Partida Rol por web

El cetro de la Ola de Frío I (La muerte de Haldir)

E1.- El guardián del bosque de Althern I

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06/12/2012, 09:06
Director

La torre del conde Domenor ubicada a las afueras de la antigua ciudad de Bechafen, capital de Ostermark, era un lugar sin duda alguna solitario y frío, habitado por unos pocos sirvientes que no solían hacer mucho ruido, quizá por miedo a que el conde les azotara o quizá simplemente por que les faltaba esa chispa de vida que hacía la diferencia entre un aventurero y un mero labrador del campo.
Hasta ahora la torre había permanecido probablemente sumida en el completo olvido tras los incidentes del joven hijo del conde años atrás, años en que la mayoría de los ahora huéspedes de la torre habían permanecido en el exilio, pues tanto su interior como su exterior no tenían un buen aspecto. Allí, a la espera de que el conde los atendiera, la pregunta del porque de su presencia se acrecentaba, y mas aun si se consideraba la ayuda que el conde les ofrecía en los mensajes que les había enviado tiempo atras. ¿Acaso había olvidado ya lo ocurrido con su hijo en la oscuridad de las cuevas bajo el pico sangriento?, sin duda no se trataba de eso.

Habían llegado algunas horas atrás a las inmediaciones al hogar del conde Domenor, su actual anfitrión; la mayoría antes de la caída del sol de aquel día 4 de Sigmarzeit del año 2531. A su llegada, escoltados por hombres del conde se habían topado con una torre poco vistosa y claramente vieja y descuidada. Con sus cinco niveles y una muralla de no más de dos metros que protegía sus alrededores, aparentaba ser más bien algún antiguo monasterio que la torre de un conde.
Nada mas entrar en la torre, habían sido dirigidos directamente a unas habitaciones que habían sido preparadas con anterioridad para ellos. Aunque muy austeras para lo que se imaginaban, eran sin duda mas cómodas y mucho mejores que el frío suelo del exterior.
Si serían atendidos por el conde esa misma noche, no lo sabían, los sirvientes habían rehusado hablar con ellos argumentando que se les haría llamar pronto e indicándoles que el conde solicitaba que permanecieran en sus habitaciones.
Cada uno de los recién llegados no había visto a los demás presentes en aquel lugar, sin embargo cada uno sabía que no era el único pues habían visto los corceles y a otros escoltas a las afueras. Si el conde estaba reuniendo a un grupo grande de aventureros era sin duda por que necesitaba pedirles algo, ¿Qué era eso que necesitaba de ellos?, era la real pregunta a resolver aquella noche.

La espera se había hecho eterna, los primeros en llegar habían tenido que esperar más de dos horas antes de que fueran llamados. Y sin embargo el llamado no era del todo el que esperaban; del conde aun no sabían nada y el sirviente que había ido a buscar a cada uno solo les había indicado que la cena estaba servida y que los escoltaría hasta allí. La verdad es que la torre no era tan grande y con el olor a la comida hubiera sido fácil dar con el comedor, sin embargo esa no era esa su casa por lo que los aventureros se dejaron hacer caminando por los fríos pasajes de aquel lugar.
Así, tras tres largos años algunos viejos conocidos se reunían de nuevo ante aquella amplia mesa y además no estaban solos, dos personas más estaban con ellos. El primero y más gallardo de los presentes era un joven caballero, sin duda alguna bretoniano; el segundo, de apariencia poco vistosa era un elfo sacado sin duda de algún basurero de Altdorf. El resto, antiguos miembros del escuadrón de la llama súbita, eran la bella elfa del bosque Arianne, el joven alto elfo Aenalor, la misteriosa kislevita Resha, el silencioso elfo Vlad y los enanos Gurnik y Grii.
En cuanto todos ocuparon la mesa la comida fue servida y con ella las esperanzas de que su anfitrión apareciese pronto se iban difuminando a medida que los platos se iban vaciando y el tiempo iba avanzando.

Notas de juego

Todos: Algunos no han terminado aun sus trasfondos por lo que les pido que los completen lo antes posible.
Ex miembros del escuadrón de la llama súbita: Ustedes se conocen, quizá a fondo quizá solo de paso, pero lo importante es que se conocen. Por tanto les pido que intenten armar algún lazo entre ustedes a fin de reflejar los años que pasaron juntos; decir que todos son conocidos de lejos no será valido y me obligara a imponerles las cosas; al menos a alguno de los otros allí presentes deberían conocer bien.
Todos: Pensaba avanzar mas la trama de inicio pero creo que esta intro les servirá para pulir los toques finales de sus personajes en cuanto a su trasfondo, a la par de que servirá para que vayan soltándose interpretativamente.

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06/12/2012, 09:46
Grii XI Melenarroja

El camino hasta la torre del conde Domenor, había sido largo camino y mucho tiempo para pensar -¿Que habrá pasado? -en la mente del enano daba vueltas y vueltas intentado elucubrar una idea sobre lo que podía pasar -¡¡¡arg!!! -grito mientras caminaba por el camino que tres años hizo en la otra dirección -lo único que espero es limpiar el nombre de Dorn -el camino era largo pero sus pensamientos le hicieron olvidar el cansancio al llegar ala torre.

Encerrado en aquel lugar aquella habitación mas de una hora de reloj el enano no hacia mas que dar vueltas con el hacha enardecida -Esto es una trampa no encierra en las habitaciones y no veo mas que soldados por todos lados -seguía dando vueltas -¡Pues a este enano no le van a coger desprevenido! -Maldito conde -así paso una hora cuando el sirviente llamo a su puerta estaba buscando posibles rutas de escape de la torre nunca se sabia que podía pasar.

Siguió a aquel humano por los fríos pasillos de la torre hasta llegar a un lugar con una larga mesa. Algunos ya estaban allí otros tantos fueron llegando, una sonrisa asomo entre sus barbas viejos compañeros, viejos amigos. Cuando vio llegar a Gurnik se acerco a él, un fuerte golpe en la espalda para saludarlo, aquel golpe hubiera tumbado a un humano, matado a un elfo pero para un enano era tan solo un saludo rieron juntos -viejos amigo que habéis echo estos tres largo años, Aenalor ya has decidido cambiar de lugar de nacimiento -con un codazo a Gurnik volvió a reír era una antigua broma que tenia con el alto elfo.

Pero algo que hasta ahora había pasado desapercibido llamo su atención vio al elfo y aquel elfo no era su amigo estaba claro -¡Maldito elfo que haces aquí! -hacha en mano señalándolo -el resto de malditos ¡orejas picudas! -su tono era de repulsión y asco -han combatido mucho a mi lado, incluso alguno me ha salvado la vida pero tu maldito -esputaba al hablar -pero tu... -era evidente que le gustaba el elfo.

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06/12/2012, 12:11
Sir Gerard LeBlanc

Como caballero novel, había que reconocer que Gerard había llegado lejos en sus viajes. No eran muchos los jóvenes bretonianos que llegaban a salir de su Reino y, menos aún, llegaban al Imperio. Y apenas podrían contarse con los dedos de una mano aquellos que llegaban hasta las cercanías de las Montañas del Fin del Mundo. Ya, sólo por eso, se podía sentir bastante orgulloso.

Ahora estaba en un castillo de un conde que, al parecer, necesitaba los servicios de algunos aventureros para un trabajo. No conocía más detalles y, la verdad, no confiaba mucho en el "honor" y la conducta de los nobles imperiales. Sin embargo, como caballero debía ayudar y eliminar al mal dónde estuviera. Y como novel, le vendría muy bien para ganar más experiencia de cara al futuro. Así que sí, había aceptado y ahora estaba allí, en aquella torre. Había llegado sólo, a lomos de su corcel, y había pasado un rato cuidando del animal, hasta estar seguro de que sería bien atendido. Tras eso subió tras el sirviente hasta sus aposentos, dónde se encargó de limpiar un poco su armadura, su escudo y, sobre todo, su espada. Además de asearse un poco, por supuesto, hasta que le convocaron para la cena.

Cuando vió, a medida que aparecían, al resto de los convocados por el conde. Porque sí, estaba claro que todos aquellos eran aventureros. Y, desde luego, le parecían un grupo de lo más variopinto. Lo que, desde luego, no le gustó nada, fue el ver varias mujeres. Cierto, una era de otra raza, claramente, pero aún así. Y la otra... la otra ni siquiera parecía imperial. Era muy distinta a las mujeres bretonianas.

No dijo nada, se quedó callado, esperando a que todos, especialmente las mujeres, tomaran asiento primero. Era un desconocido, y era claro que muchos de ellos se conocian de antes...

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06/12/2012, 17:22
Aria (nne)

Oh, sí, un salvoconducto me había sido entregado, papeles humanos que para ellos significaban mucho y para mí tan poco. ¿Limitar las tierras por propietarios? Como si fuesen realmente dueños de aquello que pisan, ese concepto siempre me ha parecido muy gracioso. Así que hice como bien me apetecía y me dediqué a viajar por los bosques antaño recorridos, por la tierra libre de caminos y por doquiera me apeteciese, más que seguir un triste sendero delimitado para llegar a mi objetivo. Y tras evitar la ciudad, éste se alzó frente a mi, por lo que entré como iba, a pie. Y todo el camino, considerando la fortuna del emisario por encontrarme en uno de mis paseos fuera del Hogar, o hubiese caido antes de poder entregarme el mensaje. Y más aún, pensando en cómo todo este proceso podría ayudar al nombre de Dorn, que ahora mismo era mi única preocupación. Y así me recibieron, con una habitación cerrada y con mucho más de lo que yo necesito para estar cómoda, agobiante, y con una invitación a una cena.

Así que bajo las escaleras con paso tranquilo, arco y flechas en la habitación y por un momento había estado tentada de llevar mi espada, pero un pensamiento de etiqueta me había detenido en el último instante de llevarlo a cabo. Al fin y al cabo, encerrada y rodeada, tanto puedo hacer con una espada como con un cuchillo, y los humanos siempre tienen cuchillos en las mesas para cenar. Siguiendo al encargado de mi persona, trato de adivinar qué podría ofrecernos de comida ese conde, pero lo que no podía haber adivinado es la presencia de varios de mis compañeros de armas de épocas pasadas. Aunque considerando el por qué de mi presencia aquí, tampoco era tan de poco esperar.

-Calma, Melenarroja. Con ese tono solo asustarás a la cena. -Digo poniendo una sonrisa mientras avanzo hacia una de las sillas. -Y gracias por preguntar primero, antes de dejar claro que sigues pensando que somos tu compañía por circunstancias. Mis orejas también han estado muy bien estos años, viajando de aquí para allá. ¿Y tú, cuanto hollín de nuevas invenciones has puesto en tu barba este tiempo? -Y tomo asiento, dirigiendo mi mirada no a mis cuatro conocidos, sino al elfo que tanto ha preocupado a mi compañero y luego al humano de ojos morados. Muy fijamente, ya que él parece no dejar de lanzarnos miradas a mí y a Resha.

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07/12/2012, 04:11
Vlad

El elfo Vlad, ex miembro también del escuadrón de la llama súbita había sido el primero en sentarse a la mesa, aunque sin prestar mucha atención a los demás hasta que estos comenzaron a hablar. Devorando una manzana con cierta premura, escuchaba con suma atención los alegatos amistosos.
-La ultima vez que nos vimos no estabas tan bromista enano, sobre todo cuando por momentos la posibilidad de que nuestras cabezas rodaran por el suelo se hacia presente.- respondió el elfo a las palabras de Grii para enseguida continuar masticando su manzana mientras pasaba su mirada del joven alto elfo hacia los enanos. –Aunque sinceramente, prefiero su desagradable compañía a la del señor todo poderoso de Ulthuan. Al menos tenemos a la hermosa Resha con nosotros- concluyo el elfo sin mirar a la bruja sin dejar en claro el porque, aunque todos sabían de tiempo atrás que Vlad se sentía atraído hacia casi cualquier bella mujer que se topara en su camino, y la Kislevita era sin duda de sus favoritas.

Notas de juego

Que saben de Vlad:
1.- Es un elfo de los reinos fronterizos, su lugar de nacimiento y la historia de su juventud la desconocen por completo pero saben que tiene ya más de 100 años.
2.- Es un experto asesino, de mal carácter y pésimo tacto al hablar.
3.- Le apodan el elfo oscuro; claramente no por que sea un elfo oscuro sino por que muchas veces pareciera que quisiera comportarse como uno de estos.
4.- Durante la batalla en el pico sangriento fue de los primeros en desaparecer y según se rumora fue el primero en llegar al exterior. También se rumora que se ha mantenido escondido deambulando por el imperio sin que nadie se percate de su presencia.
5.- Vlad detesta a Aenalor y lo ha dejado en claro reiteradas veces.
6.- Vlad siempre ha estado atraído hacia las mujeres bellas y misteriosas y parece ser esa su gran debilidad. El elfo pierde toda concentración ante ellas y no parece saber como actuar ante el contacto social.
7.- Saben que Dorn confiaba ampliamente en él y siempre lo tuvo como uno de sus allegados mas cercanos.

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07/12/2012, 13:50
Resha Leva

Resha avanzaba  en silencio haciendo repicar el báculo  al apoyarlo sobre la piedra.

-Siempre es un placer veros de humor-comentó a modo de saludo ladeando la cabeza bajo la capucha, que dejaba a descubierto la mitad inferior del rostro y de la que salían apoyándose sobre el pecho ondulados mechones dorados. Se retiró la capucha que cayó a la espalda y sacudió un poco la cabeza ahuecándose la melena rubia. La mirada zafiro se paseó por los presentes, amigos, conocidos... no tan conocidos se encontraban presentes y ella no se encontraba de especial humor social. Se deslizó más que andó hacia una de las sillas pero no la tocó mirándola con un pequeño mohín de muñeca en los rosados labios. Alzó la mirada paseándola entre los presentes, Vlad, oportunamente evitaba el contacto visual de la bruja pero se topó con la del humano-no-sabe-como-se-llama  que se mantenía en pie sin tomar asiento. Parpadeó deliberadamente y dio un paso hacia atrás con cierta decepción, como si le resultara imposible de asimilar la falta de educación de retirarle la silla a una dama.

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07/12/2012, 16:55
Gurnik Revientacraneos

Gurnik no estaba de buen humor, lo habían tenido retenido varias horas en una habitación de la torre del padre de cierto noble joven y estúpido. Ya se estaba planteando que el padre fuera igual de idiota que el hijo, quizá incluso más pues había tenido muchos años para perfeccionar el noble arte imperial de la idiotez, o que tal vez fuera una trampa para eliminarlo debido a que el había sido miembro de la compañía de la Llama Súbita cuando un sirviente fue a buscarlo para llevarlo al comedor. Espero que haya carne y cerveza enana y no esas verduritas que coméis los humanos!!!!

Al llegar allí se encuentra con Bum que lo saluda con un golpecito amistoso y con otros miembros de la Llama Súbita, incluido Vlad el Patán que como siempre que habla ofende a todos. Un día hundiré mi hacha en su cráneo, y por Grinmir espero que sea pronto. Y rápido lo contestó.

Vlad, no eres el más indicado para hablar de lo que sucedió ese día teniendo en cuenta que huiste como un perro apaleado y que desde entonces no has hecho más que esconderte. Si fueras un enano en lugar de eso te habrías convertido en matador para limpiar tu honor.

Gurnik desenfunda el hacha y tras acariciar el filo y balancearla en dirección amenazante hacia el odioso elfo continuó hablando.

Un día no muy lejano mi hacha te partirá en dos y por Grinmir y todos mis ancestros espero que eso suceda pronto!!!. Así que por favor no me des razones para hacerlo aquí, no quiero ofender a nuestro anfitrión ensuciando de sangre su torre.

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07/12/2012, 20:03
Aenalor

Para lo cánones de los de mi raza, se podria decir que apenas había pasado tiempo desde la última vez que me reuní con seguidores de la llama súbita. Durante estos años he permanecido en el imperio, aprendiendo de sus técnicas de magia y perfeccionando lo que antes me había enseñado mi padre.

Cuando me llegó el mensaje para reunirme en la cada de un noble humano, más por curiosidad que por cumplir con las expectativas de alguno de esos pesuntuosos nobles que llenan el imperio. Aún asi, mi educación me obligaba a mostrar la mayor de las cortesías, aunque solo fuera por los viejos maestros del colegio de magia a los que tengo que agradecer estos años de aprendizaje.

Vestigo con una elegante toga, una bella espada de manufactura élfica y apoyado sobre mi bastón, bajé al comedor cuándo así me dieron a entender, sin importarme demasido el tiempo que me hicieron esperar en mis aposentos, pues el tiempo no es nada, y disponemos de mucho nosotros los elfos.

Al llegar al salón, mi corazón se alegro de ver allí reunidos a algunos de unos viejos compañeros de la llama súbita. Habían pasado algunos años, pero todos parecía en forma y pletóricos.

Cuando oí a Grii, me giré con una sonrisa No creo que tus ojos vean algo así. Tan solo sigo aquí para cuidar de vosotros y que no os metáis en líos.

Según iba seguir hablando con Grii, escucho las palabras de Vlad. Con evidente cara de desagrado, le miro de arriba abajo No creo que sepas siquiera cuál es la apariencia del señor de Ulthuan. Tu oscura capucha te oculta tanto el rostro que apenas eres capaz de ver algo a más de un palmo de tus narices. A pesar de las palabras, no guardaba rencor a ese elfo traicionero, pero no me gustaba su forma de hablar, ni mucho menos las palabras que salían de su boca.

Al volverme con desagrado, me encontré con el hacha de Gurnik delante de las narices mientras amenazaba a Vlad, teniendo que echar la cabeza hacia atras para no comerme el filo.

Por favor Gurnik, guarda eso o acabar cortando a alguien, y no creo que sea muy honorable cortar a alguien mientras disfrutamos de la cena. digo estirando un poco la mano como para apartar el hacha del matador. Veo que tu lucha sigue hacia delante. Supongo que ya habrás acabado con muchos enemigos si todavía somos capaces de disfrutar de tu compañía. Digo cambiando la cara y sonriendo al matador.

La última en llegar fue Resha, siempre tan reservada y fría, como la tierra de la que venía. Y como era costumbre, no llevaba muy bien la falta de cortesía, así que avancé y, con una ligera inclinación de cabeza Resha digo mientras retiro la silla para que pueda sentarse.

Luego, volviéndome hacia los desconocidos Aunque todavía no nos hayan presentado formalmente, mi nombre es Aenalor, miembro de la llama súbita, al igual que mis compañeros.

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07/12/2012, 23:35
Resha Leva

-Aenalor-musitó Resha con suavidad dedicándole un sutil cabeceo antes de sentarse a la mesa. Eso era un hombre educado, sin importar la longitud de sus orejas. Se desabrochó la pesada capa aterciopelada que se arrugó en la silla, dejando a la luz un traje sencillo y abrigado de color azulado. Juntó las manos sobre los muslos saludando a Arianne con un amago de sonrisa conciliadora y un nuevo cabeceo. Aenalor no sólo intentaba mediar, sino que además daba pie a esos desconocidos que guardaban silencio, esos desconocidos que no tenían la decencia de presentarse al ver que entre los demás existían relaciones anteriores.

Las ventanitas de la nariz de Resha se dilataron al inspirar hondo y  estiró el brazo para tomar una manzana pero no la probó, la frotó entre las manos contemplando hasta donde llegaban los ánimos de sus compañeros.

-Vas a sacarte un ojo con eso-comentó con sencillez carente de malicia a Gurnik-¿hoy os pagan por ser ariscos con Vlad? Porque en mi carta no comentaba nada sobre ese plus... -enarcó una ceja clara. Había procurado que se la oyera mas no levantó la voz para conseguirlo.

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08/12/2012, 00:11
Aenalor

Tomo asiento en una de las sillas, apoyando el bastón sobre la mesa y dejando que la espada cuelgue por unjo de los lados, tocando el suelo de forma suave.

Al oir a Resha, giro la cabeza sonriendo hacia Vlad antes de volver a mirar a la Kislevita Sabes que no hace falta que me paguen por eso. Además, tan solo estaba devolviendo el cumplido de nuestro amigo.

Venga, sentaros a la mesa. No es de buena educación que unos estén sentados y otros de pie - digo girando la cabeza a ambos lados para abarcar al resto de compañeros.

 

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08/12/2012, 11:45
Sir Gerard LeBlanc

Si el bretoniano no había hablado antes, era por varios motivos.

El primero, es que al ver que muchos de los que allí se iban reuniendo ya se conocían entre sí, prefirió dejar que hablaran entre ellos tranquilamente, sobre todo al percatarse de que parecían llevar bastante tiempo sin verse. Por ello, por educación, siguió callado y aparte, dejando que se fueran poniendo al día y aguardando el momento más adecuado para presentarse.

Luego estaba el hecho de que, como ya hemos dicho, no iba a tomar asiento hasta que las mujeres lo hicieran. Cuando vió que una lo iba a hacer, fue a adelantarse, pero uno de los compañeros de ella llegó antes. Mala pata.

Y por último, estaba el hecho de que, inevitablemente, estaba estudiando al grupo. Sabía que los enanos solían ser buenos guerreros y que muchas veces habían luchado junto a humanos. Pero también había oído el altísimo interés que tenían por el oro. Después, los... ¿elfos? No sabía cómo considerarlos, pero sí que el tal Vlad, vestido como estaba ycon ese comportamiento, no le inspiraba demasiada confianza.

Aparte quedaba el hecho de las mujeres, por supuesto. No era capaz de discernir como permitían ellos que sus mujeres siquiera salieran del hogar. Ellas no debían luchar, sino que debían quedarse en casa y ser protegidas de cualquier enemigo.

Bueno, eso quedó a un lado cuando uno de los elfos, tras mover el asiento de la humana, le invitó a él y al... mendigo a presentarse.

- Disculpad que no lo hiciera antes - dijo con educación en idioma imperial, notándose algo de acento -, pero vi que casi todos eraís compañeros y me parecía descortés interrumpir vuestro reencuentro. Me llamo ser Gerard LeBlanc, de Bretonia. Vos sois... Aenalor, ¿cierto? - dijo con suavidad, refiriéndose al elfo que se había dirigido a él - La dama se llama Resha, ¿verdad? - se inclinó para saludar - Los demás no he escuchado bien vuestros nombres, lo siento.- se quedó atento a ver si la otra chica quería sentarse, para mover su silla.

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09/12/2012, 09:32
Vlad

-Si fuera un enano seria tonto- respondió Vlad al comentario hecho por el enano Gurnik –si fueras mas inteligente enano, habrías recordado que la ultima vez que nos vimos fue durante los juicios y no en la mina-.
Vlad parecía ser el mismo de siempre, arisco, tosco, mal humorado y sobre todo nada agradable. Que pasaba por la mente de aquel elfo era un completo misterio para todos tal como siempre lo había sido y tal como siempre había sido misterios que Dorn confiara tanto en él.
Terminando su manzana para arrojarla al suelo lanzadola detrás de si por sobre sus hombres, el poco amigable elfo murmuro entre dientes algo para si pero a propósito con el suficiente volumen para que el que le pusiera atención lo escuchara. –Si enano, ve con papi Aenalor y evítame tener que mostrarte que podría cortarte la garganta antes siquiera de que tú desenfundaras tu hacha.-
Si sus palabras fueron escuchadas o no, el elfo no lo percibió pues el desconocido humano de armadura llamo su atención. Lo que le faltaba, un noble bretoniano, como si las cosas no fueran ya lo suficientemente pomposas. –Mi nombre no te importa bretoniano-.

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10/12/2012, 00:41
Aria (nne)

Lanzo una mirada curiosa a Resha y Aenelor cuando el segundo se decanta por esa costumbre tan humana de "ser un caballero" y le retira la silla para que ella tome asiento, y por un instante me parece divertido considerar si tendrían una relación oculta y por qué ella no me había contado nada... cuando el tiempo vuelve a la carga y me hace recordar que no estamos aquí como una continuación de la Llama, sino que han pasado tres años desde todos esos asuntos que no quiero en absoluto recordar. Y por supuesto, eso hubiese invalidado bastante toda esa linea de pensamiento, así que la descarto sin más, mientras me acomodo tranquilamente en la silla que yo misma he tomado. Ni que necesitase a alguien para hacerlo por mi. Pero aun así, hay comportamientos que no me gustan de ver, y menos en una mesa, aunque sea ajena.

-Vamos, vamos. -Digo mirando a Vlad. -Todos nos echábamos mucho de menos, y todos estamos encantados de poder tirarnos los trostos los unos a otros. -Entonces me detengo por un instante, indagando en mi cabeza. -¿Se dice trostos? No, trastos. Disculpad, llevo años sin hablar el común. -Y entonces me vuelvo hacia el humano preguntón y alzo un dedo índice. -Atiende. Aenalor, Resha, Grii, Gurnik, Vagabundo, Vlad y... -voy señalándolos uno a uno, intercalando por el medio al otro desconocido que no ha dicho ni pio, pero como si eso fuese un problema. Y por último, acabo señalándome a mí. Eso sí que es algo que he aprendido con el tiempo, lo de contarse a sí misma la última para no parecer egocéntrica a los ojos humanos- Aria. Y Vlad, no me mires así por decirle tu nombre. Ya lo ha dicho Gurnik antes, y si él lo recuerda, no creo que un él -señalo al humano- tuviese mucha dificultad en recordarlo.

Y por último, le lanzo una mirada a Resha y cuando me la devuelve, pongo los ojos en blanco y hago un gesto con la cabeza que solo puede significar una cosa, "hombres...".

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10/12/2012, 09:54
Angran

Comida. Fuego en la chimenea. Una cama de plumas. Desagradable compañía.

En fin, no se podía tener todo. Pero quizá el sacrificio valga la pena, algo me dice que este será un asunto de oro en mano. Mientras sea legal...

Angran el vagabundo no participaba en la conversación. En primer lugar no tenía nada que aportar a tamaña sarta de banalidades, bravuconadas y falta de sensatez. En segundo lugar no quería tratos con enanos, no cuando lo primero que habían hecho estos era protestar por la comida, pedir cerveza y llamar a los suyos orejaspicudas. Nada de modales. Enanos. Por último, pese a estar limpio (gracias a su anfitrión) Angran vestía ropas de tercera o cuarta mano, cuando no  directamente rapiñadas a cadáveres. Sus sandalias tenían más parches que sandalia original. Se sentía algo cohibido por los demás.

Notas de juego

Todos: ¿Me cambio, pues, la foto de avatar?

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10/12/2012, 10:27
Grii XI Melenarroja

Nada tan solo nada -Tu elfo -siguió hacha en mano -ni ni nombre sabemos que haces aquí una explicación quiero y una buena -señalando a Vlad -sigo sin saber por que Dorn confiaba en ti, pero seguro que tiene algo que ver con ese otro elfo -buscaba alguien que le explicara lo que pasaba en aquel lugar un elfo desconocido entre ellos ya era mas de lo que un enano normal podía aguantar, muchas explicaciones tubo que dar al volver a casa y contar su historia.

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10/12/2012, 19:49
Aenalor

Ignorando las nuevas palabras de Vlad, y sin mirar a ninguno en particular pero antes de que sigan enzarzándose en combates dialécticos que podrían acabar en algo más

¿Alguien sabe algo por lo que estemos aquí reunidos? Con el tiempo que hace que no os había visto, tengo curiosidad por saber el qué ha provocado esta reunión.

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10/12/2012, 20:27
Grii XI Melenarroja

Frunció el ceño ante las palabras de Aenalor -Mira ese elfo y preocúpate por él -dice claramente enfadado -primero que me expliquen de donde ha salido

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10/12/2012, 20:52
Aenalor

Con un leve encogimiento de hombros Mira a Vlad digo señalandole. ¿Quién sabe el por qué de las cosas? por eso estamos esperando aquí, para ver qué se supone que esperan de nosotros. Igual no tenemos ni que ir con él.

Acercándome un poco a Grii Lo cierto es que bastante maleducado y creo que con un harapiento maleducado ya tenemos bastante. - finalizo palmeando los anchos hombros del enano.

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10/12/2012, 20:59
Grii XI Melenarroja

Sin dejar de fruncir el ceño añadio -¿Vlad? -se notaba la duda en sus palabras

Notas de juego

Master los post son de menos de 3 lineas pero creo que como son muy seguidos no pasa nada no?

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10/12/2012, 21:04
Sir Gerard LeBlanc

La primera persona que le respondió fue precisamente aquella que menos confianza inspiraba, como ya se dijo. Y su respuesta fue, como poco, desagradable, demasiado desagradable, haciendo que el caballero le mirara con algo de gesto torcido. No iba a entrarle al trapo, pero desde luego no le había gustado.

Afortunadamente, la mujer restante era muy distinta y se ocupó de presentarle a todo el mundo, con educación. Gerard la sonrió levemente, agradeciéndoselo con una inclinación de cabeza, aunque se lamentó del hecho de que, de nuevo, no había sido lo bastante rápido como para acercarse para moverle la silla a la susodicha. Necesitaba estar más atento, sin duda.

- Encantado de conoceros a todos... - dijo, con inclinaciones de cabeza a cada uno -. Así pues... ¿ninguno sabemos por qué se nos llamó en concreto?

Había algo que no se le había escapado y que tenía muy presente: Seis de ellos se conocían de antes, al parecer de ser compañeros del mismo grupo en el que algo pasó... No debía ser casualidad eso, que hubieran llamado a esos seis. Debía haber algún motivo... ¿poseían una reputación por la que merecía la pena buscarles?

Esperaría para saberlo...