Partida Rol por web

El Festival del Unicornio (Finalizada)

4.- Escena pública: La cabaña en el bosque

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16/01/2013, 23:28
Director

Los seis compañeros caminaban por el bosque iluminados débilmente por la luz azulada de sus piedras brillantes. Transitaban pensativos por un sinuoso sendero muy estrecho que les obligaba a andar en fila de a uno totalmente emparedados por un claustrofóbico muro de vegetación. Para Evea y Karlack, que nunca habían viajado por tierras élficas, resultaba sorprendente e ingenioso cómo los elfos mantenían caminos para moverse por la maraña impenetrable haciendo costosísima cualquier invasión.

Su estado meditabundo venía de repasar mentalmente su situación, avanzaban a lo desconocido con las ideas mucho más claras tras su paso por el templo.

Nasha se había quedado al cuidado de Eliaster y el resto de clérigos, aunque la idea de separarse de su padre había estado a punto de provocar otro ataque de nervios a la niña, la magia había terminado por tranquilizarla y dormirla. Aunque Theonil no estaba nada seguro de querer separarse de ella, el diagnostico dejaba claro que su presencia era inútil: la niña estaba en shock, permanecería así un tiempo indefinido y, por el momento, el tratamiento consistiría en mantenerla durmiendo – al menos un par de días - hasta que su mente se tranquilizara y pudieran empezar a determinar si había daños.

Eliaster se había negado a discutir nada más con ellos, aduciendo – falsamente, no podía dejar de pensar Theonil - que la atención de la iniciada predilecta del templo tenía para él la máxima urgencia. Pero Aleena Recta, que estaba allí comprobando el estado de las víctimas del monstruo, se había reunido brevemente con ellos, se mostró mucho más colaborativa una vez que le presentaron datos y conocimientos objetivos. Les ayudó a poner en claro sus ideas, ordenándolas y disipando dudas ayudando a que todos pusieran en común sus conocimientos, por si algo se había pasado por alto en aquella tarde-noche infernal.

La teniente, a quien se veía al borde de un colapso por agotamiento, había agradecido al grupo su implicación, prometiendo una recompensa por su esfuerzo a todos ellos; por desgracia no podía prescindir de los pocos guardias que aún podían permanecer en pie, pero les obsequió con piedras de luz, parecidas a las que adornaban las calles de la ciudad, y que solían venderse por un precio bastante alto en el templo y las tiendas de suministros mágicos (una piedra bonita pero sin valor especial con un conjuro de luz continua que sí resultaba bastante caro); también les había dado una poción de curación (1d8+3) a cada uno, dado que probablemente tuvieran problemas, ambos regalos en concepto de adelanto, o sea, que no tenían que retornarlos.

Y allí estaban los seis, avanzaban hacia una zona particularmente oscura del bosque, un lugar que a Auria y Nívea Selen les ponía la carne de gallina. El mismo en que la joven druida se había despertado sintiendo la hostilidad de la naturaleza y que ambas habían explorado sintiendo una perturbación en el orden natural que les causaba gran inquietud pero su tamaño les había resultado demasiado abrumador para el poco tiempo que disponían.

En esa parte del bosque habían encontrado un indicador de propiedad, un letrero de madera en el que con una elegante letra ‘C’ inscrita en la placa, que habían averiguado, y así se lo había aclarado Aleena Recta con cara circunspecta, que pertenecía a la familia de los Coronal, una antaño prestigiosa familia elfa, quienes tras descubrirse que practicaban terribles rituales de magia negra, necromántica y, sobre todo, diabólica habían sufrido algo llamado Matyë Nimayan. Unos más, otros menos, los compañeros entendían que era algo así como un destierro de la memoria, hacer como si no existieran. Un ritual que incluía la muerte de toda la familia directa y la confiscación de sus bienes.

Antes de sufrir ese destino habían recibido otra humillación. Su honorable nombre familiar que hacía referencia a su apoyo y familiaridad con la Casa Real había sido revocado y sustituido por uno desagradable que hablaba de sus abominables acciones: Sangrador, que explicaba la burda ‘S’ impresa con sangre por encima de la ‘C’ en el letrero indicador que las druidas encontraron.

Pero los aventureros sabían también que el exterminio de los brujos diabolistas no había sido completo. Uno de sus brujos más poderosos no había sido encontrado entre los fallecidos, se le dio por muerto porque nadie podría haber sobrevivido a aquel asalto. Sin embargo, esa noche que vivían, esa suposición parecía aventurada y no faltaba quien – como Erestiel Nan Bredal, único superviviente de una de las familias usadas como sacrificio por los Sangrador – pensaba que había vuelto y se vengaba enviando demonios contra la ciudad que le había atacado y dejado sin familia; otros elfos de la ciudad negaban ésta posibilidad aduciendo que los Coronal habían defendido al pueblo de los demonios, que ahora le asediaban, usando las artes terribles pero que habían sido necesarias.

Como fuera, la expedición a la antigua casa señorial de los Sangrador/Coronal había sido provechosa, un detallado título de propiedad muy antiguo, a nombre de los desaparecidos Coronal, describía con detalle el sector de bosque al que se dirigían y, en particular, una cabaña de caza que sería el escondite perfecto para ocultarse un diabolista fugado o un demonio asesino.

Para Evea aquello era especialmente preocupante, si había alguna posibilidad de que Theonil tuviera razón y la profecía se refiriera a Nasha se había disipado completamente, su salvación había sido obra en buena parte de Nívea Selen, a quien no podía considerarse salvo agarrándose a un clavo ardiendo una de "los que conocen la profecía" así que, si se fiaba de los dioses, ella - y Theonil - seguía teniendo pendiente rescatar a su mentora de su carcelero, pero ¿dónde? ¿cuándo? ¿cómo? ¿sería una de esas profecías inútiles que resultaban indescifrables hasta después de que todo hubiera pasado?

Y pensar que todo aquello había empezado como un Festival en el que ver un unicornio seleccionar a su amazona...

 

Notas de juego

Todo lo que pasa aquí está narrado como pasado y supone un pequeño salto temporal, así como el resumen que os prometí, para que todos tengamos fresco las cosas importantes que han pasado en el último año de partida o así. Cualquier parte que os apetezca explorar más o detallar o jugar más despacio lo haremos en la escena anterior, de modo que para ésta escena ya haya sido jugado.

Cuando (o si) no tengáis nada más que queráis jugar en la escena anterior, por favor, indicadlo en el off-topic y cerraremos la escena 3.

Independientemente de jugar todo lo que queráis en ella, podemos seguir de forma asíncrona jugando en esta escena el resto de la noche. Cuando queráis podéis poner vuestro/s turno después del siguiente mensaje, que sería el turno inicial de la escena 4. En esta seguimos en modo libre.

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16/01/2013, 23:38
Director

El viaje por el bosque crispaba los nervios. Las druidas nunca hubieran imaginado que se sentirían tan mal paseando por un bosque, pero para los demás era una experiencia, simplemente, aterradora. La espesura a su alrededor no sólo creaba una sensación asfixiante, sino que les mantenía en unas absolutas tinieblas salvo por las luces que portaban. Y, en cualquier caso, ninguno podía olvidar que entre la maraña de espinos, ortigas y otra vegetación, en algún lugar, había una maquina de matar sedienta de sangre. El camino era estrecho y muy sinuoso, pero podía caminarse por él a ritmo normal mientras fueran de uno en uno aunque salir a la espesura resultaría imposible salvo para las druidas.

Al principio del trayecto el bosque “hablaba” para Auria y Nívea con las voces nocturnas que tanto les gustaba oír haciendo un poco más llevadero el viaje; aunque para el resto los ululares de las rapaces nocturnas, los animales escabulléndose entre la floresta y el viento soplando entre los árboles aumentaba la sensación de inquietud aún más.

 

Sin embargo después de casi una hora de marcha los sonidos se apagaron completamente dejando a los compañeros en absoluto silencio. Todos sintieron su ánimo decaer aún más, pues si para algunos los sonidos del bosque por la noche eran inquietantes aquel silencio antinatural era desquiciante y resultaba descorazonador. Nada hizo por elevar su espíritu escuchar cómo, al cabo de un rato, comenzó a sonar, paralelo a su marcha, el estruendo de la maleza al romperse para dejar pasar algo de una fuerza considerable. Un quedo rugido acompañaba ese movimiento, mucho más rápido que incluso el de los ligeros pies de Evea. A las druidas que ya habían sido acosadas antes en la espesura por ese ser, la situación les resultaba familiar, aunque por suerte, el sendero era más abierto y haría más un poco más defendible su posición, si se producía un ataque.

Su perseguidor parecía detenerse cuando ellos lo hacía y, si aceleraban, no conseguían perderle la pista. Cada vez estaban más nerviosos, pero el monstruo no parecía interesado en atacar por el momento. Sólo acechaba, siempre cerca, pero demasiado lejos a la vez, esperando su momento.

 

En éstas condiciones y con los nervios a flor de piel llegaron hasta el punto que, de acuerdo a los legajos que habían estudiado – y los conocimientos silvestres de Auria y Nívea Selen – debería ser el punto donde el camino se unía a una vereda secreta que llegaría hasta la cabaña.

No había rastro de ella. La maraña parecía igual de impenetrable en aquel punto que en el resto del camino, las druidas se internaron en ella, que se abrió para dejarles pasar; no estaban dispuestas a alejarse demasiado porque, incluso mientras avanzaban unos metros pudieron oír cómo su acosador se acercaba ligeramente, decidido a saltar sobre cualquiera que permaneciera aislado, como una bestia cazadora nata. Pero, por suerte, tampoco fue necesario más.

Unos diez metros dentro de la maraña ésta se abría a una vereda sinuosa similar al sendero por el que transitaban - e igual de estrecha - que se adentraba en lo más profundo del bosque, ese camino debía llevar, según el título de propiedad a la cabaña de los Sangrador. Desde el camino principal hubiera sido imposible detectarla, sin saber dónde buscar y, de hecho, las druidas creían haber pasado muy cerca de ese punto esa misma tarde.

 

Volvieron raudas mientras oían a la criatura acercarse peligrosamente, las ramas se retiraron, pero ambas notaron que lo hacían remolonamente, como a regañadientes, tanto que salieron con pequeños arañazos en las mejillas al acelerar el paso, fruto de espinos que no parecían dispuestos a retirarse del todo. Aquella sensación de naturaleza hostil que habían sentido con anterioridad se agudizaba.

Para el grupo el siguiente paso debería ser atravesar ese trozo de maraña para pasar a la siguiente senda, por suerte no era muy largo y deberían poderlo hacer en más o menos un minuto abriéndose paso con cuidado entre las afiladas espinas, zarzas y matorrales.

Notas de juego

Una cosa importante si decidís adentraros en la maraña y la vereda que hay más allá es que me indiquéis un orden de marcha. Además consideraré ese el orden general para el resto de la partida, salvo que me digáis otra cosa explícitamente o así se indique por cualquiera en sus turnos.

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21/01/2013, 08:44
Evea, la gata

La batidora notaba la presencia de la bestia cerca, acechándoles pero sin acercarse al camino. Parecía que estuviera jugando con ellos y eso era algo que no era del gusto de Evea. Sin embargo, acabaron llegando a un punto en el que para ir hasta donde tenían en mente debían cruzar parte de la maleza.  Interrogó con la mirada a las druidas, pero no parecía responder siquiera ante ellas como había pasado en otras ocasiones. Buscando la forma rápida de romper el punto muerto comentó en voz baja a sus compañeros su idea para proceder.

-Si el camino está cerca deberíamos darnos prisa. Puedo ir delante intentando mantenerme pendiente de todo lo que pase, pero necesitaré ayuda si pasa algo-miró claramente a Karlack- tal vez después podrían venir Gaëlle y vosotras dos y que cierre la marcha Theonil. No debería pasar nada, pero probablemente si pasa esa sea la forma de minimizar el riesgo al que nos exponemos-

En realidad no estaba segura que fuera así, ella era bastante más rápida que el guerrero, pero maldita fuera si iba a retrasar más la acción por sus miedos. -Y que sea lo que tenga que ser-

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21/01/2013, 10:07
Karlack Rowder

Te cubriré las espaldas.- dijo el guerrero asintiendo con la cabeza.

Sentía una mezcla extraña de sensaciones. El miedo de enfrentarse a una bestia tan poderosa y las ganas de medir sus fuerzas con ella. Sabía que no era momento de flaquear, que posiblemente no sólo su vida estaba en peligro, sino también la de los demás, la de ella.

No, sabía que llegado el momento no dudaría y miraría a los ojos de la bestia antes de atravesarla con su espada. 

Agarró con fuerza el arma y el escudo y se dispuso a seguir a Evea

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25/01/2013, 18:53
Gaëlle Bellerose

Gaëlle asintió a la idea de Evea y rápidamente se colocó tras Karlack para seguir la marcha, con su estoque desenfundado. Allí en medio de la maraña no parecía que el arco fuese a ser de mucha ayuda. No tenía claro que aquella fuese la mejor forma de avanzar a través de aquel paraje, quizá fuese mejor que alguna de las druidas elfas fuese delante, pues podían avanzar con mayor facilidad, o que Karlack fuese el primero abriendo camino, al estar protegido por su armadura pesada. Tampoco es que ella fuese experta en aquellos menesteres. Otra cosa habría sido que su reto fuese el de descifrar un enigma, distraer a algún guardia o entretener a los asistentes de alguna velada. Pese a su educación élfica, a ella los bosques no le hablaban, las zarzas no se le apartaban, y los rastros no se le hacían evidentes.

Lo único que tenía claro es que aquello iba a salir bien, no sabía como, tampoco importaba, pero lo haría, y le parecía que mantenerse cerca del guerrero de la enorme armadura era un buen primer paso para que todo saliese bien.

Era una lastima que llegado ese momento hubiese agotado sus capacidades arcanas, seguro que habrían sido de mucha ayuda... 

Notas de juego

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28/01/2013, 17:33
Director

Los aventureros se dispusieron a desarrollar el plan ideado por la joven exploradora. El intento era arriesgado, pero no había otra opción si querían llegar a la cabaña. La breve exploración a la que se habían arriesgado las druidas dejaba claro que no había otro punto mejor para atravesar la maraña hasta el sendero y, por lo que sabían, no había otra forma de llegar a la construcción.

 

Evea y Karlack entraron los primeros, con el guerrero muy atento, tratando de escuchar por dónde venía el sonido para situarse en el lado correcto de la batidora y poderse enfrentar a la criatura, llegado el caso. Pero la maraña dificultaba tanto el movimiento que reposicionarse llevaba mucho tiempo y esfuerzo, las espinas se hundían en cada centímetro de piel visible si no se tenía cuidado y las raíces y enredaderas parecían tener vida propia al aferrarse y enroscarse en piernas y brazos al avanzar. La vegetación cortada o arrancada volvía a crecer casi antes de poder ocupar el hueco dejado y marcas de arañazos poblaban el rostro y las manos de Evea, en el caso de Karlack ir blindado de metal le ayudaba a no recibir heridas pero si ya era incómodo moverse normalmente con la armadura, aquella travesía le hacía sentirse como un gólem de metal y amenazaba con enviarle al suelo a cada paso.
Gaëlle trataba de seguirles tan cerca como podía, pero menos acostumbrada a soportar heridas le suponía un suplicio atravesar la maraña, aunque su camiseta de metal le protegía el cuerpo, sólo el cuidado podía proteger su rostro y sus manos y nada, ni todo el cuidado del mundo, podía evitar que su ropa se desgarrase y dañase con la travesía. No podía evitar mirar con cierta (sana) envidia cómo las plantas se apartaban, aunque parecían hacerlo a regañadientes, del camino de las dos elfas que la flanqueaban quienes sin ningún esfuerzo transitaban con una ínfima parte de los rasguños y desperfectos en la ropa que ella. Aún así a las elfas se las veía entre sorprendidas y molestas, pues incluso esas pequeñas inconveniencias les resultaban extrañas y no podían dejar atrás la sensación de que allí, el aquella zona del bosque, no eran bienvenidas; incluso menos que aquella misma tarde, algo había cambiado en la naturaleza de ese lugar… y lo había hecho a peor.
Cerraba la marcha Theonil, con la ballesta en una mano y la otra protegiéndose los ojos, avanzaba sin perder paso con la bardo, sin prestar atención a las pequeñas magulladuras dado que le preocupaba más acabar lo antes posible y volver con su hija que el aspecto de su rostro o de su armadura cuando saliera de aquel sitio infernal.

Habían perdido de vista el camino, incluso el aasimar, desaparecido a menos de dos metros de distancia; y, ni aún Evea y Karlack, percibían el sendero , pese a que la descripción de Auria y Nívea Selen indicaba que no podían quedar mucho más de tres metros para llegar. Fue en ese momento cuando los ruidos de vegetación destrozada se hicieron claramente perceptibles muy cerca. El monstruo cargaba contra ellos, no podía estar a mucho más de cinco metros de Karlack, Evea, Auria y Gaëlle, los gritos de aviso de las elfas y los exploradores se superpusieron entre ellos, dando la alerta a la bardo y el guerrero que no pudieron escuchar los crujidos por encima de los avisos de sus compañeros, aunque ello les bastó para estar atentos al asalto.

 

La bestia se acercaba con rapidez y no parecía tener intención de disminuir el ritmo, se preguntaban si teniendo ese tamaño reducido podría tener la fuerza suficiente para arrastrar a uno de ellos a la maraña. Lo había hecho con el cadáver de Brien, pero ellos estaban vivos – y esperaban seguirlo cuando les atacase – de modo que no parecía tan claro que pudiera llevarse a uno de ellos, sobre todo al grandote y blindado Karlack, a una muerte cierta en solitario en algún lugar de la maraña. Por desgracia lo que habían visto de él, sí indicaba que sus habilidades le permitieran atravesar sus filas como una exhalación desgarrando gravemente a uno de ellos en el proceso. Y esa cosa se acercaba realmente rápido.

Notas de juego

Una pequeña ayuda visual, no es que vayamos a jugar por casillas ni nada parecido pero para que os hagáis una idea de lo que podéis hacer y cuánto tardaríais en hacerlo

Verde: La maraña descrita siempre en ésta partida.
• Una acción de movimiento permite moverse 5’ sin problemas (salvo para las druidas), lógicamente una doble acción de movimiento permite moverse 10’ en un asalto.
• Es terreno difícil de modo que la velocidad máxima se reduce a la mitad (salvo para las druidas).
• Una acción de movimiento para moverse la mitad del movimiento (20’/15’/10’) causa 1d3 de daño porque los rasguños y magulladuras se convierten en golpes, desgarros y tropezones.
• Un doble movimiento para moverse el movimiento completo (40’/30’/20’) causa 1d6 de daño.
• Si es el único movimiento se permite un paso de 5’ en un asalto (más ataques o acciones estándar/parciales) pero causa 1 punto de daño.
• Da ocultación parcial con una casilla entre medias y total con dos casillas.
Marrón: camino a Zoquejo: Por donde veníais. Por el se puede mover normal y las líneas de visión son normales.
Naranja: El sendero y el claro de la cabaña a donde queréis llegar. Se puede mover normal y la línea de visión es normal.
E: Evea, dentro de la maraña como puede verse está 10’ (2 casillas dentro de la maraña), luego podría mover normal ya en el sendero. Para volver atrás está a 15’ de maraña antes de poder volver al camino.
K: Karlack, igual que Evea, aunque no tan enfilado con el sendero.
G: Gaëlle, dentro de la maraña, a 15’ antes de poder mover tranquila por el sendero o 10’ de vuelta al camino.
A: Auria, igual que Gaëlle, pero del lado del que se acerca la criatura y un poco escorada respecto al sendero.
N: Nívea Selen, igual que Gaëlle, aunque el bestia llega desde la esquina opuesta del grupo y a ella no podría llegar sin llevarse por delante a alguien.
T: Theonil: en la maraña tiene 20’ de maraña hasta el sendero, aunque sólo 5’ de vuelta al camino.

 

La criatura está en algún lugar en la zona de arriba a la izquierda, respecto al grupo.

Mirad las instrucciones en el offtopic para ver lo que tenéis que hacer antes de formular vuestro turno y preguntad todo lo que os haga falta, incluyendo posibles consecuencias de acciones o cuánto tardaríais en hacer algo si dudáis, como siempre.

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31/01/2013, 21:47
Director

Las zarzas se partieron y las espinas volaron por todas partes cuando un vendaval de furia arremetió desde la espesura, por un momento Evea temió que aquella cosa viniera hacia ella, pero unos metros antes viró y se abalanzó sobre Auria.

La joven druida no estaba desprevenida, pero la velocidad de la criatura la sorprendió apenas tuvo tiempo de ver un par de pozos de luz roja entre una maraña de cabello rojo sangre y marrón barro que ocultaba el resto del rostro antes de que unas garras del tamaño de las de un oso grande volasen hacia ella. Sin preocuparse de seguir mirando al monstruo trató de agacharse y evitar la embestida, pero la bestia siguió su movimiento golpeando hacia abajo con la fuerza de un ogro sin disminuir su ritmo ni un ápice mientras las ramas y enredaderas le golpeaban y se enredaban en él para ser arrancados de raíz como si una hormiga tratase de agarrar un elefante.

La armadura de Auria cedió como si estuviera hecha de mantequilla, no pudo reprimir un alarido al sentir las garras tremendas hundirse en su carne, escuchó cómo su sangre salpicaba y sintió un cálido torrente resbalar por su espina dorsal abajo. Sin embargo la jovencísima elfa tuvo la sangre fría suficiente para dejarse caer al suelo y rodar. Su movimiento, impropio de alguien tan joven y que mostraba con claridad que su corta vida había sido la dura carrera del superviviente, salvó su vida y redujo un aterrador desgarro que podría haber eviscerado a cualquiera en un profundo y doloroso corte por toda la espalda.

La bestia siguió corriendo, atravesando la maraña, que trataba sin éxito de reducir a jirones al monstruo, sin que los aventureros fueran capaces de reaccionar siquiera. Ese monstruo no sólo era endiabladamente fuerte sino sobrenaturalmente rápido, tanto que apenas habían tenido tiempo de nada más que percibir su paso.

Sólo Auria había podido ver esos pozos rojos aterradores y el detalle de unas garras inhumanas, propias de un monstruo irracional pero dotado de cabello, sucio, ensangrentado y embarrado hasta hacer indistinguible incluso su color, pero pelo de persona. Y su tamaño... salvo por esas garras descomunales, la criatura no era más grande que ella, aunque su sprint encorvado, hacía dificil de asegurar que en realidad no fuera un poco más alta.

- Tiradas (2)

Motivo: Ataque bestia a Auria

Tirada: 1d20

Dificultad: 15+

Resultado: 16(+10)=26 (Exito)

Motivo: Daño bestia a Auria

Tirada: 1d6

Resultado: 3(+6)=9

Notas de juego

Auria recibe 9 puntos de daño.

En términos de juego: El monstruo ha movido, al menos, 30 pies (luego su movimiento base debería ser al menos 60) tiene ataque elástico, de modo que se ha acercado y se ha alejado, al menos 15 pies, antes de que podáis contraatacar.

Narrad las acciones propias de un turno (asalto completo, parcial+estandar, parcial o estandar + movimiento, doble movimiento, lo normal vamos), antes del martes por favor, no es necesario que sigáis vuestro orden estricto de iniciativas, dado que sólo importaban para ver si alguien actuaba antes del enemigo.

Tened en cuenta las limitaciones que os puse, salvo las druidas quienes muevan más de 5 pies por acción recibirán daño y el movimiento se reduce a la mitad mientras no lleguéis al sendero. Quienes no hayan actuado el martes asumiré que hacen los movimientos necesarios para llegar al sendero lo antes posible sin recibir daño.

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02/02/2013, 16:24
Evea, la gata

El sonido se intensificó y una de las druidas se vio asaltada por la bestia, que se replegó tan pronto atacó, quedando fuera del alcance del arco de la batidora. Evea masculló por lo bajo una maldición y, mientras seguía añadiendo pintorescos términos, avanzó tapándose la cara como buenamente pudo.

En el lugar donde estaban eran carne de cañón, aislados y sin visibilidad. Pero descubrió, a pesar de los cortes, que el sendero no estaba lejos; eso les podría venir bien.

-Rápido, avanzad-gritó a sus compañeros, temiendo que la bestia saltara sobre ella en cualquier momento-El camino se encuentra un poco más adelante; ¡hay que salir rápido de la espesura!-

Tras ello avanzó un poco más, para dejar espacio para que el resto del grupo fuera llegando; alerta ante el más que previsible asalto del monstruo, temiendo por su vida, pero extrañamente tranquila.

- Tiradas (1)

Motivo: Daño movimiento

Tirada: 1d3

Resultado: 2

Notas de juego

2 puntos de daño por la acción de movimiento a través de los espinos.

1 movimiento completo para salir del terreno difícil (y sobra algo si he contado bien) y parte del otro para avanzar un poco más. No ataca porque no ve nada pero mantiene la alerta. Pongamos que se ha movido hasta el punto en el que el claro se ensancha formando un recuadro en el mapa.

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02/02/2013, 18:49
Karlack Rowder

El guerrero vio como la inmunda criatura atacaba a la joven elfa. 

Con un rugido de rabia usó su espada para abrirse camino hasta el sendero y esperar a la criatura en campo abierto. A pesar de su gran armadura no pudo evitar que la densas zarzas le arañaran en los pocos huecos que quedaban libres entre piezas.

Vamos criatura del infierno, prueba conmigo esta vez. Te meteré la espada tan dentro que pensarás que siempre estuvo ahí.

La ira y la furia le nublaban la vista. Lo que estaba claro es que aquel ser era un depredador. Había elegido al eslabón más frágil para debilitar al grupo

 

- Tiradas (1)

Motivo: Daño movimiento

Tirada: 1d3

Resultado: 1

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04/02/2013, 18:42
Auria

Auria escuchó a la criatura, sabía que estaba cerca pero no la vio venir. Y fue entonces cuando notó como las garras de una bestia inmunda desgarraban su cuerpo por completo abriéndola casi en canal. La sangre tiñó el suelo de carmín y la maraña que pisaban parecía absorberla como si fuese eso lo que llevaban tratando de querer desde el principio.

Auria no había estado a gusto nunca en aquel grupo, solo se había sentido cómoda junto a Nivea, en algunos momentos de su viaje a la ciudad.

Su deseo había sido cumplido, había visto al unicornio, incluso éste estuvo a punto de escogerla para ser su amazona, pero no fue así. Todo por culpa de aquel hombre, hombre al que también había dado muerte y con ello calmado sus ansias de venganza. Todo hubiera tenido un final feliz de no haberse cruzado en el camino de aquella criatura.

Ahora sentía como su cuerpo se desvanecía, como sus energías se marchaban con cada chorro de sangre que salía del interior de su cuerpo. Dejó de escuchar el sonido de aquel extraño bosque, tampoco pudo volver a oír las voces de quien había logrado aceptar como sus compañeros. Ya nada sería igual para Auria. 

Quizá habría una esperanza para ella, pero sería demasiado arriesgado para sus compañeros, y teniendo en cuenta que ella apenas había hecho nada por ellos, dudaba mucho que le devolvieran un favor que Auria nunca hizo.

Y entonces un golpe seco sonó, como cuando el tronco de un árbol es talado y cae al suelo sobre una hierba seca e inexistente.

Y así Auria dio su último aliento y se abandonó a los brazos de Wee-Jas.

Notas de juego

Bueno, chicos, Auria está en -1 pg. ¿Alguien la salvará? O simplemente ha llegado el final para Auria.

:'(

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04/02/2013, 18:54
Director

Notas de juego

Kamikazee: Tienes mal actualizada la vida en la ficha, en parte porque en las tiradas hiciste algo raro: Auria tiene 9 de daño sobre 21 de vida. Date cuenta que un druida de nivel 3 no puede tener 10 puntos de vida, dado que empezabas con 8+1d5+3+1d5+3. Vamos que ni de lejos te mata un golpe de 9 de daño. Rehaz el turno, de momento le oculto para los demás porque no responde a lo ocurrido.

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04/02/2013, 20:08
Gaëlle Bellerose

El ataque de la criatura heló la sangra de la juglaresa. Ya la había visto en acción durante la escaramuza de la torre, pero aquello no había sido nada comparado con lo que acababa de presenciar. Cuando la bestia apareció de la nada y arremetió brutalmente contra Auria, se quedó completamente paralizada. Fue apenas un segundo, el tiempo que tardó la criatura en poner a la pobre druida al borde de la muerte y desaparecer de nuevo, pero si hubiese ido a por ella no habría tenido nada que hacer. 

Tras el instante de pánico, por su cabeza pasaron mil y una ideas. Sin haber tenido siquiera tiempo de procesarlas todas se encontró agarrando a la malherida druida y la levantó, para a continuación tratar de sacarla de allí, avanzando en dirección a donde sus compañeros habían avanzado. 

-No te preocupes - trató de tranquilizarla una nerviosa Gaëlle - te sacaré de aquí. 

Mientras avanzaba no podía dejar mirar alrededor, trataba de estar alerta pero apenas podía oír otra cosa que sus propios jadeos y el latido de su corazón. Sabía que en cualquier la criatura podía aparecer de entre la maleza, y no tendría nada que hacer. 

Durante los últimos dos días había estado en peligro en varias ocasiones, había tenido miedo en varias ocasiones, pero aquella era la primera vez que veía la muerte a un paso. Aquella era la primera vez que estaba convencida de que iba a morir. Lo que tenía que haber sido un tranquilo y divertido festival se había convertido originalmente en una aventura, para transformarse después en una autentica pesadilla. Por su cabeza pasó su familia, al final iba a quedarse sin visitarles. Su hermano, esperaba que acabase encontrando a su doncella... y Pia ¿Que pensaría cuando no fuese a encontrarse con ella? Quizá debería haberse olvidado de Auria. Quizá debería haber corrido, sin preocuparse por nadie, o haberse escondido. Ni siquiera conocía tanto a la joven druida para que arriesgar la vida por ella tuviese sentido... pero siempre había sido así. 

Mientras atravesaba la maraña a toda la velocidad que sus piernas le permitían, hizo la que creia que sería su última plegaria a su diosa, Olidammara, patrona de la suerte. La más simple y desesperada que había hecho nunca. Por favor, no quiero morir... 

- Tiradas (2)

Motivo: Daño por movimiento

Tirada: 1d3

Resultado: 2

Motivo: Daño por movimiento completo

Tirada: 1d6

Resultado: 2

Notas de juego

Si es aplicable, me cojo posición defensiva.

-> Uso movimiento completo para abandonar la maraña lo antes posible. 

Cargando editor
04/02/2013, 21:31
Director

Notas de juego

Alex: ha habido un error con el post de Kamikazee, Auria no está muerta ni malherida, la descripción de la herida y sus consecuencias son las que vienen en mi post. Kamikazee pensaba que Auria tenía 8 puntos de vida, pero tiene 21. Sólo está herida de consideración, un corte profundo y doloroso que reduce sus posibilidades de evitar que el siguiente sea letal.

Te oculto de momento el post para que puedas rehacerle teniendo en cuenta que Auria no está indefensa (de hecho con su zancada forestal puede seguir a Evea y Karlack más que facilmente)

Cargando editor
04/02/2013, 21:35
Gaëlle Bellerose
Sólo para el director

Notas de juego

Ah, ok. En un rato posteo una versión revisada. 

Cargando editor
04/02/2013, 23:08
Gaëlle Bellerose

El ataque de la criatura heló la sangra de la juglaresa. Ya la había visto en acción durante la escaramuza de la torre, pero aquello no había sido nada comparado con lo que acababa de presenciar. Cuando la bestia apareció de la nada y arremetió brutalmente contra Auria, se quedó completamente paralizada. Fue apenas un segundo, el tiempo que tardó la criatura en poner a la pobre druida al borde de la muerte y desaparecer de nuevo, pero si hubiese ido a por ella no habría tenido nada que hacer.

Durante los últimos dos días había estado en peligro en varias ocasiones, había tenido miedo en varias ocasiones, pero aquella era la primera vez que veía la muerte a un paso. Aquella era la primera vez que estaba convencida de que iba a morir. Lo que tenía que haber sido un tranquilo y divertido festival se había convertido originalmente en una aventura, para transformarse después en una autentica pesadilla. Por su cabeza pasó su familia, al final iba a quedarse sin visitarles. Su hermano, esperaba que acabase encontrando a su doncella... y Pia ¿Que pensaría cuando no fuese a encontrarse con ella? 

-No te preocupes - trató de tranquilizarse una aterrada Gaëlle, a la que en aquel momento le costaba tomarse en serio a si misma - No te preocupes... Todo va a salir bien... Todo saldrá bien...

Durante el instante de pánico, por su cabeza pasaron mil y una ideas. Mil temores que hasta entonces había conseguido mantener arrinconados, y que de pronto reclamaban su cuota de protagonismo. Poco les faltó para hacerse dueños de su cabeza, pero ver que Auria aun estaba bien, que el ataque no había sido tan brutal como pensaba, consiguió bajarle un poco las pulsaciones y aclararle las ideas. Volvió a la primera linea entonces la idea que no mucho antes había ocupado sus pensamientos. Todo va a salir bien, sólo mantente cerca del enorme guerrero de armadura. 

Observó entonces con decisión la dirección que Karlack había tomado, y le siguió tratando de aprovechar el hueco que pudiese haber abierto en la maraña. Concentrada en su entorno, para que nada la sorprendiese, avanzó hasta terreno abierto para unirse de nuevo a sus compañeros. 

Notas de juego

No se si puedo salir con movimiento normal, o necesito completo. Si hace falta volver a tirar el daño, tira por mi. 

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07/02/2013, 23:11
Director

Nívea se aseguró de que Auria podía moverse y, juntas, aprovecharon la retirada del monstruo para moverse rápidamente detrás de Evea y Karlack, con unos pocos arañazos en la ropa y algún trozo de piel más enrojecido llegaron también al sendero con facilidad, aunque menos de la que estaban acostumbradas.

Gaëlle corrió tras ellas intentando, con muy poco éxito, abrirse paso a través de la maraña antes de que se cerrase. Con el vestido desgarrado y dolorosos cortes en las manos y mejillas llegó hasta Evea, que no tenía mejor aspecto aunque aguantaba mejor el escozor y se escondió detrás de Karlack, que no parecía haber sufrido mucho por su carga a través de la maraña, que no parecía tener mucho que envidiar a las que hacía la criatura salvo por la velocidad.

Theonil, que caminaba el último, tuvo que esforzarse hasta el último aliento. No consiguió acercarse en lo más mínimo a la apertura que iban creando las druidas y cuando llegó hasta los demás tenía un ojo medio cerrado por la hinchazón causada por una rama de espino especialmente certera y sangraba por varios cortes. Respiraba pesadamente y, por primera vez, tenía el aspecto cansado apropiado a su edad, casi tenía peor aspecto que la joven Auria, a pesar de que la druida había recibido una herida terrible.

Ni siquiera habían terminado de tomar posiciones en el sendero más despejado y retrocedido lo justo para tener espacio libre entre ellos y la maraña, cuando oyeron de nuevo al monstruo atravesando la vegetación, veloz y poderoso.

Pero se detuvo apenas unos metros antes de salir a campo abierto, todos se estremecieron al oírle lanzar una aterradora mezcla entre grito, aullido y alarido desde apenas cinco metros. Desde tan cerca la voz, por llamarla de alguna forma, sonaba extraña, como si la garganta que usara para proferir tan terrible sonido no fuera en absoluto apropiada. Evea parecía la más afectada, se tambaleó ligeramente llevándose una mano al pecho.

Unos segundos de tensión dieron paso al sonido de destrozo y rasgadura que la bestia producía al atravesar la maraña. Esta vez se alejaba, probablemente rodeando el claro al que se dirigia el sendero y unos segundos después dejaron de oírla.

Pasada la tensión se giraron para ver el sendero al que tan caro había sido llegar. Serpenteaba durante unos pocos metros y se iba ampliando progresivamente hasta abrirse a un claro de, tal vez, doce metros de irregular diámetro. Formaba una figura vagamente similar a un huevo, totalmente rodeada por la vegetación y árboles incluso más grandes que los de la ciudad; justo en el centro había una desvencijada cabaña de madera, de planta cuadrada y apenas cinco metros de lado tenía más tablas sirviendo de remiendo que formando la estructura original, sólo tenía una ventana sin cristales y una puerta que no terminaba de encajar bien, realmente parecía llevar allí un siglo y el clima no había sido generoso con ella, la madera estaba ennegrecida, aunque no crecía en ella ni un solo líquen.  En conjunto ese lugar era un escondite perfecto.

No había una sola brizna de hierba en todo el claro. El mismo suelo parecía ser tierra estéril y negruzca, el silencio allí era sepulcral, ni siquiera el aire parecía ser capaz de atravesar la vegetación y hasta sus piedras de luz parecían más mortecinas. Todos podían ver a las druidas muy inquietas, nerviosas y alerta.

Antes incluso de que cualquiera de ellos intentase avanzar, todos gritaron a la vez un "¡Quietos!". Mal disimuladas, había runas mágicas que brillaban en un suave tono azul trazadas en los lados de la cabaña que podían ver, un cuidadoso examen por parte de Theonil, confirmó que había una en cada lado de la cabaña. Gaëlle estaba pensativa, mirando atenta las runas en un momento determinado abrió mucho los ojos ¿sorprendida? ¿asustada?... probablemente había reconocido algo de las runas.

Mientras Evea y Theonil habían estado discutiendo entre ellos, señalaban hacia la cabaña mientras trazaban dibujos con los dedos. Después de un rato, confirmaron a los demás que había un camino zigzageante que llevaba a través del claro hasta la puerta sin pasar por ninguna de las runas. Al resto les parecía imposible, pero la pareja estaba bastante segura de ello.

- Tiradas (5)

Motivo: Daño de Theonil por mover por el zarzal

Tirada: 1d6

Resultado: 6

Motivo: Percepción

Tirada: 1d20

Resultado: 19

Motivo: Saber arcano de Gaëlle

Tirada: 1d20

Resultado: 5(+3)=8

Motivo: Conocimiento de bardo de Gaëlle

Tirada: 1d20

Resultado: 12

Motivo: Buscar Evea/Theonil

Tirada: 1d20

Resultado: 18(+12)=30

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07/02/2013, 23:41
Director

Cuando la bestia había lanzado el feroz alarido de rabia al sentir alejarse sus presas, Evea había vuelto a escuchar la voz de Tianna claramente, un grito de dolor que parecía superponerse al del ser que había estado a punto de partir por la mitad a Auria.

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07/02/2013, 23:48
Director

La bardo no podía estar segura de qué eran aquellas runas. No reconocía el hechizo, pero sí los colores y los trazos le sonaban de algo ¿un libro? ¿una historia? ¿quizá había visto a Pía dibujar uno parecido? No podía recordar, un dato importante bailaba en su cerebro, justo una esquina más allá de su memoria, esquivo y frustrante... Si, magia elementalista... Pero no sabía cual, aunque la intensidad de su brillo le dijo lo que necesitaba saber: magia de poder moderado, suficiente para matarlos a todos con una sola descarga. No quería ni imaginarse tener que enfrentarse en una pelea limpia al mago que las hubiera puesto allí, probablemente podría matarles a todos con un solo conjuro.
No reconoces el conjuro pero sí que sabes que es algún tipo de magia de evocación de nivel (de conjuro) entre 4 y 6 la que guardan esas runas.

Notas de juego

Si, lo se. Miedito. XD

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07/02/2013, 23:49
Director

Tan pronto como se les pasó la subida de adrenalina por el ataque del monstruo, las dos druidas supieron que algo no iba bien en aquel claro. La hostilidad de la naturaleza alcanzaba allí límites casi dolorosos. Podían oír los susurros de los árboles y de las plantas, más claramente que en toda su vida en el bosque. Pero les decían que se fueran, que allí no las querían, que beberían su sangre pronto para crecer fuertes, gritaban a sus oídos que ese no era su sitio y que debían marcharse.

Al ver el suelo ennegrecido y sin vida del claro sintieron cortarse su comunión con la naturaleza. Allí no quedaba vida natural sólo había... algo... algo que no eran capaces de reconocer, pero que les daba asco y les causaba intranquilidad, un desasosiego atroz, como si nunca más el mundo fuera a ser verde.

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09/02/2013, 01:35
Nívea Selen Telq'ssir

Este lugar es horrible; es espantoso. Todo este suelo está maldito, y pervertido - Decia Selen mientras intentaba dejar quieta a Auria y examinarle la herida -oh,  esta muy profunda, no te podemos dejar andar así

Selen trataba de calmarse para poder recurrir a la magia de la naturaleza, y miró a su alrededor tratando de conectarse. Cada vez se sentía más llena de ira por lo que había sucedido con ese lugar. Por lo que habian hecho. Sí, alguien había trastornado todo el orden natural aquí.

-Quemarlo todo, después de encontrar al que hizo esta atrocidad y convertirlo en abono. Y después replantar- soltó en un arranque mientras se miraba las manos que le temblaban de furia, preguntándose por un segundo si podría conectarse con la madre lo suficiente para focalizar su poder. Bueno, una sola forma de saberlo.

-Auria, querida, vamos a curarte eso - puso ambas manos cerca de la herida y busco en su mente las palabras

Notas de juego

intento lanzar un curar leves.