Partida Rol por web

Ánima: Más allá del Bien y del Mal.

El Marqués de Cavalcanti

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16/02/2011, 20:57
Director

 

 

A lo lejos, el sonido característico de una carroza invadía el ambiente, apoderándose de la suave melodía entonada por los pájaros, y venciendo a los suaves acordes que el viento trataba de simular. Desde ella empezaba a vislumbrarse la mansión del marqués, gracias a curvas pequeñas en el trazado del camino. La vista era espectacular, teniendo en cuenta el estilo al que se habían acostumbrado en la aldea. La verdad es que desentonaba claramente con el pequeño pueblo.

Allí, al filo del acantilado, se erigían dos plantas de preciosa piedra negra, y un tejado construido con tejas rojas. Las ventanas que daban a vuestra posición, don en cada altura, a cada lado de la puerta, eran de madera. Una verja cubría la parte exterior del caserón. Seguramente, más por ostentar que para limitar los terrenos, al fin y al cabo parecía que nadie vivía cerca de él. El terreno entre la verja y la propia casa eran amplios jardines florales. Más de una fuente dejaba caer su hilo de agua en estanques, donde algunos pececillos nadaban inocentes. Parece que el marqués tenía buen gusto.

Entre los jardines, se podían vislumbrar, de vez en cuando, ocultas tras multitud de enredaderas, gotas de agua y flores de vivos colores tres siluetas. Una vestida con un traje blanco, otra más ancha y masculina vestida con un frack negro, y con un chaleco gris. Y junto a ellos, una chica más bajita, con una máscara encantadora, y un bonito vestido con un lazo en la espalda.

Este grupo al oír el sonido de los cascos de los caballos, y de las ruedas al rebotar contra las piedras y elevaciones del camino se había empezado a poner en marcha hacia la entrada. Se veía claramente, como de una manera sutil, tanto como un elefante, estaba cortejando a la chica del vestido blanco. La otra dama los ignoraba, a sabiendas de que el juego no iba con ella. Cuando pasaron por la espalda de una preciosa fuente, con forma de sirena... se perdieron de vista.

En el carro el panorama era diferente, se encontraban cuatro apuestos hombres, manteniendo una conversación totalmente banal. En ocasiones del tiempo, y en otras sobre el estado de la comida, nada importante se podía extraer de allí. Había un chico con el pelo alborotado, llevando un traje de cuero marrón ajustado a su cuerpo por una miriada de cinturones. Otros dos hombres, vestidos con chaleco, levita y corbata bastante parecidos, aunque a uno de ellos se le veía mucho más cómodo, y acostumbrado al uso de ese tipo de prendas. El último de ellos desentonaba con los demás, su ropa, una camisa y unos pantalones de lino, blanca y negros, respectivamente, hacía de él una imagen peculiar entre sus compañeros.

Cuando el carruaje se acercó a las verjas, los serviciales guardias del marqués abrieron las puertas. Con un sonoro chirrido, el camino estaba abierto. En unos instantes el carruaje estaba allí, en la puerta de la Mansión del marqués. El cochero ayudó a bajar a los que lo necesitaran, para no parecer descortés, y justo en ese momento, aparecieron por el camino empedrado que llevaba a los jardines Émil, Xerine y Liana. Preparadas para entrar en la mansión.

-Por aquí.

Dijo Émil, abriendo la puerta.

Los ojos de los invitados pueden ver como tras la puerta aparece un amplio salón recibidor con una alfombra roja en el suelo, una lámpara de araña colgando del techo, y cuadros de parajes lejanos y alguno de un supuesto familiar. Las ventanas están decoradas con cortinajes también del color de la sangre. La habitación tiene cuatro puertas colocadas de forma bastante simétrica, la entrada, una hacia el interior de la mansión justo en la parte opuesta y otras dos a ambos lados de la habitación. Pegadas a las paredes hay varias sillas bastante cómodas en las que cualquier persona que viniera podría esperar sin que se le hiciese pesado. Émil se adelanta, y alza la voz.

-Pueden esperar un momento aquí, voy a pedir a Albert, que venga a atenderos.

Y tras estas palabras se perdió por la puerta que estaba más al fondo.

 

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16/02/2011, 21:01
Director
Sólo para el director
- Tiradas (2)

Notas de juego

 Sólo Aaron pasa el chequeo.

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16/02/2011, 21:04
Director

 En uno de los cuadros que representan personas, con bastante calidad, por otra parte; puedes ver una pequeña cruz bordada en la ropa del hombre. Recuerda a una espada dentro de un águila de dos cabezas. Y eres capaz, de reconocerlo claramente como la insignia de los Caballeros de Tol Rauko.

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17/02/2011, 00:47
Xerine

De acuerdo

Xerine se acercó a una de las sillas, y se sentó con cuidado para no arrugar su vestido. Luego, manteniendo el pose de una dama, se fijó en los cuatro náufragos que, como ella, estaban atrapados en aquella isla. De nuevo juntos, como por casualidades del destino. Incluso Quint parecía haber asistido a la cita, algo bastante curioso debido a como habían acabado los últimos encuentros con él. Aún así, parecía algo más calmado, y si había realizado el viaje entero con los tres "brujos satánicos" a los que tanto odio parecía profesar, eso quería decir que, al menos de momento, había dejado a un lado las diferencias que le separaban

Veo que ha asistido a la cita, Quint Comentó, con un tono neutro y como una mera observación. El tratarle de usted era sólo por costumbre, más que por verdadera intención. No era solo la escenita antes de subir al Zeppelín: En la playa, la situación había sido tensa y Xerine estaba desorientada. Pero una vez ubicados tanto geográficamente, como, al parecer, dentro de la comunidad de aquella isla, no había ninguna razón para no guardar las formas. Al fin y al cabo, aún no sabía nada de aquel chico extraño que tan agresivo se había puesto el día anterior. Quizás solo había visto la superficie de su personalidad, un atisbo de su verdadero yo. Pero poco le importaba, al fin y al cabo. No tenía pensado quedarse allí mucho tiempo, y, desde luego, tampoco tenía pensado volver a ver a todas aquellas personas una vez hubiera vuelto a Chaville. Quizás Dieter y Liana le parecían más interesantes, pero, por lo que respectaba a los otros... Se podían ir lejos, con su magia, a otra parte

Aunque debía reconocer que...

Espantó esos pensamientos. No era una buena línea de pensamiento, y debía mantener su cabeza fría, como siempre. Y más ahora que iba a conocer a su posible billete de vuelta a casa... O incluso a su nuevo benefactor, si tenía suerte. Todo se vería

No le vi en la posada, anoche, pero según me han contado, sí que llegó a conocer la existencia del pueblo... ¿Donde ha pasado la noche, si no es mucha indiscreción preguntárselo?

Pestañeó, con expresión inocente

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17/02/2011, 02:18
Ezakimak

 Saludo respetuosamente a los presentes con un gesto y me siente en un sillón junto a la ventana. La suave luz y el hermoso paisaje se cuelan atrayendo mi melancólica mirada por un tiempo que parece eterno, mi mano se desliza por mi mejilla hasta llevar a perderse entre mis cabellos y con el codo apoyado en el descanso vuelvo a perderme en la flor.

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17/02/2011, 10:36
Faliar Eldwen

Faliar saluda a las dos damas y se queda de pie, contemplando el salón. Lo cierto es que nada de eso le llamaba la atención; era una persona práctica, y si tanto adorno y tanta ostentación no tenían una utilidad práctica más allá de presumir ante los invitados, para él era como si no existiese. Después de pasear la mirada con cierta indiferencia por la sala, se sentó en una silla.

- A ver a donde nos conduce todo esto...

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17/02/2011, 14:17
Quint

El viaje en carriaje había resultado menos violento de lo que Quint creyó en un principio, tanto por la atmósfera que se respiraba como por que nadie intentó matar a nadie. Incluso llegaron a conversar un poco para romper el silencio.

Parece que al final mis espadas van a ser simple decoración. Me alegro. No quiero manchar mis manos de sangre, y menos por un estúpido malentendido.

La visión de la mansión y los jardines resultaron ser una sensación embriagadora para el chico que rara vez se había relacionado con la nobleza a lo largo de su vida. La magestuosa sombra del edificio caía sobre las miles de flores que llenaban el jardín. Era una imagen mágica. Sin embargo, lo que más le sorprendió fue la decoración interior. El pobre Quint no entendía el por qué de recargar tanto las paredes y los techos cuando su utilidad es la de estar caliente, seco y seguro.

Con el dinero que se ha invertido en esto podría haberse ayudado a mucha gente del pueblo a tener una vida mejor... ¿Por qué plasmarlo en una pared en lugar de gastarlo para el bien de las demás personas?

Sus compañeros de viaje reaccionaron de maneras distintas al llegar a la recargada mansión, pero Quint tampoco mostro mucho interés por ellos. Cada cual tendría su pasado, y tal vez les encantase, disgustara o incluso chocase como a él. Siguió a su guía hasta la sala donde les pidió que esperaran, y allí se reencontraron con las mujeres. Por lo visto Xerine estaba de buen humor, ya que hasta se dignó a hablar con él y no hizo comentarios por su atuendo.

-Oh, créeme que quise ir a la posada, pero como seguro que sabrás antes hice una parada en la iglesia para orar por los muertos de la Dama. Se me fue el tiempo volando, y cuando quise darme cuenta la posadera ya se había ido a dormir, así que estuve paseando por los alrededores. Por la noche es como si todo tomara otra forma y las máscaras cayeran. La gente deja de finjir y no hay luces que te deslumbren para ocultar cosas.

¿Por qué habla Xerine tan extraño? Nunca hasta ahora nos habíamos tratado con respeto... ¿Acaso me he perdido algo?

Quint se acercó a la ventana y observó el jardín mientras esperaba. Era la mejor parte de la casa, sin duda alguna.

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17/02/2011, 16:51
Aaron Ningrem

Aaron contempla el cuadro de Tol Rauko después de hacer un breve saludo a las mujeres, entonces, curioso, pues no sabia que hacia allí ese cuadro, comentó en voz alta:

-Que cuirioso es este cuadro... sobre todo por esa cruz ¿Quizá este señor es miembro de Tol Rauko? Por lo que he oido son nobles con mucho dinero, seguro que él nos puede ayudar a llegar a la isla... Pero tenia entendido que los nobles de Tol Rauko solo vivian en la isla central de del mar interior, a si que es raro que viva aqui... no se, en la comida le preguntaré, seguro que si es un noble de Tol Rauko, con tanto dinero, tendrá una biblioteca muy interesante.

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17/02/2011, 17:17
Faliar Eldwen

Faliar giró la cabeza y miró a Aaron con curiosidad

- ¿Tol Rauko? Me suena vagamente. ¿Que es eso?

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17/02/2011, 17:40
Ezakimak

 -Hace tiempo alguien me dijo que la diferencia entre un templario y un inquisidor es solo la actitud. Pero no creo que importe mucho...

Suelto un leve suspiro y vuelvo a perderme entre los pétalos de la flor.

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17/02/2011, 17:24
Liana

Me acerco sin mayores ceremonias con Xerine. Parece que esto acaba de empezar. No se cómo será el tal marqués, pero tampoco me importa, solo me apetece terminar ya con esto y poder volver a ponerme ropa cómoda. Es cierto que no todos los días se recibe la invitación de un noble para asistir a su casa y comer allí, pero tampoco lo deseo.

 En la sala donde esperamos hay un cuadro que parece llamar la atención de algunos de los presentes. Nada que me interese, sin embargo, escucho dos maravillosas palabras seguidas: "Biblioteca interesante". Si al señor marqués no le importa, creo que echaré después un vistazo a su colección.

Xerine y Quint conversan, la espera es interminable. Algo en mi interior quiere salir de allí y volver al campo, al idílico paisaje del camino, pero tendrá que esperar. Al menos, supongo que el delicioso maquillaje de Xerine no pasará desapercibido y me evitará más de una molestia llamando la atención hacia ella. No tengo nada en su contra, pero suele gustarme pasar desapercibida.

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17/02/2011, 23:41
Director

Notas de juego

 Iba a a acelerar un poco... pero me parece interesante la conversación. Cuando queráis, como digo siempre, continúo (a no ser que tardéis mucho que entonces os corto :P)

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18/02/2011, 12:58
Xerine

 Xerine sonrió, y alzó una ceja

Coincido contigo. La noche es un momento mágico, único. Aunque, al igual que surge la verdadera naturaleza de cada uno, también nacen los monstruos. Y los delincuentes campan a sus anchas

Se giró para mirar la ventana, haciéndose la distraída, mientras seguía hablando con un tono algo burlón ¿Estaba insinuando algo acaso?

Yo que usted pediría una habitación a Miriam esta noche. No sabe con que puede encontrarse si acampa en el exterior después de la hora de las brujas

Iluminado por la débil luz grisácea que entraba por la ventana, el maquillaje de Xerine era palpable, casi irreal. Bella habría sido una palabra demasiado vanal, demasiado superflua para definir a la joven. No había ningún trazo fuera de lugar, ningún color demasiado intenso o frío. Era como si el propio maquillaje formara parte de ella, como si su rostro hubiera sido creado con la intención de albergar tal obra de arte

Notas de juego

 Apariencia 10, chavales. No me preguntéis como ;)

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18/02/2011, 13:47
Quint

Quint escuchó con aire distraído las educadas palabras de Xerine.

¿Sigue hablándome en 3ª persona? ¿Acaso tan mal le caigo que habla como si no estuviera presente? ¿O será alguna chorrada de la alta sociedad? Bueno, veamos cómo reacciona...

-Gracias por preocupart... preocuparse por mí, pero la noche y sus misterios no me asustan. De hecho me siento más seguro en sus brazos que bañado por la luz, cuando son personas y secretos los que caminan por las calles en lugar de "monstuos". De todas formas esta noche me veréis en la posada, ya que cogí una habitación antes de venir.

Quint había escuchado de refilón a sus compañeros hablar sobre Tol Rauko, o algo así. Sin embargo, un grupo de nobles que vivían en una isla aislada y que se ponían un nombre vistoso no le despertaba el mínimo interés.

-Por cierto Xerine... ¿Puedo pedirle un favor? Verás, yo no tengo mucho trato con las personas, menos con los nobles... ¿Puede pedirle al señor marqués en mi lugar permiso para consultar su biblioteca? Libros sobre la historia y costumbres locales, preferíblemente recientes. No quiero parecer maleducado con la gente del pueblo si voy a tener que quedarme un tiempo.

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18/02/2011, 14:34
Aaron Ningrem
Sólo para el director

Notas de juego

Jefe, Aaron no tiene nada que decir por ahora, está pensando en los posibles libros que puede tener el marques y esas cosas y las conversaciones del resto del grupo las escucha de fondo y eso, a si que cuando quieres que entre el mayordomo.

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18/02/2011, 15:09
Liana

 Escucho distraída la conversación entre Xerine y Quint, de repente oigo:

 

Cita:

Coincido contigo. La noche es un momento mágico, único. Aunque, al igual que surge la verdadera naturaleza de cada uno, también nacen los monstruos. Y los delincuentes campan a sus anchas

 

y respondo con cautela tratando de no parecer descortés.

-Bueno, ¿Y no son los monstruos la verdadera naturaleza de algunas personas, como los delincuentes, por más que traten de ocultarse?

A continuación, escucho la petición de Quint para visitar la biblioteca del marqués. Tampoco me importaría, aunque mi curiosidad brota de diferente manantial. Sin decir nada más, escucho el resto de la conversación con aire distraido.

Notas de juego

 Quint, hermoso, no te habla en 3ª persona, va saltando entre la 2ª y la 1ª. Te trata de Usted como muestra de respeto y, en ese caso, las formas de 2ª y 3ª persona son iguales. Es un sistema de comunicación que implica un distanciamiento respetuoso.

Esto se ve mejor en castellano antiguo 

   eg: Usted debería ---> Vuestra merced debería

 

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18/02/2011, 15:24
Quint

Notas de juego

Yo lo sé, pero mi Pj es un crío de pueblo que nunca ha sido educado... ¿Rolear te suena? XD

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18/02/2011, 18:13
Xerine

 Xerine asintió, coincidiendo con Liana

Parece que me han malinterpretado. No me refería a monstruos de verdad, eso sería ridículo Esbozó una sonrisa condescendiente, incluso divertida: Le hacía gracia pensar que aquellas dos personas pudieran creer que se refería a criaturas de cuento Los verdaderos monstruos a los que mentaba eran aquellos que todos tenemos dentro, y que, por suerte, muy pocas veces salen a la luz

Se giró para mirar a Quint, y su mirada podría haber atravesado al joven de lado a lado como si de un frío y afilado filo se tratase

Me alegro de que no le asuste la noche, pero no le pierda el respeto. Las sombras están llenas de dientes, y las paredes tienen ojos

Su expresión se ablandó, aunque no volvió a sonreír. Su actitud fría y distante comenzaba a ser ya algo normal para el resto de náufragos, que empezaban a dudar de si esta forma de comportarse era debido a los últimos sucesos, o era la verdadera personalidad de Xerine

Y sí: Intercederé por usted ante el Marqués, si es lo que desea, aunque le aviso de que, si yo fuera un noble de su posición, me extrañaría que una persona me pidiera acceso a mi biblioteca mediante terceros, y más si para ello utiliza la excusa de que "No sabe tratar con personas". Tómelo como un consejo amistoso. Pero no, no tengo ningún problema en hacerle ese favor

No es que Xerine estuviera ciega. Y se daba cuenta de que excepto a D, el cuál parecía seguir su juego sin problemas, y Liana, con la que ya había pasado a formas más amistosas de comunicación, al resto parecía incomodarle su manera de actuar y dirigirse a ellos. No se extrañaba: La ropa de Quint, la poca experiencia de Faliar con las corbatas, y, desde luego, el aparente desenfado que Aaron mostraba siempre que estaba en su presencia, eran suficientes indicios como para adivinar que aquellas personas no estaban muy acostumbradas a los tratos de educación y etiqueta que ella ya tenía tan interiorizados. Así que decidió acabar con la farsa, más por ellos que por ella misma

Le noto algo incómodo ¿Prefiere...? Se giró para mirar al resto, rectificando ¿Prefieren que les tutee? No me importa tener un trato más informal con ustedes, si lo desean

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18/02/2011, 19:02
Faliar Eldwen

Faliar miró a Xerine y sonrió sarcásticamente

- Eh... prefiero que me tutees, si... No entiendo los formalismos... y de hecho me incomodan...

Luego volvió al tema que le interesaba

- Todavía no me ha explicado nadie que es eso de Tol Rauko...

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19/02/2011, 00:50
Albert Pennyworth [mayordomo]

 La puerta opuesta a la entrada de la habitación se abrió de repente. Por ella entró un hombre estirado, más bien delgado y con un pequeño bigote bajo su nariz respingona. Venía vestido con un impoluto frac negro, una camisa blanca lisa y una pajarita. Unos zapatos oscuros completaban el conjunto. Su voz, grave y concisa resonó por la habitación.

-Me acompañan por favor, les llevaré hasta el comedor, allí acudirá el marqués, en unos minutos. 

Con la mano izquierda tras la espalda, y la derecha sujetando la puerta, el hombre esperó la respuesta de los invitados.

Notas de juego

 Sólo os doy la opción de "negaros" si queréis... :P

Si no.. un post cortito me vale... ^^