Partida Rol por web

A Tembaqui: Que la mujer sabia lo vea, pero no delante de los blancos. No queremos más problemas con ellos. 

Molly regresó a la tienda junto a Lady Cottonwell y al señor Boring. Expresó su gratitud al caballero por acompañarlas, su rifle le daba algo más de seguridad, aunque en su fuero interno hubiese deseado que fuese otro el que permaneciese con ellas en esosmomentos...alguien cuyas heridas la preocupaban.

- Señor Boring, le agradezco que se quede con nosotras. ¿Quién habrá podido hacer algo tan horrible al pobre soldado? - preguntó Molly en voz alta aunque sabía que no había respuesta.

Boring miró a Molly con aire escéptico. No tenía ni idea de lo que estaba pasando en aquel lugar, pero no le gustaba un pelo. Desearía que Lady Cottonwell hubiera accedido a irse pero allí estaba la buena señora esperando a su marido y poniéndolos a todos en peligro. - No lo sé Molly, quizás sea algo que tenga que ver con guerras tribales. Eso signo parece ser algo así, a lo mejor le ha disparado un rival de otra etnia. En todo caso lo mejor será que sigamos a cubierto hasta que los hombres encuentren al culpable.

Abandonáis las proximidades del crimen dejando a Jim con Tembaqui y la mujer sabia a cargo del cuerpo y entráis en la frescura de la tienda, donde junto a la puerta hay una especie de barricada improvisada

Las dos mujeres junto a Boring van a la tienda de ellas, visiblemente alterados por lo ocurrido

Al cabo de un momento llega la mujer sabia Rumbidzai acompañada por el chico joven que llego con ella y se arrodilla junto al cuerpo, no se ve miedo en su cara sino curiosidad

-marca Nasiri, no se que significa tan al norte, no hay nasiri en este territorio, y Chango no hace marcas de hombres, no en leyendas-

Luego se pone en pie con dificultad, sus rodillas crujen un poco

-¿que vas a hacer tu hombre-guia?-

- Me gustaría saber lo que están hablando dijo Lady Cottonwell mientras mantenía la puerta de la tienda abierta y miraba al guía con los demás.

Después lentamente dejó caer la lona y suspiró: ¿Por qué tenía que tomar esa absurda idea de seguir a los franceses? lo dijo en voz alta pero no preguntaba a nadie en particular.

Dorothy decidió ponerse a hacer algo útil y se puso a revisar sus armas, quería que estuvieran limpias y cargadas por lo que pudiera pasar, pero estaba demasiado nerviosa para estar en silencio: ¿Qué cree que puede ser ese signo Molly? ¿Sr. Boring alguna vez ha escuchado o leído algo al respecto de situaciones parecidas?

Molly estaba demasiado intranquila, la idea de permanecer quieta en la tienda le iba disgustando cada vez más conforme pasaban los minutos.- Milady, si me lo permitís, no me parece adecuado estar aquí escondidos con un asesino suelto en el campamento, y sin saberqué ocurre en el exterior. Creo que deberíamos estar con el señor Farewell, saber qué dice la anciana sobre el signo y no quedarnos aquí al margen de todo. 

- Poco puede hacer el hombre, contesta Jim, a no ser que el hombre sea el culpable. 

Se levanta y dirige a su tienda, no sin antes buscar un poco de agua para enjuagar sus manos.

La mujer te mira enigmáticamente. Tembaqui con duda, pero cuando se acercan algunos porteadores vuelve a su expresión firme y empieza a darles órdenes.

-hay que enterrarlo pronto, noche cerca-

Los hombres se apresuran a cumplir su orden aunque no dejan de murmurar entre ellos, sabes que en poco tiempo todos sabrán lo que ha pasado

La mujer sabia mira hacia el sudoeste -las lluvias se adelantan este año-

Te giras hacia donde mira y ves que es cierto, un frente negro cubre el horizonte, este año las lluvias se han adelantado varias semanas, aunque en esta región eso no es peligroso pero si resultará muy problemático, especialmente para los europeos que nunca habrán experimentado el monzon

Boring estaba desconcertado. Había viajado a África en varias ocasiones, había estado en una guerra en Sudáfrica, había estudiado mucho de la cultura de las tribus pero no había manera de ubicar a aquellos símbolos. Por muchas vueltas que le diera a la cabeza sabía que podía ser el avatar de cualquier tribu y tribus había miles. Cuando Lady Cottonwell le preguntó no pudo más que contestarle: - Lo siento señora, no puedo darle una respuesta concreta. Si tuviera que apostar diría que es una marca tribal y seguramente el atacante sea de una tribu enemiga. Pero es que también puede ser una marca especial del individuo, ya sabe como son estos salvajes, puede estar marcado por cualquier cosa. En algunos sitios, solo por haber nacido una semana después ya se considera maldito al bebé...así que figurese. Después se giró hacia Molly. - Eso puede ser peligroso. Quizás haya un asesino suelto y el hombre que ha matado sea una víctima aleatoria...quién sabe. - Comprendía la curiosidad de Molly, la suya no era menor. Pero no podía consentir que les pasase nada a las mujeres, estaban bajo su cuidado.

- Lo comprendo Querida, dijo poniendo su mano sobre el hombro de la joven que estaba también a su cuidado. Pero si el Sr. Farewell ha dicho que permanezcamos aqui refugiados, tenemos que confiar en que es lo mejor para nosotras... Desde hacía tiempo Dorothy notaba su cambio de actitud, Molly cada vez se parecía más a ella misma cuando era joven y estuvo por aquellas tierras, ahora sin embargo estaba acatando órdenes y esperando a un marido que la había dejado sola en medio de la sabana africana... sin duda la edad proporcionaba madurez y responsabilidad...

Suspiró mientras escuchaba a joven reportero: Sí, es cierto. Pero por alguna razón dos heridos en extrañas circunstancias en tan poco tiempo, y un desaparecido... ¿cree realmente que es un indígena? Seguía pensando que las tribus de la zona tenían mucho menos que ver que los franceses...

Jim asiente ante las palabras de la mujer. Le sonrie, sintiendo una afinidad con ella. Las lluvias limpian. Tal vez sean lo que necesitamos. Limpiarnos. Y lo que quede... dice pensando en las fuertes tormentas, será más fuerte que lo que el agua barra.

Si la mujer no agrega nada, va en búsqueda de Lady Cottonwell y los demás. El clima prestará aún más peso a su urgencia de volver, si esto fuera aún necesario.

Boring frunció el ceño ante la pregunta de Lady Cottonwell. - Yo diría que si, seguro que fue un salvaje. ¿Quién más podría haber sido? - No sabía a quien se podía referir la señora pero intuyó que hablaba de los franceses. - Si piensa usted en los franceses no creo que su estilo sea disparar y echar a correr. Pese a que nos duela, son hombres de honor.

La puerta de la tienda se abre y entra Jim, a tiempo de escuchar las últimas palabras de Maurice

Desde la abertura, Jim dice, con su permiso, pero viendo que Maurice ya se encuentra dentro, da un paso adelante y cierra la tienda tras de sí.

- El soldado no fue muerto de un disparo, señor Boring. Fue degollado, como un animal. Como un ritual. 

Cambiando la postura, apoyando el peso en la pierna del costado sano, continúa. Disculpen que interrumpa, pero quería simplemente avisarles que las tormentas se han adelantado este año. El monzón viene... el tiempo para marcharnos se acorta.

Lady Cottonwell estaba de espaldas cuando llegó el guía, revisaba algunos papeles personales y como estaba nerviosa no dejaba de moverse. Al escucharle se dio la vuelta rápidamente y dijo con la seriedad de su esposo que no dejaba pie a la insubordinación o la duda: Señor Farewell no voy a dejar atrás a mi esposo. Le contrato para llevarme junto a él. Levante el campamento y dé órdenes para que Tembaqui lleve al resto de la expedición a un lugar más seguro. Y no, dijo dirigiéndose a Molly, tú vas con ellos. Sr. Boring, no tengo autoridad sobre usted, pero le ruego que acompañe a la Señorita Brown y la proteja en nuestra ausencia. Espero poder contar con su gallardía y honor. Dijo tratando de crear en él la obligación de cuidarla.

- Señor Farewell, le doy la libertad de marcharse con ellos o conmigo, no le voy a imponer ni ordenar nada. Pero iré con o sin usted. dijo seriamente y se volvió para continuar mirando unos documentos. Disponga todo para levantar enseguida el campamento. Gracias.

Sin duda, Lady Cottonwell se estaba equivocando. No estaba siendo razonable y estaba imponiendo su criterio gracias a su status social. Típico en la aristocracia inglesa. Maurice no pudo más que esperar la respuesta de Farewell. Si él debía proteger a Molly lo haría dentro de sus posibilidades...pero no era ningún guardaespaldas. La joven muchacha no estaría a salvo con él.