Partida Rol por web

AÑO: 783 D.

MES 2: METAGITNIÓN.

MENÓS PHTHINONTOS: LA DÉCADA DEL MES QUE SE ACABA.

DÍA: 29 ENÉ KAI NÉA.

HORA LOCAL: 04:15.

Sinceramente no veía mucho que celebrar, aunque decidió tragarse sus comentarios por el momento. En la gran partida de ajedrez del Racimo, habían acabado con algunos peones. Quizás alfiles, siendo generosos. Pero no habían hecho más que agitar un metafórico avispero, y las consecuencias de aquello no tardarían en hacerse notar. Asintió ante aquellos que sugerían reunirse con la Marquesa, sin embargo al escuchar el comentario de Omnios enarcó una ceja.

-Eso... Es un gran salto de fe. ¿Por qué no iban a rescatarle? Dicho mensaje lo transmitió una vez su escudo quedó desastrosamente dañado por la espada del campeón Eteocles. Es natural que quisiera venganza por su próxima muerte. 

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DÍA: 29 ENÉ KAI NÉA.

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No concibía semejante respuesta de parte de Laertes, por lo que me propuse resaltarlo.

- Cambió una orden de rescate preestablecida. Usted ha sido soldado y seguro que sabe reconocer una misión encubierta.

Casi podía añadir algún comentario advirtiendo que no se atreviera a insultarme insinuando lo contrario, lo que sin duda habría estado de más.

- ¿Quién dejó la reunión durante mi ausencia?

Pregunto como si hubiera empezado la caza al espía.

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DÍA: 29 ENÉ KAI NÉA.

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Laertes sonrió levemente ante la insistencia de Omnios.

-Así es, he sido soldado. Ziro no. Era una rata miserable que no buscaba morir, y que tenía un plan bajo la manga cuando se revelaran las inmundas intenciones persas, que era sacarle de allí. Y que se fue al traste cuando el escudo colapsó. ¿Qué opciones le quedaban? ¿Huir para encontrarse con nosotros? No, cambio las órdenes que concernían a su rescate cuando quedó clara su inviavibilidad-sentenció Laertes, al que todo aquello le parecía cristalinamente claro-sin embargo, eso no quita que no todas las ratas hayan sido purgadas. Puede haber entre nosotros simpatizantes persas. 

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Si mal no recuerdo, nadie. El capitán Melpurgis iba a irse, ofendido, pero estaba ofendido por las palabras persas, y está claro que sus naves atacaron a las naves persas. No se me ocurre quien podría ser.

Pero hay varios asuntos que tratar, gestor. Primero, Ladi Mayers, del comité ateniense, insinuó que vos érais una IA, y de hecho llegó a llamaros cafetera... no, tostadora, eso es. Luego, en respuesta, Praxímedes le disparó, justo cuando los guardaespaldas persas iniciaron su ataque, lo que impidió en la práctica que yo terminara lo iniciado por Praxímedes. Luego, tanto Helicaón como Leónidas atacaron a Praxímedes, hiriéndolo de gravedad. Me parce que todos estos asuntos también deben ser aclarados, según mi propia opinión. Pero, como siempre, obedeceré lo que diga la IAR rectora de Ritea.

Tras eso, enfrentamos a los guardaespaldas de Ziro, que resultaron muertos por Eteocles y Laertes, luego Eteocles atacó el escudo de Ziro, el cual implosionó, y luego fuimos a "hablar" con las tropas persas que están aquí detenidas ahora mismo.

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Gestor Omnios había lanzado una invitación a Melpurgis, y el capitán merc no pudo sino sonreir tras la máscara. A pesar del dolor que sentía a la espera de los cuidados médicos que tanto necesitaba, la situación le parecía entre trágica y cómica. Las palabras eran ahora un regalo envenenado, y ya se estaban tomando posiciones en el tablero ficticio en el que se movían.

-Gratitud por el ofrecimiento, le contestó a la máquina de Ritea a través del comunicador. -También por constatar que no soy aliado de los persas... En fin, antes de partir de aquí, me gustaría saber alguna cosa más. Los persas llegaron para generar el caos. Y no eran los únicos. La IA que intentó infectar la Cuna de Perros me incitó a abrir fuego contra determinadas naves de la Alianza. No lo hice, porque a pesar de lo que se ha dicho sobre mí y sobre los mercs, no somos el enemigo de Damocles. Yo también quiero saber quiénes se reunieron con los persas. Será sin duda algo interesante.

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Ladi caminaba renqueante hacia donde guiaba a los heridos la Marquesa mientras escuchaba las conversaciones por el intercomunicador. Esbozó una sonrisa sardónica y dolorida conforme los mandatarios hablaban, llegando a negar con la cabeza ante lo sesgado y manipulado, a su ver, de algunos comentarios. Especialmente los de cierta tostadora. ¿O era batidora?

- No se olvide de reproducir la parte que iba antes y en la que indicó a las naves de que fueran con el cuento de lo ocurrido a Jérjes, Gestor. Esa en la que casi parecía que los dejaba como testigos de nuestra perfidia y traición. Y esas cosas sin importancia - dijo con tono irónico y dolorido ante la insultante parcialidad de la máquina.

- Con el debido respeto Emisario Urban y Marquesa de Angulleme... los sistemas de seguridad de la Iculisma son de todo menos fiables. Ojalá me equivoque pero las palabras "intervenidos" y "manipulados" es lo más suave que, a mi ver, podría dedicarles - sugirió el consejero dando a entender que de ellos no sacarían gran cosa ya que no le cabía ninguna duda que las grabaciones más sensibles, de haberlas, estarían borradas o dañadas. Como ocurrió, qué casualidad, con la muerte de Vespan -. Es lo que tiene las grandes tecnologías, que cualquiera suficientemente preparado puede tener acceso a ellas - dejó caer.

Ante la petulancia del riteano para con su rey no pudo evitar intervenir.

- No sabíamos que el Gestor Omnios también había sido soldado y que supiera discernir con meridiana claridad una órden directa de una orden encubierta. Tenéis nuestro respeto - mintió.

Ante la pregunta abierta de Omnios se permitió dar una respuesta, al menos desde su limitado conocimiento. Quizás algún otro tuviera una respuesta más certera.

- Aparte de una parte de la delegación de Ritea, no recuerdo que nadie abandonara la reunión - dijo con sinceridad.

Aunque si la tostadora se hubiera ausentado, tanto mejor, pensó llevándose la mano a la ardiente herida. Entonces intervino el obediente, ciego y leal sargento desde su punto de vista riteano y totalmente parcial.

- Recordar los electrodomésticos se os da bien, sargento, pero los hechos bastante mal. Acusé precipitada y erróneamente a Praxímedes, cuando quería referirme concretamente a la consola que él portaba. Es decir, a usted, Gestor Omnios. Le creí bajo el control y dominio de la Aniquiladora y por tanto trabajando en nuestra contra - expresó sin tapujos -. Aunque su máquina asesina disfrazada de filósofo o soporte de pantalla no me dio tiempo a explicar todo esto, ignorando la no agresión ordenada - apuntilló -. Y los guardaespaldas persas creo que se quedaron tan desconcertados como el resto cuando Praxímedes me disparó, no sabiendo cómo actuar y esperando órdenes del embajador Zirus. O Dario, como usted lo llama, Willson - dijo el vesperiano difiriendo notablemente de la versión del riteano y apoyando la versión de Laertes de que Zirus, probablemente, no había entrado en la Iculisma para morir de una manera tan absurda e imbécil -. Supongo que tengo que agradecerle que no consumara un asesinato, ¿no? - dijo con sarcasmo medido.

- Permitidme una pregunta sencilla, Gestor Omnios. ¿Quien inició el ataque recientemente acontecido, Persia o Ritea?

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 He obtenido información bastante interesante de la Fragata: Aura Divina.

Camino a la sala médica la misteriosa intervención pública del Gestor Omnios le daba algo de que hablar por el camino que no fuera del tiempo. La situación con Melpurgis estaba tensa así que le venía bien tener de qué hablar. Ahora bien, la supuesta información privilegiada que hacía pública Omnios era, cuanto menos, decepcionante. No sólo eso, sino que no venía de donde creía que la había obtenido, de la Fragata Aura Divina, sino que todos habían podido escucharlo en la Iculisma.

- Las máquinas se lo toman todo al pie de la letra, haciendo que su lógica, a veces, no funcione con los humanos.- Dijo en "petit comité" a Ladi Meyers y los que estuvieran cercanos a ellos dos. Para casi todos quedaba claro que la misión de rescate del embajador había acabado en el mismo momento que el escudo protector que lo rodeaba iba a explotar. Lo demás era buscarle tres pies a un gato o lanzar una bomba de humo para que no se viera otra cosa. Con respecto a esta última idea que se le pasaba por la cabeza sonrió cuando Ladi Meyer hizo la pregunta que ella misma estaba pensando, aunque ella la hubiera planteado de otra manera, conociendo al Gestor Omnios como lo conocía.

Le dará la vuelta a la pregunta.- En la lógica del Gestor Omnios seguro que era Persia, de alguna retorcida manera, quien había comenzado el combate. Ella no iba a intervenir. Dejaría primero que los miembros de la Alianza se recompusieran un poco. Lo necesitaban, visto lo visto. Ritea actuaba y los demás iban tras ella, como podían. Los tiempos en los que Atenas y Esparta lideraban la Alianza llegaban a su ocaso. Se alegraba de tener aún las puertas abiertas a tener al Sargento Winston como su invitado en la Marca, aunque tendría que pulir sus modales, desde luego. No era un diplomático, estaba claro, pero tampoco podía permitir que fuera de gatillo fácil.

En la superficie eso no será posible.

Los Riteanos habían conseguido lo que venían persiguiendo desde el inicio: comenzar la guerra con Persia. Por alguna razón que aún se le escapaba eso es lo que beneficiaría a Ritea. No podía esperar que su limitado raciocinio lograra desentrañar el porqué.

La curiosidad de Melpurgis llamó su atención hacia el representante de los merc, aunque no representaba a nadie, según él.

- Yo puedo darle algunas pinceladas de información mientras nos ocupamos de vuestras heridas, Capitán. Así aguantará mejor el dolor.- Porque iba a dolerle. Todos sabían que la Marquesa se había reunido con los Persas, no creía sorprenderle con eso puesto que se había citado delante de todos, pero sabía de alguno más que había acudido a ver a Serchus. Eso sí, ella no veía que eso llevara a ninguna parte. Lo veía hasta lógico.

Mientras caminaba volvió a dirigirse a Ladi Meyers, en un tono inocente, de niña que pretende saciar su innata curiosidad.

- Ladi Meyers, quizá vos podáis responderme a una duda que tengo acerca de lo que dice el Sargento Winston. ¿Acaso no es una IA "mejor" que una IAR?¿No sería entonces un halago hacia el Gestor Omnios considerarle tal cosa?- No usaba el intercomunicador, pro supuesto, pues pretendía que nadie más la oyera que los que la rodeaban.- ¿Qué problema habría si es que fuera una IA?- En un mundo tan atrasado como la Marca, era normal que su gobernante no estuviera muy puesta en informática, como bien habían demostrado las defensas de la Iculisma.

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A mi modo de ver, Laertes había entendido lo que quería decir, Praxímedes se había extralimitado al disparar al consejero ateniense, aunque estaba seguro que si seguía vivo era porque así lo había querido el ciborg, por lo que los sucesos que a tal respecto eran totalmente lógicos y asumibles, del mismo modo que se vislumbraba una gran animadversión hacia las máquinas por parte del vesperiano.

- Buen trabajo Sargento: Winston. No es necesario que tome medidas adicionales contra el contingente ateniense, arcadiano o espartano.

Felicito al riteano al mismo tiempo que le aclaro la necesidad de no actuar tal y como podían pedirle sus instintos. Después de eso, podía dedicar más tiempo a los demás asuntos.

- Emisario: Urban, IAV: Hades, necesito mostrarles ciertos datos que les serán de gran utilidad y se los remitiré en cuanto sea seguro hacerlo - les informo cuando vuelven a quedar claras las prioridades - Campeón: Eteocles, dentro del grupo de rescate asirio debería localizar a Sujeto: Sechilpo y Sujeto: Sechalpo. No le gustará lo que encontrará tras analizarlos y todo arcadiano empatizará con dicho sentimiento, pero es necesario que lo viva y aprenda todo lo que supone dicho descubrimiento. No se precipite.

Ese último punto era fundamental dado el orgullo de los arcadios.

- Consejero: Lady Meyers, es un hecho que los sistemas de Planeta: La Marca están desfasados. Aniquiladora: IA-Plus es poderosa, mas no tiene el poder de controlar programas externos. Esencialmente soy una IAR de Defensa, que no hubiera entablado combate hasta hoy - lo que era una revelación sumamente importante, dado que me había recuperado de una derrotada para acabar con mi oponente en un tiempo récord - no significa que no entienda de estrategias. Si Consejero: Praxímedes os hubiera querido muerto, lo estaríais. Y acabo de confirmar que Imperio: Persia fueron los primeros en abrir fuego contra las astronaves riteanas, aunque dudo que os fiéis de las palabras de una máquina.

Ya se había retratado en numerosas ocasiones como para intentar que recapacitara, por lo que directamente había optado por aceptar aquella directiva del vesperiano.

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Ladi escuchó los comentarios de la Marquesa y su pregunta final, dibujando una sonrisa sardónica y negando con la cabeza. Apartó un instante el micrófono del auricular y le contestó.

- A mal consejero venís para que os hable de conocimientos tecnológicos, Marquesa. Soy vesperiano y en mi planeta natal desconfiamos de las máquinas demasiado sofisticadas y evolucionadas. Para temas más allá de lo biónico, lo aritmético y la probabilidad... sencillamente no son fiables - dijo dando su opinión personal, extendidísima en Vesperia, y que quizás condicionaba su visión crítica a las IA.

- O el sargento Winston es ampliamente ignorante sobre el tema, lo cual me sorprende ya que es riteano, o realmente sabe mucho - opinó el consejero encogiéndose de hombros -. IA es un término genérico que se suele emplear para referirse en general a todo tipo de Inteligencias Artificales y esa fue mi intención, pese a que Omnios parece ser una IAR. Ahora bien, tengo entendido que existe un sentido específico peyorativo y quizás así lo entendió el sargento. Se refiere a Inteligencias Artificiales rarísimas que, de alguna manera, retienen su consciencia humana y poseen la impresionante capacidad cibernética. Combinados pueden hacer cosas excepcionales. Desde lo mejor a lo peor. Y por este último supuesto, al no ser predecibles sobre su actuación... no son fiables ni deseables - explicó frunciendo los labios -. La Aniquiladora podría ser una IA auténtica... y tampoco me extrañaría que Omnios lo fuera. Hay comportamientos muy humanos en él bajo esa fachada electrónica - opinó desde su visión personal sin intención de denostar al Gestor, sencillamente intuyendo subjetivamente como creía que eran las cosas.

- Si Omnios realmente fuera un IA auténtica... supongo que sus propios compatriotas la rechazarían por lo que he mencionado antes. No sería fiable. Quizás por eso evitaría a toda costa que la consideren como tal o que le siente como un insulto o algo inadmisible para cualquier riteano. Fundamentalmente por miedo, por ambas partes - opinó de nuevo desde su perspectiva -. Si fuera así, Omnios seguiría sus propios designios y no los que los sometidos riteanos creen que le dan para gestionar sus problemas - teorizó el consejero -. Aunque, claro, esos son las apreciaciones de un simple humano no muy puesto en el tema - admitió.

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De nuevo la tranquilidad reinaba en la estación. La amenaza persa había sido neutralizada, pero no olvidarían lo ocurrido aquí. Persia podía ser una amenaza que podía barrerles a todos /8 estaban divididos... quizás, ante lo ocurrido en la estación fuera el elemento necesario para poder firmar una verdadera alianza. Juntos eran más fuertes que separados.

Mientras ponían ahora toda la información relevante de lo acontecido encima de la mesa, Trescaras tenía en mente una preocupación. Tenían que hacer algo con los mercenarios de la estación. Los fieles y traidores tenían fácil solución, el problema se encontraba con los que habían estado en “duda” hasta que finalmente se mantuvieron leales a la Marquesa. Estos para el guerrero no eran fiables. Hablaría después con la Marquesa para cerrar este asunto.

Y cuando tuviera un momento libre, intentaría curarse las heridas. Al fin y al cabo, a pesar de su resistencia, las heridas tarde o temprano le harían mella en su cuerpo.

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Ciertamente Omnios tenía razón en algo que ya ella había pensado cuando lo había escuchado de labios del persa Zirus. "Sechilpo, Sechalpo, vuestra misión ya no es de rescate, ahora es de muerte. Causad tanto daño como podáis. ¡Gloria a Jerjes! ¡Gloria a Persia y Asiria!". En aquel momento se había preguntado cuál era esa misión de rescate, evidentemente era acerca de alguien que no era de la delegación persa, él mismo por tanto excluído. ¿A quién debían "rescatar" los dos esbirros? No había ahondado en su intriga porque los acontecimientos la obligaron a no pensar en otra cosa más que en sobrevivir, ponerse a salvo.

Pero ahora, al escuchar la frase de nuevo, la duda regresó. Y, aún más obscura, la advertencia que el Gestor hacía a los arcadianos acerca de esos dos persas. ¿Quizá después de todo, así como los dos guardaespaldas eran hombres esclavizados y manipulados por Jerjes hasta convertirlos en sus marionetas, también eso es lo que eran los dos nombrados? 

La posibilidad de que el "rescate" se refiriera a alguno de los arcadianos de la Cumbre, quizá el propio Campeón Etéocles, para transformarlo en otra entidad sumisa a las órdenes del Rey Dios rodó por su cabeza consiguiendo un nada despreciable mareo.

¡Había tantas posibilidades, tantas teorías! Y Omnios era tan explícitamente críptico...

Otra cosa, sin embargo, la preocupaba más directamente. Por eso quiso aclararla a los que habían dejado sobre el tapete sus sospechas.

-Señores, acerca de los que nos reunimos con la Delegación persa, yo fui, desde luego, uno de ellos. Soy Ministra de Exteriores de Cripta, y mi obligación es precisamente la de hablar, preguntar intenciones, buscar salidas a las situaciones comprometidas. No, no pactamos con ellos, y las grabaciones de las conversaciones están a disposición de quién quiera verlas. Buscamos razones, explicaciones. ¿Por qué se habían presentado sin estar invitados? ¿Por qué creían que íbamos a aceptar una oferta de sumisión total como la que nos hacían? El transcurrir de los hechos ha demostrado que nada de lo que dijeran tenía una base de verdad, sólo era una punta de lanza introducida con la excusa de la diplomacia para algo mucho más turbio. Un... "rescate". Y, además, acompañado de las intenciones aún más veladas de la Aniquiladora.

Esperaba que Hades llegara ya de su incursión, e imaginaba que lucha, en el ciberespacio. Porque estaba segura de que él respaldaría sus palabras, y de que probablemente aportaría más luz de la que ella podía ofrecer.

-Creo que eso debe preocupar aún más al Racimo, la Aniquiladora sigue operativa, y Jerjes la está esperando ahí fuera. Creo que hemos ganado una batalla, pero me aterroriza que hayan escapado por la puerta del Laberinto, la guerra no ha terminado. 

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HORA LOCAL: 04:15.

El Emisario fue observando una vez reunidos a todos los mandatarios, la tensión se podía notar en el ambiente la descabellada situación que hubo en la anterior reunión crispó las relaciones y las confianzas entre todos. En el caso de Urban, en pocos podía confiar y en casi todos tenía alguna duda.

Los ojos del Emisario se acomodaron en el Gestor Omnios y afirmó a sus palabras, luego miró a Perséfone, parece ser que la riteana tenía información crucial para ellos dos.

<< Que clase de información habrá obtenido el Gestor… >>

No podía llegar a imaginarla, muchas hipótesis pasaba por su mente pero ninguna tenía el suficiente peso como para barrer a las otras. Sus ojos se pusieron en Ladi Meyers, se podía verle mucho mejor y su razonamiento no tenía excusa, bien era verdad que los sistemas de vigilancia de la estación podrían estar manipulados.

- “Entonces deberíamos de poner serenidad y un voto de confianza como bien ha hecho Perséfone, informando de su reunión con los Persas.” –

Siguió observando a todos los demás – “¿Alguien más fue a hablar con el embajador?” – sus ojos volvían a mirar a todos los presentes – “Deberíamos de sincerarnos, la situación se va a volver caótica si lo de Terra era cierto.” – luego añadió – “Una vez hayamos hablado todos, podemos empezar a hablar sobre los diferentes asuntos, la guerra con los persas y la IA. Pero primero deberíamos de consolidar esta alianza, por lo menos buscar un objetivo común. Que espero que sea la destrucción de esos sucios persas." - 

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Dudas muy bien, máquina, si es que existe en tu programación el concepto de duda, se dijo el consejero asintiendo con la cabeza, escuchando por el intercomunicador camino de la enfermería. Y por él contestó al de Ritea.

- Qué curioso. Creí que fue la IA quien, de manera externa y remota, destruyó vuestros xombies, causó problemas en los programas de las naves y controló la programación de los tecnomuertos que asesinaron a dos delegadas, Gestor - dijo con cierto tono irónico, desmontando su afirmación -. A no ser que usted tenga razón y lo hizo alguien desde dentro - añadió dejando las asunciones en el aire. Escuchó la afirmación de la computadora riteana sobre Praxímedes y contuvo con parsimonia una carcajada de incredulidad.

- Entonces, según usted, tengo que agradecer a su máquina asesina que solo me dejara "al borde la muerte". La capacidad de los filósofos riteanos de medir la vitalidad de los oponentes para "casi matarlos" es sorprendente. Sin duda se habrán entrenado en ese arte durante los encuentros filosóficos en los ágoras de Ritea. Debe ser apasionante ver un debate, disparándose los sofistas con pistolas láser ante cualquier desavenencia filosófica. Ahora comprendo por qué están tan acorazados - dijo no pudiendo evitar cierto sarcasmo -. Permítame que disienta ante su afirmación. Si estoy vivo es por la intervención del Rey Leónidas de Esparta y de Helicaón de Arcadia, a los cuales sí que debo mi vida y gratitud. No a su letal soporte de consola - rebatió totalmente al riteano.

- Por último permítame de nuevo hacer una apreciación, Gestor. Es bueno saber que posee programaciones tácticas y estratégicas. Pero el que Zirus llamara "rescate" a otra cosa que no fuera su propio rescate, ni es táctica ni es estrategia. Es solo intuición y presuposición. Especulación. O mentira descarada para distraer la atención. Algo nada habitual en una IAR - apuntó -. Zirus abortó esa misión de rescate en el segundo 1 en que supo que iba a morir. No antes. Y si el rescate no tenía que ver con él... sería ridículo pensar que todo el plan supremo se abortara solo porque él no iba a vivir para verlo. ¿No lo cree, Gestor? A no ser, claro está, que él era el objetivo, desde mi subjetiva opinión, de ese rescate.

Y el resto patrañas.

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Acompañó al resto del grupo tras la batalla, mantuvo su habitual y calmado silencio mientras escuchó el intercambio de palabras de los presentes. Sin embargo cuando la conversación comenzaba a tornarse farragosa Helicaón decidió hablar para que los puntos de interés que a él le preocupaban quedaran claros y expuestos antes de que se continuaran debatiendo asuntos diversos.

—Me gustaría poder inspeccionar las armas de los hombres de confianza del embajador Ziro. Quiero saber de primera mano la tecnología con la que cuenta el enemigo para hacerme una idea de a lo que nos enfrentamos y creo que soy el más cualificado de todos para hacerlo. Por supuesto devolveré las armas a sus actuales portadores tras el estudio y facilitaré informes sobre las mismas a cualquier planeta de la Alianza de Damocles que lo desee.

Dicho eso el suprahumano se retiró el casco, que protegía su dorada cabellera, y liberó sus esculpidas facciones. Con bastante comodidad recogió su melena rubia peinándola hacia atrás para que no le molestara durante el resto del parlamento y accedió a las demandas de los presentes.

—Yo me reuní también con el embajador Ziro en representación de Arcadia. Las grabaciones por supuesto están a disposición de quién quiera verlas, no tengo problema en eso. No tenía intenciones reales de llegar a un acuerdo con él pero sí deseaba saber que intereses manejaban. Conseguí averiguar uno de ellos que es sumamente importante y aterrador a la vez. Ahora carece de algo de sentido pero cuando lo explique confío en que todos los presentes lo entenderéis bien.

El suprahumano hizo una corta pausa en su relato, momento en el que aprovechó para guardar su lanza de combate. Había continuado con el arma desde que había finalizado el combate, pues si algo le había enseñado la reciente experiencia es que en Iculisma nunca es extraño ser atacado.

—Sechilpo y Sechalpo son una torpe y oscura perversión persa de lo que yo soy, un suprahumano. Jerjes desea crear una raza de suprahumanos, pues al parecer conoce de nuestra superioridad, para fines que prefiero no imaginar. Sus intentos han fracasado de forma estrepitosa como hemos podido comprobar hace unos instantes pero la intención es real y es de suponer que seguirá intentándolo. La negociación no es una opción y menos después de los sucedido. Los persas vienen a por nosotros y debemos dejar de ser esa lenta y atrofiada organización que únicamente sirve para discutir. Si queremos sobrevivir tenemos que empezar a actuar. No puede haber otra Alejandría.

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HORA LOCAL: 04:15.

Seguramente la intervención del sargento no serviría para complacer al consejero de Atenas, pero empezaba a considerar fútil intentar explicarle los errores en sus razonamientos, por lo que opté por ignorarlos en beneficio de otras cuestiones.

- Su respuesta no es totalmente exacta Suprahumano: Helicaón - matizo al haber sacado el tema ante todos - Los dos sujetos fueron formados gracias al material genético de suprahumanos arcadianos emboscados y muertos con ese propósito por Imperio: Persia. Es decir, básicamente son clones de vuestros congéneres.

Como las astronaves persas aún podían escuchar nuestra conversación no quería decir mucho más al respecto, pero sin duda tenía ideas al respecto, del mismo modo que la tenía a cierto nexo de las palabras del emisario y la ministra.

- Las intenciones de Aniquiladora: IA-plus son claras. Es su deseo servir a Rey: Jerjes, aunque confío en que recapacite antes de que sea traicionada por los humanos que la acompañan.

Era llamativo lo pronto que revelaba unos datos frente a otros, todo ello más que justificado desde mi punto de vista, pero tan pronto revelaba datos aparentemente sin controlar mis palabras, como también me iba al lado opuesto.

TRANSCURREN DIEZ MINUTOS:

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DÍA: 29 ENÉ KAI NÉA.

HORA LOCAL: 04:20

El combate había terminado hace diez minutos y ahora nos reunimos en una nueva sala de reuniones dispuesta para ello. La Marquesa se encargó de sanar a los más heridos por el cobarde ataque persa. Ahora, en reunión nuevamente, comienzan las típicas discusiones, sobre todo entre Meyers y los Riteanos, por el asunto del ataque de Praxímedes, ataque completamente injustificado. Por suerte, Omnios declina a realizar cualquier clase represalia por el ataque al cyborg, pues yo hubiese asesinado al "filósofo" por lo que hizo sin ninguna duda y no aceptaría increpancias por ellos.

Intentando que la discusión se acabe, levando las manos hacia ambas partes y hablo:

 - "Espero que, para evitar incidentes de esta naturaleza en el futuro, le quede claro a todos los presentes que a las palabras solo se les responde con palabras y que disparar un arma hacia su acusador es la peor manera de intentar negar algo que es falso. Si confiar o no en alguien de los presentes por ser IA o no, eso queda en cada uno pero, al aceptar formar parte de esta alianza, aceptamos de forma tácita el dejar a un lado esas diferencias."

Hago una muy pequeña pausa antes de continuar:

 - "Tal como insinuó el Rey Leónidas, los persas han eliminado toda duda posible de que son el único y más grande enemigo de todo el Racimo de Damocles. Sus intenciones nunca han ido de unidad y respeto sino de conquista, esclavitud y muerte. Es hora de que todo tema entre nosotros pase a ser secundario y nos enfoquemos en acabar con ellos, si deseamos un mañana para nosotros."

"Y el que no sea capaz de hacer a un lado las diferencias, que tome sus mierdas y se vaya a morir solo pues más ayuda el que no estorba."

Entonces escucho lo que dice Helicaón de su reunión con Ziro, de la que yo ya conocía los detalles y luego la respuesta de Omnios, para complementar:

 - "El material genético conseguido de hermanos caídos no fue trabajado de forma exitosa por la limitación persa en ese ámbito tecnológico, con el resultado que vimos. Decir que esos mutantes deformes eran clones de suprahumanos tiene la misma precisión conceptual que decir que el termostato de mi camarote tiene una IA igual que usted."

Niego con la cabeza antes de continuar:

 - "Las desagradables perversiones creadas por Jerjes en su intento de conseguir la perfección suprahumana, no ha dado como resultado más que unos mutantes ligeramente superiores en físico a humanos normales pero con una gran serie de limitaciones que los limita a tropas de choque. Es por eso, que Ziro nos ofreció gran cantidad de regalos a cambio del permiso para estudiarnos más a fondo en su intento desesperado por poseer un ejército perfecto con el que subyugar a todos."

Quizás no todos los presentes estén familiarizados con los suprahumanos, pero los presentes en el final de Dario y Exedor pudieron comprobar el poder de mi raza mas la limitación que tenemos es el escaso número. La concepción de suprahumanos es un proceso sumamente complejo que hace siglos no se practica. Si los persas pudiesen replicarles en masa, con los recursos que poseen, serían un ejército imparable e invencible.

AÑO: 783 D.

MES 2: METAGITNIÓN.

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DÍA: 29 ENÉ KAI NÉA.

HORA LOCAL: 04:30.

ENFERMERÍA DE LA ICULISMA

Tumbado en la camilla, siendo tratado por la Marquesa, Ladi abrió los ojos sorprendido, pese a estar parcialmente drogado y con ganas de no atender a nada. Se dio cuenta que tenía puesto el auricular y se lo quitó mirándolo incrédulo después de lo que oía del sargento riteano.

¿Sentimientos? ¿Omnios? ¿Cuando he dicho que esa batidora los tenga?, se preguntó incrédulo ante las palabras de Winston. Tenía muchos calmantes, quizás lo había dicho y no había sido consciente de ello ni lo recordaba. Trató de pensar y recordó que había hablado en privado con la Marquesa algo relativo a la consciencia y el comportamiento humano que podían darse en IA auténticas y quizás, por qué no, en el propio Gestor. Aunque de eso a tener sentimientos... había un trecho enorme.

Quizás los de Ritea han puesto micrófonos por todas partes y los marqueños ni se han enterado, concluyó encogiéndose de hombros. A esas alturas lo mismo daba.

- Al cuerno - dijo entre dientes mientras desconectaba el pinganillo durante unos minutos, se abstraía de comentarios sin pies ni cabeza en ese tiempo y hacía más fácil la labor de la Marquesa.

AÑO: 783 D.

MES 2: METAGITNIÓN.

MENÓS PHTHINONTOS: LA DÉCADA DEL MES QUE SE ACABA.

DÍA: 29 ENÉ KAI NÉA.

HORA LOCAL: 04:30.

El Emisario escuchó a todos los representantes que iban hablando y dando su punto información. Su atención se puso en Ladi Meyers al escucharlo como hablaba con los riteanos, el general óxido no entró en el trapo de aquella disputa.

Su atención se centró en el famoso herrero de Arcadia, Helicaón el Dorado. Parecía ser que era el asunto de Sechilpo y Sechalpo afectaba a Arcadia, los persas no tenían pudor en experimentar y crear barbaridades, aunque poco le importaba eso al tecnomuerto, aún así los comprendía ya que al ver la tecnología de los tecnomuertos en el antiguo guerrero de los 300, sintió rencor hacia los persas por mancillar la propia tecnología originada en su planeta.

Las palabras de Eteocles llegaron a los oídos de Urban, aquel era un claro ejemplo de los suprahumanos, uno al que tener respeto por sus ideales y sus convicciones férreas por sus pensamientos.

- “Si la IA se encuentra al servicio de Jerjes tenemos un gran problema, Gestor Omnios realizando una probabilidad ¿Qué tanto por ciento tenemos de que esa IA de la vuelta y se ponga en contra de sus supuestos dueños actuales?” –

Eso era algo interesante, si la IA estaba de lado de Jerjes era un enemigo a tener en cuenta.

- “¿Se sabe algo de la concentración de energía?” -

AÑO: 783 D.

MES 2: METAGITNIÓN.

MENÓS PHTHINONTOS: LA DÉCADA DEL MES QUE SE ACABA.

DÍA: 29 ENÉ KAI NÉA.

HORA LOCAL: 04:15.

Perséfone recibió y contestó un comunicado privado. Tras ello dudó unos segundos, estaba esperando a Hades, su Señor. Pero era evidente que el Monarca la encontraría allí donde ella estuviera.

-Octo, acompáñame. La Marquesa me necesita en la Zona Médica, así me lo ha transmitido Caobán. Pero después de todo lo sucedido, prefiero ir protegida. Nunca se sabe.

Después se dirigió a los dignatarios en la Sala.

-Les reitero la petición del Rey Hades, no ataquen a la formación de energía que se está formando, esperen a que él se comunique primero. Repito que está convencido de que es una entidad amiga, o por lo menos no hostil. Gracias.

Tras lo cual salió hacia la enfermería, sin separarse de su droide.