Partida Rol por web

DM 11/20 - Pánico en el museo

El museo

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30/11/2020, 16:01
Arturo Fernández

La votación se estaba pareciendo a un programa de Telecinco, de salseo, de esos que daba igual que la gente hiciera el ridículo, salieran medio en bolas o comiéndose las partes íntimas. Para mi estaba claro que solo había una ganadora y contaba con la mayoría de votos. Era lista, guapa, sabía vestirse bien, podía leer el papelote y era española. ¿Quién mejor que ella para ser la segunda faraona? La primera fue Lola Flores, a la que tuve el gusto de conocer. Solo faltaba coronarla, así como embadurnarla con los objetos.

De pronto sentimos una gran colisión, un grito de alguien cagada de miedo y la réplica de cabeza-fresa. Todo se precipitó: La escapada a toda pastilla del yonqui, que moriría en el intento de salvar a la yonqui. La nueva treta de Vero, que al ver que cabeza-yunque no iba a ser el faraón, se posicionaba a favor de Lexi. El aullido del chucho-momia, que no avecinaba nada bueno. Y mi decisión de ayudar al pobre drogodependiente. Ante todo, yo era un caballero, y los tipos como yo no dejaban a unos desdichados a su suerte.

Mientras los demás terminaban de debatir sobre la coronación de Lexi, yo avancé hacia el grupo de seguidores de Ozzyris Osbourne, detrás de Ricard, con el hacha bien agarrada. Le daríamos tiempo a los jóvenes para que coronaran a Lexi, leyera el contrato y hablara con Ra-Phael, el dios de dioses. Si salía con vida, de seguro que seria un héroe y me ligaría a muchas gachises.

Enfilé hacia la rave y golpeé con fuerza a la primera momia que pillé. Seguro que esa no vería la resurreción de Matuzalem...

- Tiradas (1)

Motivo: Hachazo

Dificultad: 0

Habilidad: 4

Tirada: 4 7 10

Total: 7 +4 = 11 Éxito

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30/11/2020, 17:45
Silver Brooks

Podría haberle discutido que incluso él mismo, que tampoco era brillante, lo veía como un idiota por ponerse a gritar al principio de esa excursión demoniaca donde necesitaban silencio más que nunca, pero la claridad de que lo que el drogata decía sobre jugar a John Wayne era cierto causó que no llegara a verbalizar discusión alguna. No por eso estaba menos molesto, claro, pero Ricard tampoco era el foco principal de su rabia y la culpa le pesaba demasiado.

Se sorprendió de escuchar a Sam intervenir, calmando la situación entre él y Ricard, y tomando su lado al proteger a Lex. Por lo que solo fue un instante la miró con una sonrisa cariñosa, y luego respiró profundo, mirando al drogata a los ojos para asentir en solemne señal de que él lo ayudaría también mientras buscaba la mano de la rubia para entrelazar sus dedos.

Lo que escuchó de Ramzi le trajo aún más certeza de que Lex debía ser la faraona. Era justa, valiente, culta y compasiva, tenía todo lo que se necesitaba para cumplir los roles que se requerían de ella. Sin embargo, Silver no había considerado que pudiera ser peligroso, y eso enseguida le hizo fruncir el ceño y apretar los labios con aprehensión. - No tienes que hacerlo si no quieres, Lex - se aseguró de decirle a la chica, pues jamás desearía que se sacrificara por el resto. Si era por ser dispensable, mejor casi cualquier otro, incluido él mismo, excepto Sam y Ramzi.

La protesta de Gregorio hizo que Silver apartara la vista de Lex y lo mirara con una ceja alzada, desafiándolo en silencio. Él ya había dejado claras sus condiciones. Sobre su cadáver. Así que ya podía ir a buscarlos o callarse de una puta vez. Al menos ese era el pensamiento que resonaba en su cabeza hasta que escuchó lo de Vero, que le sacó una sonrisa sarcástica al tiempo que sus ojos se clavaban en la psicóloga. Claro que ella tenía algo que ver con que a Gregorio se le subieran los humos.

Mientras observaba el espectáculo de seducción de Vero, que no estaría mal de ver tampoco si no fuera por las circunstancias, el reconocible grito de Jessie lo desconcentró. Miró a Ricard, esperando a ver que hacía, y al notar que corría mientras Vero amenazaba a Gregorio, se giró a Lex - No te fíes de nadie más que de Sam - le señaló con la mirada a la psicóloga antes de soltar a la rubia, dejándole a esta la corona, y correr tras Ricard y Arturo, sumándose a la pelea.

- Tiradas (1)

Motivo: Fuerza

Dificultad: 0

Habilidad: 9

Tirada: 4 8 10

Total: 8 +9 = 17 Éxito

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30/11/2020, 18:16
Lexi

La situación se estaba descontrolando en el peor momento posible. Si no iban todos a una, ya habían perdido. Ricard culpaba a todos por no haber ido a buscar a Jessie. -No saldremos de aquí sin ella -le respondió Lexi, tras las palabras de apoyo que le mostró primeramente Sam. No sabía dónde estaría la chica, pero si bien no la habían hallado en el pasillo, tampoco encontraron sus efectos personales. Había que confiar. Y si Ricard pensaba, como era natural, en su chica, Gregorio solo pensaba en riquezas. Debía imaginarse vestido de oro, gobernando sobre todo Egipto, creyendo que el camino del nuevo faraón cegaba con su brillo y sin considerar en ningún momento que contrariamente podía estar repleto de sombras y sacrificios.

Lexi asintió a Ramzi, agradecida por responder a sus preguntas. Ahora ya sabían todos que nombrar un faraón no solo era un honor, sino que era una responsabilidad enorme, y tal como sospechaba Lexi, entrañaba un gran peligro. Horus no señaló a nadie. ¿Por qué? No tenía la respuesta, pero deducía que ejercer de faraón sin ser el escogido podría tener graves consecuencias.

Tres votos a favor de Gregorio. Tres votos a favor de Lexi, más el de Ramzi que se sumaría si ella asumía tal responsabilidad. La traductora pensaba que el guía era el más capacitado para tal cometido, ¡caray! si hasta tenía el apodo "El Grande", pero también había allí otras personas plenamente capaces de ocupar ese lugar, como Sam y Silver, en los que confiaba ciegamente. Sin embargo solo había dos platos en la balanza y dos nombres mencionados, así que sí, aceptaría esa responsabilidad.

-Os quiero chicos -susurró a sus ahora guardianes Sam y Silver, en un tono franco que sonaba un poco a despedida, o más bien, a un "por si acaso".

-Ramzi, se lo agradezco mucho -asintió convencida, aludiendo tanto a sus explicaciones como a su confianza-, y no se sienta mal con nosotros, usted nos ha conducido hasta aquí y nos ha dado esperanza.

Miró a Gregorio, aferrado al contrato. Temía que lo rompiese a propósito si la votación le resultaba desfavorable. ¿Le disuadiría haber escuchado cosas como “muerte” o ser “devorado por un cocodrilo”? A saber. Por su parte, la traductora trataría de convencerlo para que no lo hiciese. Iba a hablar cuando de repente, y contra todo pronóstico, Vero amenazó al hombre obligándole a entregarle el contrato. Lexi se acercó despacio, como si Gregorio fuese un animal herido al que quieres demostrar que no dañarás. Miró con agradecimiento a Vero y luego su atención fue nuevamente a Gregorio. Alargó su brazo con la palma de la mano hacia arriba, esperando que “voluntariamente” se lo entregase.

Lexi tenía el ankh. Con cuidado y la ayuda de Sam se colocó la corona doble en la cabeza. Su amiga tenía el ureo, ¿debía ponérselo también? No lo sabía. Dejó que Ramzi se ocupase de supervisarlo todo. Esperó que quien tenía el cayado y el flagelo se lo entregase, entonces los cogió teniendo en cuenta cuál iba en cada mano. Miró a sus compañeros y respiró profundamente.

-Bien, pues está decidido. Yo voy a votar también por mi -sonrió suavemente. Era más un modo de darse ánimo que otra cosa-. Espero estar a la altura, aunque voy a necesitar vuestro apoyo. Es cosa de todos que lo consigamos. Todos somos importantes. Por mi parte, prometo que daré lo mejor de mí. -Y no lo decía por hacer un discursito. Lo pensaba de verdad y se notaba en la expresión de su rostro, serio y lleno de determinación.

Los gritos de Jessie irrumpieron entonces, indicando que estaba viva. La mala noticia era que estaba a punto de ser sacrificada. No había tiempo para nada más. Había que actuar de inmediato. Varios de sus compañeros corrieron hacia allí y Lexi tampoco quiso perder un solo segundo. Había llegado la hora.

-¡ALTO! -alzó su voz en árabe, con respeto y autoridad, entrando en el Hall con majestuosidad, portando el cayado y el flagelo emulando las pinturas egipcias. Se detuvo en medio de la sala, observando la gigantesca estatua. Si bien no sentía nada nuevo, sí notaba la ausencia de algo: miedo. Sabía que podía caer fulminada en menos que canta un gallo, pero no estaba asustada. Una eternidad, unas horas, unos minutos o tal vez solamente durante unos segundos, pero si era el Faraón, lo sería con todas las consecuencias.

Alzó entonces el papiro, mostrándolo en alto esperando ver el impacto que causaba, y con voz solemne pronunció:

-Vengo a restablecer el pacto con los dioses.

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30/11/2020, 21:47
Director

Notas de juego

Recuento de estado y marcadores.

Habéis salido del sótano por R51, pero la sala es pequeña para hacer según que asambleas, así que la primera reuníon ha sido en R46. Ricard se ha asomado al oír la voz de Jessie a R48 y de ahí cargando hacia los Atrium. La posición de las momias es Atrium R28

Silver, Lexi y Vero conservan su beni

Arturo, Gregorio, Ricard, Jessie y Sam van a pelo.

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30/11/2020, 21:52
Arturo Fernández

Notas de juego

¿Y mi beni?

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30/11/2020, 22:03
Director

Notas de juego

Se te fue con el autohachazo, recuerdas? XDDDDD

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30/11/2020, 22:17
Director
- Tiradas (16)

Motivo: Iniciativa dartacan

Dificultad: 0

Habilidad: 7

Tirada: 1 5 6

Total: 5 +7 = 12 Éxito

Motivo: Iniciativa ramses II

Dificultad: 0

Habilidad: 6

Tirada: 1 3 3

Total: 3 +6 = 9 Éxito

Motivo: Iniciativa tutmosis II

Dificultad: 0

Habilidad: 5

Tirada: 3 4 6

Total: 4 +5 = 9 Éxito

Motivo: Iniciativa tutmosis III

Dificultad: 0

Habilidad: 5

Tirada: 2 5 9

Total: 5 +5 = 10 Éxito

Motivo: Iniciativa tutmosis IV

Dificultad: 0

Habilidad: 5

Tirada: 1 6 9

Total: 6 +5 = 11 Éxito

Motivo: Iniciativa merenptah

Dificultad: 0

Habilidad: 5

Tirada: 7 9 10

Total: 9 +5 = 14 Éxito

Motivo: Iniciativa arturo

Dificultad: 0

Habilidad: 5

Tirada: 2 2 3

Total: 2 +5 = 7 Éxito

Motivo: Iniciativa arturo correcta (des6 y no 5)

Dificultad: 0

Habilidad: 6

Tirada: 1 4 10

Total: 4 +6 = 10 Éxito

Motivo: Iniciativa lexi

Dificultad: 0

Habilidad: 6

Tirada: 2 3 7

Total: 3 +6 = 9 Éxito

Motivo: Iniciativa silver

Dificultad: 0

Habilidad: 6

Tirada: 1 4 9

Total: 4 +6 = 10 Éxito

Motivo: Iniciativa sam

Dificultad: 0

Habilidad: 7

Tirada: 3 4 6

Total: 4 +7 = 11 Éxito

Motivo: Iniciativa ricard

Dificultad: 0

Habilidad: 8

Tirada: 1 4 4

Total: 4 +8 = 12 Éxito

Motivo: Iniciativa ramzi

Dificultad: 0

Habilidad: 5

Tirada: 6 7 8

Total: 7 +5 = 12 Éxito

Motivo: Iniciativa vero

Dificultad: 0

Habilidad: 8

Tirada: 2 5 5

Total: 5 +8 = 13 Éxito

Motivo: Iniciativa gregorio

Dificultad: 0

Habilidad: 5

Tirada: 1 6 8

Total: 6 +5 = 11 Éxito

Motivo: Iniciativa Jessie

Dificultad: 0

Habilidad: 8

Tirada: 1 6 10

Total: 6 +8 = 14 Éxito

Notas de juego

Las iniciativas solo serán aplicables en caso de entrar en combate y se aplicarán durante todo el combate. El orden es el siguiente:

Jessie 14

Merenptah 14

Vero 13

Ricard 12

Dartacán 12

Ramzi 12

Sam 11

Gregorio 11

Tutmosis IV 11

Silver 10

Tutmosis III 10

Arturo 10

Lexi 9

Ramses II 9

Tutmosis II 9

Los empates los he resuelto colocando antes en el orden el que más destreza tiene dentro del resultado sacado.

Edit: Faltaba Jessie por tirar.

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30/11/2020, 22:38
- Tut-Ank-Abrón -

Gregorio la devoraba con la mirada mientras Vero le bailaba la danza de los 7 velos, los 3 tangas y el wonder bra al bibliotecario. A ver, Vero estaba buena, pero más que el atractivo de la psicóloga lo que hizo que cayera en su trampa de psicologue fatalle fue su inexperiencia. Cualquiera con dos dedos de frente se habría dado cuenta que había algo que no encajaba, que aquello era como la Salma Hayek bailando con la serpiente, que no, que si una como Salma Hayek te hace una cosa de esa es que estás borracho, drogado, te estás muriendo o que es un vampiro, y así era Vero, una vampira, pero en lugar de sangre robaba oportunidades y escapatorias, y, con ese gesto rápido de daga se había ganado una excusa.

Gregorio tembló de indignación y le dijo con voz temblorosa.

- Que haces infiel? Te ordeno que me traigas la corona!! Me oyes zorra? Te lo estoy ordenando y yo soy tu faraón - intentó zafarse del agarre de Vero pero era más flojo que el molliguita y lo único que consiguió fue herirse el cuello, un arañazo, uno del tamaño que se hace uno cuando te has afeitado con una copa de más, pero aun así el pusilánime de Gregorio chilló --- Ahhh, piedad!! No me mates!!! Por favor, mi pobre madre, está esperando que vuelva a casa, por favor, no me mates, yo solo quería hacer de ti la mujer más poderosa de Egipto, lo siento... de verdad.... - Gregorio empezó a lloriquear como a un niño al que le roban un juguete y con un gesto lento se sacó el pergamino de entre los gayumbos, como si fuera un gitano. Hizo un amago de romperlo pero la daga de Vero le disuadió de ello. La sonrisa dulce de Lexi, las miradas de advertencia de Silver y el machete de Sam parecieron romper toda su resistencia y con desgana le dio el pergamino.

Vero lo soltó, más que nada por no prolongar más el contacto con aquel hombrecillo tan patético. Mientras el pueblo, en un ejercicio de democracia a punta de cuchillo, decidía que la mejor candidata a faraona era Lexi. Lexi era guapa, dulce, inteligente, podía leer un pergamino, hablar en árabe y cambiar una bombilla, valía para un roto, para un descosido, y tenía a Sam y a Silver a su lado. El pueblo, menos Gregorio y Vero, la aclamaron como faraona, la reina Lexihotep I, faraona del alto y el bajo Egipto, la bella del occidente, amada de los dioses, lucero del alba.

Sam y Silver la coronaron, con la corona blanca y roja de la tierra negra, mientras que Ramzi recuperaba el flagelo y el cayado y se los daba, mientras le decía que debía cruzar los brazos sobre el pecho. Ramzi se quedó mirando el Ankh, se mesó la barba y le dijo

- Yo lo guardaré. El símbolo de la vida es un potente amuleto, pero son los cayados los que hacen un faraón. Estaré a su lado señorita, y si lo necesita se lo daré. Saldrá bien mi dulce niña, mi faraona, pero no me pidáis que no me sienta responsable. Son mi familia durante esta semana, son la familia Ramzi, y ya he perdido demasiados hijos. Me pesan en el corazón, pero debo seguir adelante, como los visires de la antigüedad. No había profesión más amarga, pero el amor por el pueblo y los egipcios hacía que hombres grandes y buenos sirvieran. Yo solo soy grande en tamaño señorita, pero estaré a su lado. Insha'Allah - se besó la mano y se tocó la frente, los labios y la detuvo en el corazón mientras le hacía una pequeña reverencia.

El chillido de Jessie lo desencadenó todo. La paciencia del neng, algo del tamaño de su cerebro, se agotó y cargó sin pensar contra 5 momias y la mascota solo con la testiculina de un macho de Castefa, una daga, un chicle y una navaja suiza y ya se podía morir McGyver y Rambo. Cargó como si fuera el toro de Osborne, seguido de Silver, que se metía en todos los fregados pero que había recibido una tímida respuesta en forma de caricia en la mano de Sam cuando las entrelazaron. Por último, con un tumbao particular, Arturo cargaba a la velocidad de la mula del malo, a un paso de retroceder en lugar de avanzar.

La primera en actuar fue Jessie, que aun desarmada cogió a una de las momias por un pie y estiró con fuerza tirándola al suelo. Gritó de alegría mientras gritaba a plena potencia

- Neng!!! Mátalas a todas neng!!! Mátalas y seré tuya para siempre!!! Mátalas!!!... AAHHHHHH, QUE ME ESTÁ PASANDO, POR EL CRISTO DE LOS FAROLESSSSSS, QUE ME ESTÁ PASANDO??? AYÚDAME NENG!! SOCORRO!!! - Jessie chillaba de dolor pero tenía motivo. Sus manos, las manos que le habían servido para bailar flamencos y para mangar colonias de 10 euros en el supermercado, se estaban deshaciendo en polvo, gritando de dolor en lugar de fijarse en las cosas positivas, por ejemplo lo que se iba a ahorrar en manicuras y pulseras.

El resto de momias avanzaron, mientras el can y la momia que parecía estar al cargo, la que empuñaba la daga se quedaban detrás con Jessie, pero no sobrevivirían durante mucho tiempo pues la bestia de Castefa se abalanzaba contra ellos, armada con la daga de oro de Tutankhamón. Lanzó una puñalada al pecho de lo que había sido Tutmosis IV y lo atravesó, poniendo especial cuidado en no tocar a la momia, por si el efecto que sufría Jessie le pasara a él mismo.

La carga continuó con un Silver desatado, impulsado por una promesa silenciosa. Debía sobrevivir y ni una momia ni 10 lo impedirían, al menos hasta que pudiera hablar con Sam y convencerla. Era un capullo pero podía ser su capullo, podía cambiar, podía ser mejor, y lo estaba siendo. Nunca se había jugado la vida por nadie hasta ese día, nunca sin fotos de por medio, y allí estaba escudo en ristre, daga preparada, enemigo delante. Cargó con el escudo y la momia cayó al suelo mientras la cosía a puñaladas, porque ya que estaba, por el mismo precio, mejor dejarla como un colador por si acaso. Los trozos de venda volaron mientras carne, venda y una sangre negruzca brotaba de aquella abominación.

Solo quedaba una momia, como protección del gran faraón Ramses II y su mascota, dartacán el fiero, y Arturo le intentó dar una ración de hacha asturiana, creyendo que lo que había hecho con el chacal se repetiría, pero, desafortunadamente no todos los días eran fiesta, y Arturo ya había gastado su suerte. Lanzó el hachazo y aunque la momia tenía menos reprise que el tacatá de mi abuela falló el golpe, perdiendo el equilibrio por la falta de pie que el mismo se había cercenado. La momia intentó cogerle, pero incluso a la velocidad de Arturo le fue sencillo esquivarla.

Entonces llegó la nueva faraona, con todo el aplomo y seguridad del mundo. Se veía imperial, daban ganas de arrodillarse ante ella, de hacerle una pirámide. Ramses se quedó mirándola. No la entendía pero si entendía que significaban esos símbolos, quien se suponía que era. La miró y empezó a reír, una risa despiadada y gutural. Ramzi empezó a gritar hablando en algo que podría ser egipcio antiguo, aunque no lo hacía tan bien como Zahi, intentaba traducir lo dicho por Lexi, más o menos. Solo hubo una respuesta, un relámpago de plata y una daga clavada en el corazón de Jessie.

Su sangre empezó a regar la estatua de Osiris, que empezaba a abrir unos ojos de color rubí que no prometían nada bueno. Aquello era un problema grande, de casi 5 metros, varias toneladas y los poderes del dios de los muertos y del más allá.

 

- Tiradas (6)

Motivo: Jessie

Dificultad: 0

Habilidad: 7

Tirada: 1 6 7

Total: 6 +7 = 13 Éxito

Motivo: Ataque Ricard

Dificultad: 0

Habilidad: 8+12

Tirada: 1 8 10

Total: 8 +8 +12 = 28 Éxito

Motivo: Ataque Ricard

Dificultad: 12

Habilidad: 8

Tirada: 1 4 7

Total: 4 +8 = 12 Éxito

Motivo: tutmosis

Tirada: 1d3

Resultado: 3 [3]

Motivo: tutmosis silver

Tirada: 1d2

Resultado: 2 [2]

Motivo: ataque tutmosis II

Dificultad: 0

Habilidad: 5

Tirada: 3 4 4

Total: 4 +5 = 9 Éxito

Notas de juego

Recuento de marcadores.

Gregorio sigue en R46

Vero dependiendo de si ha querido seguir a Lexi entre R46 y R48

Sam y Lexi en R48

Silver, Arturo y Ricard y Tutmosis II en Atrium R33

Merenptah, Ramses II, dartacan y osiris en atrium R28 -> Ramses II y dartacan tienen "2 vidas"

 

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01/12/2020, 12:53
Vero

Sólo faltaba que aquel loser se hubiera meado en los pantalones. Eso demostraba definitivamente que Gregorio no podía ser faraón. Un faraón no se achantaría tan fácilmente y tendría algo más de dignidad. Además, desde que habían comenzado su tour, había demostrado ser un completo gilipollas. 

Sin ni tan siquiera mirarle salió corriendo hacia la sala donde se encontraban Silver, Arturo y el drogadicto. Les iba a enseñar ella, otra vez, como se acababa con una momia. No iba a llegar hasta la sala R33, en los próximos segundos, estaba aún muy lejos, pero tampoco lo pretendía. No era demasiado fuerte y peleando contra una momia no iba a hacer más que el ridículo y iba a acabar hecha polvo. Pero a daga de la princesa si iba a llegar a tiempo, eso sin duda.

Silver y Tutmosis estaban enzarzados en combate. Lanzar la daga iba a ser más difícil pues el blanco no era fácil y podía incluso acabar incrustando la daga en la espalda de Silver. No obstante, tenía confianza en sí misma y sabía que no fallaría y si fallaba... Mala suerte.

Por ello, en cuanto tuvo a su oponente a tiro, lanzó la daga de Irá y está voló rápida hacía su objetivo. En un momento dado el idiota de Silver se interpuso en la trayectoria, pero afortunadamente, en el último momento y por casualidades del destino, Silver dejó el espacio libre y la daga se incrustó en el precho de Tukmosis. 

- ¡Silver, mira a ver qué haces! - Le recriminó al influencer. - ¡Casi me jodes el lanzamiento!

- Tiradas (1)

Motivo: Lanzamiento de daga (Destreza)

Dificultad: 0

Habilidad: 0+8

Tirada: 3 6 9

Total: 6 +8 = 14 Éxito

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01/12/2020, 14:49
Arturo Fernández

La maldita momia se movía muy rápido, tanto, que mi golpe lo esquivó con facilidad.

-¡Maldita momia de Scotex!

Me puse a la defensiva y yo también esquivé su toque desintegrador. A mi lado, Silver también había decidido lanzarse a la carga, apoyando a Ricard. El chico los tenía bien puestos, había que reconocerlo y eso que era yanqui. Por detrás no se lo que habría pasado, pero me imaginaba que Lexi habría ganado la votación y estaría poniéndose divina de la muerte con todos los objetos requisados de las estancias.

-"Vamos maldita, acércate un poco para que te haga la raya en la cabeza con el hacha. Te aseguro que no te va a doler, en mi juventud fui peluquero unos meses en Avilés. Ven, chatina, ven."

Por detrás oía la voz de Lexi declarando que era la faraona. ¡Olé por ella! También a Vero gritándole a Silver no se qué, no me enteraba bien ya que estaba concentrado en destruir a la momia que tenía enfrente. Una daga voló directa a la momia de Silver, seguro que era la de Vero, que ya había demostrado que tenía buena puntería. Pero... algo iba mal. La momia jefe, la que tenía hasta perro, mató a la pobre Jessie clavándole una daga en el corazón. La pobre ya lo tenía jodido, estaba empezando a convertirse en polvo, pero el cabrito de Abderramán XXVII o como se llamara, encima la clavaba el puñal. Pobre drogata, qué mal había terminado. Como decía, algo iba muy mal. La pedazo de estatua de Otitis, cuyos ojos iridiscentes de color rojo nos miraba fijamente, empezaba a cobrar vida o eso me pareció. El jefecillo de la banda estaba dando vida al final boss a través del sacrificio de Jessie. Solo esperaba que Lexi y Ramzi supieran frenar esta locura. Yo, un guapo, estiloso y fenomenal asturiano, solo podía hacer una cosa, y era intentar darle en toda la cocorota a la momia que me quería comer. Allá que fue el hacha de nuevo...

 

- Tiradas (1)

Motivo: Hachazo en el melón

Dificultad: 12

Habilidad: 4

Tirada: 1 6 9

Total: 6 +4 = 10 Fracaso

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01/12/2020, 16:02
Silver Brooks

Cualquier posibilidad de lástima, que de comienzo no era mucha, que pudiera haber sentido por Gregorio al verlo traicionado y amenazado por Vero, desapareció inmediatamente cuando lo escuchó hablarle así a la psicóloga. Vero era un poco hija de puta, pero estaba claro que no era por eso que el académico la estaba menospreciando, y el slut shaming no iba con Silver. Por eso, cuando lo vio suplicar casi llorando, parte de él simplemente pensó que se lo merecía por hipócrita y cobarde, y se desentendió absolutamente de la situación.

La coronación, tras saber a lo que podía enfrentarse Lex, fue algo agridulce. Cuando había dicho que votaba porque ella ocupara ese lugar no se había imaginado que pudiera llevarla a la muerte. Sin embargo, la traductora parecía determinada, así que tan bien como pudo la ayudó con la corona.

Y nosotros a ti - le susurró en respuesta, con una leve sonrisa, pues no estaba seguro de si Sam sería capaz de contestarle por ella misma. Incluso a él le costaba un poco, y llevaba tan solo una semana conociendo a Lex, no los años que llevarían ellas dos para ser tan cercanas.

Apenas un momento después ya corría tras Ricard, en dirección a Jessie y las momias. Esa pareja podía ser la más molesta que hubiese conocido jamás, pero no por eso se quedaría mirando mientras los mataban, así que se lanzó otra vez. Siendo sincero, sería incapaz de ver morir a nadie sin hacer algo, lo que fuera, al respecto. No estaba en su naturaleza, y no creía que alguien pudiera merecerse morir así.

Excepto las momias. Por eso, cargó contra una y la apuñaló frenéticamente hasta que se hubo asegurado que no se recuperaría de esa ni por intervención del hombre pájaro ese del que habían tantas estatuas. Apuñaló a Tut IV suficientes veces para quitarse al menos parte del cabreo que llevaba encima, para desahogarse por la muerte de Manuel y la prepotencia desvergonzada de Gregorio. Sin embargo, aún tenía mucha rabia que sacarse de encima, y más ahora que la risa gutural de otra momia le había puesto la piel de gallina.

Perdone, su majestad - contestó en tono sarcástico a Vero, con más hastío que sonrisa mientras se ponía de pie, sin tiempo que perder. A pesar de la horrible imagen de Jessie apuñalada y del absurdo final de su vida, esta vez no hubo momento para lamentaciones, o siquiera para procesar lo que veía. Tenían que eliminar a la última momia que les quedaba. A falta de guardia real, escolta personal o ejército a espaldas de la faraona, tenían que volver cuanto antes a Lex para protegerla de ese cabrón. Y para eso ahora mismo había un solo obstáculo, uno hacia el cual cargó también, uniéndose a Arturo en su lucha. Quizás, si golpeaba a la momia suficientemente fuerte, podría seguir la carrera y llegar al cabrón de Ramsés para estamparle a su puto secuaz en la cara y llevárselo a él por delante también. A ver si así aprendía que nadie se reía de su faraona.

- Tiradas (1)

Motivo: Fuerza

Dificultad: 0

Habilidad: 9

Tirada: 8 10 10

El dado ha explotado: 3 3 10

Total: 13 +9 = 22 Éxito

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01/12/2020, 19:17
Lexi

Gregorio seguía atrás, lo que no le hacía ninguna gracia. La sorprendió tanto comportándose así, amenazando y tratando tan mal a Vero. Desconfiaba de él. Tal vez urdía algo o era que necesitaba un tiempo para hacerse a la idea.

Momentos antes, Ramzi se ofreció a guardar el Ankh. La joven no se lo esperaba, pero comprendió que solo quería ayudarla, y aunque le angustiaba desprenderse del amuleto, se sentía medio obligada a hacerlo. El motivo era que había desfavorecido al guía en dos ocasiones. La primera de pensamiento, cuando a punto de morir en el sótano, se sintió utilizada. La segunda de acción, pues recordando el hombre que estaba desarmado, Lexi no le dio la daga que llevaba. Estuvo verdaderamente cerca de hacerlo, pero ataviada como faraón sentía que corría mayor peligro y no quería estar desarmada.

Así que sintiéndose responsable, culpable y arrepentida por malpensar, sin querer ser egoísta y acaparadora, intentó ignorar su instinto y le sonrió dispuesta a entregarle el valioso amuleto. Al menos con el Ankh, Ramzi tendría alguna protección. Sin embargo, el guía añadió algo que la hizo dudar. Dijo que se lo devolvería si lo necesitaba. ¿Para qué se lo pedía si creía que lo iba a necesitar? En este caso era mejor guardarlo ella. Además, pensándolo bien, tener cualquier objeto de ofrenda podía convertirle en presa.

-Se lo agradezco mucho, Ramzi, es muy atento, no sé qué haría sin usted -y lo decía en serio-. Pero temo que si se lo entrego las momias intentarán arrebatárselo. Yo también quiero velar por usted y porque pueda reunirse con su familia -le dijo con una dulce sonrisa-. Si le pasara algo malo no podría perdonármelo.

Lexi tenía varios objetos, pero también era mujer de recursos. Llave de la vida, ¿qué mejor lugar que junto al corazón? Separó discretamente el escote y cobijó el Ankh en su pecho, bien acomodado y sujeto en su ropa interior. Volvió a colocarse la ropa y se aseguró que no asomaba nada por arriba. -¿Lo ve? ¡Resuelto! -sonrió satisfecha.

Pero pronto su semblante cambió por completo. De veras creyó que podían salvar a Jessie. Procuraba mantener el tipo, pero vio con el horror reflejado en sus ojos cómo las manos de la chica se deshacían en ceniza.

La reina-faraón Lexihotep I habló con firmeza y determinación, pero no obtuvo la respuesta deseada, tan solo la despiadada risa de Ramsés II. Si pretendía intimidarla no lo consiguió. Lexi le miró con expresión inescrutable, sosteniendo la mirada como si esperase que acabase de reírse de algo que sólo veía él. En eso no iba a ganarla. Una vez se pasó deliberadamente la parada de tren para ganar un duelo visual con un desconocido.

-¡¡¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!

¡El malnacido clavó una daga plateada en el pecho de Jessie! ¡Cabrón! Lexi hizo un esfuerzo para que no se le saltasen las lágrimas. ¡Pobre chica! Estaban en el maldito infierno. ¿Y cómo podían parar todo ésto? ¿Qué narices sabía? ¡Nada! Absolutamente nada.

Miró el papiro, intentando averiguar acerca de su significado. -Ramzi, por favor, explíqueme todo sobre el contrato.

Esperó a que respondiese, y solo después, para que el encantador de serpientes no hubiese escuchado lo anteriormente dicho, le llamó. -Gregorio, por favor acérquese. Necesitamos su sabiduría. Usted dijo que había comprendido el significado del papiro, le ruego lo comparta con nosotros.

Quería cotejar las dos opiniones independientes, si tenían a bien dárselas. Por el momento no se acercaría más a Ramsés II ni a Osiris. Volvía a sentir el gusanillo de la desconfianza. Miró significativamente Silver. Miró al contrato. Y alzó de nuevo la vista para controlar todo lo que ocurría a su alrededor.

- Tiradas (1)

Motivo: Descifrar / obtener información del contrato (inteligencia)

Dificultad: 0

Habilidad: 8

Tirada: 1 3 3

Total: 3 +8 = 11 Éxito

Notas de juego

Mis tiradas son épicas. Aix.

Sigo en R48

Edit Máster: Correcciones de typos post-partida

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01/12/2020, 22:56
Director

Notas de juego

Estado actual.

Jessie 14

Merenptah 14

Vero 13

Ricard 12

Dartacán 12

Ramzi 12

Sam 11

Gregorio 11

Tutmosis IV 11

Silver 10

Tutmosis III 10

Arturo 10

Lexi 9

Ramses II 9

Tutmosis II 9

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01/12/2020, 22:58
- Tut-Ank-Abrón -

Las fuerzas de la reina-faraón Lexihotep I estaban zurrando a las huestes de Osiris a base de bien, como si la reina le hubiera pisado el juanete al faraón-Dios con un tacón de aguja. Dos de los Tutmosis habían caído y las únicas huestes que le quedaban era el más viejo de los Tut, el gran faraón Ramses y un chucho a medio montar. 

La momia de Merenptah, hijo de Ramses II, se abalanzó contra Silver, intentando cerrar sus manos alrededor del cuello del influencer. La momia fue lanzando un golpe tras otro, pero delante estaba Silver, el capitán América, y bloqueo todos los intentos, uno detrás de otro, esperando que se abriera un hueco en su defensa y que pudiera apuñalarla.

Algo más atrás Vero entraba en combate siendo fiel a su estilo, cuanto más lejos mejor, y en caso de que alguien tenga que morir mejor cualquier otro que ella. Apuntó a la momia con la que estaba luchando Silver, Tutmosis, Merenptah, que más daba, estaba vendada y quería matarlo, y ella era la única que podía disponer de su vida, a polvos o a daga, pero pudiendo cargarse la momia a cualquier otro que empezara por el drogata, o por el yayo, Silver era suyo por muchas manitas que hicieran la rubia y él. Suyo! La daga voló, rozó la ropa de Silver y se clavó en Merenptah que cayó retorciéndose hasta quedarse completamente inmóvil.

Ricard cargaba como un perro furioso hacia Ramses. Quería borrarle esa sonrisa a puñaladas, quería hacerlos sufrir, como cuando Tamudo marcaba en el Camp Nou, como 4 horas sin drogas, lo haría sufrir como una noche de silencio sin los gritos de Jessie. Gritó, insultando a la momia por si no lo conseguía, que todo el mundo sabe que un insulto en un combate no mata pero desmoraliza.

- ME CAGON TUS MUERTOS NENG!!! MUERE!!! YO SOY EL NENG DE MONTOYA!!! TU MATASTE A MI CHOCHO!!! PREPARATE A MORIR!!

Y se lanzó al ataque, con pleno desprecio de su vida para conseguir la V de Vendetta. Clavó el puñal en el costado del faraón que rugió de dolor mientas lo miraba con una mirada llena de promesas, promesas de sufrimiento, promesas de darle pa su cuerpo alegría Macarena, pero no contaba con el capitán América, porque Silver podía ser pacifista, de los de llevar la ramita de laurel en el pico si hacía falta pero una momia le ponía de más mala leche que un guardia civil retirado.

Arturo lanzó uno de sus golpes intrascendentes y, si Manuel siguiera vivo habría podido escucharle decir que si estaba abanicando a las momias, que no tenían calor, que se dejara de tonterías y que le clavara el hacha de una vez, pero Manuel estaba muerto, y el hacha de Arturo lo único que hacía era abanicar momias, pero allí estaba, al pie del cañón, satisfaciendo a su público por hostil que fuera, y allí tenía a Silver al lado para hacerle de apuntador.

El yanqui hizo un movimiento espectacular después de mirar a Vero de reojo, mitad para maldecir y mitad para agradecer. Giró sobre si mismo y clavó el cuchillo de Tutmosis II de revés, lo recuperó y sin parar de moverse dio un salto como si fuera Brad Pitt en troya para acuchillar desde encima a Ramses II. Tal fue su fuerza que le atravesó el cráneo del faraón, debilitado por los años, y por un instante se quedaron allí mirándose Ricard y Silver, los hermanos de la destrucción.

Dartacán intentó morder a Arturo, que le lanzó una patada al estilo de Chiquito de la Calzada, intentando darle pero sin arriesgarse a que le mordiera. Pasito adelante, pasito patrás, finta de patada, y hacha preparada por si tenía calor, que igual que abanicaba a unos podía hacerlo con otros.

Osiris abrió los ojos y empezó a separar los brazos del pecho en un crujido estruendoso de piedra al separarse. Mientras el Dios volvía a la vida Gregorio aprovechó para acercarse furtivamente a Vero y la apuñaló por la espalda, un golpe mal colocado, en el hombro izquierdo, sin ningún órgano vital afectado. La psicóloga gritó y Sam se separó de Lexi cargando con el machete como una princesa guerrera. La muerte brilló en forma de acero y Gregorio se cogió el pecho, intentando evitar que la sangre saliera. Miró con odio a Vero y le dijo en un susurro

- Yo moriré, pero tú me seguirás, zorra, yo te habría hecho mi reina... zo....rr....

Sam miró hacia Lexi, miró hacia Vero, dudando en si quedarse a socorrer a la psicóloga o volver con su amiga. Se quedó con la psicóloga, intentó taponarle la herida mientras le decía

- No es nada, no es nada, ya no te hará más daño. Oh, Dios, he matado a una persona.... por.... por ti....

Osiris despertaba y Lexi intentaba leer el contrato de los dioses pero no lo entendía, era demasiado difícil, aquello parecían cartuchos reales, pero, no era lo mismo saber algún nombre de algún faraón, saber que un sol sobre un pato significaba hijo de Ra que entender todo un contrato. Osiris lanzó un brazo y derrumbó una columna del museo como si fuera de papel. Osiris clavó la mirada en la faraona mientras Ramzi intentaba enseñarle de forma express todo lo que había aprendido en tantos años. El Dios comenzó a reírse, una risa cruel y burlona, pero no la oían con sus oídos, resonaba dentro de ellos, como si fueran una orquesta afinada bajo la batuta de un psicópata.

- Un nuevo faraón reina en las dos tierras, un nuevo Horus se alza después de tantos soles, un nuevo halcón se eleva como un Ave Benu hacia el firmamento. Regocijaos, regocijaos todos, pues faraón os acompañará en vuestros últimos momentos en el reino de los vivos. Solo un Osiris puede detener la Noche Sin Fin, Solo un Osiris reina sobre los muertos - dijo el Dios parafraseando a Aida Nizar como buen megalómano de la tercera persona. Volvio a mirar a Lexi y le señaló con su enorme dedo al decirle - Lo que un Horus hace un Osiris puede deshacerlo porque, Horus, yo soy tu padre!

Elevó la mano hacia el cielo y las momias de los faraones se alzaron de entre los muertos de nuevo, al igual que Gregorio. Ramzi seguía intentando explicarle a Lexi como leer el pergamino pero parecía que no iban a llegar a tiempo de detenerlo. Ramzi la miró y le dijo

- Señorita Lexi, necesito la corona, los cetros y una daga, confíe en mi, puedo hacer que esto acabe para siempre. Confíe en mi.

 

- Tiradas (6)

Motivo: ataque Merenptah

Dificultad: 0

Habilidad: 5+12

Tirada: 7 9 10

Total: 9 +5 +12 = 26 Éxito

Motivo: ataque Merenptah (primera tirada erronea)

Dificultad: 12

Habilidad: 5

Tirada: 1 4 5

Total: 4 +5 = 9 Fracaso

Motivo: Ataque Ricard

Dificultad: 12

Habilidad: 8

Tirada: 2 5 10

Total: 5 +8 = 13 Éxito

Motivo: Ataque Dartacan

Dificultad: 12

Habilidad: 7

Tirada: 3 3 4

Total: 3 +7 = 10 Fracaso

Motivo: Ataque Gregorio

Dificultad: 12

Habilidad: 5

Tirada: 5 7 9

Total: 7 +5 = 12 Éxito

Motivo: Ataque Sam

Dificultad: 12

Habilidad: 6

Tirada: 2 8 10

Total: 8 +6 = 14 Éxito

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02/12/2020, 01:50
Vero

Vero estaba recogiendo su daga, o más bien la de la princesa Ita, cuando sintió aquella punzada dolorosa y lacerante en su hombro. Con horror se giró para darse cuenta de que había sido el demente de Gregorio quien había intentado matarle. ¡A ella, una psicóloga! Cuanto menos era toda una ofensa que un enclenque y mediocre loser hubiera tratado tal osadía, pero lo que le sorprendió todavía más fue que Sam, aquella zorra rubia, le salvara. ¡Aquello si era una vergüenza! Aunque... ¿en realidad lo era?

Vero se giró y vio el cuerpo sin vida de Gregorio a sus pies y a Sam como autora del asesinato. Fue entonces y solo entones cuando se percató de la belleza que aquella chica atesoraba. No solo estaba buena como para comerle todo lo negro, sino que además desprendía bondad. Todo un contrapunto para lo que era ella. Y como se suele decir, los extremos opuestos se atraen. Pudo comprobarlo cuando aquella chica le tocó el hombro y trató de taponar la hemorragia. Vero se ruborizó. ¡Ella, una diosa del sexo a la que le subían los colores por una simple caricia! No podía entenderlo salvo...

Si, se había enamorado. Cupido acababa de lanzarle una flecha de amor y ahora bebía los vientos por la zorra que le había intentado quitar al imbécil de Silver. Porqué una cosa no quitaba la otra. Que se hubiera enamorado de Sam, no quería decir que no siguiera enfadada con ella, pues le había quitado lo que por derecho era suyo, el trozo de carne con pelo repeinado y morritos carnosos, made in EEUU. Aunque claro estaba que ahora que las cosas habían cambiado entre ellas, podía perdonárselo todo, aunque no le saldría gratis, claro estaba. Iba a tener que demostrarle que de verdad se arrepentía dándole mucho amor y orgasmos excepcionales.

Me has salvado... - Le dijo todavía con las mejillas sonrojadas. - Yo... - Inspiró profundamente. - ¡Qué guapa eres! - Pensó. - Siento todo tanto... - Abrazó a Sam. Todo aquello de que le había robado a Silver y de los polvos mágicos para obtener su perdón se le acababa de olvidar nada más abrir la boca. - Me he portado como una idiota. ¿Podrás perdonarme? - Le dijo y entonces la besó. Fue un beso cálido y húmedo. Apasionado, como si no hubiera un mañana y cuando los labios de ambas se separaron, Vero creyó que por fin había encontrado su lugar en el mundo y que ahora si, podría quitarse aquella coraza que le hacía actuar como una sociópata y ser la chica amable, cariñosa y con buen corazón que en el fondo era.

Y es que todo el jodido mundo sabe que los psicólogos están como regaderas y que eligen su profesión para ver si logran, de alguna manera arreglarse el coco. Pues bien, Vero no era una excepción. Aunque creo que a estas alturas del desafío, todo jugador, VIP e incluso el narrador omnisciente y el director de la partida, aunque de éste último conociéndole, uno no lo tiene tan claro, se ha dado cuenta de que Vero estaba realmente loca de atar.

Pero además de loca, Vero tenía mucha puntería y una daga. Cuando la estatua comenzó a hablar, tuvo que olvidar por un momento a su nueva novia. Silver ya era pasado y Gregrorio... ¡Ese ya estaba hasta borrado del mapa! Ahora se centraría en Sam, quien sería su pareja, al menos hasta que cupido volviera a hacer de las suyas. Pues bien, tuvo que olvidar a Sam, pues aquella estatua tenía muy mala leche y además se había empeñado en que su esfuerzo por ir matando muertos, no sirviera para nada, pues ahora estaban todos de pie otra vez. No iban a poder con ellos, pero escapar tampoco era una opción. Menos ahora que Vero estaba enamorada y que se sentía en paz consigo misma y los tipos de su cabeza habían dejado, al menos por el momento, de sugerirle ideas autodestructivas, porque sí, Vero oía voces.

¡Lexi, entrégale la daga a Ramzi! - Le gritó desde su posición. Podrí haber vuelto a lanzar su daga, pero era inútil. No podría matar a todas las momias que les rodeaban ahora. Sólo quedaba la opción de confiar en el pergamino y en que la bibliotecaria fuera  realmente la elegida de Horus. - ¡Debemos confiar los unos en los otros!

- Tiradas (1)

Motivo: Lanzamiento de daga

Dificultad: 0

Habilidad: 0+8

Tirada: 1 3 5

Total: 3 +8 = 11 Éxito

Notas de juego

Dejo una tirada de lanzamiento de daga por si alguien se acerca a mi o a Sam con intenciones hostiles.

Por desgracia la peor tirada!

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02/12/2020, 18:43
Silver Brooks

Tras la carrera, salto y puñaladas, el segundo de silencio en que su mirada se encontró con la de Ricard se prolongó casi deliberadamente. Silver respiraba agitado, tanto por la adrenalina como por la sesión de ejercicio por el museo, pero listo para seguir ese ritmo el tiempo que fuera necesario. Después de todo, no llevaba ni un cuarto de tiempo de lo que solía pasarse en el gimnasio, y eso de mantenerte con vida es una muy buena motivación para no cansarte. Ahora más que nunca agradecía que el entrenar tanto le sirviera para algo más que buenas fotos y ligues.

Miro al pobre Ricard con algo de lástima. Vale, no era la persona que más apreciaba ahí, pero no era malo. - Lo siento, Ricard - expresó con sinceridad y verdadera tristeza, dándole algunas palmadas en la espalda. Hubiese deseado poder hacer algo más por salvar a Jessie, pero no había tenido tiempo. No había llegado a tiempo.

Sus ojos fueron entonces al perro que, por suerte, no era Anubis. Punto para Sam, por cierto, por distinguir el aullido correctamente. Le extrañó ver a Arturo saltando en ese bailecito, pero suponiendo que necesitaba ayuda, fue hacia él con intención de ayudar. Eso hasta que escuchó un grito proveniente de Vero, lo que le hizo frenar en seco y mirar hacia ella. No llegó a escuchar lo que dijo Gregorio, pero en realidad, dada la escena, eso era lo que menos importaba de todo. Por un segundo se quedó estupefacto, sin saber si ir a ayudarlas o que, pero Sam parecía tenerlo todo bajo control.

De todas maneras, justo entonces Osiris lo hizo tomar una decisión rápido. Es que si algo, el dios sabía llamar la atención, porque no le bastó solo con botar una columna sino que también tuvo que taladrearles la cabeza con su risa de ultratumba. Silver respiró profundo, preparándose para lanzarse contra él. Si habían podido contra otras momias, podrían contra esta. - ¿Se puede ser un Osiris? - preguntó al aire, con el ceño fruncido por la confusión. Hasta ese momento había estado convencido de que Osiris era el nombre, pero igual se había equivocado y era su cargo, o su profesión, o algo así.

Entonces las momias revivieron y cualquier duda pasó a ser irrelevante. - Arturo, ven aquí - le señaló con la cabeza, para que se pusiera tras él y así protegerlo del chucho con el escudo. Podrían matarlo, pero si lo iban a revivir enseguida era en vano. Era mejor moverse. 

Su idea por ahora era ir hasta donde se encontraban Lex y Ramzi, dispuesto a interponerse a cualquier ataque hacia ellos. Si tenían alguna oportunidad de salir de ahí estaba claro que no sería peleando, así que era necesario proteger, incluso a costa de su propia vida, a los únicos dos capaces de salvarlos.

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02/12/2020, 21:00
Arturo Fernández

El puñetero Scooby Doo quería morderme, a lo que yo me opuse, claro. Dándole pequeños puntapiés e interponiendo el hacha, esperaba que el cánido no me mordiera, cosa que conseguí a duras penas. Intenté darle un hachazo que terminara en un ladrido lastimero, pero no conseguí ni rozarlo, así que fui retrocediendo junto a Silver hacia donde estaba Lexi.

El gigante de piedra se había despertado y no parecía muy decidido a reconocer a Lexi como faraona y parar el fin del mundo. Intentaríamos replegarnos y ver si entre Ramzi y ella podían solucionar algo. Al mirar un momento atrás, vi a Goyo tirado en el suelo, muerto, y a Vero sangrando al lado con Sam. Al final habían terminado mal, cosa común hoy en día. Volví la mirada hacia adelante, acojonado por las palabras que salían de la boca pétrea de Otitis. Ya solo quedaba el perrillo y las doce mil momias restantes del museo, sin contar a papá momia.

- Tiradas (1)

Motivo: Hachazo al can

Dificultad: 12

Habilidad: 4

Tirada: 2 3 7

Total: 3 +4 = 7 Fracaso

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02/12/2020, 22:03
Lexi

Ramzi no la estaba ayudando, no al menos como ella esperaba. No necesitaba una lección magistral de cómo leer un pergamino, necesitaba saber qué debía hacer. Si la respuesta era “leer el pergamino” Ramzi debía haber aceptado de buen principio ser el nuevo faraón. Pero no lo hizo. Él había ido a por el papiro y debió leerlo antes. Sabía perfectamente lo que ponía, pero no se lo decía. ¿Por qué no se lo explicaba? ¿Por qué no la guiaba? ¿Por qué no le decía cómo debía actuar?

¿Sería algo sencillo? Gregorio también lo había leído y deseaba ser faraón, así que o bien lo había interpretado mal, algo poco probable en su opinión, o lucir la corona no implicaba ningún riesgo para el portador del cayado y el flagelo. Por su parte, Lexi creía que en el contrato había escrito el nombre de un faraón y sobre él, “hijo de Ra”. Pero esto era solo un fragmento. Tal vez podría averiguar más si dispusieran de más tiempo, pero era evidente que no lo tenían.

Sintió la intensa mirada de Osiris clavarse en sus ojos. Sus carcajadas viajaban por el interior de sus venas a la velocidad de la luz, resonando en su cuerpo, imparables. La imponente estatua la señaló, a ella, y habló.

A su señal las momias volvieron a alzarse, incluido el traicionero Gregorio.

Ramzi fue el siguiente en hablar. Lexi respiraba con agitación. No había cosa que detestase más que no saber qué debía hacer, no controlar en absoluto la situación. ¿Cómo demonios podía tomar decisiones si no conocía las opciones?

Lo que el guía le proponía era liberarle de ese peso, solucionarlo todo. Y Lexi era la primera que había apostado por él. Le miró, preguntándose por qué ahora y no antes. ¿Tal vez había dejado que ella se expusiera y ahora se arrepentía? ¿Para qué le había pedido el ankh, para ayudarla si le ocurría una desgracia o para revivir completamente a Osiris? No. No podía creer que ese hombre fuese tan cruel y mezquino. Le consideraba ya un amigo. Y su plan era sencillo, entregárselo todo y dejar que arreglase el mundo.

Se giró hacia él con una sonrisa triste. ¿Y si quería sacrificarse por ella?

-Querido Ramzi, confío en ti. Pero, no puedo... discúlpame... ¿Qué faraón has conocido que abandone a su pueblo? -y es que la cabeza le pedía tomar el camino fácil, era lo lógico, pero alguien le dijo una vez que las decisiones difíciles se toman con el corazón.

Lexihotep I caminaba majestuosa hacia Osiris, con la típica pose de los faraones, sin tener ni idea de qué iba a hacer, pero decidida. Le miraba a los ojos mientras decenas de ecos se arremolinaban volviendo a ella en forma de recuerdo.

Osiris juzgará a vivos y muertos y pesará sus corazones

Maat ha desaparecido bajo el influjo de Seth

Enfrentad el juicio al lado del primero, Restableced el pacto, Solo así el sol volverá al occidente

el mono le hizo una ofrenda. Osiris está enfadado

Narmer fue el primero, y la estatua habló del primero, pero podría ser que no fuera ese primero

No, yo no puedo ser faraón,

si el señor Silver quiere ir a buscar la corona hay que dejarle ir

Un faraón sacrifica su vida por su pueblo, deja de ser un hombre para ser un dios

No te fíes de nadie más que de Sam 

Yo lo guardaré. El símbolo de la vida es un potente amuleto

Lo que un Horus hace un Osiris puede deshacerlo

confíe en mi, puedo hacer que esto acabe para siempre

para siempre...

para siempre...

 

Se paró delante de él, a unos metros de distancia. Miró a sus amigos una vez más y luego la atención de sus ojos verdes fue íntegra a Osiris y su mirada carmesí.

-Con respeto. Este es mi tiempo y mi lugar. Lo reclamo. Como hijo tuyo y descendiente de Ra. Es mi voluntad restablecer el pacto, que el sol vuelva a brillar sobre nuestro rostro y nuestros corazones.

Y sin decir más, llevó el filo de la daga de la reina libertad a su propio cuello, dispuesta a quitarse la vida. La punta del arma, apoyada en su fina piel, aguardando tan solo una respuesta. 

-Estoy lista para enfrentar el juicio.

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03/12/2020, 06:26
- Tut-Ank-Abrón -

Las momias volvían a la vida con un solo gesto de la mano pétrea de Otitis, que diga, de Osiris. Todo lo logrado hasta el momento, todos los riesgos que habían corrido para acabar con las momias había quedado en nada, y no solo eso, sino que ahora tenían una nueva de la que preocuparse, la de Gregorio. Pero no todo era negativo, no, junto a Lexi y Sam ya era primavera en el Corte Inglés, el amor brotaba de los rincones más insospechados y Vero había visto la luz. Sam, siempre había sido Sam, bueno, siempre, siempre no, pero ahora sí, y una era psicóloga, y los conceptos del tiempo, del espacio y de las orientaciones sexuales eran solo conceptos que poder doblar y retorcer a su gusto, cual figurilla de origami. Además, seguían teniendo con ellos a Silver, y como el Capitán América podría estar todo el día dale que te pego, con las momias, y con lo que hiciera falta.

 

Pero volvamos al amor, volvamos a Vero. La psicóloga se ruborizó y se abrazó a como un náufrago lo haría con un tablón flotante, y hasta le pidió que la perdonara, una palabra que casi tenía olvidada de su vocabulario, pero es que era tan guapa, tan rubia y además peleaba a cuerpo a cuerpo que parecía una mezcla entre Xena, la princesa guerrera y Wonder Woman, se complementaban a la perfección, así que se lanzó a por ella. Un beso, uno de tornillo de esos que doblegaban voluntades, la besaría y sería suya, y no de ese papanatas repeinado que sabía a McDonald's recalentado en el micro.

La besó, o al menos en su mente lo hizo, porque Sam al verla venir le aplicó la madre de todas las cobras. Sam la intentaba apartar con todas sus fuerzas mientras Vero movía los labios y ponía caras de estar disfrutando del mejor beso de su vida. La bióloga le dijo sería - Oye, frena el carro que a mi no me gustan las mujeres, que si lo sé no te salvo. Ya basta tía, que eres más pesada que un collar de melones o unas navidades en casa de la suegra, que corra el aire ya, fuss fuss.... Oye, ya, no? Joder, quita... Gregorio!!! Quita!!!

Y es que el cuerpo de Gregorio se volvía a alzar de los muertos para volverse a vengar de Vero, pero tan patético que había sido en vida lo era a su muerte, así que cuando iba a agarrar del cuello a una desprevenida Vero, Sam le pateó en el pecho, haciendo caer dentro de un sarcófago con la tapa abierta. Satisfecha sacó el móvil de Silver e hizo una foto, una para la posterioridad que estaba segura que jamás vería la luz, pero si morían todos, si alguien alguna vez encontraba el teléfono, sabría que había pasado, que unos pocos habían luchado contra muchos, como Leonidas en las Termópilas.

Ricard, Silver y Arturo siguieron en sus peleas con las momias pero estaban empezando a retroceder. Las momias no se cansaban y parecían animadas con un mayor poder que antes, solo el escudo de Silver, el hacha-abanico de Arturo y las caras raras de Ricard impedían el desastre, pero estaban retrocediendo, acercándose más a la posición de Lexi y Ramzi. Si ellos caían la faraona caería, debían resistir y morir con las botas puestas, como Custer, pero en aquella ocasión no iba a haber séptimo de caballería que los rescatara.

Ramzi le pidió que le entregara los símbolos que otorgaban la condición de faraón a Lexi, había urgencia en su voz y preocupación, pero a pesar de las palabras de Ramzi, reforzadas por Vero, Lexi siguió adelante como la orgullosa faraona. Aquella era su carga y ella serviría a su pueblo hasta el final, y ni siquiera el desesperado intento de robarle la daga sirvió de nada, pues Lexi parecía animada con una energía que no había sentido antes, una fuerza cálida que la envolvía y la empujaba hacia su destino. Habló a Osiris con respeto y siguiendo las tradiciones, lista para enfrentar el juicio pero Osiris la miró y con una carcajada cruel y gutural le dijo

- Eres adoptada....

Ramzi miró a Lexi, vencido por su presencia y le dijo

- Señorita, por favor, la única manera en que un Horus se transforme en un Osiris es con la muerte. Al morir un faraón se convierte en Osiris, no, por favor.... no puede morir... por favor, déjemelo hacer a mi. - se arrodilló ante ella como si fuera una diosa a la que elevaba una desesperada plegaria. Lexi le sonrió con dulzura y le acarició la cabeza antes de decir a Osiris

- Estoy lista, el peso de mi alma será ligero como la pluma de Maat.  Estoy lista para ser una con Osiris.

El puñal hendió la carne pero Lexi casi no lo notó, hacía frío, y lo último que pudo ver fue la cara de espanto de Sam abrazándose a ella, mientras que la vida se escapaba de Lexihotep I, Lex, amiga inseparable, confidente de Sam, una buena persona. Su alma ascendió al cielo en forma de Horus llameante, dejando atrás todos los problemas mundanos y sus sufrimientos. Voló alto, tanto que solo se vio de ella un minúsculo puntito rojo en el cielo, como si una nueva estrella se hubiera alzado en el firmamento. Osiris empezó a reír, una risa cruel y despiadada mientras que las momias se cernían sobre Silver, Arturo y Ricard. Silver había perdido el escudo, Arturo había perdido pie y Ricard se había tomado la última de sus pastillas para irse de este mundo como había vivido en él, colocado para no darse cuenta de lo malo y dañino que era el mundo, porque en el fondo, muy en el fondo, era un emo.

Lexi lo veía todo desde las alturas, sintiéndose en paz consigo misma y con el cosmos. Todo se acababa, pero algo quedaba detrás, alguien: Sam, Silver, hasta Ramzi que había intentado evitarle ese cruel destino, Ricard, no podía dejarles, no debía, ya no era un Horus, era un Osiris y lo que un Osiris hace otro lo puede deshacer. Descendió de los cielos, con un brillo fulgurante que los cegó a todos y entró en la estatua animada de Osiris. Las momias cayeron al suelo inanimadas, volviendo a su estado original, mientras que la estatua sonrió y dijo con la voz de Lexi, algo más profunda de lo habitual

- Y me dirás que ir de museos no mola?, tengo que irme. Cuídamela, es ...mi persona favorita...

La piedra crujió y la estatua de Osiris cayó derrumbada en el suelo, resquebrajada una vez que la energía que la alimentaba había desaparecido. La luz solar y el ajetreo de la cercana plaza Tahrir llegaron a sus oídos, mientras que el silencio y la quietud se apoderaba del museo. Los unos y los otros se miraron, comprobando sus heridas, consolando las pérdidas. Gregorio no se volvió a levantar de entre los muertos, ni Jessie a la que Ricard le abrazaba con fuerza mientras cantaba

- Algo se muere en el almaaaa, cuando mi chocho se va.....cuando mi chocho se vaaaa, algo se muere en el alma cuando mi chocho se va.....

Pronto la quietud se vio alterada por la entrada en el edificio de policías que los encañonaban como viles delincuentes. Salieron esposados, a pesar de ser héroes, y pasaron unos días en prisión mientras les intentaban sonsacar que había pasado en el museo. Afortunadamente el post de Instagram que había hecho Sam y las grabaciones de la cámara de Manuel convenció a las autoridades que no eran unos saqueadores de momias, terroristas y malos en general.

Al salir de la prisión se dieron cuenta de la que se había liado a su alrededor. El museo había desaparecido como si lo hubiera engullido el triángulo de las Bermudas para reaparecer 3 horas después. El post de Instagram de Silver, que se había vuelto viral, mostraba momias moviéndose y peleando contra el influencer, que saltó a la fama mundial inmediatamente, aunque, a petición de la CIA y del mismo presidente Obama tuvo que salir en las redes a decir que estaba grabando un anuncio para promocionar Egipto. Sam y él decidieron darse un tiempo, quedar como amigos y empezar más lento, emplazándose para otro viaje, pero sin grupos, que uno no sabía que purria de grupo te tocaba cuando ibas en plan organizado.

A Vero la bombardearon con ofertas suculentas para participar en programas de misterio, especialmente del Cuarto Milenio, donde hubo durante varias semanas monográficos sobre la desaparición del museo... y quien iba a saber más del mundo parapsicológico que una psicóloga, eh?

En cuanto al buen Arturo, que os voy a decir.... chatinas, pero no las gachises de siempre, de esas que olían a ajo, gazpacho, croquetas y tortilla de patatas. No, Arturo iba a descubrir que a sus años todavía tenía kilómetros por hacer y los haría a caballo entre su Xixon natal y Hollywood. Allí sí que apreciaban su percha, su señorío, sus encantos de hombre de mundo. Muérete de la puta envidia Richard Gere!

Y en cuanto Lexi? Que pasó con la fugaz faraona Lexihotep I? Pues que acabó en el depósito de cadáveres con el ankh en el canalillo. No tuvo que esperar 3 días para resucitar, que en estos tiempos de stress con unas horas basta, y, afortunadamente lo hizo a tiempo pues estaba en la camilla y el forense estaba a punto de ver que había comido ese día. Al pobre médico le pegó un infarto, y a Lexi casi le da otro al ver donde estaba. No recordaba nada, Sam no le cogía el teléfono, aquella mañana tenía que ir al museo con ella y ahora estaba allí, en una camilla, mirando fluorescentes y con una etiqueta en el pulgar del pie.

En cuanto Sam salió de la cárcel se reunió con ella y la pusieron al día, tratando de rellenar el hueco en su memoria, pero salvo ese hueco, una cicatriz en el cuello y un adquirido gusto por el paracaíiismo y el ala delta nada había cambiado. Necesitaba volar de vez en cuando, necesitaba desplegar sus alas.

Egipto se había salvado, no habría mastabas, ni pirámides, ni elaboradas tumbas de recargados jeroglíficos, pero una reina del siglo XXI había evitado el desastre.

 

- Tiradas (1)

Motivo: Ramzi fuerza

Dificultad: 12

Habilidad: 5

Tirada: 3 3 4

Total: 3 +5 = 8 Fracaso

Notas de juego

Y con esto he acabado. Espero que os haya gustado el final...

Podéis escribir un último post para despediros de vuestro personaje con una pequeña regla: no pisar a otro personaje o pnj y meterle en algo comprometido, es decir, que podéis decir que os vais de viaje juntos o que quedáis a hacer una copa pero, por ejemplo, Lexi no puede decir que Ricard acaba enamorada de ella, Silver decir que Arturo se casa con él y demás cosas....

Por lo demás campo libre.

Gracias por este mes y algo.... gracias por soportarme :)

Edit:solo he cambiado el narrador

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03/12/2020, 15:38
Vero

 

Buenas noches, amantes del misterio. El caso de esta noche es absolutamente espeluznante y además, tenemos muchísima información que no les dejará indiferentes, se lo aseguro. Carmen buenas noches, ¿cómo estás?

- Buenas noches Iker, muy bien.  

- Hoy os hemos preparado un programa especial, un programa donde nuestro plató, aquí en Cuarto Milenio, viajará hasta Egipto. Hoy os vamos a contar una historia que os dejará estupefactos y que a mi me pone los pelos de punta. Y tenemos una protagonista aquí, hoy con todos los amigos de la nave del misterio. ¿No es así Carmen?

-  Pues si Iker, así es. Hoy tenemos con nosotros a una amiga muy especial, que ha vivido algo asombroso. Algo que está en boca de todos y de primerísima actualidad. 

¿Y quién es esta amiga tan especial, Carmen?

Verónica Garrote. No sé si les sonará el nombre a nuestros amigos de Cuarto Milenio, pero pronto sabrán quien es.

- Verónica Garrote, amigos. Ella es una de las supervivientes de los incidentes de hace una semanas en el Cairo, concretamente en el museo de historia antigua. Buenas noches Verónica. ¿Cómo estas?

- Buenas noches Iker y Carmen. Estoy encantada de estar aquí esta noche con vosotros. Gracias por invitarme al  plató.

- No, gracias a ti por venir. Sé que no es fácil rememorar lo que pasaste y contarlo aquí, en la nave del misterio, para todos nuestros espectadores y amantes de lo sobrenatural. Eres psicóloga de profesión y sin duda, contando lo que viviste en el Cairo, te estás exponiendo mucho a la opinión pública y por ello te doy la gracias por tu valentía. Pero cuéntanos, danos un adelanto de lo que sucedió hace exactamente hoy tres semanas en ese mágico rincón del mundo, donde reinan desde hace años las tres pirámides más famosas de toda la historia.

Pues verás Iker. Yo fui a Egipto para vivir nuevas experiencias y para aprender de la cultura del lugar pero nunca me imaginé lo que iba a vivir...

- Se me pone la piel de gallina, otra vez... Pero vamos a dar paso a la publicidad y luego seguimos con este testimonio. Verán mis queridos amigos de Cuarto Milenio, que el misterio es real y está donde uno menos se lo espera...