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Crónica del Heredero - Episodio II - El Ascenso.

II - El Atolón de la Sirena Muerta

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11/08/2014, 23:58
Hasler Nazyr - Capitán del Trueno del Mar

La cena, que derivó en una fiesta regada por el alcohol, se alargó hasta altas horas de la madrugada. El ambiente, una vez fue roto el hielo por el desinhibido enano, estuvo marcado por las presentaciones, las bromas entre los nuevos compañeros y las historias más disparatadas que cada marinero adornaba con detalles de su propia cosecha que la hacía irreconocible de la versión original. Aunque el alcohol hizo mucho por atenuar las reacciones de la tripulación ante la noticia de la caza de Steznag, pudo percibirse en sus rostros morenos plagados de arrugas la profunda decepción por tener que volver al mar de nuevo. Ninguno, al igual que sus oficiales, se planteó el abandonar a su Capitán en la misión que había aceptado pero los riesgos que entrañaba un viaje de ese calibre dieron mucho que pensar en los días sucesivos hasta que volvieron a poner sus pies sobre la cubierta del Trueno del Mar. Desde luego este viaje iba a ser distinto de todos aquellos que habían hecho con anterioridad tanto por la mercancía como por el objetivo. La mercancía que ahora debían transportar no eran grandes rollos de tela de Calisham o enormes cubas de cervezas de los valles. No. Ahora eran siete aventureros, a cada cual más peculiar, que debían ser descargados en las aguas que durante todo este tiempo se habían esforzado por evitar; aquellas infestadas de piratas. El objetivo fundamental del Trueno del Mar por tanto también se había visto alterado, ya no era un simple barco mercante que realizaba el trayecto Athkatla - Puerto Calim cuatro veces al año. No. Ahora había sido transformado en un barco para cazar piratas, función que dicho sea de paso, todo marinero que se enrolaba en un navío mercante había descartado con anterioridad puesto que la mayoría de las veces las ganancias eran más penas que glorias. Aún así la moral fue alta en todo momento pese a los reparos iniciales.

Durante los dos días siguientes la tripulación estuvo recluida en el Mesón Cervezaplateada para evitar filtraciones que pudiesen llegar a oídos de Steznag. Tan sólo se realizaban las salidas estipuladas de un cierto número de hombres para las reparaciones de la embarcación y para hacer acopio de provisiones. Aún así el Capitán Hasler mostraba sus inquietudes al grupo de aventureros sobre la posibilidad de que los ladrones de las sombras estuviesen intentando recabar información acerca de qué se proponían hacer. Si era cierto que el famoso pirata los tenía contratados, no habría pared lo suficientemente gruesa que evitase que las noticias llegaran a sus oídos.

Los marineros trabajaron noche y día a base de turnos en los astilleros para que, pese a la nieve que caía cada vez con mayor intensidad y duración, el barco estuviese listo para zarpar en la noche del segundo día. Fue un trabajo agotador y digno de elogio el tener todo listo con tan poco tiempo pero, cuando el estruendo provocado por la embarcación deslizándose sobre los grandes cilindros de madera y rompiendo las aguas del canal con todo el peso de su estructura, todos supieron que había merecido la pena. Fue un momento glorioso el contemplar al gigantesco barco hinchando sus grandes velas en el plateado y calmado, por ahora, mar de la Costa de la Espada. Tanto los marineros como los curiosos que se habían agolpado alrededor a ver el espectáculo gritaron de alegría y de entusiasmo una vez se hubo estabilizado y estuvo listo para ir a los muelles de carga. Llegado ese momento fue imposible ocultar que el barco mercante, reconvertido en galeón de batalla, se echaría a la mar. Además, el hecho de que comenzasen a cargarse las balistas así como las mercancías a toda velocidad indicaba que algo raro se estaba cociendo allí. Pero, sea como fuere, antes de que despuntase el alba del tercer día, el Trueno del Mar navegaba solitario alejándose de la ciudad y de las gentes que despertaban en esos momentos. El Capitán Hasler, zorro viejo, puso rumbo sur durante el tiempo que el barco fue visible desde las murallas de la ciudad, para después, durante el atardecer, virar rumbo oeste y poner rumbo norte durante la noche. Al fin el barco rompía las olas en dirección a su destino, y por el momento, a excepción de alguna ligera lluvia, con el tiempo a su favor.

La vida en el barco durante los primeros días se hizo insoportable para la mayoría de los miembros del grupo, por no decir para todos. El constante subir y bajar, la humedad, el racionamiento del agua y de la comida, los pies empapados de agua cada  vez que se pisaba la cubierta, los gritos de la tripulación y la ausencia total de intimidad, por decir sólo algunos, era algo a lo que los Zapateros*, tardaban en acostumbrarse. El grupo dormía en la zona de proa, cerca de la driza, junto al resto de oficiales, en unas hamacas confeccionadas a base de cuerdas que recordaban a redes de pesca; lo que eran realmente. El dormir en su interior era sumamente incómodo ya que los días de mar gruesa* quienes se encontraban en su interior recordaban a embutidos colgando por ambos extremos a los que alguien estuviese dando vueltas constantemente. No tardó la pequeña habitación en apestar literalmente a vómito y a humanidad, algo inevitable los primeros días de viaje. Más adelante sólo olería a humanidad pero el sentido del olfato suele obviarlo cuando todo el mundo lleva más de una semana sin lavarse.

El cuarto y el quinto día de viaje fueron los peores debido a la razón arriba mencionada; la mar gruesa hacía que el barco avanzase a empujones y más de una vez el capitán tuvo que arriar velas para evitar que los fuertes vientos arrancasen los mástiles y dejase al barco a la deriva. 

Crujían las tablas de la habitación tanto que parecía como si el barco fuese a partirse por la mitad.  Los truenos retumbaban en la estancia y los relámpagos iluminaban los rostros de los siete compañeros durante unos instantes, lo justo para apreciar las miradas de horror de cada uno de ellos así como los cabellos empapados por el agua que caía desde el techo y entraba por debajo de la puerta. La pequeña lámpara de aceite que había iluminado la habitación durante los tres primeros días, rodaba por el suelo de aquí para allá estrellándose contra las paredes y contra todo lo que encontraba a su paso provocando un repiqueteo metálico desquiciante. En el exterior, cuando el rugir del viento y el estrépito de las olas contra los costados de la nave lo permitían, la incansable voz del capitán seguida por la de los oficiales de cubierta sonaba del fondo.

TENSAD LAS JARCIAS DE LABOR SI NO QUERÉIS NADAR!!! - Gritaba Hasler, quien había mandado al grupo al completo al interior de los camarotes de oficiales hacía largo rato, antes de que comenzase la galerna. TENSAD LAS JARCIAS DE LABOR!!! - Se apresuraban a repetir los oficiales para transmitir las órdenes del capitán desde el castillo de popa, donde se encontraba el timón, hasta el castillo de proa. Por lo menos, escucharlos confirmaba que en la cubierta seguía habiendo gente trabajando para que el barco no se fuese al fondo del mar con todos ellos a bordo. Poco rato antes se había vuelto a escuchar aquella triste frase que ya habían tenido que escuchar en dos ocasiones el día anterior, hombre al agua

Notas de juego

Zapateros: Marineros novatos.

Mar gruesa: Estado de la mar cuando las olas alcanzan los 6 metros de altura.

Os encontráis en la sala de oficiales (11), y estamos en el atardecer del quinto día. Supuestamente, hoy deberíais llegar lo suficientemente cerca de los Atolones de la Sirena Muerta como para poder acercaros en barca hasta ellos. Sin embargo, debido a las tormentas de ayer y a la que está teniendo lugar en estos mismos instantes, no estáis muy seguros de a cuanta distancia os encontráis de ellos. El capitán os ha comentado que seréis informados cuando haya algo que informar, mientras tanto es preferible que os mantengáis bajo techo y evitéis salir a la cubierta pase lo que pase.

Los saltos que está dando el barco son debidos al gigantesco oleaje que lo está golpeando y eso ha hecho que el suelo esté lleno agua, flechas de los carcajs que se han caído, taburetes y demás mobiliario de la habitación. Por ahora os concentráis en agarraros fuertemente a las paredes para evitar salir despedidos contra las paredes.

Hoja de ruta

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12/08/2014, 18:37
Ogna

La noche de la cena con la tripulación había sido mágica. Se lo habían pasado en grande, pero todo tenía su final. Al igual que la tripulación del Trueno del Mar, Ogna era reticente a dejar la ciudad y pasarse, no sabía cuántos días, metida en ese barril gigante a merced de las corrientes marinas. Escrutando los rostros ajados de los marineros la muchacha se palpaba la suave piel de la cara y manos y se preguntaba si, ahora que la habían vuelto bella y que confiaba en sí misma, iba a acabar como ellos. Le gustaba su tono pálido de piel y no la broncínea y arrugada, llena de callosidades, piel de los marineros. Pero no tuvo que preocuparse de los rigores de las inclemencias del tiempo sobre su piel. Su palidez natural dejó paso a una nueva tonalidad, no bronceada sino verdosa, cetrina. Ahora sí parecía la novia de la muerte, venida de los avernos a llevarse a sus pobres compañeros a las profundidades. Pero no de un infierno lleno de llamas y calor abrasador, sino húmedos, frío y oscuro, lleno de salitre que hacía escocer la piel, los ojos y las heridas abiertas y sangrantes. Se pasaba el tiempo bajo cubierta y, si salía a la superficie, era tan sólo para depositar el contenido escaso de su estómago sobre las olas que golpeaban el casco del barco incesantemente.

PUM, PUM, PUM

- ¡QUÉ DIABLOS QUERÉIS, MALDITAS!

Qué lejos quedaba ya el cálido baño perfumado en los jardines de Klarisse. Sólo esperaba que el mar se quedara saciado con el nuevo tripulante que había devorado.

 

 

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12/08/2014, 19:03
Morwing

La reunión de la Cervezaplateada terminó explotando en una pequeña celebración probablemente iniciada por las acciones de Kormack, que tras subirse a la mesa en un acto de locura y oír como la mayoría de los oficiales le coreaban, empujaban al enano a entregarse aún más a la causa. – La próxima vez me pensaré dos veces si decirle algo, se decía a sí mismo Morwing al ver tal espectáculo, aun sabiendo que de no haber actuado Kormack terminaría haciendo alguna de las suyas.

Y el plan siguió su curso. A los dos días el grupo de aventureros, junto al resto de la tripulación, zarparon de Athkatla en un Trueno del Mar que poco tenia de parecido al conocido inicialmente. El enorme barco, equipado con todo el arsenal de guerra, imponía sobre las aguas de la Costa de la Espada. Cuando por fin pusieron rumbo hacia su destino, un sentimiento de expectación e inquietud albergaba en Morwing ante lo que le depararía esta nueva aventura.

Los primeros días de viaje fueron horribles para la gran mayoría de los aventureros. Los continuos mareos y la sensación de encontrarse atrapados en esa caja de madera (el barco cada vez parecía hacerse más pequeño) hicieron que cada día que pasaba parecieran meses. La situación, aun así, fue empeorando y ahora se encontraban en el corazón de una gran tormenta cercanos a su destino y sin embargo encerrados en sus camarotes a la espera de noticias de Hasler.

-No sé vosotros amigos, pero estoy deseando tomar tierra ya. Cada día que paso en este barco me cercioro más que no estoy hecho para el mar, prefiero enfrentarme a esos 50 hombres que pasar un día más oyendo roncar al enano jejeje, trató de romper el hielo Morwing mientras se agarraba a una de las vigas del camarote.

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12/08/2014, 20:45
Davros Zokk

A pesar de la peligrosa misión que tenían por delante, la mayoría de los oficiales parecían llevarlo bien, o al menos, lo aparentaban, otros eran como un libro abierto, a pesar del apoyo que brindaban a su capitán podía leerse el miedo y la decepción en sus rostros. Después de poner toda la información sobre la mesa y organizar los planes para los siguientes días y semanas, con unas jarras en el cuerpo, todo mejoró bastante, la tripulación reía, cantaba y bailaba, incluso Davros se unió al enano en alguna ocasión, haciéndole los coros. Bromeó con algunos marineros, mientras intentaba quedarse con los nombres, misión imposible en el estado en el que acabó todo el mundo esa noche.  Davros intentó agradar a todos con los que estuvo hablando, más les valía que no les cayeran mal, iban a estar mucho tiempo en el mar y la quizás no tan pequeña posibilidad de un motín no le agradaba, así que dio lo mejor de sí mismo, contó las mejores historias y repasó su repertorio de mejores chistes, por suerte, Davros tenía una amplia experiencia en lo que respecta a divertirse en tabernas.

- Sabéis aquél que dice: Entra un esqueleto a una taberna y le dice al camarero: Por favor, póngame una cerveza y una fregona -

- Unos orcos invaden una ciudad y saquean el castillo capturando a la princesa.

La cargan a hombros y entre gritos van subiendo a una torre…

La vamos a violar…La vamos a violar…La vamos a violar…

Cuando llegan arriba la arrojan desde lo alto de la torre: ¡Mirad como viola!. -

- ¿Cuantos orcos se necesitan para pintar una pared de verde? Depende de la fuerza con la que los tires -

Davros prefirió evitar los chistes racistas sobre elfos y enanos que, lamentáblemente eran los mejores, pero no quería molestar a sus dos compañeros, y que el enano se volviera violento, por suerte, su público estaba muy receptivo (y borracho) y los recibió de muy buena gana, algunos incluso acabaron vomitando sobre otros cuando se atragantaron mientras bebían debido a las carcajadas.

 

En la cena, Davros, procuró mantenerse a la escucha, como solía hacer ante gente que no conocía, mientras intentaba descifrar las personalidades de cada uno de ellos, intentando ver si alguno podría ser una amenaza o aparentar lo que no era. Después el alcohol le hizo olvidar guardar la compostura y también cambió algunas opiniones con algunos de los oficiales, nada importante, sobre armas, tácticas de abordaje, en las cuales era un total novato, pero no pareció prestar atención a nada, iba de un marinero a otro chocando la jarra y brindando por un próspero viaje. Exactamente lo que no fue para ninguno del grupo de aventureros, al menos la primera semana.

 

Días después, una vez en el barco, tras varios mareos, vómitos y malestares en general, comenzó a sentirse mejor, sólo un poco antes que los demás que seguirían con sus vómitos un par de días más, Davros pensaba que era porque fue el que más intentaba adaptarse a la situación, aunque siempre con cautela, aún mareado y vomitando, procuraba caminar y correr por cubierta, e imitar los movimientos de la tripulación. Lamentablemente necesitaría muuucho más tiempo para que algo de todo lo hiciese suyo, aún así, él lo intentaba.

El quinto día era el primer día clave para la misión, por suerte, mejor dicho... CON suerte, tocarían tierra firme. La tormenta en la que se encontraban generaba unas olas monstruosas, sólo tenían que aguantar un poco más hasta que la mar se calmase un poco y dejase de tragar marineros... o a ellos mismos. Comenzó a prepararse para la incursión, mientras iba de lado a lado y golpeándose una y otra vez debido a los fuertes movimientos del barco.

- Tiradas (1)
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12/08/2014, 21:34
Allen Shesar

Durante la cena Allen estuvo participativo en las conversaciones, preguntando a cada uno sobre su experiencia en la mar, sobre sus historias y sobre los consejos que pudiesen venirle bien. El paladín asimiló todo ello lo mejor que pudo. Durante el tiempo que duró la fiesta no estuvo tan activo como sus compañeros, su mente se encontraba ya en alta mar e imaginaba el reencuentro con Walven, su pobre hermano pequeño. Apenas escuchó los continuos gritos y las estruendosas risas de Kormack, estuvo absorto en sus pensamientos.

Cuando llegó el momento de embarcar, se sentía fresco como una rosa, lleno de energía y muy excitado ante lo que se le presentaba - ¿Quién me iba a decir a mí que acabaría enrolándome en un barco para rescatar a mi hermano? , - Un sentimiento que por otro lado le hacía sentir digno de su posición como paladín de Tyr. La frescura duró tan solo unas horas, la mar hizo poner los pies en el suelo al paladín quien tardó poco en verse superado por el continuo vaivén del barco, el incómodo aire helado y su nula experiencia en la navegación. Parece que hay cosas en las que ni el mismísimo Tyr podía ayudar... A medida que pasaban los días hacía más migas con sus compañeros, con algunos más que otros. Se ofrecía para ayudar en las tareas que Hasler podía encomendarle que no eran muchas, pero así se sentía útil y suponía que el viaje se le haría más corto. La noche del cuarto día volvió a pedir a Tyr una mañana en la que el barco seguiría a flote y por la mañana se encomendó a él para que le diera las fuerzas y el valor necesarios para encontrar a su hermano a cualquier precio. - Es usted un auténtico lobo de mar señor, no he temido por nuestra seguridad en ningún momento-, comentó al capitán, -ahora espero que estemos a la altura de su habilidad y volvamos sanos y salvos con el paradero de Steznag- y tras alguna conversación con algunos marineros, se dirigió al grupo que se encontraba en las dependencias que le había sido asignadas. -Hoy es el primer día de nuestra misión. Ellos han cumplido-, refiriéndose a los marineros, -ahora nos toca a nosotros estar a la altura y volver con el siguiente, y espero último, destino al que acudir. Confío en que lo conseguiremos, estamos mejor preparados y más compenetrados que contra Clombush en aquella primera batalla, hagamos que este viaje sea inmortalizado cumpliendo con lo estipulado en su momento- Allen esperó a ansioso el momento en que Hasler les dijera que habían llegado a su destino, a su primer paso hacia su hermano.

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12/08/2014, 23:27
Kormack Quebrantahuesos

El enano poco se acordaba de la cogorza más que Davos le había hecho escupir más de una cerveza de la risa que le había provocado y que rojo como un tomate golpeaba la mesa. Se recordaba a si mismo llorando de la risa palmeando a algún marinero cercano.*
La llegada al barco...eso era otro cantar de eso sólo recuerda que le llevasen. Nada le pareció extraño, ni siquiera el crepitar de la madera, ni estar rodeado por agua. Cuando tuvo conciencia... eso fue otro cantar
AAAAAAH!!!!AAAAAH! - Gritaba despavorido - ESTÁIS LOCOS!!! JURRROO QUE LO ESTÁIS! - Gritaba dando vueltas confirmando que aquella taberna se movía y sobre aquella cantidad infinita de agua. ESTAMOS MUERTOS! No, no, no! Nadie dijo nada de ésto!!! No, no, no... - se sumergía en sus peores pesadillas. El enano aterrado se tumbó en una de las hamacas para dormir cuando la hamaca poseída le tiró de la misma. Todo se movía y sentía que nada controlaba. Sus pies bailaban y su equilibrio estaba alterado. - Brrrrujerrría! - Decía a menudo. Todo lo que no sabía que era... era brujería. Y no era raro verlo vomitar - No he comido nada... no puedo seguirrrr vomitando - Se quejaba con un lastimero quejido, pero no era raro verlo devorando comida a escondidas, para luego volver a vomitarlo. Varias veces se le vio vomitando por la borda - Quédate...agh...dentrrro... - se le oía - ¿Porrrr qué me castigáis? ¿Porrr qué? - lloriqueaba. Sin duda el enano parecía estar pasando sus peores días. Pálido y demacrado paseaba por el barco intentando mantenerse en pie y eso era cuando el mar estaba en calma. Cuando comenzó la tormenta se vio al enano en una esquina tapado con una manta, temblando intentando sujetarse a la embarcación. Se le oía susurrar - Hacerrrr que parre... porrr todos los dioses... que parre... que parre ya! - Nunca había experimentado una sensación tan horrible. Parece que finalmente el enano encontró una cura y se le encontró inconsciente agarrado a una botella en una de las hamacas...

Notas de juego

*Buena tirada, se merece recompensa.

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13/08/2014, 00:38
Losse

Los primeros golpes de viento que acogieron a Losse llegaron cargados de experiencia. Mantenía firme su idea de escribir un diario en su estancia en el barco, aunque las continuas ansias de aprendizaje del elfo, acompañadas del malestar causado por el continuo oleaje, le obligaron a retrasar más de lo previsto las primeras palabras en su diario.

DIARIO DE UN ELFO LUNAR EN ALTA MAR

Demasiada calma antes de algo de tensión

"Una cena daba el comienzo a la aventura más emocionante que se me ha presentado en la vida. El cerdo asado desaparecía de la mesa tan rápido como la cerveza y el ron y, con ello, la vergüenza de toda la tripulación y de los nuevos marineros, si se me permite llamarnos con ese nombre a estas alturas. Parece que en todo este tiempo haremos buenas migas, así como ya ocurrió con la mayoría de los miembros del grupo en el que me encuentro.

Las primeras horas en este barco me han hecho aprender más de este oficio que en mis 75 años de vida, lo cual me hace pensar lo dulcemente asentada que estaba hasta entonces. Pero ésto, supone un nuevo reto espiritual, una nueva prueba para mí y mi arco, ese fiel compañero, en donde nos lanzamos a la búsqueda del hermano perdido de Allen.

Así han pasado los tres primeros días, observando, subiendo a los mástiles y a las cuerdas del barco, aprendiendo nuevos nudos que, en mi escaso conocimiento de cuerdas, ignoraba e, incluso, probando el ron, esa bebida hasta ahora desconocida para mí. Quisiera no acostumbrarme a él, aunque debo confesar que esta calma ha traído muchas horas de aburrimiento también. Aún así, bebida y comida tan pronto como se introducían en mi cuerpo también salía, de él. Cuesta horrores acostumbrarse al continuo sube y baja del barco, pero, forzado a permanecer a bordo, parece que uno se acostumbra. Desde luego no es peor que aguantar cada noche los ensordecedores ronquidos del enano.

El cuarto día nos hizo despertar del sueño en el que nos habíamos sumergido, pues la vida en alta mar no es como sentarse en las ramas del árbol que se posta frente a tu casa. La primera tormenta ha servido para demostrarnos la ingente fuerza del mar y ha justificado, más que de sobra, el cuidado que estos experimentados hombres que se encuentran a bordo muestran en cada una de las decisiones que toman desplegando las velas y amarrando los mástiles. Supongo que en una de éstas llegará el momento en el que dejemos de recluirnos en el dormitorio y salgamos a trabajar codo con codo con el resto de la tripulación. Nuestro dinero compró este trepidante viaje, pero no podemos depender eternamente de los cuidados de Hasler, porque llegará el momento en el que él también tendrá que atender por su propia vida, por muchos años de experiencia que lleve. Espero que el compañero perdido ayer descanse en el regazo de su dios junto a nuestros agradecimientos por haber intentado mantener estos tablones a flote.

Y hasta aquí puedo contar hasta la mañana del quinto día, el cual espero que sea más sosegado que el de ayer. No cabe duda de que habrá que andarse con cuidado cada vez que se salga a cubierta.Que Mielikki me perdone si durante éstos días procuro no centrarme tanto tanto en convertirme en Espina del Bosque y poner más énfasis en no terminar convertido en raspas de pescado."

La esperanza del elfo en tener un quinto día más tranquilo, se vieron truncadas a las pocas horas de luz con el continuo vaivén del oleaje. Por suerte, los estómagos de los nuevos tripulantes se habían adaptado ya al baile que el mar les brindaba y su única preocupación consistía en mantenerse en pie en el interior de la habitación en la que ahora se encontraban los siete aventureros. En más de una ocasión pensó en echar mano del poder de sus botas mágicas, aunque prefirió aguantar igual que el resto de sus compañeros y resistir las embestidas de los objetos que allí se encontraban. Por suerte, las barras de las literas en las que dormían, le impidió alguna que otra vez salir despedido a las barbas del enano con la misma fuerza con la que desearía alejarse de su olor. - Como sigamos mucho tiempo más con este panorama, me parece a mí que esta antigualla necesitará unos días de reparación tan pronto como toquemos tierra, lo cual espero que se produzca ya -

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13/08/2014, 03:20
Zanc Piesligeros

La cena se había convertido en festejo de un momento a otro, el pequeño Zanc disfrutaba con los disparates de Kormack, los chistes de Davros y las historias increíbles que contaban los marineros. Aquella noche había calmado las asperezas del grupo y todo fue alegría... Al menos así fue hasta que zarparon de Athklata. Atrás habían quedado los días de bebidas y alegría y ahora solo encontraban mareos y malestares debidos al constante vaivén de la nave producido por fuerte oleaje.
Zanc no estaba acostumbrado a ello! Es más, jamás hubiera imaginado que estaría en medio del océano años atrás, cuando el espeso bosque y las oscuras cavernas eran su único hogar. Ahora el sueño de conocer mundo había comenzado, así que no podía darse el lujo de arrepentirse de ello. Es mas, ahora mas que nunca debería mostrar el coraje del que estaba hecho y superar las innumerables pruebas a las que se enfrentaría de ahora en adelante.
La tormenta se hacía cada vez más intensa a medida que se acercaban a destino, todo indicaba que dentro de poco saldrían de aquel condenado bote.
[Zanc se aferraba lo más que podía a la viga de donde colgaba su hamaca mientras el barco se sacudía violentamente... -¿Cuánto tiempo falta para que podamos salir de este endemoniado barco!!!?- exclamaba el Gnomo con algo de ansiedad, en ese momento una sacudida hizo que se resbalara de su lugar y terminara enredado en la hamaca colgando de cabeza. Tuvo que cortar las cuerdas que sostenían la hamaca para poder caer al suelo y acercarse a gatas hasta otra de las paredes, buscando sostenerse con una de las vigas. - Creo que no saldré vivo de acá si me vuelvo a caer, jajajajaja- dijo en tono de broma mientras se resentía del golpe que, aunque leve, era doloroso.

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13/08/2014, 03:27
Aldwen - Segundo Oficial de Cubierta.

De nuevo otro rayo cayó a pocos metros del Trueno del Mar el cual rompía en ese momento otra de las gigantescas olas que sólo podía haber sido creada por el mismísimo dios Úmberli, señor de los océanos. La proa del barco se elevó de improviso y el barco adoptó una inclinación de más de 45 grados con respecto a la superficie del mar. La estructura entera se quejó con la única voz que poseía, el crujir de sus travesaños y maderas que formaban el casco. El agua que inundaba la habitación se acumuló contra la pared y alcanzó la altura de la cintura de Davros, quien aguantaba con fuerza para no verse lanzado contra el mueble anclado a la pared. 

El sonido de las puertas dobles que conducían a la cubierta (D) desde los alojamientos cubierta de la tripulación (10) abriéndose de par en par por la fuerza de las olas y golpeando contra las paredes llegaron hasta los de los aventureros. Unas protestas, ésta vez de persona, fueron audibles por encima del fragor del exterior.  NO NO NO Y MIL VESES NO ÚBERLI!! YA HEMOS PAGADO TU MALDITO PEAJE!! - Gritó un enfurecido el segundo oficial de cubierta Aldwen con inconfundible seseo,  quien rodaba por la habitación intentando reptar hasta la los alojamientos de los oficiales. Súbitamente el barco volvió a la posición horizontal con un impacto demoledor1 lanzando todo objeto no sujeto por los aires y que hizo que la puerta de la habitación se abriese de de golpe. Al hacerlo Aldwen apareció empapado de pies a cabeza, sin su característico sombrero negro de ala vuelta y con la capa echada sobre un hombro totalmente liada; agarrado con manos y pies al marco intentaba no perder el equilibrio. POR LAS BRAGAS DE LUCRESIA LA VELLUDA!! ESA HA SIDO COJONUDA ¿EH? HAHAHAHA - Reía con el rostro desencajado debido a la tensión nerviosa que padecía. -  Amigos, sé que no es el mejor momento para salir pero... ehm... el Capitán me ha dicho que el momento se aserca y hay que preparar el bote... - Informó tomando aliento y mirando hacia el exterior como si lo que allí afuera aguardase fuese un ejército de demonios esperando para lanzarse a por ellos. Tengan cuidado, no querrán salir volando por la borda antes incluso de comensar ¿verdad?.

SEGUIDME! Y NO ME PERDÁIS DE VISTA!! - Aconsejó elevando la voz para hacerse notar por encima de sonido del viento antes de volver tambaleante por donde había venido. VAMOS!!! QUE NO SE DIGA SEÑORES! - Gritaba desde la habitación contigua.

- Tiradas (1)

Notas de juego

1 - CD 15 de equilibrio, piruetas prueba de FUE para no salir despedido cuando el barco recupera su posición normal. Los que hayan especificado en sus post que están agarrados a algo cuentan con un +2 a la prueba. En caso de fallo 1d6 de daño no letal, si se falla por más de 10, 2d6 de daño, el primero de ellos no letal.

2 - En vuestro post podéis avanzar hasta las dobles puertas que comunican con la cubierta principal (D).  Al próximo post podréis avanzar por la cubierta hasta donde está el capitán y habrá un 20% de posibilidades de ser golpeado por algún objeto que rueda incontrolado por la cubierta o por alguna de las olas que golpea el barco. En caso de ser alcanzados, aparte del correspondiente daño en caso de ser alcanzado por algo, habrá una tirada de reflejos para conseguir asirse a alguna punto de sujeción o caeréis por la borda. 

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13/08/2014, 07:42
Kormack Quebrantahuesos

De la peor forma se despertó el enano, entre gritos y un oleaje. Bajar de la cama era fácil y su "borrachera" parecía que le ayudaba a andar, ya no era tan difícil. Iba a salir fuera como le sugería el segundo de abordo cuando sus pies volaban, no encontraban resistencia en el suelo, su única respuesta fue agarrarse a lo primero que encontró MAAAddrrRRRe Mía! - fue su respuesta. La caída sólo le hizo deslizarse madera abajo topando su culo con el suelo. Se levantó y salió fuera, pero esta vez no le pillaría por sorpresa - ¿Un bote? ¿Qué es un bote? - preguntaba temeroso - Esperó respuesta y entonces contestó) ¿Es...es buena idea? ¿No esta el agua un poco agitada? - decía algo asustado mientras se agarraba a la madera con gran fuerza.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Los enanos tenemos +4 a estabilidad lo aplico (es difícil tirarnos al suelo)

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13/08/2014, 09:24
Ogna

- ¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah!

Cuando el barco se elevó por encima de los 45º pilló a Ogna sumida en tenebrosos pensamientos, acurrucada en una esquina. Rodó por el suelo de manera incontrolada esquivando por fortuna los objetos desperdigados por el suelo dando a parar al agua acumulada contra la pared.

¡CHOF!

- ¡Qué coño ha....- No le dio tiempo más. El mar se había convertido en la misma mano de Úmberli que tomaba al barco entre sus dedos y lo zarandeaba a su antojo.- ¡Vamos a zozobrar!- La muchacha aprendía rápido y comenzaba a saber emplear el lenguaje que utilizaban los navíos. Si el barco había subido ahora tenía que bajar. No le dio tiempo a aferrarse a nada y rezó todo lo que supo para salir ilesa del golpetazo que se iban a llevar. Cuando el barco cayó, sintió que el estómago se le salía por la boca y un cosquilleo le hizo apretar las piernas, como si sintiera una urgente necesidad de orinar. Notaba el agua escurrirse entre sus piernas, los pies elevarse sobre los tablones de la madera húmeda y como comenzaba a volar por los aires.  Pegó otro grito aterrador mientras giraba en el aire para caer de pie y posteriormente rodar de nuevo hasta dar con su espalda en la pared de la habitación. En ese instante entró Aldwen mofándose de la situación.

- ¡¿TE PARECE GRACIOSO?!- Le espetó histérica. Después se tranquilizó, cogió sus cosas, se retiró el pelo mojado de la cara y salió tras el segundo oficial de cubierta.- ¿Cómo vamos a montarnos en ese bote con la que está cayendo?- Le dijo algo más recompuesta.

 

- Tiradas (1)
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13/08/2014, 11:27
Losse

El barco se zarandeó con gran violencia y, una vez más, esas divinas barras de las literas evitó que Losse comenzara a rodar por la habitación. Fue entonces cuando recibió las buenas nuevas de Aldwen - ¿¡AHORA!? ¿Tú has visto cómo está el mar? - El elfo lunar se negaba a salir hasta que vio a Ogna cruzar la puerta. - ¿Quién me mandaría a mí? -

El explorador atravesó la puerta y comenzó a correr por la cubierta, intentando que su capucha le cubriera un poco del molesto viento que golpeaba todo su cuerpo. Una vez allí, intentó comunicarse de nuevo con el segundo oficial, no con mejor humor que lo había hecho anteriormente. - ¡VAMOS, SACA ESE BOTE DE UNA PUTA VEZ ANTES DE QUE CAIGAMOS AL MAR! -

- Tiradas (1)

Notas de juego

Lo he puesto con piruetas y se me ha olvidado el +2 de estar agarrado a las barras.

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13/08/2014, 13:50
Zanc Piesligeros

Cuando el barco comenzó a inclinarse el agua por un instante cubrió por completo a Zanc, quien se asía con mas fuerza a la viga a la que estaba agarrado y con un ágil movimiento colocó sus piernas contra la pared y comenzó a subir hasta salir del agua... -Pero que mierda!!...- Gritó agitado mientras recobraba el aliento, entonces sucedió... Aquel inmenso barco recuperó violentamente su posición, provocando que todo allí saliera despedido por la habitación, Zanc instintivamente impulsó sus pies contra la pared sin soltar sus brazos de la viga, haciendo un arco en el aire para caer de pie nuevamente sin sufrir mayores consecuencias. Con su corazón a mil por la adrenalina del momento escuchó las palabras de Aldwen... -Ya era hora!... no aguanto un minuto más en este barco!... vamos allá!- Exclamó el gnomo sin pensar en el riesgo que conllevaba subirse en un pequeño bote, pero la realidad era que quería bajarse de allí y tocar tierra lo más pronto posible. como pudo tomó sus pertenencias y sacó la cuerda con garfio de su mochila, improvisó un nudo en forma de arnés y avanzó hasta la puerta que daba a cubierta mientras sostenía el resto de cuerda enrollada en su hombro y el garfio con su mano derecha, con ágiles pasos evitaba caer por el bamboleo de la nave y con su mano libre sujetaba cualquier cosa que le ayudara a mantener el equilibrio

- Tiradas (2)

Notas de juego

Vaya mierda de tiradas, al menos tengo buen bono en piruetas, xD. (Faltó sumar el +2 por sujetarme a la viga, xD).

Esperemos que el nudo aguante en caso de tener que utilizar la cuerda, xD.

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13/08/2014, 16:34
Allen Shesar

Allen escuchó lo que llevaba tanto tiempo esperando, ya es la hora, comencemos. La habitación parecia estar dentro de un carromato que estuviese cayendo ladera abajo. El equilibrio no era su punto fuerte y la pesada armadura no hacía más que ponérselo más dificil. A duras penas pudo estabilizarse y seguir al grupo, aunque en uno de esos vaivenes uno de los barriles ya vacíos que hubo de contener pescado, lo supo enseguida por su hedor, impactó contra él reventándose por completo causándole un dolor intenso en el hombro. No obstante continuó siguiendo al grupo, aquello no iba a ser un impedimento para su misión...

- Tiradas (1)

Notas de juego

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13/08/2014, 17:41
Morwing

La situación empezaba a ser incontrolable. Zanc sumergido bajo el agua que había conseguido colarse en el camarote, Allen atacado por un barril apestoso, Kormack y Ogna dando culetazos de un lado a otro… y el bueno de Losse manteniendo el equilibrio como si nada pasase si no fuese por su rostro.

Morwing, que se aferraba a la viga del camarote, trató de imitar los movimientos de su compañero elfo durante los azotes del mar y no quedó mal parado. Abrió las piernas para mantener mejor el equilibro durante la inclinación del barco y así fue sorteando todos los objetos que se le venían encima. Acto seguido salió junto al resto de sus compañeros hacia la cubierta. Según avanzaba fue agarrándose a cualquier cosa útil temiendo una nueva sacudida.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Fiiiiiiiuuu xD

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13/08/2014, 18:18
Davros Zokk

De repente, tras el aviso de Aldwen de que íbamos a meternos en la boca de la tormenta en una pequeña barca, sólo le dio tiempo a tragar saliva antes de que el barco se inclinase mucho más de la habitual, por un momento pareció que iba a a salir a volar, hasta que cayó veloz de vuelta al mar con lo cual, la inercia hizo su trabajo, todos salieron lanzados hacia el mismo lado, Davros, echó mano a lo único que tenía a mano en medio del vuelo, una hamaca que, gracias a los dioses también se balanceó lo justo para que el guerrero la alcanzase con la punta de los dedos y evitar el choque contra los muebles anclados. La hamaca aguantó lo justo para soportar de milagro el peso del aventurero, mientras gemían sus cuerdas de sujeción.

No todos fueron tan afortunados, y alguno se llevó un buen coscorrón, lo que vendría ahora no sería tan inofensivo como lo acontecido hasta ahora.

- ¡Cuando salgamos de estas cuatro paredes debemos tener más cuidado, un mal paso o desequilibrio, podría ser el fin de todos! -

- ¡Si la tormenta no amaina, correremos gran peligro en ese pequeño bote, quizás deberíamos ir atados, de dos en dos quizás, pensadlo mientras aún podamos! ¿Alguien sabe de nudos? -

- Tiradas (1)
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13/08/2014, 18:26
Aldwen - Segundo Oficial de Cubierta.

El segundo oficial se detuvo apoyado contra el dintel de la puerta con las piernas bien abiertas manteniendo el equilibro ahora que el barco se escoraba hacia estribor. - ¿Qué qué es un bote? Ja! Pues es ese cascarón que tiene ahí delante maese enano! - Bromeó señalando la barca de remos que estaba descendiendo en esos momentos desde las alturas. Cuatro marineros completamente empapados mantenían el equilibro como buenamente podían mientras arriaban la barca que había estado suspendida en el aire entre el palo principal y el palo del trinquete. Los cuatro marinos, con sus rostros contraídos por el esfuerzo así como sus mandíbulas cerradas con fuerza indicaban que era un trabajo agotador con la mar tan embravecida. Era una bote de remos de gran tamaño, unos 50 pies de largo, con varias bancadas para los remeros y que se utilizaba para descargar mercancías cuando el puerto no tenía suficiente profundidad para que el Trueno del Mar pudiese amarrar en él.

Mi señora, qué más podemos hacer si no reír. Úmberli no cambiará de parecer por mucho que nos que.. - Una ola entró por el costado de babor y estabilizó el barco de nuevo empapando de nuevo al oficial. - QUEJEMOS O NOS ENFADEMOS!!  - Contestó a Ogna cuando se colocó tras él. Aldwen aguardó junto con el resto de aventureros hasta que la barca reposó en la cubierta completamente. Varios marineros corrieron esquivando los gigantescos cabos que se habían soltado de las velas. Podían ser armas sumamente peligrosas ya que muchos de ellos aún conservaban atados a ellos las poleas de hierro, con lo que un golpe en la cabeza bien podía matar a una persona. Por si fuera poco, barriles, cajas, así como marineros dando tumbos, iban de lado a lado de la cubierta haciendo el transitar por ella un combate a vida o muerte; un mal golpe o un traspiés podía hacer que el infeliz acabase sus días entre las encrespadas olas del Mar de Espada. 

Losse! Tiene que ser ahora! El Trueno del mar no puede asercarse más si no queremos que nos vean! El atolón de la Sirena Muerta tiene un arrecife de coral a su alrededor y sólo con el mar en calma podríamos asercarnos sin correr riesgo de encallar... o naufragar... - El oficial esperó hasta que el el barco permaneció en una posición cercana a la horizontal para gritar. Que uno de ustedes vaya a hablar con el Capitán mientras el resto ayudamos con el bote!

VAMOS!! AL BOTE!! HAY QUE ARRASTRARLO HASTA ESTRIBOR!! AHORA! VAMOS, VAMOS, VAMOS!! - Gritó antes de salir corriendo hacia la barca para ayudar a sus compañeros.

- Tiradas (2)

Notas de juego

  • En vuestro post, UNO al menos de vosotros debe ir a hablar con el Capitán Hasler al timón, donde os dará más instrucciones. El resto podéis avanzar hasta el bote de remos donde para ayudar con la barca. Hay un 20% de posibilidades de ser golpeado por algún objeto que rueda incontrolado por la cubierta, alguna polea suelta o por alguna de las olas que golpea el barco. En caso de ser alcanzados, aparte del correspondiente daño (1d10 de daño letal) en caso de ser alcanzado por algo, habrá una tirada de reflejos (CD 15) para conseguir asirse a alguna punto de sujeción o caeréis por la borda. 

 

  • Cuando lleguéis al bote, lo que vayan, tenéis que realizar una prueba de fuerza CD10 para ayudar a moverlo.

 

  • Vuestro post abarcará en el tiempo hasta que consigáis situar el bote en estribor y el que vaya a hablar con el capitán llegue hasta el timón. 

 

  • Para la tirada de probabilidad de ser alcanzado, tirad 1D100, y poner en dificultad 20. Y en la condición indicar Sacar igual o menos. Si sacáis entre 1 y 20, ambos inclusive. Tirad el dado de 10 de daño.

 

  • Allen, 1 punto de daño no letal por el golpe del barril. (35/36)
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13/08/2014, 20:42
Morwing

Al salir a la cubierta, una violenta lluvia golpeaba a Morwing e incluso le impedía ver con claridad todo lo que había a su alrededor. A duras penas consiguió llegar a donde se encontraba Aldwen, pequeños resbalones, vaivenes violentos del barco e incluso la esquiva de algún cabo suelto eran alguno de los obstáculos que los aventureros se fueron encontrando a su paso.

Una vez junto al bote, procedieron a arrastrarlo entre unos cuantos hombres a órdenes del segundo oficial. Morwing, por supuesto trató de ayudar, se colocó como buenamente pudo entre dos marineros y empujó con todas su fuerzas a la par que el resto del grupo. Poco a poco el bote que los sacaría de allí fue desplazándose…

- Tiradas (2)
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13/08/2014, 21:25
Kormack Quebrantahuesos

El enano corría despavorido por la sala. AAAAAAH! - Iba sembrando el pánico. En su caótico vaivén pisó un charco que le hizo resbalar - UAAAAAAAAAAH!!!! - seguía gritando; se paró en seco y el oficial le dijo lo que era una barca. La miró para luego mirar de nuevo al oficial. No! - dijo negando con el dedo, pero una ola se lo llevó con la suficiente suerte de agarrarse a la barca y moverla por la inercia y el peso que llevaba, no porque el enano quisiera ayudar...Ay ay ay ay!!! - Decía asustado con el pelo empapado y echando agua por la boca. El enano se agarraba con suma fuerza al bote. AY ay ay ay!!! - seguía quejándose y pese a no tener ninguna herida en su cara se reflejaba el pavor de estar en medio de algo que no controlaba...

- Tiradas (2)
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13/08/2014, 21:43
Zanc Piesligeros

Zanc iba decidido a llegar a aquel bote y bajar de aquel barco lo más pronto posible, en cuanto le indicaron, salió corriendo evitando los obstáculos, con agilidad giró sobre sí mismo para evitar chocar contra un marinero rodante y de un salto evitó una caja que se movía violentamente a trompicones, pero con tan mala suerte que en pleno vuelo una de las poleas sueltas impactó de lleno en el cuerpo del pequeño Gnomo, quien siguió la trayectoria del péndulo para después salir disparado hasta uno de los laterales del barco, todo indicaba que iba a caer a alta mar, pero en el último instante logró asegurar su gancho en una de las balistas del Trueno del Mar, cayendo pesadamente al suelo mientras escupía algo de sangre por el tremendo golpe que había recibido en un costado... -Coff!, Cofff!.. Aggghhhhh!- Se lamentaba de dolor mientras levantaba la mirada buscando aquel bote, tenía que llegar allí como fuera, ese día no estaba dispuesto a morir.

- Tiradas (3)