Partida Rol por web

Mientras la lluvia caía sobre vosotros, la silenciosa nave avanzaba directamente hacia el costado de la Wellen Brecher. No era un ataque directo, pues la nave variaba el rumbo para interceptaros, por lo que pronto seríais sometidos a un abordaje.

Mordrak, por si alguien de la tripulación tenía dudas, se manifestó como hechicero hablando la arcana lengua mágica lanzando unas llamas que surcaron el mar hasta la embarcación enemiga. Al llegar a ella las luces revelaron multitud de sombras en cubierta, todas de pie, esperando para el abordaje.

Cuando alcanzaron la distancia de tiro el teniente dio la orden. Todos aquellos que pudieran disparar a distancia lo hicieron. Balas y flechas se incrustaban en la madera y la carne arracando algún trozo de tela y carne. Sin embargo las figuras permanecían quietas, de pie, sin inmutarse.

El barco enemigo seguía acercándose. A pesar de la lluvia a esa distancia ya distinguíais las formas de hombres en cubierta. Muchos, muchísimos, no era posible que hubiera espacio en el barco para tantos guerreros, pero ahí estaban. 
Los disparos y flechas siguieron sucediéndose lentamente, como un goteo constante mientras los norses permanecían impasibles ante los ataques. Y entonces una fuerza comenzó a golpearos desde atrás, en vuestro propio barco.

  -¡Nos atacan, Nos AGGGHHHHH!.- El grito desde atrás del soldado os advirtió del ataque que por sorpresa se producía sobre vosotros. Y cuando vísteis a vuestro enemigo, el miedo se apoderó de la tripulación. 

Los no muertos se abalanzaban sobre vosotros chorreando agua salada. Estábais tan concentrados en el enemigo de enfrente que no estuvisteis atentos a vuestras espaldas pero nadie pensaba que os pudieran atacar por detrás en un barco en medio del océano.

Gracias a los torpes movimientos de los no muertos el ataque no fue la masacre que podía haber sido. Pero el miedo se extendió sobre los humanos y aliados como el humo de la pólvora sobre la cubierta.

De donde habían aparecido los goteantes no-muertos era un misterio para todos. Por si no hubiera sido suficiente con la inhumana tenacidad de la tripulación nórdica ante sus ataques, una horda de caníbales submarinos en estado de putrefacción tomó a los hombres del Wellen Brecher por sorpresa y sin clemencia alguna. El pánico se extendió veloz como fuego sobre brea en la cubierta y los soldados hacían lo posible por repeler el ataque, desmoralizados ante la situación en la que se encontraban; acorralados entre los norses y los no-muertos.

Buri pudo ver el peligro acechante antes que los demás y se apresuró a la vanguardia. Donde los zombis combatían contra los hombres de armas que hacían lo posible para reagrupar la formación contra el peligro. Uno de los no-muertos se abalanzó sobre él con moluscos como dientes, castañeantes y derramando bilis negra. Detuvo su avance con un empujón del escudo para luego arrojar un severo golpe del hacha hacia los brazos de su rival. Sangre oscurecida manchó su rostro y barba, pero el enano ni se inmutó por ello.

Eldillor se quedo inquieto al ver como las flechas no hacían mas que caer en los enemigos, mas estos ni caian ni gritaban... -Eso no esta nada bien- dijo tratando de aguzar la vista para lograr ver en la penumbra, mas le fue imposible.

Cuando ya fueron a parar a un lado del barco y fueron asaltados, el elfo estaba junto a sus amigos y aun buscaba a Marius para ver si podían posicionarse junto a este, mas no dio tiempo. El asalto había iniciado y poco pudo hacer mas que defenderse.

-Marius! haz lo que puedas pero unetenos!- grito, pero veía como tres de esas cosas lo arropaban y un temor dio con su consciencia, no podía distraerse... debía eliminar rápido a la cosa que tenia arriba de su escudo tratando de morderle, para hacerse camino en dirección a su amigo.

ahora resultaba que lo que nos atacaba no eran nordicos, sino no-muertos, lo cual me deja paralizado, ¿como iba a matar a algo que ya estaba muerto?

Marius se vio rodeado por tres muertos inflados y chorreantes. Casi de quedó paralizado por el miedo, pero finalmente pudo reaccionar lanzando un poderoso golpe de mangual contra uno de ellos.

Pese a que el impacto parecía que no se iba a producir, la suerte quiso que aquel abominable ser que debiera estar en el otro mundo, se moviera en el último instantes y recibiera un durísimo impacto en la misma frente. 

Su cabezota se abrió en dos, como so se tratara de una sandía. Marius esperaba que de esa forma se hubiera liberado al menos de uno de aquellos seres, pues todavía dos de ellos estaban encima suyo y el asunto no pintaba demasiado bien.

Mientras mis luces recorren el barco enemigo y nuestros hombres acribillan a las fuerzas enemigas me quedo observando, ¿porque no se mueren? cuando de pronto por la espalda aparecen dos enemigos y me atacan, al girarme veo un horror espeluznante que me deja paralizado en el sitio.

El barco se acercaba de forma inexorable, revelándose hombres en su cubierta cuando el maldito mago empleó sus oscuras artes en crear luces que nos permitieran verlos mejor; torcí el gesto ante aquello y apreté con más fuerza mi hacha. No me gustaba tener cerca a un mago, hubiera preferido mil veces a un fiable herrero rúnico.

Los humanos de Wellen Brecher iniciaron entonces una lluvia de proyectiles sobre los asaltantes, que parecían no aquejar los impactos que se lograban sobre ellos haciendo que un mal presentimiento se asentara sobre mis hombros cual ave de mal agüero; miré con fijeza a la embarcación enemiga y me percaté que allí había demasiados cuerpos apiñados ¿dónde diablos se alojan? 

Algo no estaba bien en todo aquello

Miré en dirección a Buri solo para ver, de reojo, unas figuras que se estaban encaramando por encima de la borda, en retaguardia. Sin perder un segundo alcé, con el rostro constreñido en una mueca feroz, me giré hacia allí abriéndome paso mientras daba la voz de alarma

¡En retaguardia!¡Nos atacan!- bramé a pleno pulmón mientras los nuevos asaltantes se lanzaban a por nosotros

Un olor fétido, junto a ojos lechosos y cuerpos hinchados, reveló a los nuevos enemigos como muertos vivientes lo que daba mayor sentido al barco que se aproximaba... los cadáveres de los caídos, arrancados del reposo eterno por oscuras artes, venían a intentar hacerle el trabajo a los siervos de los Poderes Oscuros

Noté como el cuerpo se me quedaba rígido ante aquella visión, erizándose todos los bellos de mi piel... pero no podía dejar que algo así me paralizara y, por pura tozudez, desterré el miedo que provocaban aquellos seres para enviarlos a la tumba de la que nunca debieron salir

- Baruk khazâd! Khazâd ai-menû!- grité mientras hacía un ocho con mi arma en dirección a la criatura que intentaba morderme sin éxito, hundiendo mi arma en el cuerpo del zombi

-Vamos, todos juntos- dijo mientras realizó fuertes estocadas contra la el zombie que tenia de rente, mas esto permitió que otro se le abalanzara... trato de impedir el ataque con su escudo, mas no pudo contenerlo y logro pasar sus defensas.

Sintió como su carne era desgarrada y mas sangre brotaba, el sudor frío lo consumía, pero aun estaba claro -Vamos rápido! Marius esta en problemas- dijo mientras se desprendía la alimaña de arriba y miraba de reojo que con éxito ya su compañero había derribado a una de esas cosas.

- Vamos - digo al elfo mientras con mi mano derecha hago un rápido movimiento que impacta al zombie en el hombro.

El combate parecia complicarse puesto que más zombis se iban a unir a la batalla, así que mientras lucho junto a Luis y Eldillor escucho las palabras de este último:

-Vamos rápido! Marius esta en problemas

Así pues con mi mano izquierda hago unos gestos creando un proyectil de energia pura que sale disparado a uno de los zombis contra los que lucha Marius - Me encargo - digo sin apenas apartar la mirada de el zombie contra el que me encuentro.

Una boca repleta de percebes avanzó rápidamente hasta el enano, quien hacia lo mejor que podía para mantenerla lejos. El no-muerto golpeó sin parar al enano, para sorpesa de nadie, la fuerza que poseían dichas monstruosidades era superior a la de un humano normal. Además de que su determinación era tan inquebrantable como innatural. El enano apartó a la criatura una vez más con un empujón del escudo y arrojó un poderoso golpe horizontal con el hacha para despachar a la criatura. No se abalanzaría al combate con otra de aquellos monstruos resucitados si había riesgo de quedar herido o peor. Por lo que levantó bien su escudo y empezaba a ver como se desarrollaba el combate a su alrededor.

Los condenados continuaban se lento pero inexorable avance a traves de la cubierta mientras los humanos desterraban el miedo gracias al valor que les inspiraba el sacerdote. Aquello estaba bien, al menos enfrentarían a la muerte plantandole cara

Por mi parte, la bestia que me acosaba yacía a mis pies inherte nuevamente pero había mas por destruir; miré alrededor con el hacha presta observando como algunos de los "compañeros" estaban en apuros rodeados y heridos

El brujo prosiguió conjurando, logrando un éxito menor al golpear a uno de los retornados, mientras el elfo poco a poco estaba siendo superado

Ni pensarlo, no vas a librarte de mis puyas tan pronto, besa flores- dije mientras me lanzaba, cual bala de cañón, sobre los enemigos que atacaban al elfo, pero la resbaladiza cubierta me hizo errar el golpe

Una de aquellas tres monstruosidades había caído del primer golpe. Esa era sin duda una buena noticia. Si aquellos muertos podían morir, bastaba con matarlos a todos para sobrevivir. Marius era un buen guerrero. Difícil de herir, letal al cuerpo a cuerpo y de nuevo, lo estaba demostrando. 

Sin pensárselo mucho, lanzó un nuevo golpe contra aquellos seres salidos del mar y retornados de la muerte. El impacto fue de nuevo en el blanco. La bola de afiladas estacas metálicas golpeó contra el cuerpo hinchado de aquella criatura haciendo que saltaran piel y carne. El combate se le estaba dando bastante bien y sólo esperaba que sus compañeros tuvieran la misma fortuna.

- ¡Son muchos, pero podemos con ellos! - Gritó Marius. - ¡Unidos lo podemos todo! ¡Por Sigmar!

La lucha se sucedía con buen ritmo, aunque la desventaja era clara. Cada vez más muertos subían al barco y todavia estaban por venir los del barco enemigo. Pero no había tiempo para eso. Que Myrmidia repartiera suerte y le proporcionara una digna muerte si era necesario.

-Si vuesa merced me permite el atrevimiento,- dijo al elfo -tengo bastante con este baile.

Usó la daga de parada de su mano izquierda para detener un garrazo que sin duda hubiera sido bastante grave pero las distancias tan cortas no eran adecuadas para su largo estoque, fallando la rápida sucesión de ataques.

La batalla en la cubierta es abrumadora y desoladora.

Eldillor, a pesar de su destreza élfica con la lanza y el escudo, es incapaz de contener a tanto no-muerto siendo herido de gravedad. Mordrak consigue atravesar el hombro en un golpe descendente hasta el hígado del zombi que tiene delante pero este continúa luchando. 
El silencioso Buri sangra profusamente de su herida pero se mantiene firme descargando un golpe letal contra el zombi que luchaba. Kargun intentó ayudar al elfo pero el agua chorreante de los muertos hizo que casi resbalara fallando en su ayuda.
Luis Alcocer demostró que las escuelas estalianas tienen fama por algo. Con un rápido movimiento de su main gauche detuvo a tiempo un mortal ataque dirigido a su estómago aunque la distancia jugaba poco a su favor para el contraataque y el gladiador volvió a hundir la pesada bola de su mangual reventando el cráneo de un zombi mientras su pútrida y flácida piel se quedaba pegada al arma.

Y entonces.... BAOUUUMM!!!!

El sonido del crujir de la madera ahogó el ruido de la batalla. Vuestros pies se desestabilizaron y todos caísteis al suelo rodando sobre muertos, sangre, armas y compañeros. Otra maniobra astuta.

El rumbo del barco enemigo era de intercepción, para abordar, y el capitán tenía bastantes problemas en cubierta como para prestarle toda su atención al barco enemigo. Pero en el último momento este giró de improviso para embestir al Wellen Brecher. Una maniobra que conseguiría acabar con más de un humano, y si se hundía el barco entero, mejor que mejor.

Aunque eso no era lo peor, lo peor era que comenzaban a desembarcar tropas no muertas de norses. Se veía nada más verlos, eran diferentes. No eran esos pútridos e hinchados zombis lentos, eran no muertos salvajes y brutales que habían consagrado su alma al caos en vida y, ahora en la muerte, seguían la malvada oscuridad que les daba fuerzas.

Lo no muertos ahogados comenzaban a levantarse lentamente.

Los no muertos Norses comenzaban a segar almas a su paso.

Marius quiso ponerse rápidamente en pie, aunque al hacerlo casi trastabilló de nuevo. Logró no caer al suelo, pero había perdido unos segundos indispensables para lograr una óptima posición de combate. Fuera como fuera, volvía a estar en guardia y listo para el combate. Buscó con la mirada a los suyos, cerca de él estaban los dos enanos y el elfo, también Luis y aquel extraño brujo que le causaba escalofríos. Aunque dado los pavorosos enemigos a los que se enfrentaban, la apariencia un tanto excéntrica de Mordak, había pasado a un segundo plano.

Pronto fue consciente de la terrible situación en la que se hallaban. No solo de cada vez había más ahogados sobre la cubierta, sino que aquel barco norses, acababa de impactar contra el suyo y muertos norses bien armados, empezaban también a abordarles. La batalla parecía abocada a la derrota, pero no iban a darse por vencidos sin luchar. No era su estilo. Marius no flaqueaba, Marius no se rendía. Y si tenía que morir, sería matando.

Lanzó un fuerte mangualazo al aire y falló. Estaba todavía algo aturdido y desequilibrado tras haber caído sobre la cubierta debido al impacto de la nave norses. No obstante, estaba seguro de que todavía no había caído el último muerto bajo su poderosa bola de pinchos.

- ¡Continuad juntos! - Les gritó a sus compañeros. - ¡Resistid! ¡Por todo lo que queráis, no desfallezcáis!

En mitad de un frenetico combate y coge el barco y se revienta contra nosotros, en el suelo caidos todos parecemos debiles, intento levantarme con velocidad pero la resbaladiza cubierta no me permite moverme con facilidad.

Una vez en pie escucho las palabras de Marius - ¡Tiene que haber alguien liderando a estas cosas, deberiamos buscarlo y acabar con el! - grito mientras intento buscar algo a mi alrededor.