Partida Rol por web

El amor en los tiempos del Sida

17. Encuentro en la Mansión Whittier

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02/01/2013, 17:54
Narración

6 de noviembre de 1984 - 15:15

Los tres changeling y el humano encantado se dirigieron a la Mansión tan pronto les fue posible. Calandra se dejó caer sobre un diván como una dignísima dama victoriana mientras Larry observaba las maravillas del feudo a su alrededor con aire distraído. No era la primera vez que Calandra se llevaba a un amigo mortal al feudo y Lord Stevron, en sus días buenos, había invitado a algún que otro humano a contemplar el mundo de las hadas. Bernardette solía llevar a su prometido allí y casi todos alguna vez habían traído a alguien para encantarlo, por lo que no era tan raro.

Silveth los esperaba leyendo uno de sus acostumbrados volúmenes. El reloj del pasillo resonó a y cuarto y algo resonó en el piso superior, como cadenas que arrastrasen los fantasmas.

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02/01/2013, 19:42
Silveth

-¡Ya era hora!.-exclamo en una mezcla de enfado por que no hubieran llegado antes y alivio de volverlos a ver.

La dama Onix no había puesto inconvenientes a que Faes armadas pulularan por ahí matando quimeras y sus respuestas habías sido similares a las del Duque. Desde que terminé de comer con ella en los jardines del té, me había quedado esperando en el Feudo, buscando marcas que delatasen la presencia de la cierta amiga con plumas.

-¿Qué tal la incursión? Estaba preocupado.

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02/01/2013, 20:00
Shyam

Shyam iba a dejarse caer sobre un sofá, pero al ver al Fiona decidió esperar antes de tomar asiento. Observó cómo el pooka se desplomaba con aquella pose llamativa y se acercó a él antes de responder.

-Más o menos bien. Damara ha sido de gran ayuda, ha hecho arder a la quimera -anunció, haciendo un gesto hacia ella con la palma hacia arriba y una encantadora sonrisa-. Calandra ha salido peor parado. Deberías ir a descansar.

Entre la visita al Terciopelo Rojo y la caza de quimeras había sido una mañana bastante ajetreada. Tenía hambre y empezaba a notar molestias por la armadura, la que raramente usaba ya. Se llevó las manos a los hombros y comenzó a trastear con la correa para deshacerse de ella mientras la conversación continuaba.

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02/01/2013, 20:15
Silveth

-Sí, deberíais descansar. Habéis tenido una mañana muy movida, pero esperar un poco.

Me levanto y miro fuera del salón, me aseguro de que no hay nadie. Tras eso cierro la puerta y la atranco con una silla. Pensativo miro alrededor a ver si hay mas vías de acceso a la estancia. A priori satisfecho con el resultado, mientras me miran atónitos me acerco a Calandra, y con un dedo sobre los labios, les pido que guarden silencio. Al llegar a donde está sentado le doy un ruidoso beso de trompetilla en la oreja, tejiendo mi Cantrip sobre ella.

 -Entonces ¿Habéis eliminado a la Muerte?

- Tiradas (1)

Notas de juego

4 éxitos.

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02/01/2013, 20:30
Damara

Cuando Shyam habló, Damara miró hacia otro lado y se quedó muy quieta, como un gato esperando que quedarse perfectamente inmóvil le concediese cierto grado de invisibilidad:

-Cuestión de suerte -dijo de inmediato-. Calandra y Shyam hicieron todo el trabajo. Yo sólo... me quedé lo más lejos posible e intenté crear algo de distracción...

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02/01/2013, 20:39
Calandra

Calandra estaba tirado en el diván, luchando contra la sensación de caída que le sobrevenía cada vez que fijaba la vista en un punto. Necesitaba dormir. Había visto a Silveth al entrar, pero no se había dado cuenta de que era él quien se acercaba. Durante un momento le pareció que eran Larry o Meredith.

Cuando notó una boca cerca de su oreja puso una sonrisa estúpida y se colgó del cuello de Silveth, echando la cabeza hacia atrás.

-Oh, cielo... Aquí en el diván no. Se me aplastan las alas -dijo. Notaba la lengua muy torpe.

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02/01/2013, 20:40
Silveth

-Shh, shhh...Tranquiiiilo.- Me suelto con delicadeza, no quería hacerle daño y parecía que estaba bastante mal.- Venga que me tengo que dar prisa.

Voy hacia Shyam, mientras me ajusto los puños de la camisa. Acerco mi mano a su oreja, chasqueo los dedos, y le muestro una moneda. Los gestos eran rápidos, pero la urgencia era evidente y a Damara no quería atormentarla haciéndole ruidos cerca.

 

- Tiradas (1)

Notas de juego

3 éxitos.

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02/01/2013, 21:17
Silveth

Avanzo hasta Damara y me coloco a su espalda, con una mano tapo sus ojos y con la otra su boca, después la muevo hacia sus orejas, pasando por las fases de los monos censores. Tendría que explayarme muy rápido.

Lo que cualquiera no afectado por mi magia oye, como por ejemplo el humanos es:

-He encontrado a la candidata perfecta para heredar el feudo, es una Sithe Eiluned encantadora que conocí en la corte del Duque que era amiga de Lord Stevron.

Cuando mis tres compañeros, afectados por los Cantrips escuchan:

- Hay una Eiluned en la corte del Duque, Lady Dhalia, creo que conspira por el Feudo, y tiene un espía entre nosotros, se comunican en clave y usando papel trasgo.

- Tiradas (1)
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02/01/2013, 21:18
Shyam

Shyam se quedó quieto mientras realizaba el cantrip, observando sus movimientos con cautela y sin decir nada. Al terminar arrugó el ceño encogiéndose de hombros, negando con la cabeza y alzando las palmas hacia arriba.

-¿Qué haces? -susurró, notando lo agitado que estaba. Después continuó aflojando la correa de la armadura para sacársela por la cabeza mientras él manoseaba la cara de la sluagh. La dejó a sus pies con cuidado y se cruzó de brazos, escuchando las pesquisas que había hecho el Fiona durante aquella mañana-. Hum... ¿Un espía? ¿Estás seguro de eso? Porque en ese caso habría que avisar a Lord Stevron y tomar medidas. Estamos en una situación muy delicada.

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02/01/2013, 21:51
Silveth

Mientras les contaba una perorata sobre como era la corte del Duque y como lady Onix me había recibido e invitado a quedarme a tomar el té con ella lo que escuchaban en vez de detalles sobre el encaje era:

-Bueno, la señorita en cuestión sirvió al actual Rey. Dispone de título pero no de tierras. Utiliza un tipo de papel que se quema tras ser leído. Escribe en clave. Si, la he espiado. Por último usa una lechuza quimérica como mensajera. Oí como le mandaba expresamente traer el mensaje aquí. Pero eso es el final de la historia. Cuando tras hablar con el Duque ella se me acercó para intentar conseguir más datos sobre la situación del Barón, dijo que quería verle y me preguntó por su localización, aunque instantes antes había dicho delante de todos que desconocía su paradero. -Retomo el aire.- Si el mensaje fuese inocente, no necesitaría clave y no usaría un mensajero particular, me presente como Heraldo de este feudo, me lo hubiese dado. Si sus intenciones con Stevron fuesen sanas, no le preocuparía que se hiciese público que se han visto. Me ha parecido una conducta muy sospechosa.

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02/01/2013, 22:31
Calandra

Calandra hizo un mohín morado, pero aceptó quedarse en el diván. Se acorcó de Larry de repente y volvió la cabeza para buscarle. Esperaba que no pisase ninguna araña o iba a acabar como la escoba de la pobre Bernardette.

Trató de centrarse y redireccionar su atención hacia Silveth y compañía. Hizo un amplio gesto con la mano, quitándole importancia al asunto.

-Bueno, bueno. No veo el problema. Con lo mala pécora que tú eres seguro que no te cuesta encontrar al pájaro este. Si ya te has enterado de todo esto...

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02/01/2013, 22:38
Shyam

Shyam alargó la mano y la posó sobre el pelo rizado de Calandra, llamando su atención. En otro momento le habría dado la razón, pero la situación era demasiado delicada como para tomárselo a risa.

-Esto es serio, Calandra. Si tenemos un espía hay que ponerse a ello de inmediato y cuantos más, mejor -Se volvió hacia Silveth-. ¿Qué propones?

Él no era especialmente ducho en asuntos de corte, sobre todo cuando se trataba de llevar algo de tapadillo. Lo suyo era más bien tirar de acero.

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02/01/2013, 22:53
Calandra

Calandra bufó. No parecía muy interesado en ese asunto.

-Yo qué sé. Alguien tendrá que haber visto algo. Uno no puede ni darse un baño en este sitio sin que un montón de muertos pervertidos le devoren con los ojos.

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02/01/2013, 22:56
Silveth

-Eres todo amor, Calandra, y no es tan fácil tratar con las almas. por otro lado, no lo tengo del todo claro, Shyam. Interceptar el mensaje no es una opción, si lo lee alguien antes del receptor, éste se dará cuenta de lo ocurrido.  Probablemente ambas partes. Sólo sé que puedo confiar en vosotros, porque estabais fuera mientras todo esto ocurría y si una lechuza se os hubiera acercado con un mensaje, hubiera sido más que llamativo. 

Me tomo un momento para meditar.

-La condición del feudo favorece al contacto aquí, puesto que el mensaje es irrastreable con todo el polvo que hay por aquí. Para reunir las cenizas y decirle a Van Doren que haga una adivinación, es imposible. Solo puedo pediros que tengáis cuidado de lo que decís y delante de quién, solo nosotros cuatro somos de confiar. Aunque si yo fuera vosotros antes me aseguraría de que yo soy de fiar, curiosamente. Supongo que solo os podés fiar de vosotros, entre vosotros.

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02/01/2013, 23:02
Calandra

Calandra estiró el brazo para coger la mano de Silveth y darle un apretón cariñoso. Le dedicó una sonrisa tristona.

-Oh, Silveth, cariño. No te preocupes. Aquí nadie piensa que seas de fiar -dijo, con el mismo tono que hubiera utilizado para consolar a un amigo triste.

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02/01/2013, 23:05
Shyam

Esta vez Shyam no pudo evitar reírse ante la espontaneidad de Calandra incluso en su estado febril. De inmediato se cubrió el rostro con una mano, avergonzado.

-Perdón, perdón -Recuperó la compostura y alargó la mano para palmearle el hombro a Silveth-. Tranquilo, dudo que te revelases a ti mismo de ser el espía. Aunque seas una mala pécora muy parlanchina no eres estúpido. Y supongo que, a partir de aquí, habrá que ir descartando sospechosos.

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02/01/2013, 23:12
Silveth

-Gracias por vuestras dulces palabras.- Comento mientras les dedico una mirada furibunda a cada uno de ellos.- Siempre sienta bien, saber que estoy rodeado de amigos.

 "En momentos como éste, me pregunto porque me preocupo por ellos.". Voy hasta la puerta y la desatranco. El Cantrip no tardaría en deshacerse. 

-En fin no tenía mucho más que deciros, solo quería que la situación no se alargase innecesariamente  y ver que habéis vuelto de una pieza. ¿Calandra, necesitas ayuda para subir a acostarte?.-pregunto preocupado.

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02/01/2013, 23:24
Shyam

Shyam torció el gesto al ver que se había ofendido de verdad. Después de todo sus progresos habían sido muy útiles y había esperado allí a que volviesen para cerciorarse de su estado. A veces resultaba encantadoramente bondadoso para con quien le interesaba. Se le quitaron las ganas de tener la pequeña charla que rondaba su mente, pero no quería demorar el tema. Le dio un suave apretón en el hombro y dijo:

-No te lo tomes así. Es un pooka muy gracioso en comparación con Van Doren, admítelo. -Dio una palmada en el aire y se giró hacia Calandra tendiéndole una mano sin dejar de mirar al Fiona, esta vez serio-. Y tengo que hablar contigo, así que ayúdame a subirle a su cuarto.

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02/01/2013, 23:35
Calandra

-Gracias, sois un par de encantos. Pero no hace falta. Me he traído a mi enfermera particular. Taboo, ven aquí un momento, por favor. Venga, vamos a mi habitación. He puesto un póster de Gil Gerald, el de Buck Rogers. Todo sin camisa. Ya verás.

No era ningún secreto que a Calandra no le gustaba el aire tétrico del feudo, y se había empeñado en combatirlo en su espacio personal con los trastos más absurdos y las telas más brillantes. Cogió a Larry del brazo y se alejó, camino de su cama.

-Hasta luego, Damara. No le prendas fuego a nada mientras descanso, ¿vale? -se despidió, ya al pie de las escaleras.

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02/01/2013, 23:39
Silveth

-Si, claro, no quiero saber a que considera Van Doren un juego.- Respondo con una sonrisa algo más animado.- Mejórate ¿quieres? Tengo ganas de escuchar las historias de nuestro Thane contra la mismísima muerte.

Le doy un pequeño abrazo mientras el humano se acercaba para llevársela. Después me giro hacia Shyam:

-Soy todo oídos. Da igual si nos vamos o quedamos, Damara nos puede oír en cualquier punto de la mansión. Pero como prefieras

Notas de juego

Te marco solo para despedirme de ti, enfermito.