Partida Rol por web

Asamblea de Bestias

Última Noche - La Llegada

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08/07/2014, 00:58
Rick Anderson

- Invitación. - Dijo el enorme hombre. Era un hombre alto, de gran musculatura y fuertes brazos. Tenía cara de pocos amigos, y permanecía cruzado de brazos, girando únicamente la cabeza hacia ti, mirandote fijamente a traves de sus gafas de sol. Y las llevaba a pesar de ser de noche, y aun así tienes claro que estaba mirandote.

Te sorprendio por un lado lo mecánico de sus gestos, de su tono.

Jennifer no tardó en sacar de su pequeño bolso, aquella carta que le había costado la vida a tu viejo amigo, y que por poco os cuesta a Jennifer y a tí la vuestra. Se la tendió al segurata.

El calvo, tomó la invitación, pero ni siquiera la miró. Estiró el brazo al otro segurata, que tomó la invitación y la miró. - Señorita McLauren y acompañante. - Pareció hablar solo, pero una visión más detallada revelaría que uno de los botones del cuello era ligeramente más grande, posiblemente un micro, así como un interfono de botón que llevaba en el oído. Giró la cabeza hacia un lado, mirando un punto sobre la puerta.

No te costó suponer que aquello, era una cámara de seguridad.

Aun así, tardó algo más de quince segundos en abrir la boca. - Es un placer tenerles con nosotros esta noche. Adelante. - Tendieron la invitación de vuelta, y el primer segurata, el calvo, se hizo a un lado, permitiendo el paso.

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08/07/2014, 00:58
El Libro de Nod

Torre Russ: Recepción.

Al entrar, lo primero que podría impresionar a cualquier es la altura del techo. Debía tener al menos tres pisos de alto. Lo segundo fue, que un edificio que desde fuera podía parecer tan moderno y vanguardista fuera, por contra, tan clásico en su interior.

Todo estaba lleno de elegantes columnas, de filigranas trabajadas en la piedra, de pasamanos de mármol y de ricas lámparas compuestas por miles de cristales. El techo, ricamente decorado en maderas nobles y ricas pinturas que le daban un toque renacentista al lugar.

La temperatura era más que agradable. Nada que ver con el exterior. De alguna manera, al entrar por la puerta, es como si hubieras pisado el jardín del Edén. Un lugar a salvo de la jungla exterior, donde no podía escucharse nada de lo que sucedía en el exterior del edificio. Tampoco verse... pues una de las cosas que más podía llamar la atención de cualquier persona allí, era que no había ni una sola ventana que diera al exterior.

Y aun así, el aire no estaba viciado.

En comparación a los que estaban fuera, allí apenas había gente. Reunidos en pequeños grupos que parecían compartir no solo conversación, si no también estilo de vestir, formas y maneras. Desde dónde estabas, podías ver tres puertas. Uno a la derecha, otro a la izquierda y otra al frente.

Además, había unas escaleras en la parte frontal. Unas escaleras que te invitaron a alzar la cabeza, encontrando allí dos figuras que estaban solas en la planta en la que se encontraban.

 

http://www.comunidadumbria.com/imgs/rpw/pnjs/531136e3c1d09.png
Un hombre vestido de traje, elegante y de porte perfecto, que parecía estar vigilando quien entraba y quien salía de la Torre. Un hombre que tendría aproximadamente unos cuarenta años, de pelo largo y perfecta perilla. Mantenía ambas manos sobre la barandilla, sin apenas moverse, como si esperara algo.

 

 


A su lado, un hombre entrado en años. Este vestía de una forma más variopinta, como si fuera disfrazado de una época anterior, armado con una túnica, capa y un casco bajo uno de los brazos. Se mantenía un paso más atrás que su compañero, como un fiel guardián y consejero, que esperaba la llamada de su señor.

 

Ninguno de los dos pareció inmutarse de que los miraras, ni se movieron, ni dijeron palabra.

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08/07/2014, 01:04
Oliver Green

No habia ni rastro de Dimitri a tu alrededor. Y, al mirar a toda aquella gente, lo más dificil de todo, con diferencia, era intentar imaginar cómo gente tan dispar habia terminado alli, en aquel lugar.

Sin embargo, y a pesar de tus intenciones, en tu caso ni siquiera tuviste tiempo de buscar esa barra, ni a ese camarero que te sirviera algo de beber mientras Dimitri se dignaba a aparecer, si es que lo hacia.  De repente, una mano se posó en tu hombro, delicada, suave, sin ningun tipo de brusquedad. - ¿Señorita Richardson? - te llamó entonces, una suave voz de hombre, melódica, casi hipnótica. Una voz que, sin duda, se correspondia con el rostro que habia ante ti, y con aquellos dos enormes ojos azules.

El joven que habia ante ti te sonrio, una media sonrisa amable y atenta, que invitaba a entablar conversacion- Me llamo Oliver. He venido a por usted. - dijo entonces, cabeceando ligeramente en direccion hacia ella, servicial, cuidando todos y cada uno de sus gestos, caballero y perfecto.

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08/07/2014, 01:11
Corey Anderson

El primer segurata, el calvo, tomó la invitación, pero ni siquiera la miró. Estiró el brazo al otro segurata, que tomó la invitación y la miró. - Señorita Jackson. Sí. - Pareció hablar solo, pero una visión más detallada revelaría que uno de los botones del cuello era ligeramente más grande, posiblemente un micro, así como un interfono de botón que llevaba en el oído. Giró la cabeza hacia un lado, mirando un punto sobre la puerta.

No te costó suponer que aquello, era una cámara de seguridad.

Aun así, tardó algo más de quince segundos en abrir la boca. - Señorita Jackson. Es un placer tenerla con nosotros esta noche. Adelante. - Tendieron la invitación de vuelta, y el primer segurata, el calvo, se hizo a un lado, permitiendo el paso.

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08/07/2014, 01:13
El Libro de Nod

Torre Russ: Recepción.

Al entrar, lo primero que podría impresionar a cualquier es la altura del techo. Debía tener al menos tres pisos de alto. Lo segundo fue, que un edificio que desde fuera podía parecer tan moderno y vanguardista fuera, por contra, tan clásico en su interior.

Todo estaba lleno de elegantes columnas, de filigranas trabajadas en la piedra, de pasamanos de mármol y de ricas lámparas compuestas por miles de cristales. El techo, ricamente decorado en maderas nobles y ricas pinturas que le daban un toque renacentista al lugar.

La temperatura era más que agradable. Nada que ver con el exterior. De alguna manera, al entrar por la puerta, es como si hubieras pisado el jardín del Edén. Un lugar a salvo de la jungla exterior, donde no podía escucharse nada de lo que sucedía en el exterior del edificio. Tampoco verse... pues una de las cosas que más podía llamar la atención de cualquier persona allí, era que no había ni una sola ventana que diera al exterior.

Y aun así, el aire no estaba viciado.

En comparación a los que estaban fuera, allí apenas había gente. Reunidos en pequeños grupos que parecían compartir no solo conversación, si no también estilo de vestir, formas y maneras. Desde dónde estabas, podías ver tres puertas. Uno a la derecha, otro a la izquierda y otra al frente.

Además, había unas escaleras en la parte frontal. Unas escaleras que te invitaron a alzar la cabeza, encontrando allí dos figuras que estaban solas en la planta en la que se encontraban.

 

http://www.comunidadumbria.com/imgs/rpw/pnjs/531136e3c1d09.png
Un hombre vestido de traje, elegante y de porte perfecto, que parecía estar vigilando quien entraba y quien salía de la Torre. Un hombre que tendría aproximadamente unos cuarenta años, de pelo largo y perfecta perilla. Mantenía ambas manos sobre la barandilla, sin apenas moverse, como si esperara algo.

 

 


A su lado, un hombre entrado en años. Este vestía de una forma más variopinta, como si fuera disfrazado de una época anterior, armado con una túnica, capa y un casco bajo uno de los brazos. Se mantenía un paso más atrás que su compañero, como un fiel guardián y consejero, que esperaba la llamada de su señor.

 

Ninguno de los dos pareció inmutarse de que los miraras, ni se movieron, ni dijeron palabra.

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08/07/2014, 01:18
Ian

- Créame cuando le digo que al acabar la noche, no seré el único que le llame por su nombre de pila. - Habló con un tono tranquilo y sosegado, pero seguro de sus palabras. Era extraño hablar con él, y como de vez en cuando, no parecía haber posibilidad de réplica a algunas de sus palabras.

Esperó hasta que levantaste la falda, y comenzó a subir las escaleras, despacio. Te habías fijado que todos sus gestos eran propios del caballero inglés más refinado, y la única forma de definir sus gestos era perfecta elegancia. Subisteis las escaleras, cuarenta y dos escalones, exactamente. Ahora mismo, estaban en aquella tribuna, aquel palco desde el cual aquel hombre e Ian habían estado observando tu llegada. Pero Ian no se detuvo allí, siguió caminando hacia una parte que, desde donde habías entrado no se podía ver. Hacia la pared del fondo, donde había un ascensor propio de los años 30, con rebordes dorados y todo con un exquisito toque de los años 30 que iba a juego con aquella decoración clasica del interior del edificio.

En el lugar predominaba dos colores: el color blanco mármol y el rojo carmesí. Ian llevó su mano hasta el botón, llamando el ascensor. Nada más darle al botón, sono aquel clásico "clinc" que indicaba la apertura de las puertas del ascensor. - Era mejor que no nos vieramos. Han sido unas semanas de lo más... duras. Y jamás me atrevería a bromear con algo así. Le diré que esta Torre llevaba sin abrirse durante muchos años. -

Las puertas del ascensor se abrieron. - Las damas primero, por favor. Debo reconocer que habría sido una enorme decepción no tenerla aquí esta noche. - Y se subió al ascensor detrás de ti, pulsando el botón de la decimo segunda planta.

- ¿Brad Pitt? - PReguntó Ian, mirandote de reojo con curiosidad.

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08/07/2014, 01:26
Reuben

Reuben sonrio al escuchar la forma en la que te referías al tipo del balcón quien, en aquel preciso instante, pareció reaccionar ante algo... o ante alguien. Una mujer rubia, con un despampanante vestido rojo que debia costar cuatro veces lo mismo que tu alquiler durante los proximos dos años entró en la sala, despues de que aquel mismo segurata que acababa de atenderos se preocupara incluso de quitarle el abrigo de piel blanca que llevaba sobre aquel lujoso modelo.

Nada mas verla, el tipo mas joven intercambio un par de palabras con el mayor para, acto seguido, descender aquellos peldaños que le separaban de la mujer, yendo a su encuentro. - Si, si que lo es. Es, sin duda, el hombre mas poderoso de esta ciudad... es un Principe. - dijo, con una enigmatica sonrisa. Sin embargo, la mirada de Reuben tambien parecio posarse en aquella mujer durante unos segundos, mientras aquel tipo parecia intercambiar con ella algunas palabras acompañadas de más de un gesto y sonrisa.

La sonrisa de Reuben se afilo en el rostro, y se limitó a asentir, dedicando unos ultimos segundos a la rubia, antes de volver a centrarse en lo que verdaderamente captaba su atencion en aquel momento: Erika.

-Por qué estás aqui... -dijo, con una media sonrisa, volviendo a clavar su mirada en ella, enigmatico de nuevo- Eso pronto lo sabrás... De momento solo te diré que, lo creas o no, estás aqui porque eras única y especial. Porque nadie mejor que tu podria estar aqui, en este preciso instante, acompañándome. - susurró acercandose a tu oido, mientras aquellos largos dedos suyos acariciaban tu mejilla, capaces de arrancar un escalofrio a cualquiera. 

Su sonrisa se ensanchó entonces, ladeando la cabeza, mientras miraba a la chica, esperando una reaccion por su parte. Y, acto seguido, volvio a ofrecerle su brazo, dispuesto a sacarla de alli- Vamos, tomemos algo en un sitio más animado, ¿no crees? Creo que tengo el lugar perfecto para tomar esa copa... -añadio, señalando hacia una de las escaleras laterales, con intencion de entrar en una nueva sala con ella.

Entretanto, Rachel y Sacha seguian hablando, en condiciones simliares a las tuyas con Reuben. En realidad, era como si, desde que entrásteis, Reuben se hubiera centrado en tu presencia, obviando la de Sacha.

Eso era cosa de Rachel.

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08/07/2014, 01:27
Rachel

En aquel preciso instante, el tipo mas joven pareció reaccionar ante algo... o ante alguien. Una mujer rubia, con un despampanante vestido rojo que debia costar cuatro veces lo mismo que tu alquiler durante los proximos dos años entró en la sala, despues de que aquel mismo segurata que acababa de atenderos se preocupara incluso de quitarle el abrigo de piel blanca que llevaba sobre aquel lujoso modelo. Nada mas verla, el tipo mas joven intercambio un par de palabras con el mayor para, acto seguido, descender aquellos peldaños que le separaban de la mujer, yendo a su encuentro.

Apenas unos segundos después, la escena se repitio, esta vez teniendo al tipo más anciano y a una elegante joven morena como protagonistas. Aquel balcón habia quedado momentaneamente desierto, cuando sus dos ocupantes habian ido, mas alla de toda duda, a reunirse con sus acompañantes a aquella fiesta.

Por el rabillo del ojo viste como Reuben, que cada vez parecia centrarse más en Erika, desviaba su atencion hacia la rubia, dedicandole unos cuantos segundos a aquella visual, para despues volver a centrarse en Erika, dedicandole incluso una caricia en la mejilla.

Por su parte, Rachel sonrio, melodica y atrayente, ante tu respuesta a su comentario- Las mias ya las tienes... Si no, no estarías aqui, creeme. - dijo, dedicandote una intensa mirada, que acompañó de un guiño, mientras volvia a prestar atencion a las palabras de Sacha, afilando aquella sonrisa que habia en su rostro- ¿Mick Jagger? No es la musica lo que te ha traido hasta aqui, Sacha. Eres tu. Tu eres la razon de tu presencia aqui. - dijo, acercando sus labios al oido de el, en un suave susurro- No te preocupes... Confia en mi. Será una noche sensacional. - añadio, agarrada a su brazo, mientras señalaba hacia una de las salas. Una en la direccion contraria a la que acababan de marcharse, delante de ellos, Erika y Reuben- Ven... vayamos a tomar algo. Aun hay mucho por ver. Mucho por descubrir antes de que nos sorprenda el amanecer...

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08/07/2014, 01:52
Leah Jones

Casi podias ver el interior de aquella sala contigua cuando, de repente, un empujon rompio aquella escena, haciendote reaccionar de golpe.

A tu espalda, una joven que apenas habria cumplido los veinticinco, con el pelo perfectamente arreglado y un vestido que no parecia ser precisamente barato, más bien todo lo contrario- Oh, Dios mio, disculpeme... - dijo, mirandote, azorada, mientras intentaba mantener el equilibrio con una pierna ligeramente apoyada en la otra- ¿Le he hecho daño? - añadio, apoyando la palma de su mano en tu brazo, mientras te miraba, con cierto agobio y con cierta vergüenza.

-Lo siento de veras... Soy un desastre... -dijo la mujer, antes de acabar por apartar aquella mano de tu brazo, aun sin apoyar un tobillo en el que, visiblemente, se habia hecho daño con el traspies.-

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08/07/2014, 02:02
Alice Richardson
Sólo para el director

Me gire y parpadee varias veces confusa al ver al chico, era muy atractivo y tenia unos ojos impresionantes, pero lo que me confundió no fue el echo de que un chico joven y guapo me hablara si no lo que dijo.

¿De que me conocía? ¿Trabajaría para Dimitri?

Estuve apunto de torcer el gesto a uno mas borde solo con pensar en Dimitri pero de golpe una frase cruzo mi mente No matar al mensajero Aquel chico no tenia culpa de nada, y había hablado de forma bastante amable - E...Encantada - Mentira no lo esta, que si me lo hubiera cruzado en otro lugar de otra manera, si vamos estaría encantada de la vida de hablar con semejante bombón, pero ahora mismo... era otro cantar. - ¿Vienes a por mi? ¿Por que? ¿Te ha enviado Dimitri? - Pregunte con claridad, intentando mantener un tono suave recordando que el no tenia la culpa de que un loco me hubiera... ¿Acosado? aun no sabia ni como catalogar las acciones de aquel hombre hacia mi.

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08/07/2014, 23:57
Cristine Stark
Sólo para el director

Cristine estaba realmente sorprendida por la estética de aquel edificio, parecía estar sumergida en una película de los años 30... y lo mejor de todo, es que además estaba acompañada por un caballero como los de antes. La señorita Stark a pesar de estar embelesada por lo que le estaba pasando no pudo evitar preguntarse ¿Qué hacía una chica como ella en un lugar como aquel?

 Cuando Sir Ian comentó lo de su nombre de pila, arrugó ligeramente el ceño sin comprender en absoluto lo que quería decir, pero prefirió no decir nada, porque sencillamente no sabía que añadir.

- Lamento que haya tenido usted problemas, espero que haya sido capaz de resolverlos...- le dijo con sinceridad- La verdad es que es un gran honor el que me ha brindado usted esta noche al invitarme a un lugar así... Lo sorprendente de este edificio es el contraste con el aspecto que presenta al mundo, como un edificio joven y vanguardista mientras que su interior es mucho más antiguo y misterioso... estoy realmente fascinada- admitió- pero aún no sé por qué lo ha hecho- lo miró con curiosidad- es usted alguien muy importante dentro de sus circulos, de eso no cabe duda alguna... mientras que yo, yo sólo soy una simple funcionaria... de buena familia, pero muy alejada de lo que configura su mundo- Cristine suspiró y subió al ascensor confiada.

Cuando Ian la miró de reojo preguntándole sobre Brad Pitt se permitió una sonrisa.

- ¿No lo conoce? Es un gran actor y además está considerado como uno de los hombres más atractivos del planeta, le puedo recomedar algunas de sus películas. La noche en que lo conocí a usted echaban una peli de él por la tele... ¿De verdad que no sabe quien es Brad Pitt? Es verdad que el hombre que estaba con usted hace un rato no es exactamente igual, pero un aire si que le dá, se lo aseguro.

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09/07/2014, 17:57
Sandro Rosselly

- No se preocupe, señorita. No, no me ha hecho daño. -intento tranquilizarla con una sonrisa- Y usted, ¿se encuentra bien? Parece que podría haberse lastimado un tobillo. -la chica aguanta el equilibrio a la pata coja, intentando no apoyar el pie dañado.

Quizás debería sentarse, a ver si, con suerte, no ha sido nada y se le pasa enseguida. ¿Me permite que la acompañe? -busco con la mirada un sitio donde pueda descansar para llevarla hasta allí.

¿O prefiere que avise a su acompañante? -Guapa chica la que se me ha caído encima, la verdad.- Si me dice donde está, lo haré encantado.

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11/07/2014, 01:18
Oliver Green

Aquel chico esbozó una perfecta sonrisa, manteniendo la mirada fija en ti- Encantado. - dijo, sencillamente, mientras agarraba con delicadeza tu mano derecha con la punta de sus dedos, inclinandose ligeramente para besarla, caballeroso.

Nada más acabar aquel gesto, acabó por soltar de nuevo tu mano, asintiendo, con una media sonrisa divertida, al escuchar tus deducciones- Asi es, el señor Dimitri es quien me envia. - dijo, mostrando todo el respeto que tu no mostrabas por Dimitri.

Y entonces, señaló una de las puertas que hacia las veces de salida de la sala, con un gesto elegante y cargado de educacion- Me envio a buscarla nada mas supo que habia llegado... No quería que una flor tan exquisita como usted pasara más tiempo entre zarzas... -dijo, refiriendose obviamente al resto de invitados de la fiesta.

En aquel momento, por casualidad, viste como aquel hombre joven al que habias visto en lo alto de la escalera pasaba por vuestro lado, con una elegante y despampanante rubia  claramente forrada de dinero del brazo, en direccion a algun sitio. El más anciano tampoco estaba ahora en la escalera y disfrutaba de una agradable conversacion con una joven morena varias decadas mas joven que el, algunos metros más allá.

El que mas y el que menos parecia haber encontrado su sitio y cada vez eran menos los que parecían desorientados en aquel lugar.

 

-¿Me acompaña entonces, señorita Richardson? -dijo el joven, tendiendote el brazo, servicial, esperando que lo aceptaras.

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11/07/2014, 01:32
Patrick Dempsey
Sólo para el director

Mantuve la mirada en los "ojos" de aquel gorila fijamente, sin un atisbo de temor. Nunca le había temido a nadie y no iba a empezar ahora, por muy jefe se creyera por llevar gafas de sol de noche. Le mostré mi invitación con tranquilidad antes de comenzar a caminar hacia aquella fiesta, pendiente de que en algún momento toda la realidad se fuera a la mierda y me despertara de aquel sueño tan real. 

Aquello era mi última esperanza pues el resto de posibilidades no eran muy alentadoras. ¿Me estoy volviendo loco?

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11/07/2014, 01:33
Alice Richardson
Sólo para el director

De Señor tiene bien poco, yo mas bien dirías acosador, narcisista, ególatra...

Repetí varias veces mas en mi mente que aquel muchacho no tenia culpa del mal humor que me causaba su jefe o lo que fuera para el Dimitri y así pude mantener la compostura y la sonrisa en mi rostro. Pero lo que si no pude evitar es que ante su halago mis mejillas se rozaran un poco, pues no era una chica acostumbrada a ellos y a día de hoy seguía sin saber como reaccionar o decir.

Me cogí de su brazo mirándolo y asintiendo - Te acompañare - Confirme mis acciones con palabras.

- ¿Te ha mandado a ti para relajarme antes de verlo a el o por que es demasiado engreído como para moverse para venir a buscarme el mismo? - Seguramente se imaginaria que lo mandaría a paseo y no querría que lo hiciera ante todas aquellas personas, una opción bastante inteligente por su parte, no lo iba a negar.

- ¿Quien organiza esta fiesta? - Pregunte con curiosidad al ver la variedad de gente en ella.

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11/07/2014, 01:41
Leah Jones

-¿De verdad? - preguntó la mujer cuando afirmaste que no te habia hecho daño. Seguia agarrada a ti, intentando esta vez volver a apoyar un pie que, aunque dolorido, no parecia roto ni nada por el estilo.

Sonrio ante tu ofrecimiento, enganchandose con naturalidad a tu brazo, mientras ambos caminabais hacia un par de comodos sillones de aspecto antiguo, en los que la chica no tardo en dejarse caer- Es usted muy amable... De verdad. -dijo, sincera, algo apurada al pensar que estaba haciendo que perdieras alli tu precioso tiemp. -Creo que no ha sido nada... y mejor... Creo que no hay peor noche en todo el año para acabar en urgencias que esta... -te dijo la mujer, con una media sonrisa, mientras, una vez sentada, cruzaba elegantemente las piernas, alzando aquel tobillo para ver qué sucedia.

Sin embargo, la expresion de la chica mutó al escuchar tu ultima frase, abriendo mucho los ojos para, acto seguido, dejar escapar una breve y melodiosa carcajada- ¿Acompañante? -dijo entonces, con un deje de sorpresa, mirándote, mientras  negaba, alzando incluso la mano a la altura del pecho ligeramente, agitándola con elegancia. - No, no... No tengo acompañante... He venido sola. - dijo, mirandote, con una sonrisa- ¿Y a ti? ¿Hay alguien esperándote y odiandome por retenerme aqui ?- te comentó, observandote en medio de toda aquella gente, para ver si tu mirada buscaba o no alguien.

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11/07/2014, 01:42
Corey Anderson

El primer segurata, el calvo, tomó la invitación, pero ni siquiera la miró. Estiró el brazo al otro segurata, que tomó la invitación y la miró. - Señor Dempsey. Sí. - Pareció hablar solo, pero una visión más detallada revelaría que uno de los botones del cuello era ligeramente más grande, posiblemente un micro, así como un interfono de botón que llevaba en el oído. Giró la cabeza hacia un lado, mirando un punto sobre la puerta.

No te costó suponer que aquello, era una cámara de seguridad.

Aun así, tardó algo más de quince segundos en abrir la boca. - Señor Dempsey. Es un placer tenerlo con nosotros esta noche. Adelante. - Tendieron la invitación de vuelta, y el primer segurata, el calvo, se hizo a un lado, permitiendo el paso.

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11/07/2014, 01:43
El Libro de Nod

Torre Russ: Recepción.

Al entrar, lo primero que podría impresionar a cualquier es la altura del techo. Debía tener al menos tres pisos de alto. Lo segundo fue, que un edificio que desde fuera podía parecer tan moderno y vanguardista fuera, por contra, tan clásico en su interior.

Todo estaba lleno de elegantes columnas, de filigranas trabajadas en la piedra, de pasamanos de mármol y de ricas lámparas compuestas por miles de cristales. El techo, ricamente decorado en maderas nobles y ricas pinturas que le daban un toque renacentista al lugar.

La temperatura era más que agradable. Nada que ver con el exterior. De alguna manera, al entrar por la puerta, es como si hubieras pisado el jardín del Edén. Un lugar a salvo de la jungla exterior, donde no podía escucharse nada de lo que sucedía en el exterior del edificio. Tampoco verse... pues una de las cosas que más podía llamar la atención de cualquier persona allí, era que no había ni una sola ventana que diera al exterior.

Y aun así, el aire no estaba viciado.

En comparación a los que estaban fuera, allí apenas había gente. Reunidos en pequeños grupos que parecían compartir no solo conversación, si no también estilo de vestir, formas y maneras. Desde dónde estabas, podías ver tres puertas. Uno a la derecha, otro a la izquierda y otra al frente.

Además, había unas escaleras en la parte frontal. Unas escaleras que te invitaron a alzar la cabeza, encontrando allí dos figuras que estaban solas en la planta en la que se encontraban.

 

http://www.comunidadumbria.com/imgs/rpw/pnjs/531136e3c1d09.png
Un hombre vestido de traje, elegante y de porte perfecto, que parecía estar vigilando quien entraba y quien salía de la Torre. Un hombre que tendría aproximadamente unos cuarenta años, de pelo largo y perfecta perilla. Mantenía ambas manos sobre la barandilla, sin apenas moverse, como si esperara algo.

 

 


A su lado, un hombre entrado en años. Este vestía de una forma más variopinta, como si fuera disfrazado de una época anterior, armado con una túnica, capa y un casco bajo uno de los brazos. Se mantenía un paso más atrás que su compañero, como un fiel guardián y consejero, que esperaba la llamada de su señor.

 

Ninguno de los dos pareció inmutarse de que los miraras, ni se movieron, ni dijeron palabra.

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11/07/2014, 01:52
Rick Anderson

Curiosamente, tuviste que esperar menos de lo que habrias esperado. La cola fluia con bastante rapidez y, tan solo un par de veces, aquel tipo que habia en la puerta habia tenido que indicar a un par de espabilados dónde estaba la salida para los que no tenian aquella tarjeta.

- Invitación. - Dijo el enorme hombre. Era un hombre alto, de gran musculatura y fuertes brazos. Tenía cara de pocos amigos, y permanecía cruzado de brazos, girando únicamente la cabeza hacia ti, mirandote fijamente a traves de sus gafas de sol. Y las llevaba a pesar de ser de noche, y aun así tienes claro que estaba mirandote.

Te sorprendio por un lado lo mecánico de sus gestos, de su tono.

Podías ver ahora, desde ese punto de vista, lo bello, caro, lujoso y perfecto del interior del edificio. Sin duda, un lugar único.

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11/07/2014, 01:56
Austin Russell

Al cabo de unos minutos, te das cuenta de quien es allí la seguridad. Es otro gorila como los de la entrada, solo que este parece no tan listo ni espabilado. - ¿Qué pasa? - aquel tipo pronuncio aquellas palabras con una extraordinaria lentitud, más propia de alguien con cierto retraso mental y que quizás ha consumido drogas durante demasiado tiempo. No, desde luego no parecia demasiado agil mentalmente, pero lo que sí tenia era músculo. Y envergadura. De hecho, mirándolo bien, casi podrias haber dicho que era dos veces tu... incluso puede que algo más.

- ¿Porqué llevas esa carta en la mano aquí dentro? - dijo, con la misma exasperante lentitud, dibujando una sonrisa bobalicona en los labios. - ¿Te has perdido o que? -