Partida Rol por web

Alanya puso su mejor sonrisa a Vincent, y por extensión a Villenev.

- Es un placer conocerla. - Se inclinó con respeto hacia ella. - Es muy importante para nosotros este tipo de eventos en el que podemos dar a conocer al mundo el importante trabajo que hacemos aquí.

- Estoy segura que Vincent ya le ha contado acerca de nuestras máquinas. Mi labor en el grupo es principalmente de reconocimiento y exploración.

Se puso al lado de la pareja por la parte de Villenev.

- Soy Irlandesa - como si mi pelo rojizo no me delatara... pensó por un instante - y ya sabéis que Vincent es Inglés. La participación de Europa es muy importante, por lo que os doy las gracias por su amabilidad al haber asistido a esta gala.

Después de las presentaciones, Alanya quedó indecisa. Su curiosidad había sido satisfecha y no sabía si debía dejarles solos continuar o se podría unir a la pareja en su gira de presentaciones...

Es cierto que era un piloto, pero era novato y tenía dudas, como es lógico, se rascó la cabeza antes de seguir:

-Es posible...pero es fama inmerecida, todavía no he entrado en combate con mi Ángel de Acero...y de hecho tengo dudas, el Kurfürst se basa en una potencia de fuego superior, lleva cañones automáticos difíciles de superar, seguro que se ha fijado en la presentación...por eso me gustaría saber su opinión.

una vez hecha las presentaciones entre las dos chicas, me dispongo a hablar "¿Nos acompañarías en mientras presento a la señorita Hellen al resto de nuestros compañeros o ya tienes planes?" le digo a Alanya, no quería meterla en el compromiso de acompañarnos si no quería.

La sonrisa de Alanya se ensanchó.

- Será todo un placer.

La mujer sonríe ampliamente como un depredador que observa a su presa.

Ese par de hermosos cañones son ideales para mis proyectiles deflagradores, hay un pequeño riesgo de que exploten en el cañón dejándolos inutilizados.

Pero te aseguro que esas bestias no sabrán que los golpeó, si estás interesado a probar mis proyectiles experimentales, pues yo puedo proveerte de una dotación ilimitada de los mismos.

¿Qué dices Friederich? ¿Estás dispuesto a correr el riesgo? - pregunta la mujer con una sonrisa mientras te tiende la mano.

La oscuridad me envuelve. Derecha, izquierda, arriba, abajo, todo es oscuridad. Pero no es una oscuridad normal, no es una simple ausencia de luz. Esa oscuridad parece viva,y sus zarcillos como enredaderas comienzan a trepar por mis piernas. Inspiro y parte de la oscuridad se cuela en mis pulmones. Me siento asfixiar, siento que no consigo coger aire. Boqueo buscando algo de oxígeno, pero solo consigo tragar más de esa oscuridad.

Estoy en mi mecha, ahora lo veo. Pero esa oscuridad se ha colado en mi cabina. Entonces aparece frente a mí, una enorme serpiente marina, que fácilmente será 5 veces mi mecha, con placas acorazadas. Abro fuego y veo que... ¿se rie? Algo así me parece. Abre sus enormes fauces y más de esa oscuridad sale de dentro de él.

Entonces un enorme rayo de luz blanca cegadora desciende del cielo. Un rayo de esperanza. Un león, blanco como la nieve, aparece de esa luz. De un zarpazo, hace retroceder a la serpiente. Un rugido suyo hace que la oscuridad se disipe y un nuevo zarpazo hace que la serpiente huya. Pero lleva algo en la boca, y me doy cuenta que es mi mech. De algún modo, he salido de él antes que se lo llevara.

Entonces un nuevo brillo, y el león desaparece. Solo existe luz, una luz blanca, cálida, agradable, que me rodea. Y en medio de esa luz, está él, mirándome con esos ojos marrones. Michael. Me acerco, temblando, y me abraza. Vuelvo a sentir su calor, su olor. Pronuncia palabras que no llego a entender, pero que me tranquilizan. Exalo un suspiro y la oscuridad que aún quedaba dentro de mí sale con ese suspiro. Me abrazo a él.

Entonces le miro, me pierdo en su mirar. Y hago lo que no me he atrevido a hacer aún. Le beso los labios. Pero no consigo captar su sabor, es como si mi subconsciente no quisiera darme un sabor falso de sus labios. Solo le beso.

Igual mañana o esta misma noche, el leviatán vuelva a mis sueños. Igual vuelva la oscuridad. Pero, por ahora, este sueño es para él, para Michael.

Mi caballero blanco pronuncio, no solo en el sueño, sino en la realidad, en esa habitación en que estamos, como una frase de una ensoñación.

Mientras trataba de animarme a hablar con Michael, tuvo que importunar este sujeto, aunque quería despedirlo rápidamente, hasta que algo de sus sinsentidos tocó una fibra de mi ser.

-¿Disculpe?

No podía creer lo que escuchaba, pensé que éramos los únicos que tratábamos de exterminar esa plaga, o que teníamos los recursos.

Quería hablar con mi compañero pero la posibilidad de que exista otro grupo capaz de matar a esos bichos era demasiado.

-¿Puede platicarme mas de eso?

Trato de ser amable, aunque también se me escapaban sutiles muestras de usar mis encantos femeninos.

-Me gustaria escuchar mas de eso con mi compañero, si no le molesta.

¿Por qué no sabiamos que otros grupos estaban tratando de hacer esto?

     Mientras me bebía la taza de té la señorita, me deja una servilleta con su nombre y otros datos ... sooo Ashley ¿ ehh ?... a la vez que nos cuenta de su plan ... hummm no suena mal...., el cual Kashii parece estar muy dispuesto en asistir ... bueno... no te puedo negar el animo de... - vale vale... me tienes Ashley... si a los de arriba no les importa dejarnos libres luego de ésto... ten seguro que nos dejamos caer al lugar- le respondo mientras le miraba a la vez que me terminaba la empalagosa bebida ... después de todo no sabíamos si después de ésto nos obligarían a ir nos directamente o estaríamos un tiempo mas en este lugar antes de partir.... y luego, guardaba la servilleta con los datos en el bolsillo del pecho que tenia mi traje.

Con una felicidad que podía eclipsar el desagradable momento ocurrido, Eliza solo pudo sentir brevemente el enojo de su novia, en especial después de escuchar su sugerencia.

-Vamos entonces… no sabia que tantas ganas tenías de eso -Sujetando su brazo, camino a lado suyo, estando tan cerca, y viendo como ella se esforzaba por su bienestar, la pelirroja se sintió un poco culpable. Tanya, luego de eso, quiero hacer algo que tu quieras.

Aunque estaban saliendo, hasta el momento a su modo de ver, habían hecho solo cosas que a ella le gustaban.

Pero nada era seguro, en especial contra los Kaijus.

-¿Qué te gustaría hacer luego? Algo que tu solías hacer…

Quiero disfrutar de algo que te guste.

Aunque solo caminaban en busca de la persona que conseguiría un vestido, pero para Eliza eso era avanzar, no a un sitio, sino a un futuro.

El sujeto te observa con detenimiento y al notar tu genuino interés en su propuesta, decide ser directo contigo.

Mi nombre es Gustav Lebronx, represento al grupo Neo Ark, somos por así decirlo la sombra de AEGIS, estamos montando una operación a gran escala que busca generar una infraestructura que sirva de respaldo por si el Avalon cae.

Y confío en lograr captar el interés de algunos de ustedes para que se unan a nosotros y nos ayuden a entrenar a la nueva generación de pilotos. ¿Qué dices Natasha, estás dentro o no? ¿Vas a unirte al bando ganador o prefieres quedarte jugando al mono de circo con el idiota de Drake. - dice el hombre tendiéndote la mano mientras ves a Michael abandonar la sala, seguido por Hiroko.

Tras algunos minutos, el silencio de la habitación es roto por el timbre del teléfono, el cual es silenciado rápidamente por Michael.

El joven inglés ya estaba despierto y vestido, mientras Hiroko remoloneaba aún en la cama. Al parecer, cuando Michael se deespertó tomó a la joven en sus brazos y la acomodó en la cama, mientras él aprovechaba el tiempo para vestirse.

Me temo que es hora de regresar a la gala, los invitados empiezan a marcharse y muy pronto nos enviarán a todos de vuelta a nuestros dormitorios. - anuncio mientras se va la luz del hotel por un par de minutos.

En cuanto regresa la luz, Hiroko puede ver una sonrisa complice en mis labios, al tiempo que la invito a seguirme.

Conforme la noche iba avanzando, la mayoría de invitados empieza a retirarse cuando de pronto todo queda envuelto en la más completa oscuridad por dos minutos exactos.

Luego la luz se reestablece y la sala empieza a vaciarse con un poco más de prontitud.

Un placer conocerte Alanya, la verdad es que yo también quieronser piloto, tal vez tu puedas entrenarme, hay alguien a quien necesito proteger, alguien de mi pasado. - dice la chica mientras las luces fallan, lo quevprovoca que Hellen se prenda del brazo de Alanya un tanto nerviosa.

Cuando la luz regresa, Hellen afloja su agarre sobre el brazo de Alanya.

En verdad lo siento, tal vez no tenga lo necesario, pero desde que perdí a mis padres en aquel accidente, las cosas se pusieron un tanto difíciles, al menos hasta que el señor Villenev me adoptó hace casi un año. - confiesa la chica.

Asiento lentamente, mientras me levanto de la cama. La verdad, ese rato durmiendo me ha sentado genial. Y, por una vez, mi sueño no ha sido terrible...

Al levantarme, compruebo mi uniforme... y me doy cuenta que aún llevo la toalla, que no me he puesto la camisa. Me pongo intensamente roja, pensando que... ¡él me ha llevado en brazos así! Mejor no decir nada al respecto. Yo... eh.... un segundo....

Entro al baño y me pongo la camisa, me hecho un poco de agua en la cara y respiro profundamente. Al menos llevabas el sujetador y la toalla. No pasa nada... muevo mi cabeza y salgo del cuarto, para acompañar a Michael. Esa sonrisa... uff...

¿Tú crees que se habrán dado cuenta de que no estábamos? pregunto a mi acompañante con una sonrisa.

¿Quién sabe? ¿Acaso importa? Ambos necesitabamos descansar y eso hemos hecho. Además tu y yo no le debemos explicaciones a nadie.

Bueno quizás a Drake y al mayor Chmielecki sí, pero a nadie más, así que, mientras ellos no pregunten, lo que piense el resto me trae sin cuidado. - respondo con total seguridad, pues si en el futuro Hiroko y yo ibamos a ser pareja, pues mejor que se acostumbren desde ya y si no, pues igual no les iba a rendir cuentas de nada.

Cuando se apagó la luz, Alanya se puso tensa al instante. Aunque la amenaza de la chica que iba tras Michael parecía que hubiera pasado, había que estar alerta.

Casi dio un grito cuando notó que alguien la sujetaba por el brazo, aunque al instante percibió que la persona que la sujetaba lo hacía por miedo y no por tratar de detenerla. Seguramente sería Hellen. Puso la otra mano sobre la que le sujetaba de modo protector, hasta que la luz regresó.

Escuchó la conversación de la chica.

- Yo también tengo miedo muchas veces. Tener miedo no es malo, no poder superarlo sí. Aún en tu desgracia tuviste suerte y le importaste a alguien, considérate afortunada.

Una sombra de tristeza cruzó el rostro de Alanya. A nadie le importaba. Tras perder a su familia siempre había estado sola, luchando por hacerse un lugar en el mundo. Por un instante envidió a Hellen al tener a alguien al que poder llamar "padre". A ella solo le quedaba matar kaijuus, y sus compañeros. Hellen era una invitada y no tenía porqué escuchar sus neuras y además estaba Vincent... no quería tampoco quedar mal con él aunque suponía que ya conocía su pasado.

Decidió no seguir por ese camino.

- El entrenamiento es fundamental, te hará superar tus miedos y conocer tus aptitudes. Entrena mucho en simulador si puedes y con el tiempo... ¿quién sabe? Y si eso no puede ser, la guerra contra los kaijuus no se libra solo en el campo de batalla. Tan importantes son todos las personas que mantienen la base, los robots, la logística... como el mejor soldado en la batalla. Nada podríamos hacer sin ellos.

Le tomó una de sus manos y le sonrió de nuevo dándole ánimos, la sombra por su rostro ya había pasado.

- Hablo demasiado... simplemente ponte una meta y avanza hacia ella.

Sí... supongo que tienes razón digo con una sonrisa. Vamos, lleguemos ya a la fiesta.

Sin embargo, por el camino no puedo dejar de pensar en este rato que hemos compartido juntos. Realmente fue una cosa vergonzosa decirle así lo que siento, pero no me arrepiento. Creo que ha sido algo que nos ha unido más. O quizá solo es mi fantasía, pero me siento contenta ahora mismo.

Cerramos la puerta de la suite y nos dirigimos a la fiesta. La habitación supongo que la había cogido por una noche, así que no debe tener que devolver la llave aún. O quizá sí, no sé... bueno, yo si voy a la "fiesta" antes que digan algo.

Con el apagón quedaba claro que Domovoy se había ido y había acabado el trabajo, pero enseguida vuelvo a la realidad, "como dice mi compañera, el entrenamiento es fundamental, sobre todo para controlar el miedo y enfrentarnos a esos monstruos que arrasan nuestros hogares, y evitar que mas gente pierda a sus familias como has hecho tu o muchos de nosotros" y añado algo que me puede ser curioso "Hellen, ¿has estudiado al ejercito Napoleónico?, porque esta situación es irónicamente parecida, lo que hoy celebramos es nuestro Bailen, la primera victoria importante sobre un enemigo que tenia fama de invencible"

- ¿Oh? ¿Soy la única que tiene ganas de eso? - Preguntó divertida al escuchar las palabras de su novia como si ésta no tuviera mucho interés en los disfraces, a pesar de que le había gustado mucho la idea, previamente. La rusa estaba segura de que sólo decía eso porque no quería aceptarlo, por vergüenza, posiblemente, o porque no deseaba reconocerlo por alguna otra cuestión en particular. Aquella actitud le pareció realmente adorable. - Pensé que tú también querías vestirte así para mí. Aunque... si no quieres... - Dijo tranquila, como si le diera la posibilidad de negarse si así era el caso. Después de todo, había sido simplemente una apuesta mientras jugaban, no tenía que hacerlo si no quería, si bien antes le había gustado la idea, por lo que creía que sólo no quería reconocer que le gustaba la idea tanto como a ella.

No obstante, el cambio de expresión de su pareja, llamó la atención de Tanya, quien la miró con cierta preocupación, al ver cómo ésta parecía estar pensando en algo malo, o algo que la hacía sentir un poco triste. En el momento en el que escuchó lo que tenía para decir, la rubia sonrió cariñosa, dejando en claro que no le afectaba, para nada, hacer lo que ella quisiera, siempre que lo deseara. Si Eliza se divertía, ella también lo haría de la misma manera, porque no había nada que le gustara más que verla sonreír o cuando ésta se sonrojaba antes sus provocaciones. Su sola presencia debilitaba su endurecido corazón. - Lo que tú quieras hacer, sería también algo que yo quisiera hacer, Eli. No tienes que preocuparte por eso, ni sentirte culpable, ¿está bien? Te quiero con todo mi corazón. Eres la mejor para mí. - Le aseguró amorosa, al mismo tiempo en el que acariciaba su mejilla con la mano de su brazo libre, una caricia delicada, pura expresión de lo que sentía por ella, antes de buscar sus labios en un beso que deseaba expresar lo mucho que la quería.

Sin embargo, teniendo en cuenta que la pelirroja parecía insistente con la idea de hacer algo que ella quisiera, una vez que sus labios se separaron, la rusa asintió en silencio por un instante, pensando en lo que podían hacer. Sabía muy bien que su novia deseaba hacer algo que ella quisiera, principalmente porque habría de sentirse culpable por pensar que Tanya sólo había hecho cosas por ella, incluso si no era así. - Mm... me gustaría acurrucarme contigo en la cama. - Comentó con cierta picardía, deseando ver su reacción ante aquel comentario de su parte. - Aunque bueno... me gustaría ver una película en el cine, contigo, o salir a bailar a algún sitio, pero no creo que nos permitan salir. Es posible que regresemos a la base pronto. - Se explicó de una manera tranquila, como si aquello no la molestara demasiado. El sólo hecho de estar a su lado era más que suficiente para ella, y aún más si podían obtener los disfraces con los cuales deseaba que se vistiera su novia. - ¿Quieres entrenar conmigo cuando regresemos? Aunque puede que no sea tan divertido... - Dijo un tanto molesta consigo misma por no ser muy buena con esa clase de cosas, más cuando la base no tenía la misma clase de libertad que el exterior en sí.

Mientras caminaban en busca de aquel que obtendría los disfraces, debido al hecho de que posiblemente no podrían salir del hotel, sin permiso expreso por sus superiores, de repente todo quedó sumergido en la oscuridad, como si se hubiese cortado la energía eléctrica en el lugar, algo que sorprendió a la rusa. No habría esperado algo así en un hotel así, era posible que estuviese sucediendo algo, aunque no estaba segura de qué se trataba. - ¿Qué fue eso? - Preguntó con un leve tono de preocupación, luego de que la luz regresara y que los invitados comenzaran a abandonar el lugar. Había algo en ello que no parecía nada bueno, por lo que la rubia no dudó en mantener a su pareja a su lado, de manera protectora, como si desease asegurarse de que nada le sucediera a ésta. No se había olvidado aún del pequeño "juego" por parte de aquella mujer que estaba obsesionada con Michael, por lo que debía de mantenerse atenta a cualquiera posibilidad extraña.