Partida Rol por web

Cuando el camarada kopolev se dispone a salir se cruza con el teniente Fyodorov que acaba de volver.

-Ahhhhh... la maravillosa eficiencia rusa.- dice Petr mientras ve como todos van y vienen sin hacer nada.

Un momento, camarada Kopolev - dice Grigor, viendo que el comandante del TASS se dispone a salir de la habitación - Necesitaría hablar con usted y con el camarada comisario político para comentarles las órdenes del coronel. Si son tan amables de acompañarme.

Aunque ha usado palabras suaves, el teniente no ha dejado de imprimir cierto tono de autoridad en su alocución. Ha recibido órdenes de su superior y esto no es un ruego, pero no tiene sentido buscar confrontación  - y además, se cazan más moscas con miel que con hiel, como dice el refrán.

Así pues, les hace un gesto para que le acompañen a un lugar lejos de miradas y oídos indiscretos.

-Caballeros... la Patria me solicita.- dice Petr sonriente mientras se levanta, yendo tras Fyodorov.

La puerta del barracon se abre y entra de nuevo Triepinov en la sala. Podéis notar como hay un poco de escarcha en sus ropas y tiene las mejillas sonrojadas.

Mientras tanto el teniente Fyodorov esta de pie, algo alejado del resto del grupo junto al comisario Petrovich mientras esperan a que el camarada Kopolev se les una en su conversación privada.

- Ja, ja, hace fresco ahí fuera – Froté mis manos con avidez. Estaba sonriente, aliviar la vejiga ya era un buen motivo para ello, sumado a la vuelta al calor del interior, la sensación era de alivio total.

- Veo que siguen con los cotilleos, bien, bien, pueden proseguir... – Evidentemente no les hacía falta mi permiso, pero era mi modo de burlarme de su comportamiento infantil, una vez vale, pero si iban a pasarse todo el rato así... Busqué mi lugar anterior para sentarme.

Al fin volvía Triepinov. Entre el viaje en el maldito camino y la bebida estaba que no me aguantaba.

-Voy a ir yo a soltar mercancía también. Dije en tono gracioso. Nunca se me han dado bien las bromas pero bueno… Tanto viaje me ha cargado bien.

Me levante, me planche un poco las ropas con las manos y me puse camino de las letrinas.

No creo que sean difíciles de encontrar, ya preguntare a alguien si eso.

Nikolai Dugov abandona la escena.

-No sé preocupe camarada- digo dirigiéndome a Triepinov- a los muchachos no les hace falta ninguna ayuda para cotillear...

Sacó una botellita y echó un chorro a su té.

-Un poco de tónico, para un viejo como yo.- Dijo, y tosió un par de veces de manera poco convincente, luego sonrió amablemente a sus camaradas.

-Y dígame - dice volviendo de nuevo su mirada hacia Alexander, que acaba de sentarse.- ¿Que pasa en Jarkov 37?

Nikolai decidió salir también – Espero que no se le hiele el culo – Bromeé en voz baja

Mientras busqué de nuevo el calor de una manta, sabía que no tardaríamos en volver al camión o a algún transporte similar.

Sonreí de medio lado a las palabras de Ivanovich y me pareció buena idea servirme otro poco de ese té – Eso es lo que queremos averiguar, parece ser que tienen un problema con las comunicaciones – No sabíamos más, pero aún en el caso de saberlo supongo que tampoco se lo íbamos a decir - ¿Está muy lejos de aquí la susudicha estación?

Paladeó la bebida caliente y movió su taza para mezclar el contenido mientras su camarada respondía. Meditó unos segundos la respuesta antes de volver a abrir la boca con una sonrisa. -En buenas condiciones no se debería tardar más de dos horas...-hizo una pausa, solo por el dramatismo-, pero en invierno es difícil de decir. ¿Tenían intención de llegar hoy a Krasnya Jarkov?

El comandante asintio ante el requerimiento del teniente. Aunque muchas veces no fuera tarea grata, sabia que tenia que atender a ese tipo de trámites burocráticos propios de coroneles, comandantes y demás estratos militares.

- Tranquilos chicos - dijo Yuri buscando a sus hombres dándose cuenta de la ausencia del técnico Nikolai - pronto nos pondremos en marcha. - En ese momento echo la mano a su portadocumentos y saco una hoja doblada que extendió al Capitan Trepinov - Un buen capataz es aquel que presta las mejores herramientas a sus trabajadores. ¿Preguntaba por un mapa? - dijo sonriendo.

- Muy bien teniente, - se giró mirando al teniente Grigor - llévenos ante el coronel.

El comandante Yuri Kopolev te extiende una hoja doblada con una media sonrisa y se aleja del grupo con el teniente Grigor.

El teniente hizo como si no oyese las tonterías del capitan del TASS y del sargento médico y se centró en lo verdaderamente importante, que era la misión que le habían encargado - endiñado estaría mejor dicho.

Lo siento camarada, pero el coronel sigue indispuesto y no puede recibirle. Aquí tiene una nota que me ha entregado para usted - dice el teniente, a la vez que le alarga el papel manuscrito que ha recibido de su superior.

El coronel nos ha asignado al camarada comisario - mirando de reojo al mismo - al sargento médico y a mi mismo para la misión, además de un par de pelotones, dos camiones y un remolque y todo el material que podamos encontrar de la lista y el que podamos necesitar para la misión. Si no dispone usted nada más, iré a ocuparme de los preparativos. ¿Tiene una idea aproximada de cuanto nos llevará la misión? Para preparar raciones y suministros adecuados.

Mientras esperaba una respuesta, apostilló, ya como final de su charla:

Estimo que en unas 12 horas estaremos en condiciones de partir, mientras tanto, ¿por qué no descansan un rato?

El camarada Nikolai Dugov vuelve a entrar en el barracon. La mezcla de olores a humanidad, vodka y a humedad resulta agradable cuando se viene del frío exterior. Sus mejillas sonrojadas y el aguanieve que cubre su abrigo os deja claro que hoy no es un buen día para viajar.

-Señor,- el doctor se da la vuelta sin levantarse de la silla al oír al oficial.- me temo que nuestro coronel está indispuesto y se encuentra descansando ahora mismo.- explica.- Deberían dejarlo tranquilo a menos que sea completamente necesario. Estoy seguro de que el Teniente puede ayudarle con lo que sea... ¿Verdad Teniente?

-Bueno.... habrá que ir buscando ropa de abrigo, algo de comer y todas esas cosas.- dijo Petr no muy a gusto con tener que desplazarse para ver a unos mecánicos haciendo grande a la Patria, y añadió -¿Tienen idea de cuánto tiempo estaremos alli? Por lo que haya que llevar.-