Eso me parece perfecto.

Sobre cuando Magnus resucite. Ya veremos. Eso habrá que hablarlo, pero quizá con el tiempo te animes a construir la segunda mazmorra. Es el objetivo de tu malo, ampliar el mundo y construir más y más. Que si Magnus revive como bueno buenoso, eso ya lo hablaremos en su momento. Ahora no me comprometo a nada. :)

Te falta añadir a modo de notas de juego, la dificultad de cada escena, de las cosas que haya en ellas, los enemigos, las trampas... etc. Ponlo por esta escena y en cuanto esto esté validado, lanzaré tu mazmorra a la posada para que la vean.

No se si estoy obligado a decirles si el bicho es resistente a la magia de primeras, o si cuando terminen el combate sus armas se romperan en el caso del limo. Pero vamos las notas no van a ser mas que el esquema de la mazmorra

Notas Sala 1

1.Combate Fantasmas Dif 10 (resistencia a físico)

2.Pierde objeto elegido por jugador

3.Tesoro

4.Pierde objeto elegido por jugador

5.Tesoro

6.Pierde objeto elegido por jugador

7.Tesoro

Notas Sala 2

1.Trampa Pericia 2 Puntos Daño Dif: 15+2 oscuridad

2.Tesoro Pericia Dif: 10+2 oscuridad

3.Tesoro Pericia Dif: 10+2 oscuridad

4.Tesoro Pericia Dif: 15+2 oscuridad

5.Tesoro Pericia Dif: 15+2 oscuridad

6.Tesoro Pericia Dif: 15+2 oscuridad

Notas Sala 3

1.Trampa Agilidad 2 Puntos Daño Dif: 15

2.Combate Limo Dif 10 (Rompe armas)

3.Tesoro

4.Tesoro

Notas Sala 4

1.Combate Mago Dif 16+2 complicación (Resistencia a mágico)

2.Tesoro

3.Tesoro

4.Pierde objeto elegido por mi

5.Pierde objeto elegido por mi

Notas Sala 5

1.Combate Jefe Dif 18 (Resistencia a físico, Resistencia a mágico, Vulnerable a sagrado, 3 puntos de vida)

2.Tesoro

3.Tesoro

4.Fin de Mazmorra

¡Perfecto! Ya he sacado tu mazmorra a la mazmorra. Pronto recibirás invitados.

Comenzamos. 

Deadpool entra en tu mazmorra él solo.

De aquí al Lunes a las 12.00 tienes que ponerle el post de la entrada.

¡Empezamos!

Y así fue que el valiente heroe, guiado por su deseo de gloria, fortuna y chimichangas, dejó atrás la antaño pacifica villa de Valented, en dirección a la cercana Torre de la Demencia. Caminó por tierras de cultivo abandonadas y estériles, así como bosques viejos y secos, llenos solo por el quejido del viento y los graznidos de los cuervos.

Entre las ramas de los arboles, en lo alto de una estrecha loma escarpada, el aventurero dislumbró su destino. Una retorcida torre, vieja y destartalada, de ventanas extrañamente inclinadas y cuyo techo parecía hundirse haciendo que su forma cónica resultara aun mas estrafalaria. En las ventanas más altas de la torre, el aventurero vió flases de luces purpureas y formas sinuosas,  percibiendo también a medida que se acercaba una música procedente de lo más alto.

La torre era extremadamente estrecha, cualquiera diría que sería poco más que una escalera de caracol subiendo a lo más alto. Mas cuando llegó a la puerta entreabierta, el aventurero quedó asombrado, pues el interior de la torre era muchísimo más amplio que su exterior, como si se tratara de un mundo totalmente diferente.

Aun con la destartalada apariencia del exterior, el interior de la torre era confortable, adornado con tapices rojos y muebles bien cuidados. Las paredes de mármol bellamente esculpido se alzaban, dando paso a escaleras que llevaban a niveles superiores. El aventurero entró en lo que parecía un recibidor con un mostrador, atento a cualquier señal de peligro, cuando la entrada se cerró a sus espaldas con un sonoro portazo.

La estancia se ilumino entonces, y las antorchas y los candelabros prendieron por si solos, alumbrando una figura tras el mostrador, mientras un piano empezaba a tocar una melodía por si solo.

-¿Oh?¿Que tenemos aquí?¿Otro invitado inesperado para la fiesta del Amo?¿O quizás un curioso que desea visitar las maravillosas maravillas de la Torre de la Hechicería? –La figura asomo por detrás del mostrador, un hombre encorvado, jorobado, medio calvo y de mirada bizca y perdida. Sus ropas aparentaban ser las de un mayordomo aunque algo extrañas dada su deformidad.

Tras una pequeña risilla y un extraño tic nervioso en el cuello, el jorobado juntó las palmas de las manos mirando a los héroes. -¿Pero donde he dejado mis maneras? Permitidme presentarme. Soy Ianog, el mayordomo de la Torre de la Hechiceria, o la Torre de la Demencia como la llaman las últimas visitas –Entre dientes murmura para si medio riendose. -¿De dónde ha salido ese nombre de todas formas?

-Si desea quedarse a echar un vistazo o subir a la fiesta del Amo he de acompañarle, la torre es… traicionera últimamente –Lo ultimo lo dice riendo entre dientes una vez más – Si solo desea indicaciones estaré encantado de atenderles. Bien ¿Qué se le ofrece pues?

Tras cruzar campos y bosques, el sujeto de rojo llegó hasta la extraña torre. Para su sorpresa, los rumores eran ciertos: aquella construcción albergaba algún extraño y mágico poder, que parecía llevar a otro mundo a todo aquel que cruzase su umbral.

Deadpool se detuvo justo fuera de la puerta. La torre se elevaba retorcida y estrecha, como el dedo pútrido y encorvado de una bruja. Arribó desfalleciente, arrastrándose sobre sus rodillas, exclamando quejidos y maldiciones, y temiendo por su vida.

-¡Fiú! -se quejó, deteniéndose doblado hacia delante, recuperando el aliento- ¡Oh, no! -soltó desdichado, examinando el dedo medio de su mano derecha- ¡No puede ser! ¡Esto no puede estar sucediendo! -un búho ululó en un árbol cercano y Deadpool dejó escapar un chillido agudo, como si gritara una niña de ocho años- ¡Aaaaahh! -inmediatamente volvió a centrar su atención en su dedo- ¡^{Esto es culpa del narrador! ¿Una astilla? ¡Pero qué sádico enfermo!} _{¡No seas idiota! La astilla es solo el comienzo. Pronto se secarán nuestras manos y la manicura se estropeará. ¡Será el fin!} -tras el extraño diálogo consigo mismo, el aventurero sacudió su cabeza, encaró la puerta y con voz firme y poderosa, marchó hacia delante con paso decidido- ¡A LA CARGA!

La puerta de la torre se abrió con un crujido. La cabeza de Deadpool se deslizó dentro.

-¿Hola? -susurró en un hilo imperceptible de voz. Entonces súbitamente dio un salto dentro y levantó las manos al aire, al tiempo que vociferaba- ¡CARIÑO, LLEGUÉ!

Las luces del impactante vestíbulo se encendieron, dando paso a toda su majestad. Pronto el sujeto en cuero rojo se percató de la figura que lo esperaba tras el escritorio.

-Hmm -farfulló mientras ojeaba al mayordomo-, no eras la esposa que esperaba pero deberé contentarme. ¡Es la voluntad del narrador! _{¡Maldito psicópata egolatra falocéntrico opresor!} -apoyó su cabeza sobre sus manos cuando éstas se acodaron sobre el mostrador- Y dime pequeño Igor... te diré Igor, tu nombre es muy complicado de pronunciar -indicó-, además de ser muy melancólico: Ianog... "ianogasto", "ianosalgo", "ianobailo", "ianosemepara" -durante un instante su mirada se perdió en la nada, y una vocesita salió de sus labios- _{Jelou darcnes mai old frend...} -la extraña melodía se desvaneció cuando volvió en sí- Pero dime pequeño Igor: ¿no te conozco de antes? Tienes cara conocida para mi... veamos... ¡Ah! ¿Acaso no eres un fallecido presidente latinoamericano? ¿No? Lástima... En fin, ¿una fiesta dices? ^{¡Amo las fiestas!} _{Salvo en las que no hay piñata.} ^{O chimichangas.}

Tomó la cara de Ianog y apretó sus cachetes.

-¡Llévame a la fiesta, guapetón!

-¿Igor?¡Igor!, si alguna vez me han llamado asi, bueno puedes llamarme Igor. El caso es que estas tan ido de la olla como los que salen de la torre asi que igual ya nos conociamos –El jorobado soltó una risilla justo cuando el héroe lo tomo de los mofletes, notando que era mucho mas ligero de lo que esperaba.

Al mirar abajo, el héroe de rojo descubrió que Ianog estaba cortado por la mitad. Y que de su mano colgaba solamente todo lo que tenía por encima de la cintura. Al soltarlo por la sorpresa, el cuerpo de Ianog calló sobre sus piernas.

-Esta bien, vamos a la fiesta –Al dar el primer paso, el jorobado ando para atrás, tenia el trasero delante y sus piernas miraban atrás. –Diablos… otra vez.

Con un desagradable sonido de crujidos y un giro impulsado por sus brazos, el mayordomo se colocó bien sobre sus piernas y procedió a guiar al héroe hacia las escaleras.

Tras subir las escaleras, el extraño personaje Ianog condujo al aventuero a una sala llena de vitrinas, algunas rotas y otras intactas. Los muros se encontraban guardados por armaduras de extraños diseños y estanterías con diversas piezas de arte, cuadros, jarrones, algunas armas y de más instrumentos. En el centro de aquella extraña sala, el aventurero se topó con lo que parecía ser una gigantesca estatua de oro macizo de un enano más bien poco agraciado. Sería difícil saber si el que esculpió la estatua era un maestro o tenía una pobre concepción de los enanos, pero era como si esa estatua mirara de vuelta al héroe desde su posición fija.

No solo la estatua, por momentos el aventurero le parecía que las armaduras giraban levemente sus yelmos hacia el. Pero lo que más llamaba la atención descontando aquella estatua de oro era los tres grandes cofres a sus pies.

-Bienvenido, visitante, al museo de Dorinal Dorenson, o como lo llamo yo “don no toques mis cosas o te corto en dos” –El mayordomo estalló a carcajadas solo entendiendo en la gracia de su frase, aunque se podía imaginar que tenía que ver con el hecho de que antes estuviera cortado en dos. –Pero no os preocupéis, el bueno de Dorinal perdió su capacidad de cortar en dos a la gente cuando decidió convertirse en una estatua de oro macizo sobredimensionada ¿no es verdad amigo mío? –El mayordomo se vuelve a la estatua que parece irradiar ira en su congelada figura dorada y le da unas palmadas. –Claro que su especialidad era crear objetos mágicos… –Una de las armaduras tras Ianog empieza a brillar con un fulgor azulado y bajó de su pedestal. Lentamente se acercó al jorobado blandiendo un enorme espadón- … y últimamente pasa el tiempo en darles vida tomando almas de visitantes, así que hagas lo que hagas ¡No toques sus cosaaaaaag!!!! –De un poderoso mandoble la cabeza de Ianog salió volando a los pies de Deadpool mientras otras tantas armaduras cobran vida ante sus ojos, amenazándole con sus armas. No solo las armaduras si no todas las piezas del museo. Los jarrones se alzan en el aire y se lanzan contra él, así como los cuadros, mientras varias luces espectrales sobrevuelan la sala girando alrededor de la furiosa estatua de oro

No hay lugar al que retroceder. Rodeado, el héroe se vió obligado a enfrentar las armaduras animadas bajo la vigilancia del gigante dorado.

Cuando la cabeza de Ianog salió volando Deadpool soltó un chillido y se encogió.

-¡Ay, ay, ay! -exclamó- Supongo que estarás ya acostumbrado a este fetiche...

A continuación, tomó sus pistolas y apuntó contra una de las armaduras que se le venía encima.

-¡Pew! ¡Pew! ¡Pew! -clamaba- ¡Me cago en todo! -uno de los enemigos avanzó por detrás y le proporcionó una estocada que le atravesó el estómago- ¿Así nomás? ¡Invítame a cenar antes!

Mientras la cabeza de Ianog era pateada por las armaduras que se dirigían al mercenario bocazas, los jarrones y elementos de exposición se turnaban para golpear al héroe, que tras ser empalada por la espalda con una espada se llevo un tortazo de un jarrón que se rompió en pedazos. La armadura que le había golpeado lo pateo para quitarlo de su espada mientras las demás armaduras lo rodeaban y lanzaban tajos intentando golpear al héroe con mayor o menor éxito.

Las armas del mercenario parecían poco útiles. Las balas hacían que los yelmos de las armaduras salieran volando pero poco mas, estas continuaban moviéndose sin prestar atención y solo cuando descargó un cargador entero encima de una de las armaduras consiguió abatirla. Aun así quedaba otra nueve.

Estaba claro que los ataques físicos no funcionaban contra las armaduras animadas, al menos no sin un tremendo esfuerzo que convertía el combate en una lucha terriblemente difícil.

Lo que daría por unas chimichangas...

Dire, ¿estas seguro que quieres que la resistencia afecte también a los bonificadores? me parece algo un fuerte contra los jugadores, ya de por si quitarles el dado les hace perder de 1 a 9 puntos de ataque según la tirada (porque sacar 20 era un exito seguro). Perder el bonificador los jodera muchisimo, sobretodo los magos cuando se enfrenten a los hechiceros de nuestras mazmorras (16 de dificultad base requeriria conseguir en una tirada 32 de daño magico)

He mirado en la batalla de mi boss contra un enano en la anterior partida y he visto en el primer ataque que me acerto que el bonificador de ataque físico se contó entero (incluso contando el +5 por daño de fuego)

https://www.comunidadumbria.com/partida/amos-del-c...

Las armaduras encantadas rodearon rápidamente al héroe, propinándole una paliza como pocas veces había recibido. Atravesado por espadas, un hacha clavada en su hombro, todo parecía indicar que aquellos espectros metálicos no tendrían piedad con él, y si bien Deadpool no podía morir, si podría aburrirse de semejante abuso y marcharse para siempre de aquel pueblo.

-¡Suficiente! -vociferó, al tiempo que daba un salto. Tenía una espada clavada en la espalda y otra en el pecho, además del hombro derecho dividido por un hacha. Las armaduras se detuvieron, extrañadas- ¡¿Acaso no se dan cuenta de qué sucede aquí?! -inquirió con firmeza y se miraron entre ellas- ¡Están siendo explotadas! ¡Explotadas por el Capital! ¿Cuánto vale su trabajo? -las armaduras asintieron- ¿Y cuánto les pagan? ¡Nada! ¡Plusvalía! -exclamaba efusivamente- ¡PLUS-VA-LI-I-A! ¿Descansan alguna vez? ¿Tienen vacaciones? -las armaduras negaron- ¡JA! ¡Son los hazmerreir del mundo de al magia! ¡Ese mago ni siquiera les debe haber construído un baño por aquí! ¡Hasta los conejos tienen beneficios sociales! ¿Pero saben por qué? -los espectros lo contemplaban con interés- ¡Porque se sindicalizaron! ¡A la lucha! ¡La batalla no es conmigo, es con el Capital opresor! -la arenga parecía haber funcionado- ¡Arriba los que luchan! ¡Arriba los que luchan!

Las armaduras se dejaron llevar por las palabras del héroe social, alzando sus puños al aire y marchando en círculos, protestando por su situación laboral y la falta de derechos, en el neocolonialismo esclavista al que estaban sometidas.

-¡Hasta la victoria, siempre!

Culminó, justo antes de bajar las escaleras maltrechamente.

-Solo espero que el aparato siga funcionando -dijo, mirándose la entrepierna.

¡Victoria! 
+1 PM

Comenzamos. 

Deadpool y Valdärikel entran en tu mazmorra .

De aquí al Viernes a las 17.00 tienes que ponerle el post de la entrada.

¡Empezamos!

Y así fue que los valientes heroes, guiados por su deseo de gloria, fortuna y chimichangas, dejaron atrás la antaño pacifica villa de Valented, en dirección a la cercana Torre de la Demencia. Caminaron por tierras de cultivo abandonadas y estériles, así como bosques viejos y secos, llenos solo por el quejido del viento y los graznidos de los cuervos.

Entre las ramas de los arboles, en lo alto de una estrecha loma escarpada, los aventureros dislumbraron su destino. Una retorcida torre, vieja y destartalada, de ventanas extrañamente inclinadas y cuyo techo parecía hundirse haciendo que su forma cónica resultara aun mas estrafalaria. En las ventanas más altas de la torre, los aventureros vieron flases de luces purpureas y formas sinuosas,  percibiendo también a medida que se acercaban una música procedente de lo más alto.

La torre era extremadamente estrecha, cualquiera diría que sería poco más que una escalera de caracol subiendo a lo más alto. Mas cuando llegaron a la puerta entreabierta, los aventureros quedaron asombrados, pues el interior de la torre era muchísimo más amplio que su exterior, como si se tratara de un mundo totalmente diferente.

Aun con la destartalada apariencia del exterior, el interior de la torre era confortable, adornado con tapices rojos y muebles bien cuidados. Las paredes de mármol bellamente esculpido se alzaban, dando paso a escaleras que llevaban a niveles superiores. Los aventureros entraron en lo que parecía un recibidor con un mostrador, atentos a cualquier señal de peligro, cuando la entrada se cerró a sus espaldas con un sonoro portazo.

La estancia se ilumino entonces, y las antorchas y los candelabros prendieron por si solos, alumbrando una figura tras el mostrador, mientras un piano empezaba a tocar una melodía por si solo.

-¿Oh?¿Mas invitados inesperados para la fiesta del Amo?¿O quizás curiosos que desea visitar las maravillosas maravillas de la Torre de la Hechicería...? –La figura asomó por detrás del mostrador, un hombre encorvado, jorobado, medio calvo y de mirada bizca y perdida. Sus ropas aparentaban ser las de un mayordomo aunque algo extrañas dada su deformidad.

El jorobado miró a Deadpool arqueando una ceja -¡Anda pero si eres el del otro dia!¡Y vienes con una dama, que picaron!

Tras una pequeña risilla y un extraño tic nervioso en el cuello, el jorobado juntó las palmas de las manos mirando a los héroes. -¿Pero donde he dejado mis maneras? Permitidme presentarme señorita. Soy Ianog, el mayordomo de la Torre de la Hechiceria, o la Torre de la Demencia como la llaman las últimas visitas –Entre dientes murmura para si medio riendose. -¿De dónde ha salido ese nombre de todas formas?

-Si desea quedarse a echar un vistazo o subir a la fiesta del Amo he de acompañarles, la torre tiende ha gastar jugarretas y clavar espadas por la espalda –Lo ultimo lo dice riendo entre dientes una vez más mirando a Deadpool – Si solo desea indicaciones para el pueblo mas cercano estaré encantado de mostarles el camino. Bien ¿Qué se les ofrece pues?

El viaje fue nuevamente tortuoso, pero Deadpool parecía no comprender el significado del horror. No calló un instante, hablando sin parar sobre chimichangas, piñatas y miembros viriles.

Cuando llegaron a la torre pareció no impresionarse, ya había estado allí y el lugar no había cambiado.

-¡Igor! ¡He vuelto! -saludó- Dime: ¿cómo están las armaduras? ¡Espero que bien! Seguro ahora están mejor que cuando los dejé. ¡Habrán sacado partido del nuevo sindicato! ¿Cierto? Salario vacacional, descansos diarios, medidas de seguridad. ¡No vaya a ser que se le rompa la espalda a una de las armaduras mientras apalea a un incauto! En fin, vamos, que llegamos tarde a la fiesta.

Caminó con paso decidido y lento hacia la torre, guardando silencio cual procesión se tratara, pese a la incesante y dicharachera conversación de Deadpool como contraposición. Los ojos del hada guardián se fijaron en la estructura angosta, sintiendo su energía cada vez más fuerte con cada paso que daban.

Una vez en su interior, caminó a la vera de Deadpool, a quien dejaba que tomara las riendas de dónde ir y qué hablar dada su experiencia. No pronunció palabra en la acogida, y apenas si una mirada, y solo, cuando así lo creyó oportuno, preguntó a Deadpool, instándole a avanzar:

- ¿Dónde se encuentran esas armaduras? 

Sacó entonces un cáliz de oro, ornamentado con rubíes y zafiros en una cenefa a su alrededor, y portándolo con ambas manos, caminó hacia donde le dirigieran, concentrada en combatir cuanto estuviera por llegar.