Partida Rol por web

-Me va lo bastante bien como para no estar arriesgando nada.- Siguió mirando al otro comandante a los ojos unos instantes mas, manteniendo la misma sonrisa cínica y una mirada cargada de seguridad en si mismo. Después giró la cabeza hacia la barra. Buscaba a la muchacha que se suponía le estaba atendiendo.

-Le he dicho que tenía prisa.-

Continuaba en silencio, escuchando atentamente la conversación entre el mago y Nauj. A penas y me había percatado de la llegada del pálido y el rubio, sin la compañía de la chica de piel escamosa. ¿Viajaríamos junto a ellos? No estaba segura de aquello, pero, suponía que así sería.

Niego unas cuantas veces, gesto de respuesta al mago -No practico ni lo uno ni lo otro- dije a Sekh y la llegada de Bolg, me distrajo. Sin pensarlo, me puse en pie para ayudar al pequeño piel verde -Con ésto no pasaremos hambre, al menos por un buen tiempo- comento algo animada -Lo siento, Bolg, dinero no poseo, quizás Nauj...- agrego mirando de soslayo al encapuchado, esperando una respuesta afirmativa.

Mire al pequeño Goblin, siempre haciendo cosas sin consultar, pero no lo iba a regañar ni nada de eso, demostró ser un noble ser a pesar de todo-“Lo siento Bolg, no poseo bienes mundanos de momento, quizás Nauj o alguno de los que entraron, por mi parte tras pagarle a la mesera creo que lo mejor seria partir, no se si los recién llegados vendrán con nosotros o no, pero creo que eso seria una sobrecarga para nuestro benefactor Sekh, salvo que se sienta preparado”-

Por su parte Sekh suspiró e hizo amago de romper a reir, pero se contuvo en un simple sonido de risa ahogada.

-¿No les han dicho aún que tienen un cierto status de "heroes" locales? Medio mundo vió como atacaron a la cabeza de la pandilla de asaltantes y le mataron amedrentando al resto. Se ha corrido la voz en todo el pueblo de que la posada será hospitalaria con ustedes.

Se encogió de hombros.

-Lo que quiere decir que probablemente sea gratis.

El joven echó un vistazo hacia la barra, por aquel momento la camarera estaba volviendo al frente algo cargada con una bolsa de cuerina fina.

-Ah por cierto, probablemente quedarán mas del lado de Idu ¿ya se los dije? Suerte con el viento, no creo que vaya muy lejos con esa pesada estancada aqui todavía, así que pueden avisarme cuando quieran que les mande a ese sitio.

La camarera depositó la bolsa frente a Shadar.

-Hay cuatro trozos grandes de queso, cuatro trozos algo mayores de carne asada y un odre con agua -informó con eficiencia- como no ha especificado coloque lo que había ya listo para ser consumido.

-Pon me dos odres mas de agua. Las raciones son para tres personas, no para tres días. La comida ya esta bien, no hace falta que añadas mas.-

Se giró, mirando de reojo a Andrue. Le extrañaba que no hubiera reaccionado a las últimas palabras que había cruzado con él, pero no le dio mas importancia.

Mientras la muchacha iba a buscar lo que faltaba, Shadar aprovechó para alejarse del mostrador y acercarse a los que estaban reunidos en la mesa. Había escuchado fragmentos de la conversación. -He oído que estáis apunto de partir. ¿Puedo saber como pensáis hacer para llegar hasta allí?- Lanzó la pregunta en general, aunque cuando terminó, miró al hombre de la cicatriz. Se había cruzado con él durante el ataque, sabía que era mago y que lo mas probable era que él tuviera la respuesta a su pregunta.

Nauj se alegró de que el asunto del pago de las provisiones se hubiese resuelto de aquella forma. Lo cierto es que ya no había razón para demorarse más, así que estaba a punto de indicarle a aquel mago que ya era el momento cuando el otro mago, el que se había interesado por su atuendo un rato antes, se inmiscuyó en la conversación.

- Dudo de que en la manera en que partamos haya cabida para alguien más -le contestó secamente- Y mucho menos si no sabemos si quienes podrían compartir nuestro viaje son gente de fiar -Nauj buscó la mirada de Seryu buscando su apoyo. Los sentimentos del encapuchado no eran claros, pero no acababa de confiar en aquellos oscuros personajes. Además, estaba la repugnacia que le ocasionaba aquella piedra.

- Creo que un poco de ayuda por tu parte para que entendamos esa realidad tan compleja que tú pareces comprender a la perfección, nos sería muy útil para decidir si contestamos a tu pregunta o no. Mientras tanto, seguís siendo dos siervos de un tirano al que ninguno de nosotros está dispuesto a aceptar. Compañeros de viaje nada recomendables, en definitiva.

Nauj sintió la fuerte personalidad de Shadar Fezbane mientras sostenía su mirada y se preparaba para ver cómo éste intentaría salirse otra vez por peteneras.

Enarqué una ceja y miré de solslayo al mago cuando contuvo su risa.

Fruncí el ceño y miré en otra dirección. Había olvidado aquella información. En ese momento recordé a la joven que nos ofreció la habitación y los alimentos gratis de la posada.

-Entonces aprovecha el momento, Bolg, trae más comida- le digo en voz baja, dedicándole una sonrisilla y alegrándome bastante por la idea de que tendríamos buena cantidad de alimentos.

El momento es interrumpido por la presencia del rubio, intimidante y tosco. Permanezco en silencio, pero no pude evitar sonreir por las palabras de Nauj, que no solo él, sino también Seryu, intentaron limar asperezas y formar un buen grupo, pero había sido imposible y opinaba lo mismo que Nauj, no eran compañeros recomendables de viaje.

Y nuevamente el silencio llegó a la mesa. Todos esperábamos la respuesta del rubio. Estaba segura que sería ofensiva, ya que en su mayoría eran así.

- A veces es necesario aparcar los tan nobles ideales que posees - comienza a contestar - y pensar en el bien común. Deberías considerar que si tenemos un objetivo común, no es momento para escisiones y negarte a codearte con gente de nuestra calaña, como seguro nos querrás llamar

Aquel tipo, tan frío y seco, comenzaba a sacarme de quicio. Todos querían sacar a relucir sus buenas formas y sus inamovibles modos de vida, basados en la rectitud y el bien, en los momentos más inoportunos. ¿De qué servirían llegados a un punto? Si llegara el momento, todos empuñaríamos el arma o mostrarían su poder de la misma forma

"La diferencia es el bando, ¿no es así? Bien, seguro que todos matan con la misma fiereza"

Sintió como los ojos del encapuchado buscaban los suyos. Cuando sus miradas se encontraron lo único que hizo fue negar ligeramente con la cabeza. -Sabes tan bien como yo que no es lugar ni momento.- Miró a los demas. -Si queréis pensar en el bien común, tal y como os sugieren, es cosa vuestra.

Si decidís que después de todo, no es mala cosa que os acompañemos, decidnos lo antes de que salgamos de la posada. Si no, ya nos volveremos a cruzar.

Y por el bien de todos, espero que suceda antes de que sean las sombras quien nos encuentren.- Dicho esto, volvió hacia la barra, dispuesto a recoger los dos odres y partir antes de perder mas tiempo.

Me levanté. Nuevamente, las miradas estaban sobre mi, y de a ratos me dolían los hombros por la responsbilidad que yo mismo me había echado encima. Decidí pronunciarme, a modo que también aquel sujeto, el mago de cabello rizado y castaño me oyese.

-“Aunque no sea de nuestro gusto, tiene razón. Este lugar esta lleno de gente, y no podemos perder mas tiempo. Además, tengo el presentimento...no se como explicarlo, pero creo que lo mejor será llegar hasta ese bosque juntos. Lo que vimos antes, todos, no es algo que deba tomarse a la ligera y con cada segudo que permanecemos aqui tentamos nuestra suerte. Lo que suceda a partir de allí será resultado de lo que se de...Si nadie se opone, Sekh, vamonos ya. ¿Puedes incluirlos en el transporte?”-

Aparentemente la mesa que ocupaban en aquel momento atraía toda la atención. Muchos pares de ojos y oídos estaban prestandole atención a su charla. Quizá, hablar en un sitio tan poblado realmente estaba resultando algo descuidado.

Curiosamente, la puerta del establecimiento crujió sola, aunque de forma extraña y alguna que otra tabla del suelo también. Un transeunte casual que se dirigía a la salida del local se detuvo en seco, resoplando.

-¡Me he chocado con algo!

Pero era obvio que delante de si no había nada. Alguien le vociferó:

-¡Deja de beber tan temprano Trohm!

-¡Bah! -respondió el aludido, saliendo algo extrañado.

El muchacho levantó las cejas casualmente, para luego relajarlas.

-Bueno, al menos no soy el único que se dió cuenta de que la nobleza anda entre nosotros. No es por nada, pero ¿podrías decirlo un poco mas alto? Creo que el tío de aquella esquina no te escuchó.

Entonces ladeó la cabeza levemente invitando a echar un nuevo vistazo alrededor. Y era cierto que ahora el aumento del bullicio estaba subiendo aún mas, murmullos por doquier y miradas discretas y no tan discretas hacia esa dirección. Sekh se acomodó la capa ajustandola un tanto mas al cuello, y dejó caer cuando devolvió la mirada de Shadar:

-Shrae es un territorio de Alanku por suerte o por desgracia, si fuera en otro sitio ya se habría levantado la mitad de los clientes para empezar una cacería. Por mi parte me da igual si van 2 o van 10, pero solo tendré energía para un viaje único. Si alguien se queda mejor consigase una mula.
 

El goblin sonrió al descubrir que las provisiones les saldrían gratis. Era algo que no se hubiera esperado, pero últimamente habían ocurrido muchos hechos extraños.

Aprovechó la conversación de sus compañeros para repartir la comida y bebida entre ellos de forma bastante equitativa. Aunque el tarro de miel, lo guardó en su saco. Casi como si estuviera haciendo una gamberrada.

Las voces de los hombres presentes en la posada volvieron a poner los sentidos del goblin alerta, olfateando el aire y mirando hacia todos los lados.

La espera empezaba a ponerle nervioso.

Inmediatamente percibes un aroma de podredumbre, como el de las aguas estancadas durante mucho. Pero a la par y pegado a este aroma viene el de la mujer cubierta de escamas azules que antes había compartido habitación con todos en el despertar.

Escuchó al "borracho" Trohm exclamar. -Genial, me acabo de ahorrar un paseo.-

-Ya estamos todos. Te seguimos- En sus ojos se leía la urgencia. Quería irse cuanto antes, puesto que de la posada estaba a punto de surgir una riada de rumores que de seguro se iba a extender con demasiada facilidad. No podía salvar la situación, apenas trampearla.

Unos cuantos miraban hacia ellos, prestando una atención descarada a su conversación.

-Si lo que queréis es oir...-

-Vamos, en Seiní hace rato que nos esperan y desde Idu hay un buen trecho.-

Nada más que añadir. Nauj se levantó de la mesa sin responder a nadie, después de llenar su morral con las viandas que Bolg le había repartido.

Al fin y al cabo, Seryu había dado su aprobación y él era quien tenía la llave para que el viaje se llevase a cabo. Él debía decidir, y lo había hecho.

Instintivamente, se acercó  a su amigo el goblin y se dispuso a acompañar al grupo a donde Sekh les quisiese llevar para iniciar el ritual.

Al fin parecía que todo estaba decidido.

Me levanto de la mesa y me encamino hacia la barra, deseaba llevar un poco más de alimentos, era mejor que sobrara, además, la situación en el grupo era tensa, no sabía que podría ocurrir.

En el camino hacia la barra, miro con cierta curiosidad el punto en el que el hombre se había "chocado". Enarco una ceja y aquello me resultaba curioso...

No le dí más importancia, debía darme prisa -¿Podría brindarme de sus mejores bollos para el camino?- pregunto con amabilidad a la joven, dedicándole una cordial sonrisa -Para dos...- agrego y por encima del hombro, miro al mago rubio, luego miro nuevamente a la mujer -Una buena cantidad, para una semana o quizás mas, si no es mucha molestia, claro...