Partida Rol por web

"Con mucho gusto le presentare a mis compañeros en persona para que los conozca vuestra hija, señor Villenev" le digo al embajador, a la vez que hago un gesto a Hellen para que me siga.

Logras colarte entre la multitud y pasar inadvertida. 

Con mucho gusto le presentare a mis compañeros en persona para que los conozca vuestra hija, señor Villenev" le responde Vincent al hombre, a la vez que hace un gesto a la chica para que le siga.

Desde tu posición actual logras ver Elliot y Kyoga en la barra, a Friederich paseando por la sala saludando a cuanto invitado se le acercaba.

No muy lejos del alemán se encuentra Natasha interactuando no un invitado.

También logras notar la ausencia de cinco pilotos:

- Alanya

- Eliza

- Hiroko

- Michael

- Tanya

Tras la respuesta de Hiroko, sonrío abiertamente suelto su cintura para tomarla de las manos y llevarla conmigo hasta el baño.

Por favor usa el hidromasaje te va a hacer bien, prometo no espiarte, aún tenemos una hora hasta que la conferencia de prensa termine y tu lo necesitas más que yo.

Yo voy a vestirme para recostarme un momento en la cama. Y Hiroko, muchas gracias por todo, en especial por tu paciencia, no tienes idea de cuanto lo aprecio. - digo para luego besar a Hiroko en la frente y salir del baño dejándola sola.

Me lleva al baño. ¿Qué pretende? Me siento nerviosa... no sé por qué. Nerviosa pero también... ¿excitada? No sé... es tan extraño esto que siento. Pero me dejo llevar.

Una vez allí conozco el motivo. Darme una ducha, un baño con el hidromasaje... bueno, podría estar bien. De acuerdo, Michael. Gra... gracias por dejarme acompañarte.

Sus labios en mi frente me provocan un agradable estremecimiento por todo mi cuerpo. Y solo ha sido en la frente. Una vez se marcha, me desvisto y me miro en el espejo. Nunca me he visto guapa, apenas tengo curvas y soy baja. No suelo atraer miradas... al menos no tantas como mis amigas más voluptuosas. Y sin embargo, Michael dijo que soy guapa. Una sonrisa aparece en mi rostro.

Abro el agua y dejo que la bañera se llene (si no estaba ya llena, que supongo Michael no la dejaría llena) mientras termino de desvestirme. Luego compruebo la temperatura y me sumerjo en el agua. Un suave suspiro sale de mis labios al sentir el agradable calor del agua envolviendo mi cuerpo. Hasta ahora no lo había notado, pero mis articulaciones estaban agarrotadas. Pero aquí metida, consigo relajarme. Cierro un momento los ojos.

Cuando los vuelvo a abrir, han pasado 15 minutos. Ya estoy completamente relajada. Relajada y contenta. Me he atrevido, le he confesado a un chico que me gusta y no me ha dicho que no. Tampoco que sí, pero algo es algo. Salgo del agua con una sonrisa, me seco un poco el cuerpo y me envuelvo en la toalla. Ponerme el uniforme así, sin más... vale, me queda holgado, pero seguro que así y todo se moja. Igual debería quedarme así un poco, secarme un poco más.

¿Qué hará ahora Michael? Miro un poco fuera del cuarto, con curiosidad.

 (algo así)

Friedrich se despidió con efusividad del ex-canciller, al fin y al cabo tenían mucho en común, y quién sabe, lo mismo Friedrich algún día optaba a Canciller, aunque para eso todavía quedaban unos años:

-Gracias Excelencia-estaba vez no usó el alemán para hablarle- seguro que mi padre y mi abuelo se alegran de saber de usted, les enviaré recuerdos como no puede ser de otra forma

Friedrich se despidió de Anton Ghering y de sus compañeros, estaba interesado en

Al abrir la puerta puedes ver a Michael echado en la cama vestido sólo de la cintura para abajo, lo que te resulta bastante lógico dado que el chico no iba a echarse a dormir con la camisa puesta, dado que la arrugaría por completo.

Me quedo mirando su cuerpo por un rato. Ese pecho musculado, esos brazos, esa cara de completo relajamiento, esos... labios... esas... manos...

¡No, no, no! Me reprendo a mí misma y vuelvo a cerrar la puerta. Me miro en el espejo. No seas así, él te dijo... dale tiempo. Mejor sécate bien, ¿si?

Y eso es precisamente lo que hago. Me seco todo el cuerpo hasta estar completamente seca, antes de ponerme el traje. La camisa espero a ponérmela hasta que se me seque el pelo, pero no así el sujetador y encima el albornoz (que supongo que habrá, si no lo cambio por una toalla). Salgo de la habitación, intentando no hacer ruido, y me tumbo en el sofá/sillón que haya, cerrando los ojos un momento. Es solo descansar un poco... el día ha sido intenso, mucho...

La oscuridad me envuelve, pero esta vez es la del sueño. Solo la del sueño.

Mientras caminas por la gala logras distinguir a una elegante mujer vestida de negro.

Ella camina con elegancia y gracia entre los invitados, en su mano lleva una taza de café.

Sin embargo, conforme te acercas a ella, notas que aquella elegante mujer irradia una misteriosa aura de muerte.

En un principio dudas en acercarte a ella, pero es a raíz del comentario de otro invitado que terminas por ceder a la curiosidad. Ese invitado se refirió a ella como la profesora Gallard.

Ya habías escuchado ese nombre antes, se trataba de una celebre mercader de la muerte, la mujer es una verdadera genio del campo de la balística, según dicen los entendidos, el único blindaje que sus proyectiles no pueden atravesar es aquel que aún no se ha inventado.

Tu padre y tu hermano mayor suelen hablar mucho sobre el trabajo de aquella misterosa mujer.

Buenas noches joven, acérquese no muerdo, al menos no sin permiso. - dice la mujer al notar tu como dudas un poco si llegar hasta ella o no.

Mientras Vincent camina acompañado de una hermosa joven, Alanya se excusa con uno de los invitados, el cual sonríe de forma cortés, al tiempo que se aleja a paso calmado de la chica.

Acto seguido, Alanya deja escapar un gran suspiro mientras mira su reloj.

A veces la prudencia y la curiosidad luchan hasta que una de las dos mueres...en este caso murió la prudencia. El aura de muerte que desprendía la extraña mujer debería haber sido suficiente para alejar a Von Falkenhayn de allí lo antes posible.

Pero... el nombre le sonaba, profesora Gallard. Todavía dudaba si acercarse cuando ella se dirigió a él..sólo pudo sonreír y negar con la cabeza mientras se acercaba:

-Buenas noches Profesora Gallard, permítame que me presente, soy el Alférez Friedrich von Falkenhayn, y he de decirle que es todo un honor conocerla, su fama le precede-dijo tan cortés como siempre.

      Mientras contaba mis cosas mis cosas en la barra, Kashii por fin termina llegando - Ehhh, Kashii... por aquí...- le digo a la vez que le ofrecía el taburete continuo al mio. Mientras la Camarera saca su caja de distintas infusiones y que mi compañero se ríe de mis gusto por este tipo de bebidas, solo río mientras miro las opciones-  ja ja ja... vamos vamos, arriba solo tenemos las bebidas energéticas y de proteínas del gimnasio... o los tragos de la Cantina.... pero de Té o infusiones de hierbas... siempre andamos cortos... - ... ¿ cual debería probar ?... - sabes que... olvida lo del té mas fuerte... me voy por el de Canela... me suena a  algo mucho mas tranquilo, lo que me hace falta en estos momentos - le termino de decir a nuestras camarera mientras buscaba el azucarero.

 - bueno kashii... ¿ algo de que te quieras quejar antes de que debamos subir ?... a sido un día largo con muchas vueltas... y arriba sabemos que ahí cosas que ni podremos hablar de todas maneras... aquí le hablaba a nuestra simpática compañera... el como a la gente con poder y recursos, se les nota mucho mas la locura que a los simples mortales... llegando a extremos bastante curiosos... - termino de decir mientras esperaba que mi tasa estuviera lista, para poder servirme un buen trago.

Si hablamos de fama, me temo que difícilmente puedo competir contigo mi querido Friederich Von Falkenhayn, yo sólo soy una humilde ingeniera de balística.

Tu, en cambio, eres todo un piloto de un ángel de acero. Dime mi querido Friederich ¿Qué puede hacer esta humilde ingeniera por ti? - pregunta la mujer sonriendo con amabilidad.

La camarera sonríe ante las ocurrencias de Elliot y empieza a jugar con su cabello mientras lo atiende.

Cuando Elliot habla sobre lo de la locura de los ricos, la chica sonríe y sin ningún reparo lebalcanza una servilleta con su número telefónico y su e-mail, el nombre de la chica resultó ser Ashley.

Chicos, si quieren vivir una verdadera locura, mi turno termina en quince minutos y unos amigos y yo hemos preparado una súper fiesta en el sótano, quizá quieraís unirse. - dice ella en voz baja de modo que sólo ustedes la oígan.

Estaba echando un vistazo a mi alrededor para ver quienes de mis compañeros puede estar libre para presentar a la joven, hasta que veo a Alanya, por lo que me acerco, "Alanya, te presento a la hija del embajador austriaco, la señorita villenev, su padre me ha pedido que les presente a nuestro compañeros" tras decir estas palabras, le digo otras en voz baja, "su padre va a conseguir que el gobierno austriaco nos de varias unidades regeneración celular"

Después de que hubiese pasado la “obligación” me sentí más relajado. En cuanto a las chicas, pues no se como no me había fijado antes en la camarera parecía maja.

- Pues al final me vas a volver adicto también a mi – Le replico divertido. Y saqué de dudas a la camarera que estaba esperando nuestras bebidas – Yo un te frutal, con hielo.

Y retomé la conversación con mi amigo – Pues me quejo de que ha sido un día de locos, que han pasado muchas cosas fuera de lo normal. Aunque quizá para salir de la rutina no está mal un día así.

Elliot parecía haber triunfado pero no estaba todo perdido, la chica nos invitó a una fiesta – Pues a mi me gustaría mucho asistir, sobretodo si hay chicas tan bellas como tú – Le guiñé un ojo.

Pues convence a tu amigo que me de una llamada y ya verás la que montamos guapo. - dice ella en un claro coqueteo con Elliot.

Tengo un par de amigas que pueden ser de tu tipo.- remata la frase mientras le sirve el té a Kyoga.

Mientras duermes sientes que flotas en el aire para aterrizar en una suave y esponjosa nube.