Partida Rol por web

Crónica del Heredero - Episodio II - El Ascenso.

IV- Tambores de guerra

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14/01/2015, 22:32
Guardia Candelero

La ciudadela de Candelero se erguía desafiante en lo alto de un acantilado. Nadie hubiese pensado al verlo desde la lejanía que aquel enclave tan pequeño había tenido tanto que ver en la historia de los Reinos tal y como hoy la conocemos. El sabio profeta Alaundo había estudiado allí durante largos años y en fechas más recientes, como bien dije antes, uno de los hijos de Bhaal había vivido allí durante su juventud bajo la tutela de uno de los Reconocidos llamado Gorion.

Reconocidos era el término con el que los monjes de  Oghma, diosa del conocimiento, se denominaban a sí mismos. El reducto fortificado no era más que un conjunto de casas y templos que habían crecido apiñados en torno a una de las grandes maravillas de los Reinos, la Biblioteca del Saber, donde miles de libros eran reunidos con el único motivo de preservar el conocimiento. Entrar en sus misteriosas salas no era algo que estuviese reservado para el más común de los mortales ya que para ser admitido en su interior el interesado debía contribuir con un libro cuyo valor superase las mil monedas de oro. Además de eso, no sólo debía tener ese valor si no que era requisito imprescindible que éste no se encontrase ya en su interior, cosa que no era fácil en absoluto.

El grupo de aventureros alcanzó la costa en completa oscuridad aun no siendo demasiado tarde. Sólo gracias las luces de la Biblioteca, que servían como referencia, la barca pudo llegar sana y salva hasta el camino que conducía a la villa. El marinero que los trasladó hasta la estrecha franja de tierra se despidió con un fuerte abrazo y volvió a adentrarse en las bravías aguas en dirección al pequeño punto de luz en que se había convertido el Trueno del Mar.

¿Quién anda ahí y qué se les ofrece?  - Preguntó alguien desde una de la almenas que flanqueaba la puerta principal cuando los compañeros llegaron hasta la ciudad. No son horas para andar por los caminos con este tiempo. - Añadió sin dejarse ver.

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15/01/2015, 00:10
Morwing

Según se acercaban a tierra, los aventureros pudieron admirar por primera vez la majestuosidad de la Fortaleza del Conocimiento, así llamada por guardar entre sus murallas la colección más fina y completa de manuscritos de toda la faz de Faerûn.

En este lugar apartado y fuertemente protegido es donde el grupo de aventureros debían comenzar su regreso a Athkatla.

- Buenas noches, señor, respondió el hechicero. – Somos viajeros con un largo camino todavía por recorrer… necesitamos provisiones y un lugar donde descansar. Confiábamos en que la gran fortaleza de Candelero pudiese acogernos en su seno, al menos durante esta noche…  

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15/01/2015, 02:11
Flerton - Dueño de la Pluma Eterna

El soldado farfulló una retahíla de quejas incomprensibles que eran escuchadas desde el otro lado de la muralla a medida que descendía por las escaleras de la torre. Después un largo silencio durante el cual los compañeros llegaron a pensar que aquel hombre se había olvidado de ellos el rastrillo fue levantado. Una de las hojas de la doble puerta de madera se abrió lo suficiente como para que un soldado de poblada barba y espesas cejas asomara la cabeza con rostro taciturno. ¿Un poco tarde no?  - Preguntó mesándose la barba. ¿Qué tenemos aquí? – Añadió entrecerrando los ojos y acercando la antorcha al rostro de los aventureros. Con detenimiento examinó de arriba abajo a cada uno de los recién llegado tomándose su tiempo especialmente en el kobold y su gaviota. Hmmmm… - Murmuró rascándose la barba intensamente. Hmmmm…. – Sus ojos pasaron rápido de Cuinthere a cada uno de aquellos hombres que lo acompañaban para intentar descubrir algo que parecía habérsele pasado por alto a su adormilado cerebro.

De haber sido más temprano y de no haber hecho tanto frío el soldado hubiese interrogado al grupo asediándolo con una batería incesante de preguntas acerca de sus identidades o sobre qué hacían acompañados por semejante criatura, sin embargo el símbolo de Tyr, claramente visible sobre el pecho de Allen, fue suficiente respuesta por ahora. Está bien… - Comentó echándose a un lado.

Pasad y no montéis escándalo. – Ordenó con una voz cansada que al instante fue adornada con un sonoro bostezo. Cuando todos hubieron cruzaron el umbral y el rastrillo comenzaba a bajar señaló hacia su izquierda con bruscos movimientos de la antorcha.- La taberna está siguiendo este camino a mano izquierda. No tiene pérdida. – Y ciertamente no la tenía puesto que Candelero contaba con una única calle que rodeaba completamente la Biblioteca del Saber junto con sus espléndidos jardines.

La posada de La Pluma Eterna era un edificio de dos plantas construido en piedra en su totalidad a excepción del tejado que era de madera. Se trataba sin duda una construcción singular, de gran belleza, y cuidada hasta el extremo por alguien con gusto exquisito. Las enredaderas y maceteros colgantes repletos de flores azules que sólo se abrían de noche embellecían su fachada otorgándole un aspecto mágico y tranquilizador.

El negocio había sido regentado por la misma familia durante tres generaciones y todos ellos se esforzaron por hacer de su modesta posada uno de los lugares más acogedores de la Costa de la Espada. No sólo el edificio ha pasado de padre a hijo… – Bromeaban los elfos de larga vida entre ellos cada vez que visitaban el lugar refiriéndose claramente a que todos los propietarios habían heredado de su antecesor una precoz alopecia y una facilidad innata para crecer a lo ancho.

Flerton era un hombre agradable y dicharachero con una cara redonda y de sonrosados mofletes que le otorgaban un divertido parecido a un pan recién salido del horno.

 Sean bienvenidos a La Pluma Eterna caballeros. ¡Pasen! ¡Pasen por favor! ¿En qué puedo ayudarlos? ¿Desean cenar? ¿Tal vez buscan un lugar cómodo y limpio en el que pasar la noche? ¡Mi posada luce tan limpia como el trasero de un elfo! – Saludó con una cálida sonrisa y una ligera reverencia tan pronto los siete aventureros y el kobold entraron en el salón.

El fuego ardía con fuerza en la chimenea de la parte más alejada de la estancia donde dos hombres mayores de aspecto adinerado conversaban educadamente en voz baja mientras fumaban sendas pipas de tabaco. Alejado de ellos y recostado en una confortable mecedora un elfo lunar leía un libro de gruesas tapas mientras degustaba una humeante infusión. Ninguno de los tres parroquianos dedicó el menor gesto o mirada al grupo de aventureros que acababa de entrar.

Notas de juego

Estáis en el número 1.

 

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15/01/2015, 09:01
Morwing

Aunque la respuesta del guardia se hizo esperar, finalmente y sin demasiado entusiasmo permitió que el grupo de aventureros entraran en la ciudadela.

Tras cruzar el umbral y poner rumbo hacia la posada de La Pluma Eterna, el grupo fue deleitándose con los bellos y cuidados jardines así como la arquitectura de sus edificios, todos ellos envolviendo a la estructura principal de la fortaleza, la gran Biblioteca del Saber y que el hechicero ansiaba por visitar. – Lastima que los motivos de la visita sean de tan suma urgencia…, se lamentaba para sí mismo Morwing.

La posada de La Pluma Eterna era un sitio tranquilo y cálido que pronto fue aliviando el frio de los aventureros tras la última travesía en alta mar. Cuando el tabernero les dio la bienvenida, el hechicero miró hacia sus compañeros y era evidente que todos, quizá a excepción de Dravos, matarían en aquellos momentos por un plato caliente.

- Muy amable, respondió educadamente, - Quizá algo para comer y beber por el momento, Gracias.

Morwing esperó a que Flerton, dueño de la posada, terminase de servir para luego hacerle algunas preguntas sobre la fortaleza, ya que había oído y leído mucho sobre ella pero nunca había tenido la ocasión de visitar… o al menos que él recordase…

- Disculpe, señor. Necesitamos abastecernos de suministros, equipo y quizá algunos caballos, ¿podría indicarnos dónde ofrecen esos servicios? Si además nos pudiese resumir que más nos puede ofrecer esta bonita ciudad le estaríamos muy agradecidos, concluyó el hechicero para luego “atacar” el plato de sopa servido. 

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15/01/2015, 09:42
Ogna

Ante la visión de Candelero, Ogna se agarraba tan fuerte a la mano de Losse que éste temió que pudiera romperle alguna falange. Sólo Morwing parecía comprender la excitación por visitar un Templo del Saber como aquel. Hubiera dado mucho oro por poderse quedar un par de días al menos para visitar su enorme biblioteca con algo más de tiempo, pero sabía que no habría posibilidad.

- Saber que está ahí y no poder sumergirme entre sus libros...es frustrante. Quizá podríamos quedarnos un par de días en lo que Davros se recupera del todo.- Dijo sin demasiada esperanza. Una vez en la posada,(¡por fin una posada como los Dioses mandan!), Ogna volvió a encontrarse cómoda como hacía mucho que no lo hacía. Gracias a los cuidados de Allen y la fortaleza propia de Davros, éste último parecía que no iba a morirse. Agradeció la bebida y el plato de comida caliente sin poder reprimir un gemido de gusto cuando se llevó una cucharada a la boca.- Mmmmm, por favor, voy a llorar.- Comida y bebida, a Ogna ya sólo le faltaba una noche de pasión para poner la guinda sobre el pastel. Por debajo de la mesa hacía "piecitos" con Losse y en un momento de descuido de sus compañeros le comió el cuello de un mordisco a la vez que le susurraba un "esta noche tampoco te escapas".

- ¿Tienen habitaciones individuales?- Osó a preguntar pues ya había perdido toda vergüenza.

Colchones blandos...¡Por nuestra Señora de los Bosques que eso hay que aprovecharlo!

Mientras comía y bebía charlaba con el dueño y los parroquianos. Ella, quizá por estar más acostumbrada y no haber perdido la memoria, era más discreta que el hechicero en sus averiguaciones. Cuando la gente hablaba con ella, era tannnnnnnnnnn simpática y agradable, que solían darle a la lengua con gusto. Soltaban de todo por esas bocas pero ya se encargaba ella de cribar ese torrente de información, separando la que era superfluo de lo que era importante.

Como colofón, la Reina de la Discreción no pudo evitar dar un poco el cante a pesar de ser ya tarde. Una cancioncilla alegre, sin más pretensión que aliviar los cuerpos cansados y provocar unas risas relajantes antes de dormir, aquellos que pudieran hacerlo. Palmas, bailes, unos versos ligeramente picantes, y la bebida que corría por los aventureros, fue suficiente.

 

- Tiradas (3)
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15/01/2015, 16:13
Flerton - Dueño de la Pluma Eterna

Candelero será pequeña pero puede usted encontrar en ella casi de todo. Incluso tranquilidad, bien muy preciado estos días. - Bromeó manteniendo el dedo en alto. Tras servir la mesa aguardó con las manos entrelazadas en la espalda esperando las primeras reacciones a sus platos. Aliviado tras ver que la comida era del gusto de los comensales se relajó y volvió a la barra desde donde podía conversar con los recién llegados así como secar los platos. Como decía, mañana por la mañana podrán ustedes comprar caballos en los establos o pertrecharse en la tienda de suministros de Golam. - Dijo señalando al exterior. - Entenderán que en Candelero, como pueblo pequeño que es, hace rato que las tiendas están cerradas. 

El pueblo cuenta con varias capillas dedicadas a los dioses: la de Milil, diosa de la poesía, a Gond, el dios de la artesanía, y a Deneir, el dios de la literatura, quien no podía faltar en un pueblo como Candelero. - Comentó orgulloso. Además contamos con un templo de la curación y con la fastuosa Biblioteca del Saber, donde los sacerdotes de Oghma dedican sus vidas al conocimiento. El Guardian de los Tomos Ulraunt es quien dirige la comunidad. Gran sabio y mejor persona. - Informó con gusto al hechicero para después asentir como respuesta a la pregunta de la pequeña damisela. Sí, por supuesto que tenemos camas individuales, las mejores al norte de Aguasprofundas de hecho. Aunque yo no he estado allí y no sé si realmente aquellas que ofrece en esa atestada ciudad podrían considerarse mejores que las de mi establecimiento. El abuelo Winthrop siempre decía tal cosa cuando yo era pequeño, perdonen si les ha resultado ofensivo. - Se disculpó tan pronto se percató de que no estaba hablando con clientes habituales. 

Y díganme, si no es molestia, ¿no se dirigirán ustedes allí verdad? Porque me imagino que vienen ustedes del norte. - ¿O es que ya han abierto los pasos de los Picos Nublados? - Preguntó al ver la cara de extrañeza con la que miraba Cuinthere después de su pregunta. Malditos desprendimientos, siempre suceden cuando la gente más necesita los caminos despejados.

 

 

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15/01/2015, 17:01
Allen Shesar

Candelero no decepcionó en absoluto al paladín. Cuando escuchaba hablar de la Ciudad del saber se imaginaba una majestruosa urbe llena de grandes construcciones, infestada de gentes llegadas de los confines del mundo para poder impregnarse de la sabudiría de la gran ciudad. Así se la imaginó, pues nunca tuvo a bien el preguntar por el tamaño de la metrópoli. Pero cuando por fín entró en ella, al servidor de Tyr le parecía que aquello era mucho más adecuado para quienes cultivaban la mente, que aquel ambiente era más apropiado para el estudio y la meditación que lo anteriormente mencionado.

Así pues, el grupo llegó a la posada de Candelero. Y no era otra más, como las que Allen ya había visitado hasta ahora, en aquel lugar se respiraba tranquilidad y sosiego, aquel lugar daba una sensación de calma que invitaba al caminante a disfrutar de ella, al menos, por una noche. Así pues, tras saludar al tabernero y tomar asiento, miró a sus compañeros con cara de alegría, -esto sí que es una posada-. Quizás algunos, como Kormack, compararían esta posaba con la casa de unos decrépitos ancianos y echarían de menos la posibilidad de una buena pelea o el contacto con el cálido muslo de una señorita de moral distraida, pero para él era simplemente magnífico.

Tras pedir una jugosa cena y una habitación confortable, el posadero respondió a las preguntas de sus compañeros respecto a lo que el grupo había previsto necesitar, caballos y pertrechos, ero había indicado algo con lo que Allen no contaba, los picos nublados. -Nos dirigimos a Athkatla mi buen señor, pero no contábamos con que los picos nublados estuviesen aún cerrados...-, quizás fuera por todos conocido este hecho, pero Allen no era muy avezado en esto del saber popular. -¿Existe alguna otra ruta? es de vital importancia que llegemos cuanto antes, ¿sabe?-.

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15/01/2015, 17:38
Ogna

- Pues yo quiero una de esas.- Dijo atropelladamente, golpeando con el puño la mesa, cuando el tabernero dijo que había habitaciones individuales disponibles. Parecía ansiosa, como si estuviera famélica. ¿Podía haber mejor regalo que "dormir" a pierna suelta en una cama blandita y habitación caliente después de haber estado tantos días compartiendo ronquidos, malos olores y pesadillas entre todos?- Yo te invito a esta, Losse.- Dijo sonriendo al elfo y pegándole un codazo que se clavó entre sus costillas.- Más te vale que sean tan buenas como dices Flerton o te haré mala fama allá donde vaya jajaja. - Bromeó con el dueño. Milil, Deneir, Oghma...todos le eran familiares. El parecido entre su nombre y el de la deidad era escalofriante. Quizás sus padres se lo hubieran puesto por esa razón, porque era su destino. Se imaginaba a ella misma siendo adorada como a una Diosa por una multitud de gente, a parte de Losse claro está. De Porta-antorchas a Manos Delicadas, la que impidió el asalto de Athkatla por parte de los piratas de Stenzag. ¡Lástima que no hubiera dado a probar a Vishna la sangre del Tuerto!

¿Has visto Vishna donde te trae Manos Delicadas? A Candelero, cuna del saber.- Se preguntó si eso le importaba lo más mínimo a su estoque.- Vamos, un lugar calentito y seco.

Pero de nuevo tuvo que cortar su alocada imaginación y poner los pies en el suelo. El paso de los Picos Nublados parecía estar cerrado a causa de unos muy inoportunos desprendimientos. Ogna dirigió una mirada suspicaz al resto de sus compañeros. No creía que fuera casualidad. Si los piratas llevaban tanto tiempo preparando el ataque a Athkatla seguro que se había cuidado muy mucho de impedir que la ayuda por tierra llegara a la Ciudad de los Comerciantes.

- Es urgente que lleguemos a Athkatla, tenemos un mensaje que entregar de vital importancia para sus ciudadanos.- Era verdad que el clima de esta época del año podía acarrear este tipo de problemas, pero sabiendo lo que sabían, no le parecía que fuera casualidad. Ls de la Puerta de Baldur tendrían muchos problemas en llegar si los piratas habían bloqueado el terreno. Incluso podrían haber puesto un destacamento allí para controlar el paso.

¡Qué rabia!

- Si no podemos llegar hasta allí con rapidez, quizá haya alguna manera de mandar un mensaje desde aquí. ¿Qué me dices Flerton?- Insistió tras escuchar a Allen.

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15/01/2015, 19:50
Flerton - Dueño de la Pluma Eterna

La verdad es que lo más lejos que me han llevado mis rollizas piernas ha sido hasta la la ciudad de Nashkel. No sabría de… - Respondió Flerton hasta ser interrumpido por el elfo solitario que reposaba en el sillón cercano.

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15/01/2015, 19:58
Elmengar Roccondil

Disculpen mi intromisión. - Interrumpió con su melódica y fina voz Elmengar Roccondil. El elfo lunar, esbelto y de rostro serio, cerró el libro y lo colocó de manera respetuosa sobre una mesa baja que se encontraba al otro lado del sillón-mecedora. Perdonen mis modales señorita y caballeros. Mi nombre es Elmengar Roccondil y he vivido durante años en Keczulla, al otro lado de los Picos Nublados. – Su perfecta pronunciación y sus movimientos educados dejaban ver que aquella persona había recibido una educación esmerada y que su condición económica se encontraba muy por encima del pueblo llano.

Existen más pasos montañosos además del que sigue la Ruta de la Costa, pero en su mayoría son frecuentados por forajidos y otras bestias de las que preferiría no hablar. Siento decir que yo no sé cómo acceder a ellas pero si mi intuición no me falla, - En ese momento miró a Losse. los hijos de Mielikki no suelen tener muchas dificultades para encontrarlas.

Aun así, con seguridad hallarán a alguien en Nashkel que les proporcione una indicación más concreta y útil de la que yo puedo dar en estos momentos. – Hizo un gesto con las manos dando a entender que sus conocimientos sobre rutas entre las montañas terminaba ahí. Sin embargo sí que puedo ayudarlos si necesitan mandar un mensaje urgente. Mi torpeza en cuanto a geografía la compenso con mis conocimientos arcanos. – Sonrió no sin evidente esfuerzo.

Noto por su tono bella dama que sin duda es información importante. – Comentó girando la mecedora hacia el grupo y concretamente hacia Ogna. 

Notas de juego

Nashkel es la única ciudad Amniana al otro lado de los Picos Nublados.

 

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15/01/2015, 21:36
Kormack Quebrantahuesos

Al llegar el enano al pueblo de Candelero no le sorprendió mucho aquel sitio. Para él era otro pueblucho humano más de construcción sobria que carecía de la grandeza arquitectónica enana. Sus compañeros, más incultosque él en esos temas, parecían fascinados por tan poca cosa. Bah! - Dijo soberbio al ver a sus compañeros magnificados.

Al llegar a la posada, Flerton hizo una broma que el enano correspondió con una carcajada. - ¡JUA JA JA! ¡Muy buena! ¡SI señorrrr! - Gritó - ¡El trrraserrro de un elfo JUA JA JA! ...JA! JA!  - Repetía divertido mientras buscaba asiento.

La comida comenzó tranquila, pero Ogna se había propuesto dar la nota. Parecía que aquella chica nunca había estado entre personas civilizadas, sólo pensaba en el diminuto pene de su amante de otra raza, algo bastante repugnante. Son elfos. - Se dijo a si mismo sabiendo que no podía caer más bajo. - Igual se acuestan con cucarachas que con humanas con cuatro patas. - El enano engulló tranquilo su comida ignorando a lo demás, lo que más le apetecía era dormir como un leño y darse su típico baño restaurador. Era como nacer tras el combate, después ya podía volver a buscar el combate de forma temeraria de nuevo.

Así aconteció la noche hasta que un elfo grosero y maleducado interrumpió al grupo. La ceja de Kormack se curvó hacia su nariz haciéndola aún más prominente. Serio y con los brazos cruzados se dirigíó al elfo lunar. - Si no sabes de geogrrrrafía ¿porrr qué hablas? ¡Y además sin que se te prrregunten... ¡JA! ¡Elfo! - Dijo ya de pie mirando fijamente al elfo repipi que se las daba de sabio; para sabio ya aguantaba a un Cuinthere cagado por una paloma fea que se posaba en su cabeza. ¡No dices nada que no sepa! Ya sabía que se podrrrría prrreguntarrr allí... - y con "allí" claramente se refería a Nashkel. Aunque el enano no sabía donde estaba Nashkel para preguntar no necesitaba a un elfo.

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15/01/2015, 23:24
Ogna

¿Bella?- ¿Le había llamado bella aquel elfo? Una cosa es que fuera una chica maja y dicharachera, o que un grupo de marinos viejos y horrendos, como los del Trueno del Mar, pudieran echarle algún piropo, pero que ese magnífico ejemplar de esa bella raza pensara que era guapa... 

Sólo es amable, Ogna.- Trataba de bajar su ego a la tierra pero le era difícil cuando miraba a su lado y veía a Losse y lo atractivo que era. Las palabras de Klarisse resonaban en su cabeza. Agitó la cabeza haciendo que el apelmazado pelo tapase sus orejas de soplillo. Miró a Kormack que era como darse una ducha fría, bajaba la lívido al instante.

Mucho mejor.

Cuando era pequeña los otros niños, entre los que se incluían sus propios hermanos, la tiraban del pelo y se burlaban de sus orejas de soplillo. Quizá por eso no podía creerse que alguien la encontrara atractiva y esas inseguridades podían hacer que fuera celosa con Losse, como cuando le vio entrar en ese prostíbulo de mala muerte junto con el enano. Agarró la mano de Losse bajo la mesa y se dispuso a contestar educadamente al elfo cuando kormack se puso grosero.

Como no.

Para arreglarlo Ogna se dirigió al amable desconocido en su propio idioma.

- I beg you pardon for my partner manners.*- Dijo en un elfo perfecto aunque con esa gracia, ese acento que lo hacía aún más encantador.- Aún no se acostumbra a la compañía de los elfos. Yo en cambio estoy encantada, he de reconocer.- Lo decía por Losse pero si el desconocido quería tomárselo por él mismo no era problema suyo. Sonrió y devolvió el saludo a Elmengar con un gesto suave de su cabeza.- Praise be Mielikkian**. Si Ella conoce otro camino a través de los nevados picos de esa montaña seguro que Losse lo encontrará, no me cabe la menor duda. Mi nombre es Ogna, encantada. Espero no haberle importunado con mi...actuación de antes.- No había sido precisamente una señorita pero, si se lo proponía, podía ser mucho más educada. La verdad es que les venía bien, aunque encontraran un camino para llegar a Athkatla, poder avisar a la ciudad sería un gran golpe al plan de Stenzag.- Sería maravilloso avisar a la ciudad, ¿no creéis?

Notas de juego

* Le pido disculpas por los modales de mi compañero.

** Alabada sea Mielikki

Duelo KK Vs. Ogna. Grosería contra buenos modales. ¿Quién ganará?XD

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16/01/2015, 00:22
Flerton - Dueño de la Pluma Eterna

¡Señor!¡Cuide esos modales mientras esté bajo mi techo por favor! - Advirtió escandalizado el dueño de la posada, poco acostumbrado a esos enfrentamientos verbales. No es que no lo hubiese, ya que entre algunos de los eruditos que visitaban la posada existían rivalidades que rozaban el odio homicida, pero sus palabras y las formas con las que velaban esas amenazas eran tan desconocidas para Flerton que nunca las tomó como tal.

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16/01/2015, 00:30
Elmengar Roccondil

El amago de sonrisa que había aparecido en el rostro del elfo desapareció tan pronto Kormack pronunció su última sílaba. El mago pestañeó un par de veces dubitativo entre agarrar el libro e irse a su cuarto o convertir a aquel enano insolente en un pedazo humeante de carne. Por cortesía hacia el posadero y a sus ancestros, ya que Elmegar era cliente de la posada desde los tiempos en que su abuelo Winthrop vivía, se decantó por la primera opción. Tranquilo Flerton, me retiraré a mi cuarto antes que convertir a ese insolente en polvo, cosa que sobradamente se merece. - Se disculpó Elmengar levantando una mano para tranquilizar al posadero.

Se aceptan tus disculpas chiquilla, no tienes porqué preocuparte. Tus canciones han sido muy graciosas y han sido bien recibidas. - Comentó sin expresión alguna en su inmaculado rostro. Tengan ustedes buenas noches. - Se despidió agarrando su libro y marchándose hacia las escaleras que daban a la primera planta.

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16/01/2015, 00:42
Losse

La llegada a tierra firme fue bien recibida por Losse, aunque poco tiempo le duró estar a la intemperie. La ciudadela de Candelero les abría sus puertas para darles la bienvenida y mostrar sus encantos. La gran Biblioteca del Saber, conocida prácticamente en todo Faerun, era un halo de esperanza para el explorador de Everlund. Se quitó el brazalete que compró en Athkatla con la intención de que su tatuaje se mostrara por la ciudad. Tenía ciertas ansias por conocer su pasado, aquella isla no le arrojó ni un leve destello de luz y, aunque había logrado sentirse agusto con la compañía que llevaba, la misión con la que salió desde el monasterio que le crió no se había desvanecido.

Aprovechó uno de los acercamientos del posadero para preguntarle. - Perdone, ¿conoce usted a algún sabio en la ciudad que sea más accesible que aquellos que se encargan de cuidar la biblioteca? Tengo alguna pregunta que hacerle y, quizá una mente tan versada, podría respondérmela. -

Por otro lado, la pícara Ogna no dejaba de provocar al servidor de la Reina del Bosque, aunque era algo que no le molestaba en absoluto. Todavía tenía cierto dolor entre las piernas después de una noche tan intensa, aunque eso no frenaría su líbido. - Creo que no será mala idea eso de compartir habitación... - dijo mientras guiñaba un ojo a la humana - ...y cama. -

Entonces apareció otro pariente suyo, percatándose de su tatuaje, al mencionarle a su querida diosa. En cierto modo, también sus ropas le habrían delatado, pues por fin pudo desechar la vestimenta que arrebató a aquel pirata muerto y colocarse la muda de repuesto que había dejado en el Trueno del Mar. Losse no podía evitar sentirse como un bicho raro entre los de su raza al ver al tercer elfo lunar desde que llegó a Athkatla versado en las artes arcanas. Eso le hizo recordar a los otros dos, de los cuales, uno de ellos era su compañero de aventuras. - ¿También será poco fiable este elfo? -

Aquel elfo, se atrevió a mencionar la belleza de Ogna. Losse no sabía si aquello respondía a una provocación a su persona o si realmente era así de abierto. Le empezó a escamar que dos de sus interacciones con el grupo le tocaran tan de cerca: primero su diosa y ahora su... ¿novia? ¿Podría llamarla ya así? El elfo suponía que sí, viendo la complicidad y el amor que se profesaban. Poco después, Losse salió de dudas con respecto a aquel elfo al comprobar los primeros pensamientos que tuvo acerca de Kormack, expresados abiertamente al posadero con ellos allí presentes. - Definitivamente, poco puedes fiarte de éste también. -

 

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16/01/2015, 00:43
Flerton - Dueño de la Pluma Eterna

Ejem...Respondiendo a su pregunta buen señor. El sabio por el que preguntaba acaba de subir por esas escaleras. - Respondió Flerton en un susurro cuando se acercó a servir unas infusiones de hierbas a los dos hombres que seguían conversando en el salón.

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16/01/2015, 06:06
Director

Después del incómodo episodio entre Kormack y Elmengar el ambiente quedó un tanto enrarecido por lo que, aprovechando ese tenso momento y algunos bostezos casuales unido esto a al hecho de que el día había sido largo, el grupo decidió disolverse hasta la mañana siguiente, en la que los ánimos estarían probablemente mucho más relajados; aunque conociendo al enano eso era tan difícil como que se secara el océano de un día para otro.

La planta superior, a donde daban las escaleras por donde había desaparecido el erudito elfo, estaba dedicada enteramente a alojar a los clientes. Tres de las bellamente adornadas habitaciones se encontraban ocupadas por los actuales inquilinos, por lo que las otras tres habitaciones individuales hubieron de ser compartidas entre los compañeros. Sobra decir que Losse y Ogna desaparecieron los primeros de la mesa y corrieron a apropiarse de una de ellas, por lo que el resto de aventureros se vio obligado a compartir las dos restantes. Acordando encontrarse en el salón a la mañana siguiente los compañeros se separaron: Allen, Davros y Morwing a una de ellas y Kormack, Zanc y Cuinthere a la más alejada para no verse obligados a compartir pared con la habitación en la que se habían encerrado el explorador y la porta-antorchas.

A la mañana siguiente el granizo despertó a los compañeros varias horas después de que los gallos hubiesen salido de los gallineros. Parecía como si la tranquilidad que se respiraba en el interior de la posada se hubiese trasladado a sus corazones haciendo que descansaran como no lo habían hecho en meses. La mayoría al menos…

Notas de juego

El precio por el alojamiento, comida y bebida son de 3 monedas de oro al día/ persona.

Habéis dormido durante ocho horas y os encontráis totalmente descansados. Las cargas de los objetos mágicos están listas para ser usadas de nuevo. 

Los hechizos están listos para ser utilizados. 

Nos encontramos en el día 15 de Mazho. 1370 CV. Año de la Jarra. 

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16/01/2015, 06:51
Belial

El ambiente era sofocante, opresivo, más intenso que  correr bajo un sol de justicia en el más caluroso de los desiertos de los Reinos. Respiraba con dificultad y sus piernas pedían a gritos detenerse, descansar… Sólo para recobrar el aliento…

No muchacho, no te pares, están ahí…sé que están ahí. – Susurró alguien a su espalda. Su voz entrecortada indicaba que al igual que él se encontraba al borde del desfallecimiento. Debía ser alguien mayor, de abundante experiencia, alguien importante en definitiva.

Todo lo que Morwing podía ver a su alrededor era un paisaje increíblemente descorazonador. Ríos de lava corriendo como arroyos saltarines a través de cualquier elevación del desolado terreno. Las pavesas de ceniza caían sobre su cabeza lentamente como si de nieve ardiente se tratase. Sobre ellos, proporcionándoles una exiguo alivio del abrasador y gigantesco sol, amenazadoras nubes llameantes erraban bajo un cielo rojo sangre sin que existiese viento alguno que las propulsase.

Has hecho lo correcto hijo. Lo hemos conseguido Morwing…ahora sólo nos hace falta salir de aquí. – Comentó la misma persona que se encontraba a su espalda cuando apoyó su arrugada y ensangrentada mano sobre el hombro del hechicero elfo.

Se hizo la oscuridad y Morwing supo que todo aquello no era más que un sueño, escuchó el granizo golpeando las contraventanas y a Allen abrochando las correas de su armadura. Sin embargo el elfo era incapaz de abrir los ojos. Su subconsciente era atraído hacia las ardientes profundidades de nuevo. Abrió los ojos asustado pero todo lo que vio fueron a dos seres demoniacos observándolo desde un saliente rocoso sobre un lago de lava.

¿TENÉIS PRISA? – Preguntó el señor de los demonios Belial con una voz que era capaz de mover las rocas debido a la vibración. - OLVIDAD LA CARRERA, NO HAY SALIDA ¡NO HAY ESPAPE DE PLHEGETHOS PARA VOSOTROS TRES!

Morwing se incorporó en la cama y miró alrededor. Frente a él se encontraban Allen y Davros con rostros ojerosos pero sonrientes mirándolo con curiosidad.

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16/01/2015, 07:29
Davros Zokk

La larga travesía en barco, las fiebres, y el cansancio se aliaron para provocar una gran desgana en Davros, pocas palabras salieron de su boca hasta amanecer al día siguiente de su llegada a aquella ciudad. Fue un mero espectador siguiendo al grupo ligeramente apartados de todos, cabizbajo. Observó el incidente entre el erudito elfo y Kormack, mientras disfrutaba de la sabrosa y reconfortante sopa, en la cual puso más interés que en dicho "altercado". Desde luego era un buen comienzo para la total recuperación del guerrero pero aún le faltaba tiempo para estar al ciento por ciento, muestra de ello fue la indiferencia que mostró ante el comportamiento del enano, que no tardó ni un suspiro en cabrear a la primera persona que se ofrecía a ayudarnos. En cualquier otro momento le hubiese recriminado su actitud, pero guardó silencio y siguió comiendo.

Nada más acabar se dio un deseado baño de agua caliente y, tras una pequeña siesta en la bañera, se "arrastró" a su cama para continuar durmiendo. Las pesadillas no continuaron importunando el descanso del guerrero, su despertar fue tranquilo, aunque no durmió en exceso, le pareció un día entero. Cuando se levantó y comenzó a vestirse pudo ver el terror en los ojos de Morwing, parecía que sus pesadillas tenían una nueva víctima. - ¿Estás bien, amigo? No tienes muy buen aspecto? - La respuesta de Morwing dejaban entrever que no quería hablar de ello - Deberías dejar que Allen te eche un vistazo, los dioses no lo quieran, pero mis fiebres podrían ser contagiosas, no te descuides. Y aquí me tienes para lo que sea, no lo dudes. - - Antes de ir a los establos, bajaré a comer algo. ¡Hoy me cabría un buey! -

Notas de juego

Ha amanecido y os encontráis abrochándoos la armadura para bajar a tomar un desayuno cuando sois testigos de cómo Morwing se incorpora bruscamente de la cama y os mira con los ojos abiertos de par en par.

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16/01/2015, 07:30
Director

Notas de juego

Os habéis despertado pronto, por no decir que no habéis dormido prácticamente.

Si Ogna quiere hablar con Elmengar puedes ir a su habitación.