Partida Rol por web

Caja Segura

Séptimo Mar

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01/09/2013, 08:57
Director
Sólo para el director

- Partida Assasins Creed.

- Partida LOL 5 vs 5 o 3 vs 3.
   - Un post por wave de minion.
   - Torres hp fija, daño fijo.
   - Mapa dividido en sectores.
       - Se ven los sectores alrededor.
       - Clarividencia (ver sectores). Flash (moverse de sector). Fantasmal (doble velocidad, sin choque en sector). Escudo (proteger torres).

s

 

 

 

Morrigan - Demonia.

Happy Endings

Dotado - Bruja

Mansión Des Noites

Warlock - Gato - Demonio

Beta

S.T.A.R.S: Acrónimo de Special Tactics And Racial Service

Científico

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18/09/2013, 03:33
Director
Sólo para el director

¡Bienvenidos niños y niñas al gran circo de Nueva York!

Tenemos brujas, warlocks, Dotados, Ángeles, Demonios, Luces Blancas y Negras, y como invitados estrellas, a Los Ancianos, Los Avatares, ¡y a la mismísima señora Muerte! Pero por suerte, van a morir todos.

Hacía siglos que las entidades sobrenaturales habían comenzado a ser cazadas. En aquel año, en el 2014, la Organización de las Naciones Unidas había dado luz verde al Gobierno Norteamericano para comenzar un programa experimental en alguna parte del desierto de Nevada, allá donde los satélites no ven la tierra llena de bombas. No es que lo necesiten claro, y tener ya tenían, pero que la ONU te diese luz verde para un proyecto que, en pocas palabras, servía para matar personas y exterminar la magia usando, valga la contradicción, magia, ponía las cosas contra el telar.

Nueva York sufría un constante bombardeo a base de información partidista. Allá donde en otro mundo se alzaba una Estatua de la Libertad, de forma paralela se alzaba un monumento destinado a la pureza racial. Había detectores paranormales a la entrada de la bolsa, arcos de seguridad en los aeropuertos, y de vez en cuando se veían helicópteros donde un hombre cargaba una ametralladora, pero a su lado había un S.T.A.R.S. con una ballesta cargada con el veneno de un Luz Negra, y valga la paradoja, tenía por objetivo matar Luces Blancas. No había otro modo.

Pero donde la oscuridad brilla intentando eclipsar la luz, la propia aprende a camuflarse tornándose corrupta y amoral. Donde en otro mundo un Luz Negra está destinado a matar a un Luz Blanca, aquí se resiste a cumplir con su destino y dispara sus flechas contra el gobierno. A veces, por su propia naturaleza, disparará contra su anatema, pero otras le dará la mano a la voz temporal de "el enemigo de mi enemigo es mi amigo". Nada definitivo.

Así pues, tenemos a Vim & Virtus.

Un Coven. Teóricamente, es una sentencia de muerte. Eso dice la prensa. Un par de veces al año sale en el New York Times la noticia de que tres, cuatro, o cinco blasfemias sobrenaturales han sido capturadas, vivas o muertas, y retiradas de la sociedad. Aaron Wake participó en varios de los operativos, y él mismo disparó las armas contra las cabezas de los brujos. Sin embargo, los tiempos cambian, y llega un momento en que los gatos agotan sus vidas y se convierten en Warlocks. Algo similar pasó con cada miembro del Coven, todos orbitando alrededor de una entidad pegajosa. Dani. Dani no estaba bien de lo suyo, pero era perfectamente imperfecta. A su alrededor se fue contruyendo un coloso mágico.

La casa también tenía cuento. En Brooklyn Heights. No hay que aburrir con detalles redundantes ya recopilados en otros lugares, pero huelga decir que dentro habían seis "vecinos que siempre saludaban". No, no tenían pinta de ir por ahí cortando los hilos del destino, alterando la ley de la causalidad, transportando objetos, leyendo recuerdos, alterando cuerpos.

Pero nadie ve venir a un Coven inteligente. No quedan muchos, por no decir casi ninguno, y se han convertido, al menos teóricamente, en una rareza. Era del todo probable que hubiesen más en Nueva York, pero no se tenía constancia de ello. Por las alcantarillas, los áticos, las pensiones y las mansiones debía de haber más entidades sobrenaturales, aquellas lo bastante afortunadas o listas como para sobrevivir.

No habían tenido contacto con ellas, pero los imanes se atraen. Llega un momento en que da igual lo que hagas, no puedes escapar al destino. Kate podía tocarlo, acariciarlo, cortarlo, unirlo, pero había cables más gruesos que otros, y las tijeras se rompían al tocar los pilares inamovibles.

Por aquel entonces, por el 2014, en Abril del 2014, Vim & Virtus todavía estaba en la fase de aislamiento.

No establecía lazos problemáticos. No se juntaba con el resto de criaturas sobrenaturales. Bastante tenían ya con la familia de Dani. Sin embargo, cuando alguien miraba con recelo a los arcos de detección y caminaba por otro lado, estaban ahí. Camuflados a plena vista. Sólo que uno de ellos ya no estaba en Beta. El único que podía hacer indetectables a todos los demás, darles la llave dorada, volver ciego al mundo y darle la vuelta al eterno pulso.

Esta es tu última oportunidad. Después, ya no podrás echarte atrás. Si tomas la pastilla azul fin de la historia. Despertarás en tu cama y creerás lo que quieras creerte. Si tomas la roja, tequedas en el País de las Maravillas y yo te enseñaré hasta dónde llega la madriguera de conejos.

Recuerda, lo único que te ofrezco es la verdad.

Nada más.

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19/09/2013, 06:48
Director
Sólo para el director

Una discoteca, una cogorza de puta madre, y esa borrachera era de Dani. Recordaba que le habían dicho algo sobre Colossus. Lo cierto es que el nombre le moló, oye. Sonaba bien, y no se lo pintaron mal. Tres pisos de altura, ¿o eran cuatro? Bueno, como fuese, para el caso, ni que le importase un carajo en aquel momento.

A ver, va, algo tenía que recordar. Sí, vale, había un portero, o más bien dos, o cuatro que en realidad eran dos parejas de gemelos. Vale, bueno, igual es que veía doble o tenía una resaca de la ostia. Joder, se hubiese tomado lo que se hubiese tomado, era la ostia, porque estaba empezando a perder la noción del tiempo. Todavía era de noche, vale, eso lo recordaba, pero estaba segura de que si no echaba toda la cena y el alcohol era porque probablemente ya había ido al baño antes. Casi podía ver las latas de Monster en la papelera de su dormitorio en el campus.

O sí, vale, vale, había terminado un trabajo, lo había mandado por la plataforma virtual de la universidad y se había pirado de fiesta, eso estaba mucho mejor. Era viernes por la noche, 25 de Abril. Sí, vale, la noche anterior se la pasó allí encerrada como una rata de biblioteca sobre teclas y código html, así que había tenido que beber, fumar, drogarse y follar por dos. Sólo que aún no había hecho todas esas cosas. Podía sentir el mecer de su cuerpo en la pista de forma errática como si fuese una muñeca hawaiana en un coche de carreras. Al lado sus amigas, quizás.

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19/09/2013, 07:11
Director
Sólo para el director

 

Vale, definitivamente, la noche fue de puta madre. Sábanas de seda al tacto. La cabeza estaba bastante peor.

Se le ocurrió mirar bajo la página y, Dios, sí, estaba desnudo. Muy desnudo. ¡Totalmente desnudo!

Al otro lado. Joder, ¡pero eso era una mujer! Sólo que no era la misma mujer de anoche.

Spike + Esposa. Usaron metamorfismo para hundir la reputación de esos dos, pero Jenkins les dijo que era bruja.

Móvil en vibración y grito mutuo de escena cómica.

Dijiste algo de tu abuelo. Te queremos para encontrar al crío de Alfa. Algo sabemos sobre él. Pero no puede saberse que lo buscas, ¿eh?


Tirada de Inteligencia + Medicina para ver si reconoces a las dos personalidades de los últimos recuerdos.
Tirada de Inteligencia + Callejeo para recordar algo vagamente familiar sobre Michael Saphiro (y aquella gente).

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19/09/2013, 07:11
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Sólo para el director

Notas de juego

Kate Evans.

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19/09/2013, 07:28
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Sólo para el director

Notas de juego

Kate Evans.

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19/09/2013, 07:28
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Sólo para el director

Sexo con la novia.

Notas de juego

Aaron Wake.

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19/09/2013, 07:32
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Sólo para el director

Noche tranquila de estudio. Pistas sobre el lugar de los hechos.

Notas de juego

Abogado.

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19/09/2013, 07:35
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Sólo para el director

Me acaban de llamar del trabajo. Otra dimensión. Un niño.

Notas de juego

Aaron Wake.

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19/09/2013, 07:37
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Sólo para el director

Se declara cuarentena falsa en el lugar. Aislamiento biológico.

Llamada del abogado de Spike que se está acostando con Jenkins.

Notas de juego

Abogado.

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19/09/2013, 07:52
Director
Sólo para el director

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19/09/2013, 07:52
Director
Sólo para el director

 

JODER, es un S.T.A.R.S. Detectores apagados. Alarmas desconectadas. Sin batería. Mal rollo.

Conversación "musculitos" por teléfono con compañero de Aaron Wake que habla con su novia.

Notas de juego

Sheryl.

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11/10/2013, 07:21
Director
Sólo para el director

Sábado, 26 de Abril del 2014, despacho de Michael Saphiro.

El teléfono de Michael sonó. El hombre a duras penas pudo abrir los ojos y frotarlos mientras bostezaba. Miró por la ventana y descubrió que era de día. Seguía en su silla, en su despacho, y ató dos y dos. Se había quedado dormido ahí, pero bueno, bien mirado, no tendría que moverse para ir a trabajar. Movió la cabeza y vio su teléfono fijo, sobre la mesa, con el botón rojo parpadeando indicando que tenía una llamada en espera. Trabajo, trabajo, trabajo.

- Señor Saphiro, aquí hay una mujer que insiste en verle- dijo su secretaria tras descolgar y llevarse el auricular al oído-. No tiene cita, pero no para de repetir que es importante, que no puede esperar.

El abogado abrió su agenda y revisó el día de hoy. Efectivamente, no tenía ninguna cita a primerísima hora de la mañana, cuando el alba aun despuntaba sobre el manto de estrellas. Sin embargo, fuese quien fuese, debía pasar. Su pareja, Dani, Kate, o incluso Sheryl. Maldita sea, más valía que no fuese ninguna de las tres últimas.

- Como quiera- colgó la secretaria ante la orden del abogado. El móvil cayó sobre su base.

Un crujido en las espaldas al levantarse animó a Saphiro mientras se acercaba a la máquina de café. Necesitaba llevarse una cafetera. Metió el vaso de plástico y pulsó. El líquido parduzco cayó sobre el recipiente hasta colmarlo. Con cuidado, Michael lo retiró y bebió un sorbo. Amargo, o eso dijo su cara al probarlo sus labios.

Miró el reloj en la pared. Las agujas decían que eran las ocho y poco de la mañana.

- ¿Señor Saphiro?- preguntó una voz tímida en la puerta. Era dulce, suave, juvenil, inocente.

Miró hacia la puerta y encontró a una pequeña. Al menos, parecía pequeña. Era bajita, entre el metro cincuenta y el metro sesenta, a caballo entre ambos. Su cabello castaño se tornaba dorado al sol que se filtraba por la ventana. Su rostro, adulto, seguía guardando el cáliz de la juventud, dándole el aspecto de una adulta. Bien podía tener sólo un par de años menos que Saphiro, pero no era mujer grande y fuerte, ni en físico ni en carácter. Todo lo contrario.

- ¿Puedo pasar?- preguntó sin atreverse a cerrar la puerta del despacho tras de si.

Jugueteó con los dedos, entrelazándolos. Se sentía cohibida. Vestía con extrema sencillez, de forma humilde, sin grandes ambages. No parecía sentirse cómoda, ni con la situación ni consigo misma. Era bella, no cabía duda, pero no se sentía como tal. Se antojaba una personalidad triste y taciturna, insomne, deprimida. A todas luces aquella joven parecía una muñeca de ballet que podía romperse en cualquier momento. Algo así no podía fingirse.

Saphiro la ofreció un asiento. Era imposible negarle un parche a una descosida como ella.

Lo hizo. Se sentó. Sonrió de forma tímida y miró al abogado directamente a los ojos. Abrumado, el hombre sintió el impulso de apartar la mirada, pero no pudo. Parecía que le mirase directamente al alma, y sus ojos vidriosos, de un color difícil de determinar bajo aquella luz y aquel sueño que todavía acechaba al abogado, no dejaban de evocarle una ternura sin parangón. Quería abrazar a esa joven. Quería decirle que todo iba a salir bien, pero ni siquiera sabía qué pasaba. La mirada y la sonrisa de aquella visita resultaban algo novedoso, único. Ese día era un gran día.

- No pensé que tuviese fuerzas para venir- confesó agachando la cabeza. Rompió el contacto visual y Saphiro sintió nostalgia. Era quitarle un caramelo a un niño-. Me lo había imaginado más atractivo- pensó en voz alta recolocándose un mechón castaño-dorado tras la oreja. Lejos de resultar ofensivo, parecía un halago-. Pero le veo- algo en su timbre resultó etéreo. No veía a Saphiro, sino dentro de Saphiro-. Ha perdido usted algo que yo amo- inconscientemente, acercó las extremidades al pecho, tanto las manos como las rodillas, en posición fetal-. Su vida ha sido dura, como ahora lo es su ética, su moralidad. Los S.T.A.R.S. le han hecho daño, pero Aaron estuvo ahí para usted.

Era muy frágil. Sabía, de algún modo, demasiado, pero era cristal vibrando. Una lágrima afloró en el borde de su cuenca derecha, pero no llegó a caer. Se quedó ahí, resistiéndose a ceder, fuerte en su último aliento.

- Yo no lo tuve, y tampoco mi hermano- confesó en voz alta-. Usted es lo único que me queda.

Las persianas bajaron lentamente, sumiendo la habitación desde ambos lados en la penumbra. Una esfera azul comenzó a aparecerse entre la joven y el abogado. Era magia, no cabía duda. Aquello dejaría un rastro que tardaría un tiempo en borrarse, revelando que en aquel despacho se había cometido algún tipo de brujería, pero aquello, más que algo punible, parecía una lágrima de Dios. La esfera reveló un panorama desolador.

Era aquella mujer, de niña, hacía años. Era un cuarto con un oso de peluche, rosa, y ella estaba abrazado a él. A su lado había un chico, parecido a la niña, quizás un hermano de su misma edad. Evocaba ternura. Las luces del cuarto se apagaron, silenciando una lámpara de estrellas amarillas. Un beso de buenas noches de una madre y el sonido de una canción amenizando sus sueños. Y entonces, el sonido de un madero rompiéndose, astillando los cimientos de la p uerta hasta que cayó. Se escuchó a la niña gritar preguntando por su madre y a un hombre. Saphiro odió a ese hombre, y no sólo por lo que hizo, sino por la placa de su hombro. S.T.A.R.S.

La niña alzó una bola azul, la cual adquirió la apariencia de un escudo. Aguantó segundos antes de flaquear y que aquel hombre la cogiese en brazos. Misma suerte corrió su hermano. Al ir al salón, la madre yacía boca abajo, esposada, mientras un hombre tras un casco la apuntaba un fusil de asalto. El siguiente fotograma era un vehículo blindado despeñándose ladera abajo antes de llegar a lo que parecía un edificio blanco con una torre de seguridad. Algún tipo de complejo militar, probablemente. La niña miró a su lado y vio a su hermano con sangre manando del oído. Entre lágrimas, gritó su nombre y le pidió que no le dejase. No te vayas, por favor, no te vayas. Te quiero...

Parecía unos años más joven, pero ahí estaba otra vez. Con un palo, abría un contenedor de basura y rebuscaba en el interior. Entró a una tienda y se guardó una lata de atún. Se acostó entre un par de cartones ante el fuego de un bidón. Se tiró desde lo alto de un edificio y comenzó a caer, pero una esfera azul, al fondo, frenó su caída. Llovía, y eso por suerte palió sus lágrimas. Ahora, en cambio, iba bien vestida, limpia y aseada, pero se entendía su dolor.

Saphiro parpadeó y seguía en aquella habitación oscura. Encendió una lámpara de mano al lado de su mesita. La luz se proyectó sobre el libro d e cuentas que tenía delante y reveló unas mejillas húmedas con surcos de río. La joven aspiraba por la nariz y subía y bajaba los hombros de forma rítmica siguiendo el diafragma. Lloraba.

- Le vi anoche, en sueños- dijo la pequeña con la voz rota. Volvió a levantar los ojos y miró a Saphiro. Algo en él se quebró en mil pedazos dentro del corazón-. A usted. Tiene que encontrarlo. Sé que es como yo. Tiene que serlo... por favor- comenzó a llorar desconsoladamente. Ni siquiera estaba segura de si Saphiro era algún tipo de entidad sobrenatural. Si no lo era, estaba muerta. Esa era su última carta. Una carta totalmente desesperada-. Por favor...- suplicó con hilo de voz. Parecía a punto de explotar y convertirse en un millar de cristales transparentes y afilados.

Algo, no obstante, impedía a Saphiro hacer nada más que observar. Se sentía como un mero espectador, como si aquello transcurriese ajeno a él. A todas luces, aquella joven, conscientemente o no, le estaba bloqueando. A juzgar por cómo desesperadamente rogaba un poco de lo que fuese, cualquier cosa, no lo hacía a sabiendas. Se levantó y, a tientas, se arrodilló al lado de la silla de Michael, tomando su brazo con ambas manos.

- Dígame que no me he equivocado esta vez, se lo ruego- siguió diciendo goteando sobre la alfombra-. Le he visto a usted, y al S.T.A.R.S. A la mafiosa, a la drogadicta. Tiene que ser real- apretó el brazo de un Saphiro devastado por la pena y la empatía-. Vi a un chico, un crío. En sueños. No tendrá ni quince años. Pero he dejado de verlo. Tiene que encontrarle- zarandeó el brazo, como si quisiese apremiarle a ello-. En mis sueños nadie puede encontrarle. Con él, podría dejar de huir. Podría- tragó saliva y soñó en voz alta-, podría vivir.

Entonces, dejó de bloquearle. Saphiro inspiró y expiró. Pobre chica.

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11/10/2013, 08:33
Director
Sólo para el director

Notas de juego

Firthalia.

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13/10/2013, 19:31
Director
Sólo para el director