Partida Rol por web

El wight cae fulminado por el rayo

Clio avanza hasta ponerse a lado de eglath. Y le vulve a dar animos para que siga golpeando a los enemigos.

Eglath lanza dos ataques pero solo alcanza al wight con el segundo

El wight queda reducido a polvo por el ataque del protector y sin mucha dificultad acabáis con los dos que quedan.

- Buen golpe Eglath - dice la elfa tomando aire tras el combate. - dadme unos minutos que eche un vistazo a esto a ver si encuentro algo de utilidad. ¿Fraxtra podrías mirar esa estatua a ver si tiene algo mágico?

A Lanfear le sale su vena pícara, cuando abates al enemigo registra su cadaver. Y a eso se dedica, detectando mágia por si encuentra alguna sorpresa agradable.

Faxtra se concentra siguiendo las indicaciones de Lanfear y niega con la cabeza: Me temo que nos es más que una representación religiosa.

—¿Y tanto para esto? —pregunto de forma retórica al ver con la facilidad que los monstruos han caído.

Me doy una vuelta mientras pateo un poco sus cuerpos, pero no parece que tengan nada interesante. ¡Qué mal!

Mientras miro la sala, me quedo mirando la estatua del centro. Eso me da una idea—. Eh, ¿no encontramos una especie de estatuta chiquitita? Lo mismo tiene algo que ver con esta grande...

Diciendo esto, comienzo a tocar la estatua, a ver si tiene algo aprovechable.

Terble examinó a sus compañeros detenidamente, mientras rebuscaban. No habian recibido heridas serias, pero se veian mucho más cansados de lo que cabria esperar de un combate como tal.

Clio suspira y observa a sus compañeros. Mientas mira a Brilk le comenta.

-Parece que nuestro cohesión como equipo va hacer que te aburras un monto.

—No creas —contesto a Clio—. Sólo necesitamos pegar a algo que sea grande y feo, y no a estos tipejos...

Clio mira a Eglath y se le escapa una sonrisa.

-Gente tan fuertes como el? 

—No no no, algo mucho más grande y mucho más feo. Como un dragón. Sí, matar un dragón estaría bien —contesto muy satisfecho de mi respuesta.

No obstante, al pensarlo detenidamente, me doy cuenta de lo absurdo de mi comentario, así que añado algo apenado—. Aun no creo que un dragón adulto entrase en este lugar. Una pena...

- Bueno muchachos, creo que tendriamos que terminar de explorar ésto - dice señalando a la puerta. Más vale avanzar no sea que Blirk se tome en serio a Clio y se ponga a zurrarse con Eglath, conoce a esos dos de hace algo de tiempo y no le extrañaría. Son amigos, pero aveces se ponen a darse de tortas y luego acaban riendose como tontos. Nunca ha entendido esa relación muy bien.

Tras la revisión de las salas restantes el grupo no descubrió nada de interés. Algunas zonas abandonas y llenas de polvo que ni si quiera los duergars habían explorado y otras desechadas por su pésimo estado.

La vuelta al Salón de las Siete columnas fue un poco más lenta porque los antiguos esclavos no estaban recuperados del todo y la larga marcha les pesaba más de lo que querían admitir. Al llegar a su destino, Erra media luna ofreció su posada para que pudieran descansar un par de días y partir hacia la superficie de camino a su lugar de origen. 

Rendil, por su parte, estaba ansioso de que le contarais vuestras aventuras y hazañas y cómo habíais rescatado a un nutrido grupo de esclavos de las garras de los duergars.

No había estado mal el día de descanso que nos habíamos tomado tras limpiar toda la zona. ¡Pero es que nos lo merecíamos después de todo lo que habíamos hecho ahí abajo! ¡Incluso un insensato se atrevió a golpearme y tirarme al suelo! ¡Qué osadía!

Pero eso ya había pasado, y ahí no quedaba nadie. Así, me acerco al grupo con una gran jarra de cerveza. Están reunidos en una mesa, a punto de decidir cuál será el próximo paso a seguir.

Primero pongo la jarra sobre la silla, para después trepar a esta. Luego pongo la jarra sobre la mesa, para estar apoyado en ésta. Una vez estoy reunido con todo el mundo, les digo—. Bueno... ¿Y a quién vamos a pegar ahora? Seguro que los tipos a los que vendieron los esclavos siguen por ahí haciendo de las suyas...

—¡Seguro que merecen una buena paliza y la gente se alegra por ello! ¡Y seguro que son grandes y feos! ¡Casi tanto como para darles una paliza sin que hagan nada para merecérselo! —termino de decir. Cuando me doy cuenta, mi propia emoción ha hecho que esté sobre la mesa, saltando para enfatizar mis palabras.

Con esto dicho, espero a ver qué opinan, aunque mi súper idea no puede ser refutada por ningún sitio, ya que es perfecta se mire por donde se mire.

Terble aprovechaba esos momentos de calma para estar con su amada Lanfear sentados en una mesa mientras le susurraba al oido piropos y promesas, no haciendo mucho caso del resto de sus compañeros. Pero esto cambia al acercarse Blirk, que pese a su tamaño era dificil de ignorar.

-Quien no es grande para ti querido Blirk, y sobretodo feo?- le dice entre risas.-Está claro que no podemos dejar a esa pobre gente en manos de los desalmados esclavistas, vayamos a por ellos!- exclama mientras se levanta de su asiento con la mano alzada al cielo, pero rapidamente se encoge y se lleva su otra mano al brazo y se sienta. -Ah!, aunque todavia no estoy totalmente recuperado de la última batalla, creo que deberiamos reposar unos dias mas, y que Lanfear me cuide dia y noche, no vaya a ser que se me abran las heridas.

La elfa sonrie a las palabras de Terbe, le coge el brazo con la mano mientras se aprieta contra su espalda. - No te preocupes cariño, te cuidaré día y noche, día y noche - le da un beso en el cuello y luego entre susurros añade -

Spoiler (marca el texto para leerlo):