Partida Rol por web

Valdarikel salió del jacuzzi bailando el gangnam style bajo el hechizo del archimago, una victima mas de su retorcida magia de dominación. Por su parte el Deadpool cargo de nuevo para verse interrumpido por una cola de conga que paso justo entre el y el archimago, deteniendo su ataque antes de acercarse suficiente como para golpearlo.

-¡Bailad! ¡Bailad mis queridos invitados! –Chasqueo los dedos hacia el héroe en mallas que perdió la consciencia por un segundo, encontrándose después bailando en la pista de baile. Cada vez era mas difícil resistir el ritmo y la música, y si no terminaba pronto nunca lo aria… lo cual tampoco sonaba tan mal.

El poderoso ritmo que encantaba el ambiente ahora dominaba las extremidades y el pensamiento de Deadpool, quien no se detenía en su afán de contonear sus caderas entre los máximos ángulos posibles que le permitía su anatomía.

-¡Conga, conga, con-ga! -cantaba, ya absorbido prácticamente por la algarabía- ¿Pero qué demonios? -inquirió súbitamente- ¡Este DJ no está actualizado! ¡La década de los 90' murió hace tiempo! -vociferó, poseído- ¡Muerte al antiguo!

Y dicho esto apartó con ferocidad a la multitud, decidido a tomar el control sobre la música que rumbaba en aquella fiesta.

El héroe en mallas tomo el control del puesto de DJ de la fiesta y cambio el ritmo, rompiendo el conjuro del archimago y volviéndolo contra el.

-¿Qué?¿Que es esta música? –Pregunto sorprendido antes de ponerse a bailar compulsivamente –¡Me encanta!¡Mas!¡Mas! –Empezó a bailar demasiado sin poder seguir el ritmo –Espera… no!, es demasiado… el conjuro… yo soy el amo de la torre no puedo caer asi… ¡AAAAAH! –El hechizo de dominación que utilizaba el archimago contra Deadpool se volvió contra si haciendo trizas su mente.

El archimago cayó al suelo derrotado por su propia magia, y con su fin llego el fin de la fiesta. Los invitados más antiguos se disolvieron como polvo en el viento, otros se quedaron en el sitio con los ojos en blanco y sus mentes destrozadas, tambaleándose como almas en pena, los jacuzzis se secaron y los platos de comida se marchitaron.

Sin embargo un elemento de la fiesta permanecía, en la plataforma, junto al cuerpo del archimago estaba aquel estrado con el libro abierto, emitiendo aquel brillo violáceo hacia la bola de discoteca que seguía girando. También había dos cofres a los pies de la plataforma

El archimago de la Torre había sido derrotado. Su magia se había convertido en su destrucción, mancillando su mente hasta sumirla en la locura que se había apoderado de sus milenarias víctimas. La fiesta terminó, quedando solo un silencio lúgubre y las luces de aquel libro arcano. Deadpool vagó entre risas y saltitos entre los cadáveres petrificados que adornaban la cámara siniestra cual árboles marchitos en un bosque lóbrego.

Olfateó al archimago, le propinó algunos puntapiés para asegurarse de su muerte y soltó una estruendosa carcajada cargada de satisfacción.

-¡Siiii! -festejó, dando vueltas y saltos, hasta fijarse en uno de los jacuzzis, aquel donde su compañera había caído. Inmediatamente sus ojos se cargaron de lágrimas, apresuradamente llegó y la tomó en sus brazos, ya nada quedaba por hacer- ¡Maldito narrador! ¡¿Acaso no hay final feliz para Deadpool?! -las imágenes del aventurero de cuero rojo corriendo por un prado iluminado por la luz del sol, tomado de la mano de la Dama del Bosque apareció en su mente- ¡Infeliz! ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué?! -vociferaba, quebrado, mientras sollozaba a todo pulmón.

Al cabo de un rato se enjugó las lágrimas y marchó en dirección del libro, lo contempló con detenimiento y continuó. Abrió los cofres y saqueó su contenido. Y justo antes de marcharse, tomó entre sus brazos el cuerpo de Valdarikel y partió con ella para no volver nunca más a aquella Torre de la Demencia.

Al abrir los cofres, el héroe encontró unas extrañas gafas con multiples lentes y engranajes. Las lentes emiten un leve brillo verdoso y te recuerdan a unas gafas de visión nocturnas pero en versión steampunk.

En el otro cofre encontró una pócima verdosa.

Parecia que por fin había terminado… o casi, aquel extraño libro seguía ahí, emitiendo esa extraña luz violácea que daba una impresión de maldad y corrupción. Fuera lo que fuera estaba claro que era el foco de todo el mal de esa torre.

El héroe se dispuso a acercarse cuando Ianog apareció al lado del tomo, barriendo  los cristales rotos de la plataforma.

-Vaya, habéis encontrado objetos de lo mas útiles… esas gafas son invención de un viejo gnomo que vivió en la torre antes que yo… se supone que muestra las fortalezas de tus enemigos… y esa pócima aunque tiene mal sabor puede curar heridas con facilidad.

Tras un leve suspiro, el mayordomo pateo el cuerpo del archimago de la plataforma haciéndolo caer al suelo.

-Pobre amo… su reinado no ha sobrepasado la duración de su querida fiesta… bueno –El mayordomo clavó sus ojos bizcos en Deadpool y sonrió- Ahora que la fiesta ha terminado tengo que pedir que abandones la torre, incluso te ayudare.

El mayordomo chasqueó los dedos y un portal apareció ante Deadpool, la imagen proveniente del portal mostraba el exterior, concretamente el camino que conducía a la torre.

-Por desgracia este servicio no es gratuito –Con una risilla el mayordomo volvió a chasquear los dedos, y el caliz mágico de Valdärkiel y la lanza etérea que había conseguido antes el héroe se desvanecieron. –Eso será mas que suficiente. Esperamos que haya disfrutado de su visita a la Torre de la Demencia y confiamos que vuelva otro día. No se preocupe la magia de el “Tomo de la Sulikar” volverá a alzar al Amo y los demás miembros de la torre y a reiniciar la fiesta y los raptos a los aventureros y aldeanos –Con una risilla maléfica Ianog continuó barriendo, aun atento a si el héroe decidía abandonar la torre con los tesoros que había logrado o si prefería enfrentarse al poder de aquel malicioso libro.

La fiesta había terminado, el amo de la Torre yacía inerte, pero el basamento arcano de aquella demencia seguía en pie. Se trataba de ese oscuro libro de magia, que por lo dicho por Ianog, traería nuevamente al archimago a la vida y la fiesta continuaría. Todo habría sido en vano. La muerte de Valdarikel tendría un propósito.

Deadpool tomó los objetos de los cofres y se los guardó.

-¡Eh! ¡Ni que fueras político para quitarme lo que es mío! -gritó chillonamente cuando la lanza y el libro se desvanecieron- No quiero tu servicio de transportes, enano. ¡Que me hagan acupuntura en los testículos si dejo que este payaso traiga su música horrible de vuelta a este mundo! ¡Vengaré a todas las fiestas decentes que fueron insultadas por este impostor!

Negándose a irse de la torre dejando sus tesoros y aquel libro que parecía la fuente de todo el mal y la locura del lugar, el héroe se encaro a Ianog, que se frotaba las manos riéndose hasta que de repente se quedo tieso como una estaca.

-Eres un tontaina, todo este tiempo he esperado a alguien como vosotros para que diera una lección a mis antiguos alumnos. –El rostro del jorobado no había pronunciado aquellas palabras. De hecho su garganta solo pronunciaba una cacofonía de gorgoritos y gemidos agónicos cuando unos dedos emergieron del interior de su boca, y empezaron a abrirla sin piedad. –Y ahora que lo habéis hecho ya no me eres de utilidad. En mi generosidad te permito irte pacíficamente con la experiencia y los buenos recuerdos de mi casa, pero me escupes a la cara en mi ofrecimiento e insultas mis gustos musicales.

La voz, procedente del interior de Ianog pero no de él mismo, se vuelve más rasposa y pesada, aunque ocasionalmente también sucumbe a espasmódicas risas, mientras el cuerpo de Ianog se rompe en dos en un horrible y visceral espectáculo.

Del cuerpo del jorobado surgió un hombre anciano de barba blanca con una túnica propia de un mago, de color carmesí que parecía formarse con la sangre del pobre mayordomo, que acabó convertido en poco mas que unos despojos a los pies del venerable anciano. De la manga se saca un sombrero picudo arrugado que se colocó sobre su canosa testa. También pudieron observar que portaba un cinturón con multitud de pócimas, varitas y bolsitas, además de una daga.

-Supongo que debería re-presentarme adecuadamente. ¡YO! Soy el amo de esta torre. Magnus Magnanimus Maleficorum Dementios, antiguo Guardián de estas tierras, maestro de sacar conejos del sombrero y la alta hechicería oscura del sexacentesimo sexagesimosexto abismo, apaleador de futones y genio de los planes no planificados. Si, yo soy el que ha mantenido alejados a los señores del mal tanto tiempo de este reino. Y ahora, gracias a este Tomo… –Colocó su mano sobre el gran libro, tomando su luz purpurea que recorrió todo el cuerpo del hechicero -… Tomare mi legítimo lugar como Gran Señor del Mal, tomare todo el tiempo que los humanos me han robado protegiendo sus patéticas existencias, aburriéndome como una ostra. Ahora YO seré el que se tronche de risa y los demás sufran a mi placer –El anciano estalla a carcajadas mientras las esencias mágicas del libro lo rodean y los hacen flotar a ambos en el centro de la sala. –Y tu, seras el siguiente en probar mis nuevos conjuros patentados con coreografía.

El hechicero alzo la mano pronunciando unas palabras entre risas y un báculo de madera tallada engarzado en gemas y con plumas colgando se materializa de la nada. –Que siga la fiesta –Declaró apuntando a los héroes con su bastón, preparados para su batalla final contra el señor de la mazmorra.

-¡Santas chimichangas! -exclamó horrorizado Deadpool, levantando una de sus rodillas en el aire y llevándose ambas manos a la cara- ¡Este ha sido un giro impredecible de la trama! -miró con detenimiento la túnica sanguinolenta del mago y se puso un dedo en el mentón- Que asquito...

Estaba claro que Magnus Magnanimus Maleficorum Dementios era un oponente impresionante tanto en la extensión de su nombre como en la magnitud de su poder. Era el auténtico mago de la Torre y no se rendiría ante nada. Tanto el héroe como el malo maloso habían trazado un curso de colisión sin retorno. Solo uno saldría de allí con vida. 

Deadpool tomó su espada con ambas manos y cargó a toda velocidad al grito de:

-¡Por la gastronomía latinoamericana y la música actual!

Magnus dio una palmada y se puso a bailar la macarena.

-Eso ven ven, haz esto divertido, pero tendrás que esforzarte. –Abriendo las manos su cuerpo se desdibujo- ¡Espectriiis multiplis cachiporrus! –Con estas palabras y su bailecillo el hechicero no tuvo tiempo de esquivar o detener la espada de Deadpool que lo atravesó como si fuera aire.

Y aire era, pues a ambos lados del mercenario había dos copias idénticas de Magnus riéndose.

-Uyyyyyy casi aciertas. Adivina adivinanza ¿Cuál de los dos es el verdadero?¡Adivínalo antes de que te convierta en un cordero! –Apuntando ambos al héroe con sus larguiruchos dedos índice, brotaron sendos rayos que fallaron por poco al héroe y convirtieron  una silla cercana a Deadpool en un corderito que se fue trotando.

-¡Un golpe de fortuna, ataca de nuevo y veras que ya no te queda ninguna! –Riman los dos Magnus preparándose para el próximo ataque.

Magnus Magnanimus era un hechicero elocuente y sagaz. Con sus palabras y gestos pretendía sumir a Deadpool en tal confusión que le impidiera luchar. Además, contaba con astutos conjuros ilusionistas que desviaban la furia del aventurero a meros señuelos.

Un rayo impactó sobre una silla y la convirtió en un corderito.

-¡Ah! -chilló Deadpool- ¡¿Acaso tienes macabras perversiones sexuales zoofílicas que quieres satisfacer conmigo?! ¡¿No te basta con este ajustado traje de cuero?! ¡Si te gusta, tendré que enseñarte a los golpes! ¡Por Cristian Gray!

Deadpool saltó por los aires, rebotando en cuanta mesa, columna y candelabro se cruzó en su camino, hasta llegar al mago, sobre el que descargó un poderoso mandoble.

Magnus agito las manos chillando, viendo el filo del heroe acercarse a el peligrosamente.

-No, no, no espera, yo soy el real –Ante el poderoso golpe de Deadpool el mago se esfumo como el primero, dejando solo la última de las copias.

-¡Haha! Pues no, ese era un clon, y en verdad da igual a cuantos nos golpees –La imagen del archimago se desdibujo otra vez creando ahora cinco copias.

-Solo es cuestión de tiempo que uno de mis conjuros te convierta en un montoncito de cenizas –Se jacto uno de ellos.

-¡Es imposible que nos derrotes a todos antes de eso, si! –Animo otro dando palmadas y bailando.

-A no ser que rompa el libro, entonces estaríamos jodidos –Aclara un tercero mesándose la barba, tras lo cual un cuarto le da una colleja por hablar demasiado –¡NO! ¡No escuches lo que dice, esta borracho, ha estado bebiendo cosas raras en la fiesta de antes!

Ciertamente, aquel libro parecía estar emitiendo algún tipo de magia, ¿quizás el archimago había hablado de mas?

Deadpool retrocedió un paso y contempló la escena con detenimiento. Su mirada saltaba entre los magos, cada vez más numerosos, y el libro mágico. Levantó su espada, indeciso. 

-¡Ese libro es muy sospechoso! -gritó, señalando el tomo mágico de obvias implicaciones- ¡En vez de destruirlo seguiré atacando a los clones! ¡Ahhh!

Soltó varios espadazos, descargando mandobles a diestra y siniestra.

-Si! Sigue, seguro que encuentras el real... o no! -Pronuncio otro clon al caer bajo las hojas del héroe y deshacerse como una nubecilla de humo.

El héroe se preparaba para lanzarse contra otro cuando se vio rodeado de las demas copias que empezaron a bailar al unísono agitando los brazos como si fueran una ola.

-Ahora te vas a enterar, pues una tormenta acabas de despertar! Drakiis kalambris Maiol! -Pronunciando las palabras mágicas los movimientos de los clones empezaron a producir chispas eléctricas hasta que todos a la vez apuntaron sus delgados dedos a Deadpool descargando un poderoso arco de rayos que impactaron al héroe en mallas en todas direcciones.

-Ahora te vas a enterar, pues una tormenta acabas de despertar! Drakiis kalambris Maiol! 

-¡NO! -gritó Deadpool, cubriéndose los oídos- ¡Oh! ¡No! ¡Debo detener esa horrible rima! ¡Es peor que un batido de bello púbico y lima!

Levantó la espada sobre su cabeza y cargó de nuevo contra otra de las copias de Magnus, con la esperanza de que fuese el original y no una copia.

-¡Por el sentido literario!

El mercenario parecía haber elegido bien porque el archimago realizo movimientos frenéticos, hasta que tomo una redoma de su bolsillo y la lanzo contra el héroe, rompiéndose y salpicándolo con un liquido frio, muy frio.

-¡AAH! ¡espera, yo no soy un clon, has acertado!...

Otro clon desde detrás contesto -...¡Y por eso ahora estas congelado! -Y efectivamente, el liquido envolvió al mercenario, congelándolo en un bloque de hielo helador.

-¡Ha! ¡miradlo convertido en carámbano! -Rió otro mientras un par de clones cantaban "hazme un muñeco de nieve"

El bloque de hielo no duro mucho y se rompió en pedazos aunque Deadpool quedo entumecido y dolorido por la experiencia.

-Bien, es suficiente -Dijo el Magnus original haciendo desaparecer el resto de sus copias con un chasqueo de sus dedos. -Un par de estrofas mas y Disney nos habría demandado por infracción de copyright. Ellos sí que son auténticos señores del mal... ellos y su legión de abogados.  -Tras un leve lapsus mental el aciago se volvió a centrar en el héroe. -¿Donde estaba? a si... ahora es cuando tengo que reírme maléficamente y decir que estás perdido bla bla bla. Así que eso... ¡PREPARATE PARA EL TRUCO FINAL!

Magnus se puso a bailar frenéticamente agitando su varita magica preparando su conjuro.

Deadpool temblequeaba, pero pronto se reanimó.

-¡El frío casi me mata! -exclamó- ¡Menos mal que mi erección me mantuvo caliente!

Echó una mirada preocupada al hechicero mientras preparaba su conjuro final.

-¿Acaso no sería magnífico que el héroe huyera justo a último momento? ¿Justo en el instante donde es uno o el otro, la batalla final? ^{Sería muy dramático, sí.} _{Propio de una telenovela peruana: "La Rosa de Deadpoolupe".}^{¡Bravo! ¡Brillante!} _{¿¿¿Qué haces besando a la lisada???} 

Deadpool se emocionó, secó sus lágrimas ante lo que él creía como una impecable interpretación de personajes.

-¡Es momento de huir! -sentenció, dándose media vuelta durante un instante, justo antes de dar un salto y terminar frente al hechicero Magnus Magnanimus- ¡JA! ¡Mira si voy a salir corriendo como una niñita! ¡Pelearé como una niñita!

Entonces Deadpool cargó a toda velocidad contra el mago, en una última y épica afrenta marcial.

Magnus alzo las manos y por un momento el tiempo pareció congelarse con un destello de luz, dejando a Deadpool cargando de nuevo en el aire. Cuando el héroe pudo fijar de nuevo la vista al mago, vio que este se quitaba el sombrero picudo y mostraba el interior como si estuviera ante un gran público. Para su sorpresa, no tenía sus armas en la mano, en lugar de ellas estaba sentado en una butaca con una bolsa de palomitas.

-¡Ahora el clásico que todos esperaban! ¡Como ven este es un sombrero vacio, totalmente normal! ¡Pero ya saben que las apariencias engañan! ¡Porque de todos es sabido que los sombreros me mago esconden seres sin igual!

Pasando su varita por el sombrero pronuncia unas palabras y se arremanga.

-Veamos que aparecerá... hay que tener cuidado, a veces muerde.

Metiendo la mano con cuidado, mete el brazo hasta el hombro hasta sacar un conejo blanco y sedoso de las orejas.

-TADAAAAAA -Hace un gesto con la mano mostrando al animal hasta que este se libera y sale botando hasta Deadpool, saltándose a la yugular con sus terriblemente afilados y pequeños dientes. El adorable y temible monstruo no tiene piedad con el héroe que ve como su perdición llega de un bote a por el.

-Era obvio... -comentó Deadpool, su cabeza yacía sangrante a unos metros de su cuerpo, el pequeño conejo continuaba mascando algunos trozos de carne- ¡La suerte me odia! Tendré que aprender a tirar los dados de otra manera, agitarlos como si me estuviera masturbando no me está dando la buena suerte que pensaba. ¡Adiós, mundo cruel!

La cabeza dejó de moverse por unos minutos, para luego volver en sí.

-Eh... Creo que no... Que no... Que no me muero, ¡mierda! ¡Igor! ¡¿Igor?! ¡Igoooor! ¿Tendrás algún espacio para mí en la torre? ¿Quizá puedan dejarme con las esqueleto strippers, no?