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[DM 04/20] La posada de La Barquera

La Barquera - Escena de juego

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07/04/2020, 10:49
Tadeo

¿¡Qué pasa!? -apareció Tadeo entonces, envuelto en una capa parda, con botas altas, un candil de aceite sujetado con una mano y extrañándose de la presencia de los tres en el exterior, sobre la nieve. He escuchado relinchos, señores ¿qué ha pasado? -había salido de la caseta que había más allá, en la parte trasera de la posada, donde vivía-.

Notas de juego

Nueva pestaña. Hay un post antes que éste (no se os olvide leerlo).

Si queréis, podéis tirar 1d100 por Descubrir los tres (o en su defecto, lo que tengáis en Percepción). Mariana, tú con un -25% por nocturnidad (lo que se te queda en 55%).

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07/04/2020, 11:35
Mariana

Mariana miraba desde su pequeña atalaya improvisada en las escaleras entrecerrando los ojos. Era de noche, había poca luz, pero ella estaba acostumbrada a esas situaciones y había desarrollado la habilidad de percibir no solo con la vista; sino también con el oído, el olfato y una intuición que de vez en cuando ayudaba también.

Escudriñaba con sus ojos primer y con la punta del virote cargado en la ballesta después.

- Tiradas (1)
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07/04/2020, 12:06
David ben Ishaq

Desaliñado, soñoliento y un punto cabreado con su empleador, el marino salió a la intemperie. ¿Qué demonios le habría picado al noble para dar la alarma de ese modo? No se veía nada raro, a excepción del lazo que atrancaba la puerta que se hallaba deshecho. Los animales estaban en sus cuadras, el establo tranquilo. Les miraban con cara de hacerse la misma pregunta que se estaba haciendo David.

Al poco salió Tadeo de la cabaña, quien al parecer había escuchado, como Lorién, relinchos. Bueno, eso descartaba que el de Castrovallejo los hubiera soñado.

-¿También vos os habéis despertado por esos relinchos? A fe mía que yo no los he oído, pero aquí mi compañero nos ha alertado de que algo sucedía en los establos. No parece que haya nada fuera de su sitio, aunque la puerta ha sido abierta desde fuera. ¿Rondan por aquí alimañas, posadero?

- Tiradas (1)

Notas de juego

Menudas tiradas me estoy llevando, juer. Suerte que vosotros cubrís el expediente, alguno con matrícula (eh, IzVe?)

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07/04/2020, 15:35
Lorién de Castrovallejo

Lorién salía de las cuadras, donde había visto que los animales estaban bien, y había intentado sosegarlos; conocían bien el olor del hombre, de modo que no debían asustarse de su voz, porte, o tufillo. Salió mirando en derredor...

-Alimañas no se, pero ladrones quizás, pues la verja del establo estaba sin la cuerda que debía sujetarla... Los animales han relinchado inquietos, con miedo... y me extrañaría de que fuese por algo del otro lado de la tapia...

Puso su mirada en el suelo; el cuelo había tenido a bien alfombrarlo con una capa blanca incólume...

-Buscad huellas, pero procurad no mancillar las zonas de nieve vigten, pues podríamos ver nostros propios rastros enella...

Sin soltar escudo ni espada, y haciendo caso omiso del frío de coxones que facía a tan intempestivas horas, el noble husmeaba buscando rastro de quien gaitas sería el felón que intentó poner su mano en su corcel (siendo optimista, eso de "corcel")

 

- Tiradas (1)

Notas de juego

Con mi grado de percepción, lo único que encontraré será algun tordo que pisaré....

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07/04/2020, 16:56
Tadeo

¿Alimañas...? -se preguntó Tadeo-. A fe mía que no, al menos que yo sepa -contestó-. Luego escuchó las órdenes de don Lorién, y él también se puso a buscar. Abriré la puerta de la tapia, voy a ver con vuacedes -os dijo arropándose entre su manta y levantando bien la mano del candil-.

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07/04/2020, 16:57
Director

En tanto así que el marino David nada raro había visto dentro de la cuadra, y tampoco afuera nada de lo común. De la misma manera, tal vez fuera por los fríos que don Lorién* aguantaba en las plantas de sus pies y sus canillas, que tampoco pudo escudriñar nada entre la nieve, ni rastro alguno de pisadas de ningún tipo.

Desde lo alto de la escalerilla de piedra de la entrada, Mariana estuvo atenta en todo momento. Trató de divisar en derredor, y pudo estar segura de aquel lugar no había absolutamente nadie (ni una huella vista desde allí arriba ni cualquier elemento distinguible y de importancia). Tras un rato divisando los alrededores, Tadeo habló.

Notas de juego

*Lorién: Tira por Resistencia x3. Si no la superas cogerás un buen resfriado.

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07/04/2020, 16:58
Director

Te confirmo: no hay huellas por doquier, en la nieve caída dentro de la posada no hay rastros ningunos.

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07/04/2020, 16:58
Tadeo

No sé vuesas mercedes, pero un servidor se va a la cama. El desayuno les espera en unas horas, no se preocupen -anunció Tadeo, ya que el alojamiento incluía el desayuno-. En pocos minutos desapareció en el interior de su cabaña, más allá de los establos.

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07/04/2020, 17:02
Lorién de Castrovallejo

Asintió con mirada grave..

-Si, pero asegurémonos de que todo queda cerrado y bien cerrado; no quiero otro susto que me saque de la cama en tan intempestiva noche

Acto seguido, y tras asegurar la puerta del establo, no sin antes dedicarle una caricia a su caballo, se dirigió a la casa principal, disimulando en todo momento el frío que le estaba entrando, en especial, por los bajos. Pese a ser recio aragonés, friolero también era cuando era menester.

-Desta no me escapo sin resfriado, pardiez!!

Fué lo último que se le pudo oir, antes de ingresar al calor de la casa, camino directo al camastro por el camino más corto, a ser posible..

- Tiradas (1)
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07/04/2020, 17:24
Mariana

Mariana guardaba silencio. Le habían hecho vestirse, le habían hecho armarse y allí estaba en el frío de la noche observando como unos caballos se habían asustado por algún ratoncillo o alguna pesadilla. Bajó su arma al ver que Don Lorien regresaba. 

Sin decir nada regresó a su cuarto, con cierto hastío por haber tenido que bajar hasta abajo y que no fuera nada. Todo parecía en orden. Como era de esperar. Se tumbó en la cama sin quitarse la ropa y dejando sus armas a mano. Si podía dormirse a esas horas y tras ese susto sería un milagro, así que si no lo conseguía simplemente intentaría pensar en el hermoso sueño y en su añorada tierra.

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07/04/2020, 17:38
David ben Ishaq

No es que conociera el hebreo a fondo, el buen David, puesto que nacido y criado en el Reino de Castilla era el marino, así que no debió ser en tal lengua las imprecaciones que por lo bajo dejó escapar, pero aún así no se le entendió nada. 

-mmxpff zmnoblgrr... ungmadr... parió.

Se volvió arriba malhumorado y tiritón, no sin antes cruzar una mirada que era un mundo con la bandida Mariana. La mujer iba vestida de pies a cabeza, asín que no había cogido fríos, pero él, aún arrebujado en su capa y habiéndose calzado, remugaba queja tras queja bien ceñudo.

-Que durmáis bien, Mariana, si es que podéis. Este saco de huesos hará lo que pueda, que ya estoy desvelado y además yerto. Aunque si alguien quisiera que le calentara la cama...

No se atrevió a más, porque a sus edades no podía permitirse más que pullas, pero no desplantes. Y no estaba el horno para bollos.

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08/04/2020, 16:32
Director

Aun no lo sabía, pero los días posteriores el caballero Lorién agarraría un catarro que le helaría los pulmones y cuya cabeza dolería en exceso. El caso es que se aseguró de cerrar de nuevo con un improvisado postigo la puerta del establo. Junto con David, amilanado en su capa, y Mariana, con sus dos armas en sus manos, subísteis pues al comedor, cerrásteis la puerta por dentro y accedísteis a las escaleras que daban al piso superior. El calor de la taberna era reconfortante. Acto seguido os metísteis en vuestras habitaciones, y don Lorién pensaba en su caballo, David en sus huesos y Mariana en tomar un sueño que, hasta ahora, se había hecho imposible (al menos un sueño largo y tendido).

00:29 horas.

No habían pasado ni un cuarto de hora cuando, mientras estábais cogiendo el sueño, comenzásteis a oir los tres gritos de dolor y delirios procedentes de alguna de las habitaciones individuales de la planta de arriba. Eran lamento, como alguien que sufría. Enseguida os percatásteis de que eran alaridos de Gregorio, alaridos de un enfermo, pero a su vez estaba diciendo palabras entre quejido y quejido. ¿Tal vez estaría soñando?

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08/04/2020, 16:38
Lorién de Castrovallejo

-¡Vive Dios que aquí no hay quien duerma!!!

Incorporose en el camastro... segunda vez en la noche que había sobresalto, mas esta vez no le pillaba meando, menos mal... Alaridos de un delirante....

-Bien,... eso me parece más normal... Que se entere la Curandera, la Teresa esa, que para eso la pagan... Yo ya, del lecho, salvo que mesnada de moros aparezca, no me muevo.

Tapose bien tapado, que tenía el frío metido en los suyos huesos, presto a quedarse pronto roque, mas... los alaridos no cesaban... y ahora, furibundo, y tras calzarse las botas, que otra vez no caía en la felonía de salir descalzo al pasillo, salió al mismo, a ver que leches pasaba; recorrió las puertas, una a una, para ver de cual de ella salían las voces y gritos, y a ver si estaba la curandera en su cuarto, tan felizmente roncando, o si se estaba ganando los cuartos, haciendo lo que se supone que debía, no fuese que estuviese en otros menesteres, igualmente rentables.

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08/04/2020, 18:36
David ben Ishaq

-Brrrr... ¡No me digáis que volvemos a estar en las mismas! 

¿Qué demonios tenía la maldita posada esta que no dejaba descansar a sus parroquianos? El judío sacó la nariz de debajo la sábana en su jergón, y miró en la semipenumbra como el Barón se levantaba de nuevo, se calzaba y se disponía a salir del cuarto para echar una mirada. Oyó los quejidos de Gregorio, el hombre aún penaba su mal cuerpo. Pero estaba con Teresa, mejor entonces que él mismo que sólo tenía al de Castrovallejo a su vera.

-Ya me diréis si hay algo que deba preocuparme, Lorién, que las articulaciones me han quedado tiesas de antes, y temo crujirlas si salgo. Os espero atento aquí, id tranquilo.

Y dióse la vuelta en el lecho, arrebujóse, y cerró los ojos con fuerza, maldiciendo de no poder cerrar igualmente las orejas.

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08/04/2020, 19:34
Mariana

- Juro por las meigas ei bruixas que le atravieso el gaznate como no calle - 

Mariana había salido de su cuarto, ya casi estaba dormida, apuntito de caérsele la ballesta al suelo cuando el borracho, enfermo o lo que fuera comenzó a gritar. Así pues se encaminó a la habitación justo detrás de Lorien, dejando la puerta de su cuarto abierta del todo. Craso error viendo las ganas que tenía David de entrar a él.

Aporreó el cuarto en el que supuestamente descansaba la tal Teresa.

- O hacéis que se calle el maldito o juro que lo hago yo ahora mismo - No se preocupó por despertar a la gente que pudiera dormir en la sala común, o a los dos hombres misteriosos del bracamante. Lo más seguro es que ya lo estuvieran, que supieran con quien se las verían si osaban joderles. Por supuesto, Mariana no tenía ninguna intención real de matar a un pobre enfermo, pero muchas veces aparentar es suficiente para que las cosas se tomen enserio.

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08/04/2020, 22:00
Director

El de Castrovallejo se tumbó en su jergón, pero no tardó, a raíz de las voces de su vecino huésped, de levantarse para tratar de poner algo de raciocinio en la planta de habitaciones. El caballero trató de descubrir el epicentro de los lamentos. Efectivamente, se cercioró, al igual que la bandida, que venía de la habitación de Gregorio. El hombre debía tener la mente febril a más no poder, porque hasta el caballero escuchó algo así como "¡Quiere la llave! ¡La quiere!", y otras zarandajas sin sentidos. Detrás de Lorién salió Mariana, yendo directamente hacia la habitación de Teresa, la curandera. Por su parte, David, ya curado en espanto, se convenció de que lo mejor era estar en posición horizontal y tratar de descansar su cuerpo.

Una vez que la bandida aporreó la puerta nada se escuchó dentro. De hecho, la habitación estaba vacía. Lorién empujó un poquito la puerta anexa, la de Gregorio, y pudo ver por la rendija que éste estaba en la cama, arropado sobre el jergón, con un paño en la frente y, efectivamente, en un estado febril entre el sueño y el delirio.

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08/04/2020, 22:00
Teresa

Antes de que Mariana se girara, Teresa apareció por las escaleras, subiendo con una palangana que echaba algo de humo entre sus manos, agarrándola por los bordes. Teresa se quedó quieta delante de Mariana, y levantó una ceja, no gustándole "un pelo" lo que estaba viendo.

No es manera de llamar así -le espetó a la bandida-. Si algo tenéis que decirme, aquí estoy. Aunque, si me disculpa -le dijo, esperando que Lorién se apartase un poco-, tengo un enfermo al que atender. Entonces Teresa entró dentro de la habitación de Gregorio, dejó la palangana sobre una silla y comenzó a mojar unas vendas para ir poniéndoselas a campesino.

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08/04/2020, 22:01
Román de Burgos

¿Qué pasa? -la puerta de la habitación común se abrió, sus bisagras crujieron, y el caballero Román de Burgos asomó en la habitación común-. Hablaba sin salir de ella, desde el interior, a través de una rendija. Llevaba su jubón, desembarazado, por supuesto, de toda armadura-. ¡Pardiez! ¿Quién está aporreando la puerta? -entonces, con el rostro arrugado por el sueño, miró la escena: Lorién y Mariana en el pasillo, y Teresa y Gregorio en el interior de la puerta de éste. ¿Algún problema, caballero? -dijo a Lorién, tratando de ser cortés al mismo tiempo-.

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08/04/2020, 22:03
Director

No sabías el qué, pero algo... algo te inquietaba. Esa taberna no era sino un nido de infortunios: la nieve, un enfermo, gente extraña y alaridos en la noche. Sin embargo, se estaba caliente, y las habitaciones estaban limpias, claro está. Te giraste y te tapaste hasta el cuello con tus mantas.

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08/04/2020, 22:28
David ben Ishaq
Sólo para el director

Maldito el momento en que la nieve y el frío se cruzaron en nuestro camino, maldita la estampa de la posada luciendo como salvación. Cama y plato caliente, sí, pero ¿descanso...? A fe mía que aquí no hay quien pegue ojo, entre relinchos y alaridos, y el tragavirotes del Barón haciéndose el héroe, que ni cuarto de noche puede uno disfrutar.

Se dio la vuelta en su jergón, tapado con las mantas hasta las cejas, y a su pesar el oído agudizado. No, no estaba tranquilo, los huesos le crujían, las carnes le dolían, ya no estaba como de zagal, los años pasaban factura. ¿Debería ir a ver? ¿Quizá necesitaban su ayuda? ¡La ayuda de un viejo cascarrabias! No, claro que no.

Sin embargo...

Notas de juego

No me levanto, sólo estoy al tanto por si escucho algo.