Partida Rol por web

Ok dire. ¿Entonces es la única arma que llevo encima no?. Puede ser el precio a pagar por esas dos granadas milagrosas xDD. 

Larry pregunta de cuántas balas disponemos, así que miro mi rifle. Aún me quedan cinco balas, igual que a él. En total, catorce balas, y no podemos decir que sea suficiente con una para cada zombie porque solo si les damos en la cabeza tendrá efecto.

-Yo tengo cinco balas también. 

Claire entonces dice que nos arriesguemos, pero la verdad es que es justamente eso, arriesgado, sobre todo para las chicas más débiles, como Staci, Tess o Eve.

-No sé, Claire. Yo creo que será mejor que nos escondamos. Un arañazo puede que sea suficiente para contagiarnos la enfermedad y entonces no habrá servido de nada todo lo que hagamos, por no decir que hay muchos allí fuera.

Al decir esto miro la puerta, que siguen golpeando incesantemente los malditos zombies.

-Allí dentro podemos escondernos de dos en dos y cuando la cosa esté más tranquila, salir.

Escucho a todo el mundo dar ideas, pero a mí todo eso me da lo mismo. Ares está muerto y todos vamos a seguir su camino. La puerta está a punto de reventar en mil pedazos y lo único que hacen es perder el tiempo. 

-Estáis todos locos -les digo, riéndome y llorando al mismo tiempo -. Todo lo que hagáis ahora no importa porque Ares... -no puedo seguir, no puedo decirlo -. Además, no saldremos de aquí con vida. Esos malditos zombies van a entrar aquí y nos comerán vivos uno por uno. 

Sé que he perdido el control, pero no me importa. Ya me da igual todo y tengo la certeza de que estamos condenados. Anoche viví mi última fiesta y éste es mi último viaje. En ese momento, se me ilumina la cara. Recuerdo que me guardé unas cuantas anfetas que al final no tomé ni repartí, porque las guardaba para el final, así que meto la mano en el bolsillo del vestido, saco una me la tomo directamente.

-Pero yo no estaré aquí -digo antes de metérmela en la boca.

Y unos segundos más tarde, empiezo a notar los efectos. Soy la reina del mundo. Me siento mucho mejor ahora y capaz de hacer cualquier cosa. Sé que me estoy riendo y que miro a todos de otra manera. Incluso a esa zorra de Claire, a quien no soporto.

Me acerco a ella y la miro directamente a los ojos.

-Cariño, eres una auténtica zorra, pero me caes bien -le digo. Después saco mi revolver, que aún no he usado y me giro -. Venga, chicas. Todas detrás de mí, que esto está chupado.

Mientras rebuscaba entre el desorden un arma contundente caí en la cuenta de que era gilipollas. Tenía mi Glock 745* en el cinto y ni siquiera había caído en la cuenta. Tenía que calmarme. Aún así seguir avanzando con un arma bloqueada y no aprovechar este momento de "calma" para ponerla a punto era una idea estúpida. Caí en la cuenta justo al arribar las escaleras. Estaba muy nervioso, joder. 

Dadme un segundo chicos - susurré. Me agaché, apoyé mi fusil contra el suelo y en cuclillas comencé a desmontarlo y rearmarlo a la mayor velocidad que pude. En la academia solía hacerlo bastante rápido. 

La cabeza de Ares saltó por los aires con los disparos de Larry y Claire, llenando de sangre parte de mi ropa. No me puedo creer lo que estaba ocurriendo... pero es real. Ares está muerto, ahora sí, y encima, vienen a por nosotros. Veo que Donnie y Zach llegan nerviosos diciendo que un montón de esos... enfermos, o lo que sea, están a punto de llegar, y afortunadamente, cierran las puertas antes de que lo hagan.

-Están locos. ¿Qué es lo que quieren? 

Es una pregunta estúpida que yo mismo me respondo, mientras atrancan las puertas para retenerlos. Pero me doy cuenta de que estamos encerrados.

Asustada, me acerco a Claire y me agarro a ella. Por momentos, me parece más fuerte que yo, más segura. Y cuando hablan sobre qué hacer, me doy cuenta de quienes son ahora los líderes. Larry, Claire y Zach.

-Yo creo que deberíamos escondernos. De ninguna manera vamos a poder con todos esos. Yo solo tengo un jodido arco y no soy Katniss Everdeen.

Pero el miedo provoca diferentes cosas en cada uno de nosotros. Hera ha sufrido demasiado. No es solo el miedo que pasó en el bosque, sino la pérdida de su hermano y su... transformación. Creo que poco a poco está perdiendo el contacto con la realidad. Cuando la miro, me parece que se toma algo, una de esas pastillas que dijo que tenía. 

Joder, ¿ahora? ¿En serio?

-Hera, no...

Pero no me da tiempo, y por lo que veo después, confirmo que sí, se la ha tomado, una al menos. Se acerca a Claire y lo único que le falta es devolverle el beso que le dio, pero con una sonrisa estúpida en la cara.

-Venga, chicas. Todas detrás de mí, que esto está chupado -dice, sacando su revolver.

-Oh, no. De eso nada. ¡Es un puto suicidio! ¡Además, está drogada! ¡Lo he visto! -grito, para que todos lo sepan.

Mientras debatíais, las puertas continuaban siendo golpeadas y empujadas, y los gruñidos seguían oyéndose como si formasen parte de la misma melodía, regular, incesante, y desquiciante.

Por el momento, las puertas aguantaban, pero eso no significaba que fueran a hacerlo eternamente, por no decir que vuestras opciones seguían siendo escasas. Enfrentaros a esas "cosas" o esconderos, o esperar a que se cansaran, si es que eso era posible.

Además, el ambiente entre vosotros era cada vez peor. Con Hera desquiciada, Eve y Nikola temorosos de hacer cualquier cosa, no todo el mundo contaba igual en un enfrentamiento. Allí dentro, había más víctimas de las que queríais reconocer.

Sé que no soy de mucha ayuda, pero está claro que estamos en una situación desesperada y que todos nosotros debemos arrimar el hombro. También sé que visto lo visto, muchos de nosotros no sobreviviremos para llegar a la ciudad, y estoy convencido de que yo seré uno de ellos.

Pero no puedo dejar que discutan y decidan por mí.

-P-perdonadme. S-sé que no soy de mucha utilidad, pero con las armas que tenemos, si hay una docena de... esas cosas ahí fuera, dudo que lleguemos muy lejos. Solo se matarán disparándoles en la cabeza, ¿no? Quiero decir, que si les golpeamos o disparamos en otras partes no pasará nada, así que está muy difícil. Yo voto por quitar las cosas, escondernos, dejar que entren y cuando ya no haya ruidos, salir y huir.

Arrugué el ceño. De todas las formas en que alguna vez habría pensado que moriría, devorado por una horda de zombies era una de las últimas que habría podido imaginarme.

-Tal vez lo mejor sea lo que dice ella -indiqué, señalando a Claire con un gesto de cabeza. En esos instantes, me hallaba bastante apagado, muy distinto a la actitud bravucona y segura de mí mismo que había mostrado la noche anterior. Íbamos a morir, eso estaba claro-. Salir de aquí a lo bestia, enfrentándonos contra esas cosas con todo lo que tengamos. Si vivimos, bien. Si palmamos, pues por lo menos lo hacemos a lo grande. No pienso morir arrinconado como una rata.

Al ver que Hera se toma una de sus pastillas, pongo los ojos en blanco. Es evidente que se le ha ido totalmente la cabeza. ¿Quiere enfrentarse a los zombies estando drogada? Entiendo por lo que debe de estar pasando, yo también estaría igual si el muerto fuera mi hermano Luke, pero si se lanza a luchar contra zombies drogada, solo logrará que la maten.

-¿Y si lo sometemos a votación? -pregunto al oír las distintas opiniones de mis compañeros. Algunos de ellos se mostraban a favor de combatir hasta el final con la esperanza de que algunos lográsemos salir con vida. Otros consideraban que era más adecuado escondernos, tratar de pasar desapercibidos y después huir-. Hagamos lo que decida la mayoría, como en una democracia. Yo voto pelear.

Donnie descansa un poco cuando Zach le ayuda a trabar la puerta con la camilla. Mientras escucha a los demás sopesar sus opciones, lanza un gran suspiro. Los violentos golpes en las puertas le obligan a hablar.

-Estamos todos asustados, pero tenemos que decidir lo más rápido posible. Es verdad lo que señala Zach. Quizás con un simple arañazo sea suficiente para estar jodidos. Tengamos mucho cuidado. 

-Creo que deberíamos salir como podamos. Abramos la puerta y busquemos una salida. Finalmente...eso es lo que voy a hacer. No pienso obligar a nadie a pelear ni esconderse si no quieren hacerlo. Quien quiera hacer lo mismo, es bienvenido.  -declara Donnie buscando con la mirada cualquier cosa que pudiera ser útil para salir a la fuerza. Aunque sea una sábana para cubrir su cuerpo.

El grupo avanzó sigilosamente hasta llegar a la puerta del final del pasillo y nada más abrirla, pudisteis oír claramente el escándalo de gritos, gruñidos y golpes que provenía de la planta de abajo.

Estaba claro que aquella planta estaba "limpia", pero abajo, las cosas parecían ser muy diferentes, así que la disyuntiva parecía clara. ¿Bajabais o no? En aquellos momentos, ya no se oían disparos, solo gruñidos y voces como de ultratumba.

Veo a Hera que está preparada para la lucha, moviéndose mucho, acelerada, y sé que está drogada. Mejor, así no tendrá miedo ni sufrirá al pensar en su hermano, porque no lo hará. Eso me da esperanzas, además de convencerme de que estoy harta de ese juego del gato y el ratón.

-Yo voto por intentar largarnos de aquí. Ya estoy más que harta de todo esto. Me abriré paso a base de bateos si es necesario -les digo, agitando el bate entre mis manos.

Hera parece sonreír cuando me oye. Si por ella fuera, abriríamos la puerta ahora mismo.

Ya sabéis mi opinión. Mejor dar que recibir -les dije a todos, mirando directamente a los ojos a Larry, pero también a Donnie, que inesperadamente, había optado por salir y enfrentarnos a ellos.

-Esas cosas son más lentas que nosotros -comenté, intentando convencer a los demás -. Lo único que tenemos que hacer es abrir las puertas, o mejor, dejar que entren, dispararles cuanto podamos y lanzarnos a toda velocidad hacia el pasillo, que estará vacío. ¡Podemos hacerlo!

Estaba convencida de que podíamos hacerlo, al igual que lo estaba de que permanecer allí era un suicido. Eso sí que lo era, no intentar escapar. Por eso me giré hacia Tess.

-Me da lo mismo que esté drogada. Solo lo lograremos si le echamos ganas y un punto de locura. O eso, o encerrarnos aquí y esperar... a qué. ¿A qué se cansen? ¿Y si no se marchan? ¿Y si nos localizan por el olfato o nos oyen? Estaremos atrapadas dentro de esos... malditos ataudes de metal. ¡Oh, no! ¡Yo me largo de aquí!

Cuando abrimos las puertas todas mis sospechas se hicieron realidad, no había sido algo de mi mente y aún me preguntaba si debíamos bajar a ver qué ocurría. Ya no se escuchaban voces, disparos, portazos… solo se escuchaban ruidos y gruñidos de aquellos monstruos que habíamos ido esquivando todo el camino. Pero si ahí abajo había alguien, vivo o muerto, seguramente tuviera armas y recursos. Algo de lo que cada vez íbamos más escasos desde que abandonamos la base. Y por más que Jack pensase que el ejército seguía en pie y nos uniríamos a ellos, yo no estaba tan de acuerdo.

- Voy a bajar – dije sin preguntar al resto, con la escopeta en las manos y el cuchillo cerca por si debía acabar con alguno en silencio.

Descendí paso a paso, escalón a escalón, notando como todavía el tobillo me molestaba lo suficiente como para no poder apoyar el pie con normalidad. Pero ahora mismo mi preocupación estaba en otro lugar. En los emisores de aquellos sonidos cada vez más cercanos a nosotros.

- Tom, voy a abrir la puerta, cúbreme – le pedí mientras me posicionaba al lado, escuchando ruido al otro lado - ¿Listo?

Agarré el picaporte y empecé a girarlo lo más despacio posible, intentado abrirla tan solo un poco para mirar qué había al otro lado antes de cruzar. Si íbamos en sigilo, podíamos acabar con ellos poco a poco. Pero éramos un jodido desastre.

Roan llevaba tiempo callado y es que Roan escuchó el ruido de los infectados ... y se había quedado blanco. Pero blanco. No tembaba pero se veía el miedo asomar por los poros de su cara. Al menos estaba callado. Habría que dar gracias a los dioses por su corta misericordia.

No obstante, seguía bajando aferrado a su arma porque el arma le daba mucha seguridad y pensaba usarla si estaba en peligro. No había más remedio que bajar...Keira había dicho que había escuchado incluso disparos, con suerte quedaría personal sanitario que se podría unir al grupo y hacerlo más fuerte.

-"Estoy listo Keira. Avanza, yo te cubro."

Mi respiración se acelera y mis músculos se ponen en tensión. Es lo que siempre me sucede cuando se que voy a entrar en acción. Sigo con la mirada a Keira, viendo cómo traspasa la puerta. Voy detrás de ella apuntando con el fusil...

Roan buscó que sus compañeros lo cubrieran. Bueno, Roan no, el miedo de Roan:

-Dejadme en medio...si os muerden a vosotros al menos creo que os puedo intentar salvar..sin amputar..-dijo susurrando el médico que tal vez mentía..o no. Parecía seguro de lo que decía.