Partida Rol por web

El traqueteo del camión me balancea con brusquedad de lado a lado del camión hasta que la colisión me hace saltar. Me sujeto con fuerza y casi pierdo el arma y el precario equilibrio que me mantiene en pie.

Me esfuerzo por volver a apuntar.

Camarada Petrovich. ¿Qué está pasando ahí a dentro? - grito enojado intentando que la ira oculte el miedo y el desconcierto.

Apunto y disparo. 

-Pasa que tenemos chofer inexperto.- se oye decir desde dentro de la cabina a Petr, quien continúa dirigiéndose al aludido mientras se asegura de tener el arma lista y se la muestra significativamente -Y usted... es mejor una muerte honorable mientras trata de sacarnos de aquí a una ejecución por traición.-

Las palabras de Triepinov penetraron en mi mente. O ellos o nosotros.

Empecé a disparar el arma sin centrarme a quien le daba de fuera del camión. Daba igual si era mujer o hombre, joven o anciano. ¡Eran ellos o nosotros!

Vacié el cargador mientras miraba nervioso a todos lados... Tiene que haber alguna manera de salir de aquí.

Yuri observaba lo ocurrido con sorpresa. Aún no había reaccionado cuando se abalanzaron encima suya pero pronto tomo su pistola y abrió fuego sobre los aldeanos mientras alzaba la voz.

- Conductor, ¡Sácanos de aquí! ¡YA!

Finalmente el camión A consigue forzar la maniobra y abrirse paso. Le cuesta un par de golpes de adelante y atrás hasta que finalmente consigue crear el hueco suficiente para pasar y salir del koljos. El camión B le sigue de cerca y los aldeanos que estaban subidos a los vehículos se sueltan cuando empezáis a alejaros aunque aún os caen piedras e insultos mientras os alejáis.

El camino principal, el que habían bloqueado para obligaros a introduciros en la aldea, es ahora el que tomáis y bordeando el koljos la atravesáis rápidamente. A las afueras de la aldea podéis ver una pequeña fosa donde están los cuerpos sin vida de cuatro personas, el logo del partido comunista es visible en sus ropas. Ya sabéis donde estaban los representantes del partido que deberían haber acudido a veros al llegar al koljos.

Durante un buen rato seguís a buen ritmo alejándoos sin mirar atrás hasta que el camión A frena mientras un humo negro sale de la capota. Os habéis alejado unos pocos kilómetros y tal vez sea hora de hacer recuento y hablar sobre lo que ha pasado. Los soldados parecen estar nerviosos y os miran con cara de preocupación.

-Deténgase aquí.- dice secamente Petr al conductor una vez que se hubieron alejado a una distancia segura del poblado -Haremos un recuento de daños y reasignaremos tareas. Mas tarde veré el modo de que nuestro Ejército del Pueblo aplaste a esos rebeldes.-

Fue un alivio poder salir de aquella población. No tenía miedo de enfrentarme a alguien cara a cara, pero un tumulto de gente era algo distinto, en todo caso tuvimos un respiro hasta que el camión de delante paró.

- Necesito estirar las piernas – El aire helado me vendría muy bien. Bajé del cajón y me acerqué desde el camino hasta la parte delantera de nuestro camión.

- Comandante – Le dije a Kopolev – Habrá que informar de este incidente a nuestra vuelta, supongo que se trata de algo que no puede quedar así – Le comenté de forma un tanto ambigua, aunque sabía que las soluciones a este tipo de cosas solían ser drásticas y más con miembros del partido asesinados.

Salgo del camión con la espalda gruñendo por el dolor, ya no estoy para tantos trotes. Escucho a Petrovich cuando paso al lado de su ventanilla y no dejo ver mi sonrisa.¡ Esos pobres diablos ya están muertos! Que anden y griten no significa nada, el general invierno dará buena cuenta de ellos. Después de estirarme le digo a los hombres:- Que vengan los que hayan sido heridos, no quiero que me vengáis cerca de la central con quejas.-

Cuando salimos de ese fregao deslizo con alivio la espalda por el lateral del camión. Tomo el aire que me había negado sin darme cuenta. Aliviado de salir de allí. Aliviado por no haber visto la muerte de ninguno de mis chicos. Aliviado de seguir vivo.

Pero todo eso no debe notarse. Un oficial del ejercito rojo debe ser impasible y permanecer orgulloso ante las adversidades como las vividas. Muy bien hecho camaradas -animo al pelotón -lo habéis hecho bien. La madre patria estará orgullosa de haber parido valientes como vosotros.

Buen trabajo sargento Blochistev. Sus hombres son un referente para todos nosotros. Le doy una palmada en el hombro y añado -Pero encarguesé de que esa ametralladora esté lista lo antes posible.

¿Qué cojones ha pasado ahí atrás? -pregunto a los ocupantes del segundo camión.

¿?

Me baje del camión a toda prisa y estire mi cuerpo mientras daba una fuerte bocanada de aire aun con la pistola en la mano. Después de unos segundos me lleve las manos a la cabeza para intentar tranquilizarme.

-Maldita sea... De..deberíamos volver allí y matarlos a todos... A todos...

Sacudía la cabeza un par de veces y me puse firme mientras guardaba la pistola. Le eche un ojo al camión y luego a los soldados. Todos y cada uno de ellos parecían estar mas asustados que yo... Y eso es estar bastante asustados.

Pero yo nunca he sido bueno dando discursos alentadores... Suelo estar al otro lado cuando se pronuncian y no voy a cambiarlo ahora.

En general habíamos salvado el escollo bastante bien, la gente comenzaba a salir de los camiones para “desahogarse” de lo ocurrido.

Uno del otro camión nos preguntó y enarqué una ceja con la respuesta de Dugov, pero sonreí y le di una palmada en la espalda – Eres impetuoso camarada Dugov, pero no creo que merezca la pena malgastar balas en ellos, el hambre va a terminar con ellos de todas formas – Estiré mi espalda haciendo crujir las vértebras.

Como técnico me acerqué a inspeccionar el motor del camión A - ¿Lo tenéis controlado u os echo una mano?

Petr llamó al grupo de comandante y especialistas y los apartó de los soldados. Una vez que se aseguró de que nadie les podía oír dijo con aire serio, muy serio:

-Lo que os voy a decir debe permanecer en el más absoluto secreto, y si alguien lo comenta fuera de este ámbito yo mismo le mataré.- la cara del zmpolit no dejaba lugar a dudas, estaba hablando en serio -Lo de este poblado os puede parecer exagerado, pero todavía podemos esperar cosas peores. Hasta ahora creíamos que la degradación se limitaba a la isla de Nazino, pero es evidente que una similitud de condiciones genera una similitud de resultados. Estad atentos, no deis un solo paso sin que nadie lo sepa y cuidaros mutuamente. Si las cosas aquí están como allí es probable que todavía nos esperen cosas peores.-

Las palabras del comisario Petr os sorprenden. Todos sabéis que las cosas están mal en el país pero nadie se atreve a comentarlo, y menos aún delante de un comisario del partido. Pero que sea este quien os lo confirme os deja de piedra.
Por fortuna los soldados están ocupados haciendo recuento mientras un par de ellos parecen estar heridos de gravedad y requieren la atención del buen doctor vissarion.

Los sargentos proceden a hacer el recuento de material y hombres sin más dilación mientras los conductores revisan el estado de los camiones. Todo parece indicar que no hay grandes perdidas que lamentar, el remolque del segundo camión ha sido dañado en la sujeción pero parece que aguantará. El estado del motor del primer camión si que es preocupante, se ha sobre-calentado por el esfuerzo y el motor parece dañado. Un uso continúo podría dejarlo en peor estado del que esta ahora.

Me acerque de nuevo al camión mientras escuchaba las palabras de Petrovich ¿Que coño quiere decir con que pueden esperarnos cosas peores?... Como en el siguiente pueblo que pasemos no tengan los rifles enfilados nada mas entrar no se que puede ser peor.

Comprobando mi arma y llenando el cargador me dispuse a subirme al camión en el que había venido hasta ahora a la espera de que nos pusiesemos en marcha de nuevo.

Fue interesante los comentarios de Petrovich, aunque parecía que aun ocultaba cosas, sabía más de lo que había dicho. De todos modos era un buen aviso, me consideraba alguien más que capaz de defenderse pero si venía una avalancha de estas a ver como salía uno - Bueno, son más motivos para resolver el problema cuanto antes y volver

Tras mirar el estado de los camiones – No podemos hacer mucho más por este motor, y con la cantidad de gente que somos hay que usarlo hasta que lleguemos a destino o hasta que desfallezca.