Partida Rol por web

Draconis Ignis

Prólogo

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13/09/2019, 23:40
Fabulator

No había en la Corona de Aragón mejor lugar para alimentar el gran deseo de conocimiento que el Estudi General de Lleida, fundada en el año 1300 de nuestro señor por el rey de Aragón y Conde de Barcelona Jaume el Just, segundo de su nombre. Nobles fueron sus intenciones al fundar este bello templo del saber y nobles fueron las de sus doctores dispuestos a enseñar, pero mucho distaba la de sus crapulosos estudiantes. Mangurrianes y verriondos como nadie, acostumbraban a malgastar todos sus dineros en juegos y bebida, prefiriendo un buen jolgorio a centrar la mente en sus estudios.

Pero gracias a los cielos del Señor, no todos los estudiantes eran iguales en el Estudi General; Pau Parra era el favorito del buen Doctor Llorenç, su tutor desde que lo trajera del remoto pueblo de Quart de Sacre. Al contrario que sus desvergonzados compañeros, Pau era un muchacho de mente centrada y buenas dotes para el estudio, y esto llevó a su tutor a enseñarle algunos de los conocimientos más arcanos y misteriosos que se escondían en lo profundo de la Universidad, donde el Concilio de Anatema custodiaba el conocimiento del mundo antiguo. 

Corría el mes de Febrero de 1362 cuando el Doctor Llorenç hizo llamar al joven Parra. Él le estaría esperando en la biblioteca inferior, donde el Concilio se reunía a las sombras del resto de la Universidad.

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14/09/2019, 01:00
Fabulator

Febrero, 1362

Con el fin de la guerra, los nobles caballeros y otros diestros de espada habían regresado a sus hogares a disfrutar de un tiempo de paz con sus familias, pero a algunos el deber pronto les habría de llamar. Uno de estos buenos hidalgos era Don Bernat Dalmau, infanzón valenciano que había luchado por la Corona de Aragón en la guerra contra Génova y contra Castilla después, librando batallas junto al bastardo Enrique de Trastámara. 

Al tiempo de estar de regreso a casa, una misteriosa misiva había llegado a sus manos:

 

Bon gentilhome Lo Bernat Dalmau,

li escric aquesta carta per proposar-vos una petita campanya

pel bé de la Corona. He lluitat al costat de vós en nombroses

batalles i crec vostra figura serà ideal per dur a terme aquesta

missió. Si després de la guerra encara esteu amb forces

per  acumular més glòria i honor del que ja gaudiu,

us esperaré a l'Estudi General de Lleida.

Fmt: Bernat II de Cabrera, Almirall de l'Armada Reial del senyor rei d'Aragó

 

Pocos llegaban a la altura de Don Bernat II de Cabrera en toda la península, que a sus más de sesenta años seguía comandando las tropas del rey de Aragón como ningún otro hombre del reino lo habría hecho. No pocas veces Bernat había contado con su inestimable presencia en el campo de batalla y había comprobado su valía con sus propios ojos, sin embargo, algo extraño reposaba en aquella carta de su puño y letra. ¿Por qué citarlo en la Universidad de Lleida?, ¿por qué no dar más detalles de la misión que tendría que afrontar de ir allí?

 

El frío del invierno aún calaba en los huesos en los sinuosos caminos que conducían a aquel templo del saber, pero las hachas de guerra se encontraban guardadas por el momento, y los bandidos que ahora aprovechaban para rapiñar los despojos de la contienda pasada no se atreverían a asaltar a un señor con espada. No sería un viaje largo.

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14/09/2019, 10:48
Fabulator

Febrero, 1362

La guerra había terminado por el momento, y un nuevo señor había ido a ocupar las tierras de Sacre. Las gentes de Quart nunca tuvieron en especial estima a los antiguos barones, y tampoco se lo tendrían al nuevo conde; lo único que les importaba es que, fuese quien fuese quien ocupase el castillo, pudiese defenderlos de los bandidos, las invasiones y de aquel maldito y temido bosque que les rodeaba. Los cazadores nunca se adentraban en lo profundo, pues no eran pocos los que se habían aventurado en las tinieblas de aquella espesura para nunca regresar. Sólo Llanos y su marido, Jaume el leñador, se atrevían a vivir en los lindes de este perverso lugar. "Por supuesto", pensarían las gentes de Quart, pues Llanos era una mujer que nunca había pertenecido al mundo de Dios y debía sentir mayor gozo de la compañía de lobos, culebras y otras criaturas del demonio que de los buenos y cristianos vecinos del pueblo.

Sin embargo, esta relación entre Llanos y el pueblo no estaba enteramente quebrada, pues no eran pocos los que recurrían a sus profanos remedios para sobrellevar sus cargas y desdichas. 

Un buen día de Abril del año 1361 de nuestro señor, pocos meses después de la llegada del nuevo conde, Llanos había ido a casa del carpintero para administrarle un buen bebedizo para dormir en tranquilidad tras un insomnio que le impedía descansar debidamente por las noches. Al salir de aquella morada, sintió un extraño escalofrío, como si se hubiese vertido un cuenco de agua fría sobre su espalda. Se estaba poniendo el Sol y hacía frío, pero no tanto como para provocarle aquella reacción. Podría ser un mal presagio o meras imaginaciones suyas. Quizás lo mejor sería regresar a casa con su vástago y su devoto esposo...

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14/09/2019, 12:13
Pau Parra
Sólo para el director

Pau correteaba por el claustro cargado con sendos libros de considerable tamaño, llegaba tarde para variar, en su carrera a punto estuvo de arrollar al anciano Doctor Calafell.

¿On va vosté amb tanta presa?

- Disculpi vosté misser Calafell, he d'atendre assumptes urgents.

No cesó en su carrera hasta que llegó a la biblioteca, donde sabía que aguardaba su tutor paciente. Estaba en la escalera de bajada a la biblioteca inferior cuando reculó de nuevo hacia arriba.

- Els llibres Pau! -tenía que devolverlos antes de mediodía, ese era el tiempo de más que le había concedido el rector en la misiva para el bibliotecario, así que subió a zancadas el pequeño tramo que ya había bajado y corrió hasta el escritorio. Dejó caer pesadamente los libros sobre el escritorio- Josep, fes-me el favor d'emmagatzenar aquestos per mi, et deixaré els escrits de la clase d'en Benlloch.

Tal cual había llegado se fue, no tardó mucho más en llegar resollando a la escondida biblioteca donde le esperaban.

Perdone vosté Doctor Llorenç, m'entretingut llegint uns tractats del vint-i-nou sobre...- se estaba yendo por las ramas- Bò, no té cap impotància. M'ha nomenat mossén Benlloch que volia raonar amb mi. Què mana?

Notas de juego

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14/09/2019, 12:50
Fabulator

Febrero, 1362

Las convulsas guerras en las que Castilla se había sumido en los últimos años habían traído la desgracia y el infortunio a la honorable casa de Villegas; Pedro Ruiz de Villegas Lucio y de Cevallos, IV Señor de la Casa de Villegas, había sido asesinado vilmente mientras dormía por los perversos secuaces del rey Pedro el Cruel, y ahora el resto de su familia se encontraba bajo una taimada vigilancia para sofocar cualquier intento de venganza.

Uno de estos hombres era Rodrigo Ruiz de Villegas, vástago natural de Pedro pero criado por su hermano, Don Lope Ruiz de Villegas. Con el paso de los años se convirtió en caballero y se unió a la Orden de Santiago, que había jurado proteger a los peregrinos y combatir a los musulmanes que aún quedaban en la península.

Seis años después de la muerte de su padre, en una mañana invernal de 1362, su padre adoptivo le hizo llamar a sus aposentos para una pequeña reunión.

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14/09/2019, 14:08
X-Rodrigo Ruiz de Villegas (Fallecido)
Sólo para el director

Rodrigo cabilaba sobre que asuntos podían ser tan urgentes para reclamar su presencia con tanto apremio.

Era una mañana invernal y el crugir de la nieve sonaba bajo las botas de Rodrigo mientras cruzaba el patio, hacia donde se encontraban los aposentos privados de su padre.

Llamó a la puerta y esperó unos segundos antes de entrar, no había ningún secretario que lo anunciará ni habriera la puerta.
- Me habéis hecho llamar - Rodrigo confirmaba, más que preguntar.

La estancia era fria, pobremente adornada y amueblada, ha esto hemos llegado, la noble familia Ruiz de Villegas vilipendiada y arruinada por un carbón, Rodrigo pensó mientras echaba un vistazo y apretaba los puños con fuerza, y la rabia se apoderaba de él.
Maldito Pedro, era el más bastardo de todos los hijos del difunto rey Alfonso.

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14/09/2019, 15:27
Fabulator

 

Febrero, 1361

Habiendo estado toda su vida viviendo en Quart de Sacre, el buen soldado Teolfo Rodriguez jamás había visto el pueblo tan atribulado como en aquellos últimos años. Pese a situarse en un lugar aislado, la guerra entre los dos Pedros había acabado por llegar al término de Sacre cuando las tropas de Pedro el Cruel irrumpieron en el valle, quemando y saqueando los campos hasta llegar al castillo. El pueblo comenzó también a ser atacado, pero por suerte el asedio a la fortificación no duró demasiado y pronto tanto aquellas tierras como sus gentes pasaron al dominio castellano.

Quién lideró el ataque no fue un comandante cualquiera, sino el mismísimo Conde Onofre de Munter, uno de los nobles cercanos a la casa real de Pedro el Cruel que tras el tratado de paz con Aragón decidió trasladarse al castillo de Sacre.

Con un nuevo señor gobernando el término, las reformas no se harían esperar y pronto los soldados asentados en Sacre desde antes de la guerra fueron llamados a reunirse en el exterior del castillo, incluyendo al humilde Teolfo. 

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14/09/2019, 18:10
Fabulator

Agosto, 1355

Ya estaba hecho. El negro y despiadado corazón de su padre se había detenido durante la noche y su alma había abandonado aquel hogar que tantas desdichas había contemplado. Su mano rígida y fría como el mármol estaba fuera de las sábanas como un testimonio de aquella defunción. Las drogas que había recibido y el avanzado estado al que había llegado su enfermedad no tardarían en comenzar a podrir e hinchar aquel cadáver.

Leonnie estaba frente a él, contemplando el cuestionable resultado de sus oscuras decisiones. Pronto tendría que deshacerse de aquel inmundo cadáver y tratar de inventar las mejores excusas para los vecinos. Probablemente creerían que la enfermedad se lo habría llevado, aunque más le valía que nadie versado examinara el cuerpo en profundidad. También podría huir lejos de allí; cada mañana salían caravanas comerciales en dirección a la Corona de Aragón, donde podría comenzar una nueva vida. Tendría que decidir qué hacer...

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15/09/2019, 22:22
Bernat Dalmau

Ante la citación recibida, a Bernat no le quedaba otra si no responder a la misma, por mucho que le pesara partir de nuevo desde sus tierras cuando tan poco tiempo había pasado en ellas junto a su familia. Pero la persona de Bernat II de Cabrera no era una a la que se le pudiera decir que no, por lo menos, en aquellos tumultuosos tiempos en los que el anciano almirante seguía siendo uno de los hombres más poderosos del reino a pesar de haber dejado sus años mozos tiempo atrás.

De modo que, desde su hogar cerca de Catarroja, se encaminó hacia donde se le había encomendando, rumbo a las tierras del Condado de Barcelona, de las que sus antepasados habían emigrado hacía ya más de un siglo para asentarse como colonos en el Reino de Valencia. Los motivos del almirante para querer reunirse con él semejante lugar lo tuvieron en vilo todo el camino, ya que le resultaba extraño que un hombre que se había pasado buena parte de su vida entre soldados y lo siguiera haciendo, ahora quisiera verlo rodeado de monjes y estudiosos, pero no tardaría en averiguar el motivo.

Se arrebujó bien en su capa, pues hacía fresco aquella mañana. Había preferido viajar en solitario, puesto que no esperaba encontrar problemas por el camino ni que este se le hiciera demasiado largo, aunque llevaba su panoplia encima. Fuera lo que fuese que Bernat II quería de él, dudaba que fuera a requerir pluma y tinta, si no acero y valor, de los que, gracias a las acciones de los últimos años, iba bien provisto.

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16/09/2019, 10:42
Leonnie

Estaba hecho, ¡lo había hecho!, ¿qué demonios acababa de hacer? Él, él se lo había buscado, era culpa suya, igualmente tarde o temprano moriría, yo solo lo había adelantado, lo había hecho para que nadie más sufriese bajo sus manos, yo solo...

Tenía que avisar en el pueblo, no podía esconderlo, eso resultaría sospechoso, así que me puse manos a la obra y destruí todo lo que pudiese incriminarme, cerré los ojos de mi padre y salí de la casa con la cara descompuesta y lágrimas en los ojos. Me acerqué en tal estado al jefe del pueblo, una vez dí con él le conté lo sucedido, mi padre había fallecido finalmente tras su larga enfermedad, yo ella se lo había llevado.

Si sospechaba algo yo no lo había notado, así que después me acerqué a la Iglesia para pedir un funeral para él, después de todo tenía que guardar la imagen. 

Una vez todo estuvo orquestado la que me preparé fui yo, hice un macuto con todo lo que pude llevarme, pues mi padre tenía una bonita colección para nuestro oficio, cogí también algo de ropa, una ballesta y una daga que podía guardar entre mis ropas, toda precaución era poca. Y dejé una carta para quien la encontrase, una en la que decía lo siguiente:

Siento dejaros así nobles gentes de mi amado pueblo, pero tras el fallecimiento de mi padre no puedo seguir viviendo aquí, todo me recuerda a él, la casa, el oficio, las gentes que vendrán a que las trate y yo... no soy tan fuerte. He de comenzar otra etapa de mi vida dejando ésta acabada.

Lo siento y sobre todo tú Diego*, sé que algún día podrás perdonarme,

Leonnie.

Y al día siguiente, si nada sucedía partiría hacia una nueva vida. 

Notas de juego

*Diego era un joven del pueblo con el que de vez en cuando Leonnie tenía algún que otro escarceo amoroso, nada más.

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16/09/2019, 16:28
Llanos Fabrat

Encara estava gaudint de la bona olor de les cebes que el fuster havia tingut bé a regalar-me per curar el seu insomni, quan un calfred em va recórrer l'esquena de dalt a baix.
Mirant al meu voltant, vaig inclós ganes de santiguar-me, perquè hi havia quelcom a l'aire que me estava dient que alguna cosa no andava bé.

Així doncs, vaig ficar-me la capa per damunt dels muscles i vaig encaminar-me cap a casa.

Notas de juego

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16/09/2019, 22:33
Dr. Llorenç

Aquella biblioteca era oscura y ténuemente iluminada por las velas. Un viento frío corría desde las grietas del techo y se filtraba por toda la estancia, dando escalofríos a todo aquel neófito que se aventurase en aquella tenebrosa estancia. Figuras encapuchadas se encogían en sus asientos, examinando viejas lecturas prohibidas a las que muy pocas había tenido acceso Pau.

El venerable doctor Llorenç estaba esperando a Pau en su escritorio mientras repasaba unos viejos mapas, pero en cuanto el muchacho se acercó alzó la vista. 

-Pau, tan ràpid com sempre -dijo levantándose-.  Serà millor que parlem d'això aquí, no hi ha lloc més segur a la universitat.

El doctor echó un vistazo a aquellos mapas y volvió la vista a su aventajado alumno.

-Recordes que et vaig comentar el que havia passat a Sacre?

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16/09/2019, 22:53
Lope Ruiz de Villegas

-Así es Rodrigo -dijo mientras revisaba unas notas a la luz de una vela en su escritorio. 

Don Lope se levantó y le extendió a su hijo adoptivo una misteriosa misiva. Llevaba el sello de la Orden de Santiago.

-Un mensajero nos ha traído esto. Parece que es de uno de tus amigos de la Orden. 

Con los años, el señor de la casa Villegas se había vuelto sumamente desconfiado. La hostil vigilancia a la que estaban sometidos había hecho mella en él y deseaba que el hijo de sangre de su hermano no pereciese inútilmente por culpa de los caprichos de un rey sanguinario. 

En su interior, la carta rezaba lo siguiente:

Estimado Don Rodrigo de Villegas.

He seguido de cerca vuestras acciones para la Orden 

y siempre he considerado que sois un caballero hábil

y distinguido. Puede que ahora estemos en tiempo de paz,

pero incluso ahora la Orden nos reclama para servir a Dios.

Tenemos indicios de que un noble está cometiendo herejía

y hemos decido investigar la cuestión. Puede que no sea

un cometido habitual de nuestra Orden, pero si aceptaseis

uniros en esta campaña podrías ser recompensado. Si aceptáis,

reuníos conmigo el cuarto lunes de Febrero en Burgos en la 

sede de nuestra Orden. 

Firmado: Don Diego de Villalba.

Don Diego de Villalba no era un nombre desconocido para Rodrigo; era uno de los caballeros veteranos de la Orden, de unos cuarenta años, y había luchado junto a él unas cuantas veces, aunque su relación había sido mayormente formal hasta ahora. Sobre su lealtad a Pedro el Cruel o al Bastardo Trastámara poco se sabía.

 -¿Este hombre es de fiar? -preguntó Lope con el gesto serio.

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17/09/2019, 12:49
Teolfo Rodríguez

Teolfo sabía que sólo era cuestión de tiempo que el nuevo señor convocase a sus soldados vasallos para que acudiesen al castillo. Ignoraba cuál era el motivo por el que les habían llamado, pero ese día Teolfo decidió prepararse de inmediato para partir hacia el castillo. Tomó su lanza, su ballesta, su cuchillo, algunos virotes y el bacinete que había comprado tiempo atrás para proteger la cabeza, y tomó camino hacia la fortaleza de su señor.

Antes de partir, a pie, pues no disponía de montura alguna, se despidió de sus ancianos padres, con palabras tranquilizadoras y asegurando que probablemente el nuevo señor sólo querría saber de cuántos efectivos disponía entre sus filas.

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17/09/2019, 17:01
Bernat II de Cabrera

El camino hasta el Estudi General no fue especialmente dificultoso, así que Don Bernat y su pequeña comitiva no tardaron en llegar. La mañana era fresca, y todavía quedaban pequeños montículos de nieve de una nevada reciente, pero el viento no llegaba a causar dolor en la piel desnuda.

Por el exterior del Estudi podía verse a numerosos estudiantes de aquí para allá, cargados con libros y otros pertrechos para el estudio, aunque también rondaba alguno que otro goliardo, tan borracho de buena mañana como el peor de los parroquianos de una taberna. 

Al poco de su llegada, el almirante salió a recibirle. Pese a su edad, seguía tan robusto como siempre, aunque ahora se estaba dejando más barba que nunca.

-Bernat, beneït sigau bon amic -le dijo estrechándole la mano amistosamente-. Espere no haver-vos tret dels vostres quefers i us hagi fotut el descans.

En el campo de batalla Bernat de Cabrera era completamente recto y serio, centrado totalmente en los planes y estrategias a llevar a cabo, pero entre amigos solía ser un caballero bastante afable con sus amigos.

-Què us sembla si entrem, ens bevem un bon vi i parlem d'aquest comès pel qual heu vingut?

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17/09/2019, 17:02
Fabulator

Aquella mañana era calurosa, más de lo normal, y las chicharras cantaban de forma ruidosa y molesta. Mientras Leonnie se alejaba, las campanas de la iglesia comenzaron a sonar; eran campanas de muertos. Puede que fuese por su padre o puede que no, pues con aquellas temperaturas no era raro que algún anciano campesino muriera por golpe de calor.

A las afueras del pueblo había un grupo de comerciantes que estaban a punto de partir en su carros. Si Leonnie lograba convencerles, quizá le dejarían un hueco en su viaje. 

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17/09/2019, 18:02
X-Rodrigo Ruiz de Villegas (Fallecido)
Sólo para el director

Rodrigo se acercó al escritorio y leyó la misiva que llevaba la cruz roja en forma de espada, el símbolo de la orden de Santiago.
Fruncio el ceño al leer la nota y mas lo fruncio ante la pregunta de su padre.

- Es un caballero veterano de la orden su valor ha sido provado en varias lizas y según tengo por sabido siempre se ha comportado con honor y valor -
Dejó la nota sobre la mesa, bien sabia Rodrigo que no era eso lo que le preguntaba su padre, queria saber donde residian las lealtades, en estos días era mucho más importe que el valor o la honra de uno.
Suspiró y sacudió la cabeza - En estos tiempos Dios sabe en quien se puede confiar, pero dudo que sea una trampa-
Miro la carta de nuevo
- Si fuera una trampa evitaria usar la cruz de Santiago - O eso le gustaria pensar a Rodrigo, que aun habia ciertas sagradas.

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17/09/2019, 18:30
Fabulator

Rayos rojos como la sangre sobresalían tras el castillo mientras el Sol se ocultaba y daba paso al crepúsculo. Los vecinos de Quart ya comenzaban a resguardarse del frío en sus hogares mientras Llanos marchaba al suyo tras aquella extraña sensación. Pese a situarse en el bosque, se encontraba en la zona limítrofe, así que no era un camino largo. Cuando dejó el pueblo atrás y la pequeña casita se encontraba al alcance de su mirada, sus malos presagios comenzaron a hacerse realidad; la puerta de entrada estaba rota y por el exterior no había ni rastro de su marido.

Notas de juego

Tira Descubrir con un +40.

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18/09/2019, 00:50
Pablo Álvarez

Con su gran subida el camino hacia el castillo era extenuante. Si el pueblo se encontraba en terreno llano, la morada del conde se alzaba sobre él en la montaña más próxima desde la que podía vigilarse toda la actividad que había en el valle. 

Dentro de la muralla del castillo el nuevo capitán les estaba esperando en el patio. Se hacía llamar Pablo Álvarez, y tanto él como los nuevos soldados que le acompañaban habían llegado desde Castilla con el nuevo conde. Era un hombre de rostro duro y rasgos ladinos, con el pelo largo y echado hacia atrás y voz tan ronca y áspera como el berrido de un jabalí. 

Teolfo era de los pocos soldados de Sacre que habían sobrevivido a la guerra y al cambio de señor, y ahora todos se encontraban frente a un número muy superior de soldados desconocidos venidos de tierras del Oeste. 

-Vale, escuchadme -bramó el capitán-. Como nuevo hombre al mando el conde me ha dictaminado una nueva norma que habrá que aplicar a partir de mañana: de ahora en adelante el bosque está vedado a la población. Nadie podrá entrar en él salvo el conde, sus hombres, y todo aquel que reciba su autorización expresa. Esta medida se dará a conocer mañana al pueblo y os aseguraréis de que se acate. 

El capitán paró un momento para echar un trago de su odre de vino.

-En segundo lugar, los de Sacre... -dijo dirigiéndose a ellos directamente.

Avanzó unos pasos hacia ellos y comenzó a examinarlos con la mirada. En sus ojos había una mezcla de altivez e incomodidad, como si hubiese preferido no tenerlos a su cargo. En un momento se detuvo a examinar el hacha de uno de los soldados más ancianos, cuyo filo estaba desgastado por varias partes. Al dejarla hizo una mueca de desprecio con la boca.

-Os encargaréis de vigilar el puesto de guardia del sur de Sacre y patrullar por el pueblo, del castillo se encargará la guardia. ¿Alguna objeción?

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18/09/2019, 11:40
Pau Parra
Sólo para el director

Pau tomo asiento en el amplio sillón de madera colocado en frente del escritorio, sintió el viento frío y se arrebujó en su tabardo, escuchando las palabras de su mentor.

- Sí, vaig escriure a pare per veure com anaven les coses. Em va preocupar no rebre en temps cap missiva, però es va deure al conflicte. Em va tornar les paraules dient-me que anava tot be, dins el que es podia demanar a l'invasió, però no molt més... -quedó un momento pensativo y cuando habló había preocupación en su voz- Va tot bé?