Partida Rol por web

- ¿Destruir? - preguntó entre estertores - No, los titanes no quieren destruir...quieren conquistar -

Malak luchaba por llevar aire a sus pulmones perforados, y cada respiración iba acompañada de un gorgojeo.

- Éric era una herramienta - dijo con desprecio - Tenía que manteneros alejados de aquí y falló, igual que yo he fallado ahora. -

Malak carraspeó y escupió hacia los piesl del mediano.

- No sacaréis nada de mi. ¿Por qué iba a ayudaros? Si los titanes son piadosos me devolerán la vida. Y si soy afortunada - dijo esbozando una sonrisa - quizá a tiempo para presenciar vuestra destrucción -

Olíndica sujetó con firmeza el extremo de su lanza aun clavada en el ser. Presionando la lanza hacía abajo, hundió aun más la punta en el cuerpo, y a continuación, en un rápido giro de muñeca, giro la lanza 90 grados. Finalmente la extrajo del cuerpo de Malak. 

Malak dio un último espasmo y se quedó quieta, con la cabeza colgando hacia atrás y los ojos desprovistos ya de toda luz.

Un borbotón de sangre brotó del lugar donde había estado la lanza, que salió cubierta de la asquerosa sangre negruzca del demonio.Pero entonces, ocurrió algo más. El tiempo empezó a ralentizarse. Los héroes, cada uno desde su punto de vista, vieron cómo las gotas de sangre que goteaban de la Gae Bolga caían cada vez más despacio hasta detenerse por completo, algunas sin llegar a tocar el suelo. El color empezó a desaparecer del mundo, hasta que toda la escena, congelada en el tiempo como estaba, se mostraba en tonos de gris. Durante un instante no ocurrió nada, y después, con un chasquido de cristales, la realidad pareció romperse. La imagen que cada uno de los héroes contemplaban fue atravesada por varias grietas, como resquebrajándose, y de ellas surgió una brillante luz blanca que empezó a extenderse por todo su campo de visión hasta que, con un rápido destello, lo ocupó todo.