Partida Rol por web

Disturbios en la Colmena

Tercera parte: Reunión

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08/12/2014, 15:21
Hermana Isolda

Isolda asintió a Orionus mientras se situaba en la plataforma, si hubiera sido una noble de cualquier otro planeta se habría sentido alagada por el hecho de que todos se preocuparan por su seguridad, pero era una Sororita y, por tanto, una luchadora, y eso la hacía sentirse inútil y un estorbo, pero demostraría con su revolver que aún podía ser una gran luchadora.

Cuando la plataforma comenzó a acelerar y ella se sintió desequilibrada, hizo además de cogerse de la barandilla, pero con la mano que ya no tenía, así que gruñó de frustración y se agarró con su mano derecha, para asegurarse de no caerse, aunque no pudo evitar (y nunca reconocería) que se estaba mareando un poco ya fuera por las heridas, el shock, el maldito ascensor o todo a la vez, por lo que cuando llegó a su destino, tardó un poco en soltarse, pues no quería caerse.

Escuchó las órdenes del arbitres y se situó tras él- Gracias, Boulder -dijo al asesino mientras sacaba el revolver y se disponía a seguir al arbitres, cubriéndole las espaldas mientras él la cubría a ella con su escudo.

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09/12/2014, 19:55
Taikel

El apresurado descenso me pilló desprevenido pero me dediqué a hacer equilibrios sin agarrarme a nada. Era casi como la sensación de baja gravedad a la que estaba tan acostumbrado. Lo peor fué la llegad pues perdí el equilibrio y me arrodillé para no caer del todo. Sacudí la cabeza y con una sonrisa miré hacia arriba. El adepto confirmó lo que ya sabia por el ligero cabio en la fuerza gravitatoria. Estabamos muuy abajo. Al haber nacido en una nave y vivir casi toda mi vida en el espacio, uno era bastante sensible a esos cambios. 

Escuché las ordenes del Aribtes a las que ya me estaba acostumbrado y me concentré durante unos instantes. Estaria algo desconcentrado puesto que aparecieron a nuestro alrededor unos fantasmas de la disformidad, emitiendo sonidos desgarradores. 

Ya habia visto antes estas cosas y estaba acostumbrado por lo que los observé mas con curiosidad que con terror. 

- Tranquilos, son inofensivos. - Dije tratando de calmar a mis compañeros que probablemente no tendrian ni idea de que estaba ocurriendo. -  No son nada. - Dije totalmente serio, sin rastro de mi habitual pose bromista. 

- Tiradas (4)

Notas de juego

Detectar vida: Tirada 9+3+4 = 16 UP7. Derrame de 1. Detecto a un radio de 60m. 

Fenomenos Psiquicos (Por sacar un 9): Fantasmas de la disformidad: Varias apariciones fantasmales se manifiestan alrededor de 3d10 (16) metros, Revoloteando y aullando de dolor durante unos breves instantes. Todo personaje que se encuentre en el radio deberrá pasar una tirada de Voluntad o ganará un punto de Locura. (Sorry por acojonaros a todos.)

 

(Espero que Isolda no me pegue un tiro)

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10/12/2014, 00:06
Director

La súbita aparición de los fantasmas os pilló completamente por sorpresa, y sus gritos os llenaron de una angustia indescriptible. Arcturus incluso soltó el orbe, que siguió iluminando la sala desde el suelo, para taparse los oídos.

Sin embargo, quien reaccionó de peor forma fue heinrich, varios fantasmas se manifestaron directamente donde se encontraba y atravesaron su cuerpo por completo. El soldado jadeó como si se hubiera quedado sin aire y cayó sobre sus rodillas tembloroso y con la boca entreabierta con expresión de aturdimiento

- Tiradas (8)

Notas de juego

Lo siento Heinrich, pero tienes la negra. 4 Puntos de Locura

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10/12/2014, 00:28
Director

En tu aturdimiento agónico, el mundo se vuelve oscuro. Aún tienes grabado en tus mutantes pupilas la silueta de uno de sus fantasmas, como un luminoso holograma en la oscuridad, que se va deformando, pero no se disipa sino que cobra una nueva forma, cada vez más y más nítida.

- ssssssss... - una voz suave, un siseo, se escucha como si viniera de muy lejos

la silueta parece humanoide, se inclina hacia ti y extiende un brazo

- sssoooool... -

Cuanto más se acerca a ti más alargada parece la figura, su cara se transforma en un morro picudo, y sus dedos en garras afiladas. No puedes moverte, y en un instante el ser tiene la mano sobre tu cabeza y su cara contra la tuya, su enorme y horrible pico dentado se abre por completo con tanta voracidad que parece que vaya a comerte, y el susurro se vuelve en ese último instante un grito furioso

- SSSOLDAADO -

Notas de juego

En cuanto alguien te agite el brazo, o algo, sales del trance.

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10/12/2014, 18:20
Orionus Boulder

Orionus sabiendo que iban a bajar tantos metros se puso la mascara (respirador). Hieronymus los organizo, consensuando si estábamos de acuerdo con la formación. Él prometió a Isolda que la protegería hasta que pudiera valerse perfectamente o ella no requiriera su ayuda.

Por eso Orionus contesto "Gracias Hieronymus, yo cubriré a Isolda" en ese momento el elevador bajaba a más velocidad y se agarro a un asidero mientras sujetaba el rifle automático con la otra mano. Cuando llegaron Orionus se puso a medio metro de Isolda delante de ella pero sin taparle la visión por completo para que ella pudiera tener cierta percepción del paisaje y posibilidad de atacar o evitar un ataque.

Cuando iban saliendo del elevador, Orionus quito el seguro de su arma y se adentraban en un recinto industrial abandonado se iban quedando sin iluminación. Sus compañeros sacaron esferas de luz, gafas de visión nocturna y cuando se escucho una sugerencia de exploración enviaron al servocraneo a explorar el lugar.

Orionus pensó que el grupo necesitaba más iluminación saco otra esfera de luz que activo orientado a la cintura para que alumbrara el suelo y un área decente para tener una buena visión y no se manifestara mucho a lo lejos su posición.

Continuaron caminando cuando comenzó a escucharse unas cacofonías y aparecer unos espectros mientras nos decía Taikel.

"Tranquilos, son inofensivos" "No son nada"

Orionus se extraño porque era la primera vez que veía esos espectros y desconfiaba que fueran inofensivos mientras no sintiera dolor o malestar físico por eso apunto sobre ellos con suavidad siguiendo sus movimientos contestando "lo que tu digas Taikel pero como me ataque uno, descargare una ráfaga de balas sobre ellos". Luego vimos como un par de espectros flotaban alrededor de Heinrich y traspasaban su cuerpo mientras Orionus se aguantaba para no provocar a los espectros y pronunciaba "hmmmm mald mejor me cayo" "¿te encuentras bien Heinrich?".

Notas de juego

No recordaba si llevaba la mascara por eso me la pongo.

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10/12/2014, 23:14
Urtzi Chrom

Siguiendo las indicaciones del tecnosacerdote, Urtzi inició las secuencias de runas para hacer hibernar al espíritu máquina del elevador y dejarlo preparado para su posterior reanimación cuando les fuese necesario. Le resultó reconfortante el corto proceso de reprogramado. Incluso durante una milésima de segundo le pareció estar de vuelta en su mundo forja trabajando para el Fabricador Zeth. Pero la contundente realidad no tardó en hacerle recordar que su situación era otra bien distinta.

A pesar de regresar a aquel agujero en lo más profundo de la colmena, Urtzi esbozó una ligera sonrisa de satisfacción por el trabajo bien hecho. -Todo listo, señor Homron.- Confirmó al arbites con más ánimo y se apresuró a ocupar su lugar en la formación. Sujetó con firmeza la correa de su fusil preparado para usarlo si era necesario. Caminando lentamente y con el rostro ya más serio y centrado, el adepto repasaba mentalmente y de manera metódica el escueto entrenamiento de combate que recibió al pasar a formar parte de la Inquisición. Pero a pesar de estar concienciado para aceptar lo peor que pudiese ocurrir, en un recóndito lugar de su mente una voz le pedía a gritos que saliese corriendo. Decidió no escucharla. 

Pero el azar no quería dejar tranquilo al pobre adepto... Unos aullidos y lamentos distorsionados resonaron en la oscura estancia. Urtzi empuñó su rifle como respuesta a lo que podría ser alguna clase de amenaza. Pero enseguida se daría cuenta de que era inútil. Unos espectros hicieron su aparición cerca del grupo con unas expresiones terroríficas en sus rostros. "¡Te lo dije!" Oyó desde aquel lejano rincón de su mente. Un sudor frío cubrió la frente del adepto y su rostro se paralizó en un grito mudo ante el horrible espectáculo que estaba presenciando. "Eres un acólito de la Inquisición... Eres el instrumento del Emperador para llegar allí donde otros no pueden..." Recitó mentalmente de manera automática para afrontar aquella terrible situación de la única forma que sabía. Por suerte para la salud mental del adepto, el sobrenatural duró a penas unos segundos.  

Cuando Urtzi se recuperó de la experiencia, se encontró abrazado a su arma y dominado por un temblor que no parecía querer remitir en un corto plazo. Miró todavía asustado al resto del grupo y su mirada se detuvo en el psíquico autorizado. -Por la gracia del Omnissiah...- Consiguió articular en a penas un susurro a pesar de las palabras tranquilizadoras de Taikel.  Había leído sobre leyendas de espíritus y también sabía que el inmaterium a veces rompía el velo que lo separaba de la realidad. Pero jamás se hubiese imaginado ser testigo de tal clase de evento. Todavía haciendo un esfuerzo, a todas luces sobrehumano para el frágil adepto, intentó sujetar su fusil con la firmeza que pretendía desde un principio. Su rostro, lejos de expresar determinación, ahora expresaba cautela y precaución. Como si de un animal a punto de ser cazado se tratase, los sentidos de Urtzi se habían agudizado como respuesta primordial de supervivencia. 

Notas de juego

Los que fallamos la tirada de voluntad (sin un 100, quiero decir :P) también nos llevamos un punto de locura, no?


Master: Exácticamente

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11/12/2014, 04:47
Gianna Anzerani

- soldado Gianna, confío en vuestra capacidad ofensiva - dijo mirando la potente escopeta que empuñaba - ¿iríais detrás de Heinrich como su apoyo?

Me encojo de hombros y me adelanto, poniendome detras de Henrich. Llevando una escopeta, mejor delante que atras. Ademas, si tengo que darle alegria al lanzagranadas, cuanta menos gente se me ponga por delante mejor.

En las minas abandonadas a veces hay gases acumulados, asi que decido ponerme la mascara de gas. Son molestas, pican y hacen que el aire sepa raro. Son, resumiendo, un coñazo. Pero prevenir alarga la vida, asi que no tengo ninguna intencion de sacarmela mientras estemos aqui dentro.

Apenas he terminado de ponermela cuando veo como unos seres de pesadilla atraviesan a Heinrich y pasan a mi lado. Solo el hecho de que aun tengo las manos aun cerca de la cabeza me impide disparar por puro gesto reflejo. Por fortuna ademas, ya que si han atravesado el cuerpo de Heinrich, mis balas ignorarian a los fantasmas para cebarse en el. Se me erizan los pelos de todo el cuerpo y aprieto los dientes con fuerza para evitar que me castañeen, los oidos me chirrian con los lamentos de los espectros y atraviesan mis tempanos, una sensacion de mareo y abandono asoma por mi mente... Pero consigo controlarme.
Estoy aqui para hacer cumplir la voluntad del emperador, para acabar con sus enemigos. Por eso me aliste en el martillo (ademas de para salir de mi mundo natal), y por eso me alegro ver que la sagrada inquisicion imperial decidio ponerme a su servicio. Unos chillidos no van a detenerme. 
Sin embargo, cuando oigo a Taikel decir que son inofensivos, no puedo evitar mirarle con una furia que gracias a la mascara no se nota. Cretino... Con razon en mi unidad nadie queria tener cerca a estos tipos. Siempre acaban liando alguna.

Me fijo en Heinrich para ver como esta. No estoy segura de que me caiga bien, pero es un compañero. Luchamos todos juntos, o morimos. Aqui abajo solo nos tenemos los unos a los otros.

Esta en el suelo arrodillado, tratando de respirar y con una mueca de terror en la cara. Le pongo una mano en el hombro y le hablo, pero no parece siquiera darse cuenta de que esto enfrente suyo. Es igual que el panico del frente, asi que seguramente se cure igual. Es algo que le hace a uno hacer tonterias como salir corriendo de un refugio aunque fuera llueva fuego y acero, o ponerse a disparar a todo lo que no sea el, incluso a los camaradas de toda la vida. Uno no diferencia ni piensa de forma normal, solo piensa en salvar el pellejo atacando o alejandose de cualquier cosa que en su locura, perciba como una amenaza. Lo se bien, lo he visto mas de una vez, y sufrido un par de veces tambien. 

De momento esta tranquilo, pero antes de que de repente explote y haga alguna tonteria, decido aplicar la cura que todo aquel que ha estado en el frente conoce tan bien: Bofetadas.

Con una mano, sujeto con firmeza su cabeza por la barbilla y fijo su mirada en mi- Espero que sepas perdonarme camarada, es por tu bien -Hablo con suavidad, de forma casi maternal, aunque mi voz se distorsiona a causa de la mascara de gas. Sin mediar mas palabras, con mano experta le aplico dos bofetadas en la cara con fuerza, con intencion de que le duelan, pero sin pretender hacerle autentico daño.

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11/12/2014, 13:04
Heinrich

La conmocion de la terrible vision anula al experimentado soldado por un instante, El fantasma no solo lo habia atravesado, si no que habia dejado tras de si una impronta en la psique y el animo de Heinrich. El terror de la imagen de ese maligno morro picudo, sus dedos como garras afiladas, sus ojos asesinos y su voz de ultratumba que le gritaba con el odio de los corruptos a la pureza del Imperio. 

Heinrich no habia podido soportarlo y se encontraba arrodillado con un grito de terror pugnando por romper el silencio que les rodeaba, pero que no salia porque el terror habia congelado hasta la funcion mas basica del soldado.

Gracias al Emperador, Gianna no habia tenido que lidiar con ninguno de los malditos espectros, e, ignorante del estado de su compañero, o de unos conocimientos basicos sobre el inmaterium y los espectros atormentados que en el habitaban, recurre a la simple violencia fisica, primer recurso de la Guardia Imperial, para recuperar al soldado de su trance.

Cuando el dentado pico del horrendo ser esta a punto de devorar la cara de Heinrich, la bofetada de Gianna le devuelve al mundo real.

-Por los santos cojones del bendito Emperador! Que demonios era eso?? Donde esta el maldito cabron??

Dice Heinrich incorporandose rapidamente con su escopeta en mano, al fin libre de las ataduras del miedo, apuntando en las posibles direcciones por las que podria haber huido el ser.

-Donde esta!!!??

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11/12/2014, 19:15
Hieronymus Homron

Al arbites se le puso la carne de gallina cuando vió aparecer las fantasmagóricas figuras primero alrededor de Taikel, que tenía los ojos en blanco en ese momento y luego éstas se dispusieron alrededor de Heinrich que no pudo evitar chillar en el suelo. El arbites a punto estuvo de volarle la cabeza al psíquico sospechando que había sido poseído por la disformidad cuando éste, recobrando la compostura dijo un nada tranquilizador "no son nada".

Al viejo cada vez le gustaba menos aquella situación, nunca había confiado en los psíquicos y cuanto más tiempo pasaba cerca de uno de ellos aún tenía más clara su postura. Primero aquello de hurgar en las mentes de los prisioneros que había propuesto, luego, hacerlo en la mente de un cadáver y ahora aquellas figuras funestas. El regulador no entendía porque no hacía aquello rodeado de un equipo de asalto del arbites, seguramente mejor equipado y entrenado que aquel variopinto grupo. A fin de cuentas aquello cada vez tomaba más el cariz de una redada en las que tanta experiencia tenía. Pero, a fin de cuentas, el viejo confiaba en el criterio del Inquisidor, si éste había elegido aquel grupo en particular, disponiendo de todo el poder del Imperio, sus razones tendría y el debía confiar en tal criterio. Muestra de ello era la soldado Gianna, que había demostrado una gran entereza ante las apariciones y que, con dos sonoras bofetadas había devuelto la razón a Heinrich.

No obstante, cuando éste se estaba incorporando, dijo "por los santos cojones del bendito Emperador", esto hizo que el arbites saltara como un resorte, diera dos pasos hacia el soldado y le diera una tercera bofetada que resonó tan fuerte como las anteriores.

- No toleraré blasfemias en mi presencia - dijo con un tono gélido y miró a Heinrich a los ojos, cubiertos por su visor opaco, sosteniéndole la mirada.

Hecho esto, ayudó al soldado a ponerse en pie y le dió un fuerte abrazo, una rara muestra de afecto por parte del viejo. Pues sabía cuanto afectaba al soldado la presencia de la Disformidad y cuánto había sufrido y perdido éste por ella. Pues los gritos le habían recordado al mismo muchacho, gritando de igual forma en el suelo de una cueva. Las similitudes eran demasiadas. Ojalá aquello no fuera premonitorio.

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11/12/2014, 19:30
Hieronymus Homron

Mientras le abrazaba, Hieronymus susurró a su oído - Recomponte amigo. Te necesito para salir de ésta. ¿Puedo contar contigo? - y le soltó, para volver a ocupar su puesto en la formación que él mismo había indicado. Volvió entonces la vista hacia Heinrich, como si esperara entonces una respuesta por parte de éste.

Notas de juego

El arbites se coloca los filtros nasales.

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12/12/2014, 03:23
Director

Tras el sobresalto inicial del suceso provocado por tus poderes te das cuenta de que percibes un único ser viviente casi en el límite de tu alcance, en una dirección que tal vez podáis tomar siguiendo el pasillo que suponía vuestra único camino a seguir.

Por su vigor, y teniendo como referencia a todos vosotros, dirías que tiene una esencia sensiblemente más intensa que la de un humano medio, pero no tanto como para pensar que se trate de una criatura grande.

Notas de juego

Casi se me olvidaba.

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12/12/2014, 12:34
Heinrich

Heinrich asiente, agradecido al veterano arbites por la muestra de afecto que le ha hecho recuperar la compostura.

-Continuemos.

Dice lanzando una ultima mirada de desconfianza al psiquico. Desde la mina, Heinrich no veia con muy buenos ojos los tratos con la disformidad.

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15/12/2014, 13:49
Hermana Isolda

La actitud de caballero andante de Orionus no hacía más que poner en tela de juicio a Isolda, pues ella se sentía agradecida por ello y a la vez como si no valiera nada, y ella tuvo que ganarse todo en su mundo orfanato donde fue criada y consagrada al Emperador.

Isolda no pudo evitar murmurar unas cuantas palabras ante la aparición súbita de esos seres de la disformidad que podrían haber sido atraídos por las letanías que recitaba el psíquico- Psíquico, controla esos seres -le exigió aunque no estaba en posición de exigir nada dado su estado, aunque el Emperador se la había aparecido y la había cortado la hemorragia, pero en ese momento Heinrich pareció verse afectado.

Pero en ese momento Gianna pareció devolver en sí a Heinrich, que no pudo evitar soltar esa blasfemia. Isolda se giró hacia él mientras alzaba el revolver para apuntarle, pero algo en ella la detuvo cuando estaba a medio camino. Ese hombre la había salvado del servidor. Ese hombre había cuidado de ella mientras llegaba la ayuda, y no podía ejecutarle así, sin más, además de que no tenía esa autoridad ahora mismo en ese lugar y en esa situación. Cuando escuchó la reprimenda del arbitres, Isolda bajó el revolver y no pudo evitar mirar al soldado con los labios fruncidos- Si quieres soltar palabras hazlo, pero no mentes al Bendito Emperador, el cual no tiene la culpa de lo que ha ocurrido -la voz sonó más gélida de lo normal, más de lo que había querido, pero estaba luchando en su interior entre su entrenamiento dogmático e inflexible y una situación en la que se tenía que "adaptar"- Puede que una penitencia cuando esto termine no venga mal -pensó para calmar su batalla interna- sí, se le impondrá una penitencia por blasfemar.

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15/12/2014, 15:37
Urtzi Chrom

Urtzi, todavía convaleciente por el reciente trauma, escuchaba las voces de sus compañeros como unos meros ruidos de fondo amortiguados por alguna clase de aislante acústico no muy efectivo. Su hacía cábalas sobre qué otros horrores debía enfrentar precedentes de la caótica marea que suponía en Inmaterial, pero sin atreverse a conjeturar si realmente estaba preparado para ello. Estaba tan absorto que no pudo evitar sorprenderse con el sonido de las bofetadas que Gianna propinó a Heinrich para hacerlo volver en sí. El adepto parpadeó al despertar de su ensimismamiento buscando nervioso el origen de aquellos sonidos, como si otra amenaza se cerniese sobre ellos.

No pudo evitar respirar aliviado al ver que no se trataba de ninguna clase de peligro si no tan solo de un acto de compañerismo. Su mente hizo todo lo posible para enterrar en lo más profundo de su ser aquellos miedos despertados por las terribles visiones que había experimentado y, una vez conseguido, Urtzi se aclaró la garganta para poder hablar en un tono de voz audible. -Creo que deberíamos continuar cuanto antes.- Consiguió articular con visible esfuerzo y una voz un tanto temblorosa y afectada. Al instante se percató de ello y dirigió su mirada al suelo esperando la réplica de alguno de sus compañeros. A penas se habían adentrado y mucho menos enfrentado a un peligro real y el coraje del adepto ya se había puesto a prueba con dudosos resultados. Pero todavía estaba ahí y no tenía ninguna intención de dar un paso atrás. 

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15/12/2014, 22:43
Director

Mientras hablabais los espectros se habían desvanecido en el aire tan inesperadamente como habían aparecido. Aún tardasteis unos instantes en recobraros por completo y continuar vuestro camino por los pasillos de lo que antaño fuera un gran complejo industrial, ora por una sala cuyo techo no había colapsado, ora atravesando un gigantesco boquete en una pared.

El aire en el ambiente se notaba denso y viciado, pero era respirable y no excesivamente desagradable. Tras avanzar varias decenas de metros (tarea nada fácil por todos los escombros en el camino) volvisteis a escuchar el ruido sordo del servocráneo que había desaparecido en aquella dirección segundos antes de la aparición sobrenatural. Tras buscarlo unos instantes con las linternas lo ubicasteis avanzando a través de pequeños huecos imposibles para vosotros, pero adecuados para su tamaño, pero hasta un instante después no os percatásteis...

¡Había dos! Dos servocráneos flotaban en vuestra dirección con mucha rapidez. Solo cuando se encontraron a media docena de metros de vosotros uno de ellos se detuvo por completo y emitió un extraño, breve, e inentendible gorgoteo de tono grave, similar a como sonaría la voz de un hombre con un objeto tapándole la boca. Inmediatamente después volvía con igual rapidez por la dirección de la que había venido.

- Tiradas (7)

Notas de juego

Espero que Taikel me perdone que sigamos avanzando sin que postee, pero quiero acelerar esto un poco.

Aquí esta aquella tirada de "rastrear" de Heinrich, ninguna posibilidad de perderos por las ruinas del complejo (lo se, no me deis las gracias todos a la vez, no se merecen).


Taikel: dispones de un turno completo para actuar contra o hacia el servocráneo si quieres.

Isolda y Gianna: habéis fallado por muy poco, tenéis media acción contra o hacia el servocráneo si queréis.

(Me he equivocado con las dificultades para Taikel y Urtzi (sobre todo Urtzi, incluso le he llamado Ezraen xD), en cualquier caso solo Taikel la supera.)

PD: si tenéis la feliz idea de dispararle, (a quien quiero engañar, vais a hacerlo) tenéis un -20. Reglas de servocráneos, básicamente son enanos.

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16/12/2014, 18:53
Taikel

Esperaba recibir una bronca o algo peor incluso (un disparo tal vez), por escaparseme el control, pero por suerte para mi, el guarda habia blasfemado el nombre del Bendito Emperador y habia distraido a los mas inflexibles de mi persona. Mientras hablaban estaba concentrado sintiento algo mas alla, casi en el limite de mi percepción. Algo... Grande. Iba a avisarles cuando unos servocraneos aparecieron. ¡Nos estaban espiando! Instintivamente levanté el arma y traté de alcanzarle. 

- ¡Cuidado! Hay algo... fuerte ahi delante. - Advertí a los demas justo antes de empezar a disparar. Tal vez si conseguia destrozar el servocraneo podria evitar que llevara información. Aunque el sonido nos descubriria igualmente. No estaba seguro de poder darle apuntando simplmente por lo que descargué una lluvia de munición sobre el craneo mecanico. 

Desgraciadamente no habia servido de mucho. Mi punteria dejaba mucho que desear a veces. 

- Tiradas (1)

Notas de juego

Perdón por la tardanza he estado demasiado ocupado. Trataré de estar mas atento de ahora en adelante. Y tranki master, no me molesta. 

Ataque: HP 35-20(objetivo pequeño) +20 (Rafaga automatica). 

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19/12/2014, 03:03
Orionus Boulder

Orionus continuo andando con el grupo hasta que Taikel percibió un objetivo y comenzó a disparar en una dirección. A los pocos segundos Isolda y Gianna detectaron en la misma dirección otro posible o el mismo objetivo que Taikel.

Mientras ocurría eso Orionus sobresaltado pregunto "¿Qué pasa?" "¿qué hay ahí?".

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19/12/2014, 22:54
Hieronymus Homron

El arbites no se perdonaría ese error. Cuando había escuchado el ronroneo de los motores gravíticos del servocráneo de Arcturus había bajado el arma y ¡en ese momento aparecieron dos servocráneos! era tarde para tomar puntería, así que no pudo otra cosa que decir, casi gritar - dadle maldita sea, nos van a descubrir.

Lamento en ese momento que el resto del equipo no hubiera tenido la previsión de armarse con silenciadores como había hecho él mismo. A fin de cuentas era posible que si el cráneo no les descubría, los disparos o las voces lo hicieran.

¡Maldita sea!

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20/12/2014, 02:42
Urtzi Chrom

Tras reponerse del sobrenatural episodio, el grupo de acólitos continuó su avance por aquellos subterráneos. Urtzi pugnaba por respirar aquel aire sin perder el ritmo de sus compañeros acolitos. La travesía por entre una suerte de escombros repartidos de manera aleatoria no le facilitaban la tarea al adepto, quien se esforzaba por no tropezar en su caminar.

El acelerado latido de su corazón retumbaba amortiguado en sus oídos y sus ojos no se apartaban del suelo con el objetivo de no lesionarse el solo al pisar donde no debía. Tal era la concentración de Urtzi que no fue hasta escuchar los erraticos disparos de Taikel que se percató del encuentro que había tenido lugar. El adepto levanto la vista sobresaltado y entonces vio el servocráneo con la clara intención de delatarlos. Los gritos del arbites lo agitaron todavía más y, a pesar de intentar hacer lo que el señor Homron requería, sus temblorosas manos no acertaban a sujetar su fusil.

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20/12/2014, 08:58
Gianna Anzerani

Las bofetadas han funcionado, parece que Heinrich ha reacionado. Me alegra comprobar como, una vez mas, la violencia siempre resuelve problemas.

Lamentablemente, al levantarse se pone a soltar blasfemias. Todos las soltamos a veces, sobre todo en momentos de tension, pero hay que tener cuidado con quien hay cerca para oirlas. Un comisario le habria castigado en el acto, puede que incluso le hubiese ejecutado.

Sin embargo, el arbitres parece de otra pasta. Le abofetea y despues le abraza, se me dibuja una sonrisa (que oculta la mascara) mientras me doy cuenta de que parece mas un amante despechado que un oficial. Ya he oido mas de una historia de lo que hacen algunos hombres en el frente cuando no hay mujeres a mano... Yo nunca he tenido ese problema claro, si quiero echar un polvo lo hecho. No sera porque sea dificil encontrar hombres con ganas de follar, mi problema mas bien es que quizas hay demasiados hombres con ganas de pegar un revolcon.

De todos modos, aunque quizas me este haciendo ideas equivocadas, supongo que esto explica la predileccion que parece tener por Heinrich. Sea como sea, por lo que veo, de momento prefiero al arbitres a mas de un comisario que he conocido. Este no solo no va a tratar de introducirme una bala en el craneo a la primera oportunidad, puede que no trate de introducirme nada de nada. No es tampoco como si tuviese a todos los pitos de la brigada persiguiendo mi culo, pero a una parte de mi siempre le preocupo que alguien por encima mio con poder para decidir sobre mi vida y mi muerte realmente estuviese interesado en mi y yo no.
 

- ¡Cuidado! Hay algo... fuerte ahi delante. 

Oigo gritar al psiquico. Perdida en mis pensamientos apenas me da tiempo a reaccionar, aunque por fortuna ya llevaba el arma en las manos. Maldiciendome por mi lentidud, fruto de estar distraida pensando en chorradas, disparo al primer movimiento que detecto enfrente mio. 

- Tiradas (1)