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Carnival

Capítulo II: El Rouge Café

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12/08/2011, 02:28
Director

Para todas las ciudades del mundo hay un edificio que se identifica con su esencia. Por ejemplo, el Londres está el Big Ben así como Egipto las pirámides forman parte de su historia. Para la ciudad que nos atañe, el Rouge Café cumplía esas funciones.

Con sus letras de neón rojas, el Café, como le decían los habitantes, había iluminado el cielo por más de cincuenta años, trayendo la diversión y la alegría que tanto necesitaban los ciudadanos. Era muy común ver grupos en vivo o representaciones teatrales. Se podía visitar si querías comer, tomarte un café con tus amigos, ir a por unos tragos en una noche con tu pareja o simplemente a pasar el tiempo. Fuera cual fuese la intensión de quien estaba allí, podía asegurarse de que la pasaría bien.

El Café, con todos sus servicios y buena atención, estaba siempre lleno. Pero aquel 18 de abril prometía a estar a rebozar. Aquel era el día citado por Adolf Von Hausen para buscar a sus esperados aventureros, y toda la población parecía querer formar parte de aquella lista exclusiva de privilegiados, que no sólo tendrían el placer de ayudar a semejante eminencia, sino de llevarse a casa cinco millones de dólares.

Si el día anterior había sido un caos total, aquella mañana había amanecido tranquila, pues todos estaban haciendo sus planes para aquella noche y se preparaban para el gran evento; pero mientras el amanecer daba paso al atardecer y luego al mediodía se escuchaban voces por todas partes, y las cercanías del Café se fueron llenando, y todos se preguntaban quién, en aquella barahúnda de gente, sería el afortunado en quien Adolf Von Hausen depositará su confianza.

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12/08/2011, 02:29
Director

Aquel 18 de abril se parecía a cualquier otro día en la agenda de Ian Brown. Tenía un trabajo asignado, el cliente esperaba respuestas y el dinero ya estaba casi depositado en una de sus tantas cuentas bancarias. Pero la diligencia no era la misma de todos los días y tampoco el contratista era alguien sin rostro.

Ian tenía delante de sí la responsabilidad de caerle bien al hombre más rico de Estados Unidos, por no decir del mundo, y todo para buscar un niño; ¿y por qué hacía esto? Simplemente porque su amigo y hermano del sujeto anteriormente mencionado se lo había pedido.

Así que aquella mañana nada cotidiana había empezado de una manera muy poco normal, pero bastante deseable, ya que Brown se encontraba abrigado por los brazos de su exuberante amante.

Cassandra, el nombre de aquella, era una dama de cuerpo tallado a la delicia de los hombres, con curvas bien pronunciadas. Su piel ambarina brillaba como la de una serpiente, ponzoñosa y a la vez excitante, e igual que una víbora, su voz era acariciadora y silbante, como si en cualquier momento fuese a inyectar su veneno.

A pesar de que Cassandra era tan hermosa, la mujer sólo tenía ojos para Ian; y cada vez que se encontraban, el hombre se contentaba con poseer aquel delicioso cuerpo y olvidar sus problemas en los profundos ojos negros de la muchacha.

Con sus ojos abiertos a los rayos del sol que entraban por una de las pocas ventanas, Ian empezó a despertarse de aquella ensoñación que se apoderaba de él cada vez que hacía el amor con Cassandra, oliendo el embriagante aroma de los inciensos dispersos en la casa.

Al sentir el cuerpo del hombre lejos de ella, la exuberante latina abrió sus ojos, y el color negro de éstos se unió a los azules de Ian hasta que la pareja se unió nuevamente para besarse.

- Buenos días, cariño – dijo Cassandra con aquella voz que hacía que Ian perdiese la cabeza. - ¿No sabes qué hora es?

Sin esperar respuesta de su amante, la mujer se sentó al borde de la cama y agarró un reloj, para decir con más alegría que sorpresa:

- Vaya, ¡son las once! ¡Cómo hemos dormido! – rió y se levantó, dejando que las sábanas resbalaran por su cuerpo desnudo y regalándole a Ian un panorama de lo bella que era su amante. - ¿Te tienes que ir ya? – preguntó Cassandra mientras deslizaba una bata de seda por sus brazos. – Haré café y si te quedas, también algo de comer.

E inmediatamente, después de dicho esto, la mujer besó los labios de Ian y se retiró a la cocina, dejando a su amante es un delicioso estado de embriaguez.

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12/08/2011, 02:31
Director

Leonard se había despertado aquella mañana de 18 de abril con un humor de perros. Se encontraba sentado en el mesón de la amplia cocina de la mansión Von Hausen, refunfuñando por su suerte mientras una de las mucamas, sonrojada por la presencia del guapo policía, le servía el desayuno.

¿Por qué demonios le pasaba a él las cosas más absurdas del universo?

Después de la frasecita de su tío Adolf de que le contrataba como detective privado, Leonard había tenido una discusión acalorada con el millonario, en la que terminó llevando las de perder cuando el mismo George Tottle, con quienes se habían comunicado telefónicamente, le dijese a su agente estrella que las cosas habían cambiado y que desde aquella misma tarde en adelante la policía y Von Hausen trabajarían al unísono, a órdenes del magnate.

El recuerdo de aquella conversación dibujo una arruga de rabia en su juvenil rostro, formación que no pasó desapercibida por la sobrina de Antoniette, quien en aquel momento entraba en la cocina con su belleza perturbando la mirada furiosa del policía.

A pesar de que Leonard y Helena tenían pocas horas de conocidos, el policía sentía que cada minuto que pasaba la mujer le atrapaba en sus redes en vez de hacerlo él con ella. Y es que mientras más se veían, la muchacha se mostraba más encantadora, más pícara y juguetona, desequilibrando a Archer con su coquetería. Y lo peor del caso era que, éste, pensando que la joven era la que estaba comiendo de su mano, caía más y más, obligando a Chantal a aparecer como un fantasma regañón en su cerebro.

Y es que mientras su corazón herido se volvía a abrir a un posible amor por aquella belleza rubia, su cerebro le decía que estaba traicionando a Chantal, por lo que aquella mañana en especial Leonard había decidido sacarse el anillo de matrimonio que le había unido a su ex esposa por pocos años para ver cómo resultaban las cosas con Helena y, sobre todo, si ésta al fin le diría lo que él quería oír, y no era precisamente un “te amo”, sino detalles del secuestro de su primo Peter.

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12/08/2011, 02:32
Helena Salisbury

Helena se acercó al mesón donde Leonard estaba sentado, ocupando un puesto frente a él. Su rostro, bañado ligeramente por los rayos del sol, parecía más hermoso que ayer, acompañado todo ello de una sonrisa coqueta.

Al ver la cara de molestia de su acompañante, la mujer puso el codo derecho sobre la mesa, poniendo su rostro sobre su mano e inclinándose, ofreciéndole así a Leonard visión de sus hermosos senos.

- ¿Por qué tan molesto? No temas en contarme lo que te perturba, querido.

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12/08/2011, 02:33
Director

Aquella mañana de 18 de abril Nicole se levantó con una sonrisa de oreja a oreja.

Cuando el reloj marcaba las ocho de la mañana decidió levantarse sin hacer ruido para no despertar a su marido, se vistió rápidamente y fue al mercado a comprar las flores más hermosas de consiguiera. Pocas horas después había llegado a su hogar cargada de preciosas orquídeas y había despachado a la mucama que estaba haciendo el desayuno para elaborarlo ella misma.

Mientras exprimía el jugo de naranja de sus labios salió una canción y cuando sacaba las tostadas se movía tan ligera que nadie que le viera podría decir que rondaba los cuarenta años. Con la misma alegría sirvió la mesa y esperó a que su marido apareciera en el comedor, cosa que Daniel no tardó en hacer, alegre de ver a su esposa feliz.

- ¡Vaya! ¡Qué manera tan deliciosa de despertarse! – exclamó Daniel, quien veía con sorpresa que no sólo Nicole le recibía llena de júbilo, sino que también esa vez sólo había servido dos platos en vez de tres, en memoria de su hijo perdido. – Veo que estás muy contenta. Déjame ofrecerte una silla, como en los viejos tiempos.

Nicole sonrió y asintió, sintiendo que de nuevo brillaba el sol en esa casa, como en los viejos tiempos, así como había dicho Daniel.

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12/08/2011, 02:34
Director

Susan se había despertado entumecida por dormir en tan mala cama, sintiendo su boca libre de mordaza y sus brazos y piernas libres. Hubiera querido sonreír, pero no pudo, y menos ante la visión del hombre que descansaba frente a ella.

Aquel hombre era Miguel, su ex amante y padre de su único hijo, que la mantenía en aquella cárcel de suciedad y miseria, captiva a su locura.

El joven dormitaba profundamente, con uno de sus musculosos brazos alrededor de su cintura, manteniéndola cerca de él. Susan podía sentir su respiración en su cuello y las cosquillas que éstas le producían, y se lamentaba de no tenerle lo suficientemente lejos para escapar, o algún objeto contundente en sus entumecidas manos como para atacarle.

Como si se percatara sus pensamientos, Miguel abrió sus ojos claros y observó a su querida presa como si se la fuera a comer. Susan sintió como su cuerpo temblaba de miedo ante aquel maníaco y de buena gana lo hubiera empujado para alejarlo de ella sino fuera porque el sonido de un celular inundó la habitación, haciendo que el secuestrador se alejara de su víctima.

Susan le vio agarrar el móvil y llevárselo al oído, y lo muy distraído que éste estaba en la llamada. Sonriente, barrió con la mirada el lugar, desde los terribles muebles hasta las pequeñas y altas ventanas encima de su cabeza, sin encontrar, para su desgracia, alguna manera de escapar de allí; y cuando minutos después Miguel colgó la llamada, aunque el botón no había hecho más que su peculiar sonido, la mujer sintió como aquello parecía al ruido de una llave que cerraba la puerta a cualquier posibilidad de liberarse.

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12/08/2011, 02:35
Miguel

Una vez colgada la llamada, Miguel se giró hacia su víctima y estiró el cuello para besar los labios de Susan, quien sintió sus piernas temblar tal vez del asco o de aquel fuego que aún, a pesar de los años, había en la pareja.

- Extrañaba el sabor de tu boca – dijo Miguel segundos después, con voz soñadora. – Lastima que también sepa a puta.

Miguel sonrió de tal manera que Susan recordó la sonrisa de Charles, aquella que expresaba que quien la portaba sabía demasiadas cosas peligrosas.

- ¿Qué quieres desayunar? No tengo mucho, pero puedo conseguirte lo que quieras.

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12/08/2011, 03:11
Leonard Archer
Sólo para el director

Luego de la charla que tuviera con su tío y su jefe Leonard salió ofuscado y molesto a dar un largo paseo en moto y en solitario. Ya con la mente más despejada regresó a la casa y se dirigió a la habitación de Minerva, quería hablar con ella, había algo que quería decirle, pero la muchacha ya se había dormido por lo que decidió no molestarla, se duchó y se acostó. No durmió bien, tuvo horrendos sueños. Rememoró el día en que su esposa muriese sólo que esta vez hubo algo diferente, algo extraño. Esta vez Carlo, el asesino de su esposa y su hermano, era un payaso que, luego de sonreírle maliciosamente desaparecía dentro de un enorme espejo.
Se despertó sobresaltado y sudoroso, estaba amaneciendo por lo que decidió darse un baño y dirigirse a la cocina en busca de un desayuno. Se hallaba tomando una taza de café cortado con leche cuando Helena hizo su aparición, la recorrió con la mirada y centró su atención en el líquido amarronado de la taza.
-Es sólo sexo, no amor- le dijo mentalmente al fantasma de su mujer que aparecía para recriminar sus pensamientos mientras se quitaba el anillo
La mujer se sentó delante de él y habló
- ¿Por qué tan molesto? No temas en contarme lo que te perturba, querido.-
-¿Qué por qué tan molesto? Bueno, podría decir que por muchas cosas… querida. Para empezar lo único que está haciendo Adolf con esta locura de ofrecer dinero es hacer más difícil mi trabajo. Segundo me molesta muchísimo el nivel de corrupción que hay en esta ciudad.- miró de reojo intentando percatarse de la presencia de la mucama y al verla agregó –Sabía que Tottle andaba en negocios turbios, ya sabes, prostitución, drogas y esas cosas. Pero nunca pensé que llegara a un extremo como este- con suerte el chisme circularía y si bien podría ser inofensivo para Tottle al menos le devolvería la gentileza que este tuvo para con Leonard. –Es el colmo- continuó –Cómo si fuera poco tengo que soportar el acoso de una prima que no hace más que despertar en mi el deseo de una fogosa mañana de sexo- hizo una pausa y sonrió divertido mientras miraba directamente los senos de Helena. A decir verdad le había cambiado el humor ni bien vio entrar a la mujer pero decidió seguir representando el papel de enojo por unos segundos. –Pero mejor hablamos de ti- Agregó subiendo su mirada lentamente hasta hallar los ojos de la mujer -mi historia ya la conozco, la tuya en cambio es todo penumbras-

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13/08/2011, 02:43
Nicole Johnson
Sólo para el director

No se porque estoy tan contenta, cada cosa es un detalle. He cocinado como hace mucho no lo hago, con ilusión, anoche hasta pense en que podríamos con mi esposo adoptar un bebe, ¿será que Harry no quiere que vivamos solos?

Tras explimir el jugo me sente en la silla que me ofrecian.

-Gracias amor.

Miro el reloj, como contando las horas para la cita.

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13/08/2011, 09:48
Susan Fox

El tiempo parecía haber vuelto atrás. Era como un sueño en el que Susan regresaba a su adolescencia, a esas épocas difíciles pero en las que gozaba de amplias libertades, en las que no tenía las responsabilidades que sí tenía ahora. Casi todo era igual que en aquel momento, una cama igual de mala, con la respiración del mismo hombre haciéndole cosquillas.

Cuando el teléfono sonó y Miguel se puso de pie, Susan se incorporó y terminó de comprobar que no estaba en un sueño, y que ése no era el Miguel que Susan conocía. No solo ella había cambiado.

Un escalofrío recorrió su espalda. Otra vez secuestrada, y además extorcionada. Había revelado su secreto al hombre equivocado, un hombre sin escrúpulos que la delataría si ella se negaba a colaborar, a conseguir la fortuna que Adolf Von Hausen ofrecía como recompensa a quien encontra a su hijo Peter.

Sintió asco cuando Miguel la besó, un asco aumentó cuando el chico la llamó puta y que aumentó aún más cuando la invitó a desayunar, como si nada hubiera pasado.

_¿Puedo pedir algo que no sea un pañuelo con cloroformo o una mordaza? ¡Diablos, Miguel! Se que no hice las cosas bien contigo, pero sabes que era una niña y tenía miedo. Nunca te creí capaz de secuestrarme, no pensé que eras esa clase de persona. ¿Cómo me encontraste, y cómo pudiste entrar a la casa? Estaba lleno de gente y policías...

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14/08/2011, 18:23
Ian Brown

Me encantaba dormir y despertarme junto a esa belleza, pero pronto se acabaría, y tendría que decírselo tarde o temprano, pero hoy no era día para ello, tenía un trabajo que cumplir y un amigo que ayudar, así que me preparé y salí disparado al Rouge Café, sin esperar el apetitoso desayuno que me esperaba por parte de Cassandra

Cuando entre respire el aire viciado de humo y miré los alrededores, me senté en una silla de la barra y pedí un whisky solo doble, miré al rededor buscando alguien interesante, y si podía ver a mi objetivo.

Bostecé y le pague al camarero, luego, le di un buen sorbo al whisky.

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15/08/2011, 03:34
Helena Salisbury

- Ciertamente no he tenido un día tan movidito como el tuyo – dijo Helena, con una sonrisa de perspicacia que el policía supo leer muy bien -, pero no me puedo quejar de que mi vida sea aburrida. Ahora que si quieres saber cosas sobre mí, ¿por qué no me haces una especie de interrogatorio? Después de todo tú eres el detective.

Helena se mostró retadora y aquello a Leonard le gusto, aunque no quisiera confesarlo. Aquella mujer sí que sabía lo que hacía, cosa que quedó demostrada con lo siguiente que dijo:

- Pero antes que me preguntes, y si me permites, quisiera hacerte yo a ti una pregunta. Anoche tuve la oportunidad de conocer a una chica muy linda que hablaba maravillas de ti, Minerva Black dijo ella que se llama; y me pareció que entre ella y tú hay algo. ¿Eso es cierto?

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15/08/2011, 03:37
Director

Después de que su esposa se sentará, Daniel ocupó su puesto en la mesa.

Nicole sonrió y no pudo evitar que una sonrisa se escapara de sus labios. Tenía la suerte de tener un esposo muy guapo, que se conservaba joven a pesar de sus años. Sobre su rostro curtido por el sol, la mujer observó el mismo color de ojos y la misma mirada que una vez tuviera Harry. ¡Había compartido tanto con ese hombre y todavía se amaban como antaño!

Un suspiro de alegría escapó de los labios de la mujer, llamando la atención de su esposo sobre ella, quien le dijo, sonriente:

- Ya falta poco para ver a Von Hausen, querida. ¿Sabes lo que vas a decirle? No creo que te cueste entrar, pero toma en cuenta que toda la ciudad estará en el Café hoy.

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15/08/2011, 03:40
Miguel

Miguel sonrió divertido, como si Susan le estuviera contando un buen chiste, pero cuando respondió, a pesar de su expresión divertida, una de sus cejas estaba alzada de rabia:

- ¿Eras una niña? ¡Vaya! Entonces eras una niña bien traviesa, y a la vez mentirosa. ¡Una niña no se fuga embarazada de un hombre que le prometió por hacerla feliz! ¡Y tú hiciste eso!

Susan vio que el joven cerró el puño con fuerza, y temió que éste le golpeara; pero cuando Miguel volvió a hablar no había rastro de rabia en su rostro, y si una expresión acompañaba su cara de loco era la del orgullo.

- Me costó algo encontrarte. Primero la plata fue un problema y luego el determinar a dónde habías ido. Sabía que no sería lejos, pues no tenías dinero y la policía te podía reconocería. Cuando al fin te encontré, estuve planeando la forma en que me reencontraría contigo, hasta que conocí a mi mejor socio y él me ayudo para que en este mismo instante estés acá, ¿no es eso maravilloso?

A Susan aquello no le parecía maravilloso, sino más bien un desastre, uno que, si no tenía cuidado, podría costarle hasta su vida.

- Por cierto, hablando de encontrarte – continuó Miguel. - ¿Me puedes decir dónde demonios está nuestro hijo? Ni sé cómo se llama, aunque sospecho ligeramente que le pusiste el nombre de tu querido y muerto padre, a pesar de que lo asesinaste.

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15/08/2011, 03:41
Director

El cantinero sirvió a Ian el whisky con rapidez y se retiro a servir a otro cliente que le llamaba mientras que Brown echaba una mirada a de redor, estudiando los rostros y las expresiones de los allí presentes.

El lugar estaba apenas concurrido. Aún había mesas con las sillas en alto y un hombre trapeaba el escenario donde todas las noches se presentaba algún grupo de música.

La barra también estaba bastante vacía. Es más, sólo había una persona que estaba sentada cerca de Ian. Ésta, un hombre que no sumaría más de cuarenta años, bebía con tranquilidad, sonriente. El susodicho era bastante llamativo, no sólo físicamente sino también en personalidad, pues despedía una especie de aura que atrapaba a quien lo viera; y más temprano que tarde Brown se unió a aquel, sentándose a su lado como si fueran buenos amigos.

- Buenas tardes – dijo el susodicho con voz amigable. - ¿También está usted almorzando fuerte?

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15/08/2011, 15:26
Leonard Archer
Sólo para el director

Provocadora.
Esa era la palabra que mejor definía a Helena en todo sentido, tanto su cuerpo cómo su forma de comportarse.

-Minerva es una joven excepcional. Brillante, inteligente y hermosa.-
Su mirada pareció iluminarse cuando habló de ella. -Tiene todas las cualidades necesarias para lograr ser lo que quiera ser.- Tomó un sorbo de su café –En cuanto a ella y yo podría decir que hay un amor casi fraternal- esta vez se llevó a la boca algo para comer, masticó con paciencia y continuó.
-Me gustaría realizar ese interrogatorio. ¿Te parece en tu habitación?-

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15/08/2011, 18:44
Nicole Johnson
Sólo para el director

No se amor. Digo desayunando, posible es como tu dices, igual, ¿porque me mandarian la carta de manera directa?, parece que sea lo que sea, quieren que este ahí.

De repente escucho a Harry reir... ¿qué querra decir?

Siento que el bebe esta feliz, digo de manera melancolica, posiblemente para que el alma de Harry descance deba hacer esto.

Miro a mi esposo.

Posible después de esto nos animemos a pasar los papeles al centro de adopción.

Miro a mi esposo, por alguna razon este tema lo habiamos hablado pero yop no me sentia preparada, se que el le animaria mucho el ser padre, aunque la criatura no salga de mis entrañas... hay tantos niños en el mundo que necesitan ayuda. Teniamos el formulario de un centro de adopción guardado, pero.... bueno..

Como despacio, y miro el reloj, supongo que he de arreglarme para ir a dicho cafe. Aún no comprendo como me invitan a mi directamente, todo es muy raro.

¿y sí logro salvar a ese niño?

Luego de una conversación breve con mi marido voy arreglarme. No sin antes acariciarle la mano  tras levantarme.

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16/08/2011, 19:41
Helena Salisbury

- ¿En mi habitación? - preguntó Helena sorprendida, como si ella no hubiera iniciado aquel juego de seducción. - Si así lo deseas, no me opongo. ¡Seguramente, después de todo, quieres juzgarme por lo que encuentres allí!

Helena rió coqueta, formalizando aquella especie de pacto. Minutos después de que ella hablara, y ya cuando ambos jóvenes habían terminado de desayunar, la muchacha guió al policía hasta el segundo piso de aquella residencia y le hizo pasar a una de las tantas habitaciones de huéspedes.

Aunque aquel cuarto no se diferenciaba mucho del que ocupaba Leonard, definitivamente allí se podía respirar aquella armonía y buen gusto de una mano femenina.

El policía paseo su mirada por el lugar, observando un largo escritorio lleno de papeles meticulosamente ordenados, varias maletas que descansaban juntas, un par de vestidos colgados fuera del ropero, como si Helena estuviera juzgando de aquella manera que ponerse, y varios cuadros con pinturas que Leonard no reconoció, ya fuera porque eran personales o porque simplemente no conociera al autor.

Mientras que Leonard hacía aquello, Helena había cerrado la puerta tan silenciosamente que el policía no se percató, y cuando la mujer habló, el policía se encontró apenado de que le hubiese asustado la sorpresiva caricia a sus oídos.

- ¿Por qué no te sientas - dijo la mujer - y me preguntas todo lo que desees?

Notas de juego

Te tengo dos noticias, no sé si buenas o malas. La primera es que me estoy divirtiendo un montón con esta escena entre Leo y Helena, y que no sé si ya sacar el cartelito que diga "para mayores de 18 años" xD. Y la segundo, más seria, es sobre tu continuidad en la partida. Kyra dijo que volvía el 15, pero ya es 16 y nada que aparece, por lo que todo apunta que tarde o temprano, y si así lo querés, llevarás al poli con todas las de la ley.

No sé si adelantarme a las circunstancias, y, aunque después del todo soy la máster, no quisiera que se presentara un conflicto en el caso de que Kyara vuelva. Voy a esperar hasta mañana haber si aparece por acá, sólo por protocolo y tales. Pero insisto, si todo sigue así, si quieres, sigues con Leonard permanentemente (nótese que subraye la palabra para imprimirle exagerada importancia :D - que después de todo no es mentira, muajajajaja).

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16/08/2011, 20:52
Ian Brown

Como puede comprobar, no estoy almorzando-Río levemente-Mi nombre es Ian, ¿Podría saber el suyo?-Le pregunto con tono neutral a mi interlocutor mientras doy un trago-Que aburrido está todo esto, hasta que no sea la hora punta, esto no se va a animar-Suelto una media sonrisa-Porque supongo que usted estará aquí por lo mismo que todos ¿No?-Le miro fijamente y lo observo para ver su reacción-Y si no es así, ¿sabe algo entretenido para hacer hasta que llegue la hora?