Partida Rol por web

Me acerqué a Roan y le indiqué que me siguiera un par de pasos para departir aparte del grupo. No quería que se enterara nadie de mi conversación. Una vez los dos solos, le hablé en tono bajo pero serio.

-"No se por qué quieres ir sí o sí al stryker, pero no es por las cosas que nos has contado. Creo que nos ocultas algo más. Tienes que desembuchar todo de una puta vez y dejarte de jueguecitos. No vas a jugar con la vida de nadie para conseguir lo que quiera que haya en ese vehículo. Si no me cuentas ahora mismo TODA la verdad, estás solo."

Le miro fijamente a los ojos para intentar dilucidar su estado de ánimo, si cuando me hable me va a mentir, etc.

-"Te acompañaré, pero después iremos a por los demás, como he dicho. Sino, olvídate de que conduzca el stryker. No voy a abandonar a estos chiquillos a su suerte. Y, si haces el favor, dame las llaves del vehículo. No quiero que se te pierdan o algo te pase y nos quedemos sin poder arrancarlo."

Extiendo la mano para recibir las llaves.

Roan parecía molesto por tener que dar explicaciones pero acabó dándolas:

-Te respeto demasiado para darte la comida masticada, Tom..pero vamos a recapitular... - Roan enumeró con los dedos - comida para una semana para 4 personas... una semana de combustible, blindado, un laboratorio con quirófano detrás de grado militar capaz de investigar armas biológicas, munición, por supuesto suministros médicos, una radio potente, un portátil satelital conectado a la red de defensa que nos dará una idea de como están las cosas..pero ya te digo que están mal y lo mejor que podríamos hacer es llegar a un portaaviones..-y ahora venía el postre- además de todo eso, en la mochila del portátil hay un pendrive con las investigaciones de todo mi grupo y las mías, y las quiero recuperar ..también hay gran parte en papel.. -Roan negó con la cabeza- tu piensa lo que vale ese Stryker 8x8 en el futuro que nos espera, especialmente si la evacuación falla o es una trampa... un hospital full equip móvil y blindado en el fin del mundo.

Roan asintió:

-Tampoco los quiero abandonar, ni a mi hermano... la población se ha reducido tanto a nivel mundial que cada humano que perdemos estos días estamos perdiendo diversidad genética que no podemos rescatar, ya que el virus la altera.. desde la última glaciación nuestro número no ha sido tan reducido como especie y una vez pase este apocalipsis zombie, habremos perdido no sólo tecnología, también la diversidad genética mínima para sobrevivir...cada vida cuenta, Tom, si hay opción de salvarlos a todos, deberíamos. - no sabías si lo decía en serio o no, pero parecía que sí.

Roan se rebuscó en el bolsillo y te extendió las llaves.

-"De acuerdo, me fío de tu palabra. Estoy de acuerdo en que cada vida es importante. Esperemos que la evacuación no sea una trampa y podamos huir de aquí todos."

Cogí las llaves y le puse una mano en el hombro.

-"Será difícil, pero lo conseguiremos."

Roan si que te dijo algo más...

-Lo único que he omitido es lo que hay en esas investigaciones... un hombre honrado debe mantenerse lo más lejos posible de ellas..lo que si verá son mis papeles de promoción a Coronel-parecía que no había mentido en eso.

Como siempre, lo que estaba viendo era que había muchas diferencias en cuanto a cómo enfrentarse a una situación dentro del grupo de soldados. Con Keira a mi lado, me sentía más confiada que nunca, además de agradecida y profundamente soñadora. Eso me dio la seguridad para hablar.

-Sargento, está claro que ese vehículo es importante porque con él, tendremos acceso a comunicaciones, protección y transporte, pero si vamos todos a por él, tampoco sería muy inteligente. Somos demasiados. Así que propongo que un grupo vaya a buscarlo, usted y Roan, y algunos más, mientras el resto nos deslizamos por las alcantarillas hasta el hospital, en donde esperamos encontrar, no solo a mi madre, sino también medicinas y ayuda. El hospital está cerca de nuestras casas -dije, mirando a Tessa y a Staci -, así que podemos ir a ellas después. Mientras, el vehículo irá por el otro lado, pasando por el resto de viviendas, hasta recogernos en casa de Staci. Y una vez nos recojáis, nos vamos al puerto o a cualquier sitio que debamos.

Y aquel era mi plan. Agarrada del brazo de Keira, solo quería abrazarla y sentir la calidez de sus mejillas junto a las mías, pero no había tiempo, por no decir que algo en mi interior me decía que tampoco iba a tener la oportunidad de volver a hacerlo. Quizás no llegara al puerto. A lo mejor había demasiados zombies... y ninguno lo consiguiéramos.

Lo único que tenía como cierto era que quería a Keira y que iba a hacer todo lo posible por devolverle lo que me estaba dando: apoyo, confianza... y un futuro al que desear agarrarme, con todas mis fuerzas. Mi mano se cerró en la suya casi por instinto y mi cuerpo se inclinó ligeramente para adaptarse a su postura, influenciada por la situación de su tobillo.

Me quedé en silencio tras comentar mi postura en aquella discusión, yo nunca había sido una buena estratega, esas cosas se las dejaba a los superiores. Pero tenía muy claro que era lo que iba a hacer, lo que quería, y eso era estar con Claire. Así que cuando recibí aquel apretón en mi mano no tardé en devolvérselo reafirmando que estaba allí con ella para lo que me necesitara. Ahora mismo yo no tenía nada más por lo que luchar, tan solo por mi vida y por la suya, pues no tenía ninguna familia cerca y aunque así fuera... que les follasen.

- Ningún plan será mejor que otro, porque no tenemos ni puta idea de qué nos vamos a encontrar ahí - dije mientras me encogía de hombros, en actitud algo pasiva - Puede que las alcantarillas estén llenas de mordedores o que haya un jodido cocodrilo infectado gigante, ¿qué coño sabemos? Cada cual que se juegue el pellejo por lo que quiera conseguir y después... sálvese quien pueda.

Miré a Claire y llevé mi mano a su rostro, acariciándola con suavidad, arañando un poco su piel con los cayos de mis manos y entonces sin venir a cuento me acerqué y besé sus labios de forma rápida, superficial. Si ella quería ir por las alcantarillas directas al hospital yo lo apoyaba, igual que lo haría si alguno más quería acompañarnos en el viaje. Aunque todavía seguía pensando que necesitaríamos armas o algo con lo que defendernos por el camino, además de comida. Por lo que hacer alguna parada por algún super no nos vendría nada mal.

- Sea como sea, debemos ponernos en marcha o se nos volverá a hacer de noche con tanta puta discusión. Aún me rugen las tripas, así que si queréis añadir algo más hacerlo de una vez, porque nosotras nos largamos ya - dije dando un ultimátum, no me quedaría allí a escuchar la opinión de cada uno, pues ya éramos mayorcitos para hacer lo que viésemos mejor. Por lo que no esperaría mucho más antes de tomar mi propio camino. 

La decisión de Keira y Claire era inamovible, así que seguir discutiendo era perder el tiempo y robarnos horas de luz en una discusión que no iba a ninguna parte.  

- Pues parece que ya está todo hablado. Roan, yo iré contigo hasta el stryker. Y de paso mírame el antebrazo por favor, no sé si el corte que me hice con esa ventanilla rota se me habrá infectado, noto el brazo como dormido. 

Llegaba el momento de meternos ahí dentro. No me hacía gracia andar por las alcantarillas, y menos a oscuras. Aunque era una opción a explorar y la más sensata si la suerte nos acompañaba. 

- Oye Roan, ¿había alguna fuente de luz en las alcantarillas?. Si no esa ruta puede ser inviable, a parte de una trampa mortal en caso de que hayan entrado zombies ahí dentro. Debemos comprobarlo y si no, no nos quedará más remedio que ir por fuera.  

Yo voy con vosotras -le digo a Claire y a Keira. Sé que las cosas van a ser difíciles, pero mi prima me necesita y sé que ella me ayudará cuando yo la necesite. Si no me mantengo junto a ella, la persona del grupo a quien más quiero, sería como no tener a nadie.

Sin embargo, quiero que Staci venga también. Me siento responsable de ella y también cada vez más a gusto a su lado.

-¿Staci, vienes con nosotras? Podríamos necesitarte. Últimamente te pareces más a Wonder Woman que a la Staci que conozco -le digo, con una sonrisa.

Roan vio como el grupo se separaba y supo en ese momento que a muchos no los volvería a ver...jamás. No sabían como estaba la ciudad, pero pronto lo iban a saber y no les iba a gustar. Dejó su pesimismo para echarle un vistazo a la herida de Jack que no era más que un corte pero que hacía bien en tratarla.

Mientra trataba la herida pensó lo que Jack le había dicho sobre la luz:

-No hay luz, estaría bien rebuscar entre los coches...mucha gente guarda luz y botiquines* en sus coches.- dijo convencido -además la electricidad va y viene desde que el gobierno apagó la central nuclear por no poder mantenerla, así que la mayoria de la ciudad no tiene apenas energía ni la va a tener- esto también se lo dijo a todos.

 Staci muestra una pequeña sonrisa ante el comentario de Tessa (una de las pocas sonrisas que había podido dar ese día). Apoyando una mano en el hombro de la pelirrosa, asiente a la invitación.

- Por supuesto que voy contigo... no podría pedir una mejor guía. Y ya volveré a ser Wonder Staci cuando recuperé mi visión. Si no encontramos a nadie en mi casa; por lo menos allí tengo unos lentes de repuesto...

 Las chicas habían decidido quedarse todas juntas. Girl Power, dirían algunos... más era evidente que lo que más las unía era el fuerte deseo de poder volver a sus hogares y verificar el estado de sus familias. Staci lo disimulaba más, como si no quisiera enfocarse tanto en ello. Pues enterarse del destino de su familia... podía ser tanto esperanzador como desgarrador.

No estaba de acuerdo en separarse pero claro, él era el último. El recién llegado. Sin voz ni voto.

Y aún así es una estupidez.

Estaba muy bien eso de ir a buscar a sus seres queridos pero él había escuchado el horror que describían aquellos que habían podido salir de la ciudad y las perspectivas no eran demasiado halagüeñas. Aquella gente no iba a encontrar a sus familiares. Al menos con vida. Pero si un sacerdote perdía la fe de esa manera pues mal íbamos encaminados.

- Y supermercados, por si acaso - añadió cuando Tom enumeró los sitios en los que pensaba parar según su plan. Dudaba que quedase algo de comer pero lo veía más prioritario que las gafas o incluso las armas.

No podemos comernos las balas.

Vio los dos grupos que se iban formando y no lo dudó. Se acercó a los militares que irían en busca del vehículo y dijo:

- Sé que no seré de gran ayuda pero si no os importa me gustaría acompañaros.

Teníamos que resolver el problema de la iluminación de las alcantarillas, así que después de que Roan me desinfectara y vendara el brazo me puse manos a la obra con la esperanza de encontrar algo que nos sirviera. Seguía habiendo coches abandonados cerca, pero antes de meter la cabeza en vehículos desconocidos miraría en los que nos habían traído hasta aquí. Rebusqué por el maletero y las guanteras sin mucha esperanza puesta en mi suerte...

Pero esta vez fue diferente. El coche fúnebre había supuesto a estas alturas un aliado para el recuerdo, al servirnos para escapar de los zombies en la carretera y dejarnos a las puertas de nuestro destino. Pero además ahora nos guardaba un último regalo a modo de despedida. Saqué *unas linternas* de debajo de un asiento, y tras comprobar que funcionaban salí afuera sin aguantarme una sonrisa. 

Tras darle un par de suaves golpecitos en la carrocería como agradecimiento simbólico volví hacia Roan, Tom y John blandiendo el hallazgo. 

- Pues creo que nosotros ya estamos listos.  

-Claro, tío. Te ayudaré a encontrar a Diana -le dije a Zach, sabiendo que del mismo modo en que yo le ayudaría él, Zach me ayudaría a encontrar a mi familia-. Nuestras casas no quedan a mucha distancia una de la otra. No nos costaría revisar en ambos lugares.

Escuché a mis compañeros. Se estaban dividiendo en dos claros grupos diferenciados y siendo más numerosos que Zach y yo a priori tendrían mayores posibilidades de avanzar juntos.

-Ir por las calles será un suicidio, nosotros dos también nos desplazaremos por las alcantarillas -indiqué, respirando hondo. Una parte de mí ya quería marcharse, aunque tenía la intuición de que no volveríamos a reunirnos todos-. Buena suerte a todos.

Después de escuchar otra ronda de contestaciones, parecía claro claro el camino que tomaríamos cada uno. Al final nos dividiríamos en tres grupos y avanzaríamos por las alcantarillas.

-"Bien, creo que ya no hay más que hablar. Si queréis que quedemos en la casa de Staci como punto de encuentro, de acuerdo, allí nos veremos. Tenemos hasta mañana para ir a la evacuación. Como dije, por la noche me acercaré a investigar el puerto, no vaya a ser una trampa... ¡Y esto NO es negociable! Si todo está bien, volveré y nos iremos todos hacia allí. Una vez a salvo será el momento de las despedidas. Sed valientes y tened mucha suerte."

Saco la pistola que me dio Staci y se la tiendo a Larry. Yo sigo teniendo el arma que me dio Roan.

-"Toma, si vais a ir los dos solos, por lo menos llevaos esta pistola."

Voy hasta Keira y le tiendo la mano.

-"Bien cabo, me alegra que en esta mierda de situación hayas encontrado un atisbo de felicidad y la aproveches. Ten cuidado y cuida de ellas, eres la única que sabe el verdadero peligro que hay ahí afuera. Te quiero de vuelta a medianoche, jajajajaja. Suerte."

Doy media vuelta y espero a que el resto de mi grupo se ponga en marcha.

-Jack, Roan, John, yo... espero de corazón que lo consigamos...

Roan había aprendido a callarse, de momento, y simplemente se despidió sin más del grupo. Si no fuera por su hermano, ni siquiera se hubiera acercado a la ciudad ..aún así dijo algo al grupo:

-Si tenéis que salir a la superficie, algo que no os aconsejo hasta que estéis cerca de casa, recordad que en un edificio de varias plantas es fácil atrincherarse...normalmente hay un par de escaleras y poco más. Tenedlo en cuenta- dijo sabiendo que alguien cometería ese error.

Al final se marchó con el teniente, el sargento y el cura hacia el colector... ojalá lo lograran.

Ambos grupos se separaron por fin. Keira, Claire, Staci, Tessa, Larry y Zach, marcharon con la vista puesta en el hospital. Roan, Tom, Jack y John, en el vehículo. Lo más difícil era no perderse. Lo imposible... sobrevivir a lo que encontraran.

Muy pronto ambos grupos llegaron a las alcantarillas y no tardó en aparecer una bifurcación. Todos se miraron sin querer mirarse, despidiéndose sin querer despedirse, porque a pesar del poco tiempo que habían estado juntos, y de las diferencias, la muerte había estado a su alrededor y eso era algo difícil de olvidar.

Aún estando lejos, todos deseaban llegar vivos y que los demás lo hicieran también, aunque fuera únicamente por ese pequeño sentimiento de humanidad que aún les quedaba, el mismo que les estaba haciendo moverse en grupo y no solos, y pensar en más gente además de en ellos mismos.

¿Volverían a verse?

Ninguno tenía una respuesta para eso.

Finalmente, habíamos partido en dirección al hospital. Entrando a través de uno de los colectores generales, sabíamos que el hospital estaba yendo derecho, así que la cuestión era intentar no desviarse demasiado, ni pasarse ni quedarse muy cortos, para conseguir llegar lo más cerca posible.

Vamos, una mierda, porque allí abajo era complicado orientarse.

Esperaba que Keira tuviese más idea, porque el resto, estábamos bastante pegados. Lo que resultaba más gracioso era que al final, salvo Keira, nuestro grupo seguía compacto y eso, que parecía no tener demasiado valor, para mí de repente era importante. Aun siendo tan diferentes, habíamos conseguido un grado de unidad especial.

No podía expresar como de agradecida estaba a Keira por venir con nosotros... bueno, conmigo, porque al final todo se reducía a eso, pero sí que podía demostrarle que para mí era importante, así que en cuanto entramos, entrelacé mis dedos con los suyos y caminé cogida de su mano, no por seguridad, no por miedo, sino porque deseaba hacerlo, porque quería... o necesitaba, sentir su calor, saber que estaba a mi lado y que pasara lo que pasase, estábamos juntas.

Era sorprendente que en el mundo de mierda que teníamos delante, nos hubiésemos encontrado, precisamente nosotras dos, tan diferentes y a la vez tan parecidas, con similares deseos y necesidades pero sobre todo, con las mismas ganas de (me costaba incluso pensar esa palabra por lo recursi que sonaba) amar. Qué extraño era el corazón, un puto misterio que ni siquiera entonces alcanzaba a comprender... ni me importaba, mientras estuviésemos juntas.

Pero los momentos, breves, en los que mi mente se desviaba hacia ella, quedaban completamente oscurecidos por nuestro objetivo. Aquellas alcantarillas, oscuras, sucias y húmedas, eran todo lo opuesto a una cita romántica. 

-Me hubiera gustado llevarte a un sitio más elegante -le dije, sonriendo -, pero me temo que esto es lo que hay. Eso sí, no hay que hacer reservas. Podemos coger el sitio que queramos, irnos por el asqueroso túnel que huele a vómito de la izquierda, o por el encharcado camino de la derecha que apesta a muerto. Todo lujo.

Apreté aún más si cabe su mano, temerosa de que al soltarla, no pudiera volver a encontrarla en la oscuridad, o quizás era porque no estaba segura de cuanto más tiempo lograría sobrevivir para tenerla a mi lado. Seguía con aquella sensación de que el tiempo que estaba viviendo era de prestado y que en cualquier momento, algo acabaría conmigo.

Y a pesar de todo, era feliz, de la mejor manera posible, así que las cosas, forzosamente, no podían salir mejor, me repetía, para ayudarme a aceptar que el peligro que teníamos delante era real.

-Pero te besaría aquí mismo si no tuviéramos tanto público -le susurré, mirándola a los ojos sin dejar de avanzar, demostrándole así que mis sentimientos eran auténticos y que no me importaba lo que me sucediera.

Finalmente los grupos empezaban a separarse con dos destinos bastantes marcados, no sabíamos que íbamos a encontrarnos durante nuestro camino ni tampoco cuando llegásemos al final del mismo, pero era el momento de hacerlo. Tom se acercó y me dijo unas palabras, mientras que yo tan solo le devolví una suave sonrisa y asentí. Con él era con quien más relación había tenido durante los últimos días y no quería que nada malo le pasara, pero sin lugar a dudas las despedidas y los sentimientos no eran lo mío. Así que confié en que volveríamos a encontrarnos en un futuro, con todos ellos.

Nos alejamos los unos de los otros, rumbo a las alcantarillas por las que nos moveríamos. Aquel plan no me daba buena espina, prefería estar arriba en las calles, con luz y más espacio por donde poder movernos. Pero aquello parecía lo más seguro. Así que cuando sentí como Claire me daba la mano con fuerza yo hice lo mismo con la suya, mirándola un instante mientras tragaba saliva. Estaba nerviosa por lo que íbamos a hacer, por entrar en la ciudad, porque quizá su madre no estuviera donde esperábamos o porque… ya no fuera su madre. Pero ahora no podía pensar en eso, debíamos estar atentas a las alcantarillas si no queríamos perdernos por ese laberinto subterráneo.

– Esto no es mucho peor que mi última cita en un McDonalds, creo que hasta olía peor que esto – le respondí con una sonrisa, antes de pararme a ver aquellos dos caminos que se nos abrían – De momento… vayamos por la izquierda, evitemos el agua. Tenemos que mirar en las paredes y buscar algún mapa de las alcantarillas que nos ayude a orientarnos, o posibles salidas a la superficie. Quizá así podamos ver donde estamos.

Sentí como Claire me apretaba más la mano, sin querer soltarme, algo que no pensaba hacer. En este momento me era imposible si quiera pensar en dejarla y en no estar a su lado, fuera cual fuera el camino que deseara tomar. Supongo que nos estábamos volviendo locas, siendo tan solo dos desconocidas que se habían liado en un río y ahora no podían estar separadas, pero pensaba disfrutar de esa locura cada segundo que estuviésemos juntas.

Así que cuando dijo que me besaría si no hubiera tanto público, me acerqué yo a ella y besé sus labios, con suavidad y tan solo unos segundos sin llegar a profundizar en aquel beso. Habíamos perdido las armas y todo lo que llevábamos, pero ahora ella era la que me daba fuerzas para seguir.

– Solo necesitamos seguir un poco más, encontraremos a vuestras familias y nos pondremos a salvo. Después de eso… tendremos tiempo para estar a solas – dije esto último bajando un poco la voz, intentado que fuera solo para ella.