Partida Rol por web

-Mantengamos la guardia alta ante esas circustancias que no tenemos controladas -comentó el Señor de los Muertos- pero no entremos en una debacle destructiva.

Miraba los hijos de Atharon, los Drakkarien con cierta tristeza- Es injusto que sean creados y luego abandonados, por eso les recordé que el pacto que yo hice con su padre lo mantendría con ellos. Mis labores para con los habitantes de Heris no serán olvidadas mientras yo siga existiendo.

Un roce mental acarició a Sharashiel y pudo notar la presencia de Kotk-am-Toatl como si estuviera dentro de su mente, o como si la llamara a una pequeña sala donde había dispuesto un mapa pequeño de Heris y se mostraban diversos puntos donde estaban los ejércitos de su hermana y los suyos.

-Hermana, mis hijos ya están preparados y tienen unas fuerzas que podrían ser usadas como armas de asedio -comentó mostrando a los mumak-titl de guerra- y van en tu ayuda como te prometí.

Su presencia parecía ligeramente imponente, como si después de haber estado cerca del abismo y la extinción cuando comenzaron a hablar sobre esos planes, ahora parecía fuerte, potente, como el dios que había conocido a las puertas de la casa del cosmos un instante después de aparecer en ese universo.

-¿Sabes algo más sobre las sombras? -preguntó mientras hacía unos cuantos cálculos- no soy el amo del tiempo, pero cada vez que los astros se unen ocurre algo de gran influencia en Heris, y no debe de quedar mucho para que ocurra de nuevo, ¿tienes una ligera idea de qué podría pasar? Si pudieramos prepararnos ante ese evento...

Dejó la frase sin terminar, parecía estar más pendiente de todo lo que ocurría en Heris que nunca, como si tratara de poder salvar todas aquellas almas que sufrían durante ese periodo.

Nith-Rah, que había reaparecido hace poco en su trono de luz y diamante, escuchaba la conversación de sus hermanos y hermanas.

-Ciertamente, lo que ha ocurrido es una desgracia. Atharon puede que tuviese un dominio opuesto al mío, pero al margen de ello nuestra mutua existencia nos completaba el uno al otro… supongo que de ahora en adelante tendremos que repartirnos el dominio sobre la Vida y el Caos para mantener el equilibrio en la creación.

-En cuanto a los Drakkarien… es triste ver a los hijos de nuestro hermano así… perdidos. Me siento tentado a guiarlos, pero no querría desatender a mis primogénitos… tal vez en el futuro pueda guiarlos por la senda del Orden y hacer renacer a su raza con un propósito, pero a corto plazo no lo veo viable.

Miro levemente a Sharashiel por su comentario.

-De la diosa antigua, Xilea, no deberíamos de tener más preocupaciones. Su esencia perdió toda la fuerza que le di y ha regresado al salón de las estatuas… y dado el fracaso que supuso su despertar, no tengo intención de volver a intentar despertarla, a ella o a cualquier otro.

-Aunque si me resulto curioso que mencionara que en su tiempo también aparecieron seres que no pudieran controlar los dioses de su tiempo, como nuestras sombras… Su existencia debe de ser inherente a nuestra acción en el mundo, tal y como sospechamos en algún momento… deberíamos de seguir cuidadosamente su evolución.

-Gracias hermano- La diosa tambien sonaba mas fuerte, mas poderosa que nunca. Sin duda y a desgracia del panteon, la caida de Atharon habia ayudado en parte a equilibrar el poder entre los dioses de nuevo- Pero creo poder hacer frente a las alimañas. Mis Ithazi van a adentrarse en el submundo y a infiltarse en su ciudad. De todas maneras inicia la marcha hacia su ciudad. Si no puedo yo solo. Siempre es bueno recibir refuerzos-

- No, no se nada de momento, pero dame tiempo, y observare todas las lineas para saber que nos depara en el proximo eclipse-
 

Atharon se había ido, a pesar de lo que algunos quizás podíais haber imaginado su muerte no fue dramática, ni llamativa. No hubo una gran explosión, ni frases de despedidas.

También cabria esperar que al morir el Dios del caos y la naturaleza sucesos inesperados ocurriesen en Heris, mas nada ocurrió el mundo siguió imperturbable como si nada. Pues Atharon había caído en el olvido, sus hijos lo habían olvidado y la propia realidad lo fue olvidando poco a poco absorbiendo su esencia y cuando dejo de existir... Al cosmos no le importo, ya había ido extrayendo lo necesario de el lentamente para que su ausencia no lo desequilibrase.

Las conversaciones sobre su desaparición y el futuro de sus hijos empezaron, hasta que Loof camino hasta el centro de la sala para anunciar algo.

-Phenicx desea veros a todos, por favor acudid a la sala de los tronos.

Y como era habitual, volvió a retroceder a un rincón. Una frase que ya habían escuchado antes cuando el desaparecido Atharon quiso convocarlos a todos por el descubrimiento de Ragul. Algunos dioses ya estaban presentes, otros no lo estaban o parte de su consciencia estaba dispersa en otros asuntos. Pero tras aquella frase toda la atención de cada uno de ellos se quedo en la sala principal de Ruth-adum, mas... nada ocurrió.

El dios del Orden miro con desagrado como los Skavens eran masacrados. Aunque no podía decir que fueran seres que le agradasen, el hecho de asesinar a tantos por acciones que no habían cometido le resultaba repugnante. Alzo la mirada a Sarashiel, sin aplaudir ni criticar la acción de los Ithazi.

-Esta es la primera vez que nuestros hijos vierten sangre entre ellos. Espero que sus muertes no hayan sido en vano.

Diciendo esto aguardo a que todos se reunieran y escucharan a ese tal Phenicx que anunciaba Loof.

La naturaleza silenciosa de Ziltath y su dominio sobre los secretos la hacían pasa desapercibida la mayor parte del tiempo, aun así había escuchado atentamente cada una de las palabras de sus hermanos cuando convocaban al resto, aquella vez sin embargo fue Sombra quien les convocó, el nombre que había anunciado le resultaba extraño y desconocido, algo que no agradaba a la diosa, aunque lo que más le desagradó fue estar en la sala de los tronos cuando Sombra se anunció y aun así no ver al susodicho.

-¿Y quién es Phenicx? -preguntó el Señor de los Muertos apareciendo en el trono desde la gran puerta que había detrás de este. Kotk-am-Toatl parecía volver estar lleno de energía como no estaba desde hacía mucho tiempo, casi desde el inicio de los tiempos.

La diosa estaba ya en la sala de los tronos. De hecho nunca salia de allí, siempre que alguien entraba se podia ver al menos parte de ella en su trono de arena y mana.

Observó y escuchó a su hermano Nith- Tus hijos estan expandiendose rapido. Tambien se organizan militarmente. Empiezan a formar ejercitos y moverlos por sus tierras. Dime ¿de que tienen miedo? mis Ithazi solo se han asegurado de que tus ejercitos no deban entrar en conflicto nunca, el mal que se cernia sobre ellos desde el norte y bajo sus pies esta sendo eliminado. Deberias darme las gracias por salvarles la vida a muchos de los tuyos- Su tono era neutral. No buscaba el enfrentamiento con su hermano ni tampoco su clemencia o benevolencia- Pronto mandare a un emisario a tus tierras, los tuyos tienen derecho a conocer el devenir de las cosas, quiza asi te sientas mas tranquilo. los Ithazi y los Avoral nunca tubieron grandes diferencias. Seria bueno afianzar una buena relación, como la que mantendran con los Ssra-toatl-

Despues aguardó.

Eon, distante, acudió junto al grupo a la Sala.

-Creo que todos tendríamos que tener una buena relación, o aunque sea, una relación no hostil, esas sombras parecen estar haciéndose fuertes y ese tal Phenicx... -el Señor delos Muertos dejó la frase a medio terminar- No sabemos lo que pueden hacer, pero tenemos que estar preparados para lo que sea. Yo ofrezco mi ayuda a todos por igual a cambio de que ellos hagan lo mismo. Es vuestra decisión aceptarla o desecharla, al igual que hice con vuestros hijos.

Por mi parte nada has de temer hermano, aunque no estoy en desacuerdo con las acciones de Sharasiel mi pueblo ha sido instruido y preparado para la paz, y solo alzará las armas para defenderse.

-Mis primogénitos buscan paz y Orden, al igual que yo, aunque sus mentes mortales sienten temores y miedos. Más no creo que se alcen en armas contra ninguna raza, siempre y cuando no supongan un obstáculo o amenaza en el progreso de su civilización.

-Creo que en breves se presentaran a los Ziltan, y no creo que tarden en salir del continente para buscar a las demás razas.

-Lo cierto es que en estos momentos, mientras esas sombras estén pululando por la faz de Heris, no deberíamos de permitir que nuestros hijos cometan la imprudencia de enzarzarse en peleas entre ellos.

-A todo esto ¿Quién es el tal Phenicx? Loof lo menciono antes y  no apareció nada ni nade

- Aventuraría a decir que algo ha surgido en Ruth-adum, y que buscaban congregarnos a todos en el mismo lugar - dijo la siniestra y profunda voz de Eon, sin hacer alusión, por casualidad o de forma deliberada, al tema del que se trataba.

Dejando una forma energética en el Salón, Eon se trasladó con la velocidad del pensamiento a la habitación donde se encontraban las distintas figuras, quizás temiendo que alguien, quizás Phenicx, buscaba alejarlos de allí.

La esencia de Sharashiel se separó de su cuerpo, en parte. Buscó por Ruth-Adum al llamado Phenicx. Al tiempo que buscaba entre los recuerdos del futuro cercano. ¿quien o que era aquel?