Partida Rol por web

Crónica del Heredero - Episodio II - El Ascenso.

IX - El Cierre del Círculo

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10/12/2015, 20:20
Ogna

El paisaje era desolador. Con lo que a Ogna le gustaba una villa toda bulliciosa y Oakville parecía ahora un cementerio.

- Qué raro...esto no me gusta nada.- Las huellas de los carros que Losse les explicaba que sólo iban y no volvían dejaron a Ogna pensativa.- Sé que no soy la mejor siguiendo rastros pero...¡qué me aspen si estos carros no estaban bien cargados! Lo cual me recuerda, mi querido Losse, las losas de piedra que vimos que los piratas se llevaban de la Isla de la Sirena Muerta. ¿No Creéis? Si Oakville era el destino donde hacer la invocación tendrían que traerlas hacia aquí. Eso explicaría estas huellas de los carros en una única dirección y bien pesados.- A veces se asombraba de su propio intelecto. Si el bebé que llevaba en sus entrañas sacara la mitad de su cerebro y la mitad de la belleza de Losse sería casi un ser divino. La joven, impaciente como los demás por saldar cuentas con Brusta y averiguar el origen del humo, respondió a Jeldrich.- Claro que lo sabemos. Él nos contrató. Su casa está por allí. Si damos un pequeño rodeo podemos pasarnos antes por allí y saludarle.

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10/12/2015, 20:59
Jeldrich

-Supongo que tendréis vuestras razones para pensar que esa invocación se realizará en esta aldea fantasma…, respondió a Ogna. – ¿Pero tenéis alguna sospecha de dónde o cuando se realizaría tal ceremonia?, preguntó expectante.

-Es evidente que este pueblo está abandonado, continuó. – Quizá fueron atacados y el pueblo se encuentra refugiado en el mismo edificio de dónde procede el humo…, dijo pensativo. – Si fuese así… lo más probable es que su gobernador esté con ellos… si no… está claro que algo ocurre en aquel lugar... quién sabe si la invocación de la que hablas... Lo cierto es que es la única señal de vida aparente…, concluyó aunque no muy convencido        

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10/12/2015, 21:46
Morwing
Sólo para el director

Su rostro no lo expresó, pero en su interior Morwing esbozaba una amplia e incluso siniestra sonrisa cuando contemplaba como aquellos humanos, uno tras otro, se sumaban a su causa después de su puesta en escena…

-Bien, señores… ahora pongámonos en marcha, animó así a sus hombres para que, ya recuperados, comenzaran a prepararse para la incursión.

La aldea de Oaskville se encontraba totalmente desierta lo cual a juicio del hechicero no era una buena señal. Sus pensamientos le atormentaban con la idea de que fuese demasiado tarde y el portal mágico hubiese sido abierto… Sin embargo, aquello era una posibilidad con la que ya contaba, y lamentarse por ello no arreglaría nada.

La proximidad a la vivienda de Aranar, obligaba al menos hacer un pequeño reconocimiento de ella. Si Morwing estaba en lo cierto y el portal ya había sido abierto, probablemente no encontraría más que alguna pista más que reforzase sus sospechas, no obstante estaba decidido a que aquella casa fuera su siguiente movimiento.

-Oíd, reunió así a sus hombres. – La casa de allí enfrente pertenece a Aranar Brusta. La situación de la aldea parece indicar que no encontraremos a nadie… pero debemos avanzar con sumo cuidado y de forma escalonada… nunca se sabe. ¡Adelante!, concluyó acompañando un gesto cómplice hacía Selpen.

 

Notas de juego

Movimiento: De forma escalonada vamos avanzando hasta las vallas. Una vez reunidos, dos de los hombres con mejores habilidades de sigilo se aproximan hacia ventanas y puerta trasera. Si hasta aquí no tienes nada que decir… seguimos acercándonos para detenernos pegamos al muro de la vivienda y proceder a entrar… 

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10/12/2015, 21:55
Guardia de la Finca Filguien

Cuando llegó la orden acordada, uno a uno los soldados fueron desplegándose en forma de abanico por el corral hasta llegar a la valla que separaba la zona del establo propiamente dicha de lo que era el jardín de la residencia del Representante del Consejo. Una vez todos estuvieron reunidos tras los fuertes listones de madera aguardaron unos segundos. Nada sucedió. Cuatro hombres tomaron entonces la iniciativa adelantándose al resto para ir a investigar los alrededores de la casa y echar un vistazo por las ventanas abiertas. De nuevo hicieron la señal al resto para indicarles que podían avanzar. Casi a la par, y tan coordinados que parecía que aquello fuese algo rutinario en su día a día, las dos decenas de hombres saltaron la valla y se aproximaron medio agachados hasta la pared trasera de la residencia con las armas desenfundadas.

Tan pronto Lord Eradack estuvo entre ellos sus hombres tomaron posiciones en las esquinas de la residencia y algunos se atrevieron incluso a entrar por las ventanas que daban a la sala de audiencias o a la salita donde Aranar hacía esperar a sus visitas. Morwing, ahora más cerca, comprendió que habían llegado tarde a Oaksville. Ni un alma se movía en aquella casa que durante meses había sido su hogar.

Las habitaciones de la casa estaban completamente desordenadas, como si una turba  enfurecida hubiese entrado a la vez en cada una de las estancias con el único propósito de poner todo patas arriba. Plumas de cuervos, papeles que en su día formaban parte de los libros de contabilidad, sillas, mesas y miles de pedazos pertenecientes a los valiosos jarrones que a Aranar le gustaba coleccionar se encontraban desperdigados por el suelo; todo estaba hecho añicos. No escapó a la vista de Morwing el hecho de que la mesa de roble de Aranar, tan pesada que hacían falta cinco hombres para moverla, reposaba sobre un costado contra una de las paredes.

Los hombres fueron peinando la casa y, a excepción de un susto que un gato escondido bajo una de las camas dio a dos hombres, el reconocimiento se hizo sin mayor problema.

Uno de los soldados, un hombre entrado en años al que le faltaban no muchos para jubilarse pero que era muy respetado por sus compañeros por su fuerza, se acercó hasta Lord Eradack.

Señor…debería ver esto. – Comentó, haciendo a Morwing y a Seplen seguirle hasta el piso superior. A medida que ascendían por las escaleras que en su día estuvieron finamente adornadas un presentimiento asaltó al hechiero. Sabía hacia donde iba a llevarles el soldado. Su antigua habitación.

Miren, no sé qué ha podido pasar aquí. – El hombre se hizo a un lado para que su patrón y el jefe de la guardia contemplasen el panorama dibujado en la antigua habitación de Morwing. La cama, el armario y la cómoda habían sido reducidos a astillas literalmente, mientras que las tablas que recubrían las paredes habían sido arrancadas una a una hasta dejar la habitación luciendo únicamente la estructura de piedra.

Es…es como si hubiesen entrado buscando algo. Es la única habitación en la que han hecho esto…

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10/12/2015, 22:19
Kormack Quebrantahuesos

El enano no tenía nada claro aquello que decía Ogna. Se rascaba el cogote mirando las huellas. "¿Cómo podía deducir por el peso que eran las piedras para la invocación? Eso no es deducción es invención" -¡JA!- dijo el enano sin venir ni a ton ni son. ¿Pero que podía esperar de una tipa que tenía como profesión ser porta-antorchas y de una raza que aceptaba como válida esa profesión? -Irrría al ayuntamiento o a la casa del...mediano.- terminó diciendo como sugerencia y lo decía como sugerencia porque aquella humareda era suficiente atractiva para sus compañeros. Siempre metían las narices en todo lo que no tuviese que ver con ellos. Además de que el fuego les apasionaba. Las dos opciones juntas era un reclamo que el grupo no iba a poder eludir. Ni el carisma especial de Kormack podía declinar la balanza hacía donde él elegía.

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10/12/2015, 22:53
Morwing
Sólo para el director

Morwing se sorprendió al ver como Selpen guiaba a sus hombres en la incursión hacia la casa del Representante del Consejo. Sin apenas haber especificado la forma en la que debían moverse, los soldados fueron avanzando tal y como deseaba el hechicero, lo cual le transmitió un grado de satisfacción aún mayor si cabía por haber conseguido hacerse con aquel pequeño ejército.

El interior de la casa no distaba mucho del resto de la aldea. El abandono que se respiraba así como los numerosos destrozos indicaban a Morwing que ya había pasado mucho tiempo desde que aquel sitio era un hogar.

Buscando alguna pista importante sin éxito, fue cuando uno de los veteranos de sus hombres les guió hasta su antigua habitación. Al verla, un incómodo escalofrió recorrió la espina dorsal del elfo, le habían descubierto pero…¿cómo?. La antigua habitación de Morwing se encontraba totalmente desmantelada, alguien o algo se había tomado muchas molestias para asegurarse que en aquellas cuatro paredes no quedase hueco alguno donde haber podido esconder algo.

Sin darse cuenta sus manos se fueron hacía el Crothual. Selpen y el soldado quedaron en silencio a la espera de que su señor se pronunciase mientras se encontraba absorto. – ¿Cómo lo han averiguado? ¿¡¡Cómo!!?, se preguntaba una y otra vez, recordando cómo había acabado con todos y cada uno de los seres que conocían que el medallón estaba en su poder…tratando de encontrar una explicación a todo aquello… - Sin duda es tan desconcertante como lo que le ha pasado al resto de la casa y a la aldea, dijo por fin. – ¿Visteis aquel humo?, preguntó cambiando de tema… -Quizá allí encontremos a Aranar Brusta o al menos más respuestas… ¡está claro que aquí no encontraremos absolutamente nada!, sentenció visiblemente enojado para regresar de nuevo al piso inferior.

-De acuerdo, señores, podéis dejarlo…, dijo llamando la atención de sus hombres. – Hacía el sur de aquí he visto humo saliendo del edificio. Allí será donde vayamos ahora, anunció. – Ese fuego ha debido ser creado por alguien….tenedlo muy en cuenta. No creo que tengamos tantas facilidades como las que tuvimos al entrar aquí. ¡En marcha!

Notas de juego

Movimiento: Siguiendo los pasos por donde entramos a la casa de Aranar y bajando por el camino trasero a los puntos 8 y 10 del mapa...hasta llegar a las murallas del 21 o parar donde tú creas oportuno, según acontecimientos...

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11/12/2015, 06:37
Guardia de la Finca Filguien

Nadie quería permanecer dentro de aquella casa más tiempo del necesario después de haber sido testigos de los destrozos ocasionados en su interior por alguna clase de turba enfurecida; muchos prefirieron no pensar en que un solo ser hubiese sido el culpable de todo aquello, era mejor convencerse de que aquella pesada mesa había sido colocada así por unos cuantos hombres de fuertes brazos.

Aunque se hizo hincapié en no hacer más ruido del necesario, eran veinte hombres los que componían aquella expedición, sin contar a Selpen y al suplantado Lord Eradack Filguien, por lo que el simple hecho de caminar entre los cascotes, papeles y pedazos de madera ya se escuchaba mucho más de lo que a Morwing le hubiese gustado; sobre todo teniendo en cuenta que lo único que se escuchaba en el pueblo, aparte del graznido de los cuervos, era el sonido de las ramas de los árboles al mecerse con la tímida brisa.

Lanzando fugaces vistazos hacia la espalda, los hombres fueron dejando la casa a través de puertas y ventanas tras recibir las órdenes de su patrón.  Entonces, una vez Lord Eradack indicó el próximo movimiento, el conjunto de soldados se subdividió en cinco pequeños grupos de cuatro hombres cada uno. Uno de ellos, el que contaba con soldados más veteranos, quedó protegiendo a Lord Eradack y Selpen mientras el resto se movían en dirección a las columnas de humo que se levantaban desde el lugar donde se había establecido hace varios años atrás una capilla al Dios Tempus.

Mucho antes de llegar al pequeño murete que rodeaba la estructura dedicada al Dios de la Batalla, Morwing y sus hombres ya se percataron del alcance de los daños que había sufrido el edificio. Era como si éste hubiese ardido por los cuatro costados quedando las sólidas paredes de piedra tan ennegrecidas que era difícil saber qué clase de roca se había utilizado para levantarlas. Aquí, al contrario que en el resto del pueblo, sí que se evidenciaban rastros de combate. El suelo frente al pórtico principal así como el del cementerio que se extendía en la parte trasera de la capilla estaba completamente pisoteado y levantado. Uno de los soldados levantó la mano y llamó al resto.

¿De qué demonios son esas huellas? – Dijo el hombre señalando varias impresiones sobre el terreno que recordaban a las huellas de los Gibados, una clase de demonios de figura achaparrada que se mueve en hordas dirigidas por otros de mayor tamaño y fuerza.  Sin embargo, lo que más molestó al hechicero elfo fueron las menos numerosas: las de los Hezrous y la de un inconfundible babau de gran tamaño. Estaban allí, y en gran número.

Señor, han…han despellejado a los clérigos y… - comentó, antes de vomitar, Tremziket, un soldado joven pero bastante capaz que había servido en la casa Filguien desde que era un niño – y…  - No pudo continuar. No hacía falta. A la vista de todos estaba la macabra escena: los diez sirvientes de Tempus habían sido desnudados, desollados y apilados uno encima de otros. Los restos de esos hombres, después de más de dos días bajo el ataque constante los carroñeros, había quedado en tal estado que algunos hombres experimentados no consiguieron mantener la mirada fija en ellos más de unos breves segundos.

Notas de juego

Es normal que la Capilla aún siga humeando, pues cuando el tejado se hundió bajo su propio peso el fuego siguió devorando travesaños, bancos y todo elemento combustible que encontraba a su alcance a salvo de la lluvia bajo las amplias tejas de pizarra.

El combate no debió durar mucho principalmente debido al gran número de demonios que hubo de juntarse allí para levantar el suelo de semejante forma. No crees que haya habido menos de cien Gibados y varios Hezrous.

Muchas tumbas han sido abiertas sacando los esqueletos que las contenían y desperdigando sus huesos por doquier. No sabes porqué motivo.

Los demonios parecieron congregarse la mayor parte del tiempo a pocos metros de la entrada al recinto del templo. No hay huellas de por donde llegaron o por donde se fueron, es como si hubiesen aparecido de la nada o hubiesen caído del cielo.

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11/12/2015, 20:23
Ogna

¡CLAP!

Ogna se golpeó la abultada frente con la palma de la mano cuando Jeldrich habló.

- ¡Joder tienes razón, Jel! No era Oakville el lugar de la invocación. Como dices los aldeanos pueden haberse ido a refugiar al Templo de Tempus. En una de nuestras misiones-Trató de explicarle al clérigo que andaba un poco perdido.- llegamos a una isla perdida en los mares donde estaba preparándose el ejército pirata de Steznag. Uuuuuh, le dimos un duro golpe alllí. ¡ZAS!- Golpeó con el puño cerrado la palma de la otra mano recordando como había sido Charlotte la Pirata-Allí descubrimos que no sólo preparaba un ataque con un ejército sino algo más.  Descubrimos que esperaban realizar un poderosos ritual de invocación demoníaca. Pero no era aquí en Oakville. ¡Qué tonta! Un antiguo compañero de un miembro de nuestro grupo, un tal Morwing, poderoso hechicero, había formado parte de una especie de secta llamada el Círculo del Silencio. Bueno, no voy a aburrirte con toda la historia ahora pero el caso es que el lugar de la invocación  estaba aquí cerca según él. A un día de marcha desde Cherrybroof en dirección Sur-Sureste. Probablemente en los alrededores de la Ciudadela Felbar, si no bajo ella, ya que por aquellos entones no existía ni la ciudadela ni Oaksville. - Miró a sus compañeros con un brillo en los ojos parecido al que le surgía al hablar de Aranar Brusta.- Quizá el loco de Morwing hasta se encuentre por aquí.- Ella no creía como Losse que hubiera traicionado a su causa pero quizá si podría haber sido capturado. - No tenemos tiempo que perder. Movámonos rápido. ¡Decisiones! - Le dieron ganas de pegar una colleja a Kormack por las tonterías que decía pero le daba miedo que le cortara la cabeza con su hacha.- Estoy de acuerdo con Kormack jiji. Vayamos al ayuntamiento y a la casa de Aranar jiji, y luego pasémonos por el templo.- Ogna era de la opinión que si Aranar estaba metido en todo aquello puede que le pillaran huyendo de allí. No huiría sin recoger primero sus valiosas pertenencias.

Notas de juego

Por mí a Casa de Aranar= Ayuntamiento.

En el mapa de la zona aprece el castillo ese , la ciudadela de Felbar.

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13/12/2015, 11:21
Jeldrich

Jeldrich escuchaba atento las palabras de la joven bardo con las que trataba de arrojar algo de luz en todo aquel asunto. El clérigo, que era más dado a situaciones de combate o ayuda al prójimo, se esforzaba al máximo por comprender toda aquella trama… pero orcos, piratas, un barco volador, un ritual demoniaco…, al pobre sirviente de Lazhánder se le estaba haciendo todo aquello muy cuesta arriba.

-¡De acuerdo!, dijo por fin cuando Ogna animó a que se moviesen. Desenfundó su arma y su rostro en dudas se convirtió en determinación. – Allá donde decidáis ir, sabéis que contáis con todo mi apoyo, anunció nuevamente. – Peinemos la aldea y demos el golpe definitivo a ese maldito Steznag, sentenció golpeando su escudo. 

Notas de juego

Dav y Jel, templo

Losse, Kk y Ogna, ayuntamiento

(2-3)...el pueblo ha hablado pues... xD

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13/12/2015, 14:27
Morwing
Sólo para el director

Continuando dando vueltas a cómo había sido descubierto, y siguiendo los mismos pasos por los que accedieron a la casa de Aranar, Morwing y sus hombres pusieron rumbo hacia el antiguo templo de Tempus sin la más remota idea de lo que allí encontrarían.

Al llegar el panorama era desolador. A diferencia de las inmediaciones del hogar de Aranar Brusta, alrededor de la capilla se podían diferenciar fácilmente signos de batalla y, para alguien tan experimentado como Morwing, las criaturas que la habían protagonizado.

Hincando la rodilla en el suelo, el hechicero fue investigando el terreno. Se lamentó en varias ocasiones de no poder contar con alguien con las cualidades semejantes a la rata de Losse, sin embargo pronto se sacudía tal pensamiento cuando le recordaba amenazándolo con el frasco de ácido.

A pesar de considerarlos muy inferiores a su poder, las numerosas huellas de Gibados alarmaron a Morwing. Pudo contar casi una centena de ellos, pero aún más preocupante era la presencia de varios Hezrous y la más que probable intervención de Ethegax en aquel combate, por no decir masacre. Para colmo los cadáveres apilados de los clérigos no hacían otra cosa que decaer la moral de sus hombres y sumergirlos en un estado cada vez más temeroso.

A pesar de aquella escena, Morwing mantuvo la compostura, alguien debía hacerlo y quizá así podría transmitir algo más de seguridad a los suyos. – Esas criaturas eran numerosas…pero está claro que ya no se encuentran por aquí. Registrad el templo en busca de cualquier detalle que os llame la atención…, ordenó para tratar de mantener ocupados a los soldados. 

Notas de juego

Registro capilla y alrededores.

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13/12/2015, 18:32
Guardia de la Finca Filguien

Los hombres se pusieron manos a la obra no sin cierta reticencia. ¿Quién les decía a ellos que al levantar una piedra no apareciese alguna clase de monstruo? Al fin y al cabo no había que ser muy listo para descubrir que aquello no había sido trabajo de orcos. Pasaron varios minutos peinando la zona, sin embargo nada extraño salió a la luz. Eso sí, que no fuese extraño, no quiere decir que no fuese caro, pues aparecieron varios cálices de oro, cetros de plata e incluso un gran escudo del tamaño de una puerta con una espada envuelta en llamas representado sobre él. No era funcional, pero probablemente sí valioso en el sentido monetario.

No han robado nada señor... - Subrayó uno de los soldados implicado en el desescombro. Iba a continuar hablando sobre las monedas que valdría todo aquello cuando la voz de uno de los soldados de vigilancia llamó la atención de Morwing. 

¡Lord Eradack, mire! - El hombre, totalmente asombrado, señaló un punto lejano que flotaba por encima de los árboles del bosque. ¿Qué diantres puede ser eso? Si...si me lo pregunta diría que es un barco. - Comentó con aire confuso. 

Lo era, Morwing sabía que lo era, sin embargo hubo otro extraño fenómeno que le llamó la atención: destellos en una colina  muy distante detrás del Monumento a las Tres Razas. Podía haber sido casualidad pero, ¿y si había alguien allí? No sería extraño que los rayos del sol, poco perpendiculares aún debido a la hora temprana, incidiesen en partes metálicas como armaduras o escudos.

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14/12/2015, 03:02
Losse

Sumido en sus pensamientos y más pendiente de las huellas que pudiera encontrar, no siguió con demasiada atención la conversación hasta que Ogna mencionó su nombre. - Ehh... ¡Ah! Sí, sí, cierto. - respondió sin saber muy bien a qué se refería Ogna. Luego ya se puso a narrar las andanzas de Morwing y comenzó a prestar más atención. Parecía que, desde el encontronazo que dictaminó la separación del hechicero del grupo, el explorador aguzaba sus sentidos cada vez que su nombre aparecía en alguna conversación. De algún modo, lo relacionaba con el peligro.

- Llevas razón, ahora que lo mencionas. En esa invocación está la clave de todo. Debemos partir de inmediato, pero no sin antes echar un vistazo a este lugar, como mencionáis. Con las prisas, quizá hayan dejado escapar algo que pueda ser de nuestro interés. Abrid bien los ojos. Tengo la sensación de que este lugar aún nos guarda alguna sorpresa. -

Notas de juego

Al ayuntamiento pues

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14/12/2015, 18:42
Director

Notas de juego

Reliquias:

Entre cálices, reliquias y el enorme escudo de plata podrías sacar perfectamente unas 500 p.o en plata y otras 500 en oro.

 

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14/12/2015, 18:44
Director

Desde luego que había sorpresas y no tardaron mucho en encontrarlas. No habían pasado ni cinco minutos desde que se adentraran en el pueblo cuando Losse encontró un rastro reciente. Cualquiera lo hubiese visto, incluso aunque éste no hubiese tenido ninguna noción en lo que reconocimiento de huellas se tratase. Cruzando el camino principal que llevaba a la plaza y en sentido de este a oeste, un numeroso rastro de huellas hizo su aparición. Estaban frescas, muy frescas, puede que hubiesen pasado por allí hacía poco más de tres horas. Por las botas todos parecían vestir el mismo calzado a excepción de uno, que vestía unos zapatos más señoriales. Losse habría jurado que eran soldados o guardias. Se movían en grupos de cuatro miembros y habían irrumpido en el camino por distintos puntos, como si estos hubiesen estado peinando la zona. Después de comprobar que no se encontraban por los alrededores, en lo que hubiese sido un lugar idóneo para una emboscada, el elfo condujo a sus compañeros hasta la plaza del pueblo.

Oaksville estaba desierto, congelado en el tiempo. Puertas y ventanas abiertas de par en par y ropa tendida donde en su día el ama de casa la dejó secando. A excepción de algún gato que caminaba tranquilo por la calle y de los cuervos que merodeaban por los tejados, no había ningún rastro de ser vivo. La posada del Lechón Lechal, otrora tan bulliciosa y repleta de vida aparecía tan muda como una caverna. Entonces, cuando Losse levantó la vista, descubrió la Casa del Representante del Consejo. En un primer momento el edificio no parecía albergar nada especial, aparte del simple hecho de que no tenía guardias en la puerta ni gente aguardando para entrar en él. Sin embargo, un vistazo más detallado a lo que podía verse del interior, indicaba que el lugar había sido presa de alguna especie de saqueo. Ya sólo por una de las ventanas se alcanzaba a ver el daño que quién fuese había perpetrado contra la salita donde días atrás aguardasen él junto a Ogna, Kormack, Traishor y Zanc.

Notas de juego

Los rastros azules tienen menos de 4 horas y los han dejado las botas de una veintena de personas. Las que cruzan el camino van de Este-Oeste, y las que están alrededor de la Casa del Representante parece que se detuvieron allí un tiempo.

No os he entrado en la casa aún.

A parte de esas huellas, y también en lo que es la entrada de la casa, Losse alcanza a ver otras más antiguas, que pueden que tengan un par de días y que desde luego no son de humano. Son de alguna clase de ser que deja un rastro como si arrastrase los brazos por el suelo en su mayoría, sin embargo también descubre las de unos seres más grandes que no son trolls ni ogros. Duda mucho que sean seres de los Reinos.

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14/12/2015, 19:17
Director

Notas de juego

Seguir Rastros:

Por si quieres añadirlo en tu post: al seguir los rastros humanos alrededor de la casa te das cuenta de que provienen de un establo que hay detrás de la misma. Han venido desde allí no hace más de cuatro horas.

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14/12/2015, 20:15
Vishna

Vishnallevaba varios días sumida en sus propias reflexiones, lejos del área consciente de la mente de su portadora. Todo su tiempo, incluso en los momentos más serios que tuvieron lugar durante el asedio de Crimmor, lo había invertido en estudiar un evento tan extraordinario que aún no salía de su asombro. La vida del pequeño diablo que vivía en el interior del estoque había sido pródiga tanto en duración como en hechos sorprendentes, sin embargo, aquello que ahora estudiaba era la primera vez que le sucedía. Vishna, aquella que todo lo sabía, espada de reyes y poderosos magos, se había topado con un evento tan mundano que no comprendía cómo nunca lo había experimentado con anterioridad. Por ello, en pos del estudio concienzudo de tal acontecimiento, había relegado su mente a un espacio alejado de los pensamientos de su portadora. Allí estaba jugueteando con su nuevo entretenimiento cuando un olor especial hizo que el diablo despertase y abriese los ojos de su mente de par en par, metafóricamente claro.

¡Oh, Manos-Delicadas! ¡Oh Asesina de Demonios y aborrececora de arcos! ¿Por qué...por qué no nos vamos del lugar en donde quiera que estés ahora mismo? La humedad...la humedad no me está viniendo nada bien, podríamos buscar un rincón apartado en el que vivir durante un tiempo, ¿no crees? - Empezó diciendo el estoque con el característico cosquilleo en la cabeza de Ogna. A decir por sus palabras, por su tono, y lo apremiante de éstas, era como si el pequeño demonio acabase de llegar corriendo de un lugar muy lejano; si es que aquello fuese posible para un alma atrapada en un estoque. 

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14/12/2015, 20:38
Morwing

Poco o nada de interés encontraron tras el exhaustivo registro del templo, a excepción de las riquezas que allí guardaban. Alguno de los soldados se preguntaban confusos el cómo habrían dejado todos aquellos objetos allí, aunque para Morwing, después de observar las huellas repartidas alrededor de la capilla, tenía muy presente que aquellas criaturas no estaban precisamente interesadas en el valor que podía albergar aquel pequeño tesoro.

Fue entonces cuando uno de los soldados avisó a Morwing para que observara el horizonte. A lo lejos, flotando por encima de la arboleda, el hechicero pudo contemplar nuevamente el famoso barco volador de Steznag… o de Klessenis, para ser más correcto. Gozando de una magia que ni el propio Morwing alcanzaba a comprender, aquel barco flotante parecía dirigirse a una velocidad constante hacía la Fortaleza Felbar, lugar al que por otro lado ya estaba más que mentalizado a que debería ir.

A diferencia de lo encontrado en Oaskville, Morwing tenía muy presente que la Fortaleza sería el punto más conflictivo dentro de la misión. Conocedor que Ethegax había fallado en su intento por recopilar todos los Crothuales, aún quedaba la duda de si los sellos rescatados de la Isla de la Sirena Muerta serían suficiente para que Klessenis lograse abrir el portal y traer a Lorevor hasta este plano.

Los conocimientos de Morwing sobre los portales le permitían saber que algo así sería tremendamente complicado, aunque bien era cierto que existía alguna posibilidad por pequeña que fuese de poder llevarse a cabo… más aún sin saber si el enemigo contaba con algún as en la manga que se le escapaba al hechicero. Por ello era que sabía que tenía que ir hasta allí. El momento de enfrentarse al motivo de su existencia (según él) había llegado y debería correr el riesgo a pesar de saber que fallando, estaría poniendo en bandeja de plata lo único que separaba al Heredero de su objetivo…  

-Te diré lo que es eso, amigo…, contestó golpeando la espalda de su soldado. – Éso es la señal que estábamos esperando para saber a dónde dirigirnos…, dijo con seguridad para después girarse y dirigirse al resto de sus hombres. – Coged todo aquello de valor que podáis cagar, no dejéis nada para los bandidos y saqueadores… y preparaos, ahora comienza lo serio. ¡En marcha!, concluyó tras comenzar el mismo agarrando algunas de las joyas.

Notas de juego

Agarro 2 o 3 piezas que entienda mi personaje de más valor. 

** Rumbo a la fortaleza campo a través, avance lento y cuidadoso... no hay prisa jejeje

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14/12/2015, 21:15
Jeldrich

El grupo se fue adentrando en la aldea comprobando que lo percibido desde la entrada no era una falsa alarma. El pueblo se encontraba totalmente abandonado y sin la menor señal de vida a excepción del humo del templo y las recientes huellas, según comentaba Losse, que había por la zona.

-¿Podrías comprobar de dónde provienen todas ellas huellas y hacia dónde se dirigieron?, preguntó Jeldrich al explorador, conocedor que podría hacerlo sin problema.  

Fue cuando el explorador descubrió y compartió con sus compañeros otras huellas mucho más inquietantes. El clérigo estaba muy lejos de las habilidades de Losse, pero no hacía falta ser un lince para saber que aquellas marcas no pertenecían a una criatura de este mundo. -¿Pudo tratarse de una batalla quizás?, apuntó Jeldrich tratando de esclarecer cuál de todas aquellas huellas era la gran amenaza. 

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15/12/2015, 04:38
Davros Zokk

El primer sentimiento fue correr hasta el Templo, Jeldrich podía tener razón, podría haber gente allí, a punto de morir... Hasta que escuchó al explorador, cuatro horas, asumiendo que el fuego llevará al menos una hora, no habría nada vivo en su interior, a éstas alturas todo el edificio debía ser pasto de las llamas. A pesar de la inevitable duda, debía ser pragmático, no perdería tiempo discutiendo, sería mejor investigar todos aquellos lugares sin demora, uno tras otro y rápidamente.

- Si han pillado a ese insensato...-  Morwing poseía el medallón tan deseado por aquellas criaturas, lo necesitaban para llevar a cabo la invocación, si lo habían recuperado... La guerra no sería tal, si no que la balanza se inclinaría hacia el mal, de tal manera que los Reinos dejarían de ser tal y como lo conocían, una larga era de terror se implantaría en ellos.

- Creo que no hace falta ver a donde van esas huellas de carro, comprobaremos como nos llevan directos a la fortelaza de la invocación en cuanto nos pongamos en camino. No hay tiempo que perder, comencemos a movernos. -  

Las otras huellas, las de aquellas múltiples botas, inquietaban a Davros, no por el elevado número de ellas, si no por desconocer la razón de aquellos movimientos, ¿Buscaban a algo o a alguien? ¿Capturaron a todo el pueblo, casa por casa?

No había hecho amistades en su estancia en Oaksville, pasaba el tiempo con borrachos y putas, pero algunos de ellos le caían bien. De carecer del ansia del combate, aquella poderosa adicción por la adrenalina de la aventura, desearía con toda su alma poder emborracharse en el Lechón Lechal, como otras tantas veces y acabar en la cama de Sophie. Pero, aunque no lo reconocería nunca, a pesar de todo el daño que han hecho, a pesar de todas muertes, a pesar de la amenaza a toda la Costa de la Espada, Davros, se sentía realizado, había nacido para ésto, y lo disfrutaba, aunque fuera horrible.

La última de aquellas noches fue justo la del ataque a las caravanas dónde, para suprimir la sensación de derrota, se bebió hasta las escupideras, noqueó a un par más borrachos incluso que él, y acabó arrastrado a su habitación por aquella pequeña y pecosa prostituta. Recordaba el homenaje que se pegó en aquel burdel de Athkathla, se lo pasó en grande, pero no contaba, ni estaba borracho ni era Sophie...

 

Notas de juego

La dote va a ser Crítico mejorado (mangual pesado) ;).

Y también cambio el cristal mata infernales, lo pongo al mangual.

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15/12/2015, 16:54
Ogna

Ogna escuchaba con total admiración los datos que, del estudio de las huellas, Losse les contaba. Vale que ella también las veía, huella de soldados y de algo más, pero carecía de la experiencia suficiente para construir de ello una relato fiel a lo que había acontecido, como sí podía hacer usando su imaginación para componer una estrofa.

- No sé que haríamos sin ti, Losse.- Le dijo a la vez que le daba un tierno beso en la oreja.- ¡Muak!-Una adorable broma que solía hacer Ogna con sus hermanos pues el ruido del beso junto al tímpano era realmente molesto. Con Losse tenía más cuidado sabedora de lo sensible que eran sus orejas, y hasta ahí puedo contar.- Joder, se nos han adelantado.- Dijo mirando a Kormack y viendo el estado de la casa del Aranar Brusta. Seguro que no habían dejado nada de valor dentro.

Fue hacerse una idea del tipo de enemigos a los que iban a enfrentarse que ya se disponía a desenfundar a su fiel estoque cuando Vishna penetró en su mente haciéndola estremecerse de un escalofrío.

¿Dónde te habías metido? Llevas días sin decir ni mú. Sí, sí, sí, sí...cállate ya...- Le decía a su espada cuya verborrea no tenía parangón, incluso rivalizaba con la de la bardo.- ¿Qué me estás contando? ¿Qué humedad ni qué ocho cuartos?- De un movimiento rápido desenfundó el estoque.- ¿Vishna, percibes algo?- Dijo en alto para que los demás supieran lo que estaba pasando. ¿Por qué estaba nervioso el diablo dentro de su espada? ¿Acaso había percibido ya el fétido olor de los ajenos malignos? Si era así, ¿por qué no lo decía más claro? La notaba nerviosa y rara. Seguramente estaría celosa porque el cristal mata-demonios estaba insertado en su arco mágico en vez de en ella. Con cuidado cambió los cristales para que Vishna se sintiera más segura si eso era lo que la preocupaba.

Notas de juego

Cambio el cristal mata-infernales por el de ácido.