles sean seguros, mi señores, no espero villanía de trampas o emboscadas, pero un derrumbe no nos haría bien... - susurro, intimidado por el lugar.

   Mientras examino con temor el camino escogido, sigo hablando en susurros, - No parecen ser de gran holgura estos túneles, quizá deberiamos barruntar aquí en que orden nos arrastraremos por ahí... yo deberé ir segundo, para bien poder alumbrar al que abra la marcha. -

   Dicho y hecho, tras prestar atención unos segundos por si oígo algo, sigo al que entre en primer lugar.

 

- Tiradas (3)
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22/10/2018, 14:59
Caitán "el Largo"

Estabamos dentro de la cueva, era oscura, fría y pedregosa. Me preguntaba como era posible que unas raíces o cualquier otra planta pudiera crecer en aquel lugar. Le dí una de las antorchas a Damiá, así yo podría portar mi lanza de dos manos, pues nunca estaba de más ir preparado para cualquier amenaza. Esa cueva era desconocida para nosotros...además no vaya a ser que la anciana Carme no delirase en eso de los gnomos.

- Ascendamos pues- Dije, apoyando la idea de Dalmau de tirar por el camino que subía. No tenía predileción por uno u otro camino, daba igual por donde empezar, pero si estaba conforme con el caballero Sebastián de la Torre en no separarnos. Una vez que nos adentremos en la cueva puede que sea un entramado de pasillos que nos lleve a perdernos. Mejor permanecer juntos.

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23/10/2018, 00:08
Director

Mientras colocabas la oreja al aire tan a propósito como tus ojos en la roca, oíste un murmullo lejano y bajo, pero nada inteligible. No sabías si era la misma respiración de alguno de tus compañeros, el rumor de algún agua cercano o algún animal rumiando. Cualquier posibilidad era válida. Eso sí: ninguno de tus compañeros parecían percibirlo de lo ínfimo que era. Y parecía que venía en aquella dirección en la que íbais.

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23/10/2018, 00:08
Director

Avanzásteis hacia delante, ascendiendo en el interior.

El Gavinet tomó una de las antorchas de Caitán el Largo y pudo iluminar la zona haciendo acopio de ingenio y sutileza en el yesquero. Los dos nobles abrazaron sus armas (uno el montante, descansado en su hombro, y otro la espada y el escudo). Ambas armaduras que portaban eran de todo menos discretas (por el rechinar de las suyas placas); pero aún así que iban bien protegidos. Caitán avanzaba con su larga lanza a dos manos, asiéndola con fiereza y hacia adelante, como para contrarrestar cualquier contratiempo. El pirata catalán y Eguzki portaban sendos cuchillos en sus manos, al igual que sendas luminarias (uno un candil y otro la antorcha). El curandero, además, se iba agachando a cada paso que dábais para intentar escudriñar más de cerca las paredes y los suelos rocosos de la cueva. Trataba de dar respuesta a la naturalidad de aquellos pasillos de la montaña, aunque parecía también fijarse demasiado en rocas simples (como si anduviese buscando a cada paso dado). Además, todos vísteis que se había parado un instante, como para escuchar algo, pero no había dicho nada más.

El caso es que íbais todos perfectamente pertrechados, y atendiendo a la luz y la oscuridad que se os presentaba siempre unos pasos delante de vosotros que un ruido os tremendo ruido os alteró de repente. ¡¡CRRRZZZZ!! Uno de vosotros... ¡CAYÓ!

Damiá había pisado una mala piedra, o más bien un hueco pedregoso que no contenía nada bajo el piso, ¡y su pie se había hundido en la roca, haciendo descomponer el suelo que tenía bajo de sí como si de pedazos de madera vieja y podrida se tratase! Entonces, ante la mirada atónita del resto, que estábais a su lado, el Gavinet giró en el aire y comenzó a caer por el gran hueco ahora aparecido, haciendo soltar la antorcha y el bracamante que llevaba en ambas mano. El bracamante quedo arriba, pero la antorcha voló hacia abajo, dejando ver que había un gran túnel vertical hasta que se detuvo a unas seis varas de profundidad (5 metros). La antorcha aún iluminaba a esa profundidad, y a su alrededor había decenas y decenas de huesos por doquier, así como calaveras humanas formando una pequeña montaña en el fondo. La escena era algo estremecedora.

Damiá ahora se despeñaba agujero abajo*.

 

Notas de juego

*Damiá, estás cayendo por el pozo: haz una tirada de Suerte x2.

-Si la superas, te habrás conseguido agarrar al borde del pozo y podrás incorporarte sin problemas.
-Si no la superas, lanza por Saltar:
 -- Si la superas lanza 2D6, divide entre 2 y redondea hacia abajo. Ese será tu daño de caída.
 -- Si no la superas lanza 2D6. Ese será tu daño de caída.

(en la tirada de Saltar puedes declarar Suerte si quieres).

Nota para todos: si no recibís en privado respuesta por mi parte del resultado de alguna o todas las tiradas ocultas, es porque o no la habéis pasado o bien no habéis percibido nada.

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23/10/2018, 00:26
Damiá, el Gavinet

¡Mara de Deuuuuuuu!-digo apunto de caer. Por suerte para mí me agarro al borde del agujero y logro trepar.-¿Qué es axo?-pregunto nervioso. No espero una respuesta, son los nervios que me pueden.

Veo los craneos abajo cuando me inclino a mirar en el agujero, niego con la cabeza y les digo a los demás-Que parece que la cueva tiene trampas¿Eh?-

Me limpio el polvo de los pantalones y miro al curandero.-Que ahora sólo tenemos esa luz, como que pasas tu delante ¿no?- En parte es por la luz, en parte porque ya me he comido yo la primera trampa e imagino que habrá más y siempre es mejor que sea otro el que las destape que en esta he tenido suerte pero quién sabe que pasará con la siguiente.

Espero que el curandero pase delante o me de la luz, lo que sea que prefiera.Recojo el bracamante del suelo. Si no me da la luz, saco el otro cuchillo y voy preparado con las dos armas.

Por si acaso vuelvo a echar un vistazo cuando se acerca Eguzki con la luz por si viera más trampas.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Tiro otro descubrir, esta vez buscando trampas.

No la hice oculta, mierda. Ya ta.

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23/10/2018, 01:22
Eguzki el Calvo

  

   Me acerco asustado, pero veo que recupera el equilibrio y no cae... - Por dios, susto me ha dado, Damiá... - y luego pongo un dedo sombre los labios y susurro, - escuchen ¿lo oyen? - dejo pasar un par de segundos en silencio y continuo; - viene del camino queste seguimos, pareciera un murmullo como si algún animal rumiara o gruñera quedamente, o quizá un rumor de aguas o piedrecillas cayendo, muy suave, pero púsome los pelos tiesos como clavos, ¿será la cueva de un oso u otro animal peligroso? - Alzo el candil para mejor ver el fondo del pasadizo y agarró con fuerza mi bracamante.

   Ante la idea de ir primero, un escalofrío me recorre visiblemente el cuerpo, - poco seso tengo yendo delante, que rastrear no es lo mío, más la luz del mio candil debe poder iluminar al menos un par de varas por delante nuestro. - Luego discurro y añado - ¿Por ventura no tenemos una cuerda a mano?susurro.

 

 

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23/10/2018, 09:34
Dalmau Font de Tossa

Avanzaron por el camino que ascendía, usando la iluminación que Eguzki y Damiá emitían.

Dalmau no estaba del todo tranquilo, pues aquellos pasillos parecían extrañamente muy bien formados como para ser naturales. Aunque esa era la opinión de alguien que no entendía de grutas ni piedras.

Sus temores se confirmaron cuando Damiá estuvo a punto de caer a un agujero... a todas luces preparado por manos humanas.

Por suerte, su compatriota se había podido agarrar a tiempo y evitó una caída que podría haber tenido graves consecuencias.

Aunque había perdido la antorcha en el proceso.

Ahora el candil de Eguzki era su única fuente de luz, y había que protegerla como fuera.

Poco a poco, asegurad cada paso... 

Dijo Dalmau, poniéndoselo justo detrás del Vasco por si tenía que agarrarle. Si alguien tenía una cuerda, sería buena idea atársela por si habían más trampas en el pasillo.

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23/10/2018, 14:17
Caitán "el Largo"

Al ver al pirata catalán caer, extendí el brazo con el fin de sujetarle -¿Se encuentra bien?- Le dije una vez que estaba en pie. Por suerte se agarró a la pared del pozo y no se hizo ningún daño.

Con la casi caída de Dámia, pude comprobar dos cosas: que la cueva puede que estuviera llena de trampas evitando así la presencia de gente indeseada. Y por otro lado que el bueno de Dámia no estaba aún acostumbrado a tierra firme, pues lo suyo debía ser el mar. Nos dió un buen susto.

- Cuidado por donde pisan, esta cueva no es de fiar- Dije a mis compañeros.

Ahora solo con el candil de Eguzki, la oscuridad era mayor...entre eso y los murmullos que escuchaba el curandero y que así nos lo hizo saber...la cosa se ponía fea. ¿No nos habremos metido en la boca del lobo por entrar en esta cueva?- pensaba Caitán. Como quiera que fuera ya estábamos dentro y había que continuar.

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23/10/2018, 15:31
Sebastián de la Torre Quebrada

- ¿Se encuentra usted bien, Damiá? - me preocupé por el catalán.

El desafortunado descubrimiento de que la cueva pudiera contener trampas me puso aún más en alerta. ¿Qué probabilidades había que justo les aconsejaran buscar las raíces en aquel lugar y no en cualquiera otra de las cuevas que pudiera haber por la zona? Bandidos, gnomos o brujas igual daba; cuanto antes encontraran lo que venían a buscar, antes podría salir de allí.

- Tengo antorchas, pero no cuerda - dije ofreciendo alguna a quien quisiera usarla - Extrememos las precauciones; si alguien se ha tomado la molestia de colocar una trampa este sitio es porque es más de lo que parece.

Mejor sería priorizar la cautela a la prisa a la hora de hacerse con esas raíces, al menos mientras estuviésemos en la gruta. Con las raíces en el zurrón y afuera, los caballos nos ayudarían a recuperar el tiempo perdido.

Notas de juego

Cedo una de mis antorchas por si alguien se anima a llevar una segunda fuente de iluminación, si no me la guardo y a otra cosa.

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24/10/2018, 07:07
Damiá, el Gavinet

​-Que me encuentro bien, no pasa nada ¿eh? -Cojo la antorcha que ofrece el caballero y le doy una palmadita en la espalda a Eguzki para que me deje pasar el primero. Soy el que mejor vista tiene y espero sirva de algo.

-​Pues ustedes decidirán si vamos por el camino oeste o seguimos por el que vamos. Pero digo yo que si hay trampas algo hay que esconder.- ​Digo respondiendo a Eguzki respecto a lo de los ruidos.

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25/10/2018, 00:09
Caitán "el Largo"

Caitán rebuscando en su morral saca una cuerda.

Pues me dió por meter una cuerda en el zurrón y si no me equivoco mide 10 varas- La cuerda nos daba la posibilidad de atarnos y avanzar más seguros ante nuevas posibles trampas. Como ustedes gusten- dije contestando a Damiá- Yo seguiría por el que vamos.

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25/10/2018, 10:23
Director

El Gavinet hizo que sus manos, dedos y uñas se aferraran como pudieran al bordillo de aquella trampa (que todos entendísteis que así era) y Dios quiso que su mano lo sujetara y no cayera allá abajo, donde estaba la antorcha de Caitán (la cual, por cierto, quedó iluminando el pozo de varias varas en su profundidad). Mientras el pirata se reponía, Eguzki parecía oir algo, y tras ello Sebastián entregó otra antorcha a Damiá para que continuara dando luz en derredor. El temor del pardo Caitán y la preocupación del noble de la Torre era evidente para ellos, pero hacían de tripas corazón y debían comerse esas incertidumbres: encontrar las raíces para doña Bárbara era primordial. Tan sólo os quedaba avanzar, pues el pasillo, a cada paso que dábais, no daba lugar a otras direcciones. Poco a poco, ascendíais, pasito a pasito; eso sí, el Largo había sido precavido y tomó la soga que llevaba consigo, la extendió y todos os anudásteis un tramo en la cintura. De aquella manera todos estábais unidos para evitar nuevas posibles caídas.

Finalmente, habiendo cruzado de esta nueva guisa ese gran pasillo rocoso en el doble de tiempo que lo haría un niño correteando (y es que lo hacíais anudados y muy muy despacio por el temor a encontraros más trampas), el terreno dejaba de ascender. Un pequeño túnel daba lugar a un espacio más ancho y redondo, donde unos siete u ocho escalones excavados en la piedra daba lugar a una especie de zaguán. En dicho espacio se estaba calentando agua en un caldero sobre una hoguera que crepitaba. Delante de vosotros creía, de la pared los ramajes y raíces de un árbol que parecía salir de la pared. La escena aún era oscura, y a la luminaria de la antorcha y el candil se le sumaba el fuego de dicha hoguera.

Entonces, escudriñábais ahora el zaguán que pisábais, y os disteis cuenta de que había tres accesos: uno a la derecha, otro a la izquierda y otro enfrente. Sólo se veía parte del interior de enfrente, y era una especie de mesa de madera.

Notas de juego

Nota para todos: Estáis en el medio, junto al caldero. Como véis, las letras A, B y C indican que hay tres accesos. Y sólo veis parte del interior de uno de ellos (ya que estáis justo enfrente). Obviamente, cuando exploréis alguna zona descubriréis qué hay allí (las partes negras indican lugares inexplorados).

Sebastián. réstate una antorcha.

Próxima actualización: como siempre, el próximo martes (día 30)

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25/10/2018, 18:10
Eguzki el Calvo

   .

   Lo primero que hago al llegar ahí y ver ese panorama, es deshacer el nudo que me anudaba a la cintura con los demás y restringía mucho mi agilidad. Para ello debo dejar el mio candil un instante en el suelo, luego lo recojo. Tras deshacerlo, (el nudo, no el candil) paso la soga por encima de mi cabeza para salir de la hilera. - Pareciera que somos presos a galeras o mutilak en sokatira - no pude menos que pensar.

   Tras ello, acercome mirando nervioso en derredor a la olla, mientras me acerco miro las raices del árbol - ¿Serán esas las raices? No recuerdo que fueran de árboles, quizás estén colgadas en alguna pared... - Una vez junto a la olla, olfateo con precaución a ver que se cuece (nunca mejor dicho), mantengo bracamante en una mano y candil en otra.

.

- Tiradas (3)

Notas de juego

   mutilak=muchachos

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26/10/2018, 14:49
Sebastián de la Torre Quebrada

Un caldero con agua sobre una hoguera de llamas vivas.

- Vigilad; no estamos solos - me dije a mi mismo pero en un tono de voz que el resto de compañeros pudieron orime mientras agarraba con fuerza la espada.

Me fijé como rápidamente Eguzki se deshizo de su atadura para examinar las raíces por lo que le dejé hacer ya que mi experiencia con hierbas y plantas era prácticamente nula. En su lugar, preferí echar un vistazo a la burda mesa que teníamos al frente mientras la soga me diera de sí; de no ser el caso, me desprendo de la cuerda al igual que le vasco siempre y cuando no salga de la zona descubierta hasta ahora.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Sigo realizando las tiradas con el penalizador de -25% mientras no digas lo contrario.

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27/10/2018, 03:37
Damiá, el Gavinet

Cuando vimos la olla me quedé de piedra. LA vieja nos había advertido que moraba un gnomo en la cueva, habíamos encontrado la trampa y ahora esto. Quizás fuese de bandidos pero yo ya me estaba poniendo nervioso.

Vi que Eguzki y Sebastian se quitaban la cuerda, hice lo mismo. Lo último que quería era encontrarme atado si había combate.....y eso parecía algo evidente.

Mientras Eguzki mira la olla y Sebastian la mesa yo me acerco un poco a los tuneles y echo un vistazo por cada uno de ellos por si viera algo moverse.-Que yo vigilo¿Eh?

- Tiradas (3)

Notas de juego

Tiro por pasillo por si se acerca alguien o algo.O por si hubiera trampas en los accesos.