Partida Rol por web

Bajó a la calle. La calle de mala muerte, estrecha y medio desierta. Buscó a Will con la mirada y no lo halló. Supuso que estaría en una de las calles perpendiculares, sobre todo a la izquierda, que había una pequeña plaza con unos bancos de ladrillo para sentarse. No era para menos. A él le temblaban las piernas y tenía algo de hambre. Correrse da hambre. Siempre lo dió. Desde que era pequeño y se la zurraba en la bañera de la mama, viendo luego como flotaban las hebras de esperma en una danza cósmica al posarse en el fondo de la cerámica de Grohe.

Como estaba solo, caminó un momento y examinó el bolsillo. Encontró una tarjeta de visita.

Eso quería decir lo que quería decir. Agárrate que te caes, Borja. Agárrate, por Dios. Tienes la tarjeta de una mujer con su número personal y su mail, para llamarla cuando te de la gana, al márgen de su "trabajo". Una invitación expresa a que le comas el toto a la salida del gimnasio, bajándole el leggins y amorrándote al pilón sudaillo y con olor a hembra de tronío. O como dijo antes, follándote a precio módico o haciéndolo gratis. Todo dependerá, por supuesto, de lo bien que la hagas correrse. Por que Carmen es una mujer agradecida, que sabe cuidar de los suyos.

Se metió la tarjeta en la cartera, más contento que un marqués en día de cobrar tributo. Y llegó a la plaza.

William estaba sentado en el borde del parterre, junto a la palmera. Se acercó a él con una sonrisa de triunfador. 21:00 y ya había anochecido.

El americano se levantó e hicieron lo del puño explotando. Sonreía como el bastardo cabroncete que era. HABÍAN MOJADO. Pasara lo que pasara aquella noche, aquello no se lo iba a quitar nadie.

-250 euros, man... -dijo, como triste al principio, luego se puso jovialmente histérico- IT WAS WORTH OF IT. EVERY FUCKIN' EURO MAN! Mejor cosa pasar my life. Oh god, man. Oh my fucking god!

Se pasó la mano por el pelo ensortijado, con los ojos como platos. Quiso abrazarle, pero recién follao le parecía una cosa un poco gay. Y ellos eran hombres ya. Hombres de pelo en pecho.

-STUNNING MAN, fukin' stunning -asintió, despacio- You know what they say. Cuando la española besa, besa de verdad.

Se santiguó y levantó las manos y la mirada al cielo como dando las gracias al Todopoderoso. Luego le miró con una sonrisa.

-Tengo hambre, man. Let's grab something to eat. A kebab long as an arm, with a bucket of fries. Tamaño para oso.

“¿Repartidores? Las narices, te ha salido el tiro por la culata guapa”
Abrió los ojos con su cara resplandeciente de sorpresa, ser cosplayer no era solo trajes chachis y tetas grandes, también debías dominar la expresión corporal (para posar en fotos y vídeos o representar a tu personaje en la pasarela) y en eso ella era una superstar

-私はちょうど学生ですが、私は試してみてください。彼らのために、私は唯一の外人だが、私は、日本文化を賞賛が、
(Soy solo una estudiante pero lo intento. Admiro la cultura japonesa aunque para ellos solo sea una “gaijin”)

”Chupate esa” pensaba mientras emitía un tontérrimo “Uy” al quitarle el pen de las manos.

-どーぞよろしく
(Un placer)
Le hizo una reverencia muy cute, al estilo maiko, escondiendo las manos en las mangas de la yukata queriendo parecer mas pequeñita y mona ”Ea, tira millas” 

Le hacía gracia aquella chica. Los otakus eran muy graciosos, casi tantos como las lolitas y chicas que vendían sus bragas en el metro de Tokyo a los viejos salidos. Japón no era solo glamour y viejas tradiciones. Ella lo podía asegurar bien. No le hizo reverencia, por que estaban en Granada, España, y podía resultar un poco ridículo.

-キOつけて -Cuídate bien.

Recogió el pen y se lo guardó en un bolsillo de la chaqueta de cuero. Sus montadores habían colocado el grifo en tiempo recórd, con los barriles debajo. Se les veía maña con el asunto. Eso si cuadraba bastante.

El fucker asintió, cuando terminaron de colocar la cartelería que indicaba la oferta, por encima de la mesa, en la pared. Muy sencilla, pegada con unos blue tac. Funcional. Estrechó de nuevo la mano del jefe.

-Vendremos mañana a la hora que me diga, para retirar el asunto.

Le pasó una tarjeta con su teléfono. Era de esas cutres de vistaprint, de las gratuitas con diseño predefinido. Se despidieron y largaron del lugar, rumbo al siguiente pub.

El jefe se quedó un momento pensativo. Se puso tras la barra, limpió un poco el agua que se había formado de los culos de unos vasos de cerveza al punto glacial y dió una reflexión en voz alta.

-Que gente más rara, la vín.

Les despidió agitando la mano encantadora. Solo cuando desaparecieron de la vista del escaparate le dirigió una mirada sintomática a su jefe, se agachó y miró los barriles esos. De paso confirmó que le había llegado el contenido del pen al móvil.

Parecían unos barriles estandarizados normales.

Ese tipo de barriles normalmente tiene un diseño propio de la marca si ésta es tan señera como Pepsi o Cervezas Alhambra. Pero en éste caso no. Eran como esos barriles de tinto de verano y cerveza normal y corriente que compraban a distribuidoras. Unas pegatinas encima identificaban toscamente de que era cada barril, letras negras sobre fondo blanco. Por curiosidad, miró debajo de la pegatina. No había nada.

Su curiosidad de gato se iba a dar por vencida, pero luego se acordó de que muchos de éstos barriles tenían un código de serie o identificador en la parte de abajo, justo en el reborde interior. Así que tumbó el barril, y como había poca luz, usó el móvil para alumbrarse. El jefe la miraba de reojo. Había un largo número de serie muy raro.

050778BIODEM6REGNUM1117098 USAMRIID

Donde debía haber un código de barras encontró una retahíla de números y letras, le hizo una foto, al principio pensó en que fuera una clave alfanumérica (ventajas de tener un noviete de teleco, que aprendes cosas), pero esas claves alternaban mayúsculas y minúsculas y esa estaba toda en mayusculas... le recordó a las matrículas de los coches "Y si...", se concentró en intentar descifrar las partes y su significado. Abrió la aplicación "Googles" de su movil e introdujo la foto como elemento de búsqueda, a ver si encontraba en la red algo similar.

El algoritmo de búsqueda de google fue muy literal. Primero salió una página en ruso "Biodem-6", que no tenía nada que ver. Cúpulas geodésicas. Aquello no tenía nada que ver con barriles. Luego salió la palabra USAMRIID, que abrió directamente una página altamente emparanoyante. Nosequé de un instituto de investigación de enfermedades infecciosas del ejército americano. Pa flipar. Quizá tenía algo que ver, o quizá era mera coincidencia en las siglas.

El jefe veía que pasaban por la puerta ya muchos chavales buscando el shawarma para cenar en la calle. Las 8 y media, eran ya.

-Anda, deja eso y ponte con las promos. Ya mismo empieza la moviola.

La página americana le dio muy mala vibra.
-Emmm sí sí- Enseñó el taquito de flyers y el boli –Allá voy!- disimuló. Salió para la puerta, en el dintel se giró –Jefe… yo no bebería de los barriles esos, pinta garrafón o algo de eso…- disimuló.

Tras cerrar la puerta mandó la foto, el enlace y el contenido del pen a su chico pidiéndole a ver si averiguaba más que ella,dándole una explicación muy somera, por si acaso le dijo también que no bebiera nada de la promo “La fiesta mola” (no sabía si antes había quedado con los colegas para irse por ahí). Se puso música y bajó las escaleritas del local hasta la acera dispuesta a captar clientes a saco. Las papeletas verdes las había dejado dentro del local, por si las moscas…

Eso era lo mejor de aquel día, y de aquellas fechas. Cuando las nenas ya dejan el abrigo de esquimal en casa y sacan pechuga y muslo al sol de primavera. La gloria, vamos. La alegría de las patrullas que pasan horas dando vueltas protegiendo al ciudadano decente. Horas y horas de un lao pa otro y ¿qué sacas? Pues a lo mejor al final del día lo único bueno que sacas es haber pasado por las zonas de estudiantes y ponerte morao de ver culicos y tetas y niñas guapas, desde la discreta barrera de tus gafas de sol y tu cara de mala leche.

Claro que, a veces, lo mejor al final de día es otra cosa. El gustirrinín en la punta de la polla por haber impartido justicia en un callejón, o detrás de una valla publicitaria, o en la parte de atrás del coche. Porque, vamos... la gente no tiene ni idea de lo que es capaz un tía por evitarse una buena multa. Y cuando se está bueno que te cagas, y lo sabes, ya ni te hace falta insinuarlo. Algunas parece que infringen la ley a propósito, joder.

El paseo por el botellódromo en marzo multiplicaba por mil la alegría paisajística del día a día, y las posibilidades de final feliz. Invasión huna de tías salidas enseñando sus virtudes al calorcito primaveral y etílico, con ganas de cachondeo y juerga. Ahí había carnaza por todos lados. Además por el alcohol y la droga, al verse en ese ambiente festivo y en grupos, la gente se ponía atrevida y provocadora, como si todo fuera perdonable. Los maderos saben que hay que tener manga ancha en momentos así. Mientras la fiesta esté dentro del orden, todo bien. Una buena dosificación de mancha ancha y mano dura te puede alegrar el día.

Pasearon atentos al crimen cuando de pronto se acercó aquella pedazo de rubia que estaba para saltarle los ojos a empujones desde atrás. ¡Joder la tía! Se puso a bailarle a Marqués y no pudo evitar sonreir. Qué descaro tiene la peña. La rubia tenía amigas a cada cual más potente... menos la que no está potente, claro.

-¿Qué pasa, chicas? ¿Todo bien?

Una cosa es ser duro con un gitano de mierda y otra no ser cortés con unas señoritas. Todos son criminales en potencia pero todavía hay clases. La guantá se la lleva el gitano en 10 segundos de brasa, pero a un chochito de clase media no le puedes partir la cara porque acabas con cadena perpetua no revisable y castrao.

Fue ver a la policía y se asustó, se le pasó todo el buen rollo. Si no hubiera bebido tanto (copa y media), seguramente la borrachera también. Se guardó el móvil asustada y puso el cubata en su espalda, aunque el resto de chicas no parecía asustarse. Pero joder, estaban bebiendo en la calle, alborotando y la policía en sus narices, eso debía violar como veinte mil leyes. Porque aquello no estaba bien, ¿no? Osea, la policía, beber, gritar...

¿¡Qué estaba haciendo la sueca!?

Había oído de las otras chicas que era un poco puta cuando bebía, pero aquello se llevaba la palma. Las otras chicas empiezan a reírse, pero a Chantal le entró un apuro de tres pares de cojones. ¡Iban a ir a la cárcel! ¡Al truyo! ¡Seguro que no tenían wifi! ¡Ni ordenador! ¡Ni móvil! ¡Adiós a las redes sociales! Además que si todo era como en las películas americanas... ¡sería la putita de una camionera bollera!

Se acercó al otro poli, con el cubata escondido detrás de la espalda, pensando que así desaparecía o se hacía invisible. -Es pogrque ha bebido... musho- bien, al menos podía hablar y que le entendiera, o algo. Condenada erre de los españoles que parecía que masticaban las palabras al hablar. -Mais c'est un probléme ou pas?- miró al policía con mucha preocupación, ella no quería ir a la cárcel.

Tremendísima la morena que se le acercó ocultando algo. Por muy inocente y follable que parezca igual esconde un machete... aunque lo más seguro es que sea un vaso o un porro.

Juuudeeeerrr peazo pava... no tiene dehperdicio la niña...

-Ya. Normal. ¿Y tú estáh bien? Que parece que hablah raro. ¿Qás tomao? Y por favó no esconda la mano, que yo te la vea anda, se buena -mano en el hombro con gesto amable.

Lo típico y lo normativo suele ser dirigirse de usted a todo cristo, incluso a niñatillas. Y sobre todo si hay una cámara de Callejeros cerca. Pero eso se lo saltaban constantemente. Que no hay motivo pa poner más barreras con el protegido que las que ya pone la placa. Y menos con nenitas así. Lo de cazar moscas con miel y eso ¿no?

Dio un pequeño salto de sorpresa al notar su mano en el hombro, se le dispararon todas las alarmas. ¡Voy a ir a la cárcel! Oh, mon dieu! Era muy joven para eso, no podía ser, encima le decía que le enseñara lo que tenía en la espalada. Y sobre todo, sobre todo... ¡Un hombre la había tocado! ¡Un hombre de verdad! 

Miró de reojo la mano sobre su hombro, mientras se ponía colorada como el pintalabios que llevaba y sacaba la mano de detrás de su espalda, enseñándole el cubata. Un vodka con limón, que esta vez Lorena le había servido tan amable y que notaba que le estaba mareando aún más que el otro. Chantal no supo que hacer, a ella no le tocaban, le dejaban comentarios, likes y retuits... Comenzó a reírse nerviosa, rezando por dentro para no ser violada por una camionera bollera con tatuajes y la cabeza rapada.

-Yo soy bien...- asintió levemente a su pregunta, porque para ella ser y estar eran être, los españoles eran los que se complicaban. Miró su cubata y luego la mano sobre su hombro, ¿no hacía calor allí? -Alors... C'est moi qui a un probléme? ¿Pgroblemas?- ¡condenada erre! 

¡Coño! ¡Una gabacha! lah gabacha sí que van suelticah...

La niña estaba to nerviosa, seguramente por encontrarse en un país extraño y no entender el idioma. Animalico. Tan lindo y tan desvalío. A lo mejor la habían intoxicao, que los guiris son vÍctimas fáciles de los hijos de puta. Que a bombones como ese le ponían cosas en la babía pa luego violearlas. Y la tía parecía confusa de cojones. A los guiris hay que hablarles lento y alto, que no senteran de una polla.

-¡A VE! ¡TRAN QUI LA! ¡QUE NO PA SA NÁ! ¡TÚ TRANQUI GUAPA! ¿OK? ¿QUÉ ES-TÁS TO-MAN-DO, GUAPA? ¿GUAT AR DU YU DU DRINKIN GUAT YU AR DU? ¿BEBER GUAT? ¿LO QUÉ? -dijo, levantando las manos con intención conciliadora ...tranquila guapa, qué no pasa ná...

Se pone a gritar y dio otro salto en el lugar. ¡Está gritando! ¿¡Por qué está gritando!? Antes de tratar de entender lo que decía, soltó el cubata contra el suelo, lejos, pringando a sus compañeras y puso las manos en alto, como él hacía. Porque para eso había puesto las manos en alto, ¿no? Notaba como los ojos se le llenaban de lágrimas, no quería ir a la cárcel. ¡Iba a morir sin wifi! ¡A pudrirse en un agujero con un camastro raído! ¡Y sin followers! ¡Y sin que nadie supiera que estaba ahí metida en un agujero alejado del mundo civilizado!

Oyó que el policía hablaba inglés, o algo así, entonces pilló algo. Lo mismo hablando en inglés... -I was driking vodka with lemon... I didn't know I couldn't... I thought it wouldn´t be a problem, because everybody here are drinking...- siguió con las manos en algo como le indicaba el policía, temblando. -I'm so sorry, I won't do it again... Promise... Pgrometo- asintió varias veces al poli. Para ella las cosas se habían puesto apocalípticas, del calor de sentir su mano en el hombro a verse con un pie en chirona. -Don't hurt me...- añadió lastimera.

Se puso toda loca la muchacha. ¿No estaría endrogá? La pobre, que seguro que la estaban drogando. Se puso a hablar en veteasaber. No se le entendía una papa. Demasiado arcól y demasiado lo que fuera.

-Na, la chavala no sabe inglé -se dijo negando con la cabeza.

Hizo gestos con las manos hacia abajo, despacio, como cuando se apacigua a un becerro.

-Tsss... tss.. TRAN-QUI-LA. Sssss... ssss.... TO VA Í BIEN. ¿HABLASPAÑÓ? ssss -bajó el tono-. Sssss ¿hablaspañó? ¿cristiano? tranquilica, que no pasa ná. Despacico ¿vale? tol mundo despacico, loh doh. ¿ok? no-pa-sa-ná.

Al final se iba a montar un pitote sin venir a cuento.

Comprendió enseguida que no hablaba inglés, porque no le volvió a hablar en ese idioma. Con la cara que ponía tampoco lo podía saber con esas gafas de sol y ese rostro imperturbable a juego con esos músculos... Que lo mismo si la detuviera por ser mala no era lo pe¡No! ¡No quería ir a la cárcel! Siguió con sus manos los gestos que hacía el policía y acabó por bajar las manos, aunque seguía temblando.

-Je suis calmée... Calmada, sí...- asintió ante sus palabras, aunque no le gustaba que siguiera gritando. ¿Por qué gritaba? Siseaba como si quisiera que se callara, pero luego le hacía preguntas. El policía hablaba un poco raro para entenderlo del todo, así que se tuvo que concentrar, dando un pequeño paso al frente para oírlo más de cerca. Aunque comenzaba a comprender el idioma más que a hablarlo, aquello de los acentos aún se le escapaba. 

-Español... Sí... Poco... Un petit peu- le indicó haciendo una medida entre el índice y el pulgar. -Egrasmus...- se señalo el pecho cual tarzán, pensando que aquello lo explicaría todo.