Partida Rol por web

La Esfera Arco de Plata resultaban impresionante aún siendo la segunda vez que acudían. El gran ventanal mostraba de nuevo una hermosa vista de Paradiso, con las nubes enmarcando un fondo verde y azul y con todo el planeta refulgiendo al reflejar la luz de sus soles como una joya perdida en el espacio. Aquel vergel que la guerra contra el Ejercito Combinado había convertido en el 'Infierno Esmeralda'.

La expectación ante el evento era máxima. La llegada de la nave tohaa hacía un mes no había trascendido tanto y se había mantenido en secreto y rumorología, pero el evento público del día anterior con la primera firma de un tratado entre la humanidad y una raza alienígena había convertido la siguiente aparición de los tohaa en el evento más esperado.

Esto no se reflejaba en la cantidad de personas en la sala, que ya había completado su aforo en la firma del tratado. Se notaba en cambio en la seguridad, había muchos operativos de O-12 bien visibles y otros seguramente encubiertos. Después de los últimos sucesos era vital que aquel acontecimiento estuviera lo más blindado posible.

Una vez listos todos los preparativos y comprobada la seguridad, los dignatarios hicieron su entrada.

Maara Seegur, Paanil Commaara y Naaz Engooril por parte de los Tohaa. Del lado humano: Marc Cullen por O-12, Aaron Strong por Ariadna, Fidda Balawi por Haqquislam, Samuel Narváez por la Nación Nómada, Lisa Díaz por PanOceania y Dai Ming por Yu Jing.

Todos tomaron asiento salvo Maara Seegur, que se dirigió al estrado para abrir el Comité. Las aero-camaras se arremolinaron intentando encontrar el mejor plano, mientras a lo largo de toda la Esfera Humana, miles de millones de personas conectaban sus comlogs  y aguardaban con expectación el inicio del discurso.

El Padre Caballero Alonzo Yañez entró en la esfera Arco de Plata y dejó que sus ojos se perdiesen en la impresionante vista que se le ofrecia del llamado Infierno Esmeralda. Habia tenido que identificarse varias veces, antes de conseguir que le dejasen pasar con su equipo de combate.

La seguridad era ferrea y bien visible. Destinada a hacer que cualquier terrorista convencional se lo pensase dos veces.

"Pero el Adversario no es un enemigo convencional. El señor Li ya ha clausurado uno de los puntos de ataque... Pero hay más. Y, si como sospecho, el alienigena esta embarcado en una misión sin retorno, va a ser complicado detenerle antes de que hiera a alguien."

- Melisa.- Llamó en voz baja.- Codifica un canal de transmisiones para el equipo y solicita estatus.

Alonzo paseó su mirada por la esfera, rezando para que le llegase algún tipo de señal que le indicase la presencia de aquella malvada criatura.

Parece que el momento ha llegado. No hacía falta ser un genio para darse cuenta de que el alienigena sabría si habían estado en su guarida, temporal o no. Puede que estuviera allí todo el tiempo, invisible para ellos. Había hecho que melisa cerrara todos los conductos de aire con rejillas para saber, al menos, si alguien pasaba por ahi, aunque no los pudiera detectar. Al menos así sabrían si se movía el maldito bicho. También le había tendido una hermosa emboscada en la que esperaba que picase.

De todos modos, los escenarios públicos no eran el fuerte de Won, así que se situó en un discreto segundo plano, desde donde pudiera ver el nido de tirador del maldito extrasolar. Si aparecía por ahí, pensaba freirlo con su lanzallamas antes de que el idiota del padre-caballero pudiera decir ave-maria.

La hora de la verdad.- Murmuro Zahra mientras contemplaba el espectacular escenario donde tendria lugar el discurso de la embajadora tohaa.- Si el enemigo quiere golpear de la forma mas espectacular, es ahora o nunca. Tuvieron suerte con su caza? por nuestra parte solo hubo un pequeño incidente con una perturbada, pero solo fue un susto.- Comento a sus compañeros cuando vuelven a reunirse para custodiar el evento.

Apartada junto al resto del equipo de seguridad, la mujer de piel morena miraba con evidente preocupacion en todas direcciones, buscando algo extraño, mientras mantenia la mano cerca de la pistolera. Su instinto le decia que tendria que usarla mas pronto que tarde. 

- Negativo, Zahra.- Respondió el Padre-Caballero a la pregunta de la haqqislamita, sin dejar de controlar la esfera.- El señor Li ha anulado un nido de francotirador.

"Lo que significa que tendrá que recurrir a un plan alternativo. Y solo dispondremos de un instante para anticiparnos a lo que sea que esta preparando."

- Agente Heant, informe.- Solicitó de nuevo, al no haber recibido contestación de la subdita ariadna.- Confirme estatus y posición.

Había multitud de puntos desde los que podría actuar el asesino, además de que aquel alienígena podría ser cualquier de los cientos de personas que asistían ha dicho comité y que en su mayoría escuchaban con atención el discurso de Maara Seegur.

Cualquier pequeño gesto podría delatar al asesino durante el momento suficiente como para poder detenerlo ¿Pero quien podría ser entre toda aquella gente?

Quizá por su especial habilidad, o por mirar al sitio justo en el momento adecuado, tanto Vera como Zahra localizaron un movimiento sospechoso de una periodista, parecía estar algo incómoda en su asiento y buscaba algo en su bolsa, la mirada fija en la embajadora...su mano se cerró alrededor de lo que buscaba...la imagen parecía pasar a camara lenta para las dos agentes.

El Padre-Caballero renegó por lo bajo, mientras examinaba la sala. Habia demasiada gente en la esfera. Montones de periodistas, dignatarios e invitados se mezclaban con los equipos de seguridad propios y extraños en un caos controloado, pero que ofrecia demasiadas alternativas. Demasiados objetivos potenciales.

El individuo que se metia la mano dentro de la americana ¿buscaba su arma o solo un pañuelo? La periodista que rebuscaba en su bolsa, ¿estaba activando una bomba o chequeando las baterias de su equipo de grabación. El agente panoceano que controlaba la sala mientras se tocaba la sien, ¿estaba pidiendo un informe de situación a Melissa o activando un sistema de punteria remoto?

Alonzo bufó, a un segundo de solicitar la anulación del acto, sin importarle un comino la implicaciones diplomáticas del asunto.

- Aquí Alonzo. No puedo determinar donde esta el agresor. Repito, no puedo localizar al agresor.

Zahra oteaba la sala ligeramente nerviosa. No paraba de ver pequeñas señales y gestos que le hacian querer dar un paso adelante y dar la alarma, pero su sentido comun y frialdad le frenaba, desatar el panico podia ser incluso peor.

Sin embargo, su mirada acabo recayendo en una mujer, una periodista que actuaba de forma un tanto extraña. Parecia incomoda, y buscaba algo en una bolsa. Podia haber muchas explicaciones para su comportamiento, seguro que no era la unica presente que habia elegido un modelito mucho mas elegante que comodo, y si era una periodiasta era completamente normal que llevara en su bolsa camaras u otros aparatos para registrar sus cronicas. Sin embargo, habia algo que no le cuadra. Se lo decia su instinto, y raramente este le fallaba.

La periodista parecia haber encontrado lo que buscaba, por lo que Zahra, firme seguidora del "mejor prevenir que curar", comenzo a caminar hacia la embajadora, llevandose la mano a la pistola mientras avisaba por radio en voz baja.- Entre el publico, una humana, periodista. Actua de forma muy sospechosa y lleva una bolsa de la que quiere sacar algo. Poneos alerta!

- Enterado.- La voz de Alonzo denotaba tensión. Con determinación, echó a andar hacia la periodista, dando un ligero rodeo para acercarse desde un ángulo ciego. El entrenado ojo del Padre-Caballero detectó el movimiento de Zahra en pos de la embajadora. Lentamente, fue acortando distancias con la periodista. Y, aún más lentamente, su diestra se deslizó hacia la culata de la pistola aturdidora que llevaba al cinto.

El movimiento fue muy rápido, aquella persona estaba apuntando hacia la embajadora con su arma de claro diseño alienígena. Ahora que Alonzo la veía se daba cuenta de que el asaltante era, o tenía el aspecto de, Aurelia Cardoso, la periodista.

- ¡¡ARMA!!- Alonzo avisó a sus compañeros a la vez que desenfundaba la pistola aturdidora y apuntaba a la periodista. El Padre-Caballero frunció el ceño, desconcertado por el hecho de que quien parecia amenazar la seguridad de la cumbre no era la criatura que sospechaban o, como minimo, no tenia su aspecto.- ¡Neutralizando!

El sacerdote panoceano adoptó la posición de tiro estandar y disparo contra la persona que él habia conocido como Aurelia Cardoso... Fallando miserablemente.

Won estaba tenso, algo no estaba bien en aquel escenario. ¿El tirador se había dado cuenta de su trampa y estaba intentando otra estrategia? ¿Tan desesperados estaban que querían probar un asalto directo disfrazados de civiles? Sus compañeros apuntaron a la periodista y abrieron fuego con aquellas estúpidas armas aturdidoras. Supuso que no estaría bien visto disparar el lanzallamas sobre la prensa, aquello no era el estado-imperio, al fin y al cabo, pero seguía pareciendo una horrible distracción.

- Dan ba...- musitó, al tiempo que sacaba su arma. Las pistolas de asalto estaban pensadas para provocar una gran cantidad de daño indiscriminado en espacios reducidos, otra vez se topaba con esos estúpidos límites que no le dejaban trabajar. La pistola aturdidora parecía de juguete en sus manos. Apuntó cuidadosamente y disparó.

Alllaenat!- Grito Zahra al ver que la periodista habia sacado un arma.- Todo el mundo a suelo!

Sin pensarselo, de forma totalmente instintiva, la hassasin desenfundo la pistola, que ya tenia sujeta por la empuñadura, y disparo contra el asesino, usando el modo taser para evitar males mayores si fallaba.