Naturaleza y Conducta.
Naturaleza (Autista): Ocultas tus secretos a los demás. Nadie tiene tu entera confianza. Más importante: ocultas tu verdadero yo. Cualquiera que te comprenda podrá hacerte daño, así que nadie debe ver tu verdadero ser, y ni siquiera acercarse. Revela de ti mismo lo mínimo posible –adopta una personalidad falsa, si te apetece– pero asegúrate de que nadie descubra la verdad sobre ti. El conocimiento es poder y los que te conocen pueden hacerte cualquier cosa que les apetezca.
–Recuperas Fuerza de Voluntad siempre que otro personaje confiese que no puede comprenderte o siempre que alguien haga una suposición falsa sobre ti y esto te confiera una ventaja.
Conducta (Manipulador): Los demás siempre te han fascinado. ¿Por qué se comporta así la gente? ¿Qué pensamientos y emociones afectan a sus acciones? Los procesos cognitivos que influyen en las decisiones que toma la gente te intrigan. A veces, el solo hecho de hacer preguntas a la gente sobre sus acciones puede dar una información importante, pero a menudo la gente no comprende realmente sus verdaderas motivaciones e intereses. En estos casos, es mucho más fácil establecer situaciones –experimentos, si así quieres llamarlos– para ver cómo se comporta la gente. Intentas manipular estas situaciones para tu provecho personal, con el fin de descubrir más información sobre los sujetos escogido. Algunos podrán tachar de crueles tus experimentos, pero para ti no son más que una necesidad científica.
–Recuperas Fuerza de Voluntad siempre que consigas establecer un incidente o situación que te permita conseguir una visión más profunda de la psique de tu sujeto.
Auto confianza (Virtud 5): Debido a la fuerza que te inspiras confiando en ti mismo cuando gastas FdV y la dif. es de 6 o más, no pierdes la FdV gastada a menos que falles.
Aptitud Mecánica (Virtud 1): Cualquier tirada relacionada con los aparatos mecánicos (no informáticos o electrónicos) reparar, construir, operar, ve reducida su dificultad en -2, este mérito no te bonifica al conducir.
Conductor Nato (Virtud 1): Puedes conducir cualquier vehículo motorizado, las dificultades de todas las tiradas peligrosas o de difícil maniobra, se reducen en -2.
Sueño Profundo (1): Duermes como un muerto y es muy difícil despertarte.
Curiosidad (3): La curiosidad domina a tu sentido común y te pone en situaciones que a veces son peligrosas, para una cosa del tipo ¿Qué habrá en la alacena de la abuelita? Harás un tirada de astucia a dif 4, para ¿Qué habrá en este laboratorio tecnócrata? La dif será 9.
Protegido (3): Eres devoto al cuidado de un individuo, lo más probable es que sea Espectador. Puedes describir tu protegido, aunque el narrador lo va a crear. Este personaje puede ser un amigo de tus días como mortal o solo un pariente. Los protegidos tienen un talento para caer en historias de acción, y frecuentemente son los blancos de personajes enemigos.
Nombre: Aurore Natalie Applewhite.
Apodos: White (fin de apellido). Ana (iniciales).
Edad: 30 años.
Sexo: Mujer.
Cabello: Moreno y largo, liso u ondulado. Mechas pelirrojas ocasiones.
Ojos: Azules.
Altura: 1,72 metros.
Forma de Ser: Dulce y pacífica. Generalmente tranquila, pero atrevida ocasionalmente y con iniciativa. Introvertida, pero en vías de cambio.
Rasgos de Interés: Hay un agujero económico en sus cuentas que no parece tener explicación a ojos de los demás. Anestesista en cirugía torácica y extracorporea. Aficionada a las espadas medievales.
Nombre: William Blake.
Apodo: Black.
Edad: 30 años.
Sexo: Hombre.
Cabello: Rubio y encrespado, generalmente corto, aunque no descarta dejarlo crecer en algunos momentos e incluso teñirlo.
Ojos: Azules.
Altura: 1,83 metros.
Peso: 72 kilogramos.
Forma de Ser: Dicotómico y algo imprevisible. Irreverente, cómico, confiado, autoritario, negociante, seguro. Los años le han dado una experiencia que no tenía antes, y suele emplear la fría lógica y la reflexión acompañada de la premeditación y la alevosía, aunque a veces se deja gobernar por los impulsos más primarios. Es elegante, cuando quiere, que no suele querer, y en sus peores momentos acostumbra a ser muy mal hablado. No es bueno hacerle enfadar. A veces llega a parecer un soberbio cabrón e hijo de puta, creyéndose superior, cuando se quita del todo la máscara.
William Blake nació en Londres, Inglaterra. Su madre, novelista y dramaturga, se ganaba la vida dedicándose en cuerpo y alma a ese proyecto. Y su proyecto no era sino, mayormente, literatura erótica. Tanta devoción sentía la mujer que llamó a su hijo por un nombre tributo, y siempre rehusó a hablarle de su padre, alegando ser madre soltera, dato cierto.
William desconoce totalmente ser hijo de un Demonio, un mestizo, ya que sólo lo nota en algunas trazas de su carácter y personalidad, que se vuelve de lo más retorcida en algunos giros. Tiene más testosterona de lo normal en el organismo cuando le hacen una analítica, pero siempre bromea achacándolo a que es "muy hombre". Su esposa no ha encontrado nada en lo que le afecte negativamente, pese a que en dosis elevadas puede tener efectos perjudiciales para la salud.
Se llevará un tremendo chasco el día que descubra su condición de monstruo a medio camino entre lo avernal y lo terrenal, pero hasta ahora nada lo ha hecho sospechar de nada. A todas luces, William Blake es un humano normal y corriente, o al menos, así le juzgaría una criatura sobrenatural por las apariencias, ya que su estilo de vida no es en absoluto normal y corriente, y esconde bajo la piel más tentáculos que el temido dios primigenio de los océanos.
Es cierto que su condición de mestizo tiene nimios efectos, meramente anecdóticos, y casi siempre frutos de paranoia. Su mujer siempre dice que le crece el pelo muy rápido, y que está harta de que él se lo corte en casa con tijera. Que algún día se acabara cortando la oreja. Y casi, que un día frenó en seco cuando notó que tenía entre los filos medio lóbulo. Y no se dio ni cuenta. El hombre tiene subidos de adrenalina, y cuando afirma que hará algo, lo hace. Es, literalmente, imparable. Ni la misma muerte ha sido capaz de detenerle, levantándose a días de que le desenchufasen del respirador que le mantenía con vida en aquel hospital.
El joven Blake creció feliz. Nació con las vías aéreas colapsadas, y con un trozo de intestino del revés, y tuvieron que someterle a cirugía de urgencia cuando aún no tenía ni media hora de vida. Su madre no lo abrazo ese día. Para cuando salió, como si se resistiese a vivir, sufrió una parada cardíaca. Muerte súbita del lactante, lo llamaban. Pero sobrevivió cuando su pecho volvió a latir tras la reanimación cardiopulmonar. Nadie lo creía, y la historia circuló durante semanas por el hospital. El St. Thomas, en Londres, Inglaterra, como ya se ha dicho.
Creció sin mayores incidentes, salvando su trágico alumbramiento con un Dios enfadado que se resistía a dejar vivir a un engendro así. Desde pequeño le gustó imitar a su madre, cogiendo papel y lápiz con los que aspirar a ser como ella. Nunca estuvo demasiado interesado en su padre, y acabó por dejar de sentir sana curiosidad por él de pequeño, aunque ahora, de adulto, se pregunta quien fue. Supuso que sólo ADN en un bote de esperma, o un ligue de una noche para una mujer que escribía palabras demasiado bonitas sobre papel. Lo cierto es que prefiere no saberlo, aunque piensa en ello de vez en cuando. En su verborrea y en su tecleo sobre ordenador pueden verse las trazas de lo aprendido, siendo capaz, si bien no de escribir un Best Seller, de demostrar un talento superior al de un aficionado de pacotilla. Su mujer reconoció haber practicado el onanismo al leer la carpeta personal llamada "El festín de Bakkhos", que no contenía sino todo lo que ha escrito, en su mayoría literatura del género por el que es conocida su madre. Sorprendentemente, no se aprecia ningún complejo de Edipo en sus obras, pero sí cierto afán por los bastardos y las orgías que acababan en copas de vino llenas de sangre.
Pero aquello fue algo fruto de los años, que le acompañó madurando con su cuerpo. Hasta la adolescencia fue un chico normal y corriente. Un extrovertido, pícaro, agresivo y reluciente artista de colegio. Una estrella entre los populares. Su primera relación, nacida en ese instituto, fue Aurore Natalie Applewhite, una cría que soñaba con estudiar medicina, y que era el vivo reverso de William. Tímida, callada, y sincera. Su relación duró los últimos cuatro meses de instituto, hasta que acabó el mismo y se perdieron en la distancia. La mujer siguió estudiando A Levels, pero William se sacó el carnet de concudir y se perdió en las calles como la bruma llamada a volver con las nubes. Vivieron lo justo juntos para hacer todo lo que tenían que hacer dos adolescentes. Convertirse en adultos.
Blake cogió la moto, y se lanzó a las calles. Sin dinero para pagar un taller, se buscó trabajo en uno, para ganar el dinero suficiente. No le interesaba estudiar. Le interesaba vivir. Se pasaba el día reparando trastos, aunque nunca se esmeró en aprender demasiado. Confiaba en su talento innato, pues parecía tener un pequeño don con los cilindros y las llaves inglesas 13-14, que nunca fueron algo real, sino una broma entre mecánicos, como bien acabó descubriendo. Al final, algo aprendió.
William acabó varias veces en urgencias, y muchas motos de segunda mano pasaron por sus manos. Algunas, al no tener dinero, directamente las sacó del desguace y las puso piezas viejas del taller, y a romper mano. Su madre acabó harta de él, pero el chico tenía un don, y siempre acababa poniéndola de cara. A él y a cualquiera. En el taller le amaban. Robaba piezas. Timaba a los clientes para sacarles más pasta, salvo a quien le caía especialmente bien. Descubrió en un hombre casado la tarjeta de un club de alterne, y le sacó media cartera al ejecutivo por cambiarle piezas al coche que no hacían falta, y que no valían falta. Las piezas, a su propio vehículo que fueron.
Paradójicamente, el mayor accidente de su vida no fue conduciendo una moto, sino un coche. Se metió en una carrera ilegal gracias a unos clientes habituales del taller. Pandilleros. Corrió con su vieja mortaja, y iba ganando la carrera, pese a tener cuarenta caballos menos de potencia y reumáticos desgastados. Una bala atravesó, intencionadamente, una de las ruedas, y el hombre salió despedido al golpear el parachoques delantero contra una farola. El hombre atravesó la luna y un escaparate, perdiéndose en el interior de una tienda de lencería.
No vio amaneces en tres años. De los veintidós a veinticinco años en lo que le pareció una eternidad. Pero supo muy bien qué había pasado. Nada más levantar, pensó en su madre, y luego en la mujer que iba a visitarle, y por último, en el cabrón que le partió las piernas.
Despertó sorprendentemente bien. Había estado atendido como nadie. Con una madre que pagaba una cuidadora y una ex-novia preocupada. Pasó las horas en la cama, intentando sentirse los dedos de los pies, sin éxito. No sentía nada de cintura para abajo, pero la miraba y estaba bien. Lloró. Y así le encontró Aurore Natalie Applewhite.
Anestesista. La mujer se había graduado en medicina y acababa de sacarse la especialidad. Según ella, le encontró tirado allí, y llamó a una ambulancia. Le metió un bote de betadine en una pierna, a hueso visto, y le practicó la reanimación cardiopulmonar. Otra vez, tras veintidós años. Pero quedó en coma, y su cuerpo siguió envejeciendo, pese a que su mente no lo hizo.
William jura haber oído cosas, pero acabó inventándose muchas. Recuerda oír a su madre, y a Aurore, y a la cuidadora, pero a nadie más. Inventó bromas sobre las enfermeras que pasaban a cuidarle. No tenía ni una úlcera al despertar, y los miembros no estaban demasiado atrofiados. Maravillas de la prevención, los cambios posturales, y la rehabilitación osteomuscular pasiva.
A los seis meses podía caminar, y a los dieciocho, correr la maratón. Aunque dejó de ser, para siempre, tan duro como acostumbraba, aunque su fuerza de voluntad alcanzó cuotas de supernova, siendo absolutamente implacable. Bésame. Golpéame. Quédate. Atrévete. Ríndete. Lo que sea. Si quería algo, se aventuraba a ello sin flaquear.
Tras esos dieciocho meses, William había retomado la relación con Aurore. Estaba tremendamente agradecido por todo. Él no sabía nada de ella desde el instituto, pero la mujer tuvo las narices de, como si el chico fuese Blancanieves, ponerle a vivir con un beso. O más bien, al revés. Le puso a dormir durante tres años. Sea como fuere, la chica le acompañó durante toda su rehabilitación, comprada con el amor del primer hombre en la vida, el necesitado, y el implacable Don Juan de tamaña arte social.
William asegura que lo último que vio fue un botiquín de la cruz roja, y una mano de mujer, con uñas azules, antes de caer al vacío de la inconsciencia. Pero no puede asegurarlo, achacándolo quizás a delirios de la muerte y el otro lado. Aseguró ver un túnel rojo con una tríada de ladridos al final. Eso sí lo aseguró.
Se casó con su querida a los veintiocho. Pero a los veintisiete volvió al mundo de las carreras ilegales, y se aventuró al mundo de las peleas callejeras. Se sacó la licencia de armas y aprendió a usar la pistola, dispuesto a no volver nunca a estar tres años en coma por ser demasiado confiado y bueno. Aprendió a manejar un cuchillo, pero ningún arma, fuese de filo o de cañón, le terminaba gustando. A día de hoy sigue teniendo su arma, con el código de serie borrado, pero lo suyo eran los puñetazos.
No le gustaba ganar. Le gustaba participar. Sentir los golpes. Dados y recibidos. La violencia. Se volvió más salvaje en general, motivado por tres años en latencia. Tres años acumulados por vivir. En la cama adquirió, generalmente, tendencias más duras, volviéndose más bestia que caballero, sin dejar de lado esa faceta, especialmente con su señora, a la que no dejó de amar.
Ahora, con treinta años, ambos se han mudado a Nueva York. Ella, hija de un cirujano, debía moverse por una oportunidad laboral en su carrera, trabajando ahora en el quirófano de una eminencia en cirugía torácica y operaciones cardíacas extracorpóreas. Curioso, teniendo en cuenta la primera operación de William Blake al nacer. Él cree que, inconscientemente, ella aceptó por eso.
Nada ataba a William a Londres, salvo su madre, así que se movió. Dejó allí su casa cerrada a cal y canto y compraron una en la gran ciudad. La hipoteca ya la acabarán de pagar los hilos. Mudaron la pequeña colección de armas medievales, sin filo, meramente decorativas en su mayoría, salvando quizás un par. Le gustan a Aurore, en realidad, aunque William ha acabado cogiéndolas cariño y poniéndolas nombre.
Actualmente, Blake dispone de un coche deportivo y una moto a juego. Caballos de potencia y revoluciones por minuto. En estos dos años, han habido una serie de pequeños cambios. Ahora Blake corre con una máscara, para que nadie pudiera relacionar su vida de Dios al volante con la de sencillo mecánico en un taller. En cuestión de meses se ha labrado una reputación envidiable, siendo "El Demonio de la Máscara", o como se hace llamar a secas, "Black". Similar a Blake fonéticamente.
A su mujer, cariñosamente, le ha puesto el pseudónimo de "White", como el filum terminale de su apellido. Ella sí que lleva, hasta donde William sabe, una vida totalmente normal, pero le gustó la comparación. No le oculta nada, aunque tampoco se lo suele contar si no pregunta o siente necesidad de ello. Su relación funciona por simples razones. Se aman, y tienen su espacio. Ella trabaja mucho. Guardias, cirugías de urgencia, programadas, seminarios, conferencias. Él, mecánico y señor de la calle, un corredor ilegal en las pequeñas bandas que pululan por todos los EEUU, tentando a la ley. La máscara le protege de radares y fotografías, así como la matrícula falsa que pone "BLACK THE RIDER", cual "Jack The Ripper". Los botes de pintura y las marcas de tribales se agrupan en el garaje de su casa, pintando el coche mes sí y mes también. Él lo pone a punto, y él lo deja visible para la ITV pero aberrante ante las noches de conducción.
Todo ello quiere decir que, perfectamente, han pasado ocho días sin que marido y mujer coincidiesen despiertos en la misma casa. Él despertaba y salía a correr, ella llegaba a dormir. Una nota en la nevera y una caja roja a pie de cama, con una broma pesada dentro a modo de consolador sin pilas. La segunda razón es eso. Son un bálsamo mutuo, pero generalmente, su relación es bastante abierta y muy poco católico. Tienen plena para libertad e independencia, salvo emocional y de vivienda, claro. Cuando tienen un fin de semana libre, si quieren quedarse en casa viendo cine, haciendo el amor o durmiendo tras una semana dura, suelen ir a locales de swinging, a probar cosas nuevas con gente nueva. Y no afecta en absoluto al romance de su relación.
El estilo de vida promiscuo de ambos se compensa con una rigurosa profilaxis y control de ETS. Ventajas de la sanidad. Más de una vez William se ha vestido de verde y se ha colado en quirófano, a mirar. Algo se le ha acabado quedando. Lo justo para no volver a meter a su mujer de por medio cuando se golpeaba con el coche y llegaba a casa con una brecha en la cabeza.
No la quiere meter en su mundo por nada del mundo. Se estará volviendo como William, adquiriendo cierta naturaleza epicúrea y vividora, pero aún mantiene su esencia de dulce modestia con cara de no haber roto un plato, o eso se cree el marido.
Personalmente, barajan la idea de tener hijos, tanto así que están en vías de ello. Pero claro, en teoría, si bien debieran hacer el amor cada 48 horas entre los días 10 y 20 del ciclo, no lo cumplen. A la porra los máximos resultados. El sueldo se va en gasolina, piezas, y en lo que sea que gaste su mujer, porque William no quiere ver las facturas pero no entiende como su dineral puede evaporarse de esa forma. Que es anestesista de prestigio, por Dios, y él rara vez pierde una carrera con esa fuerza de voluntad y arte para la conducción sin instinto de supervivencia.
El tiempo dirá.
Buenas, guapetón. Me has convencido para apuntarme al Spin Off de Burn. Así de claro. Antes de nada, decirte que estoy decididísimo a intentar llevar uno de los personajes de la directiva, y que te mando por correo ordinario cuantas cajas de preservativos sean necesarias. Ese es mi objetivo. ¿Estoy dispuesto a llevar un PNJ pregenerado por otro jugador? No lo sé, puede. ¿Estoy dispuesto a llevar el personaje que yo mismo te mando? Seguramente, aunque sigo queriendo llevar a un miembro de la Directiva. Exigente de lo mejor de lo mejor que es uno. Si no lo consiguiese, tras tirarte del pelo contra la pared por ello, acabaría aceptando a mi personaje, que me gusta sobremanera. ¿Llevar al de otro? Convénceme tú, que a uno le gusta hacerse de rogar cual bella mujer.
Y como sé que tú también eres exigente, te diré que te recomiendo encarecidamente pedirte un pase VIP temporal en alguna de mis partidas como Director. Te puedo hacer copy+paste de mil ejemplos de narración, pero no es en absoluto lo mismo. Cuando digo temporal, quiero decir que cuando mires el texto, aunque ni te leas más de un post, te lo revoco a la que me digas "hazlo". Es una medida para que veas cómo escribe el servidor y cómo se las gasta a nivel humano con el resto de umbría. Trato, compromiso, y "demases".
Sobra decir que quiero que me digas si hay que cambiar algo del personaje presentado, y si prefieres que te adjunte por aquí ejemplos de narración o prefieres poder ver tú toda la mesa en lugar de la selección que yo quiera mostrarte. Eso, y todo lo que me digas que precisas para cogerme. Me encantará que me digas que debo esforzarme más, o que ya soy tuyo, o lo que sea. Pero dime algo ;)
Importante: Todas las fotografías corresponden al año actual, salvo la del niño y el adolescente. Eso quiere decir que las fotos no reflejan el momento cronológico del texto al que se adjuntan, sino la edad actual. Dicho de otra forma, yo puedo mentar a alguien con dieciocho años, pero su foto corresponderá a la edad de 30 si esa es la edad que tiene actualmente. La canción adjunta, lejos de irse por su significado original, es una metáfora sobre la vida ario-científica-ocultista del personaje.
Ancel Zimmerman
When you came in the air went out
And every shadow filled up with doubt
I don't know who you think you are
But before the night is through
I wanna do bad things with youI'm the kind to sit up in his room
Heart sick an' eyes filled up with blue
I don't know what you've done to me
But I know this much is true
I wanna do bad things with youWhen you came in the air went out
And all those shadows there filled up with doubt
I don't know who you think you are
But before the night is through
I wanna do bad things with you
I wanna do real bad things with youI don't know what you've done to me
But I know this much is true
I wanna do bad things with you
I wanna do real bad things with youImágenes: Alexander Skarsgård.
Nombre: Ancel Zimmerman.
Apodo: Z.
Edad: 34 años.
Sexo: Hombre.
Cabello: Rubio.
Ojos: Azules.
Altura: 1,93 metros.
Peso: 100 kilogramos.
Forma de Ser: El mismísimo hijo del Diablo.
Historia.
Ancel Zimmerman es un nieto no declarado de Josef Mengele. Nació en Berlín, capital de Alemania. Salió del vientre de su madre en un quirófano programado, en el hospital universitario Charité, uno de los más grandes de toda Europa. Hijo de una Cultista y de un neonazi, es, por su naturaleza, un monstruo. Literalmente.
Nació a manos de la fecundación in-vitro, seleccionando en su ADN el perfecto prototipo de hombre ario. Rubio, de ojos azules, recesivo a nivel genético a más no poder. Atlético, saludable, fuerte, ágil. Es el modelo de superhombre por excelencia, dentro de un canon realista. No podría aspirar a las olimpiadas, pero es un espécimen notoriamente superior a la media en todos los aspectos, incluida la amoralidad y cierta esencia primigenia.
Es extremadamente complejo explicar cada aspecto de su vida, así que hay que tomarlo con extremada calma. Y en ello estamos.
Para entender el origen de este ser hay que remontarse a sus padres. Y más allá. En la Segunda Guerra Mundial, Mengele se dedicó a todo tipo de experimentos, y cuando quiero decir todo tipo es todo tipo. Por desgracia, no disponía de los medios para abarcar todo cuanto deseaba. Era una cuestión de recursos y tecnología.
Su hijo conocido es Rolf Mengele, pero tras separarse de su mujer por carta desde sudamérica, estableció más lazos y dejó su semilla en más sitio. Así es como alumbró a su otro hijo, Adolf, llamado así en honor al tercer Reich. No tomó el apellido de su padre, adoptando uno falso. A él se le legó el diario de bitácora con sus experimentos del padre, y el continuó en secreto el proyecto de los nazis tras la guerra, siguiendo como punto de partida aquel que su padre había dejado escrito.
Era una tarea ardua, más teniendo en cuenta la naturaleza de los estudios. Hablábamos de relacionar al superhombre con la esencia de los primigenios, ni más ni menos. Y aquello era algo francamente inconcebible, pero siguió unido al brazo de los demás oculistas alemanes, ansiando fervientemente llevar al menos uno de los proyectos a buen término. ¿Pensó alguien que todas las divisiones de ocultismo sobrenatural nazi surgidas durante el nazismo desaparecieron sin más? Pues pensó muy mal.
Es imposible narrar también toda la vida de ese hombre, ya que no es el verdadero protagonista. Dígase simplemente que, en pleno asalto y derribo a una biblioteca dedicada al culto, encontró a la que tomó como su esposa. Aurore Natalie Applewhite, que no intentaba sino encontrar un método para ascender y convertirse en algo más allá que una mera humana. Había dedicado su cuerpo y alma a La Ascensión, sin frutos.
Adolf y Aurore, irremediablemente, empezaron una macabra relación. Paradójicamente, él tenía cuarenta años y ella diecinueve. No llevaban ni dos meses cuando lo hicieron. Tras unos meses distanciándose del mundo, poniendo barrera con los anteriores estudios, se centraron en un único proyecto. El de crear un hijo que sí fuese un éxito.
Ese hijo fue Ancel, que tomó el apellido franco de su padre, Zimmerman. Es una vil mentira, pero es mucho mejor que reconocer tu ascendencia. La realidad es que Ancel, como ya se ha dicho, fue concebido sin amor en 1978, el primer año que se puso en marcha el sistema de fecundación in vitro para parejas no fértiles. Pese a que ellos no sufrían tal problema. La razón de generar así a su hijo fue la de poder modificar su ADN, escogiendo sólo rasgos de herencia genética propios de el superhombre, y en menor medida, de un ser primigenio. Insertando en Ancel fragmentos de información genética provenientes de un bote de formol consiguieron hacer de el niño una absoluta abominación. El contenido de aquel recipiente no eran sino tentáculos conservados, provenientes de una ya caída criatura de las marismas. Su obtención se remonta al laboratorio asaltado de Aurore, donde atesoraba aquello dentro de una caja fuere como si valiese más que todos sus libros juntos.
Hasta la primera ecografia, los padres se quedaron sin uñas a la espera de encontrarse vete a saber qué en el vientre, pero cuando encontraron un feto normal y corriente el alivio fue descomunal. Nueve meses de agobio y paranoia. Y otro de regalo. Diez meses tardó Ancel en nacer y acabar de gestarse. Nació con latido, pero sin respiración. Se había estrangulado con su propio cordón umbilical durante el parto, debido a la malapraxis. Se le consiguió reanimar con éxito, pero hubo que operarlo de urgencia.
No sólo sufría de dextrocardia, teniendo el corazón en el lado derecho, sino que además, no había cerrado su agujero oval propio de la circulación cardíaca fetal, y su sangre vagaba libre y sin control por el organismo, sin alimentar los pulmones ni oxigenarlos al no haber circulación menor. No respiraría nunca más si seguía así. Se le sometió a cirugía de urgencia, reparando el daño y convirtiendo su anatomía en la de algo más que un embrión. Nunca se llegó a saber por qué su sistema circulatorio no evolucionó con normalidad a la par que el resto del sistemas corporales.
Ancel gateó con cinco meses, pese a estar tres meses convaleciente en el hospital, y pronunció su primera palabra a los siete. A los doce meses se podía mantener en pie y ya leía con dos años. A los tres años sabía decir "Dextrocardia: situación congénita o adquirida en la que el corazón se encuentra en la mitad derecha del tórax debido a una causa genética". Sus padres sabían muy bien a qué se debía.
Ancel recibió una educación nazi, a manos de un padre nazi, y una educación médica y oculista, basada en una doctora con aires de grandeza que veía en su hijo el potencial para llevar a término el sueño de su vida. Con cinco años Ancel tomó de la biblioteca bajo llave uno de los libros de su madre, y se puso a leerlo. Ya sabía decir "judío de mierda", pero no entendía el significado de la palabra "locura". Lo hizo tras leer el libro, que no narraba sino un sinfín de apuntes sobre terapia genética y, en la última palabra, un sinfín de posibles nombres tachados, salvando "Ancel".
No le costó comprenderlo. Para cuando su madre entró en casa, se encontró a Ancel llorando, mirándose la palma de la mano. El crío tenía el libro pegado a la mano, gracias a una serie de ventosas distribuidas sobre la palma de la misma. Ancel era un primigenio, a su manera. Su madre lo sedó a la fuerza, pues no había otra forma de calmarlo.
Nada volvió a ser lo mismo. Ancel se tornó un niño introvertido y huraño hasta la adolescencia, traumatizado por aquello. Pasaba largas horas en la bañera, a remojo, o en el cuarto de baño, mirándose. No era capaz de controlarlo. No encontraba un razonamiento lógico. Sólo al recordar detalles macabros surgía. Ver grabaciones de su padre, o leer sus libros. Cotillear pornografía sadomasoquista en el ordenador. Espiar a su madre en la ducha. Sólo evocar en la bañera ese tipo de cosas nauseabundas despertaban su yo-latente, cubriendo su cuerpo de ventosidades y, una vez, transformando los dedos de la mano derecha en cinco pequeños tentáculos, inertes para su desgracia.
Fue en la adolescencia cuando todo se tornó si cabe más asqueroso. A los doce años, ni más ni menos. Su madre, con 31 años por aquel entonces, había seguido con sus investigaciones, lucrándose de analíticas de sangre en Ancel para ello. A través de un ritual, marcó para siempre su espalda y creyó conseguir algo. No se transformó en algo como Ancel, pero creyó alcanzar la inmortalidad, a su manera. A día de hoy la mujer sigue conservándose joven y bella, con 31 años, pese a tener 53 años de edad. Es la envidia de todas las que le conocen, argumentando que tiene más quirófano que nadie encima. Ella se limita a sonreír ante afirmaciones así.
Volviendo a la línea temporal, Ancel tenía doce años. Pasó toda su adolescencia cambiando de personalidad. Se convirtió a los dieciocho en un auténtico Don Juan aberrante, sin remordimientos ni conciencia. Era un manipulador. Convencía a los demás para que fuesen sus títeres, y era el rey de su pequeño mundo. Todas las chiquillas suspiraban por su carne, y todos los chiquillos veían en él un referente a seguir.
A los diecisiete años, su padre llevaba dos años ausente, en paradero desconocido hasta donde Ancel sabía, aunque no le importaba. Creía que estaba con sus amigos, buscando algo sin éxito, y así fue. Fue con diecisiete cuando Ancel se cansó de espiar a su madre con aquel complejo de Edipo. Era joven y guapo, un auténtico bribón, y pensó en llevarlo hasta el límite. Por cuestiones de decencia, no voy a dignarme a escribirlo en este relato, pero se puede leer entre líneas lo que aconteció para con su madre a esa edad. ¿No? Ancel se acostó con una mujer que le sacaba catorce años. ¿No? Ancel se acostó con su madre, y podéis creer que lo disfrutó, y que repitió. Aurore no veía en él sino un pequeño hijo de la brea que tenía el potencial para poner el mundo a sus mismísimos pies.
A los veinte años, Ancel se estaba sacando una doble titulación universitaria. Medicina y Derecho, al mismo tiempo. Tenía cerebro para ello, y para lo que quisiera. Le gustaba poder saber cómo funcionaba el mundo y sus normas, para poder manipularlo a su antojo, y debía saber de medicina para averiguar más sobre su condición y sacarle el máximo provecho. Teniendo al abuelo que tenía y a la madre que tenía, era lo más lógico. Era lo que debía hacer.
A escondidas de su madre, mientras compartía sus libros y su cuerpo, comenzó a hacer negocios. Al principio sacaba el dinero de forma simple, apostando cualquier cosa con cualquier persona, o vendiendo sus dones sociales. "Haré que Vero sea tuya". "No lo harás antes que yo". "Es mía". "Haré que saques un sobresaliente". Grano a grano, consiguió una nimia pero suficiente cantidad como para poder darse sus caprichos.
¿Qué caprichos? Como ya he dicho, Ancel era un auténtico depravado. Se acostaba con su madre, y manipulaba a las mujeres como quien decide cambiarse de ropa interior. Había acumulado una cantidad de contactos preocupante en la agenda del móvil, y estaba dispuesto a llevar su vida sexual al siguiente nivel. Y digo sexual porque Ancel no amaba. Fingía dar amor, y ocultaba sus engaños con el resto de las mujeres. Si alguna le descubría, conseguía darle la vuelta al asunto y hacerla creer culpable de ello, o dándoselas de ángel incapaz de elegir. Era cuestión de tiempo que su retorcida naturaleza reproductiva se elevase al siguiente nivel.
Ancel acabó abofeteado muchas veces por ello, llamándole de todo menos bonito, pero valió la pena por los éxitos. Algunas de esas amantes ocasiones en su apenas nacida veintena de edad pasaron a convertirse en sus amantes. Suyas. Y sólo de él. Probó el poder de ser un hombre dominante y manipulador, que ponía bajo su yugo a quienes podía. Alquiló un sótano y lo usó de picadero. Y allí hizo negocio como pronexeta amateur. Hubo gente que, de enterarse, hubiese vomitado al ver que Ancel ofrecía a sus parejas como prostitutas. Hizo que compañeros de clase se acostasen con sus compañeras, sacando beneficio económico por ello. Más de una vez se quedó a mirar, y acabó largando al chico en cuestión alegando que no se iba quedar de brazos cruzados viendo su inexperiencia y falta de talento en el arte.
Cuatro años después, a los 24, Ancel ya ejercía como abogado en un bufete desde hacía doce meses, y acababa de sacarse la carrera de medicina. Había comprado tres locales de prostitución legales en los Países Bajos, uno de ellos en el barrio rojo de Ámsterdam.
Ahora es una eminencia en cirugía cardíaca y pediátrica. Intentó estudiar genética, pero descubrió que ya era un monstruo, y que no la necesitaba. Se contentaba con ser un Dios sobre la tierra. Ha dejado a un lado su trayectoria profesional como abogado, aunque tiene su propio bufete y una clínica privada, dirigida por otros. Todo ello sólo le da dinero, al igual que sus burdeles.
Es, por lógica, un grito para la sociedad. Un médico experto en cirugía pediátrica, que tiene un bufete de abogados y toda una red de prostitución en los países bajos. Lo que la gente no sabe es que ahora, directamente, se dedica al tráfico de personas, algo a todas luces peligroso, y por lo cual ha tenido que aprender ciertas habilidades, aunque como en todo, apenas está pendiente, dejando que sea su ejército quien lleve los hilos, mientras él solo mira las cabezas principales del escenario. Actualmente, Zimmerman se dedica principalmente a una cosa.
Conoció hace seis meses a Irina Vólkova, una rusa la mar de interesante. Se dedicaba también al tráfico de personas, pero lo hacía como cliente. Tras acostarse con ella, Ancel descubrió que usaba a sus compras como sacrificio. Sacrificio a los primigenios. Esa misma noche, Hastings, Marsh & Dubois irrumpió en aquella cama, asesinando a Irina Vólkova y saqueando sus efectos personales.
Ancel, lejos de compartir ese destino, ingresó en la impresa. Se dedica principalmente a tareas burocráticas, allanando vacíos legales o distribuciones geográficas para mover a los agentes, aunque hace de intermediario y negociador cuando se tercia, y es sin duda el hombre de elección para cuando hace falta tratar con alguna mujer, o hace falta carne de cañón. Su red de contactos y de "sacos de órganos" es tan extensa que le provoca una sonrisa macabra cada vez que la menta.
Es más feliz que nunca, pese a que, con 34 años, sigue acostándose con su madre de 31, cual Edipo, y dirige cuatro negocios mientras se dedica mayoritariamente al quinto, buscando descubrir más sobre su naturaleza. Obviamente, oculta su verdadera condición, dejando que su doble aspecto de monstruo hecho de zarcillos negros se mantenga en el submundo, latente hasta que necesita, en soledad, recurrir a un aspecto más oscuro que el de los propios demonios.
Firmado,
Aurore Natalie Applewhite.
Gurú: La gente siente atracción espiritual hacia ti.
Idealista (¡'): Crees en algo superior.
Odia a los LaSombra por no tener reflejo.
"Podría decir que las rocas son blandas, y habría gente que saldría a la calle diciendo eso"
Fuerza 2, Destreza 3, Resistencia 1.
Carisma 5, Manipulación 1, Atractivo 4.
Percepción 2, Astucia 3, Inteligencia 3.
scarlett johansson. match point.
Estado Actual | Estado Basal | Atributos | Resistencias | ||||
Puntos de Vida | 180 | Puntos de Vida | 180 | Fuerza | 7 | Presencia | 45 |
Cansancio | 9 | Cansancio | 9 | Destreza | 11 | Física +20 War | 55 |
Puntos de Ki | 52 | Puntos de Ki | 52 | Agilidad | 9 | Enfermedades | 55 |
Puntos de Destino | Puntos de Destino | Constitución | 9 | Venenos | 55 | ||
Bonificadores | Acciones por turno | 4 | Percepción | 5 | Mágica | 55 | |
Regeneración | 2 | Inteligencia | 8 | Psíquica | 50 | ||
Penalizadores | Tipo de Movimiento | 9/12 | Poder | 9 | Nivel | 4 | |
Puntos de Zeón | 120 | Voluntad | 6 | Paladín, Luchador. |
Turno | Ataque | Parada | Maleficarum | Yelmo cerrado | |||
Natural | 90 | Natural | 120 | Natural | 165 | Daño 110 | -30 Perceptivas |
Maleficarum | 65 | Maleficarum | +15 | Maleficarum | +15 | -3 TA Defensor | Entereza 16 |
Claymore | 50 | Claymore | -30 | Rodela | +10 | Mandoble | Presencia 25 |
V. Serafín | +10 | V. Serafín | +10 | V. Serafín | +10 | Dos Manos | Cabeza, Dura. |
Desarmado | 90 | Otra arma | -90 | Otra arma | -90 | 1 FIL 2 CON | Fil 5 Con 5 Pen 5 |
Tácticas | Ataque Total | +30 | Defensa Total | +30 | Entereza 56 | Cal 4 Ele 0 Fri 4 | |
Resistir el Golpe | -80 | A la ofensiva | +10 | A la defensiva | +10 | Rotura 16 | Energía 2 |
Quemar energía | +20 | Carga | +10 | Carga | -10 | Presencia 175 | Visera móvil. |
Cubrir Guardián | -10 | Pos. superior | +20 | Sorpresa | -90 | Recuperación. | Toda la cabeza. |
Piel de Serafín | +10 | Piezas, Dura. | F6 C5 P4 Ca5 El4 Fr4 E2 | Imparable | Dopaje combativo | ||
Llevar Armadura | 50 | Presencia | 130 | Entereza | 35 | Inagotable | +1 Energía turno. |
Habilidades de Ki | |
Uso del Ki | Se ha despertado la energía interna para su uso inconsciente. |
Extrusión de presencia | Poder tocar y parar físicamente energía pura y elementos ingantibles. |
Extrusión del aura al arma | Daña y para energía (destellos). +10 Daño/Entereza, +5 Rotura. |
Uso de la energía necesaria | Tiempo para perder Cansancio x10. 5 de Cansancio por asalto. |
Eliminación de penalizadores | Hándicaps por cansancio, dolor físico y críticos reducidos a la mitad. |
Recuperación | Transmutar en cada asalto 5 de Ki genérico por 1 de Cansancio. |
Capacidades Raciales | |
Alas de Serafín | Manifestar alas de energía a libre voluntad con un Tipo de Vuelo 12. |
Esencia Celestial | Inmunidad a heridas físicas naturales que no dañen energía. |
Técnicas | |
Guardián | Defender a otro sin iniciativa ni prever ataque. Sólo penaliza -10. |
Idiomas | |
Latín | Lengua natal e idioma culto principal de Gaïa (50% población). |
Jashú | Musical, fonemas rápidos, similitud oral al Ebudan. 2º idioma. |
Sheeham | Nativos de sabanas. Complejo, elaborado, con uso de colores. |
Yamato | El más antiguo y alterado. Origen en Varja. Estructurado y fijo. |
Yamato shun | Similitud oral. Escritura más simple y símbolos unificados. |
Ventajas y Desventajas | |
Afortunado | Verdadera suerte y buena estrella. No sufre efectos negativos por azar. |
Ver lo sobrenatural | Puede ver el telar de almas, magia y matrices. Sin ceguera al usar parada. |
Aprendizaje | Compensación de Raza Nephilim Ebudan. +3 px contra -3 px por sesión. |
Con. todas materias | Bono de 10 más característica sin -30 en todas las habilidades secundarias. |
Artefactos | Piel de Serafín y Maleficarum. Obtenidos a través de la historia personal. |
Código de conducta | Código de Inquisidora y creencias personales arraigadas e insalvables. |
Arma exclusiva | Acostumbrada a Maleficarum y sólo a ella. -30 al combatir con otra arma. |
Secreto inconfesable | Sabe la posición exacta de la ciudad Ebudan en los cielos. |
Habilidades Secundarias | |
Atléticas | Acrobacias, Atletismo, Montar, Nadar y Trepar a 20. Saltar a 15. |
Sociales | Estilo 115, Intimidar 140, Liderazgo 200, Callejeo/Comercio/Etiqueta/Persuasión 20. |
Perceptivas | Advertir 50, Buscar 50, Rastrear 10. (-30 a todas con Yelmo cerrado). |
Intelectuales | Medicina 60, Ocultismo 100, Resto 20. Val. Mágica 20 por Ver lo Sobrenatural. |
Vigor | Frialdad 95, Proezas de Fuerza 15, Resistir el Dolor 75 (125 en Combate con Piel). |
Subterfugio | Cerrajería 30, Disfraz 30, Ocultarse 10, Robo 90, Sigilo 20, Trampas 30, Veneno 20. |
Creativas | Arte 20, Baile 20, Forja 30, Música 20, T. Manos 50, Orfebrería 30, Confección 30. |
Código de Conducta.
Piel de Serafín:
Armadura compuesta por diversas piezas de metal que protegen las partes más vitales del cuerpo. Se encuentran cosidas sobre un traje de cuero o piel y mediante junturas.
Piezas, Req. Armadura 40, Penaliz. -10, Res. Mov. 0, Entereza 25, Pres. 130, Completa, Dura.
FIL 6, CON 5, PEN 4, CAL 5, ELE 4, FRI 4, ENE 2.
Calidad: Es una armadura de Piezas de calidad +10 y, dado su carácter sobrenatural, este bono también afecta la TA de Energía.
Imparable: Cuando entra en combate el portador de la armadura obtiene un +20 RF, un +50 Resistir el Dolor e ignora los penalizadores por el cansancio. No obstante, al terminar un combate cualquier negativo provocado por el cansancio se dobla. Si durante ese periodo de tiempo volviese a entrar en combate ignoraría nuevamente los penalizadores, aunque tras enfrentamiento volvería a doblarse los negativos de cansancio.
Quemar Energía: Cada punto de cansancio invertido con esta armadura aumenta el bono a la acción a +20 en lugar de +15.
Inagotable (Noción de Uso 3): Todos los turnos que se esté combatiendo la armadura genera el equivalente a un punto de cansancio extra. En realidad, estos puntos adicionales no se acumulan, ni recuperan el nivel de cansancio del personaje; simplemente, son puntos adicionales que gastar para mejorar alguna acción de combate de una manera normal.
La Piel de Serafín es una armadura propia de los Ebudan guerreros, obtenidas durante la guerra de los cielos. Según el mito, permite a su usuario ser completamente imparable en combate, sin detenerse por las heridas o el cansancio hasta acabar con su rival.
Maleficarum:
Claymore: Espada de gran tamaño, equilibrada para su uso exclusivo a dos manos. De entre 120 y 140 centímetros, aunque su tamaño suele ser ligeramente inferior al de una espada bastarda. Su característica más particular es su guarnición, que tiene forma de vértice triangular para otorgarle una sólida defensa.
Arma Mundana: Daño 65, Turno -20, Fuerza Req. 7, Crítico 1 FIL, Crítico 2 CON, Mandoble, A dos manos, Entereza 16, Rotura 5, Presencia 25.
+15 a Ataque y Parada, Daño 95, Turno -5, Fuerza Requerida 7, Crítico 1 FIL, Crítico 2 CON, Mandoble, A dos manos, Entereza 46, Rotura 11, -3 a la TA del defensor, Presencia 175.
Artefacto con Nivel de Poder 2+
Calidad: Maleficarum se considera una Claymore de Calidad +15.
Recuperación a la vista: Si está a la vista Rose Mary no tiene más que llamarlo para recuperarlo.
Maleficarum, el Martirio del Infierno, es Claymore legendaria de manufactura Ebudan hecha de cristal y electra. Fue entregada a Elferios tras cumplir su Sue Aman, cuando este pasó a ser el mentor y patrón de Vanisha, la ciudad flotante en las nubes. Nunca tuvo que prestar batalla más allá de los entrenamientos, pero es ciertamente un arma muy apropiada para un Ebudan.
Aunque sin duda es una espada sobrenatural perfectamente calibrada, no es eso lo que destaca en ella. Se dice que Elferios la dejaba caer desde el pozo en el centro de la ciudad, instando a los querubines más jóvenes a volar tras ella, asegurándoles que el miedo a caer a la tierra haría sus alas grandes y poderosas. Consiguiesen alcanzar la espada o no, Elferios siempre conseguía retornarla a su mano, devolviéndola al instante.
Análisis Sobrenatural: 120 / 140 / 180. Objetos mágicos no protegidos contra detecciones místicas.
Fábula: 120 / 180 / 240. Objetos legendarios de poderes aproximados a los que menta la tradición.
Nombre: Rose Mary Blanchett.
Edad: 19.
Sexo: Mujer.
Altura: 172 centímetros.
Peso: 59 kilogramos.
Índice de masa corporal: 19,94. Normal.
Cabello: Rubio.
Ojos: Ámbar, con un tono mortecino que se acerca al gris.
Piel: Clara, pálida, impoluta y lisa.
Complexión: Delgada. Sin grasa. Puro músculo.
Apariencia: Rose Mary es una mujer joven y de belleza envidiable, con porte noble, elegante, militar y guerrillero mezclado de forma única.
Etnia: Aion. Alta y estilizada, con una constitución atlética. De facciones finas, con un tono de cabello rubio y ojos claros, grisáceos.
Forma de Ser: Líder nata. Hay quien la llamaría arrogante, prepotente y dictatorial. Es severa y exigente, aunque esconde un corazón.
Rasgos de Interés: Porta un arma consigo que, según palabras de la propia Rose, "es capaz de cortar las costillas de un dragón y de resistir el fuego de un demonio". Su fe.
Qué prefieres, ¿una líder carismática o una mujer amable?
Según la mitología, los ángeles caídos son los soldados divinos que caen a la Tierra para luchar contra los demonios. Estos seres, nacen como humanos y mueren como tales. Vuelven a renacer con el mismo aspecto en otra vida. En el Apocalipsis los ángeles caídos recuperarán sus alas y combatirán para defender a los humanos de los demonios.
Inquisición. Institución de la Iglesia dedicada a la supresión de la herejía, que en la era medieval muchas veces se castigaba con la pena de muerte, y de ésta se derivaban todas las demás. En los comienzos de la Iglesia la pena habitual por herejía era la excomunión, pero con el paso de los años los herejes comenzaron a considerarse enemigos del Estado.
Como ya sabéis, Julio es un mujeriego. Uno que lleva desde su explotada adolescencia haciendo crecer su propia página web en internet. Siguiendo un formato de blog, no es sino su espacio personal en la red, dedicado generalmente a hablar sobre sus encuentros románticos, aunque a menudo también habla simplemente sobre Salud, Pokemons, Política, o cualquier cosa que esté a la orden del día. Su ejército de fans desconoce su identidad real, lo cual es un cierto alivio al contar con seguidores tanto de índole masculina como femenina. Es su mayor secreto, y también su forma de evadirse. Su hobbie.
Publica una entrada, y a los pocos minutos el contador de visitas se ha atascado en 301 por si algo está haciendo Spam. Al paso de unas horas los mirones se cuentan por miles en el registro. Al paso de meses, generalmente hay cien o doscientas mil visitas. Con un servicio que avisa directamente al móvil o al correo cuando hay novedades, ha hecho de ello un pseudotrabajo que dispone de publicidad, lo cual le reporta unos modestos ingresos extras a su excelsa economía familiar.
Considerado por sus seguidores como un Mesías y un modelo a seguir, Julio se ha convertido en todo un fenómeno mediático desde las sombras. Nadie sabe quién es el héroe escondido tras el alias. No hay fotos suyas, ni datos personales como tales. Más de una vez y más de mil ha hablado de si mismo, y se saben cosas como su profesión, su nivel económico y su estilo de vida. Pero su nombre y apellido no están en la red, como tampoco su verdadero rostro. Es sólo una leyenda.
Muy poca gente sabe de su identidad real, pero algunas de sus amantes, algunos miembros de su familia y algún amigo cercano saben quién es Hero Help, e incluso han publicado alguna entrada en el lugar para dar un enfoque externo y otra perspectiva de esa leyenda viva y binaria que es Julio Virgilio. Por supuesto, para él es algo totalmente privado y personal, ya que ahí figura su verdadera filosofía de vida, su retórica, dicción y narrativa, y un volcado emocional literario.
Aunque lo que más vende es el sexo y la mayoría de personas sólo le siguen o seguían por eso, muchas aman y otras han aprendido a amar su enfoque de otros aspectos y a escuchar su perspectiva. El presidente negro de los estados unidos, la demagogia en Dubai, los combates ilegales y los desfalcos para entorpecer a aspirantes a la Liga Pokemon, no importa qué piensas sepas cómo venderlo y hables desde el corazón. De ahí que sólo sus más cercanos sepan quién es realmente Hero y guarden celosamente el secreto de confesión.
Para Julio fumar es más un hábito social o esporádico que una adicción. Asegura no estar enganchado y que es sólo una costumbre estilística. Fumar mata, pero queda bien si lo haces con educación y el debido respeto. Lo cierto es que, aunque siente abstinencia si no lo hace, puede pasar sin grangres problemas del tabaco. Más si hay otros vicios.
Su actual mechero es un regalo de Megan, su mayor y más relevante ex-novia, amante o compañera. A Julio le hizo mucha gracia que tuviese forma de jeringuilla, con contador de centímetros incluido y pulsador al final.
Julio ama su ordenador. Tiene copia en La Nube de sus archivos y otra en discos duros externos de su despacho, pero algo está también en el ordenador. Siempre tiene descargadas series de televisión, discos de música, aplicaciones y programas varios, datos familiares, archivos privados, fotografías, registros de chat, vídeos, su diario y sus archivos como Hero.
Su ordenador es un regalo de su padre, un ordenador militar que él no quiso por tener el viejo. Ocho horas de autonomía a pleno rendimiento. Resiste agua, impactos, presión y torsión. Mando a distancia. Partición de SO MAC.
El móvil de Julio es un regalo de su tío Adalbert por su último cumpleaños. Con engranajes inútiles de adorno a la vista, mide la presión como las agujas de un avión. Una sobrada que al piloto le debió de parecer interesante, pero que sólo vale como anécdota estando bajo el agua o volando. Batería de siete días.
Con internet y tecnología Android dispone de conexión a internet propia y acceso a las aplicaciones útiles para los Entrenadores Federados. Google Maps, Enciclopedia Virtual, Wikipedia, WhatsApp, Reloj, Rutas. La tapa voltea 180 grados y es de teclado táctil.
Se trata de un regalo de Mary Jane para simbolizar su unión. Se trata en realidad de una baratija para niños que le compró semanas después del primer beso, siendo ambos aún adolescentes. Pese a que parece una tontería, tiene un gran valor sentimental para él.
A estas alturas sólo le cabe en el meñique de la mano izquierda, la más pequeña de las dos, y no se lo suele poner casi nunca, en parte por vergüenza, pero aún así acostumbra a llevarlo consigo aunque no lo tenga puesto en el dedo. Es un símbolo de su unión con ella. Algún día volverá a ponérselo, cuando las cosas con ella se estabilicen.
Un regalo de Gregory Fred Houe cuando Julio decidió hacerle caso e ingresar en la Cruz Roja. Con el símbolo de la ONG en el dorso, se trata de una clásica navaja multiusos de supervivencia. Aunque llegado el caso podría usarse como arma blanca, Julio sólo ha tenido que sacar el cuchillo algunas veces para intimidar o para pelar frutas.
Es su herramienta favorita a la hora de descorchar botellas, cortarse las uñas y limarlas o aflojar un tornillo. El hecho de llevar tantos útiles en tan poco espacio le encanta y maravilla al mismo tiempo.
I'll be whatever you want, but i'm also kind of amazing.
Imágenes: Alex Pettyfer.
• Nombre completo: Julio Virgilio.
• Apellido: Lavigne.
• Fecha de nacimiento: 06 de Julio de 1992.
• Edad: 21 años.
• Grupo Sanguíneo: AB Positivo (AB+).
• Lugar de nacimiento: Roma, Italia.
• Nacionalidad: Canadiense.
• Estado civil: Soltero.
• Vivienda: Ottawa, Canadá.
• Carnet de conducir: Sí.
• Tipo de voz: Tenor.
• Sexualidad: Heterosexual.
• Altura: 1,81 m.
• Peso: 65 Kg.
• Sexo: Hombre.
• Complexión: Delgada.
• Edad aparente: 20-23 años afeitado, 21-26 años sin afeitar.
• Ojos: Azules.
• Cabello: Moreno. Puede teñirse de rubio.
• Piel: Tersa y ebúrnea.
• Marcas: Pequeña quemadura en un brazo, líneas blancas de caídas siendo niño, y dos tattoos.
Tiene un pequeño tatuaje con forma de Spinarak detrás de la oreja derecha. No suele mencionar el tema, ya que no es una marca que suela estar a la vista, pero se la hizo precisamente cuando su madre estuvo convaleciente unas semanas por un pequeño accidente de seguridad en el desempeño de su trabajo en I+D para Ark Corporation. Bien comprende desde entonces Julio los peligros que entraña trabajar para una organización tan grande con tantos frentes abiertos, y cuan importante es no olvidar.
Su segundo tatuaje, en el hombro derecho, es el vivo reflejo de un Sharpedo. Uno de los Pokemon marinos más salvajes y peligrosos que existen, aunque su forma de caricatura da que pensar en un aire más burlesco y desenfadado. Realmente lo tiene en representación de su tío Adalbert, que asegura usar como sobrenombre y alias Sharpedo tanto en el trabajo como en algunos aspectos de su vida personal. Además, no hay que olvidar que fue él quien le enseñó a Julio todo lo que sabe sobre mujeres.
• Cuerpo: Julio un chico muy guapo y atractivo. Con algo de musculatura dejada entrever, especialmente a la altura de los bíceps y los pectorales, es en realidad un chico delgado para su estatura con una apariencia engañosa. No suele hacer ejercicio por su propia cuenta, aunque a veces le da por ahí. Su cuerpo es por suerte mucho más previsible que su mente.Sorprendente es que con su constitución no tenga cicatrices desagradables. Tiene algunas líneas blancas de caídas y accidentes siendo niño, y una quemadura de un soplete del instituto.
• Cabello: A juego con su pelo, su piel tiene un cáliz ligeramente encendido. De cabello encrespado por naturaleza, generalmente corto, es en realidad moreno como su padre, aunque tiene un cierto tono castaño de su madre. Muy a menudo se tiñe para imitar el tono de su tío Adalbert, ya que es su modelo a seguir.
• Ojos: Tiene los ojos de sus padres y una estatura media entre ambos, más cercana al padre que a la madre. Ha sacado más ADN de este que de esta, aunque claramente su cuerpo es más femenino que el de su progenitor, como su carácter. De mirada penetrante y decidida es un auténtico quebrantador de voluntades y autócrata.
• Edad: A menudo aparenta tener dieciséis años cuando se muestra lampiño e inocente, pero otras veces, cuando se abandona y deja hacer de un modo salvaje puede incluso aparentar que se acerca a la treintena. Pese a todo, hay matices en su rostro que hacen recordar su temprana edad. No tiene arrugas de expresión ni un aire muy curtido, y se nota en su porte que no ha vivido ciertas desventuras más propias de un adulto o de alguien con una vida dura.
• Timbre: Con una voz aguda y ágil, clara y firme, es el vivo ejemplo de un líder o alguien capaz de liderar a las masas a través de la mera megafonía, aunque claramente su físico de indudable atractivo lo secundan. Pese a todo, él mismo asegura que no tienen mérito alguno su cuerpo ni sus rasgos físicos, ya que ha sido sólo una cuestión de azar genético.
• Generalidades: Para entender a Julio hay que tener en cuenta una serie de cosas. La primera, que por sus venas corre sangre italiana y francesa a partes iguales. La segunda, que es un chico de familia acomodada acostumbrado a estar protegido y que ha crecido en una vida utópica con una familia ejemplar. La tercera, que su corazón es considerado por muchos como algo único e irrepetible, y entiéndase corazón como algo metafórico.
Es un hombre romántico y agradable, que gusta de la comedia y que tiende a ver el lado positivo de las cosas. Es atrevido, con una iniciativa y un arrojo demoledores, y no duda en lanzarse de cabeza a ninguna piscina. No se considera un hombre rencoroso, y desde luego, tampoco celoso, aunque su juventud puede volver sus emociones y sentimientos algo volubles. Adora las películas de Taratino, Tim Burton y Kubrick, aunque no le hace ascos a Disney.
• Sociabilidad: Para él las relaciones humanas son una de las cosas más importantes en la vida, y probablemente podría decirse que es un Animal Social en toda regla. Desde pequeño ha ido engrosando su listín telefónico y a día de hoy conoce a gente de cada rincón del mundo. Su facilidad para viajar y su predisposición lo han propiciado, claro.
Es protector y considera que guarda una estrecha relación con muchas personas. Aunque puede estar meses o incluso años sin ver a nadie y luego tratarla como si se hubiesen despedido hace unas horas, basta una llamada de socorro o auxilio, sea este físico o emocional, para que Julio salga a la carrera para ayudar a quien lo necesite.
• Abierto: No le gusta ver a la gente sufrir y aunque no es el alma más altruista y caritativa del mundo siempre está dispuesto a echar un cable a un desconocido que verdaderamente lo necesite. Pese a ello, no le gusta que le intenten tomar el pelo y puede llegar a enfadarse mucho cuando alguien le miente con aviesas intenciones, ya que él no acostumbra a mentir por egoísmo como por piedad.
Extrovertido, liberal, tolerante y aventurero es un hombre sin tabúes ni complejos. Gusta de la compañía femenina y prefiere tener amigas antes que amigos. Fuma, bebe, y practica sexo, pero no es adicto a ninguna de las tres cosas, considerando las tres como una actividad social. Nótese cierta influencia naturista y distendida en su visión de las relaciones humanas y del mundo. Probablemente encajase la mar de bien en una orgía romana o griega.
• Cautela: Cuando su madre cayó brevemente enferma por el incidente de laboratorio con un Spinarak Shiny, al joven casi le da un ataque al corazón. Acostumbrado a una vida sin problemas aquello era más de lo que podía soportar.
Aunque por suerte se quedó en un susto, lleva la araña detrás de la oreja para no olvidarse nunca de las cosas importantes y las amenazas. Sigue siendo confiado e intrínsecamente bueno, pero ahora es un poco más cauto y sabio en su obrar.
• Ego: Aunque a menudo da muestras de egocéntrico o megalómano, nada más lejos de la verdad. Es sólo una actitud de suficiencia que adopta por costumbrismo social, ya que suele general buenas reacciones en la gente, ya sea a corto o a largo plazo. Es importante confiar en uno mismo y quererse, y aunque a menudo hace por exacerbar esos sentimientos nunca pasa de castaño a oscuro. En el fondo es muy consciente de cuales sus capacidades y sus limitaciones, aunque no acostumbra a mostrar sus flaquezas salvo para hacer bromas al respecto.
No se siente cómodo con la gente verdaderamente narcisista que se cree mejor que los demás, pese a que eso es algo que todos hacen en algún momento. Aquellos que se creen superiores o con el derecho de jugar con las vidas de los demás, incluso con sus emociones, son santo del odio de Julio. Él está convencido de que nunca obliga a nadie a nada, dejándoles su libre albedrío, y que sólo es un hombre carismático, no un dictador.
• Liderazgo: Aunque a menudo asegura que prefiere tomarse un descanso y ser liderado para descansar, algo que ocurre especialmente a mediados de una relación romántica, generalmente Julio prefiere tomar el control de su vida y, en cierto modo, se siente cómodo empujando a los demás a vivir la suya y congregarse a su alrededor como las abejas en la miel. Necesita hacer el rol de líder, amigo, confidente y soporte. Rara vez niega un favor a un amigo si este lo precisa de verdad y es competencia de Julio. Ayuda a quien lo necesita y responde por los suyos.
Suele ser la cabeza visible, de ahí que fuese el capitán de su equipo de baloncesto, fútbol, natación y de su asociación de patinaje cuando era un adolescente. Por supuesto, ahora ha dejado los deportes bastante de lado, y se nota, pero siempre ha sido un entusiasta de estos, sobretodo cuando más arriesgados sean. Escalada libre, salto en paracaídas, puenting, actividades que ha probado y que asegura quiere repetir.
• Cultivado: Aprende con facilidad, especialmente de sus errores, y pese a su carácter desenfadado y desentendido se considera una persona madura. Tiene una visión del mundo bastante realista, aunque no deja que eso le consuma. El terrorismo, la violación de derechos, los juegos políticos y el egoísmo de la humanidad no le son ajenos, aunque tampoco piensa incorporar nada de todo eso como propio. Está convencido de que piensa ir por una senda justa, y que hará a los demás ir por su mismo camino, sea ante él, a sus lados, o a su espalda.
Tiende a ser bastante analítico y observador. Una vez le dijo a una chica que mentía sólo por estar tomándole el pulso mientras hablaba con ella. Por supuesto, sólo parecía que la cogía por la muñeca. Sea como fuere, hay cosas que no pasa por alto y que a nadie se le ocurrirían. Vivaz y enérgico, el joven es asombroso leyendo las expresiones, gestos y la comunicación de los demás, tanto verbal como no verbal. Su abrumador Carisma está íntimamente ligado no sólo a un gran magnetismo personal, sino a la capacidad y uso de la lectura emocional para saber cómo tratar a su interlocutor, o, normalmente, interlocutora. Todo buen orador sabe qué debe decir ante qué tipo de estímulos, y eso es algo que Julio lleva a rajatabla.
• Gustos: Adora el cine, la música, las series de televisión, viajar, relacionarse con Pokemons, conducir vehículos, visitar lugares, conocer gente, y desde luego podría decirse que Julio es fácil de contentar. Sólo necesita una luz blanca que pueda seguir o una bola de lana con la que pueda jugar, como un Persian. Adora patinar, conducir a altas velocidades con su moto, y viajar en helicóptero con su tío. Cualquier cosa que le haga sentir rápido, en peligro, o con control o falta del mismo. Por supuesto, es un amante de la buena lectura y un escritor nato, rasgo que heredó de su madre.
Su metabolismo le permite comer prácticamente de todo sin engordar demasiado, por lo cual a veces se pega unos atracones de helado que no son ni normales. Es un afortunado. Pese a ello es un hombre que gusta de una dieta variada y sana, prefiriendo las verduras o las bayas a la comida basura. Detesta esta última, de hecho, en parte porque no suele practicar mucho deporte.
• Padre: George Lavigne.
El Agente K nació en Roma, Italia. Tuvo sus años mozos como seductor y trotamundos, y mantuvo una relación abierta con la ahora su mujer mientras sirvió en el ejército. Tras retirarse por insubordinación contra un alto oficial se casó con Bea y se mudó a Ottawa, Canadá, donde ingresó en la DST para dedicarse a la lucha activa contra el terrorismo. Un padre bastante ausente pero firme y ejemplar con grandes méritos y ventajas a sus espaldas. Bien reputado, relacionado y con un talento físico y un Equipo Pokemon nada desdeñable.
• Madre: Beatrix Babineaux.
Actualmente Bea es Investigadora en Ark Corporation. Francesa y rebelde en su juventud, conoció al ahora su marido y mantuvo una relación abierta con él hasta que se casó, momento en el cual ya tenía varios hijos suyos. Siempre recibió el apoyo de sus hermanos y de sus padres para sacar adelante a los niños hasta que su relación se consolidó y se mudó a Ottawa, Canadá, donde abandonó su cruzada como Entrenadora Federada y se dedicó a su trabajo y a su familia. No ha descuidado sus hobbies, la cría de Pokemons y el mundo del rol.
• Tío paterno: Adalbert Lavigne.
Seductor nato y un vividor con causa particular. No se sabe nada de su vida privada y su vida al completo parece un auténtico misterio. Sin embargo, el hombre tiene una ingente cantidad de dinero y está al servicio del Ejército del Aire de Canadá. Un auténtico entusiasta de los aviones, avionetas, helicópteros y cualquier cosa que surque los cielos. Prácticamente todos sus Pokemon son de tipo Vuelo. Dispone de una casa en Los Ángeles y responde con evasivas cuando le preguntan si no tiene ningún tipo de relación más seria que las demás.
A partir de aquí, la cosa se pone personal, así que está todo en un lugar seguro.
• Introducción: La Mansión Lavigne, situada a las afueras de Ottawa, Canadá, es la residencia familiar del matrimonio compuesto por la señorita Babineaux y el señor Lavigne. Está situada en una urbanización privada de alto standing a unos kilómetros de la ciudad, y dispone de sus zonas comunes, su servicio de vigilancia, limpieza, recogida, compra a domicilio y jardinería. Destaca por tener en su centro una pequeña zona de ocio con pistas de deporte, piscina, y un bar abierto.
• Medio: Salta a primera vista que es la casa de una reputada investigadora de Ark Corporation y de un agente de la DST, un matrimonio inmigrante que ha elegido esa ciudad como su lugar de residencia. Un país temblado, estético, bollan, tranquilo y bilingüe que habla Francés, el idioma predilecto de la FICP y el idioma natal de Babineaux, pero también Inglés, el Esperanto a efectos reales de aquí a unas décadas.
Exteriores - Salas Públicas - Instalaciones - Aqua Affinity - Espacio de Julio
• Exteriores:
• Jardín: Tras atravesar la verja de seguridad se esconde una zona verde, un jardín que rodea la mansión, aunque se extiende principalmente por delante. Dispone de gnomos de jardín, fuentes con peces y tortugas, y una decoración en forma de árboles, caminos y luces. Aunque alguna cámara de seguridad se esconde entre los árboles por deseo de George, la cabeza de familia, es un lugar relativamente tranquilo y silencioso sólo roto por el sonido del agua y algún animal aislado. El sistema de seguridad privada que el patriarca ha instaurado sólo ha saltado, hasta el momento, por accidentes que ha cometido la propia familia y los animales que circulan por la zona.
• Terraza Delantera: Tras el jardín, camuflada pero visible al fondo, está la residencia. Su aspecto marmóreo y delicado pero sólido enamora a Julio cada vez que entra. La piscina abierta da pie a un techado abierto para descansar sin entrar en la casa, que luce varios paneles de cristal reforzado a modo de paredes para dejar a la vista el exterior salpicado de verde. Allí usualmente hay tumbonas, mesas, sillas y alguna hamaca inclusive, todo sea por descansar o trabajar allí.
• Terraza Trasera: Por detrás, la residencia es igual, aunque sólo se extiende como una zona de ocio más recatada y silenciosa, más privada por así decirlo. Una segunda piscina, esta vez cubierta, es lo que da el cierre a la vivienda antes de dejar ver una pequeña cabaña al estilo hawaiano y unos pocos metros de jardín antes de toparse con la verja trasera. Allí es donde suele ir la familia cuando quiere estar solo, pues sabe que raro es coincidir con alguna visita, sea esta algo inesperado o la invitación de otra persona.
• Terraza Derecha: La terraza favorita de Julio es sin duda la derecha. Techada y con forma de bóveda, con ventanas en el techo, dispone de unos apetecibles sillones con vistas al exterior. Desde ahí se puede ver la casa de su vecino, Bill, y desde la casa del mismo se puede ver aquella terraza dado el reducido jardín de ambas por ese tramo y la estrecha vaya. Más de una vez los individuos han saltado los tres metros de muro para ir a la casa del otro sólo invitándose con la mano. Hasta Julio tiene allí unos prismáticos, una pequeña despensa de libros y un frigorífico. Sin lugar a dudas, es su sala de estar particular la mayoría del tiempo, y la ha convertido en su fortín.
• Garaje: Aunque el vecindario dispone de un garaje comunitario, el la residencia Lavigne también hay un espacio reservado para dejar los vehículos. Domótico, permite guardarlos bajo tierra. Aunque tiene un acceso de seguridad por si estos mecanismos se averían, a efectos prácticos están cerrados y en desuso, valiéndose del sistema vertical. La cantidad de vehículos es relativamente amplia, pues George tiende a coleccionar vehículos y suele prestarlos o intercambiarlos temporalmente con la familia, sus amigos o sus conocidos. Julio sólo va y coge el vehículo que necesite y sepa que puede usar sin problema.
• Salas Públicas:
• Zonas comunes: Aunque algunas de las habitaciones están comunicadas directamente sin puertas, siguiendo el criterio de trasparencia y confianza que tiene la familia Lavigne, algunas otras, como el despacho o los dormitorios privados, están cerradas. Su sistema de alarma suele estar desconectado para no estar saltando cada dos por tres, en parte porque raro es el día que no hay invitados en la mansión, ya sean vecinos, compañeros de trabajo, amigos o conocidos varios. Pese a ello, la casa es tan grande que hay días que Julio no ve a su familia en todo el día.
• Vestidores: En la casa hay varios cuartos de aseo personal y algún vestidor, varios de ellos en la misma sala porque Bea, por cuestión de estética, gusta de cuidar ambas cosas al mismo tiempo, higiene y ropa. Todo sea por apariencia. Actualmente nadie sabe exactamente qué se esconde por aquellos cajones, ya que uno puede encontrarse de todo. Generalmente Julio sólo lo usa cuando sale de la piscina o va a estar por casa y no le importa ponerse cualquier cosa. Es una zona pública para los invitados, así que ahí es donde pueden acicalarse tranquilamente cuando están en la mansión familiar.
• Sala de estar: La sala menos usada por Julio es sin duda la sala de estar que dispone de un piano. Excesivamente excéntrica para su gusto, con estampados, aspectos de leopardo y una vidriera azul, le parece excesivamente recargada con aquel piano de cola dentro de fondo que él apenas sabe tocar. Aunque a Bea le encanta llevar allí a sus visitas y gusta sobremanera de usarla, Julio prefiere zonas más íntimas o recatadas, y sólo la utiliza cuando quiere leer tranquilamente aislado del entorno, ya que le gusta el ruido de la chimenea.
• Cocina-comedor: Aunque hay cocina y comedor, generalmente la familia, cuando no tiene visitas o estas son de confianza, comen en una habitación que tiene implementada también una pequeña cocina con lo imprescindible. O lo que ellos consideran imprescindible, claro. Suelen usarla por el aspecto de su mesa, que les permite hablar entre ellos y comentar, algo que, dado el tamaño de la casa y su estilo de vida, corre el riesgo de volverse algo errático. Como familia distendida y abierta, aquella sala suele ser un nexo para mantenerse informados.
• Salón Central: Una cocina blana, con barra, acompaña al salón. Allí George suele descansar cuando no está trabajando, y donde suele llevar a sus visitas. También es donde se come cuando las hay y no excesiva confianza. Desde esa sala se puede ir con facilidad a las habitaciones de lujo comunes en el edificio, es decir la piscina, el estudio de yoga para Bea, el spa, la bodega de vinos y, atiéndase, el helipuerto que George mandó construir principalmente para Adalbert y sus caprichos, aunque él también lo usa gracias a su trabajo.
• Salón Derecho: De corte moderno, sencillo y minimalista, en el apartamento predomina el color blanco, las líneas puras y los contrastes con negro y rojo. Tras ver las fotos que Bea mostró, muchos son los potenciales compradores que se han interesado por el piso, sin éxito alguno, por supuesto. La estética de la casa brilla en su máximo esplendor en el segundo salón, el favorito de Julio y donde este suele hacer vida. Allí es donde él suele llevar a sus visitas, a una sala blanca y contrastada de ambiente tranquilo y desde donde se puede acceder a su terraza favorita. Una de tantas, con vistas a la parte derecha.
• Instalaciones:
• Biblioteca: La joya de la corona de George y una de las habitaciones favoritas de de Julio, es una habitación de lectura situada en el ala izquierda de la casa. Con un viejo tocadiscos y una despejada zona en medio donde el hijo más de una vez ha visto bailar a sus padres, dispone del repertorio de libros que Julio ha ido comprando sobre medicina, enfermería y salud, así como catálogos de armamento de George, enciclopedias pokemon, y una vasta biblioteca de investigación que sólo utiliza Bea cuando trabaja desde casa, cosa que sucede de vez en cuando. Arriba hay uno de los Baños Jacuzzi-Spa (Instalaciones).
• Helipuerto: El helipuerto mentado anteriormente es sólo una superficie pavimentada cuadrada en el tejado. Sin embargo, una escalera y un ascensor de un solo piso lo conectan con la sala inferior, que si bien es sólo un habitáculo con fines estéticos, es también la sala central del segundo piso, justo sobre el Salón Central. Desde ahí se puede ir a cualquier parte de la casa en pocos minutos si se va caminando, salvando los jardines. También dispone de un plano de la casa, en la que faltan algunos huecos que George y Bea utilizan como almacén de armas y laboratorio personal. Están mejor fuera del mapa.
• Gimnasio: Es la mayor broma del universo. Julio gustaba de usarlo hace años, pero ahora lo ha abandonado. No soplona un viento fuerte, aunque de vez en cuando, para liberar endocrinas, va y corre un poco hasta que se cansa rápido. También roba pesas para usarlas viendo cine o algo similar, pero nada más que eso. Bea lo usa con regularidad para ejercicios aeróbicos, y George tiende a hacer rituales allí cuando está en casa, haciendo varias series de ejercicios para mantenerse en forma y probarse a si mismo. Todo sea dicho, Julio lo aborrece relativamente, pero ahí está. Para él es solo algo que luce, pero algún amigo suyo lo usa.
• Agua Affinity:
• Spas: Como amante de los pokemon de tipo agua, Bea mandó construir toda una zona dedicada a ese tipo elemental. Aunque es muy inusual, Julio algunas veces ha visto por allí al Starmie y a sus dos Staryus, aunque generalmente suelen esconderse. Lo que más llama la atención es el Spa-jacuzzi central, aunque alrededor hay nódulos anexos y extensiones por donde uno puede disfrutar y relajarse. Generalmente allí es donde tienen las reuniones sociales, en el ala izquierda, y más de una vez su vecino por ese lado, Lew Ashby, les ha hecho una visita en bañador. Salas; Zen. Luxury.Rhino. Elemis. Prince.
• Baños: Una cosa que Julio ha aprendido a amar son los baños. Hay bastantes, y a él le resulta atractivo el poder estar con sus amantes en el agua, sólo hay que ver la fotografía principal de su diario. A lo largo de la sala hay varios baños con jacuzzi, hidromasaje, bañeras de cristal o incluso pequeñas piscinas con chorros. Aunque él dispone de su propio baño en su ala de la casa, muy a menudo se va por ahí a bañarse a otro lado, o se va con sus amigas ahí. Un puntito exhibicionista, sí, pero al no llevar un orden más de una vez se ha encontrado la familia con otros miembros duchándose solos o en compañía. Lazione (Julio). Library (Biblioteca). Georgia (George).
• Sauna: Una de las salas más entretenidas es la sauna. Con una pequeña pantalla y un puerto usb, es un lugar donde Bea acostumbra a pasar muchas horas. Julio sólo la suele utilizar acompañado, tal y como aparece en la imagen, aunque muy de vez en cuando compite contra si mismo para ver cuanto aguanta con su parca constitución. Sin lugar a dudas le gusta, aunque bien es cierto que suele usarse más en las reuniones sociales, aunque alguna vez se ha encontrado a George haciendo abdominales ahí dentro. Una vez incluso se encontró a su vecina, la hija de Bill, tranquilamente como si estuviese en su casa. Aunque claro, conociéndola, no fue algo que pudiese reprocharle a la chica. Ciertamente, ahí el chico no puede pasarlo precisamente mal.
• Espacio de Julio:
• Recibidor: Prácticamente Julio tiene una casa dentro de su mansión. Sólo para él y accesible desde una única puerta y una terraza por la parte trasera de la finca, es su pequeño rincón personal. Bea y George tienen otro para ellos, eso bien es también cierto. Su recibidor, similar al de George, es una especie de sala de cine. Llena de sofás y cojines sobre el mismo, tiene plantas, una pantalla en la pared, una chimenea y puertas que comunican con el resto de habitaciones. Ahí suelen estar sus amigos y él cuando los invita, aunque también él mismo en soledad, y es la antesala del resto de su espacio personal.
• Salón: Excepcionalmente, aquí hay puertas a otras partes de la casa, pero Julio tiene en todas ellas la llave echada por dentro y un par de cerrojos para que nadie entre, vigilando su seguridad. Obviamente, la casa no esta tan compartimentada como él quisiera, así que él se ha encargado de hacerlo personalmente. Da acceso por las escaleras a una terraza única en el tejado, pero situado en el segundo piso sus ventanales sólo dan al aire y dan vistas al exterior, sin posibilidad de entrar por ellos. Aunque está algo deshabitado, lo usa cuando necesita espacio o color negro con un contrapunto vainilla. Y le gusta.
• Estudio: Aunque tiene un ordenador portátil, ahí tiene sus libros favoritos, enseres de su universidad, documentos privados, escritos que ha ido haciendo y su ordenador de sobremesa. Un monstruo informático en aquella habitación de tono rojizo que tiene una copia de todos sus archivos digitales, y desde donde gestiona normalmente todo lo referente a Hero Help. Ahí es también donde tiende a esconder útiles varios, como aquello que suele guardar en privado para su vida más personal (mordaza, esposas, pinzas, correa, cadena, etc). Es por ello que suele estar cerrado con doble llave cuando él no está.
• Terraza: Más bien un ático, como antes pone se puede llegar desde el salón. Aislada y en una esquina de la casa, al fondo a la izquierda, tiene vistas a la mansión de Lew. Sin embargo, es mucho más que eso. Allí es a donde va cuando necesita, aire, cielo abierto y aroma natural saliendo de su aséptica y fría estancia, que tanto hubiese recordado a la casa de Christian Grey. Allí puede pasar horas escuchando al viento, o incluso durmiendo cuando quiere hacerlo al aire libre sin que nadie le vea. Puede pasear ahí en ropa interior y asomarse, que al estar en una posición elevada sólo verán la cabeza mientras no saque demasiado cuerpo. Tiene otros prismáticos como en la terraza derecha para espiar.
• Aseo: Un baño en realidad, es accesible desde el recibidor. Allí es donde suelen ir sus visitas, aunque reconoce que le encanta entrar y encontrarse a su pareja bañándose, pues la pared de la misma es de cristal y no hay plato de ducha. No es para asearse, sino para descansar, así que él mismo muy a menudo se pone música y se pone ahí con una grabadora de voz a vivir en paz e inspirarse clamando a musas. Ha hecho el amor ahí, se ha quedado dormido ahí, ha escrito novelas cortas ahí y ha escrito entradas como Hero Help. Incluso ha hablado por teléfono desde el baño y se ha puesto a hacer su trabajo de fin de grado de la universidad, usando el excel. No cabe duda de que le tiene cogido un cariño especial y único a aquella sala. Incluso conserva su patito de goma de cuando era un niño que apenas andaba.
• Dormitorio: Accesible desde el recibidor, como el salón, el aseo y el estudio, está su dormitorio. Aunque en la imagen es de día y hay una compañera de su universidad ojeando sus libros, lo más normal es que Julio tenga las persianas bajadas y las ventanas cerradas, con el aire a condicionado puesto para hacer su trabajo. La estancia suele ser bastante más lúgubre y oscura, pues sólo la utiliza normalmente para dormir, solo o con sus amigas, y para yacer con ellas. Aunque hay ocasiones especiales y algunos días abre las cortinas, generalmente se parece más al dormitorio de Batman que otra cosa. De hecho, más de una vez han hecho una metáfora con ello. Para él es algo meramente funcional y útil, aunque tiene una mesa para ponerse con el portátil cuando lo estima oportuno, es decir, cuando no quiere salir de allí no ver a nadie, cosa inusual. Dispone de una pequeña nevera con bebidas.
• Baño: Negro y blanco como no podía ser de otro modo, con sólo alguna luz amarillenta, el cuarto de baño de Julio es, nuevamente, más funcional que otra cosa, aunque increíblemente bello. A veces, y sólo a veces, dado el amplio espacio con alfombra del que dispone, suele usarlo como sala de juegos cuando tiene alguna visita femenina. Creo que sobran las palabras. Cuando eso ocurre suele pasar bastantes horas encerrado allí dentro, por lo que dispone de un cerrojo automático. Tiene hilo de música propio.
Se sabe más de alguien por quien dice haber sido que por quien dice ser.
Flashfowards; Técnica narrativa que interrumpe, con una escena que representa un acontecimiento futuro, la secuencia de sucesos primaria.
Infancia y Adolescencia
¿Mi infancia? Oh, querida, acabas de abrir la caja de Pandora rosa. Ve haciendo palomitas.
Alex ha sido desde muy temprana edad un joven sociable. De naturaleza extrovertida y sin complejos de pequeño, vivió su infancia como un tierno, inocente y despreocupado amante de la música. Veraneando en París y viviendo en Ottawa el resto del año ha sido siempre un alma cándida sin tabúes ni ataduras.
Agradable con su familia, unida y sin queja alguna unos de los otros, ha vivido el ideal americano de familia acomodada, pudiente y ejemplar cual época victoriana, aunque notoriamente menos manipuladora y mucho más liberal con respecto a la política y la sexualidad.
Hablas de mí como si fuese culpable. He tenido infancia, lo sabes, ¿no? Tengo pruebas.
Fue en el instituto un animal social durante sus primeros años. Capeó a los matones y los rivales como un torero, sin meterse en problemas y dedicándose simplemente a hacer amigos y vivir una infancia. Durante muchos años sólo fue un atractivo y pacífico ser querido por todos, hasta que conforme fue haciéndose mayor tendió a explotar su don social hacia otras metas. Aunque para eso, lógicamente, le hizo falta esperar a que le saliese vello en los sobacos y comenzase a sentir determinados impulsos.
Me siento como en el pasado. A punto de cometer el error de tenerte sólo como amiga.
Fue siempre mucho mas hábil haciendo amigas que amigos y gustaba más de su compañía, en parte porque con ellas no tenía que preocuparse por batallas de egos ni batallas de feromonas, pero también porque, como bien descubrió años después, simplemente era un amante de la compañía femenina en todas sus vertientes. No hablamos de intereses románticos o sexuales, sino que simplemente son mejor relación que los hombres. Mucho más fiables y más valoradas, por no hablar de sus múltiples ventajas y sus pocos defectos. Hay que reconocer, no obstante, que el paso de los años terminó por convertir a Julio en todo un Don Juan y un ligón sin remedio. Era la envidia de su instituto y el alma de la fiesta.
No sé nada sobre el amor, pero podría investigarlo mirando en esos ojos tan perfectos.
Con sangre Italiana por parte de padre y Francesa por parte de madre, Julio es, aunque cueste creerlo, un simple ideal de hombre despreocupado, sincero, seductor y pluscuamperfecto en todos los aspectos sociales. Él mismo reconoce que no soporta un viento fuerte, que no levantaría pesas en el gimnasio y que no es especialmente inteligente o astuto, pero es innegable que su talento para las relaciones sociales no tiene parangón. Ha sido puesto sobre la faz de la tierra simplemente para eso. Para relacionarse. Y lo hace a las mil maravillas.
Adolescencia Aventurera y Vida Familiar
Si no arriesgas, no ganas. Y si no vives, nunca vas a sentir la vida. Vente la próxima vez.
Pero subamos el voltaje, porque Julio es todavía más que un simple ligón de instituto con talento a escala internacional. Valiéndose de su comodidad económica y de su arrojado carácter sin miedo al fracaso ni la pérdida, se ha embarcado en los proyectos más temerarios y excitantes. Nunca ha escalado un monte sin arnés, ha de reconocerlo, pero se ha lanzado en paracaídas, ha hecho puenting y ha buceado por las marismas. Ha practicado rafting por aguas bravas y ha surcado las aguas pantanosas entre los cocodrilos. Un aventurero que necesita historias que contar a la gente. Todo narrador necesita cuentos que susurrar.
Como siempre, el secreto está en jugar con fuego y no quemarse. No demasiado, vaya.
Su tío Adalbert fue siempre un modelo a seguir para él. El hombre, un ario de pura cepa con ascendencia rusa al ser sólo mitad hermano del padre de Julio, George, ha sido siempre un referente. Un militar del Ejército del Aire con una personalidad muy similar a la de Julio. Correr en un quad detrás de un helicóptero es algo que une a la familia, de eso no cabe duda, o ese es el modelo de unión que tiene Julio y que ha aceptado como propio.
Así que, a grandes rasgos, ese es el querido Julio Virgilio Lavigne. Un hombre que ha crecido en una gran familia diseminada por Ottawa, y en menor medida por París e Italia, que bien podrían ser un clan en si mismo. El éxito de la familia reside en su valor y osadía, en su capacidad para alcanzar el éxito y superar el fracaso.
Podríamos haber muerto, así que deberíamos celebrar que nuestros corazones aún laten.
Uno para todos y todos para uno. Como los mosqueteros. Hay ovejas negras, como en todos lados, pero se intentan gestionar lo mejor posible para que sólo sean grises o para que vuelvan a teñirse de blanco. De no poder basta con dejarles su espacio y dejarles la puerta abierta para no hacerles el vacío.
No es de extrañar que Julio sea tan extrovertido y confiado. Aunque sabe bien cómo puede llegar a ser la gente se considera con buen ojo para juzgar rápidamente y saber a quien tiene que abrirse y a quien no.
Trata a sus rivales y enemigos como a compañeros, de forma sana y distendida, y siempre ha sido bastante conciliador. Muy rara vez llegó a las manos en el colegio, y siempre por razones ajenas a él, tratándose de alguna amiga en todos los casos.
No soporta ver cómo hacen daño a los suyos, eso está claro, y saldrá en su defensa siempre que sea necesario. Siempre tiene una palabra de consuelo, un hombro sobre el que llorar y una mano amiga cuando se precisan. Y eso es algo que no cambiará.
Es increíble, sin duda, pero puedes hacerlo todavía mejor. Y entonces moriré de infarto.
Se considera, pese a todo ello, bastante maduro para su edad, y muy realista. Su padre trabaja en el DST, o lo que es lo mismo, el FBI Canadiense, por lo que sabe perfectamente qué es el terrorismo y de qué son capaces. Más de una vez algún Pokemon de George, su padre, ha caído gravemente herido, o incluso su propio hombre ha estado en el hospital convaleciente por una herida de bala. Quizás es por esto por lo que el chico esté tan acostumbrado a los hospitales como pez en agua y haya hecho de estos su profesión.
Haz el amor, no la guerra. La vida es demasiado corta como para pelearnos por tonterías.
No le gustan las armas, las odia. Las ha probado con su padre en un entorno controlado, y casi podría decirse que siente pavor. No es que le asusten, pero tener una entre las manos le resulta extremadamente desagradable. Odia disponer de algo con lo que pueda hacer daño a otro ser humano. No es que sus manos sean de seda, pero dañar verdaderamente a otra persona, más con algo letal, le resulta cuanto menos inquietante. Entiende por qué alguien querría matar a otro, pero no lo comparte ni lo aprueba.
Maduración Romántica y Sexual
Bueno, tengo sólo dos minutos y un chicle. Empezad a convencedme para que me quede.
Así que volvamos a lo interesante. Julio ha tenido una amante en cada esquina y mil un rollos de una noche. También ha pasado semanas monógamo con la misma chica, o incluso meses.
Aunque parezca mentira, lo cierto es que Julio sólo está buscando a la adecuada. A la perfecta. A su amor verdadera y su media naranja. Está convencido de que si los demás no la han conseguido es porque no la han buscado lo suficiente. No está de acuerdo con eso de que el amor no puede buscarse, pero sí con que no puede ser forzado.
Julio nunca hace daño emocional a las mujeres con las que está, eso puede darlo por seguro, y cuando lo hace es por accidente y hace todo lo posible por repararlo a casi cualquier precio. No soporta ver sufrir a nadie y quiere quedar bien con casi todo el mundo. Solo busca hacer el bien, tanto a los demás como a si mismo, y lo busca donde puede y cuando le dejan, que suele ser casi siempre. Se hace de querer.
La vida es demasiado corta como para que sigas decidiendo qué va a ser de nosotros.
Cuando una relación no funciona simplemente quiere quedar bien y pasar a la siguiente. Está convencido de que se puede ser amigo de una mujer con la que te has acostado, pero en caso de que alguna no lo crea, lo respeta. Julio nunca fuerza las cosas, o al menos eso intenta siempre. Considera que cada quien es libre para decidir qué filosofía tomar, y que él no debe coartar a nadie en ese aspecto. Nadie lo hizo con él.
Así que sí, Julio sólo busca al amor verdadero. A la perfecta. A la elegida. Y cree haberla encontrado varias veces, unas mucho más apropiadas que otras.
Ahora mismo esto me parece más importante a recordar por qué estábamos discutiendo.
Reconoce que el aire de muñeca rota es lo que más le va, pues es la otra media naranja que tan bien se complementa con la suya propia. Una vida tan perfecta siempre ha necesitado de un segundo lado más oscuro. ¿Verdad que sí, Skywalker?
Entre sus películas favoritas están Pesadilla antes de Navidad, Blue Velvet, La Naranja Mecánica, 1984, La vida es bella, Moulin Rouge o El Diario de Noa. Sobran las palabras con respecto a qué filosofía es santo de su devoción, aunque si añadimos La Lista de Schindler o El pianista la cosa se acentúa. Sin lugar a dudas, si tiene que elegir se queda con "La vida es bella".
Papá, quiero mi tanque. Y el tanque llegó, pero el padre no.
No le cuesta ser monógamo, pero es exigente. Necesita un buen físico como requisito inicial, pero después de ello precisa una mente excepcional que se complemente con la suya. O no hay negocio ni amorío duradero que valga. Hay demasiada gente en el mundo como para bailar años con alguien que no te haga reír y llorar en la misma semana. Para Julio una adicta al tabaco no son unos labios con sabor a alquitrán, sino una apasionante historia oculta.
Simplemente intenta controlarte. No te serviré de nada si me arrancas el labio de cuajo.
Vida Universitaria
¿Has dicho chupitos de tequila, campus universitario y jóvenes filólogas? Soy tu hombre.
Tras acabar el instituto, Julio no se metió a Entrenador Pokemon. Como tantos otros decidió primero sacarse los estudios superiores y una carrera universitaria. Asegurarse un futuro intelectual y un trabajo normal y corriente antes de embarcarse a una aventura y un camino de peregrinación. Era lo que dictaba la razón.
Pero como no tantos otros, estudió lo que quería. No eligió lo más prestigioso ni lo más rentable, sino aquello que le llenaba por dentro. Enfermería, ni más ni menos. Y no, no lo hizo porque estaría rodeado de chicas en la universidad, aunque eso fue agradable e inspirador.
Mi amor, ven aquí. Vamos a intentar arreglarlo. Y no dejes de llorar, desahógate primero.
¿Que se le ha dado bien siempre a Julio? Estar con la gente. Aunque estuvo por meterse a psicólogo, decidió que destripar el comportamiento humano sería quitarle toda la gracia a su vida. Sería como descubrir el sentido de la vida, así que prefirió seguir viviendo en la ignorancia.
En su lugar, decidió estudiar algo con lo que pudiera estar cerca de la gente. No sólo era un trabajo relacionado con el mundo de la salud, y por tanto con su amada madre, sino que también le permitía vivir tragedias de primera mano y convertirse en un pilar en la vida de mucha gente. En un brazo donde se pudiesen apoyar cuanta más falta les hacía. Acertó de lleno, y cualquiera puede verlo a juzgar por las maravillas que el chico cuenta sobre su profesión, su trabajo, y su nueva vida en general. Desde luego, su retórica y sus alabanzas hacia el oficio son cuanto menos evocadoras.
No puedes citarme a Stanley Kubrick y Woody Allen y pretender que no te invite a cenar.
Por supuesto, de lo que no habla tanto es de cómo disfrutó aquellos años. Aunque en realidad cuando estaba con alguien mantenía un perfil bajo, moderado y respetable aún yéndose de fiesta, lo cierto es de que aquellos años ha sacado muchos recuerdos agradables. Demasiada fiesta y demasiada cultura junta como para ignorarlo.
Ahora, con la juerga universitaria vivida, el chico ha decidido intentar llevar una vida un tanto más sosegada y modesta. Tras acabar sus estudios ha ingresado como voluntario en la Cruz Roja, ha trabajado de forma salteada en diversos hospitales y, ahora recién vuelto de París en unos días de retiro espiritual, está listo y decidido a convertirse en un entrenador Pokemon.
Un peregrino en busca de una experiencia que tantos otros han pasado más pronto o más tarde. No sabe qué saldrá de ahí, pero espera que sea una aventura tan épica que haga sombra a todo lo que ha vivido hasta ahora. Y esa es una meta muy ambiciosa.
Sólo está seguro de una cosa. Se va a encontrar con gente. Con mucha gente. Lo importante será permanecer con la adecuada todo el camino y no flaquear.
Tu es la fille de mes rêves. Je t'aime trop et sans toi je ne peux pas vivre.
Querido y amado Julio,
Como tantas otras noches no puedo dormir y tú tienes la culpa de todo. Eres peor que el cáncer y lo sabes, pero eres la heroína de mis venas. Como los soldados la tomaban para no temer a la muerte, yo he tenido que hacer lo mismo. Me hace tremendamente feliz poder decir que no me arrepiento y que volvería a hacerlo, que nunca pensé que una droga pudiese venir en envase de persona y ser el marcapasos de mi pecho. Eres mi sol, mi luna, mis estrellas y mi nirvana.
Así que no me jodas, Julio, y tómate esta carta en serio. Hazlo, porque me está costando los recuerdos y el pesar de no tenerte al lado el escribirla. Como hablarte a través de una madriguera mientras intento alcanzar el bote en el que pone "Drink Me", pero tú, conejo blanco, ya estás lejos y no sé cuando volveré a verte. Bueno, sí lo sé, pero ese es otro tema. Generando expectación, droga mía, esa soy yo. Aunque en el fondo sabes que lo hago para seguir bebiéndome tu corazón.
Ya no hay sol en mi Londres, y no sólo porque no estés aquí a mi lado para abrazarme y decir que del viento se puede vivir y que los besos serán nuestro dinero, aunque de eso, por suerte, no tenemos pena ni queja, aunque bien sabemos que la felicidad no la da. Yo más que tú, vanidoso asqueroso. Pero te quiero. El caso es que, adivina, estoy en nuestro puente. Sí, donde nos conocimos. Sé que mi letra es templada y pluscuamperfecta como yo, quizás un poco emocional y romántica, pero lo vale. Quizá huelas el aroma a sal del Támesis. Pero conociéndote olerás a mujer, capullo infiel.
Pero te quiero. Te necesito, más bien. Escribo a mano porque, a diferencia de ti, vicioso virtual, no me gusta escribir mi puta vida en un word y subirla a internet. Que tus fans saben más de mí que yo. Que leo los comentarios de lo que publiqué como Miss Burton, y hazles puto caso. Cásate conmigo, que como bien dicen, no hay dos MB en este mundo. Pero eso lo sabes tanto como yo, así que tengo una buena noticia, pero eso te lo daré más adelante si no te sabe mal.
¿Reconoces la foto? Es tuya. A foto por página, para que veas. Pero como me entere de que no las has guardado en una cajita con tu corazón prensado en lo más fondo de tu cripta, te descuartizo y te doy de comer al equipo de mi prima, que lo sepas. Pero da igual, desvarío, borracha de recuerdos y tus putos ojos aún taladrándome a un océano de distancia.
Eras un capullo más. Yo me estaba muriendo, y tú llegaste y me sacaste la primera foto. Vamos por la segunda, lo sé, pero es que me lío porque tengo tanto que decirte y tan poco espacio. Sabes que me pasaría la vida susurrándote al oído fundida en un abrazo con cadenas para que nunca puedas alejarte. Aunque por aquel entonces sólo quería tirarte al río. Yo llorando, con cicatrices en una muñeca que indicaban el camino a la morgue y tú preguntándome por qué lloraba y miraba el río si los ángeles tienen alas y saben volar. O algo así. Lo cierto es que decir tonterías siempre se te ha dado de muerte.
Pero te quiero. Estoy enamorada de ti, en realidad. Porque me sacaste de ahí mientras te mandaba a la mierda como un ogro con la regla, y no cesaste hasta conseguir que me bebiese cuatro cervezas y me relajase. El tío del bar se quedó alucinado cuando vio entrar a una macabra con chaqueta de cuero y maquillaje corrido, despeinada y con cara de amnésica drogada y falta de sexo. Y tú al lado, rubio con una raíz castaña que tirabas para atrás, con un chupetón morado en el cuello de me importa una mierda quien. Porque total, aquí la que te moja la cama sin necesidad de estar soy yo y punto.
Dijiste muchas de las tuyas esa noche, pero te concedo cierto crédito. Supiste cómo hacer que hablase de mí. En aquel momento Rider como apellido no significaba tanto, pero supongo que el tiempo le da un cáliz a todo. No dejabas de preguntar, y preguntar, y preguntar y yo diciéndote que no pensaba pagar ninguna cerveza y que no te iba a decir ni mi nombre porque no te conocía de nada. Que quien te creías para venir, dártelas de listo y preguntarle a una suicida. Un puto psicólogo y un héroe, eso te creías, si lo sabré yo, Julio, que te he visto el alma desnuda más que la madre que te parió.
Pero qué sé yo, supongo que en el fondo eras gracioso, y tenías tanto aplomo y confianza que al final era imposible no rendirse. Has mejorado mucho, lo reconozco, y si ahora vinieses se me habrían caído las bragas mucho más rápido. Concretamente en el minuto uno. Pero por aquel entonces eras un corredor de fondo y no te resultaba tan fácil conseguir que una Diosa como yo se quitase la cazadora de cuero y te pusiese el cinturón en el cuello como el perro que eres. Grr.
Sigo sin saber en qué estaba yo pensando para aceptar irme a un hotel contigo. Bueno, sí lo sé. Te ibas a ir tarde o temprano, estabas bueno no lo siguiente, tenías pinta de mejorar desnudo y yo necesitaba eso. Y me refiero tanto a echar un polvo con un tío bueno como a sentirme un poco querida, deseada y, por qué no, amada. Eras un adulador sin remedio, como ahora. Tirar flores es algo que siempre se te ha dado de muerte. Como vendar ojos y morder lóbulos. Ay, madre.
Y va y amanece, y tú diciéndome que si nos separábamos tan pronto un terremoto partiría Londres. Y yo sonriendo como imbécil porque tú eras otro imbécil. Uno que a base de bromas, elogios y conversación interesante conseguía sacar lo mejor de mí. Una parte que creía olvidada y sumergida en lo más profundo del agua que hay bajo el ártico, donde las leyendas de hielo que tantos han perseguido. Como tú me perseguiste a mí, exactamente igual. Cómo cambia la vida, que ahora soy yo la que te escribe arrastrándose por un poco de amor. Que estoy nostálgica y sola esta noche, lo sé muy bien.
La Naranja Mecánica dio paso a reflexiones sobre por qué el sexo tenía un componente histórico de violencia. Tú y la puta amiga del estudio psicológico como tesis doctoral. Putos malos los celos que me diste ahí, y sé que era lo que querías. Luego, Odisea en el espacio. Y 1984. Y 1996. Y los Mitos de Cthulhu. Y todo lo que quisiste. Me hablase hasta de los malditos Sons of Anarchy y de por qué las mujeres con cazadoras de cuero, cigarro y sombra de ojos negra merecíamos ser, ¿cómo dijiste? Ah, sí, querido, folladas salvajemente con una naranja en la boca hasta que saliese zumo. Eso dijiste, SIDA mío, que como he dicho a veces eres peor que el puto cáncer. Tú y tu inexistente vergüenza para sacarme colores.
Concretamente el puto arco iris entero, porque cuando le dices eso a la mujer que conociste la noche pasada y que está desayunando en la cama contigo lo que suele pasar es eso, que se muere de vergüenza. Pero, claro, era lo que querías, así que te faltó tiempo para llevarme de excursión y tirarte horas hablándome en la hierba. Yo con la ropa de ayer, con pelos de loca y el peine del hotel en el bolso. Con cada vez menos cigarrillos y tú pasándome el mechero por las puntas. Casi ardo ese día, so capullo, con la tontería de que yo, que era fuego, debía de ser inmune a eso. Tus tonterías me matan.
Pero no, por supuesto, tú tenías que seguir. Me tenías que explicar qué hay debajo de capas y capas de chocolate, vainilla, limón y fresa. De tus bromas y tu conversación. De tus historietas sobre anillos, padres policías y tíos que te llevaban a hacer deportes de riesgo. Me tenías que hablar de tus sentimientos, de mí, y de cómo yo era especial. Química, única, irrepetible, el mejor error de tu vida. Error me llamaste, y menos mal que lo alegraste con el morreo de nuestra vida, hijo.
Así que ahí estaba yo. Tirada en medio de ninguna parte, con el móvil apagado y mi padre viudo preguntándose donde me había metido y si estaba muerta ya. Buscándome por los hospitales. Pero tú tranquilo como una rosa mientras me mirabas a los ojos, me mordías la nariz y me acariciabas los labios. Tenías un don para tocarme los ovarios rizándome el pelo con esos deditos de primigenio abisal que siempre has tenido. Que demasiado sabes hacer con ellos, vago de mierda.
Y yo diciéndote que era disléxica, y que no era lo mismo la Metro-Goldwyn-Mayer que un negro te meta un metro y te desmayes. Yo haciendo bromas sobre mi condición, lo nunca visto, y lo digo en serio. Pero tenías un don. Donde otros veían una suicida triste y miraban con pena mis cicatrices tú las besabas y las acariciabas como si fuesen algo preciado. Que significaban mucho y que te daban ganas de abrazarme cada vez que las veías. Pero que, aún así, no dejabas de sentir una mezcla de ternura e instinto paternal al verme. Y sonreía mientras, disimuladamente, te buscaba esos labios carnosos.
Te hablé de mi prima y de mi padre. Un hombre que sin duda te ganaste con tus cuentos sobre padres de la DST, madres investigadoras, y conversación sobre series de abogados y el clásico a tu hija me la follo pero porque la quiero mucho, no se preocupe usted que yo la defenderé con mi vida de los monstruos que haga falta, porque única es y mi corazón ganado tiene. Qué fácil es creerte a veces, amado mío. Y qué poquito te curras las cosas a veces, vago de mierda. Te lo repito.
Pero me entendías, eso es lo importante. Me entendías, me aceptabas, y te importaba. Me querías tal y como era. Me amabas y me necesitabas tal y como era. Y sabíamos desde ese momento que el puto destino en la vida no daría otra oportunidad igual. Que por fin sabíamos lo que significaba el amor a primer amanecer y que el viejo arco de cupido dispara con un criterio excelente cuando le da la gana. Que nunca más habría dos Julio y Alice en el universo. Únicos. Irrepetibles.
Aún hoy desconozco exactamente por qué lo nuestro es así, pero no importa. Sólo que somos el Alfa y el Omega del otro. Su comienzo y su fin. Su todo, su nada. Su A y su Z. Su preludio y su epílogo. Somos el agua y el sol que necesitábamos para vivir y, joder, llegaste justo cuando lo necesitaba. Nunca tendré bastante amor para expresarte cuanto me ayudaste en aquel momento. No tenía nada y me hiciste ver que podía tenerlo todo. Que no era sólo una gota de aceite en un océano de agua. Que mañana amanece y que tú estarás ahí para ayudarme a salir de la cama y ver el sol. Aunque si te soy sincera, a veces pienso que sólo quiero encerrarme en tu cuarto y no salir nunca. Que nada del universo importa ya.
Me hiciste volver a mi ciudad y verlo todo con una lupa que nunca antes había visto. Los pequeñajos escondidos en el callejón te frotaban el hocico o la nariz contra el dorso de la mano si les dabas las sobras de tu almuerzo. Y tu flipando porque había más que roedores pululando por las calles de mi ciudad. A ver si te enteras, que me intentaste enseñar que mi ciudad era un buen lugar para vivir y con la tontería casi me dices que no tenías puta idea de Londres y su historia.
¿Ves la foto? El tejado de mi vieja casa, cuando aún no había fama ni dinero en mi apellido. Tienes razón, cómo cambia la vida en unos años. De estar sola y cortándome las venas con una cuchilla de afeitar a tener el mejor novio de la galaxia y un padre que, ahora sí, parece entenderme. Hija mía, harás lo que sea mejor para ti, y tú sabes mucho mejor lo que es, estoy seguro. Eso dice mi padre. Me lo ha dicho hace unas horas, por eso te escribo esto. Porque tengo una noticia para ti.
Pero sufre un poco más en lo que te doy la brasa con nuestra historia, con nuestra vida, con nuestro corazón. Sé que te has cepillado a decenas de tías. Quizá centenares. Pero me da igual. Sé que yo he estado con muchísimos menos hombres, pero no importa. No es, ni ha sido, nunca una competición. Y cuando yo estoy ahí el resto del universo no existe y yo me convierto en tu todo. Y cuando todo sea distinto y el océano no sea un problema, lo nuestro cambiará para siempre. Sabes que mi dedo anular espera algo de ti antes de los treinta, querido. Tú mismo me lo has confesado varias veces, amnésico.
Lo gracioso fue mi padre. No tengo muy claro aún qué clase de brujería satánica me tiraste encima, pero yo, riéndome como una niña ante un hermano mayor modelo, te llevaba de la manita por un camino de bolsas amarillas hasta mi Oz. Y cuando mi padre con traje y corbata se vestía para ir al trabajo, alucinó. Asomado al pasillo viendo cómo su hija se reía. Y cuando vio que no sólo era eso sino que además iba acompañada casi le da un infarto. Se quedó con cara de mirar un tren pasar. El pobre hombre buscándome toda la noche, con ojeras y pinta de no saber qué coño estaba pasando. Pues normal.
Y tú diciéndole que lo sentías, que no habías pensado en que yo tendría el móvil apagado, y así con todo. Y el hombre asintiendo ceñudo hasta que le explicaste en cinco minutos que eras mi novio, que tu padre trabajaba para el FBI Canadiense y que tu madre era una científica de Ark Corporation. Mi novio, dijiste, y yo negándolo mientras tú me llamabas loca amnésica con demasiados golpes en la cabeza. Y va y cuando se pira mi padre a currar me dices que lo de los golpes iba por la de ostias que me di contra el cabecero de la cama mientras estabas entre mis piernas. Hijo, de, puta.
Pero estuvo bien. Le caíste en gracia a ese Arthur que tengo por padre porque eras majete y encantador en el fondo. Y en lo superficial, aunque de eso al final va a y resulta que no tenías nada. Toda mi vida pensando que los tíos eran todos gilipollas hasta que apareciste tú. Entonces pensé que eran gilipollas y, por lo menos uno, necesario. Semanas y semanas de pura felicidad al lado de un rubio de bote. Aprendí a amarte como muy pocas cosas he amado en esta vida, Julio. Sólo espero que nunca, nunca, nunca, traiciones eso. Pero sé que no lo harás porque estás colocado por mí y para mí. Siempre.
Y aunque todo tuvo un principio, también tuvo un final. Uno que nunca desee ver llegar y que siempre había temido. Pero sabía que el día llegaría, y llegó. Tú en el aeropuerto con tu maleta y yo abrazada a ti como una estatua de mármol. Pegada con la fuerza de una diosa griega para que no te movieses. Y lloré, vaya si lloré. Porque te habías convertido en días en todo mi mundo. Eras el motivo de mis sonrisas, mis despertares y mis ganas de vivir. Sin ti no era nada, y en realidad, sin ti hoy volvería a serlo. Siempre has sido y serás la razón de mi vivir y el marcapasos personal de mi pecho.
No supliqué que te quedases sólo porque sabía que era imposible. Y aún así, te pedí de todo. Que no me olvidases y que no me dejases para siempre. Que me dieses tu Skype, tu dirección para mandarte cartas y tu correo para acosarte. Y tú me diste tu página web y me pediste que yo guardase el secreto. Dócil y sumisa como nunca en mi vida he sido ni seré, asentí y te estrujé en pecho para que te quedases ahí siempre. Deseando hambrienta de amor que siguieses eterno a mi lado.
Pero te fuiste, y no dejé de mirarte mientras te alejabas. Cuando vi que girabas y me mirabas con cara de nostalgia y dolor. Te sonreí. Me sentí querida y, de algún modo, supe que aquello no terminaba allí. Correos, cartas, y mensajes anónimos en tu web como una fangirl más. Hasta que por ventura un día me llamaste. Una llamada internacional, sin Skype ni tonterías. Real, de teléfono a teléfono. Tú y yo a sólo un interfono de distancia. Tremendo fue mi orgasmo ahí.
Como lo fue también al escuchar que venías. Oh, sí, querido. Me temblaron las piernas y me hice mantequilla. Me derretí de saber que mi Hero volvería a mi lado. Yo que tantas noches pasé despierta soñando contigo, que tanto miraba las fotos de nosotros. Que tanto te escribí de noche y te mandé por carta. Que tanto te he querido y tanto he sufrido sin ti. El dolor sólo lo impulsaba no hablar contigo en algún otro momento. Saber que a las ocho de la noche te conectarías para hablar. Y cuando no aparecías, te juro que dolía como un puñal envenenado. Porque sabía que estabas con otra, como sabía que no me debías nada y que eras libre. Pero viniste a verme otra vez porque sí que te importaba. Porque me amabas sin cura.
No había antídoto para lo nuestro, lo sé. Nunca lo habrá. El amor verdadero no se sana y ambos lo sabemos. Muerde, destroza, raja y todo lo demás lo sana. Pero sólo sus propios estigmas deja cuando no está. Es lo único que no sabe arreglar, precisamente al brillar por su ausencia. Lo de que un clavo saca otro clavo no funciona en este tipo de casos. Quizá con tus otras amigas sí, pero conmigo no. Yo soy demasiado para ti como tú lo eres para mí. Alfa y Omega, un todo.
Pero llegaste. Seis meses, de intercambio. Seis meses. Cuando supe que eran seis meses el orgasmo que tuve te juro que me dejó tiritando. No tuve un orgasmo de verdad, está claro, pero es que es como si lo hubiese tenido. Yo creo que se me paró el corazón, aunque tú digas que eso es clínicamente imposible. Que eso no latía, te lo digo yo, y que luego pegó todos los latidos que le faltaban de golpe. Cinco segundos quieto y luego cinco más a toda velocidad. Y yo eufórica gritando sola.
Entró mi padre y me vio colgada del teléfono. Cuando le dije que venías, hasta sonrió. No había visto esa cara de felicidad desde que me vio contigo. Así que, saber que volvías, le hizo feliz. Porque me hacía feliz a mí. El tiempo de espera se me hizo eterno, pero sonreí. Y fui feliz. Sabía que mi príncipe azul venía otra vez para despertarme. Saqué mis mejores cazadoras del armario y me tuve que ir a comprar sombra de ojos negra. Bueno vale, y también cajas de preservativos.
Viniste, y yo llevaba ya horas en el aeropuerto esperando cada vez más nerviosa. El reloj avanzaba y tú te acercabas en avión. Y va y se retrasa al aterrizar. Y yo de pie en la línea de desembarco mirando por los cristales. Por supuesto, en cuanto te vi puse mi mejor cara de me alegra de verte pero no es para tanto. Y por dentro me estaba dando el infarto del milenio. Y otro orgasmo, claro. Tú sonriendo con tu cara de Adonis y yo saludándote con la mano. Oh, divina fortuna justa.
Y coges y, ni buenos días, ni nada. No un te quiero. No un te echo de menos. Sueltas la maleta, me enganchas de la cintura y me plantas un beso delante de todos que casi me desmayo. Así, en frío, y yo ardiendo. Y tú con las manos heladas, una en la nuca y otra en la cadera. Y yo con los ojos cerrados y negros sin saber cómo reaccionar salvo moviendo la lengua, claro. Te odié en ese momento por silencioso y te amé por todo lo demás. Luego, ya y al fin, hola, buenos, días, qué tal, y precioso tu pelo, gracias. Mucho de menos te echado y seis meses de perfección por delante que teníamos.
Y menudos seis meses. Más feliz no pude haber sido. Me llevaste a todos los putos sitios. Cuando salíamos del dormitorio, hijo mío, que menuda fijación la tuya con las dichosas esposas. Y yo diciéndote que tenía que ir al baño, y tú que no, que eso era totalmente innecesario y una pérdida de un tiempo que no teníamos. Y teníamos seis meses, capullo. Qué teatral has sido siempre, Dios. No, Dios tú no, creído. Tengo todas las fotos aún. La del Loch Ness también también. Preciosos.
Y los seis meses me parecieron seis horas. Qué rápido pasaba el tiempo a tu lado, cielo santo. Demasiado. Moriría en seis días si viviese contigo. Y aún así merecerá la pena. Y sí, he usado un tiempo verbal adecuado, porque lo haremos. Total, ya lo hemos hecho, qué tontería ni darlo por sentado conociéndonos tanto y en tal profundidad. Pero sí, perdimos los seis meses en el mundo de los recuerdos, pero nunca, nunca, acepté que ahora sí se iba a terminar ahí. Habíamos pasado por demasiado y prácticamente éramos marido y mujer. Enamorados hasta las trancas y las barrancas sin mirar a nada más.
Decidí hablar con mi padre. Que me iba yo también de Mundus, de intercambio. Le parecía una locura, pero me hacía feliz, así que no se negó. Si yo era feliz él lo era también. Y si mi felicidad eras tú, la de él también. Demasiado ocupado estaba también patrocinando a mi prima como para negarse, eso también es cierto y no lo puedo negar. Pero fui, ¿te acuerdas? Otros tantos meses de pura gloria. Y pude conocer a tu encantadora y perfecta familia. Encantador él y encantadora ella. Bea era simplemente la madre que nunca tuve. Te envidio muchísimo no sólo por haber tenido madre, sino por haber tenido una así. Joder, Bea era perfecta. Como tú, pero en versión madre y no novio. Eres un hijo de puta con suerte.
Vi todo tu mundo, tu ciudad, y me enamoré. Quería vivir en aquella urbanización contigo para siempre jamás. El sueño de toda mujer. Y tú dejando pasar las semanas a base de besos y regalos. Recuerdo el regalo. Aquel mechero. Te puso contento como darle un caramelo a un niño. Ni con lencería roja o negra te he visto sonreír así. Cualquier tontería relacionada con tu querida Enfermería o tu filosofía te hacía dar saltitos. Igual debería regalártelos cuando estás debajo de mí, desnudo y pegando caderazos, a ver si así consigues tirarme de la cama de una puta vez, so flojeras. Blanducho.
Y tuve que irme, otra vez. Terminó, como todo lo bueno. Pero nos las ingeniamos. Navidades, pascua, verano, siempre había una excusa para viajar y vernos, aunque nunca fue tanto tiempo. Sé que me echas de menos, y que necesitamos seguir viéndonos asiduamente para que esto funcione a largo plazo. Por eso te dije que tenía una sorpresa para ti. Dudo que estés preparado, pero te digo yo ya que vas a alucinar. Y que igual mojas la cama un poco, así que si te estás masturbando mientras lees esto, hijo mío, para. Pero vete a terapia y trátate lo tuyo, que se está empezando a ir la olla.
La sopresa no es lo que estás viendo ahora. Sí, sé que es un colgante precioso. Con forma de corazón negro, como yo. Y con ese grabado de Triqueta que tanto te gusta. Físico, mente y espíritu en céltico. Y la mujer. Y la muerte, el renacimiento, y la vida. Creo que es perfecto para nosotros. Tú y tus historias bio-psico-sociales de enfermería. Yo. Y la historia de mi vida. Todo en un mismo colgante. Es mi regalo para ti. Para que me veas a mí también cuando te mires en el espejo, narcisista de mierda. Dale la vuelta. Sí, lo he mandado grabar. Siempre tuya, ya lo sabes. Me tienes sometida.
Esa foto es de yo este mediodía en la agencia de viajes. Sí, hijo mío, felicidades, que me voy a verte otra vez. Tú nena necesitada. Única y perfecta en todo su esplendor. Tengo los billetes, y salen muy pronto, pero prefiero no decirte cuando. Quiero que mi llegada sea una sorpresa. Que se te caigan los pantalones sólo de verme y sea de la impresión y no porque yo vaya desnuda o algo parecido. Pero tú vete preparando, que para todo hay tiempo, eso ya lo sabes perfectamente.
Me dijiste que vas a Federarte. Pues bien, no eres el único. Te sigo, chaval. Ponte el colgante. Como llegue y te vea sin él, te machaco. Si tengo que hacer algo con mi vida que sea estar contigo. Estar a tu lado y seguir tu camino. Apoyarte. Y qué demonios, quiero viajar contigo y besarte con los bichejos mirando al lado. Y si de paso puedo demostrarle a mi padre que yo soy mejor que mi prima, fantástico. Que sigo siendo su hija después de todo, maldita sea. Pero tú me quieres, ¿verdad?
Haz la cama, primer aviso. Compra Coca-Cola, que siempre se te acaba. Y preservativos, querido, que no nos pase como la otra vez que tuviste que buscar en los cajones de tu padre. Pero mira que eres tonto a veces, dios mío. Qué cruz de chico y cómo lo puedo querer tanto con la cabeza hueca que tiene a veces. Yo no me explico cómo te lo montas para molar tanto si, en el fondo no eres para tanto. Si obviamos el físico, el carisma, el atractivo y el aire de...bueno, vale, que eres mi novio y te follo cuando quiero, eso ha quedado claro. Para el caso, vete pensando qué criaturita te dan para empezar.
Estaré allí antes de que recuerdes qué talla de sujetador tengo. Y salvo que seas tú el que está vez se ha golpeado contra el cabecero de la cama me consta que te la sabes perfectamente. Espérame. Mi necesidad de afecto es casi tan patética como tus chistes sobre nazis y judíos. Asco de humor negro el tuyo y lo mucho que me gusta. Bueno, creo que me voy a ir ya a casa. Este puente me está trayendo demasiados recuerdos y, aunque al principio estaba algo lacónica y rememoraba demasiado el comienzo de lo que siempre fue, tras avanzar y darle una vuelta a toda nuestra historia he llegado a una conclusión. Nada mejor que dedicarte un puñado de folios para ponerme como una moto. Estarás contento, amado mío.
Siempre tuya, Alice.
Nombre: Molly Malone, como la canción. No obstante, todo el mundo la llama Comadreja.
Edad: Entre 17 y 18 años. Nunca lo ha sabido muy bien.
Físico: Menuda, de metro sesenta y poco. Su pelo es rojo y su piel nívea y salpicada de pecas está llena de polvo, suciedad y cicatrices. Es delgaducha, flexible y ágil. Casi no tiene pecho y sus curvas son escasas, por lo que sus hermanos siempre se ríen de ella (aunque más de uno le ha pedido que le enseñe las tetas). Tiene los ojos grises, y uno de ellos lo pinta siempre con líneas delgadas de hollín que atraviesan parte de la mejilla.
Viste de forma ecléctica, aunque cómoda: lleva un top que le cubre el pecho, dejando el vientre descubierto, y unos shorts de tiro alto que le llegan a la altura del ombligo. Las medias están agujereadas por algunas zonas, y las rodilleras negras algo gastadas. Un par de calcetines grises le cubren hasta media pantorrilla. Lleva unas botasmilitares negras de piel, caña baja. De la cintura le cuelga un cinturón ancho donde guarda los cartuchos y las granadas de mano, y sobre la cabeza reposan las gafas de aviador, para no quedarse ciega cuando el viento levanta arena. Por la noche se calza una chaqueta que le robó a un chaval muerto.
Personalidad: Comadreja es cabezota. Mucho. Mucho. Mucho. Mucho. Hasta límites que te dan un poco de miedo pero eh, ser cabezón te consigue muchas cosas. Obcecada y orgullosa, no le gusta dar explicaciones y se enfada cuando algo no sale como ella quiere. La juventud le profiere la capacidad de creer que lo sabe todo, pero no el ser temerosa: primero su pellejo y, después, el de los demás. No obstante, en situaciones relajadas se muestra alegre y risueña. Es lista, aunque de manera muy disfuncional, y lo enfoca en planear los saqueos y conseguir lo que quiere de sus hermanos, que al fin y al cabo no es muy difícil porque la mayoría son unos zoquetes. Miente por inercia y utiliza la fuerza cuando es necesario. Su moral es inexistente, y eso le proporciona la libertad necesaria para hacer lo que quiera y cuando quiera... siempre que no arriesgue mucho su vida. Su mayor don es el de la observación, puesto que la crueldad y la falta de escrúpulos no se pueden considerar como tal.
Le encanta: La comida caliente, los juegos de cartas y su perro, Bestia. Es un rottweiler enorme y medio destrozado por las peleas en las que Comadreja lo mete con tal de conseguir dinero. Lo encontró cuando era un cachorro y sólo le hace caso a ella.
Detesta: Perder munición de forma tonta, no conseguir quitar los pelos ensangrentados que se aferran a los clavos del bate y que Chuck sea un pesado. El frío, las chicas tontas y perder a las cartas. Vomitar, porque eso significa que en poco tiempo tendrá hambre. El hedor de los cuerpos putrefactos, ya que se queda impregnado en ropa que ella podría robar.
Familia: Es la última hija de dos saqueadores, Frank y Pecosa. No se tienen mucha estima y se hablan a gritos, pero en general toda la familia se comunica así, por lo que no le supone mucho problema. Tiene cuatro hermanos mayores, a cada cual peor: Iggy, Chuck, Zolo y Billy el Guapo. El primero es un bruto, el segundo un depravado, el tercero siente una pasión desmedida por desollar y el cuarto... bueno, una vez alguien le dio con un hacha en la cara y, aunque salió vivo, cuesta mirarlo. Casi siempre se están peleando a hostia limpia, discutiendo por la comida o bebiendo y cantando alrededor de una fogata. No se tienen el menor respeto, aunque se vigilan bien las espaldas. Comadreja los quiere a su manera. También se rumorea que en las noches frías baila con Chuck bajo las pieles que les sirven como manta, para entrar en calor. Pero eso, definitivamente, es otra historia que a nadie le importa.
Situación en el Yermo: Comadreja es considerada la listilla de la familia, pues ninguno es un lumbreras, y se la escucha cuando es necesario. Ha nacido y crecido en el Yermo, así que sabe cómo desenvolverse y salir todo lo ilesa que puede; su mayor habilidad es la de sobrevivir, pues para eso la han criado, aunque sea a base de malas maneras y en un ambiente abusivo y desestructurado.
Su familia convivió con un grupo reducido de saqueadores. Asaltaban viajeros y comunidades pequeñas hasta que, desafortunadamente, en uno de los ataques el grupo se vio reducido (su propio hermano sufrió una herida grave en la cara) y se trasladaron a Evergreen Mills para gozar de mayor seguridad. Comadreja se adaptó rápidamente a la situación gracias a su pragmatismo, y los Malone consiguieron aliados. Debido a su capacidad estratégica se la toma en cuenta para saqueos menores, aunque por a su corta edad no puede participar en todos los que le gustaría.
De puertas para afuera se la considera una muchacha divertida y con la que uno puede pasar un buen rato, por lo que socialmente se la tiene en alta estima, o por lo menos todo lo que se podría en un microcosmos como ese.
Armas predilectas: Rifle de asalto, granadas, navaja y bate con clavos.
Antes de Isabella:
Después de Isabella: