Partida Rol por web

El amor en los tiempos del Sida

33. El espectáculo debe continuar

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21/05/2013, 00:56
Narración

18 de noviembre de 1984 - 18:20

Cuando llegaron a casa de Calandra, todas las luces estaban encendidas y el barullo se escuchaba desde fuera. Gloria Gaynor a todo volumen anunciaba que, al menos, sus amigos estaban vivos y tenían ganas de bailar.

Al entrar vio a Taboo Bies con la mitad de su atuendo de trabajo y a Wylard derramando vino y bebiendo directamente de la botella. En el centro, sentado en el sofá y con las manos metidas entre los muslos y una sonrisa tímida e incrédula, un joven al que no había visto nunca contemplaba las idas y venidas de sus compañeros de piso.

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21/05/2013, 01:19
Wylard Burton

-¡Caaaaaal! -dijo Wylard con un chillido completamente femenino-. ¿Dónde te habías metido? ¡Habíamos buscado un nuevo compañero de piso!

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21/05/2013, 01:20
Taboo Bies

-No seas tonta, es mentira -aclaró Larry mariposeando hacia el pooka. Le dio un beso en los labios y le estrujó como si quisiera matarlo-. Este es Craig. Craig, él es Cal. Nos lo encontramos en la calle. Se ha escapado de casa y como no sabíamos cuándo ibas a volver, le invitamos a quedarse.

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21/05/2013, 01:22
Craig Lambert

El chico levantó una mano con timidez y evitó la mirada de Calandra. Era bastante guapo, no mayor de veinte y probablemente aún incorrupto.

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21/05/2013, 01:23
Wylard Burton

-Ahora que has vuelto podéis compartir cama. Seguro que no te importa. ¿Quién es tu amiga?

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21/05/2013, 11:30
Calandra

En cualquier otra circunstancia habría empezado a competir con sus amigos por la banda de Miss Marica Chillona, pero lo más parecido a alegría que pudo sentir fue alivio. Después de saber que Lord Stevron se había muerto no había podido sacudirse la sensación de que iba a encontrarse a Taboo Bies con una aguja clavada en el brazo y en un charco de vómito. Se abrazó a su amigo y le besó en los labios y las mejillas.

-Ah, estás bien. Estás bien, ¿verdad? Claro que sí, mírate, estás hecha una princesa-. Se volvió hacia Damara y la cogió de la mano-. Esta es Damara. Nos conocemos de toda la vida. Hoy se ha ofrecido a subir al coche de un amigo con los dos por ocho dólares y me la he traído. ¿Por qué estamos de fiesta?

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21/05/2013, 12:59
Taboo Bies

-Porque es el cumpleaños de Craig -dijo Taboo Bies, satisfecho por el cariño desplegado por el pooka-. O eso has dicho, ¿no, Craig?

El chaval asintió con la cabeza.

-Pero no quería salir de fiesta, y además es un lunes, a dónde vamos a ir. Así que le hemos improvisado una.

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21/05/2013, 13:04
Craig Lambert

-Ya os dije que no hacía falta...

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21/05/2013, 16:02
Damara

Damara mantuvo una cara de las que ganan fortunas en el póker mientras Calandra la presentaba. Luego se limitó a sonreir plácidamente y dijo:

-Encantada -aunque entre el griterío y la música, dudaba que su voz se pudiera oir. En cuanto salieran de allí iba a informar a Calandra educadamente de que la próxima vez que se echara una siesta iba a mandarle la peor pesadilla que se le ocurriera.

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21/05/2013, 18:05
Calandra

-Ah. Vale. Felicidades, Craig. Y lo siento mucho por lo que te espera. Si vas a quedarte aquí duerme con un cuchillo debajo de la almohada. Wy va a intentar meterte mano en cuanto te quedes dormido.

Se apartó de sus amigos y cogió a Damara de la mano. Tiró de ella hacia su habitación.

-Bueno, nosotros estamos de paso. Damara tiene que marcharse enseguida. Pasadlo bien. Craig, guapo, cuidado con Wy.

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22/05/2013, 22:39
Craig Lambert

-¿Q-qué? -preguntó el chico a modo de despedida.

Wylard vociferó insultos en su dirección, bastantes de ellos concernientes a su capacidad anal, pero eso fue todo.

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23/05/2013, 00:02
Damara

Damara se dejó arrastrar hacia la habitación, dirigiéndole una última mirada de ánimo al chico. Una vez que estuvieron en la habitación y el volumen de la música quedó algo apagado, se inclinó para apoyarse en la pared intentando no sonreir:

-Tus amigos son muy... vivarachos. ¿Está esto siempre tan animado?

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23/05/2013, 01:53
Calandra

Calandra metió a Damara en su habitación, que consistía en una camara, un tocador hecho a base de un escritorio viejo y un espejo apoyado encima, otro espejo de cuerpo entero y ropa y barras de labios por todas partes, y empezó a rebuscar en un armario apenas visible detrás de capas y capas de lentejuelas. Había pantalones vaqueros y camisetas tirados por el suelo sin ningún orden, pero los vestidos, las blusas y los chales, aunque ocupaban todo el espacio disponible, estaban perfectamente doblados o colgados en perchas.

Recuperó la caja de un sombrero de debajo de una americana que alguien había debido de dejarse en alguna ocasión y se volvió hacia Damara. Ahora que estaba a solas con Damara le costaba mucho más mostrarse animado.

-¿Hm? Ah, sí. -Acarició distraídamente una de sus pelucas y reemprendió la búsqueda de ropa. Sabía exactamente lo que necesitaba-. Nos gusta celebrar que las cosas nos van bien. Somos inseparables, los tres. Las tres mariconas, una para todas y todas para una.

Sabía que no tenía tiempo para lavarse ni para arreglarse en condiciones, y le dolía profundamente, pero tenían mucha prisa. Empezó a despojarse de la ropa detrás de un biombo que había improvisado con una sábana estampada, un perchero y uno de los apliques de la pared.

-Pásame unas medias del cajón, ¿quieres, querida? Que sean elegantes. Confío en ti. -La silueta de Calandra realizaba complicados e incomprensibles movimientos tras la sábana mientras intentaba encajar las alas en el traje-. Dame una caja de zapatos... creo que estaba debajo de la ventana, al lado de las deportivas... Los reconocerás porque son los zapatos negros más maravillosos que has visto en tu vida. Bueno, Damara, ¿te has decidido ya o no? ¿Vas a ayudarme a buscar a Garin?

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23/05/2013, 02:03
Damara

Obedientemente, Damara abrió el cajón y dudó un momento antes de coger unas medias. Tenía la vaga idea de que la elegancia pasaba por la austeridad, así que cogió unas que no parecían demasiado llamativas.

-Iré contigo -dijo cogiendo la caja de zapatos; echó un vistazo dentro antes de tomarla. No sabía si eran los más maravillosos que había visto, pero sabía que eran negros y con aquella especificación sobraba. Se acercó al biombo casero y metió el brazo por un lado, sosteniendo la caja de zapatos con las medias encima-. Y haré lo que pueda.

La última frase le sonó ajena a su voz. Había notado que ciertas emociones extrañas habían hecho acto de presencia desde que habían vuelto del Ensueño. No recordaba si había pasado algo que las justificara, pero el hecho era que, aunque a regañadientes, se mostraba más solícita con sus compañeros.

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23/05/2013, 03:14
Calandra

Tuvo que quedarse quieto un momento porque no oía a Damara con el roce de la tela al vestirse, pero al cabo de unos instantes salió de detrás de su escondite con una sonrisita agradecida. Se había puesto un traje negro con falda por debajo de la rodilla y chaqueta negra cruzada, con dos grandes botones en forma de borla y solapas anchas, por encima de una blusa negra en la que había tenido tiempo de meter relleno.

Se acercó al tocador para pintarse los labios y ponerse sombra de ojos. Había visto un conjunto muy parecido a aquel cuando era más joven, en la televisión de su casa. Aquella viuda le había parecido el epítome de la sobriedad, el dolor y la elegancia, y había pensado que si no había podido salvar a Stevron, al menos el luto que le mostraría iba a ser digno de un presidente. Suspiró y se encasquetó una peluca que le dejaba una melena corta por encima de los hombros.

-Gracias. Eres un amor, un auténtico amor. Me preocupa, ¿sabes? El pobre... a saber lo que le habrá dicho Meredith. En momentos como estos que se dicen cosas sin pensar, y la gente sensible como Garin sale herida. ¿Pintalabios? -dijo, ofreciéndole una barra de labios color burdeos-. Con un poco más de color esa boquita sería irresistible.

Dejó el pintalabios encima del tocador escritorio para que lo cogiera si quería y tras abrir la caja que lo guardaba se encasquetó un sombrerito negro, de una forma que recordaba a la de un frisbee, que sostenía un velo negro. Lo había modificado para que fuera mucho más largo por la parte trasera, de modo que los colores brillantes de sus alas no estropeaban el luto. Cogió un par de guantes negros, se puso un bolso (también negro, de imitación de cuero) debajo del brazo y se volvió hacia Damara soltando un suspiro lleno de pena.

-¿Estás lista?

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23/05/2013, 21:52
Damara

Damara miró a Calandra un momento y dio un paso apresurado hacia la puerta de la habitación para abrirla y dejarla pasar, ofreciéndole el brazo de nuevo con solemnidad:

-¿Sabemos por dónde empezar a buscar? No tenemos mucho tiempo hasta que sea hora de ir a la reunión. Y no podemos llegar tarde -añadió al final, con más seriedad aún de la que mostraba normalmente.

 

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23/05/2013, 23:18
Calandra

Aceptó el brazo de Damara y se hizo con ella al pasillo y de vuelta a la sala de estar.

-Por supuesto que lo sé, y la duda ofende. No encontrarás a nadie más capacitado que yo para rastreas hombres gays y sin compromiso. Pégame bien a mí y a lo mejor aprendes algo. -Se dejó caer el velo sobre la cara y sacudió una mano enguantada para despedirse de sus amigos-. Hasta luego, reinas. Pásalo bien, Craig, luego me presento en condiciones, ¿sí? Ciao ciao.

Cuando estuvieron en la calle se detuvo para rebuscar en el bolso, lo que le llevó un buen rato. Al final tuvo que levantarse el velo para ver lo que estaba tocando, porque los guantes le impedían identificarlo por el tacto. Le enseñó a Damara un mechero de plástico, que procedió a encender. Sopló la llama, que en lugar de apagarse se desprendió del conducto del gas y flotó, convertido en un triste y solemnte fuego fatuo de color azul pálido, como el que uno esperaría encontrarse en un pantano o un cementerio. Volvió a bajarse el velo, lo que era necesario porque no había tenido tiempo para suavizar y disimular sus facciones con un maquillaje en condiciones.

-¿Ves? Muy fácil. Pero guíame tú, si eres tan amable, que con esto delante de la cara no veo una mierda.

- Tiradas (1)
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24/05/2013, 17:47
Narración

Seguir el destello fue más fácil que la última vez porque parecía estar retenido por alguna fuerza ajena a sí mismo. Perezosa, la bola se tomó su tiempo. Pasó por delante del parque y llegó al Haight, a la clínica gratuita donde trabajaban Glenn y Shyam. A aquella hora el servicio de urgencias estaba abierto y cuatro o cinco personas, cada cual con la pinta más extraña, esperaban a ser atendidos.

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24/05/2013, 18:51
Calandra

No quería entrar en la clínica; desde que sus amigos habían empezado a morirse todo lo relacionado con la práctica médica le atemorizaba, y tras saber que Stevron había muerto en un sitio así se sentía mucho peor al respecto. Por desgracia tenían trabajo que hacer, así que se apoyó en Damara mientras entraban en urgencias, buscando su cantrip a través de la redecilla negra del velo.

-Qué horror -se quejó por lo bajo mirando de reojo a los ocupantes de la sala de espera-. Vamos a darnos prisa. Voy demasiado bien vestido para este sitio.

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24/05/2013, 19:15
Narración

Las pintas de Calandra no pasaron desapercibidas, pero la gente que entraba a una clínica gratuita en el Haight en plena noche de otoño no podía decir nada al respecto; probablemente vistieran parecido o peor.

Colándose por delante de los ordenanzas aparecieron en un pasillo por el que aún destelleaba el rastro del cantrip. Subieron al piso superior y llegaron a la zona de planta, donde los pacientes que lo necesitaban podían quedarse en observación. Entre un anciano mendigo y una mujer negra acompañada por un joven que podía ser su hijo, encontraron el cuerpo mortal de Garin dormido profundamente. Parecía más allá de aquel lugar y, como pudieron comprobar, despertarle era imposible.