Partida Rol por web

Salgo de la cama desperezando me y empiezo a hacer algunos estiramientos para no salir agarrotado hacia el salón. Me lavo, preparo mis ropas y armas, antes de salir al salón desde donde sale el sabroso aroma del desayuno. Allí la Srta Kendra y Galen están colocando las viandas del desayuno sobre la mesa. Miro por la ventana viendo esa oscuridad tan característica de este pais....se nota que he vuelto a casa....

- Buenos días tengáis y que sean provechosos. Les sonrío a los dos he pasado mucho tiempo en los caminos y esta bien pasar unos días como "en casa". Me sirvo algo de carne y fruta en uno de los platos empezando a comer lo con avidez.

Mientras estoy tragando la comida mantengo mi atención en los datos que la Srta Kendra nos va otorgando. en el punto que empieza ha hablar sobre el maestro de escuela, intento recordarlo de mis tiempos mozos.

- Podría pasar a ver al Sr Ghoroven, me crié por aquí y quizás no recuerde lo trato que era de pequeño. Me quedo en silencio unos segundos. - Y que sigo siendo ahora claro. Y suelto una pequeña carcajada.

Johansson salió de su habitación, tras el copioso desayuno, con su armadura colocada y sus armas ajustadas al cinturón. Bien, presentemos nuestros respetos a Pharasma en el templo y nuestros saludos al sacerdote al mando. Pediremos a nuestra Diosa - miró a Galen, haciéndole un gesto con la cabeza - su bendición para erradicar ese mal que parece haberse fijado en este pequeño pueblo, así como protección para todos los que estamos bajo este techo.

- Pues vallamos al templo....es un lugar tan bueno como cualquier otro para empezar nuestra busqueda.

Salgo de la habitación llendo a recoger todos los útiles con los que había llegado, cuando escucho las frases que han dicho mis compañeros....igual hoy no pero quizá hayan dado una vuelta de reconocimiento al rededor de la casa, yo lo haría.....una vez pertrechado regreso a la sala.

- Srta Kendra debería hacer caso a las recomendaciones de Zherapas.  Una vez dicho esto miro a los demás. Si no os importa os esperaré fuera de la casa.

Salgo de la casa y doy una vuelta al rededor de la casa por si veo mas huellas aparte de las dejadas por nosotros.

Tras asegurar la casa, os encaminasteis hacia el templo de Pharasma. Gracias a Gríam, sabeis que es la única construcción religiosa que aún tiene uso en el pueblo de Ravengro. Se levanta en la parte oeste sobre una pequeña ladera. Es un edificio muy elaborado, con vidrieras de colores en la pared oriental que muestran el juicio de la señora de las Tumbas al Conde Andachi, un infame gobernador que en el pasado administró la ciudad de Tamrivena. 

Al entrar, una lugubre música suena de fondo. El padre Grimburrow salió a atenderos, casi como si esperara vuestra visita.

- Estimados extranjeros - dijo saludando con la cabeza. Después, avanzó en silencio a través de la iglesia hacia la zona de la sacristía, donde tomó asiento frente a un enorme mueble encabezado por una estatua de Pharasma. Tras carraspear un par de veces, preguntó:

- ¿En qué puede servirles este viejo servidor de nuestra Señora?

Johansson hizo una profunda y respetuosa inclinación frente al Padre Grimburrow, con su mano derecha colocado sobre el símbolo de Pharasma que portaba dibujado sobre su pectoral.

Padre, soy Johansson Kroften, servidor de la Señora de las Tumbas y espada contra aquellos que interfieren en lo sagrado de la vida y la muerte. - se presentó - Recién llegado a la ciudad, así como otro servidor de nuestra Diosa... - hizo un gesto con la mano para darle pie a Galen a presentarse a su vez.

Zeraphas mantuvo un respetuoso silencio, mientras esperaba que Kroften y Galen se presenten.

Sin embargo, el aspecto y maneras del padre Grimburrow le provocó una sensación de rechazo nada más verle, que se esforzó en disimular.

Visto el recibimiento del clerigo a su templo prefiero que el peso de la conversación recaiga en Johansson y Galem. Ellos son hijos de Pharasma. Prefiero recorrer el templo mientras ellos hablan.

- Padre Grimburrow, soy Arthuel Galen, clérigo de la Diosa Pharasma- se presentó-. Como bien ha dicho mi compañero Johansson acabamos de llegar a la ciudad. Y como buenos seguidores de nuestra Diosa, hemos venido a mostrale su respeto y a hablar con su siervo y guía de este pueblo... o sea, usted- comentó haciendo una leve reverencia.

Tenía que hacer una buena entrada pues pensaban volver y hacer mucho más adelante. Y si no lograban conectar ahora, luego sería más difícil.

- Imagino que si están todos aquí, será por alguna razón, pues si bien entiendo que ustedes dos son devotos de La Señora de las Tumbas, no sé muy bien cual es la labor de sus amigos. - dijo refiriendose a Zeraphas y a Gríam mientras hacía un extraño gesto en el aire, como una especie de bendición - No se ofendan, solo es que pienso que no vienen precisamente a rezar, y por eso quería traerles a este lugar, donde habrá menos oídos atentos a sus palabras - Parecía que después de todo, había un motivo para alejarles de la puerta y no atenderles hasta llegar a la sacristía. - ¿Y bien? ¿Cómo puedo ayudaros?

- Nosotros somos amigos, estudiosos de diversos campos padre Grimburrow. Y es bien conocido que las iglesias atesoran datos y conocimientos de su comarca con precisión y celo encomiable.

No voy a engañarle, Padre Grimburrow. - dijo Johansson haciendo una nueva inclinación ante el sacerdote. - Pero todos nosotros eramos amigos o cercanos al difunto Profesor Lorrimor. De hecho, coincidimos en su funeral y nos hospedamos en la casa familiar de los Lorrimor.

Ellos dos - señaló a Zeraphas y Gríam - fueron notificados del paso a los brazos de Pharasma del Profesor y acudieron al sepelio. Pero nosotros, - se señala ahora a sí mismo como a Galen - al ser siervos de la Señora de las Tumbas, hemos querido venir a presentar nuestros respetos a nuestra Diosa y a usted tan pronto ha empezado el día.

¿Era usted conocido del difunto? - pregunta entonces al sacerdote.