Partida Rol por web

Cuando abres la puerta de vuestro camarote, ves que varias miradas se giran hacia ti, de pulsos, cabezadas, o conversaciones en bajo, pues la habitación anexa a la vuestra es la enorme sala de descanso llena de hamacas donde los marineros que no están "en activo", descansan, holgazanean, o juegan a múltiples juegos de azar.

Al ver quien eres, vuelven a lo suyo sin más. - Deben estar acostumbrados a los minotauros, piensas con sorpresa, o al menos no se sorprenden por muchas cosas..., piensas, mientras, girando la cabeza a tu izquierda, puedes ver a Tarben hablando con el Clérigo del Mar, al que os presentaron como "El Cabrón", por la perilla rala que tiene en su mentón. Están junto a un pequeño altar consagrado a... el Mar, a juzgar por las conchas, piedras, algas y la pila marmorea que contiene.

De la escalera que sube a la cubierta inferior, viene, precipitadamente, un enclenque marinero con un pañuelo blanco con lunares negros atado a la cabeza. A juzgar por su cara cogestionada, debe huir de algo o alguien... Se acerca a un grupo de marineros que juegan a los dados, y empieza a hablarles en bajo.

Buscas con la mirada, pero ni el Primer Oficial, Verithiel, ni el Capitán, Bornegar, parecen estar en esta sala. Quizá estén en sus camarotes, que están en la Cubierta Inferior, subiendo las escaleras...

Mientras hablas con el enano, ves salir a Zoak de vuestro camarote. Tras unos segundos observando la sala, echa a andar hacia las escaleras que suben a la cubierta inferior...

DM Edito: Poco antes de llegar a las escaleras, gira su enorme cabeza hacia tí, y te hace como un saludo somero... No, espera, te ha señalado, con discreccion, a un grupito de marineros que hablan en bajo, apoltronados mientras juegan a dados...

...y hacia las escaleras se dirigió el minotauro, no sin antes tratar de escuchar lo que cuchicheaban los marineros cuando pasó cerca de ellos.

Algo no iba bien, un pequeño escalofrío le recorrió la espalda. pero siguió en dirección a las escaleras con la intención de subir por ellas.

Al cruzar las miradas con Tarbern le señaló con la mirada al grupito que se iba formando entre cuchicheos para que no los perdiera de vista.

Seguramente no fuese nada, pero era mejor prevenir que curar.

 Me quedo a solas,mientras sigo estudiando tranquilamente mi libro de conjuros. No es que me importe especialmente, ya que es una buena oportunidad de prepararlos para lo que está por venir...

 Mientras estudio, recito en voz baja las palabras arcanas, con el fin de asegurarme de que se quedaban correctamente grabadas en mi mente y que no cometiese ningún fallo a la hora de lanzarlos...

- ... arriba, con Kostar... Creo que nos ha oido... aviso al Guapo..., es lo que consigues cazar de lo que habla el famelico a sus compañeros, mientras pasas por allí, sin arriesgarte a detenerte demasiado, lo cual podria ser sospechoso. Tu señal a Tarben no pasa desapercibida por este, que te hace un ligero asentimiento con la cabeza.

Subes las escaleras, y enseguida agradeces salir del viciado aire con olor a humanidad a la brisa del Mar Nuevo. Al ser de noche, y pese a la ausencia de nubes, tienes que adaptar tu vision a la de las estrellas, lo que te toma unos segundos. Hacia popa están los Camarotes de los oficiales, y ya sea el Capitan, o su Primer Oficial, es probable que estén allí, pues en no los ves por allí... No, en la cubierta superior, en el Puente, el timon parece que está fijo, siguiendo una ruta establecida, a no ser que el vigia avise de algun contratiempo, y hacia la proa... ves a Leviathan, con las manos a la espalda, agarrando un objeto pequeño, que habla con un marinero moreno mas pequeño que él, pero bien musculado, con una camisa sin mangas, y un pañuelo blanco con rayas rojas anudado en la cabeza. Un alfanje descansa en un costado, y una de sus manos descansa sobre el pomo, aunque sin agarrarlo... No puedes ver la cara de Leviathan y el viento, que viene de popa, no te permite escuchar que hablan, pero la cara del marinero denota cierta tension.

Lo de señorito no me ha gustado, pero su tono de broma y su postura de desafío es todo lo que necesito, me parece que este tipo ruin no ha tratado con caballeros muy a menudo. Yo no suelto bravatas, yo no amenazo. Actúo rápido y directamente. Una leve subida de ceja es lo único que anticipa un puñetazo seco y directo a su cara, tengo la cabilla apretada en el puño con lo que le da la consistencia de un mazazo.

- Mi nombre, para ti, es Ser Leviathan de Sharkenar- le explico torciendo la cabeza como quien habla con un niño.

Intento con maña situarme en la sala de manera que pueda hablar con el clerigo y a la vez ver a los merineros. Lo que implica ir al fondo de la sala. Hare como que observo cosas con las manos atras, quiero que se vea que muestro el respeto de no tocar.

- que labor teneis? Que se espera del viaje? Que criaturas marinas nos pueden entorpecer el viaje? Como conseguisteis revivir del ahogamiento?....tengo tantas ganas de conocer sobre este...entorno.

Tu rostro apenas se altera con la bravuconeria del marino, aunque, obviamente, el "Señorito" y la condescendencia que despliega son hirientes "per se". Se planta desafiante ante tí, mientras el famelico se arrastra hacia la escotilla de acceso a la primera bodega y desaparece por allí.

Alzas la ceja, y tu puño, apretando la cabilla con fuerza, sale con una velocidad inusitada para alguien de tu tamaño, e impacta en su menton con fuerza. El marino se desplaza hacia atras un par de metros hasta chocar con la batayola, agita un par de veces la cabeza, y escupe una flema sanguinolenta, mientras un verdugon empieza a formarse en su cara. Tu voz suena potente y tranquila, cuando tratas de amenazarle, pero parece ser que tendrás que hacer algo mas para doblegarle, probablemente porque no le ha ido mal en otros duelos.

Con un movimiento fluido, desenvaina su alfanje, y dice: - Así que el "Señorito" nos ha salido peleon, eh??, tras lo que se dispone a atacarte, con la cara, deformada por el golpe, ardiendo de furia.

Mientras miras el devenir de ese duelo de miradas, Leviathan suelta un directo al menton del marinero, que se ve desplazado hacia atras hasta chocar con la batayola, enseguida prevees problemas, pues ambos se sisean algo que no llegas a entender, pero el marinero desenvaina el afanje en un movimiento y se dispone a lanzarse contra el giganton...

De cara a concentrarte mejor para tus estudios, agradeces que todos salgan del camarote, y si bien, de vez en cuando oyes alguna risotada que viene del camarote comun de los marineros, anexo al vuestro, en general, encuentras la comodidad que necesitas para ello.

El vaiven de la coca, gracias al viento que la mueve, pero a que no hay oleaje, hace bastante llevadero el viaje, al menos en este primer dia en la mar. No puedes evitar, en este momento de solaz, recordar esos momentos con Coralinëë, haces solo unos dias, aunque pareciesen meses, en sentido contrario, hacia la ciudad portuaria que acabais de abandonar, camino, de nuevo, a Solace, tu tierra. Que estarás haciendo, Cora?? Cuanto te echo de menos, y no ha pasado ni una semana desde que nos separamos..., piensas, mientras pasas la página en la que, te das cuenta sonriendo, llevas un tiempo mas que prudencial...

 A pensar en mi amada y dulce Coralinëë, una sonrisa ilumina mis rostro, mientras me pregunto donde está y que estará haciendo. Con suerte estará llegando sana y salva a casa, sin percances en su viaje...

 A mi mente vienen algunos recuerdos, como cuando nos conocimos, o otros acontecimientos, como fiestas o ratos que pasamos juntos, disfrutando de la compañía del otro...

Aprovechando el impulso que lleva el marinero, el bravo Caballero lanza un gancho destinado a dejarle fuera de combate de una vez, pero de nuevo tiene la sensación de que ese marino no es nuevo en estas lides. De hecho puede confirmarlo cuando, esquivando su golpe, en lugar de separarse para tener trayectoria para usar su filo, se acerca y descarga un fuerte golpe con la guarda de su alfanje contra la frente del Solamnico, tras lo que se separa con un pequeño salto sobre una maroma. Con la cara ya deformada por el brutal puñetazo recibido, dice:

- Que, alfeñique de sangre azul, quieres acabar como pasto para los peces??, escupiendo, de nuevo, un gargajo sanguinolento.

De pronto de lo alto, escuchais una sola palabra, enviada por la húmeda brisa nocturna: PELEEEEEAAAAA!!!

- El Mar, EL me revivió!!, dice el enano con semblante francamente insano, la rala tu larga barba de su mentón temblando con la veneración con la que habla.  Deje todo, y me dediqué en cuerpo y alma a el!!, continúa, con los ojos a punto de salirsele de las órbitas, mientras, detrás de él, al fondo de la sala común, el grupo de hombres se arremolina alrededor de un enclenque con un pañuelo negro de lunares blancos, que les cuenta algo francamente turbado...

- Le hago ofrendas, me aseguro que otros le teman, y lo veneren. Criaturas?? Ciertamente las hay, pero es mi labor que se pague el precio para no turbarlas...

De pronto, una única palabra surca el aire viciado de la Sala Común, haciendo que todos levanteis la cabeza hacia la escotilla que da a cubierta: PELEEEEEAAAAA!!!

Dejas que tu mente vague atrás en el tiempo, hasta el día en que conociste a Coralinëë, hace ya tanto tiempo... Fue en las lindes del Bosque Oscuro. Tu Maestro te mando traer unas hierbas, y, por sus enseñanzas sabias que sólo crecían allí, así que hacía allí te dirigiste... Obviamente, no sólo, pues, cuando una alimaña amenazó con hacer de ti su cena, fueron sus flechas las que la persuadieron de lo contrario!! Allí fue la primera vez que pusiste admirar su nivea melena...

De pronto, una única palabra surca el aire viciado de la Sala Común, al otro lado de la puerta de tu camarote, haciendote levantar la cabeza hacia la cubierta: PELEEEEEAAAAA!!!

 Alarmado, cerré el libro y lo guardé en mi bolsa, para a continuación ir a ver lo que pasaba. Confiaba en que no se tratase de ningún ataque pirata o algo así...

En cuanto escucho eso, empiezo a temer por el minotauro. Con un quedo:

- disculpe.

salgo corriendo en direccion de la voz.

La puerta de vuestro camarote se abre, dando un portazo, mientras Anubis, en forma pese a ser un mago, sale como una exhalacion al Camarote comun de "La Crisis", para ver que todos los marineros se estan levantando, y dirigiendose a las escaleras que dan a la escotilla de la cubierta.

Esquivando cuerpos que se desperezan y se levantan, y tras despedirse precipitadamente del casi demente enano, que parece no haberse enterado de nada, Tarben se reune con su compañero, y ambos siguen a la multitud, que cada vez mas se agolpan contra la escalera, mientras varias palabras se repiten de boca en boca: Gigante Solamnico, Kostar, pelea..., y algunos gritos que no lograis descifrar, suenan desde arriba.

 Mientras camino, tratando de evitar a la gente, me encuentro con Tarben, al que decido preguntar, por si sabe la causa de este alboroto:

 - Tarben, ¿sabes lo que está ocurriendo?.