Partida Rol por web

Bishoujo Senshi II

Capítulo 3: El Concierto

Cargando editor
03/03/2020, 02:05
Mamoru Tsukaima

Él no hacía nada por defenderse. Solo podía sentir impotencia y cierto pánico. ¿Moriría de nuevo? ¿Moriría allí, sin nada que pudiese hacer? Sin embargo, por alguna extraña razón no sentía ganas de llorar. Estaba viendo algo que ya había visto antes. Solo se sentía triste, pero no podía hacer daño a Ruka, a pesar de que sabía que aquella que le atacaba no era Ruka.

Intentaba decir algo, pero la presión en su cuello era demasiada. Sin embargo, antes de que todo se volviese negro, la presión cedió y el aire entró de golpe a sus pulmones sofocados, haciendo que tosiese. Lo único que quedaba de las manos de Tura eran las marcas en su cuello, Ruka se había movido.

Algo aturdido, se llevó una mano al cuello, apoyándose en la otra para intentar sentarse. Cuando lo logró vio a Ruka sentada. Parecía ser la Ruka de siempre, al menos en ese momento.

Ru... ―sintió la necesidad de toser, sin poderlo reprimir. Su cara se retorcía en una mueca de dolor― Ruka... 

Le tomó algo de tiempo y mucho esfuerzo, pero pudo ponerse de pie lo antes posible, caminando hacia Ruka algo tambaleante, sin haber recuperado el aliento por completo. Cayó de rodillas frente a ella. Sabía que en cualquier momento ella podía volver a atacarle. Que no debía acercarse. Pero esa era Ruka, la Ruka de siempre. Ruka no tenía culpa, la culpa no era de ella...

Tranquila, Ruka... estoy aquí ―y extendió una de sus manos para alcanzar el rostro de la chica―. Estoy aquí, no importa lo que pase. Por eso, quédate conmigo.

Cargando editor
03/03/2020, 17:46
Ruka

Ruka parecía bastante perturbada por lo que hacía y no soltaba su cabeza mientras lloraba. No podía dejar de llorar. Cuando te arrodillaste junto a ella y tomaste su rostro, esta dejó de llorar para escucharte, pero eso no quería decir que las lágrimas dejaran de salir. Ruka estaba ardiendo en fiebre y su cuerpo temblaba. Tal vez eso era lo que la había llevado a quitarse la ropa que tenía.

La chica comenzó a sollozar otra vez mientras se abrazaba a ti con fuerza. Temblaba entre tus brazos y al acercarte, pudiste ver claramente la marca en su pecho. Justo sobre su corazón, había una marca semejante a un árbol que desprendía una energía oscura. Sea lo que fuere que le estuviera ocurriendo, esa marca era la causante.

- Tengo miedo, Mamo-kun... Mucho miedo. Esos ojos, esa voz me habla y me confunde. Tengo miedo de desaparecer - se aferró a ti con fuerza mientras lloraba.

- Sabíamos que esto pasaría... -.

De repente, el sonido de una flauta dentro de tu mente te sacó de allí, junto con el sonido de un cascabel que te indicaba el camino. Reconocías ese sonido, era el sonido de la flauta de la sacerdotisa dragón. Ella usaba ese cascabel para guiar las almas de sus súbditos al templo. Ya Hardak no estaba, pero solo Mamoru sabía de un lugar donde podían ser guiados, un espacio dimensional que no se regía por las reglas del tiempo y del espacio, un lugar que solo los guardianes de los cristales podían crear, un lugar salvo para estar. A ese lugar había llegado Mamoru.

Un lugar oscuro con solo un sendero rosa indicando el camino que debía seguir. Al final de este, un hermoso árbol de cerezo con hojas brillantes que daban luz a esa eterna oscuridad y una figura que Mamoru reconocería con facilidad. Se trataba de Shiro Kuroryuu, la sacerdotisa dragón, quien lo esperaba debajo del árbol.

Cargando editor
03/03/2020, 22:44
Mamoru Tsukaima

Cuando Ruka abrazó al rubio, este la rodeó con sus brazos y acarició su desarreglado cabello, intentando calmarla. Ardía en fiebre, eso hizo entender la aletargada mente de Mamoru lo que estaba sucediendo con mucha más certeza. Lo entendió del todo al ver la marca en el pecho de la chica. 

Cerró los ojos un momento al escuchar la voz de Ruka y la abrazó con un poco más de fuerza, compartiendo los sentimientos de la chica. Él tampoco quería que ella desapareciese. Por eso debía hacer algo, pero, ¿qué podía hacer, además de sentirse triste? ¿Acaso esos serían sus últimos momentos con Ruka? No quería que fuese así, no quería que fuese de esa manera. Pero no había nada que pudiese hacer en ese momento. ¿Tenía la fuerza suficiente para cumplir con su deber? ¿Debía hacerlo quizá antes de que fuese demasiado tarde? Pero... él no podía. Tenía un miedo incalculable de volver a morir, de estar lejos de Ruka de nuevo..., Pero tampoco podía hacer nada por cumplir con su responsabilidad, no tenía la fuerza suficiente. Por eso...

Te amo, Ruka. Pase lo que pase no te olvides de ello. Te amo mucho, más que a mi propia vida. No importa lo que suceda, seguiré estando contigo en esta o la siguiente vida ―besó la frente de la chica y cerró los ojos. "Lo sé", fue lo que pensó Mamoru, al escuchar aquella voz.

Mamoru apareció en un lugar completamente distinto luego de escuchar el sonido de una nostálgica flauta. Sabía en dónde estaba, por lo que no se sorprendió. Mamoru estaba triste, pero ninguna lágrima se asomaba por sus ojos aún. 

Al reconocer a la sacerdotisa, Mamoru empezó a caminar hacia el árbol de cerezos, manteniendo su mirada fija en el camino que recorría. Su pecho dolía, pero su rostro no mostraba algún indicio de aquello. Su mente lo torturaba. Sin embargo, aún así, cuando llegó a estar frente a la sacerdotisa se detuvo, apretando con fuerza sus puños.

¿Qué debo hacer? ¿Qué debo...? ―por fin Mamoru se quebró, no pudo aguantarlo más. Se llevó una mano al rostro, ocultando una mueca de dolor― ¿Qué se supone que debo hacer?

Cargando editor
04/03/2020, 04:56
Shiro Kuroryuu

Shiro te esperaba junto al cerezo con el hermoso traje ceremonial que acostumbraba usar en Hardak cuando hacía sus meditaciones. Su cabello caía suelto cubriendo toda su espalda y sobrepasando sus caderas. Toda su figura le daba un aire solemne, pero aún más ahora. Sonreía triste mientras te veía avanzar hacia ella y fue a recibirte cuando la alcanzaste. 

La luz de las hojas del cerezo permitían ver el entorno con claridad y Shiro puso una mano en tu mejilla para limpiar tus lágrimas con un gesto maternal. Ella sentía como propio el dolor de sus dragones. Siempre había sido así. Acarició tu cabello buscando darte consuelo y dijo después de un largo rato - Mi dulce y valiente Mamoru. Si supieras todo lo que has hecho, no te culparías hasta tal punto - posó la mano que viajaba por tu cabello sobre tu húmeda mejilla y siguió hablando. Su voz resonaba con un extraño eco que se expandía por todo el lugar. 

Fue tu corazón quien me llamó. Llevas cargando con este peso solo, el peso de ver cómo tu ser más amado se desvanece poco a poco y de la incertidumbre de tu deber. ¿Podré acabar con ella? Entiendo tu sentimiento y mucho más de lo que imaginas, pero hay algo que quiero decirte - se separó de ti y se puso justo debajo del cerezo.

Verás, el sello que pusimos en Scarlet Bat fue diferente al sello que pusimos en cada uno de ustedes. Todos dormían, ella no. Ella era una prisionera. En el mundo humano sería equivalente a una prisión de alta seguridad con tres llaves diferentes y casi imposibles de encontrar. Esas llaves son sellos que colocamos en su alma para que siguiera durmiendo. Si ella está despertando es porque alguna o algunas de esas llaves fueron encontradas. Después de todo, no hay prisión más segura que un cuerpo humano - dijo refiriéndose claramente a Ruka.

Te dio la espalda un momento y dijo - ¿Recuerdas la diferencia entre la reencarnación nuestra y la reencarnación de los titanes? Ellos destrozan a su receptáculo, dejando solo un cascarón vacío. El receptáculo sólo podría volver a la vida si su voluntad fuera férrea. Si no, moriría inevitablemente junto con el titán al cual alberga. Ruka pudo sobreponerse a Scarlet Bat, y lo sigue haciendo. Todo gracias a ti - sonrió mirándote. Sabía que eso no respondía tu pregunta, pero parecía más con ánimos de aclarar ideas. 

¿Entiendes a lo que me refiero? -. 

 

Cargando editor
04/03/2020, 23:24
Irisu Dairokuten Mao

Irisu pensó que, si no gastaba nada, si no invertía en sus trajes, en los chicos y la base detrás de la disco, también podía dejar de pagar por cámaras y demás equipos especiales para el audio video, si elegía un estilo mas popular, tendría un auto y muchas cosas bonitas.

Pero eran esos detalles los que le gustaban, ella misma se ganaba parte de sus sustento, gastarlo en lo que quisiera era el meollo del asunto.

Y con esas ideas llego al lugar, la pizza y la “casual conversación” se estaban haciendo cosa cotidiana así que esta vez pudo reprimir mejor su sorpresa a la hora de las presentaciones.

-Gracias, tomare solo un pedazo ¿Isabella-chan cierto? Un gusto.

Así tomo el lugar señalado después de una breve presentación.

-Así que hay algo importante hoy ¿…?

Cargando editor
05/03/2020, 18:57
Mamoru Tsukaima

Al sentir el contacto de las manos de la Sacerdotisa en su rostro, Mamoru fue incapaz de contenerse más, dejando salir toda aquella duda, impotencia y dolor que había estado sintiendo desde el momento en el que había despertado. Aquel sentimiento siempre había estado latente detrás de todo. Desde el momento en que despertó, solo estaba corriendo de la verdad que debía afrontar; desde que Ruka había recibido el ataque. Quería creer que podrían vivir de forma normal por más tiempo, quería que eso se hiciese realidad. No quería que Ruka sufriese. Pero él lo sabía: las cosas se complicarían, solo era cuestión de tiempo. ¿Que no sabía lo que había hecho? Lo sabía: no había hecho lo suficiente. 

Escuchar las palabras de la Sacerdotisa, aquellas que entendían cómo él se sentía, le hicieron sentir calidez en su pecho, pero el caudal de lágrimas que empapaban su rostro no se detenía. Intentó recuperar el control de sus sentimientos, limpiando con premura su rostro. Lo consiguió, al menos parcialmente. Había dejado de llorar, pero no se había dejado de sentir horrible. Sus lágrimas, mientras escuchaba a la Sacerdotisa, se encontraban al borde de volverse a escapar.

Así que era verdad, aquel ataque en la cueva... Si tan solo él hubiese sido capaz de evitarlo. Si no hubiese dudado; si hubiese estado con Ruka en ese momento...

Cuando Shiro preguntó si Mamoru recordaba la diferencia de su reencarnación con la de los titanes, asintió. Era algo que tenía muy presente y eso era lo que hacía que su pecho ardiese más. Para cuando la Sacerdotisa terminó de hablar, Mamoru creyó entender a lo que se refería, pero todas sus dudas seguían allí, ninguna de ellas había sido despejada.

¿Acaso... eso es suficiente? Está luchando, pero no podrá resistir por siempre. Ella... está sufriendo. Está sufriendo y no puedo hacer nada ―Mamoru volvió a apretar sus puños con mucha fuerza, hundiendo las uñas en su piel―, no puedo hacer nada.

Cargando editor
05/03/2020, 21:41
Shiro Kuroryuu

Shiro se volvió a girar hacia el rubio y tomó sus manos, entrelazando los dedos con los suyos, sin importarle mucho que eso pudiera lastimarla. Buscaba que el chico se tranquilizara, pero parecía que aquello era más de lo que ella podía hacer. Juntó tus manos y las cubrió con las suyas para luego sonreír.

Si conociera una manera de quitar esa marca de su cuerpo, todo terminaría, pero aún no hay una forma. Sabemos que para los reencarnados bastará con derrotarles, pero Ruka... - bajó la mirada. Era doloroso decirlo, decir que ella debía morir. Podía ser una titánide, pero la sacerdotisa sabía que para Mamoru era más que eso.

Las tres llaves son el cuerpo, el alma y el espíritu. Para llegar a Scarlet Bat, deben atravesar las tres. Si Ruka aún vive, es que todavía hay por lo menos una llave intacta. Tendrían que atravesar su cuerpo físico, dañar el alma, es decir sus emociones hasta el punto en que sea vulnerable y quebrantar su espíritu. Quebrantar su voluntad - te miró intensamente.

¿Lo entiendes ahora? -. 

- Tiradas (1)
Cargando editor
05/03/2020, 22:57
Mamoru Tsukaima

Mamoru se dejó tomar las manos por la Sacerdotisa. Ella trataba de calmarle, pero... ¿Así que en verdad no había forma de salvarla? Aunque Shiro le dijese todo eso con la intención de darle esperanzas, de calmarlo, de consolarlo... No había ningún camino que lo llevase a ello. A pesar de todo, la respuesta a todo seguía siendo la misma. No había nada que hacer para salvar a Ruka.

Aunque tu me digas eso... ―Mamoru mantuvo su mirada clavada en el suelo― No deseo que Ruka sufra, pero tampoco quiero que desaparezca. ¿Soy demasiado egoísta por no querer cumplir mi deber? Por favor, solo dime lo que tengo que hacer... yo... no lo sé. No lo sé. ¡No sé lo que tengo que hacer!

Cargando editor
08/03/2020, 02:54
Narradora

Parecía que la decisión estaba tomada y con la partida de Irisu y Mamoru, el guardaespaldas de Jaycee esperó a que se subieran al auto para acercarlos hasta el distrito comercial. Ya con los tres a bordo, encendió el auto y lo puso en marcha.

El tráfico estaba un poco lento por la cantidad de autos, pero aquello duró poco e hizo del viaje algo relativamente rápido. Al estacionarse, pudieron notar que se encontraban en una de las zonas más populares entre los adolescentes con muchos locales comerciales, heladerías, restaurantes, tiendas, algunas plazoletas donde podían ir de compras o solo tomar una bebida refrescante. Era ese el lugar donde el guardaespaldas les había dejado, esperando que decidieran si querían bajarse ahí o preferían otro lugar. Se bajó del auto y se ubicó junto a la puerta del pasajero para abrirla si le era indicado.

Notas de juego

Para darle un poco de marcha a esto XD.

Cargando editor
09/03/2020, 10:46
Isabella Girelli

¿Teníamos visita? ¿Un Einar? Isy no pudo evitar  mostrar la sorpresa y confusión, para ella aquello eran las primeras noticias. Miró a Alioth, quería hacerle mil preguntas al respecto, pero simplemente lo siguió hasta el salón en silencio, aunque no pudo ignorar el delicioso olor a pizza que inundó la estancia, fue en ese instante que su barriga rugio cuál leon hambriento y es que su desayuno se lo había cedido a su compañero al terminar las clases del señor  Shinta. Sin poder evitarlo desvió la mirada sonriendo avergonzada.

- Mi barriga a prueba la comida... - Añadió entre risillas nerviosas.

Quiso abrir la puerta, pero Legolas fue quien hizo el trabajo. Cuando Irisu-San apareció los ojos de Isy se abrieron por sorpresa. La conocía, claro que la conocía. Con una sonrisa le saludó inclinando ligeramente la cabeza. - Me alegra verte, Irisu-san. - Le indicó que tomase asiento, y se apuró a poner la mesa, tomando platos, cubiertos y vasos. Puso todo con mimo y tras eso se permitió sentarse, dejando espacio por si el Rey Alioth deseaba tomar asiento.

- Con permiso... Me muero de hambre. - Tomó un pedazo de pizza y le dio un bocado. Tras eso miro a sus acompañantes, esperando escuchar.

Cargando editor
11/03/2020, 16:26
Katherine Tempus

Katherine abordó el vehículo buscando una posición en la que pudiese mantener una conversación con Kasumi y Jaycee en lo que llegaban a su destino. Cuando ya estuviese instalada mandaría un mensaje a su hermano para decirle a dónde irían y su tardanza en volver a casa para que así él no se quedase preocupado. 

No tocaron temas tan profundos principalmente porque el tiempo al sitio fue relativamente corto. Cuando arribaron, la inglesa fue la primera en bajar para motivar a esos dos a que hiciesen lo mismo porque se les presentaban muchas opciones para pasar el rato. Aprovechó para estirar sus brazos alzándolos formando una posición de "Y" improvisado y así relajar sus músculos. Luego se giró hacia la puerta y sonreírle a los chicos.

-Si se quedan sentados van a entumecer sus piernas-señaló para que le hiciesen caso y la acompañasen-. Podríamos ir a comer algo ligero y de ahí a algo que elijan ustedes. 

Quería divertirse con ellos y, principalmente, distraerse. Su mente trabajaba bastante en distintas líneas de pensamiento acerca de lo que había ocurrido y de lo que pasaría, por ello la inglesa quería concentrarse en su presente. 

-¿O ustedes quieren ir a otra parte?-preguntó curiosa, esperando la respuesta de cualquiera. 

Notas de juego

Pues viendo que nadie postea y la última fui yo...

Cargando editor
11/03/2020, 18:02
Jaycee Yamamoto

Jaycee sería el último en salir de su vehículo dando la orden de que cuando le tocará marcharse, el Hammer quedará a disposición de las chicas, ¿Ya se lo había dicho? Era posible, pero valía más pecar de redundante que olvidarse. En realidad no tenía mucho ánimo para esas salidas, pero su cara procuraba no reflejarlo, sabía quién era así para la mayoría y aún se esforzaban por llevarlas a cabo. No quería que el esfuerzo de Katherine se desperdiciara y suspiró con una leve sonrisa convenciéndose de que era la mejor idea posible.

... Katherine hablaba de ir a tomar algo ligero primero, y Jaycee que no controlaba esa zona no podía aconsejar que puestos habrían más cerca. Tocaría revisar la calle con calma, seguramente habrían puestos de pastelería y helados, además de una variedad considerable más.

Estaba bastante transitado, y seguramente se distraerían un rato, sin duda era un buen lugar en el que pasear por el momento.

Cargando editor
11/03/2020, 19:37
Shiro Kasumi

Me sentí algo intimidada ante el gorila de Jaycee, una nunca se acostumbraba a aquel inmenso hombre. La perspectiva de ir de compras en aquel lujoso coche me hacía sentir como una millonaria. Sonreí para mi, divertida, no estaba mal de vez en cuando darse un paseo como aquel.

Me despedí de Irisu-san y Mamoru y los seguí con la mirada mientras se alejaban con gesto preocupado, mas no dije nada. Me habría gustado que vinieran, todos necesitábamos algo de compañía y más después de todo lo ocurrido. Pero sobre todo, me preocupaba que pudiera pasar algo, no sabíamos qué podía ocurrir de aquí en adelante.

Cargando editor
11/03/2020, 21:04
Shiro Kasumi

Me volví entonces hacia Katherine y asentí a su sugerencia.

- Creo que eso me encantaría - me metí en el coche algo tímida y me senté junto a Katherine.

Durante el trayecto apenas hablé más unas cuantas frases sueltas. Pronto llegamos a nuestro destino y me bajé del coche tras Katherine.

- Busquemos un buen lugar para tomar un buen helado - dije mirando alrededor buscando los locales a los que acostumbrábamos a ir  - después, tal vez podamos ir a comprar algo de ropa, hace tiempo que no vengo y necesito algo de ropa de deporte - sugerí con una sonrisa.

Cargando editor
11/03/2020, 21:14
Irisu Dairokuten Mao

Irisu sonrió y tomo su pedazo de pizza con una servilleta dando un bocado sin siquiera ensuciarse los labios.

-Muy rica.

Esperando que su compañera tuviese tiempo libre, pues hablar mientras se come es de bastante mala educación, solo entonces se dirigió a ella.

-Isabella, eres de ellos.

No era una pregunta.

Cargando editor
13/03/2020, 14:50
Shiro Kuroryuu

La sacerdotisa te miró con una sonrisa triste. Ella comprendía tus sentimientos y podías sentirlo, el entendimiento que venía de lo más profundo de su ser. A pesar de eso, parecía que había algo más, algo en su corazón que no sabía si era bueno decirlo. La duda llenó su mirada.

Se acercó con despacio y revolvió tu cabello con dulzura para luego decir - Sí lo sabes. Por eso mismo de saberlo es que estás así, ¿verdad? - volvió a alejarse y puso una mano sobre el cerezo. En ese momento, su figura completa brilló aumentando la luz alrededor mientras que el árbol reaccionaba a sus deseos, desplegando una intensa luz que mostró una imagen de Ruka cubriéndose en un torbellino de sangre mientras sus ojos brillaban del mismo escarlata que este y cambiando en la temida Scarlet Bat. La titánide se ponía de pie y se enfrentaba a Mamoru, dejándose este morir sin defenderse. ¿Era el futuro?

- ¿Tengo razón? - dicho esto, dejó de brillar a la vez que el árbol y las imágenes desaparecieron -. Sabes que tu decisión llevará a que eso pase. Hace poco fue lo mismo. Sabes que no puedes acabar con ella, pero tampoco quieres morir. Quieres salvarla y sobrevivir, pero no puedes luchar contra ella - su expresión se volvió más severa diciendo todo esto mientras que no bajaba la mirada.

- Responde con sinceridad. ¿Qué es lo que Ruka querría? - no dijo más, solo te miró intensamente -. ¿Y qué pasará si Scarlet te ofrece salvarla si te unes? -.

Cargando editor
13/03/2020, 15:02
Chidori Maki

Chidori sabía precisamente a qué lugares se refería Hikari y era cierto. No la habría acompañado ni siquiera ella a esos lugares. De ninguna manera. Ella era una chica de buscar otro tipo de emociones y la pelinegra era muy tranquila. Prefería regirse a cosas más tradicionales en cuanto a divertirse se trataba.

Rió con tristeza mientras decía - Bueno, vamos a tomar un café. Después de todo, es una tarde fresca y una bebida caliente no caería mal. ¿Qué dices? - sonrió y se adelantó un poco para ocultar la tristeza de su expresión. Tomó a Hikari de la mano y lo arrastró.

- Vamos -.

Cargando editor
13/03/2020, 15:05
Eiji Kita

Alioth se sentó cuando las dos se habían sentado y rió mirando a Isabella de una manera cariñosa cuando esta se sintió tan avergonzada. Él mismo había dado un bocado y su rostro de satisfacción mostraba que aprobaba su trabajo. Después, tomó un trozo aparte para Legolas, quien bajó del hombro de Irisu y se acomodó en un espacio libre para degustar la pizza y compartirla.

Después de que las primeras preguntas saltaran al aire, Alioth se detuvo un momento.

- Ella vino conmigo desde Sonoe. Es una de mis guardaespaldas. El otro... Fue capturado - su mirada se ensombreció un poco -. Se hacía llamar Ren. ¿Lo conoces? - preguntó a Irisu, ya que sabía que esta tenía contacto con la mayor parte de sus compañeros.

- Un segundo guardia viene en camino, por eso espero que lo conozcan pronto. Es famoso en Sonoe - miró a Isy una vez más, aunque no parecía muy convencido de dar muchos más detalles y tal vez así era lo mejor.

- Hoy te he llamado para que conocieras a Oni, pero también porque hay cosas importantes de qué hablar. En dos días nos reuniremos con la Sacerdotisa de Hardak y es importante que nos acompañes. Después de todo, se viene algo grande - calló por un momento para esperar sus reacciones y seguir degustando la comida.

Cargando editor
13/03/2020, 18:54
Narradora

Tal vez no había quedado muy claro su destino, pero al menos al haber mencionado ya un elemento, se había tomado una decisión y sus ojos se desviaron inconscientemente hacia una heladería cercana. Había varios lugares allí, pero una heladería en especial llamó su atención. Muchos pasaban por allí y se reían, pero eran muchos otros los que entraban. La verdad, eran más los que entraban. Se veía bastante concurrida y las caras de felicidad de quienes allí estaban eran su mejor publicidad.

El guardaespaldas de Jaycee subió al auto, pero permaneció allí, esperando que su jefe le diera la indicación de irse y volver en un rato, o quedarse un poco más. Aquel pasaje comercial estaba bastante lleno, sobre todo de estudiantes como ustedes que buscaban entretención en un día como ese. Había diversas tiendas de ropa, una que otra de zapatos y de bolsos para dama y caballero. Había un local de videojuegos y también unos cuantos puestos de comidas rápidas.

Cargando editor
13/03/2020, 20:12
Mamoru Tsukaima

Mamoru tomó entre sus manos con mucha fuerza la tela de su pantalón. Vio las imágenes que Shiro le mostraba, apretando con mucha más fuerza los dientes. No, no quería pasar por eso. No quería pasar por eso de nuevo. No quería, no quería. No quería revivirlo. No quería... ¡Simplemente no podía aceptarlo! Debía haber algo... algo...

El rubio se llevó las manos a su cabello, aferrándose con fuerza a su cabello.

No puedo... no puedo... por favor... por favor... en esos momento Mamoru se veía patético y lamentable, llorando, intentando escapar por un momento de su destino. Murmuraba aquello mientras la Sacerdotisa hablaba, sabiendo que ella tenía la razón y que él mismo sabía lo que debía hacer... simplemente... no podía aceptarlo.

No tuvo el valor de mirar a Shiro. ¿Qué es lo que Ruka querría? ¿Qué haría en una situación así? ¿Por qué debía contestar, por qué debía considerar alguna de esas situaciones? Lo que Ruka querría...

—¡No podría, sabes que no podría! ¡Sería traicionarme, traicionar a Dawn... a todos! Pero yo... Ruka... —Mamoru gritó, sintiéndose presa de una inmensa frustración. ¿Por qué él? ¿Por qué tenía que vivir todo eso?— ¡Maldición, maldición, maldición!