Partida Rol por web

Sostengo la mirada de Tyler. Y no esa mirada la que hace me remueva en el asiento ni la que consigue que me arrepienta de mi enfado.
Es lo que hay detrás. Lo que acecha tras esa helada mirada azul glacial.

Y, una vez más maldigo mi herencia. La herencia que hace para mi, la forma de batalla de nuestra Nación sea la misma forma que define mi raza...

Regruño un poco, mientras me levanto en busca de un trapo húmedo para limpiar el desastre que he organizado... "Ninguno de vosotros lo entendéis... La única manera de hablaros de tú a tú es así... En mi forma de Metis... En Crinos..."

Guardo ese turbio y resentido pensamiento en el interior de mi cabezota. Por suerte, nadie ha recibido una dicha de café gratis... Me nuevo con lentitud por la cocina, cuidando de no liarla más. Los ánimos están caldeados y lo que menos conviene es tener otro malentendido.

Cargo el molinillo de café con un generoso puñado de café tostado para moler. Antes de pueda darle una vuelta a la manivela, Jane y Tayler me lanzan sendas significativas miradas. Yo miró a nuestro maltrecho Theurge y dejó el molinillo cargado sobre la encimera.

Tomo asiento justo a tiempo para atender al ejemplo con que William termina su exposición...

- O sea, que puede ser que un espíritu este complacido con nosotros, con nuestro rito pero que, por algún motivo o no quiere hablar con nosotros o no cree que deba hacerlo todavía...- Arrugo el morro y cruzó los brazos al pecho, meditabundo. La silla de la cocina cruje ligeramente a medida que redistribuyo el peso de mi cuerpo.- Y que Ben, como Galliard de mayor rango, puede ayudarnos a entender esa decisión... Me equivoco?

He descruzados los brazos para entrelazar las manos sobre la mesa, inclinandome un poco hacia adelante.

- Ben, Ben, Ben...

Para una sociedad como la Garou, la homosexualidad es un concepto extraordinariamente complejo... No incumple la letra de La Letanía como pueden hacerlo las parejas heterosexuales de Garou, aunque hay quien discute si no es una forma de soslayar su espíritu. La homosexualidad ha disfrutado de momentos de normalidad salpicados de feroces periodos de odio, persecución y miedo a lo largo de la Historia de la Raza humana y, ahora, la sociedad Garou tiene que escoger adaptarse a los tiempos que corren.

Nada de eso importa para el problema que nos ocupa. Sí alguien puede orientarnos en este asunto es la pareja de mi propio Mentor.

- Muy bien... Todo claro por ahora.- Me levanto de la mesa y empiezo a recoger los trastos de quienes ya dan por terminado el desayuno. Con cuidado los dejo a remojo para que se ablande la suciedad mientras limpio las migas con cuidado y las tiro a la zona de residuos orgánicos.

- pues tendremos que hablar con Ben... Pero, antes, tenemos que tocar otro punto en esta reunión ordinaria de la Manada del Círculo de Plata.- Hablo con calma y con el debido tono de educado respeto para dejar claro que somos una Manada al 100%.- Tenemos que hablar... De dinero, muchachos y muchacha...

Me apoyo en el fregadero, dando la espalda a los platos sucios del fregadero.
- Tenemos que tomar una decisión, e invertir nuestros fondos de forma eficaz... Necesitamos pagar todo esto, verdad, Tyler? Por ahora, vamos tirando, pero...

Dejó la frase en suspenso, esperando que capten el mensaje.

Me pasa desapercibido el hecho de que Alex me llamase por mi nombre garou, y también en cierto modo su reacción, así como la tensión que puede palparse durante unos instantes en la cocina y el toque de atención de Ty. Eufórico por mi descubrimiento no soy consciente del impacto que pueden haber tenido mis palabras. Y mi mente se encuentra algo alejada, buscando, incansable. Tampoco tengo que apresurarme, lo mejor será que aguarde unos días, quizás algún espíritu del bosque pueda orientarme.

- ¿Si?, respondo a Ty cuando empieza hablarme, exponiendo su ejemplo del espíritu-Barbol, cuando termina de preguntar, muevo con cuidado la cabeza afirmando, para mostrar una gran sonrisa al comprobar, que mas o menos, me he explicado. - Eso es, digo aproximándome y chocando su mano, y con el choque danzan frente a mis ojos destellos ambarinos, al tiempo que siento en mi cabeza un sonido atronador.

Cuando Alex expone de nuevo lo hablado buscando confirmarlo, le respondo satisfecho, - el ejemplo de Ty quizás ha sido mas afortunado que el del whatsapp... a mi nunca me gustó la teoría de la comunicación, pero hay muchas alternativas, quizás aún está escuchando nuestra petición, o ya está respondiendo y aún no llegó la respuesta, pero si, mas o menos.

Tras meditar la respuesta Alex me aterriza en preocupaciones mas mundanas, el dinero, pongo cara de hastío cuando saca a relucir el tema, - tio, es demasiado temprano para hablarlo, preguntamelo dentro de dos horas.

Alex parece aceptar el asunto del tótem como algo a seguir discutiendo. Efectivamente, la teoría de Will nos ofrece al menos una esperanza. Puede que no nos hayan rechazado, puede que sólo necesite más tiempo la respuesta. A mí, personalmente, no es lo que más me preocupa. Lo que me importa es el impacto que eso provoca en los míos.

Pero saca también a relucir un tema espinoso. Queda claro que nuestro Philodox tiene una perspectiva amplia de las cosas, o no habría sido capaz de saltar de un tema al otro, todos de calado, con tanta facilidad.

Bueno, esto no es una reunión como tal, ¿no? -Digo antes de dar un sorbo al café, tan sólo por resaltar lo evidente y no permitir que nos adelantemos- Falta un miembro del Círculo...

Y no tomamos decisiones de calado así, sin contar con los nuestros, con todos y cada uno. Hay manadas que lo hacen, hay alphas que funcionan de esa manera. Yo no, ya se lo dije. Aquí no hay omegas, aquí contamos todos.

Pero, hasta que tengamos aquí a Amber para conocer su opinión, podemos ir poniendo las cartas sobre la mesa. Esta casa está saliendo por un pico. -Sentencio con gesto serio- El trato era alquiler con opción a compra, y descontar un porcentaje los primeros meses en concepto de reparaciones y reformas. Creo que convenceré al propietario de prorrogar esto hasta el primer año. Sale rentable porque la reforma la hacemos nosotros, no contratamos a nadie, y solamente debemos costear los materiales. -Hago un gesto contrariado- Aunque parte de esos materiales también los hemos estado reservando para reformas en la biblioteca... -Lanzo un suspiro, jugando con la cucharilla del café- No se si podemos mantener este ritmo de gasto mucho más tiempo, si no conseguimos ingresos. Yo... tengo algo rondándome la cabeza, pero quisiera oír propuestas.

Asiento, satisfecho. Yo también soy partidario de que halla quórum en determinadas situaciones... Sobre todo, en tiempo de paz. Confio en que Tyler sea capaz de tomar las riendas y mostrarse como el líder eficaz que creo que es. Mientras Tyler aborda el tema de los gastos de la Manada, me pongo a fregar los platos. Me ayuda a sentirme útil y me permite asegurarme de que las cosas se hagan de la manera correcta... La mía. No soy un maníaco del orden... Pero si un plato no se restriega unos doce segundos, como que no queda bien. Son pocos los trastos que hay que fregar, pero es mejor hacerlo cuanto antes... "Nunca dejes para mañana lo que puedas hacer hoy." -A ver...- Intervengo cuando creo que Tyler da pie, consciente de los problemas que tenemos por delante... "Problemas mundanos, si. Pero problemas, al fin y al cabo. Creo que ninguno somos legalmente adultos. De modo que me parece que tendremos que gestionar esto con la ayuda de tercero. Hasta no comprobar nuestra situación legal de mayoria de edad, tendremos que gestionar esto con ayuda de terceros- Paso un trapo limpio por uno de los platos, para secarlo adecuadamente, dedicándole no menos de cuatro giros en el sentido de las agujas del reloj y un mínimo de tres en el contrario. - Mis padres me pasan dinero a través de un fideicomiso.- Agradezco estar vuelto a medias. La expresión de mi cara no es agradable, como no lo es saber que puedes dañar a alguien a quien aprecias.- Y, a parte de algun dinero invertido en acciones de poca monta, sólo tengo algunas participaciones... Que supongo que puedo liquidar para obtener solvencia económica.- El olor del agua jabonosa y la tibieza del agua resultan agradables. Como lo es empezar a pensar en hacer malabares con dinero. - Resulta obvio que necesitamos una forma de obtener beneficios sin que la inversión requiera una supervisión constante, lo que limita nuestras opciones.- Regruño un momento, mientras me concentro en una mancha de café rebelde. - He visto en la televisión que esta de moda invertir en casas de alquiler, normalmente reformando la vivienda para hacerla atractiva y cargar parte de la cuota de la hipoteca al alquiler...- Me giro para aplacar las críticas.- Ya, ya. Ni locos podemos meter a humanos aquí. Estaríamos descorriendo el Velo.- Me callo. "Pero... ¡¿En que narices estoy pensando!?" Trago aire mientras me seco las garras nerviosamente, tratando de disimular mi confusión... - Lo que quiero decir es que, ya que estamos liados, podemos reformar algún inmueble y convertirlo en algo así como apartamentos estudiantiles... O algo... Tendría que hablar con el profesor Sterling para que me orientase.- Arrugo el morro. Mi relación con el amigo de mis padres y Mentor no es precisamente la mejor... En gran medida por mi culpa.- O invertir en bolsa, claro.

No es el mejor plan pero, por ahora creo que me he ganado servirme un poco de café.

Suspiro. "Tienes pesadillas", bonito eufemismo. No, Ty, tengo pesadillas que los espíritus me proyectan en la mente porque los espíritus me odian. Eso es un poco más cercano a la puta realidad, y el motivo por el que no tenemos Tótem. Pero no voy a decir nada. Está ayudando a Will y a Alex a reponerse del golpe, y cualquier cosa que ayude en eso, bienvenida sea. De hecho, voy a hacer que me creo también la mierda esa de que en la Umbra no tiene satélite que ha propuesto nuestro Theurge. Nunca, nunca, ni en sueños, ni en cuentos alrededor de la hoguera ni...en nada, he oído algo así. Es una teoría original, pero es inverosímil, porque si fuera verdad, habría pasado alguna otra vez.

"Dejadles en paz", suplico silenciosamente, mirando al cielo...techo. "Destrozadme la mente y el alma por lo que hiciéramos en Australia, pero a ellos dejadles en paz". No son culpables de los pecados de mi padre, metafóricamente hablando, claro, porque yo no tengo padre. No es que tenga uno en algún lugar, ni siquiera tengo un padre biológico. Yo no tengo padre.

Veo que la conversación ha degenerado en dinero. Mejor, en esta puedo meterme sin tener que escarificar a nadie, bueno, a mí un poco.

- Yo no soy mayor de edad - les recuerdo -. Pero mi madre me pasa bastante dinero, creo que podría poner para la manada, o que podría dorarle la píldora para que ella lo llevara todo, se aburre un poco en Aitutaki...

Por mi culpa, porque yo rasgué el Velo y le rasgué el cuerpo. Está encerrada en un paraíso.

- En general me gusta la idea de Lex - añado con un encogimiento de hombros, por si hiciera falta -. Te has ganado más tortilla - digo sonriendole 

Enarco una ceja, evitando a duras penas una sonrisa de satisfacción al oír la propuesta de Alex. No puede ser, la manada no puede estar tan compenetrada, tan complementados entre nosotros, sin la intervención de un espíritu guía.

¿Es acaso posible que un tótem vele por sus Hijos sin que estos lo sepan, sin revelarse a ellos?

La idea nace y muere en mi mente a tal velocidad que no alcanza a reproducirse. No voy a sacar este tema de nuevo, sea como sea el tiempo nos revelará los planes espirituales para el Círculo de Plata. Pero en cuanto Jane termina de hablar, me inclino sobre la mesa apoyando las manos y los codos, con aire serio.

Me alegra que saques a colación esa opción, Alex, porque... -Dejo pasar unos breves instantes, que aprovecho para ver los rostros de mis hermanos, uno por uno- ...por ahí van los tiros de lo que quería deciros. McCarthy, el del almacén de materiales de construcción, me habló anteayer de un tipo que hasta hace poco le hacía buenos pedidos. El tío estaba reformando un pequeño bloque de apartamentos, cerca del campus, exactamente lo que estabas comentando, Alex. El caso es que ha dejado de comprarle y le ha pedido colgar unos carteles de "se vende" en el tablón de los almacenes. Parece que tiene algún rollo personal, familiar, salud... Algo así.

A estas alturas ya son todos lo bastante espabilados para ver por donde voy, de modo que me salto la parte en que expongo la propuesta y voy directo al doloroso grano.

Ayer... hablé con los abogados, les pedí una tasación aproximada de... bueno, de lo que puedo sacar vendiendo la casa de mis padres y traspasando el concesionario... -Agacho la mirada, perdido aún sin desearlo en una mirada llena de tristeza. Todos los recuerdos materiales de aquellas dos personas que más me amaron, que me cuidaron, que velaron por mí y me educaron. Y aquí estoy, planteándome desprenderme de ello de un plumazo. Y sin embargo, a pesar de todo quiero pensar que se sentirían orgullosos de mí. Todo este sacrificio sería por mis seres queridos, mi nueva familia, a la que no puedo fallar como les fallé a ellos- Aún con todo, no alcanzo la cifra necesaria. -Y hasta en esto estoy fallando ya...

Que aburrido me resulta tratar temas económicos, desconecto durante unos instantes mirando por la ventana, parece que hará un buen día... - Jo, digo girándome para mirarles de nuevo, - ¿en serio tenemos que hablar de esto a estas horas?, pero tras mi comentario, me doy cuenta de que cualquier hora me va a parecer mala, - venga va, concedo finalmente acercándome de nuevo a la mesa y sentándome. - Yo lo que tengo es lo que me pasan todos los meses, tengo suficiente para gastos, y para contribuir algo, pero si es necesario aportar mas... puedo decirle a mi madre que me adelante lo de varios meses. Oigo hablar de fideicomisos, hipotecas e inmuebles,  y apenas entiendo nada, - me suena todo a chino, como lo de Aitutaki, no se que tiene esa palabra, pero suena a chino, ¿no os parece?, pregunto finalmente a Alex y a Ty, - solo a nivel fonético, quiero decir.

Jane tiene mala cara, igual estaría bien que pudiese visitar a su madre un par de semanas, o podría venir ella aquí, igual podríamos traerla a modo de sorpresa, luego tengo que comentárselo a los demás, ellos la conocen mejor que yo.

Escucho de nuevo a Ty, mientras voy asintiendo, suena bien. Hasta que suelta lo de la casa de sus padres y el concesionario. Joder. Su decisión me impacta. Tras la sorpresa inicial ladeo la cabeza observándole, no tengo claro si lo hace solo por el bien de la manada o si también necesita dejar atrás el pasado, y esta es la única manera. Igual no debería vender la casa, quizás con el concesionario y lo que podamos juntar los demás...

- Yo puedo vender mi piano, no se cuanto me darán, y... tuerzo la boca pensando, - puedo también dar algunas clases particulares para conseguir algo mas de dinero, de piano o de idiomas.

Me siento a disfrutar de una nueva ración de la tortilla de tortitas, gentileza de una melancólica y ausente Jane. Antes de hincarle el diente, un fugaz pensamiento cruza mi mente, obligándome a sonreír... "Las cosas que hago por mi Manada."

Con la sonrisa todavía en los labios rocío las tortitas con una generosa dosis de sirope de chocolate mientras toma la palabra nuestro alfa.
Apenas he engullido un par de trozos chorreantes, percibo la negra sombra de la desesperanza en las palabras de mis compañeros y siento una punzada de ira, otra de compasión y otra de sincera empatia.
Con cuidado, dejó los cubiertos sobre el plato, bebo un poco de agua para limpiar el paladar y tomo un sorbo de café.

- Vamos a ver...- Noto la tibieza de la jarra calentando mis garras y siento como la convicción gana terreno a la desidia.- Lo primero es que, mientras podamos evitarlo, aquí nadie va a empeñar nada realmente importante, estamos.
Miro a Tyler con fijeza durante un instante, antes de pasear la mirada sobre los demás. Con un suspiro, retomó el hilo de mi argumento.

- Al menos, no a la ligera.- Sonrio otra vez, tratando de animarles un poco.- Segundo... La idea no es mía, es de Tyler... Le oi por casualidad mientras charlaba por teléfono y me fije en que había marcado una serie de anuncios de estudiantes buscando acomodo y de ofertas de alojamientos baratos para estos trimestres...- En la medida en que un Crinos puede transmitir cierta vergüenza y culpabilidad sin tirarme sobre la mesa y ofrecer el cuello, me esfuerzo por dejarlo claro...- Las grandes mentes piensan igual...- Añado, ufano.

- El caso es UE teniendo en cuenta que lo mío es el Derecho y no la Economía, y basándome en un cálculo preliminar de la estimación de nuestros activos y pasivos según las aportaciones a los últimos gastos y derramas, tenemos posibilidades de emprender un buen negocio.
Apuro mi café, haciendo una mueca de pena por haber permitido que se la enfriase más de la cuenta.
- Entiendo que esto es tedioso. Y un fastidio... Por ahora, poco más podemos hacer, excepto consultar a alguien especializado en Derecho Mercantil y buscar un testaferro de confianza...- Doy buena cuenta de lo que queda en el plato, para darles tiempo a que digieran el asunto. Mientras se lo piensan, me enfundó en un mandil tamaño familiar y le metí caña a la vajilla y a la cubertería sucia...

- Ah, e id pensando que queréis desayunar mañana. Jane y yo atenderemos las peticiones por orden de posición en la Manada, queda claro?

Y lo que tenía que pasar, pasó. Llegué tarde al maldito examen y la puerta ya estaba cerrada. Puse mi mejor cara de cordero degollado a la señora Carrigan, pero esa tipa es sencillamente inamovible. Como una roca amargada con gafas de pasta. Así que no me quedó otra que maldecir entre dientes y marcharme por donde había venido.

Me costaba no hundirme en una sensación de fracaso. Tras el desastre de aquel rito las cosas no terminaban de salir bien y encajar en su lugar como antes. Llegar tarde al examen no ayudaba lo más mínimo. Eso significaba que tendría que presentarme en Junio con todo el temario de la asignatura. Con un suspiro exasperado salí del edificio. Necesitaba que las cosas cambiaran, que algo mejorase la situación.  

Deambulé por el campus un rato sin rumbo fijo. Mis amigos debían estar haciendo el examen que me estaba perdiendo. Se me pasó por la mente la idea de acudir a la biblioteca un rato. Hacía días que quería investigar allí por si hubiera algo sobre el silencio umbra que pudiera ayudarnos... No me entraba en la cabeza que no hubiera sucedido antes. Sin embargo, tras valorar la idea algunos segundos decidí que no estaba de humor para rebuscar entre libros. Me encaminé a mi moto y me puse en marcha de nuevo hacia el refugio de la manada. Quería estar con ellos.

El viento golpeando mi rostro fue lo que relajó mis ánimos un poco. La melodía que había empezado a tomar forma en mi mente en el trayecto de ida volvió. Al principio con timidez, pero cogiendo fuerza con cada kilómetro que recorría. Empezaba a ser capaz de visualizar de forma remota lo que me parecía la mejor forma de encauzar aquello. La forma de convertir la decepción en una nueva ilusión, más fuerte que la anterior. Y poco a poco durante el trayecto de vuelta fui recuperando esa sonrisa un poco incierta que había conseguido capturar aquella mañana antes de salir del refugio.

El sonido del motor de la moto anticipa mi llegada interrumpiendo el silencio del bosque, desde bastante antes de que su chasis naranja sea visible a través de los árboles que bordean el camino. La aparco junto al coche de Tyler y me bajo con un movimiento ágil. De camino a la casa me saco el casco y muevo el cuello a un lado y al otro. Tomo aire despacio antes de abrir la puerta, mentalizándome para la situación que pueda encontrar al otro lado y afianzo mi sonrisa. Sea la que sea estoy decidida a llevarla con optimismo. 

Al entrar hago un recorrido rápido con la mirada. Jane, Tyler y Will sentados a la mesa. Alex fregando los platos. Pongo cara de circunstancias y camino hacia la mesa para dejar el casco sobre ella. Mis ojos se detienen un instante en Will y recorren su rostro con rapidez. - Vaya, primo, tienes una pinta horrible -anuncio, dándole un golpe amistoso en el brazo antes de mirar a Jane, sonreír de medio lado y decir algo más-.

- No he podido resistirme y he tenido que volver a por esas tortitas -bromeo abriendo mucho los ojos en una expresión graciosa -. ¿Queda algo de café? -pregunto, rastreando con la mirada en busca de restos de tortitas y tratando de sonar distendida y más animada de lo que realmente estoy. La manada -mis hermanos- bien vale el esfuerzo-.

Me hago con lo que haya sobrado del desayuno y me siento a la mesa con ellos. Tengo la sensación de haber interrumpido una conversación así que antes de meterme un trozo de tortita en la boca miró a Tyler y le pregunto. - ¿De qué hablabais? 

Me encojo de hombros al renegar del tema de conversación nuestro Theurge. Es cierto, no es necesario, ni estamos todos ni es algo tan sumamente urgente que no pueda esperar a que se le pase esa resaca que arrastra. Si yo estuviera en su lugar, tampoco tendría ganas de tratar esto ahora.

Quizás debería darse una ducha, o un baño. Un largo baño relajante, eso le vendría bien...

Podemos dejarlo para otro momento, si... -Pero me interrumpe decidido a aportar al asunto. Habla de pedir un adelanto a sus padres, de dar clases, de... ¿vender su piano? Abro los ojos, molesto con la idea. Pero cuando estoy a punto de decirle "ese piano es importante para ti..." me doy cuenta de lo sencillo que sería callarme la boca. Yo acabo de declarar mi intención de desprenderme de todos los bienes materiales que me han legado mis padres, ¿quién soy para decirle que no haga lo mismo que yo? Lo único que puedo hacer es mirarle con orgullo, el de ser consciente de lo importante que es la manada para él, para todos.

Tengo a los mejores hermanos del mundo, la mejor de las manadas posible.

Alex no parece muy conforme con la decisión. Preocupado por sus hermanos, no le agrada la idea de que perdamos nada que sea importante para nosotros. Cojo el café y me lo termino de un trago, pues se está quedando algo templado, y a mí me gusta bien caliente. Obvio el asunto de quién ha tenido tal y cual idea, me parece un asunto menor. Lo importante es sacar los asuntos adelante, no quién se lleve el mérito. El mérito siempre debería ser del equipo.

Sólo me quedan cuatro cosas "realmente importantes" en esta vida, Alex... -Digo depositando la taza sobre la mesa. Desde luego, una casa y un negocio no lo son. Puede que esa casa esté llena de recuerdos, pero esos recuerdos no los voy a perder, ni los buenos ni los malos. Los tengo grabados a fuego en mi retina, en mi corazón, en mi memoria. La casa sólo son cuatro paredes, y dinero. Lo realmente importante es otra cosa. es la gente por la que te preocupas, aquellos a los que no quieres ver mal, y cuya felicidad se convierte en la tuya. Me giro al oír el rugido de un motor acercándose. Enarco una ceja, extrañado, y miro mi reloj- Y una de ellas regresa a casa demasiado pronto.

Vosotros cuatro sois lo único que me importa, idiotas.

Amber entra en casa y viene directa a la mesa, dejando su casco en medio. La miro con gesto serio mientras habla despreocupada del estado de su primo y de comer algo.

¿Tú no tenías un examen? -Hablo en el tono en que un padre saca el tema de conversación que desembocará en una buena bronca, aunque en seguida sonrío con picardía y tiro de una silla libre para dejarle sitio para sentarse- Sienta, anda, y ve sirviéndote una "tortatilla" de esas, que a Jane le han quedado de vicio- Me pongo en pie guiñándole un ojo a Jane con complicidad, apretando su hombro con mi mano al pasar a su lado en dirección a la cafetera. Sirvo un café bien cargado y otro un poco más suave, y regreso a la mesa, situando el suave delante de nuestra Galliard- Hablamos del apasionante tema del dinero. La casa nos sale cara y nos estamos planteando montar un negocio. Ha surgido la posibilidad de adquirir un bloque de apartamentos que reformar y alquilar a estudiantes, y estamos echando cuentas para ver si podemos llegar a hacerlo.

Silenciosamente, quito de encima de la mesa el casco de Amber y lo coloco en otro sitio, más adecuado. Aprovecho para pasarle un trapo y sacarle un poco de brillo. A la que vuelvo, coloco un par de trozos de papel de cocina reciclado sobre la mesa para evitar manchas innecesarias.

"Tyler se me ha adelantado."

Todos sabemos lo importante que era ese examen para Amber y me doy cuenta de que tengo que empezar a planificar mi plan de estudios para el año academico en curso... "Y meternos en el negocio inmobiliario... Y conseguir hacernos un nombre en el Clan... Y proteger el Túmulo... Y entender que esperan nuestros los espiritus de la Umbra..."

Echo un vistazo a la concurrencia y tomo nota de como estan sus respectivas tazas y platos. Sonrio con suficiencia. "Podemos hacerlo..."

- Por ahora, el tema es factible... Requiere tiempo e inversión... Pero no veo, a priori, problemas...- Me callo, mientras repaso mentalmente mis archivos sobre mis camaradas.-  ¿Tú no estudiabas Economicas, Amber? Nos vendria muy bien alguien con conocimientos pra esto... Más alla de llevar los libros... Ya sabes... Licencias, permisos... Burocracia.- Mastico esa última palabra con desprecio.

Cuando Tyler me pregunta por el examen una expresión contrita asoma a mi rostro. Abro los ojos bien grandes y frunzo los labios exagerando el gesto un poco hasta que un brillo travieso me delata. Me encojo de hombros alzando los brazos al tomar asiento. 

- ¿Qué puedo decir? -pregunto de forma retórica- Llegué demasiado tarde y la petarda de la señora Carrigan no me dejó entrar. Pero bueno, tampoco he tenido la cabeza muy centrada últimamente, así que casi mejor. Podré prepararlo bien para Junio. 

Una media sonrisa se esboza en mis labios cuando Alex recoge mi casco y lo coloca en un lugar mejor. Rodeo la taza con los dedos y contemplo a nuestro Philodox con una mezcla de respeto y calidez. Los escucho a ambos con una actitud más centrada cuando hablan de dinero y el plan para mejorar nuestra situación, pero finalmente, ante la pregunta de Alex, niego con la cabeza.

- Qué va. Ya le habría gustado a mis padres. - Respondo con buen humor. Me gusta ver que el ambiente es infinitamente menos denso que cuando me levanté por la mañana. - Lo mío es la Sociología. Como mucho te puedo hacer una chapucilla en el coche. Pero Tyler estudia Negocios, ¿no? -pregunto, mirando al susodicho-. Eso sí que va de mover pasta. 

Me quedo pensativa y aprovecho para meterme un trozo de tortita en la boca y masticarlo lentamente. - Ey, está buena -digo finalmente, señalando a Jane con el tenedor antes de volver al otro tema-. Yo tengo el dinero que me pasan mis padres cada mes, pero es un poco justo. Quizá podría tocar más noches a la semana en el Smoke o renegociar para que me paguen más. Aunque no sería una gran inversión. - Hago una pausa y mis labios se tuercen en una mueca. - O... Podría hablar con mi padre. - Hago otra pausa. - Supongo. - Arrugo la nariz con la idea. No es ningún secreto que la relación que tengo con mis padres no es precisamente fluida y en todo el tiempo que llevo en Columbia apenas he hablado con ellos por teléfono un puñado de veces. - Si se lo cuento yo me mandará a paseo, pero si nos curramos un buen proyecto y ve posibilidad de negocio quizá pueda ablandarlo un poco.

¿Tú también, Amber?

Le doy un sorbo al café, meditabundo, cuando nuestra Galliard confiesa como si tal cosa no haber estado centrada últimamente. Nadie por aquí lo ha estado, todos nos estamos machacando por este maldito embolado del silencio umbral. Lo que pasa es que unos lo disimulan mejor que otros.

Y yo sin poder hacer nada, cómo me jode...

Alex retoma el tema monetario, sobre el que sigo pensando, creyendo que encontrar una solución podría suponer una pequeña victoria para la manada. Algo resuelto, un paso adelante. Las cuentas, los permisos, la burocracia... Espera, ¿Amber no estudiaba...?

Ella misma responde, Sociología. Y aclarando que soy yo quien cursa negocios, siento de golpe un tremenda presión sobre mis hombros. Ni soy un buen estudiante ni estoy en la parte más avanzada de la carrera, por lo que sólo se lo básico. Sigue hablando, pero yo tengo la mente en otro lugar, en un papel en blanco dentro de mi cabeza que se va llenando de cuentas, esquemas y nombres opulentos.

Hasta que...

Tocar más noches te ataría mucho, Amber, y tenemos otros deberes que cumplir. -Digo escuetamente, en un tono más paternal de lo que deseo realmente. Le quitaría tiempo para estudiar, y tiempo que necesitamos para con el túmulo. Además, no supondría una diferencia sustancial en pasta- En realidad... -Saco el móvil y empiezo a hacer algunos cálculos con la aplicación de la calculadora, torciendo el gesto, concentrado, hasta que logro sacar el resultado final. Aproximado, dependiente aún de varias variantes, pero esperanzador- A ver, nadie monta un negocio como este pagando todo a toca teja. -Explico poniendo ambos brazos sobre la mesa, mirando a todos a la cara, uno por uno- O por lo menos no la mayoría de la gente. Se hace empeñándote con un crédito suficiente para poner en marcha el negocio, que luego se va pagando con los beneficios hasta saldar la deuda. Somos un grupo de jóvenes estudiantes, es difícil convencer a un banco de apoyar un proyecto empresarial, pero gozamos de varias ventajas. Una parte de la deuda la podemos adelantar con lo que saquemos de los bienes de mis padres... -Levanto una mano, acallando cualquier posible réplica de Alexander antes de que esta se produzca- Es necesario, ¿vale?

Por favor, hermano, no me lo hagas más difícil

Lo jodido es que los primeros meses, hasta que terminemos la reforma y alquilemos los apartamentos para generar ingresos, necesitaremos liquidez. Se puede negociar con el banco un pago progresivo, de forma que los primeros meses la cuota sea menor hasta abrir el negocio, pero sería necesario apretarse el cinturón y apretar con los arreglos para acabar cuanto antes. Hay que dar el do de pecho, y currar a destajo, o nos pilla el tren... -Y se que podemos, Gaia sabe que es posible, con vosotros lo es- Si no quieres involucrar a tu padre podemos evitarlo, Amber. -La miro, comprensivo. Lo último que deseo es que tenga que pasar por un mal trago a cuenta de esto- Además... -Me echo atrás en el asiento, medio sonriente, con pose chulesca- ...podemos ser muy persuasivos cuando queremos, seguro que el gerente del banco nos ofrece una buena financiación. -Le guiño un ojo a Amber, antes de girarme y mirar a Jane moviendo las cejas arriba y bajo- ¿O no es así? -Levanto las manos mostrando una palma a Alex y la otra a Will, buscando que las choquen- ¡Eh, somos el Círculo de Plata! ¡Lo lograremos!

La llegada de Amber me sorprende, pues no la esperaba tan pronto, algo distraído pensando ya en deshacerme de mi piano, apenas presto atención a su comentario sobre mi aspecto. Y en cuanto Ty le pregunta, todo queda claro, mi opinión al respecto se traduce en un inconsciente chasquido con la lengua. Joder Amber.

Pero la conversación continua por unos derroteros que no me interesan demasiado, y no me veo capaz de afrontar ahora. Necesito una ducha, arrancarme esta lengua tan pastosa...

Observo como Alex retira el casco que Amber dejó en medio y lo limpia por encima, sonrío, cuando comience a pelechar va a andar como loco por la casa retirando pelos. La imagen de Alex, en su forma de nacimiento, con aspiradora me resultan tan cómica que la sonrisa que mostraba se esfuerza por crecer, mientras yo me esfuerzo por contenerla.

Froto mi cara con las manos. Vale, no voy a hacer las cosas a lo loco, miro a Amber mientras desayuna, el examen lo tengo el jueves de la semana que viene, de... muerdo mi labio pensativo, de fonética y fonología inglesa, eso. Puedo estudiar por las tardes, y luego dedicar unas dos horas a indagar lo del silencio, quien puede recordar mejor que un bosque, ¿los abetos...?, son muy altos, quizás ellos pueden ver a lo lejos lo que yo no veo, y quizás los robles puedan hablarme del pasado, contarme si sucedió antes, es posible que hayan escuchado algo, el viento puede haberles traído los recuerdos de otros. Si, creo que si.

De nuevo la voz de Ty con sus destellos azules me trae de vuelta, cuando pronuncia el nombre de la manada.

Sonrío entonces mirándole mientras asiento con la cabeza. Miro a los demás, tratando de averiguar por sus caras, ¿qué han dicho?

Amber vuelve. Justo a tiempo para discutir sobre negocios. A veces parece que los bandazos que le dan el reloj y su rebeldía le ponen en el lugar adecuado en el momento apropiado. Sé que hay Fenrir y Fianna que creen en la predestinación. Es posible que mi hermana tenga algún tipo de portento de ese tipo. No me extrañaría; somos una manada extraña con muchos contrastes, entre ellos, que cualquier Tótem debería desear tomarnos bajo sus alas y ninguno lo hace. Sonrío ante el comentario de sus tortitas. Sé que quiere animarme, y lo consigue.

- Todos estamos distraídos - digo para animarla por lo de perderse el examen -. Además, tiene pinta de ser una asignatura muy difícil, igual así podemos conseguir el examen, ¿Caminamos de lado y nos metemos en su despacho?

Lo digo como broma, pero al mismo tiempo espero que sirva para que todos recuerden que no estamos rotos y que lo más importante que tenemos: nuestra naturaleza Garou y nuestra familia, siguen aquí.

- No creo que tengas que vender el piano, Will, ya nos apañaremos - añado -. Yo no sé nada de esas cosas que decís, pero cada vez queda más claro que tendré que llamar a mi madre, ¿os parece bien que gestione mi parte? 

Me parece que no puedo decidir ahora nada de nada. Me levanto de nuevo, - si me disculpais, digo mirandoles a todos, - voy a ducharme, no tardo ni diez minutos,  luego hablamos de lo que os apetezca.

Camino hacia las escaleras mientras voy tarareando, me debe quedar poco champú, tengo que apuntarlo luego en la lista de la compra.

Un vez dentro del baño, cierro la puerta sin llegar a correr el pestillo, al final es lo mas sencillo y me ahorro tener que salir de la ducha con jabón en los ojos, y que alguien aporree la puerta porque no puede esperar dos minutos.

Luego bajo alguna peli para esta noche, una de risa estaría bien...

La broma de Jane -porque creo que es una broma, aunque ahora mismo no parece tan descabellado- me arranca una tímida sonrisa. Esperaba otro tipo de reacción ante lo que he dicho. Creí que lograría levantarles los ánimos, aunque fuera brevemente, pero supongo que no tengo el alma de las animadoras.

Joder, ¿hacía falta pensar en animadoras ahora? Sólo me falta deprimirse más pensando en Jenny...

Como tú veas, cariño... -Respondo a Jane acerca de gestionar su parte, dándole un toquecito en el hombro forzando una sonrisa que no oculta lo que transmiten mis ojos. Will se dispone a subir y darse una ducha, algo que buena falta le hace- Llena la bañera y quédate un rato descansando ahí, Will, relájate. No tienes nada que hacer hasta la hora de comer, ¿no?

Me pongo en pie pesadamente, sintiendo un ligero dolor en los hombros, de tanto cargar tablones. Me he quedado frío, y ese material no se va a convertir en un hogar para mi gente por sí mismo.

Bueno, estaré abajo trabajando un rato, si me necesitáis, ¿vale? -Cuando estoy a punto de salir de la cocina, con una mano en la viga mayor, me detengo y me giro- Y alegrad un poco esas caras, ¿vale? -Sonrío, decidido- Hemos perdido un partido, pero la liga es larga de cojones, y éste... -Levanto una mano y señalo el suelo con el índice, remarcando mis palabras- ...es el mejor equipo del mundo.

Les dedico una amplia sonrisa antes de girarme de nuevo y perderla al darles la espalda y alejarme.

Me quedé pensativa cuando Tyler explicó todo el asunto del préstamo. Quizá esa fuera una forma más sencilla de involucrar a mi padre. Si le pedía dinero me iba a mandar a la mierda, por mucho que fuese para montar un negocio, pero si conseguía que nos avalase... Ah, eso sería diferente. Le gustaría verme en plan emprendedora, montando algo por mi cuenta. Claro que lo mejor sería no pedírselo directamente, sino contárselo. Tal vez pedirle consejo, dejarle caer que teníamos algunos problemas con eso y esperar. Él mismo se ofrecería, seguro. Estaba completamente segura de que sería capaz de persuadirlo para que saliera de sí mismo. 

Una sonrisa confiada se fue dibujando en mis labios mientras le daba vueltas a esto. Decidí no comentarlo en voz alta todavía. Al menos hasta que tuviera algo más sólido. Sin embargo, era genial estar en marcha de nuevo, haciendo cosas y manteniéndonos en movimiento. La disposición de toda la manada ayudaba a que esa melodía que todavía permanecía en mi pecho fuese tomando fuerza. 

Es la pequeña broma de Jane lo que me saca de mi ensimismamiento. Suelto una pequeña risa y asiento, siguiéndole la broma. - Creo que es una idea cojonuda. Y podríamos hacer negocio vendiendo los exámenes por el campus. Sacaríamos suficiente para montar siete empresas si queremos. 

Por supuesto que mi tono y mi expresión dejan claro que sólo estoy bromeando, pero ciertamente me siento mucho mejor al ver que los ánimos generales han mejorado. Cuando Will y Tyler se levantan para marcharse cada uno en una dirección, dudo un instante. Mis dedos tamborilean suavemente sobre la mesa en un gesto que cualquier músico podría reconocer, como si pulsaran las cuerdas de una melodía invisible, que sólo está en mi cabeza. 

Finalmente me pongo en pie yo también. Con el asunto del examen perdido tengo la mañana libre y lo que menos me apetece es ponerme a estudiar después de eso. Por otro lado, es pronto todavía para sacar esa canción con la guitarra, necesito que se asiente un poco más en mi mente. Tal vez por la noche. Así que me giro hacia Tyler y empiezo a caminar tras él. 

- Espera, Ty, te ayudaré un rato. No tengo nada que hacer ahora y me vendrá bien cansarme un poco.

Veo como, poco a poco, la Manada se dispersa de nuevo. Por un mágico instante, el Circulo de Plata ha estado completo, como debe ser.

William se marcha para ducharse o bañarse y recuperar algo de su propio ser. No puedo evitar recordar a mi madre y lo ,mucho que le costó tocar fondo y salir de su alcoholismo. Una punzada de pesar y de ira se clavan en mi corazón, mientras le sigo con la mirada. 

Tyler da por zanjado el asunto, posponiendo las decisiones para mas adelante. Marcha de nuevo a trabajar, cabizbajo y deprimido. De nuevo, esa sensación de envidia, pena y desprecio preñan mi mirada, que intento disimular levantandome para recoger por enésima vez la cocina. 

Cuando Amber anuncia su intención de salir a ayudar a Tyler, mi corazón da un vuelco, un traspiés inesperado que hace que me ruborice del hocico hasta las orejas, mientras el verde demonio de los celos susurra en mis oídos como Yago susurraba al del Moro de Venecia.

Mordisqueo ese sentimiento pueril, atragantandome con el y mordiéndome la lengua para no advertirles sobre comportamientos estúpidos.

El temor de ver destruida mi manada por acción o inacción de mi persona atenaza mi garganta, seca mi boca y me hace estremecer. Me apoyo en el fregadero, apretando las garras contra la superficie metálica del mismo. El frío del metal provoca un escalofrío que sacude mi espalda y me retuerzo como si fuera un gigantesco San Bernardo empapado por la lluvia.

Un ligero carraspeo o, tal vez, el sonido de una silla al ser arrastrada por el suelo m devuelve al mundo real y me recuerdo que no estoy solo en la cocina.

Jane están todavía allí. 

Por un instante, me quedo de pie, sin saber que decir. El silencio se enseñorea poco a poco de la casa, como si fuera un bálsamo. Aun así, los sonidos propios de nuestro refugio se revelan de cuando en cuando, interrumpidopor los chapoteos amortiguados del baño de Will o los lejanos rumores del trabajo exterior de Tyler y Amber. En aquí lugar, la paz y el silencio reinan y se funden con la vida.

"Jane todavía esta aqui" - Ese pensamiento ambiguo se ve atropellado por otro, que reverbera con ecos asustados-  "Pero... ¿Cuanto tardara en marcharse...?"

Suspiro, busco un par de tazas limpias y sirvo el poco café que queda en una bandeja con una jarra de leche y un azucarero colmado. Tomo asiento y disfruto de este breve momento de paz... Antes de preguntarle a Jane.

- Antes de que te marches, quisiera hacerte dos preguntas... Que puedes responder si quieres...- Bebo otro sorbo, sintiéndome un poco culpable... O atemorizado. He visto a Jane en acción y se de lo que puede ser capaz.- ¿Como te encuentras y como ves al grupo?

Me repantigo, esperando una respuesta que puede que no llegue nunca o que no me guste escuchar...

Espero a que Amber llegue a la puerta con esta abierta, dejando que cruce primero. Ni me gusta ni ne molesta que me acompañe, o puede que ambas cosas. Salir a trabajar era una forma de despejarme, de aislarme un poco y pensar. O quizás una forma de concentrarme y no tener que pensar, no se. Pero también aprecio la compañía de mis compañeros, sentirlos a mi lado recordándome que no estoy sólo, a pesar de lo que he perdido.

Siempre que sus rostros no me recuerden que les estoy fallando.

Llegamos al montón de tablones, que servirán como revestimiento exterior al cobertizo. La idea es cubrir con ellos la estructura de madera entre los ventanales para que sea este revestimiento el que acude las inclemencias del tiempo, y no la estructura principal. Según el de la ferretería, evita problemas con el tiempo.

Voy a necesitar ayuda. -Digo sin pensar, con la vista en uno de los tablones, acuclillado junto a él y pasando mi mano por su pulida superficie- No me refiero a esto, me refiero a, bueno... -Lanzo una mirada a la casa- A ellos. -No se por qué se lo digo. Supongo que porque su rostro no refleja lo mismo que veo en los demás. La veo más entera, y me pregunto si la rabia tendrá algo que ver en esto, si es la fuerza que nos impulsa en estos instantes, que nos lleva a sobreponernos. No, si así fuera, Jane no estaría como está- He escrito a la Madre de Jane. Ha sido lo único que se me ha ocurrido, ya no se cómo ayudarla. Tampoco a Alex. Ambos se culpan de esa mierda del silencio umbral, lo veo en sus ojos cada día. Y ahora tu primo ¿se pone a beber sólo por la noche? Si no tolera el alcohol, y lo sabe... Debe de pensar que, al ser el Theurge, es responsabilidad suya arreglar esto... -Me dejo caer hacia atrás, sentándome en la hierba con la mirada pérdida en el suelo- Yo ya no se qué hacer, Amber. Sois mi familia, y veo a la gente que quiero desmoronarse a mi alrededor sin poder hacer nada... -Apoyo los codos en mis rodillas y me llevo las manos a la cabeza, suspirando- Estoy siendo un alfa lamentable, ¿verdad? -Termino diciendo con ironía.