Partida Rol por web

Elrohir guió al grupo por al pantano siguiendo las sencillas indicaciones del mapa y tras unas dos horas de marcha la densidad y el tamaño de los árboles bajaron y el terreno empezó a secarse. Un poco más adelante el bosque desapareció por completo y se encontraron sobre un camino empedrado que surcaba los campos de los alrededores hasta donde se extendía la vista.

Según las indicaciones del mapa, hacia el Este se encontraba Villatormenta, donde según las explicaciones de los elfos debía encontrarse el castillo del Duque Éric y hacia el Suroeste el resto del reino, aunque el mapa no mostraba ninguna de estas localizaciones.

Habían caminado prácticamente en silencio. Olíndica le daba vueltas una y otra vez a lo que había visto tras tomar el agua de rocio. 

- Chicos - dijo finalmente - hay algo que no os he dicho de lo que he "recordado". Cuando estaba ante el vórtice, os dije que estaba sola, pero no es del todo cierto, "el resto"  había muerto. No se quienes eran, pero no paro de darle vueltas. ¿En qué nos hemos metido? ¿Hemos perdido compañeros por el camino?¿Serán realmente recuerdos? Y lo que más me preocupa ¿Qué papel jugamos en esto?

Triss volvió a rememorar sus sensaciones durante las visiones:

- En mi recuerdo de las nubes y la bestia de tentáculos no veía a nadie, pero tenía la sensación y sabía de algún modo que estaba con mis compañeros. Con esto de compañeros interpretaba que erais vosotros, no se si habría alguien más...

Todos tenemos la insignia de la A, así que supongo que venimos todos de la corte del Rey. Puede que viniéramos con más gente... o con alguno de los elfos que llegaron pidiendo ayuda, que sería lo lógico. O incluso puede que nos encontrásemos con otra partida de ayuda enviada por el Duque.

Lo raro es que si estabas sola y el resto había muerto, ¿qué nos había pasado a Elrohir y a mí? - un escalofrío recorrió a Triss al pensarlo.

- Son muchas las preguntas, la verdad. Puede que cuando nos veamos con el Duque obtengamos algo más de información.

"A veces los recuerdos pueden engañarnos, aunque sin duda creo que habría más gente con nosotros."
"Confío en que el Duque nos dé mas respuestas" - Dijo Elrohir apresurando el paso.

El camino estaba bastante bien cuidado, así que el grupo podía avanzar a buen ritmo. Estaba atardeciendo cuando, al ascender el camino por una loma divisaron unas torres de piedra en la distancia, probablemente el castillo del Duque Éric. Caminando a ese ritmo llegarían al día siguiente cerca del mediodía, aunque si forzaban el paso y caminaban durante la noche podrían llegar al amanecer.

Tras avanzar unos minutos más divisaron un animal tendido en el suelo. Al aproximarse se dieron cuenta que era un caballo. El animal tenía tenía un pelaje marrón claro, con las crines de un tono más oscuro. No llevaba ningún arnés o silla, y estaba en un evidente estado de putrefacción.

Triss se acercó y examinó con detalle al caballo y los alrededores, a ver si veía huellas, escenas de lucha, algo que se le hubiera podido caer a un posible jinete, mordeduras o qué causó su muerte...

Triss se acercó y examinó con detalle al caballo y los alrededores, a ver si veía algo que indicase qué hacía ese animal ahí y cómo había muerto.

Triss dió vueltas alrededor del caballo, levantó la vista y miró a lo lejos. Pateó el suelo con la punta de su bota y se alejó unos pasos. Miró a los lados del camino y volvió al animal. Allí pasaba algo.

El caballo no tenía heridas aparentes, amén de las patas algo magulladas por la parte frontal, como si se hubiese caído. Había bastantes larvas de mosca en diferentes partes, pero mantenía su estructura general, así que llevaba muerto sólo unos días. El camino estaba empedrado y no daba opción a encontrar huellas. No había ningún tipo de signo de lucha ni en el camino ni en los alrededores.

Algo no estaba bien, un caballo no camina al azar por un camino. O sabía la ruta o estaba acostumbrado a ir por caminos, pero no llevaba ningún ni bridas ni silla...aunque tenía herraduras.

Triss examinó al caballo:

- No tiene heridas profundas, sólo algunas magulladuras en las patas, tal vez al caerse... Por el tamaño de las larvas de mosca que se están alimentando del cadáver, llevará muerto unos pocos días. Aunque no tenga bridas ni silla, no es un caballo salvaje, las patas tienen herraduras.

- En el camino al estar empedrado no veo huellas, pero tampoco aprecio signos de lucha en los alrededores.

- Es muy raro que un caballo ande por ahí solo, puede que se perdiera y recordase el camino a casa y estuviera volviendo, o que asaltasen el sitio donde vivía y escapase... Pero al menos yo no veo que le causó la muerte.

Elrohir examinó los alrededores, los laterales del camino, y se alejó unos metros del grupo, intentando buscar alguna otra pista.

El mediano repitió los pasos de la arquera y confirmó sus observaciones. No había signos de lucha y al estar el camino empedrado no se apreciaba ninguna huella.

A mi se me hace raro que lleve varios dias en el camino - dijo Olíndica - si por aquí pasa gente, deberían haberlo apartado. Creo que deberíamos apretar el paso y llegar cuanto antes.

Triss dió una vuelta más, y encogiéndose de hombros dijo:

- No veo nada más. De acuerdo, lo mejor será ponerse en marcha y estar atentos a los lados del camino.

"Si, creo que deberíamos seguir, es posible que la corrupción del pantano esté empezando a extenderse" - Dijo Elrohir iniciando de nuevo la marcha.

El grupo continuó su marcha por el serpenteante camino durante el resto de la tarde y la noche. El cielo se había cubierto de nubes irregulares aquí y allá, así que en ocasiones el camino estaba bien iluminado, pero en otras debían llevar extremo cuidado de no tropezar en la casi completa oscuridad.

Despuntaba el alba cuando vislumbraron la silueta del castillo de Villatormenta recortada contra el pálido cielo matutino. Era una construcción sólida y antigua, encaramada en una colina rocosa, con altas murallas guarecidas de torres cuadradas y una enorme torre del homenaje en el extremo sur. A la sombra de las murallas se encontraba un pueblo de tamaño mediano que, a todas luces, era el hogar de las gentes que daban servicio al castillo y cultivaban las tierras de los alrededores. Multitud de lenguas de humo brotaban de las chimeneas, indicando que los habitantes del lugar estaban preparándose para iniciar el día.

Un ancho río reflejaba el sol de la mañana desde el extremo sur del pueblo, lamiendo las faldas de la colina antes de perderse hacia el suroeste.

Triss sintió alivio al ver el pueblo:

- ¡Hemos llegado! A ver si el duque puede recibirnos pronto, ¡y podemos echar una buena siesta cuánto antes!

Elrohir se paró por un momento. Le dolían las piernas y estaba exhausto.
Se quedo ensimismado con las vistas de la villa durante unos momentos, sin decir nada.
Algo le decía que ya había estado allí y eso le reconfortaba.

De entre la desigual maraña de edificios pudo ver claramente el castillo del Duque y mentalmente intentó trazar una ruta hacia alli.

Estaban cansados y no tenían dinero, así que debían confiar en la hospitalidad del duque para poder descansar.

"Vayamos al castillo del duque" - dijo arrastrando las palabras.