Partida Rol por web

Con un rapido movimiento, Leviathan ojea el escrito en el que, por requerimiento del Capitan de la Espada, Lord Fashtel du Terminaard al Capitan Sir Farrell Craig, de la Seccion III de Infanteria de la Orden de la Corona de Thelgaard:

" ... El Iniciado, Asthor Ferak, pasa a desarrollar una mision de Logistica a las ordenes del Escudero de la Corona, Sir Leviathan de Sharkenar, en una mision rutinaria de suministro de material al destacamento de la Orden en Solace, Abanasinia, por un tiempo estimado entre 3 y 4 semanas..."

En el escrito, el Capitan Farrell autoriza la peticion del Lord de la Rosa.

Sonrió ante las palabras de Ser Leviathan:

- Ohh, es que va a juego con mi túnica y ... claro, mi sonrisa jeje

Bromeó. Luego su sonrisa fue más evidente cuando vio aparecer a Ashtor, miró a Leviathan y le dedicó un guiño complice.

- Ya estamos todos. Encantado de tenerte cerca señor Ferak. Marchemos pues.

Zoak saludó al recién llegado. Le daba la impresión de que les habían puesto un niñero y que les vigilarían todos sus actos. 

Al minotauro le daba igual, siempre que al final contribuyera a llegar hasta su hermana.

Y bien, ¿sabemos ya a dónde dirigirnos?

- A las montañas de Abanasinia

Dije mientras sacaba su espada y apuntaba hacia delante en tono épico.

Luego coge el camino y lidera la marcha.

Saludo con un golpe en el hombro a Asthor que lo desequilibra un poco, pero no borra su sonrisa.

-Muchas gracias, contento que estés con nosotros- abro el pergamino y lo leo- parece que estarás mucho tiempo, llámame Leviathan, nada de señoría y pedanterías de castillo, vamos al lío.

De un ágil movimiento me subo al caballo dispuesto a seguir al bamboleante Tarben, me gusta su actitud. Así que a Solace. Pues muy bien. Inspiro profundamente y espoleo a mi caballo.

Zoak pasó uno de sus pies por el estribo y de un poderoso impulso se subió al lomo de Trueno, su corcel.

Mi nombre es Zoak.- dijo sin más al recién llegado.

Después guió a Trueno por el camino que debían recorrer. Toda carrera se iniciaba con un paso, y este era el primer paso en lo que aparentaba ser una gran aventura.

Abanasinia, aquello era demasiado terreno por cubrir, esperaba que su amigo, o más concretamente su dios, le guiara con un poco más de exactitud.

Con paso decidido, y una gran expectacion flotando en el ambiente, el grupo parte, en fila india, con la carreta gobernada por el joven Asthor en medio, siguiendo la Carretera de General, que une Solanthus, en el Centro de la Poderosa Nacion, con Caergoth, la potente Ciudad Portuaria, orgullo los Caballeros de Solamnia, en la costa suroriental. El tiempo parece acompañar, pues, pese a lo avanzado del verano, la temperatura es aceptable, y una suave brisa los acompaña en el viaje. Multitud de jinetes, caravanas y carros se cruzan con ellos, con corteses saludos curzandose a su vez. Así va pasando el dia, y a la noche, pernoctan en una aldea, sin mas contratiempos que los ladridos del perro de su anfitrion hasta bien entrada la noche.

Al atardecer del segundo dia, os cruzais con una partida de Caballeros, que vienen del Port'o'Call. La camaraderia es la reinante en el encuentro, pues parece que la victoria en Sanction ha levantando la maltrecah moral de la Orden, con el advenimiento de El Unico y sus, al parecer, invencibles Caballeros Negros. Os cuentan que han acabado su mision de refuerzo de la Milicia de la ciudad costera a la que os dirigis, y vuelven a Thelgaard, a disfrutar de un breve periodo de descanso. Os despedis de ellos, y al llegar la noche, veis las luces titilantes de la Villa, que rebotan en el rielante mar, dando una sensacion, desde la distancia, de algun engaño mágico. Cansados, pedis alojamiento en una de las posadas, "El Martin Pescador", donde un buen plato del pote costero, con anguila, coquinas y carne mechada de langosta, hace las delicias de vuestros paladares, harto ya de las tiras de carne seca de las raciones. La sidra, cerveza, y el buen vino no faltan en la posada, y cada uno elige segun deseo. El descanso, en una cama en condiciones, tras dos dias a caballo, tambien se agradece.

A la mañana siguiente, tras un buen desayuno, y saldar la cuenta en la posada, mandais a Asthor a encargarse de la reposicion de logistica y os dirigís al Puerto, donde varias embarcaciones, con hombres de mar yendo y viniendo, como hormigas trabajadoras, llenan buena parte del puerto. 

Hablando con el Capitan de Puerto, os enterais que, afortunadamente, una de las cocas que están a punto de terminar de cargar, sale para Encrucijada en un par de horas: "La Crisis de Caos". Cuando os dirijis a preguntar, al extremo del puerto, lo primero que os llama la atencion a todos es una bronca que está echando un hombre en casi su sextena, vestido con una levita de cuero sin mangas, con la piel tostada por la brisa y el sol, y una botas hasta la rodilla, huntadas mil veces con algun tipo de grasa, que las hacen brillar en rojo con el sol de la mañana, a un grupo de marineros que sudan la gota gorda intentando subir unos enormes toneles, ayudandose de una polea, que cruje bajo el peso de la tinaja que cuelga de la cuerda.

Al veros acercaros, un fornido marinero, con pantalones de cuero virgen, camisa blanca abierta en el pecho, y elegantes botas negras tambien de cuero, y una espada curva adornada con piedras brillantes a la cintura, se lanza por una de las bogas que unen el barco al malecon, y cae gracilmente a unos metros de vosotros:

- Saludos, viajeros!! Bienvenidos a "La Crisis", la coca mas "cuca" de todo el Mar Nuevo!!, dice, luciendo una sonrisa de cuentas blancas como perlas. Su pelo rubio, cogido en una pequeña coleta descuidada, os permiten ver si ascendencia elfa, aunque su altura habla de humanos altos en sus ancestros, pues se queda a poco menos de un palmo de Leviathan y Zoak, autenticos gigantes. Enseguida, no hay que ser muy avispado para verlo, os guia lejos de los gritos de su jefe, al que presenta como Capitan Vinagre, entre risas, aunque luego os advierte sobre el llamarle de ese modo: Mas de algun hombre se ha dado un buen chapuzon en mitad del Mar Nuevo al pillarle llamandole así!! Jajajaja!!! Su nombre real es Bornegar, Lemishita de pura cepa, y cabronazo de cuidado en los negocios!! El mio, Verithiel, mitad Nordmaariano, mitad Silvanesti, Segundo al Mando del Crisis!! , dice, haciendo una exagerada reverencia. Pero vamos, vayamos a lo nuestro: Diganme qué habria que transportar... Cuando desgranais vuestras necesidades, va apuntando, con una caligrafia cuidada y gracil, va anotando. Tras pensar durante un instante, os da un precio que, los que estais un poco al tanto de precios, es un buen negocio, aunque en el rango alto, pero por las comodidades que os ofrece, con grano y alfalfa y heno para los caballos, y una de las bodegas para descansar vosotros solos, os parece bien.

En menos de dos horas, todo vuestro equipo, carro y caballos incluidos, descansa en una de las bodegas de la coca, con los caballos atendidos por un mozo que los ha almohazado y cepillado con mucha maña. Al subir solo un seco: Hola, bienvenidos y procurad no molestar durante el trayecto!!, seguido de un Al que vomite lo paso por la quilla, por parte del Capitan, es lo único que cruzais con él, que enseguida sube al puente, e inicia maniobra para partir, de un modo practico y energico, lo que habla de su destreza en el mar. En otro par de horas, con las velas hichadas, la coca se adentra en el Mar Nuevo a buena velocidad.

Una vez despliegan las velas pertinentes, recogen las propias, y dejan el barco en "equilibrio" con lo que pide el Capitan, el Segundo de al Mando, Verithiel, se os acerca con un pellejo de agua, bebe un trago y os lo pasa, mientras, con su sempiterna sonrisa, os va presentando a la tripulacion, que de lejos, no tiene su don de gentes, y solo os responden con sonrisas desdentadas, greñas grasientas, y algun que otro: - Eyy..!!, a las presentaciones del semielfo.

- Pitt el Lumbreras (un grandullon con cara de niño, a todas luces frenado en su desarrollo a corta edad, que os saluda con una enorme sonrisa con dientes de leche, la mayoria podridos) y levantando un brazon lampiño).

- Gregg, el Penas (un tunante con cara adusta, y un laud siempre a mano que solo toca canciones tristes, y apenas sí habla).

- Alfred, Araña (un joven Ergothiano, negro, que solo lleva un raido pantalón, una daga curva, y que escala por el cordelaje como si de un aracnido se tratara...

- Gosper, el Cabron Ilustrado (un viejo enano Neidar, aquejado de artrosis, y de una casi total calvicie, salvo un jiron de pelo blanco que le parte de la barbilla, lo que, realmente, le otorga la cara de cabra!!), clerigo del Mar, como le presentan, que se encarga de tratar a los hombres cuando enferman, y dar las ofrendas pertinentes a los Dioses del Mar.

... y así, hasta los 45 tripulantes de la coca.

Al llegar la noche, se hace una gran cena a base de pescados a la brasa en la bodega principal, donde se alternan canciones alegres y picantes, cantadas por la potente voz de baritono de Verithiel, y coreadas por todos los hombres, con tunas tristes por parte de Gregg, El Penas. La cerveza corre al principio, junto a un fuerte aguardiente, pero antes de que ningun hombre siquiera se acerque a su limite, el Capitan, que cenaba solo en su cuarto, se acerca dando un portazo, que calla la canción de Gregg sobre la muerte de un noble Lemishita a manos de su hijo, y con un: Que quereis, que la Zorra del Mar nos hunda el barco con vuestros berridos!!!??? No os pago por holgazanear, así que, fin de la fiesta, y cada uno a su puesto!!, pega un portazo sin esperar respuesta, y vuelve a su camarote.

Las caras de odio en muchos de los hombres son evidentes, mientras se levantan refunfuñando, y vuelven a lo suyo.

Antes de iros a dormir, en la bodega que os han habilitado, algunos simplemente descansais, tumbados sobre los jergones que os han colocado, sintiendo el vaiven de las olas, que a Habbakuk gracias, no demuestran la ira de la otra Diosa del Mar, Zeboim, lo que vuestros estomagos agradecen, mientras Anubis hojea su libro de Magia a la luz de una titilante vela, y Leviathan sale a cubierta, a respirar un poco de aire puro antes de acostarse.

La tranquilidad, una vez acabada la fiesta, parece apoderarse del barco.

Cuando estás apoyado en la borda, cerca de la proa, sintiendo la fresca brisa acariciar tu cara y mover tu pelo, pensando en lo que os espera por delante, y en si Kiri-Jolith le dará algun mensaje mas a Tarben, pues en los ultimos dos dias no ha soñado nada nuevo, de pronto escuchas a alguien hablando en susurros, pero, a juzgar por lo alto que habla, a todas luces enfadado. Te giras, y ves a dos marineros, ambos con pañuelo anudado a la cabeza, para contener el pelo y que no moleste, no recuerdas sus nombres, de cuando el Segundo os los presentó, hablando en bajo, tras el palo mayor. Parece que no te han visto, y pese a que estas algo lejos, y solo un exbrupto del famelico del pañuelo blanco con lunares negros ha sido el que te ha hecho fijarte, la juguetona brisa lleva una frase hasta tus oidos...

- ... tiene que ser mañana, no podemos esperar un solo dia mas...

Me giro con el ceño fruncido hacia la conversación, negras palabras en una negra noche. Ojalá pudiera haber oído más, porque no me gusta hacer conjeturas. Ante la duda, las conjeturas serán la peor previsión posible. Me quedo unos momentos pensando que hacer. Me gustaría acercarme furtivamente para saber más de la conversación, pero que sería lo siguiente, ¿seguirlos?, ¿quizás robarles algo?, se a donde conduce ese camino, y yo, soy, ante todo, un Caballero de Solamnia.

Voy directamente hacia ellos, al pasar al lado de una botella que alguien después de la fiesta dejó olvidada maroma enrollada, agarrada con una cabilla, y me planto delante de ambos con mi estatura intimidando y sonriendo, mis brazos se encuentran en la espalda de forma distendida.

- Pues yo voto por esperar un poco más- les propongo, vale que no es sutil, pero lo dejo en el aire, para que no sepan hasta donde he oído y puede que les suelte la lengua. Aunque parezco relajado, al primer movimiento agresivo se llevará un botellazo.

A las malas, necesito más días para saber que pasa, acabamos de partir, sería muy precipitado un motín pero prefiero no arriesgar.

-chicos, necesito salir a que me de un poco el aire. 

Acto seguido sale sin su armadura pero si con con las ropas del martin pescador, su escudo a la espalda y su espada al cinto.

La idea es buscar al "cabron" y hablar de dioses, batallitas, conjuros mas usados... Esas cosas. Saber a quien reza y como y si acaso unirnos en algun rezo los dos. 

Zoak observó distraído como Anubis leía sus libros a la luz de aquella triste vela.

Con un gruñido se levantó y comenzó a equiparse. No se quedaría en aquel camarote con el mago blanco. 

Los minotauros eran una raza de navegantes, y el mar corría por las venas de Zoak. Se sentía libre cuando el aire salado le acariciaba su peluda piel.

Así que no permanecería más que lo justo y necesario en aquel camarote. Tenía pensado hablar con el capitán o con el segundo al mando para que le permitieran participar en tareas del barco. Seguro que les vendrían bien un par de fuertes brazos y a Zoak le vendría bien el ejercicio físico.

Cuando terminó de equiparse echó un último vistazo al ensimismado mago y salió de allí encaminándose a la cubierta.

Cuando apareces de la zona oscura, aprovechando para hacer sombra con tu enorme corpachón sobre ellos, ambos dan un respingo, y cuando te diriges a ellos, como continuando su conversación, ves que el famelico del pañuelo blanco con lunares se encoge un poco, y echa mano a un enorme cuchillo que tiene en un costado, pero luego se lo piensa, baja la mano, y se queda, con cara de cervatillo, balbuceando: - Ehhh... No, si... Este....

El otro, con un pañuelo blanco con rayas rojas, al estirarse al venir tu, ves que es mas fornido, y le recuerdas, por andar pinchando a otro... quiza fuera al escualido, durante la cena, y por tener una risa demasiado alta, y algo molesta. Cuando oye balbucear al otro, le da un empujon con un: - Pareces retrasado!!! Jajaja!!! Anda, tira para la bodega, que yo hablaré con el "señorito"!!, a lo que el otro responde con aun mas cara de cervatillo asustado, y haciendo una suerte de reverencias, empieza a moverse hacia la escotilla de proa.

El del pañuelo a rayas se planta con los brazos cruzados ante el abdomen, con una de las manos, casualmente, descansando sobre el pomo de su alfanje, y se te queda mirando a los ojos, con la mirada dura de un hombre de mar, acostumbrado a las bravuconadas: - Y bien, Solamnico, estás disfrutando de tu viaje?? Está todo de su gusto??, dice, tras lo que te dedica una sonrisa sesgada.

Tras despedirte del Minotauro y el Mago, que apenas levanta la nariz de su libro con un ligero movimiento de la mano, sales a la enorme zona en la que descansan y duermen los marinos que no están de servicio. Dada la hora que es, alguno ronca ya, y otros hablan en susurros, otros echan un pulso, y algun que otro talla. "Araña" te saluda al verte, con su piel negra como el ebano brillando por el sudor, y su sonrisa con algun que otra melladura dedicandote una sonrisa.

Echas un vistazo, pues te suena que, al describirte las zonas, te han dicho algo de una especie de "Santuario", y ves que, en la pared de babor, la contraria a la que da la puerta a vuestro camarote, pegado a la esquina, hay una especie de cortinajes que parecen algas, del techo al suelo, y dentro, se ve un mueble decorado con una gran variedad de conchas de animales marinos, y una pequeña pila de marmol anaranjado, en forma de concha de almeja, anclada contra la pared. "Cabron" está allí, echando agua del mar de un barril de madera, en la pila, mientras murmura algo.

Al acercarte, ves simbologia, entre las muchas cosas que hay en el mueble, tanto de Zeboim, como de Habbakuk, los dos Dioses del Mar.

Golpeo el marco a modo de puerta. Toc, toc.

- se puede?....(espero afirmacion) soy Tarben. Vengo ha hablar con vos sobre el estado de los dioses en la fria extraña mar.

- Eiihh..??, dice el anciano enano sobresaltándose ligeramente, mientras se gira. Puedes ver que, sobre la cabeza, tiene como un giro hecho de algas, lo que puedes confirmar debido al olor.  Quieres hablar con aquel que revivió tras ahogarse??, te dice, mirándote con unos ojos de color verde esmeralda jaspeado con castaño.  Bien, bien!! He visto que veneras al Carnero...

Dime,  Caballero, que quieres saber, de las profundidades del mar??