Partida Rol por web

Arquitectos de Voluntad. Libro-5.I: Residuos del Dolor

Matadero

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20/12/2016, 10:02
Tizoc

El trasgo se puso a la fila de la comida sin mucho entusiasmo. Olía bien y todo eso pero no dejaba de ser pan. No terminaba de gustarle ese lugar, apenas acababan de llegar y ya estaban mandandoles a otro sitio a saber donde. Miró al preso que se acercó con el aviso de la comida y por un momento estuvo tentado a crear algún tipo de problemas, total ellos se iban al día siguiente y sería divertido dejar a los demás presos sin comida un par de días aunque solo fuese por joder pero luego lo pensó mejor y decidió que no quería dormir junto a un montón de gente que querría matarlo. 

Una vez tubo la bandeja en la mano, esperó que Alona cogiese la suya y comenzó a caminar hacia la mesa con el otro trasgo. Quedó patente para todo el mundo que la forma de andar del goblin era torpe, por mucho que Tizoc intentase disimularlo tenía problemas a la hora de seguir el paso de Alona. 

Se alegró de sentarse por fin, lejos de las miradas del resto de presos. El chico de las vendas, Serge les había seguido así como otro par de los que habían llegado en los carros. Uno se había presentado como Hazir y el otro como Ishrad. Escuchó lo que decían y no pudo evirtar hablar. - Una jaula de oro sigue siendo una jaula. - respondió a Hazir. - Además, no deberíais poneros muy cómodos ni gastar mucho tiempo planeando como dominar este lugar. - dijo mirando primero a Hazir y luego a Ishrad mientras hablaba con su voz chillona. - Mañana por la mañana estaremos viajando a otro agujero. ¿No os lo han contado los que os han tirado aquí? - les preguntó con curiosidad. - Él también se viene, pero seguro que ya se lo han contado. - dijo señalando con un dedo al otro trasgo de la mesa y hablando como si no estuviese presente. - ¿Me equivoco? - le preguntó directamente. 

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20/12/2016, 11:07
Pain

Acabó tan rápido como había empezado. Tras la advertencia de Alona, el caos del guardia, y antes de que pudiera reaccionar, el interrogatorio del capitán. Las respuestas de unos y otras no fueros, ni de lejos, satisfactorias, pero hasta eso se dejó correr rápidamente. El que fueran a mandarles a otro agujero -tal como había escuchado- debía de tener bastante que ver en que aquellos hombres prefirieran no tener más problemas de los que ya el nuevo grupo, en menos de cinco minutos, había causado. Eran peligrosos, si, pero en poco ya no sería su problema. El olor del pan recién hecho fue el último empujón para que les dejaran en paz.

Tras esto no hicieron falta indicaciones. Después de tantos días encerrado en una carreta, malviviendo, la deliciosa promesa de una comida decente le hizo rugir de hambre y moverse casi por instinto. Cogió su bandeja, escuchó la advertencia, o puede que fuera una súplica, de uno de los presos, y se encogió de hombros. No tenía intención de hacer nada allí, y aunque así fuera, tampoco le habría supuesto un cambio de opinión un ser débil y decrépito como aquél. Pero él era listo, no quería que le intentaran matar esa noche en respuesta a una tontería, así que andaría con ojo. 

Así, recorrió con la mirada la gran sala cubierta que hacía de comedor. Unos y otros se sentaban donde podían, refunfuñaban y se quejaban en voz baja algunos, en voz más alta otros. Unos cuantos se posicionaban cerca de el enorme semiogro que había declarado como suya la prisión. Otros lo hacían del lado del hobgoblin, que desde el otro permanecía atento a todo, con un destello sagaz desde lo más profundo de sus ojos. Aquél pequeño y taimado ser era peligroso, estaba seguro, pero también debía de ser de los que veían su oportunidad, de los que sabían actuar y aprovechar el momento. Amok, en cambio, era de los que, enfadado, atacarían sin pensar y mandarían a más de uno a la enfermería o a una fosa común antes de que los guardias le hicieran entrar en razón de forma violenta. Con el goblin tendría una oportunidad aunque no fuera con él, con aquella montaña de músculos jamás podría sentirse a salvo si le veía con otro.

Su decisión fue clara, y le llevó lejos de prácticamente todos los demás. Sólo Nickar, la chiquilla que había organizado el espectáculo de luces -o de sombras- había optado también por el bruto. Sonrió. Como se había dicho un rato antes, era buena idea tener a esa diablilla vigilada, pues para bien o para mal, iba a marcar un punto y aparte en el futuro del lugar donde les llevaran al día siguiente. 

- Así que esto es tuyo, ¿eh? - Preguntó de manera neutra al sentarse cerca de su nueva compañera. - ¿También lo será el nuevo sitio al que vamos? - Partió un trozo de pan mientras ladeaba la cabeza, y le dio un bocado que casi acabó con todo el medio bollo, disfrutando de la sensación de algo que sabía igual de bien que olía. 

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20/12/2016, 12:57
Hazir Al-Tamsa

Hazir sintió el hambre morderle por dentro al acabar, ya que estaba rodeado de presos que aún estaban comiendo. Inspiró y soltó el aire lentamente, calmándose, y, tratando de ignorar la tenaza en sus tripas, dirigió su atención hacia el pequeño Tizoc. El ser le inspiraba una curiosidad tremenda, la misma fascinación que sentía por todos los seres exóticos, particularmente aquellos monstruosos. Durante un segundo su curiosidad luchó con sus modales, pero la balanza sólo podía decantarse hacia un lado. Esperaba no ofenderle.

-Señor Tizoc-dijo-Disculpe la indiscreción, pero, ¿puedo preguntarle a qué noble raza pertenece? En mi tierra nunca vi nada similar.

 

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20/12/2016, 14:42
Reo 642

Entré con mi bandeja y caminé contundentemente apartando a aquellos con los que me iba encontrando. Me senté sonoramente y comencé a devorar la comida hasta que una vocecita llegó a mis oídos -mpf mpf, no está mal del todo, y seguramente necesites comer más tu que yo, no me importaría compartir el mío...- alcé la vista para ver a la renacuaja. Desconocía en qué me podía ayudar un ser tan diminuto como ese. Pronto advertí que era bastante habladora -he entendido que tienes bastante influencia, así que supongo que estaré a tus servicios, aunque soy poco paciente y me gusta divertirme, y a su vez no creo que eso te moleste, se nota que eres bastante fuerte como para que mis tonterías ni te salpiquen,...- Di con el puño en la mesa para que guardara silencio y, al momento, llegó otro reo de los nuevos que se sentó con nosotros -Así que esto es tuyo, ¿eh?¿También lo será el nuevo sitio al que vamos?- La pregunta me hizo abrir mucho los ojos, le apunté con el trozo de desayuno al tiempo que dije -Ni lo dudes- y llené mi boca con contundencia, mastiqué sintiendo los restos caer por mi barbilla y tragué el bulto -¡Aquí soy el más influyente!- le dije a la renacuaja -¡¡Soy Amok!!- sentencié seguro de que el mero hecho de pronunciar mi nombre libraba de cualquier duda al respecto. Luego giré el rostro hacia el nuevo -Hecho de menos las prácticas de mi tribu, mi clan era temido por toda la región. No quiero dominar la prisión, quiero que me tengan miedo y machacaré a todo aquel que ose ofenderme, levantarme la voz...- miro hacia la pequeñaja -...o incordiarme con tonterías.- Volví a masticar brevemente y tragar el bulto. Di un gran sorbo a la jarra -leche de cabra- pensé al notar el sabor bajar por la garganta y me recosté satisfecho mirando a los nuevos que se habían sentado junto a mí. -¿Cómo os llamáis?- dije más calmado al tiempo que me regocijaba tras la comida.

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20/12/2016, 14:51
Reo 641

Miré con diversión cómo se ocupaban los asientos a mi alrededor. Sabía que ésto dolería a Amok, sin embargo, no me molesto ni en mirarlo. No merece la pena. A diferencia de él, que sólo se preocupa de crear una fachada temible, a mí me interesa otro tipo de cosas. Por ello, obserbo en silencio cómo se van sentando, uno por uno.

Pese a las diversas alusiones mantengo el silencio. Cuando todos los asientos estuvieron ocupados comencé a comer. Una práctica aprendida que gustaba a los humanos... -¿cómo lo llamaban?¡Ah! Cortesía- Pero para mí, la cortesía era un lujo del que no acostumbro a abusar.

-Arokhan- pronuncié casi en un susurro después de que aquel al que llaman Hazir preguntara la raza de Tizoc y, así, miré al trasgo y dije de nuevo -Arokhan- asintiendo -sí, me lo han contado. Según los rumores es la única prisión que pide presos de otras cárceles. Me he estado esmerando aquí para ello.- Hice una pausa y comí tranquilamente -Era intentar huir en el traslado o pudrirme aquí- terminé mientras destrozaba el pan en trozos más pequeños que poder migar en la leche de cabra que nos había servido en la bandeja.

Miré ahora al encapuchado -No un par de manos para dominar. Pero sí oídos para escuchar y brazos fuertes para arrancar cabezas llegado el momento. Tengo a los míos preparados en el exterior.- Les sonrío -Sólo necesito saber dónde se encuentra Arokhan y qué ruta tomaremos para llegar allí.-

De pronto se escucha a Amok gritar -¡¡Yo soy Amok!!- y la expresión se me antoja de alguien completamente impotente, ajeno a los acontecimientos que nos esperan. Sonrío, miro a Serge y le contesto -Seeh, una mañana espléndida, previa a un día prometedor.-

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20/12/2016, 16:43
Nickar

- Nickar, y obviamente no me gusta mucho que digan que incordio - le miró antes de seguir - solo pensé que sentarme sin decir nada seria incorrecto, y siempre es bueno tener buenos músculos como apoyo,... - no había surtido tan buen efecto como esperaba ofrecerle medio panecillo, hombre de mucho músculo y pocas palabras, pero prefería que le acusara de hablar de más a recibir un golpe por sentarse sin mediar palabra. Además seguramente era preferible que la conociera de buenas a primeras, es un hecho que uno que habla puede ser soportable, y que es el segundo charlatán el que se lleva los golpes por colmar el vaso.

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20/12/2016, 17:27
Serge Leblanc

En cuanto Ishrad se acercó al hobgoblin con aquella propuesta tan directa, cualquier intento de acercamiento sutil que Serge quisiera poner en práctica se fue al traste. Afortunadamente la cosa parecía haberse quedado ahí y Krishnarj no parecía disgustado en absoluto. Antes parecía complacido de la atención que los nuevos le estaban dedicando.

Cuando dijo el nombre de la nueva prisión a la que les trasladaban, el ladrón frunció el ceño antes de ponerse a comer parte del desayuno. Arokhan… No le sonaba de nada, pero claro, siendo esta la primera vez que le encarcelaban con éxito tampoco era tan raro no saber nada de una prisión que únicamente aceptaba prisioneros trasladados. ¿Por qué? ¿Qué tendría de especial esa cárcel para ser la única que pedía presos a otras instituciones? Las alternativas que se formaban en la mente de Serge Leblanc eran de todo menos halagüeñas.

Siguió escuchando al hobgoblin mientras desayunaba. Un plan de escape durante el traslado sonaba como algo realizable, pero extremadamente difícil. Si los soldados llegaban a bajar la guardia permitiéndoles huir, seguramente fuera para poder matarles con impunidad con la excusa de la fuga. Claro que quedarse a esperar la muerte en un antro que pedía presos a saber con qué intenciones… Desde luego la alternativa parecía estar bastante clara.

La cadena de pensamiento de Serge se vio interrumpida por el grito del semiogro. Rápidamente se giró para mirar qué demonios estaba sucediendo. Vio a Nickar y a Pain en la mesa con Amok y suspiró. Aquellos dos iban a ser compañeros suyos de viaje y la señorita Nickar era una doncella bonita y refinada. No sería nada bueno que se enemistaran con el semiogro poco antes de salir de viaje con él.

Con un suspiro, el ladrón volvió a girarse para encarar a Krishnarj. Lejos de parecer preocupado, el hobgoblin parecía encantado con el espectáculo que su rival estaba ofreciendo.

 -Entonces, si lo he entendido bien, necesitas uniquement saber dónde está la prisión a la que nos van a llevar y la ruta que seguiremos. Si te proporcionamos esa information, ¿qué ganamos a cambio? ¿Nos dejarás participer en tu empresa? Parce que… Yo no soy del tipo al que le gusta pudrirse rodeado de muros de piedra, si tu vois ce que je veux dire.

Nada más decir esto cogió el medio pan que no se había comido y se lo alcanzó a Hazir, que estaba sentado a su lado.

 -Puedo oír cómo te rugen las tripas desde aquí, mon amí. Eso no es nada bon para alguien que necesita ser discreto a la hora de écouter.

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20/12/2016, 20:34
Hazir Al-Tamsa

El nombre de la prisión no le decía nada a Hazir, ya que no conocía el país. Tampoco creía que fuese a ser de demasiada ayuda en lo que a información se refería, ya que acababa de llegar, pero aun así escuchó con atención. Las posibilidades de una fuga en el traslado eran pocas, sin duda era un plan arriesgado, pero no imposible. Y, al fin y al cabo, todo plan de fuga era arriesgado. ¿Qué mejor que escaparse junto con Serge, Alona, Tizoc, y el resto de los presos que había conocido? 

Entonces, en un gesto de lo más inesperado, Leblanc le ofreció un pedazo de su pan. Fue tan sorpresivo que Hazir estuvo a punto de lanzarse a por él sin más, sin poner cuidado de si lo que mordía era pan o la mano de su compañero. Sin embargo, se controló, mientras notaba el hambre acentuada por su olor, y dijo:

-Vaya, está claro que estoy rodeado de verdaderos caballeros, más que esos que se pavonean con sus armaduras y sus escudos a lomos de corceles blancos. Gracias, señor Leblanc. 

Cogió el pan con gesto delicado, aunque se lo comió como todo lo anterior, con voracidad inusitada. En un par de bocados lo terminó, con el mismo ansia que el resto de la comida. 

Carraspeó y esperó la respuesta de Tizoc, dejando hablar a Leblanc y Krishnarj sobre la fuga. Aún no podía aportar mucho a su conversación.

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20/12/2016, 21:54
Pain

Río por lo bajo. Salvaje y orgullosa, como Alona, pero al contrario que esta, no era agresiva ni se lanzaba de buenas a primeras por instinto. No, era taimada, inteligente y observadora. Sabía lo que hacía, y sabía como lo hacía. El hecho de que estuviera allí, y no con el hobgoblin -que parecía más de su estilo- es que esperaría complementar sus habilidades ocultas con una cabeza de turco grande que se llevara los golpes si ella hacía algo. En ese sentido, el bruto de Amok era perfecto. Ella no quería trabajar para él, sino usarlo de escudo. Era un buen plan, excepto porque aquél semiogro habría sobrevivido a muchos como ella allí dentro, y eso significaba que no era tan tonto como parecía dejar ver. 

Cuando hablaba era como cualquier otro bárbaro, pero el brillo en su mirada. No, no era un simple matón. Él era la cabeza pensante que controlaba a tipos con músculo pero poco cerebro, con el añadido de que si alguno se creía muy listo, podía partirle todos los huesos. Claramente, y como se encargaba de recordar, era de los que mandaban. Pero sus palabras le habían hecho pensar, y decidió tirar de ahí.

- ¿Cuáles eran las costumbres de tu tribu? - Preguntó, sin importarle demasiado, mientras devorada la segunda mitad del bollo y bebía, pasando el pan por su garganta con un largo trago de leche. - ¿Y por qué dices que eres el "más" influyente? ¿Acaso alguien te intenta quitar el puesto?

Una sonrisa inocente afloró a su rostro mientras se movía imperceptiblemente para poder ponerse a salvo en caso de que sus palabras enfadaran demasiado al grandullón y decidiera pegarle. Estaba bastante convencido de que no ocurriría, pero prefería asegurarse y estar preparado.

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20/12/2016, 23:20
Nickar

Le miró soberbia por su pregunta, era buena pero errónea - ¿y si antes de preguntar das tu nombre? - costumbres, también querría conocerlas, lo más parecido a una costumbre que tenia ella, era utilizar las manzanas para envenenar a sus víctimas, sin veneno, ni eso podía...

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20/12/2016, 23:54
Pain

Tenía razón, por supuesto. Había preguntado dos veces. Y dos veces había decidido no presentarse. Al salir del carro no lo había hecho tampoco, pero allí el capitán de la guardia había hecho los honores. Sonrió, una mueca de medio lado.

- Cierto es, mi nombre, o como me conocen, es Pain. Así podéis llamarme, si gustáis - Dijo en un tono conciliador, aunque con una pizca de mordaz descaro.

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21/12/2016, 12:46
Tizoc
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Notas de juego

Yo voy a poner la oreja a lo que se dice en la otra mesa, calculad vosotros la dificultad. 

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21/12/2016, 12:46
Tizoc

Tizoc guardó silencio un momento, parecía un tanto ido, perdido en su mente. No perdía detalle de la conversación pero parecía estar pensando en algo más. 

No soy un señor, soy un trasgo. - dijo mirando confuso a Hazir. - Un goblin, ¿Nunca has visto ninguno? Él tambien lo es. - añadió con su vocecita señalando al otro trasgo de la mesa. A pesar de la seguridad con la que lo decía Tizoc, había varias diferencias notables entre ambos empezando por el tono de piel, el tamaño de las orejas y terminando por las manos. Las manos de Tizoc eran más grandes y fuertes, con dedos largos y callosos. 

Siguió comiendo el trozo de pan con gusto. Llevaba muchos días sin comer tan bien y no pensaba dejar ni una miga. - No tenemos mucho tiempo para averiguar eso, quizá haya algún papel en los barracones de los guardias pero es difícil llegar hasta allí. - dijo el goblin arrugando el morro. 

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21/12/2016, 13:04
Hazir Al-Tamsa

La respuesta de Tizoc no se hizo esperar. Trasgos. Fascinante, pensó Hazir. Una nueva criatura que añadir a las que ya conocía, y. por lo que parecía, un nuevo amigo. No se podía pedir más. 

-No, nunca había visto uno, Tizoc. Pero me alegro de conoceros. 

Ya con su curiosidad satisfecha, aunque había muchas más cosas que podría preguntarle, se volvió hacia el otro trasgo. 

-No sé nada de Arokhan, no conozco el país. Pero has dicho que necesitabas brazos fuertes llegado el caso, ¿No es así? Para eso, mi buen señor, estoy disponible. También puedo ayudaros si necesitáis entrar en el barracón, aunque creo que Tizoc o Serge serían más adecuados. 

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21/12/2016, 19:25
Ishrad Corlav
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Notas de juego

La tiro en oculto. Es por si se algo sobre donde está el lugar.

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23/12/2016, 09:36
-Residuos del Dolor-

Atento a la conversación de la otra mesa, descubres que por ahora se trata de una mera presentación después de los alardes de superioridad del semiogro.

¡¡Soy Amok!!- había gritado el bruto. Luego, más sereno continuó hablando más o menos claro dependiende del pan que tuviera en la boca -Hecho de menos las prácticas de mi tribu, mi clan era temido por toda la región. No quiero dominar la prisión, quiero que me tengan miedo y machacaré a todo aquel que ose ofenderme, levantarme la voz o incordiarme con tonterías.-

-¿Cómo os llamáis?- dijo Amok. A continuación Nickar y Pain se presentaron.

La primera que escuchaste fue la voz dulce de la pequeña -Nickar, y obviamente no me gusta mucho que digan que incordio- hace una pausa revelando que, seguramente, Amok la encontraba molesta por algo que dijo nada más sentarse -solo pensé que sentarme sin decir nada seria incorrecto, y siempre es bueno tener buenos músculos como apoyo,... -

Tras ello habló Pain, pero en lugar de presentarse lanzó preguntas a Amok de forma temararia e imprudente -¿Cuáles eran las costumbres de tu tribu?¿Y por qué dices que eres el "más" influyente?¿Acaso alguien te intenta quitar el puesto?- El posterior silencio de Amok reveló que no estaba agusto con semejante acitud. Nickar intervino -¿y si antes de preguntar das tu nombre?-

-Cierto es, mi nombre, o como me conocen, es Pain. Así podéis llamarme, si gustáis- Dijo en un tono conciliador, aunque con una pizca de mordaz descaro.

La contestación de Amok no tardará en llegar...

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23/12/2016, 09:44
-Residuos del Dolor-

-Arokham- tu nombre se repetía incponscientemente en tu mente mientras repasabas los lugares geográficos. Una por una visualizaste las ciudades he hiciste un esfuerzo por encajar el nombre en las cárceles o prisiones urbanas sin resultado. Estabas completamente seguro de que la prisión no estaría al Sur o al Este, había un 50% de posibilidades de que se encontrara al Oeste o el Norte. Todo dependería de la velocidad del transporte.

Pero había otra cosa de la que estabas seguro. En tus años de fechorías, nunca habías escuchado el nombre de esa prisión. Por lo que cabría esperar cualquier cosa debido al secretismo. Quizá una organización mayor. Pues debían tener recursos si conocían qué presos se encontraban en cada cárcel manteniendo el nombre en secreto para los reos.
 

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23/12/2016, 09:48
Reo 642

Gravé el descaro de Pain en mi mente, lanzándole una mirada de autoridad y respirando con fuerza. Tal y como hacía con mis semejantes. -Nickar, Pain- repetí los nombres para grabarlos en la memoría, terminé con el desayuno y me crují el cuello. Acto seguido miré a uno de mis antiguos fieles. Mientras le zurraba antes de que los guardias me dejaran inconsciente me dijo algo que no alcanzo a comprender. No porque sus palabras fueran extrañas sino porque le resultaba difícil pronunciar mientras mi puño le aplastaba la cara. Ahora intento recomponer las palabras en mi cabeza. -guarradas, guarridas, guaridas, guardias... ¡guardias! ¿se llevaron también a los guardias?- pregunté para mí aunque lo dije en voz alta.

Miré a Nickar y Pain que daban buena cuenta de su desayuno mientras eran testigos de mi ida mental. Señalé al tipo. Su rostro estaba amoratado, tan hinchado que apenas era reconocible y le faltaban dos dientes. Apenas había probado bocado pues, seguramente, la mandíbula le dolería demasiado para comer. -¿Veis a ese tipo?- les dije, ellos se giraron -era uno de los míos hasta que le hice eso. Minetras le pegaba dijo algo "se llevaron también a los guardias" o "te llevarán también a la guarida" o "se llevarán también las guarradas" no lo entendí bien. Sangraba demasiado- hice una pausa en la que reí, aunque más que una risa parecía una tos seca -Si hablo con ese despojo terminaré matándolo. Demostrad que servís de algo y sacadle una explicación para mí.- Les dije mirándoles con una sonrisa.
 

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23/12/2016, 10:01
-Residuos del Dolor-

-Nickar, Pain- Amok repetió los nombres con seriedad. Luego hubo un largo silencio hasta que por fin Amok volvió a hablar más para sí que para sus acompañantes -guarradas, guarridas, guaridas, guardias... ¡guardias! ¿se llevaron también a los guardias?-

-¿Veis a ese tipo?- les dijo -era uno de los míos hasta que le hice eso. Minetras le pegaba dijo algo "se llevaron también a los guardias" o "te llevarán también a la guarida" o "se llevarán también las guarradas" no lo entendí bien. Sangraba demasiado- hizo una pausa y lanzó una carcajada, aunque más que una risa parecía una tos seca -Si hablo con ese despojo terminaré matándolo. Demostrad que servís de algo y sacadle una explicación para mí.-
 

Las conversaciones de tu mesa te sacaron del ensimismamiento que te producía escuchar aquellas palabras sobre el ruído ambiental.

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23/12/2016, 10:05
Alona Hordalad

Escuché atenta las palabras de Krishnarj y cada vez tenía más ganas de aplastarle la cara por esa actitud. Me irrita la gente que sabe más de lo que dice. -Error, Krishnarj. Que yo sepa nosotros no hemos tenido que luchar para ir "Arokhan". Tú sí y ¿qué?¿nos lo cuentas porque nos necesitas? eso puedo entenderlo pero ¿te necesitamos nosotros a ti?- le digo con mirada airada -Quieres usarnos para conseguir información sin darnos garantías de éxito. Si quieres algo de nosotros...- y con nosotros miro a Serge y Tizoc pues son con los que llevo más tiempo viviendo en esta cárcel -tendrás que contarnos todo el plan. Todo.-

Y sin más continúo comiendo.