Partida Rol por web

-Menuda mierda...- murmura Petr mirando al bicho que hasta hace poco quería desayunarse, tratando de recordar si por la zona había alguna instalación de investigación o algo similar... claro que si era secreta (como casi todo) podían estar al lado y él sin enterarse de nada.

-Me voy a llevar el cadáver, es horripilante pero creo que podre sacar algo en claro si lo estudio.- Lo recojo como puedo en alguna bolsa o algo parecido, a mis acompañantes le tocara soportar el hedor, pero estoy muy interesado en lo que puedo sacar de ello.- ¿Nos quedaremos otro poco o lo hago en el camión?-

Vamonos Vissarion, ya tendrás tiempo de inspeccionar el con... la cosa esa con detenimiento cuando lleguemos a la central.

-Y hágalo lejos. En cuanto lo abra eso olerá aún peor.- sentenció Petr con la nariz arrugada de asco para luego agregar -Habrá que ir con cuidado por si hay más como ése... o lo que sea.-

Abrir al animal en canal, que genial idea. Y es tan genial que voy a mantenerme apartado mientras lo hacen.

-Yo ya he visto suficiente a esa cosa, estoy servido para dos días...

Quizás volverse vegetariano no era tan mala idea.

Dugov se alejo del grupo y del animal, cuanto menos supiese de aquello mejor para él.

Mientras ha tenido lugar la conversación entre vosotros el resto del campamento se ha mantenido alejado de vosotros y del bicho que han encontrado pero resulta muy evidente que no dejan de mirar hacía aquí discretamente. Bueno, no muy discretamente, pero al mencionar que os lo queréis llevar los soldados Yuzhlek y Dziubenko levantan las manos mientras bloquean el paso del buen doctor pero es este último quien alza la voz.

- Niet, niet. ¡Hay que quemarlo! ¡YA! - su mirada desesperada va de un lado a otro buscando apoyos en su petición mientras el sargento Blochinstev baja la mirada para evitar cruzarla con nadie.

Intento calmar los ánimos de los soldados:- No os preocupéis en cuanto termine la auptosia del animal, lo incineraré. Tener en cuenta que este animal tiene unas deformaciones únicas y quiero saber porque las ha sufrido, No creo que sean contagiosas al ser humano ni mucho menos.- Lo oculto en la bolsa de tal manera que salga lo menos posible del hedor:- No lo sacaré en el camión, lo haré cuando lleguemos a la central.-

Petr mira atento el modo en que se desarrolan las cosas entre el médico y los soldados. Se lo puede notar mucho más serio de lo habitual, con una mirada casi glacial en los ojos.

Dejad al médico hacer su trabajo y ninguno de nosotros tendremos que volver a ver a semejante aberración - sentencia con una última mirada al teórico conejo. Tras una pequeña pausa se coloca las gafas ayudado de los dedos corazón e índice y se dirige al sargento. - ¿Estamos ya listos para partir? Quiero esperar un poco antes de desayunar.

Aunque había cosas que no deberían de afectarme, la verdad es que la visión era muy desagradable, con facilidad se le podían revolver a uno las tripas, fue uno de los motivos por los que me alejé.

- ¿Quemarlo? ¿Autopsia? – Muchas ganas habían de hacer cosas raras, aunque no me opondría a nada me parecía una perdida de tiempo – Hagáis lo que hagáis acabad pronto – Me mantuve un poco al margen si decidían cargarlo y simplemente subí para ocupar de nuevo mi lugar en el camión.

Los dos soldados se apartan un poco del doctor Vissarion aunque en sus rostros se puede observar un gesto de desagrado. Dos soldados rasos no son quien para oponerse a los designios de los mandos militares por lo que no vuelven a insistir en el tema.

Sin embargo el resto de soldados se han vuelto para observar lo ocurrido y se oyen murmullos por el campamento, sin duda están hablando sobre este incidente. No es un signo de buen augurio precisamente lo que ha ocurrido.

Petr se acerca al grupo de soldados y sencillamente pregunta: -¿Algo que reportar?-

Los cuchicheos entre los soldados cesan cuando os acercáis a ellos pero la intervención del comisario cierra cualquier tipo de posibilidad. Los soldados vuelven a sus quehaceres en silencio mientras terminan de recoger el campamento.
Aún levantan la mirada de vez en cuando para observaros, sobretodo miran al doctor vissarion, pero nadie se atreve a decir nada. Ni siquiera el sargento Kovalevskii que es siempre el primero en mostrar iniciativa y hacerse ver.

El café que estabais tomando se ha enfriado por lo que dudáis entre volcarlo de nuevo al cazo o considerar que ya habéis desayunado.

Busco una caja para dejar el despojo del conejo ya cubierto con la tela, se que los soldados tienen cierta propensión a la superstición, por lo que intento hacerlo con premura dando los menos problemas posibles. Espero con ansias llegar a la central y ocuparme del especimen.

-Desayunemos y no hablemos de este tema, no molestare a nadie por mi capricho.-

Vissarion cubre los restos del gusano conejo con un trapo que estaba destinado a ser usado de venda. El animal emite un olor nauseabundo pero por fortuna para vosotros una caja de munición ha quedado vacía tras los disparos efectuados durante el altercado en el pueblo por lo que el pequeño animal queda a buen recaudo ahí dentro.

La acción del comisario Petr ha silenciado a los soldados pero aún así se nota un cierto revuelo en el campamento aunque nadie se atreva a hablar. Los sargentos ponen el grupo en marcha y pronto los vehículos están listos para partir a la espera de que los jefes den la orden.
 

Meto la caja en un rincón del camión quedándome a su lado y a ser posible sin tener a nadie a su lado. El ambiente está enrarecido, por lo que espero molestar lo menos posible, situándome lo más cerca de la parte abierta del camión. Esta maldita curiosidad a veces me juega malas pasadas, pero sino es la única criatura de este estilo, me preocuparía mucho más que por un cadáver corrupto. ...