Partida Rol por web

Castillos y Caballeros

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25/10/2017, 20:46
(0) Alyra Vaelys

Intentó alcanzar a Ser Marbrand desde la torre, solo dando con él en la entrada del recibidor, pues antes de eso, se topó con unos sirvientes que le contaron ciertas cosas que la pusieron en aleta, sin poder, claro, resolverlos aún. Ya se sorprendía el nivel de conversaciones que se estaban dando en esa fortaleza, algo que nunca antes había visto ni escuchado, sin embargo habían uno o dos rumores que la inquietaban.

 Ser Marbrand — lo llama para que se detenga unos segundos, ya estaba más controlada tras la mención que hizo el septon, por lo demás, no tenía mucho que hacer o decir respecto a aquello,— lo estoy, sigo estándolo, Fiona es una persona muy preciada para mí, y no desearía que algo malo le pasara, — hablaba con sinceridad, y levantó su rostro hacia el hombre, Alester pudo notar que el rostro de la joven estaba marcado por granos que lo enrojecían, Alyra, al darse cuenta de que él la veía así de cerca, debió decidir si mostrar vergüenza o restarle importancia a aquel mal con el que había amanecido — sin embargo, se me requiere en el comedor, y se me hacía incorrecto que viniera solo, la idea es que nuestros invitados se sientan acogidos, ser — sonríe de medio lado, mirando al frente, y levantando el mentón con dignidad, ya habían muchas cosas que no podía evitar y el que la vieran con su cara así, era una de ellas. 

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25/10/2017, 20:51
(0) Alyra Vaelys

Alyra y Ser Alester entraron en el recibidor, venían hablando cordialmente y con relajo, más al entrar en el recibidor lo que se encontraría la joven sería algo que realmente pudo habérselo tomado peor, pero ya estaba en un estado de tal resignación que daba exactamente igual, no podría evitarlo, después de todo, aunque la presencia de una persona en particular la hizo entornar ligeramente los ojos.

por cierto, ser Alester ¿ha podido descansar un poco? — preguntó ya a su lado, empezando una charla amena y cordial, mientras se acercaban a las puertas, habían muchas personas ahí reunidas, gran parte de ellas, invitados, además de Lady Astrid que debería estar disfrutando aquella escena. Alyra entrecerró los ojos, aquello que le habían dicho no podía ser cierto, pues, de serlo, era bastante cruel, incluso para Astrid. A medida de que se caminaban hacia las puertas, esperó que se le acercan los nobles, y empezar con las presentaciones. 

Nuevamente deseó haberse quedado cuidado a Fiona, por lo menos así lo sentía un pequeño pedazo de su corazón. 

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25/10/2017, 21:20
(0) Oberyn Nymeros Martell

-Ser Alester -saludó Oberyn al caballero que acababa de entrar. Luego se fijó en su acompañante y se le dibujó una leve sonrisa en el rostro-. Lady Alyra. -Hizo una profunda reverencia ante la joven-. No sé si me permitiréis esta apreciación, pero tenéis la misma mirada que vuestro padre cuando era joven. Casi creo estar viendo a mi viejo amigo en vuestros ojos. Aunque habéis heredado la belleza de vuestra madre, eso sin duda -sonrió con picardía mientras lo decía, y añadió-: Si hubiérais nacido varón, seríais la viva imagen de vuestro padre.

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25/10/2017, 21:57
(2) Alester Marbrand

Alester sonrió. Él también se había visto forzado a veces a estar presente cuando había invitados en Marcaceniza. Aunque no fuera el Señor ni uno de sus hijos, era el sobrino de Lord Marbrand y miembro de su Consejo-. Entiendo lo que decís, yo tampoco puedo evitar ciertas obligaciones. Y creedme cuando os digo que me he sentido acogido. Como en mi propia casa. Bueno, casi, porque el castillo es tan grande y sus pasillos tan desconocidos para mí, que casi me pierdo un par de veces –añadió.

No se había fijado antes, pues mientras habían conversado en la torre, Alester no había estado tan cerca de Alyra. Pero ahora vio en su rostro unas pequeñas marcas rojas, muy típicas en los jóvenes. Esa era una de las pocas marcas que le hacían creer que la dama que tenía delante fuera una de las hermanas pequeñas. ¿Cuántos años tendría, entonces? ¿Quince, dieciséis?

Sin embargo, aunque había visto los granos, su mirada apenas se posó en ellos un instante, pues cuando hablaba con otra persona, le gustaba mirar a los ojos, siempre que podía. Pero no de forma desafiante, ni mucho menos, sino cordial.

- No, mi señora, no he descansado –contestó a Lady Alyra justo cuando llegaban al recibidor-. Pero tampoco lo he necesitado. El viaje desde la posada hasta la Fortaleza ha sido corto y, una vez aquí, he estado bastante ocupado.

Miró a su alrededor para ver a las personas allí reunidas. Reconoció a varios de los caballeros presentes, pues había coincidido con ellos en El Dragón Borracho y durante el trayecto de la mañana. A todos ellos les dirigió una ligera inclinación de la cabeza. Martell, cuya presencia en la Fortaleza aún le sorprendía, lo saludó brevemente-. Príncipe Oberyn –le correspondió. Aunque el dorniense no parecía en absoluto interesado en él, sino en Alyra. Con media sonrisa y enarcando una ceja pensó que, sin duda, hacía honor a su reputación.

Lady Vaelys seguía allí, recibiendo a sus invitados, aunque fuera una tarea pesada y, para muchos, bastante aburrida. Se inclinó ante ella y, cuando se irguió, vio dos rostros nuevos: El de una dama, sin duda una de las hermanas Vaelys, y el de Ser Risefeller. A Risefeller lo recordaba de la guerra. Habían luchado juntos y, aunque desde esos tiempos habían cambiado ambos físicamente, aún lo reconocía. Con la joven era la primera vez que coincidía con ella, aunque imaginaba quién era. Le dedicó una educada reverencia, al tiempo que se presentaba-. Mi señora, Ser Alester Marbrand de Marcaceniza.

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25/10/2017, 22:27
(0) Alyra Vaelys

entonces quizás querrá pasar la tarde en los jardines, junto con los demás invitados, — ya lo había pensado, hacer una pequeña recepción fuera, ¿donde estaba Ginevra?. No la había visto durante todo el día y necesitaba saber si el problema de Fiona se había solucionado o no. 

El primero en acercarse fue Oberyn Martell, la famosa víbora roja, y que se le acercara justamente a Alester realmente la puso en alerta, pues tenía la leve sensación de que daría en el fuego cruzado entre el príncipe y un hombre tan leal a los Lannister, pero debía poner su mejor cara y saludar al hombre que la elogiaba por su parecido con su padre. 

Su padre, quizás otra doncella se molestaría si la encontrase semejante a su padre, porque básicamente hacían referencia a sus rasgos masculinos, pero Alyra no se sentía ofendida, al contrario, gustaba de que la encontrase similar a Lord Rhys, y no era para menos, había heredado su mirada férrea y la firmeza en su voz y sus movimientos, una seguridad propia de los hombres más que las damas. Además, Alyra era una doncella alta, que incluso el mismo ser Alester, que era un varón alto, la superaba por un tanto menos que una cabeza.

 muchas gracias, príncipe Oberyn, sus palabras son muy preciadas para mí —inclinó su cabeza ante el hombre — ¿aun no se abren las puertas del comedor? — preguntó mirando detrás del hombre,  hacia las puertas, habían muchos caballeros reunidos en ese lugar — mientras tanto, me gustaría escuchar las historias sobre mi padre de joven, sería entretenido, ¿no cree? — nuevamente, ser amena y cordial, entretener a los invitados, aunque claramente ahi faltaba Lenia a la que se le daban mucho mejor aquellas artes. Y el desconocido hacia sus juegos, Alester se apartaba de ella para ir a hablar con Astrid. 

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25/10/2017, 23:24
- Muerto (terremoto) - Ser Tyler Risefeller

Vio como entraban Alyra y Ser Alester. Tyler estaba junto a Ser Mordred hasta ese momento, pero al ver al caballero y la doncella. Al escucharle al presentarse ante Astrid reconoció el nombre.

-Que agradable sorpresa Ser Alester- Dijo mientras se acercaba al caballero con una amplia sonrisa. Habían combatido hombro con hombro en la guerra, habían compartido momentos muy duros -Ha pasado mucho tiempo. Os veo bien- añadió mientras le miraba con cierto afecto.

 

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25/10/2017, 23:51
(0) Oberyn Nymeros Martell

Oberyn esbozó una media sonrisa ante las palabras de Alyra. Apenas la cononocía, pero mostraba la misma firmeza y carácter del joven Rhys, y la educación propia de una gran dama. La habían educado bien.

-Conozco muchas historias sobre la juventud de vuestro padre que podría contaros, lady Alyra, a cada cuál más increíble -comentó el dorniense, en tono afable-. Nos conocimos ambos siendo muy jóvenes. Mi padre estaba empecinado en buscar un compromiso a mi hermana Elia y a mí, por lo que visitamos muchas de las fortalezas de las tierras de los Lannister. Incluida Roca Casterly. De no ser por la muerte de la esposa de Tywin Lannister, puede que el viejo león hubiera aceptado comprometerme con su hija. ¡Imagínese, my lady, cuánto habrían cambiado las cosas si la reina Cersei se hubiera desposado conmigo! Seríamos una víbora y una... -Dejó escapar una sonrisa, tratando de medir el sentido del humor y la perspicacia de la joven y añadió en un susurro-... Vos me entendéis, mi lady. Fue en esta época cuando conocí a vuestro padre. Era un joven con un fuerte temperamento, valiente, leal, sobran calificativos para definirle. Eso sí, quizá fuera demasiado testarudo.

-Fuimos grandes compañeros de armas vuestro padre y yo. Uno de los mejores amigos que he tenido, sin duda. Al principio, y creo que esto no os lo habrá contado ni a vos ni a vuestras hermanas, vuestro padre no era muy bueno con la espada. Él no era de los que atacan, más bien de los que asumen una posición pasiva sujetando su escudo y esperando el momento oportuno de hundir el acero. Cuando entrenábamos juntos, mi lanza siempre sobrepasaba todas sus defensas. Él no te lo reconocerá por supuesto, siempre se ha avergonzado de que yo fuera más rápido. Aunque sin duda, su destreza con la espada ha mejorado mucho con los años, hay que reconocerlo. Vuestro padre fue mucho más que un camarada en el campo de batalla, lady Alyra -Bajó la voz en este punto hasta convertirla en un susurro y se acercó al oído de la joven-, y por respeto a él prefiero no contar sus historias más divertidas o vergonzantes delante de estos caballeros. Son historias que merecéis conocer vos y vuestras hermanas, pero no unos desconocidos que podrían usarlas en su contra. -Volvió a alzar la voz de nuevo y apartó su rostro de Alyra-. Conozco muchas historias sobre el bueno de Lord Rhys, vividas en primera persona. Si a vos os apeteciera un paseo a caballo por el prado, podría contaros alguna. Vuestro padre es un baúl lleno de recuerdos.

-A todo esto, lady Alyra, hablando de recuerdos, ¿sigue vuestro padre teniendo esa espada de acero valyrio que usaba en su juventud? Siempre me resultó hermosa, uno de los mejores aceros que he visto en mi vida.

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26/10/2017, 06:59
(0) Swann "Oso Erguido" Grizzly

Había retrasado su entrada cambiándose las gruesas calcetas de cuero que sabía que se embarrarían haciendo el camino a pie por unas elegantes botas de cuero negras que hacían juego con su túnica señorial acolchada marrón mate envuelta por un grueso cinturón de cuero con grabados representativos de su tierra y una gran hebilla con forma de cabeza de Oso Pardo se robaba todo el protagonismo por debajo del ombligo.

Llevaba una notable cantidad de anillos plateados con enredados grabados curvos que hacían juego con la cadena de plata que cerraba el cuello alto de su túnica.

La servidumbre tuve que esperar por él en la puerta con los cofres custodiados por su guardia personal así que siguiendo las indicaciones de los guardias echó a andar admirando la magnificencia de los interiores en la Fortaleza de Sangre, siempre procurando no perderse.

No parecía estar muy convencido de haber llegado al sitio correcto hasta que escuchó la voz del Príncipe Martell, el nudo en la garganta desapareció al caer en cuenta de que no estaba perdido como había creído segundos atrás y se alegró tanto de saberlo que una sonrisa de bobalicón se dibujó en su rostro, pintándole el semblante colorado.

-¡Príncipe Oberyn! -Saludó con más entusiasmo del que pudo controlar- Es una alegría volveros a encontrar.

El corpulento hombre que parecía tener en sus venas sangre de gigantes se acercó a zancadas monumentales con la atención enfocada en su más reciente colega, sin tener un angulo apropiado para ojear a sus acompañantes.

Le saludó llevándose el puño cerrado al pecho para dedicarle una breve y cortés reverencia. Cuando enderezó la espalda y despegó los párpados se hizo consciente de la presencia de su acompañante, sus ojos se abrieron como platos delatando que había tardado un momento en reconocerle y soltó una risa nerviosa poniéndose un poco colorado tras su espesa mata de barba oscura.

Inmediatamente dedicó profusas reverencias a ambas para luego establecer suficiente contacto visual como para dedicar un gesto de la cabeza a cada una.

- Cordiales saludos Lady Alyra, lamento interrumpuros, -alcanzó a pronunciar fallando al disimular su alegría de bobalicón- debo admitir que los cuentos sobre vuestra belleza no os hacen justicia, amable señora

Dedicó una mirada a los dos caballeros presentes.

- Saludos, caballeros. Aprovecho su atención para presentarme, soy Swann,-continuó girando su atención hacia Lady Alyra- Señor de la Casa Grizzly en el Dominio y no he podido resistirme a presentar mis respetos a vuestra Casa en estos tiempos de celebración. He traído obsequios autóctonos de mis tierras, mis sirvientes esperan fuera ahora mismo deseosos de entregarlos.

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26/10/2017, 11:41
- Nueva Ubicación -

Notas de juego

No puedes pasar por el Gran Comedor, sin pasar previamente por el Recibidor y ahí hay más gente.

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26/10/2017, 16:37
(0) Alyra Vaelys

Cuando Mira entra en el recibidor, se encuentra con varios de los invitados conversando, sus hermanas mayores eran con algunos, por ejemplo, Astrid estaba con Ser Alester Marbrand y Ser Tyler Risefeller, aunque parecía mas bien silenciosa la joven (está out por enfermedad), su madre, por otra parte, estaba coordinando algunas cosas (también está out), por último, Alyra estaba junto al príncipe Oberyn y un hombron enorme que dejaba pequeña a su hermana, a pesar de la estatura de la doncella.

Alyra sonreía amablemente al príncipe que no perdió el tiempo para hablar de su amigo, el padre de las chicas, y realmente estaba entretenida escuchando al hombre que contaba cosas sobre como habían entrenado, reservando las anécdotas más jugosas para otro momento, Alyra asentía y pensaba, no se había dado cuenta que su padre no fuese tan bueno con la espada, o quizás ella no era tan buena como pensó y necesitaba mayor entrenamiento. El corazón de la doncella prendió en llamas con el deseo de pedir al príncipe una instrucción, pero que claro, no podía manifestar en ese momento, ni mucho menos podría mencionar el porqué deseaba semejante cosa, tan impropio de una dama como ella. Alyra suspiró levantando un poco la mirada extrañándose por la última pregunta.

— no sé en realidad, hace mucho que no la he visto, la verdad — se encogió de hombros, en verdad, hace mucho que no veía la dichosa espada que tanto admiraba, lo preguntaría, había surgido la curiosidad, pero había otra cosa que le impactó, la forma tan tranquila que hablaba de su hermana, mencionarla sin problemas. Con lo que sufrió la dama en manos de la Montaña, según lo que decían, ordenado por los Lannister, cualquiera diría que sería un tema complejo incluso para hablarlo, estaba bien, comentar sobre la boda incluso mencionar así a Lady Cersei, comentario que no escandalizó a Alyra, cualquiera sabría sobre la fama de la señora del trono, a lo que la joven respondió suavemente: "una víbora y una bella dama", con un ligero tono de sorna, demasiado camuflado como para dar certeza de lo que pensaba o dejaba pensar de Lady Cersei.

— el paseo sería... — instintivamente Alyra mira a su madre esperando su reacción pero parece no escucharlos, tampoco sabía si a Lady Myriah le agradaría que el príncipe estuviera a solas con ella, conociendo su reputación, no sólo lo cadera contenta que era, que era de público conocimiento, sino lo liberal que era, sin embargo Lady Alyra no estaba muy cerca de los cánones esperados de una doncella — agradable, ¿en algún momento luego del almuerzo le gustaría?, así conocería a Indómito, creo que le agradaría — de hecho, pensaba que el príncipe e Indómito tenían mucho en común, y pensaba que podrían llevarse bien, aunque Indómito era complicado, casi como su dueña, por otro lado, debía ir con Fiona para atenderla y era lo que más le impacientaba en ese momento.

Estaban conversando y seguramente seguirían hablando sobre caballos cuando un enorme hombre aparece, Alyra debe mirarlo hacía arriba y no pudo evitar sentirse intimidada como primera impresión ante el hombre, pero la sonrisa tierna del hombre le hace sentir que aquella fuerza parecía ocultar una agradable persona, Alyra inclina su cabeza en una reverencia educada, sonriendo complacida por la espontaneidad del hombre que se presentó ante todos. Definitivamente los de Dorne actuaban de manera tan espontánea y contraria a las normas del resto de los reinos.

— ser Swann, un placer — no puede dejar de sentirse ligeramente cohibida por los halagos, no estaba acostumbra del todo además de que asumía que no eran del todo sinceros, pero viniendo de un dorninense, no estaba tan segura de su recelo — ¿sus sirvientes están fuera?, pobres, enviaré por ellos, y podrá presentar sus obsequios a mis padres en el almuerzo o en la cena, como guste — pensaba en los sirvientes, debían venir cansados luego de tan largo viaje — ¿usted ha podido descansar y cambiarse de ropa?, y usted príncipe ¿ha podido?, si gustan puedo hacer que los lleven a sus aposentos para que se pongan cómodos antes de comer — imaginaba que la cocina debía ser un caos sin Fiona, y sin saber donde estaba Ginevra, por los siete, necesitaba coordinar todo con ella, pues no estaba segura que su madre diera abasto con todo y sus demás hermanas estaban preocupadas de sus mundos. Ahí recordó a Tabitha, Fiona podría hablar con ella mientras Alyra se desocupa. 

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26/10/2017, 19:39
(0) Oberyn Nymeros Martell

Ante el efusivo saludo de Swann Grizzly, Oberyn no pudo menos que esbozar una leve sonrisa. Aquel hombre, por su imponente físico y su estatura, le recordaban poderosamente a Ser Gregor Clegane, el asesino de su hermana, aunque el carácter alegre y sencillo de Swann lo hacían muy distinto del cruel esbirro de Tywin Lannister. Se preguntó si Lord Grizzly estaría emparentado con los Clegane.

-Buenos días. Bienhallado seáis, Swann Grizzly -saludó la Víbora Roja de Dorne al grandullón. Después, se volvió hacia lady Alyra, quien para su sorpresa había aceptado su propuesta de salir a dar un paseo a caballo-: Cualquier momento después del almuerzo estaría bien, lady Alyra, solo soy un simple invitado. Vos decidís. -Esbozó una cordial sonrisa.

-Por cierto, al llegar a la Fortaleza de Sangre me atendió una joven sirvienta de origen noble, lady Fiona de la casa Ironsmith. Me ha extrañado no haber vuelto a cruzarme con ella por la fortaleza. Si la veis, dadle recuerdos de mi parte, mi lady. Recibí un agradable servicio de ella. Espero que no haya sufrido ningún percance.

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29/10/2017, 17:47
(2) Alester Marbrand

Alester, quien se había acercado a saludar a Lady Astrid, daba la espalda al dorniense y a Lady Alyra. Por eso ninguno de los dos vieron su reacción cuando Oberyn mencionó a la Reina Cersei. Las palabras que se quedaron sin pronunciar expresaban más que lo que se dijo y, aunque Alester imaginaba la opinión que el dorniense tenía de la Reina, nunca esperó una broma así en la tierra natal de los Lannister. Por suerte, el noble sabía controlar sus emociones, así que solo durante un breve segundo mostró el ceño fruncido y una mueca de descontento e incredulidad.

Rápidamente, cambió a su semblante habitual, tranquilo e interesado por conversar con aquellos que le rodeaban. Se dirigió hacia Risefeller, quien también lo había reconocido-. Lo mismo digo. Esperaba encontraros por aquí y saber qué había sido de vos –comentó, con una sonrisa, pues aunque vivían en el mismo Reino, no se habían visto desde la guerra. Tras el último comentario de Ser Tyler, negó con la cabeza y tanto en su rostro como en su voz se percibió cierto sarcasmo-. No me mintáis, que los años no pasan en balde… No hacen tantos de nuestra última batalla, pero os juro que desde que vivo menos acción y más política he envejecido veinte años –Soltó una carcajada. En realidad, aunque la barba y alguna que otra cana le hacían parecer unos pocos años mayor, se conservaba bastante bien- Por suerte, me quedan las cacerías, que me mantienen en forma y entretenido.

Justo en ese momento, Ser Grizzly entró en el recibidor. Ya fuera por su tamaño o por la potencia y el entusiasmo de su voz, era imposible no reparar en él. Lo saludó con la cabeza y vio cómo iba a hablar con Lady Alyra y el Príncipe Oberyn, con quien ya había entablado amistad durante su viaje desde la posada.

Alester volvió su atención de nuevo a Ser Tyler-. Contadme vos, ¿qué tal os va? Estaréis también en la fiesta, imagino. 

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30/10/2017, 19:56
- Muerto (terremoto) - Ser Tyler Risefeller

No pudo evitar sonreír ante el comentario de Alester, el que hacía referencia a que la vida en paz y tranquilidad le había sumado años.  Cuando estaba a punto de responderle hizo su aparición un hombre enorme, tanto en altura como en anchura, puro músculo, casi parecía un gigante. El rostro de Tyler miró a Swan con la sonrisa congelada, pues era toda una sorpresa ver a un hombre de esa envergadura.

Vaya, compadezco a la dama que deba yacer con él.

No pudo evitar aquel pensamiento, no se refería a las damas Vaelys concretamente, siquiera una profesional se salvaría a la hora de complacer a aquel hombre, a no ser...

Alester continuó hablando y devolvió a Tyler a la conversación.

-Así es- asintió levemente con la cabeza -Acudiré a la fiesta de esta noche, seguro que nos divertiremos. Y quien sabe, es posible que podamos rejuvenecer un poco- rió levemente mientras se acercaba un poco más a Alester para susurrarle algo que tan solo ellos tres oírian (Alester, Tyler y Astrid)

-Espero que mañana estemos en condiciones, podríamos salir a cabalgar y si os place entrenar juntos, para conmemorar los viejos tiempos- 

Su felicidad era sincera, pues siempre le era grato encontrarse con los compañeros de batalla. Aquellos caballeros a los que uno cubría la espalda y, a su vez, cubrían la espalda de uno. 

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30/10/2017, 20:04
- Muerto (terremoto) - Ser Tyler Risefeller

Tyler os dice entre murmuros:

-Tengo entendido que una de las hijas de Lord Rhys pretende solicitarle que se celebre un torneo en la fiesta- Lo suelta sonriente -Como no es cosa segura, mejor que el resto de la sala no se entere, vaya a ser que lo tomen en serio y empiecen a prepararse para el combate- 

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31/10/2017, 19:21
- Nueva Ubicación -

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01/11/2017, 23:37
(2) Mira Vaelys

Mira entró en el recibidor con paso ligero, como si se dirigiese a otro lugar. No había razón alguna para ello, pero no esperaba hallar a nadie allí. Se paró y miró alrededor, un poco sorprendida al encontrar tantos invitados. Allí estaban su madre y hermanas, rodeadas de dos caballeros cada una.

-Preciosas damas... -saludó cortésmente, haciendo una elegante genuflexión cada vez que se dirigía a los presentes- Caballeros...

Sonrió a sus hermanas, inmersas en sendas conversaciones, y se dirigió junto a Lady Myriah. Estaba hambrienta, pero sentía ganas de recibir un abrazo suyo y pasar un momento con ella antes de que la fiesta reclamase demasiada atención de su madre. 

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02/11/2017, 15:46
- Nueva Ubicación -

Notas de juego

No puedes pasar por el Gran Comedor, sin pasar previamente por el Recibidor y ahí hay más gente.

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02/11/2017, 15:51
- Muerta (suicidio) - Lady Myriah Vaelys

Lady Myriah había ido saludando a cada uno de los recién llegados con una cara estoica y sin decir ni una sola palabra. Prefería permanecer callada y esperar a que el almuerzo estuviera servido para poder conversar. Cuando el reloj marcó la hora de la comida, la señora de la casa decidió hablar para invitar a todos los presentes al comedor.

Por favor. Comunicó. Ya va siendo hora de comer, dijo contradiciendo las órdenes de su hija. Lady Myriah miró a Jhon, por favor, ve a las cocinas y solicita que nos sirvan de inmediato la comida. Estaremos en el Gran Comedor, ya va siendo hora. Concluyó con ese carácter tan duro que caracterizaba a la señora.

Luego miró al resto de sus invitados y les indicó la dirección. Es por aquí, si me acompañan. A continuación miró a Marvin Curton, por favor, haga el favor de ir a buscar a mi marido, llevo tiempo sin verle y no sé dónde se ha metido. Un día como hoy debería haber permanecido a mi lado recibiendo a todos los caballeros que han ido llegando.

Alyra, dijo mirando a la cuarta hermana, ve a buscar a tu hermana, se fue a su habitación a cambiar pero aún no ha regresado. Solo queda ella para comer, y no deberíamos empezar hasta que no se encuentre con nosotros. Y tras dar aquellas indicaciones, la señora de la casa Vaelys decidió emprender el camino hacia el Gran Comedor.

Notas de juego

Lady Myriah sale del Recibidor y se dirige al Gran Comedor

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02/11/2017, 18:30
- Muerto (terremoto) - Ser Edric Colina

Cuando la señora de la casa pareció tomar al fin la iniciativa y entró en el comedor, notó como las tripas le rugieron, por lo que descruzó los brazos y empezó a andar tras ella para poder coger un buen sitio en el comedor, pero se encargó de pasar al lado de Lady Astrid, con una sonrisa pícara en la cara:

Buen día tengáis Lady Astrid, hace mucho que no os veía.

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02/11/2017, 19:51
(0) Ser Lance Dayne

Lance regresó al recibidor con una indumentaria más cómoda, había dejado la armadura y el traje del camino en sus estancias, así como las armas, para presentarse una vez más en el salón. Apreció de inmediato que el volumen de invitados había crecido, reconocía los rostros de haber compartido posada la noche anterior, parecía que poco a poco la celebración se iba animando.

Aunque su atención se dirigió a las hijas de los Vaelys, también se interesó en los demás presentes. Pero antes de que dijera nada, o se acercara a alguien, la señora de la casa anunció que en breve se serviría la comida, hecho esto se dirigió a acompañar a lady Myriah al Gran Comedor practicando algunos asentimientos y saludos a cuantos se cruzasen con él. Ya habría tiempo de intercambiar palabras posteriormente.

Notas de juego

Me dirijo, pues, al Comedor.