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El Liceo: Escuela de Superhéroes

Capítulo 2: Horario escolar

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15/05/2016, 17:52
Rudy Vergara

-Espero que no me sangre la nariz. -pensé en cuanto vi a Diana con el traje puesto. Sin duda parecía un superheroina clásica. 

Cuando el subdirector explicó la situación de Bebi-senpai, diciendo que había venido una chica del Instituto Jean Grey, Sara dijo algo sobre firmar los uniformes, para los D-Men.

-¿Eing? D-Men, ¿Somos nosotros? Por qué... -y Moussa dijo lo de los Dalton.- ¿Es por los Dalton, Sara? No me mola mucho...

Luego, para mi disgusto, Bosch dijo que solo se podía usar capa si era necesario. Tal vez la capa de Hiperión le ayudaba a absorber la energía cósmica y así darle más potencia... Y también le ayudaba a que no se le fuese la olla en medio de un combate... Sí, le pondría la capa igual. Si el subdirector me preguntaba le diría eso, seguro que colaría.

Lo de las gafas lo tengo ya pensado, pero viendo que los uniformes son de moléculas inestables [...] Tiempo al tiempo.

-¡Guau! Gracias, Driver. Mierda, quiero decir... Zenitram. Perdón, la costumbre. Jeje. -¿Habría sido de mal gusto?- Tú tranqui que no tengo prisa. Suena muy guay eso de que sean de moléculas inestables. Seguro que me durarán más que las que voy usando ahora. Su esperanza de vida son de tres a cuatro días. 

Al salir del almacén nos dirigimos al aula de Superciencia. Para nuestra sorpresa vimos a Bosch. Quiero decir, a otro Bosch ahí fuera.

-¡Lo sabía, son gemelos! -dije en cuanto lo vi ahí fuera. Tenía todo el sentido del mundo. Este no estaba herido a fin de cuentas, y los dos eran Señor Bosch porque son hermanos. Pero entonces Aitor explicó sus teorías. Mierda, tenían más sentido que lo de los hermanos. Rascándome la cabeza dije- Hombre, claro... Lo mio era broma, jeje.

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16/05/2016, 22:48
Señor Bosch

Parecía que Bosch estaba a punto de sonreír tras escuchar las palabras de sus estudiantes, pero al final nada. Simplemente alzó un poco las cejas y miró los noveles.

- Son copias mías, señor Zumalacárregui – le respondió al genio con calma -. De hecho, mi verdadero yo está ahora mismo en el despacho. Hay mucho papeleo que arreglar con SHIELD después del ataque de ayer. Y, por desgracia – miró a Sara – no hay truco que enseñar. Es un poder que poseo desde muy joven.

Sin dar muchas más explicaciones, el subdirector “obligó” a los estudiantes a entrar en el aula. Se despidió de ellos con un leve asentimiento con la cabeza y se marchó a cumplir con el resto de sus obligaciones.

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16/05/2016, 22:48
Narrador

Introducción a la Superciencia, aula de tecnología

El aula en la que se encontraba el Grupo 4 era muy parecida a la que visitaron con Salara. La sala era cuadrada, y había varias mesas de trabajo distribuidas en el centro. Recubriendo dos de las paredes había armarios metálicos que llegaban hasta el techo. En la pared de enfrente estaban las amplias ventanas, que dejaban pasar la luz del sol sin oponerse lo más mínimo. En la pared restante estaba la “pizarra”. Era una gran pantalla que ocupaba gran parte de la misma, en aquel momento mostraba un fondo gris con el escudo del Liceo girando en el centro.

Del techo colgaba un brazo robótico como el que Aitor había usado para crear a uno de sus robots. Y en las mesas había en aquel momento pequeños ordenadores, todos mostraban en sus monitores el mismo salvapantallas que había en la pizarra.

No estaban solos en el aula, pues había ocho adolescentes más. Eran el Grupo 5, el de Hermes. Entre ellos reconocieron a algunos de los estudiantes que habían visto en el autobús, y luego en la Ceremonia del Nombramiento. El chico que podía volverse intangible, “Fantasma”. La chica azul que generaba campos de fuerza, “Égida”. Y la chica rubia con aeroquinesis y el temperamento de un huracán, “Tramuntana”.

En el aula aún no había ningún profesor, aunque parecía que lo propio era tomar asiento. Los componentes del Grupo 5 charlaban animadamente entre ellos, y no tardaron en entablar contacto con el Grupo 4. Que estuviesen en grupos distintos no significaba que no pudiesen tener relación alguna.

Aún así eran evidentes las distintas actitudes de los adolescentes. Fantasma se mostraba bastante animado. Charlaba con quien fuera, y no dudaba en contar chistes tontos que hacían reír igualmente. Égida, al contrario, se mostraba algo más tímida y solo intercambiaba palabras con Tramuntana. Tramuntana parecía algo creída, a los componentes del Grupo 4 les recordó a su propio César "Salamandra". Quizá aquello de los poderes elementales venía en el mismo paquete que las personalidades ariscas. La muchacha no habló mucho con el Grupo 4, y envió más de una mirada de odio profundo a Iván. 

El momento de socialización no duró mucho porque cuando el reloj dio las 12 en punto, alguien entró en la sala.

Nadie, excepto Diana y Rudy, pudo reconocer al profesor. Aunque realmente no era muy difícil de adivinar.

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16/05/2016, 22:49
Esther

Un inmaculado robot blanco de brillantes ojos azules caminó por el aula con paso relajado. Su cuerpo era esbelto y estilizado, y su superficie estaba tan pulida que reflejaba la luz del sol como un espejo. Parecía frágil, pero al mismo tiempo era increíblemente bello.

El rápido ojo analítico de Aitor pudo determinar en unos instantes que había algo en aquella máquina que no encajaba… pero no estaba seguro de qué era lo que hacía a Esther tan extraña.

Detrás de Esther entró otro robot, uno al que ya conocían. Era Gina, la ginoide de Aitor. Sus ojos brillaban en un intenso tono azulado, como el que despedía la propia Esther. La ginoide recorrió el aula hasta situarse al lado de su dueño, momento en el cual la misteriosa luz azul abandonó su cuerpo. A partir de ese instante, Aitor recuperó el vínculo empático que lo enlazaba a Gina.

[color=#5858FA]► Lamento haber tenido que tomarla prestada, Aitor –[/color] se disculpó Esther con su etérea y conciliadora voz, más humana que robótica [color=#5858FA]►. He tenido que sustituir algunos de sus componentes, que sufrieron graves daños durante mi "estancia". Espero que se encuentre tal como estaba antes.[/color]

La profesora se situó junto a la pizarra, encarada hacia los alumnos.

[color=#5858FA]► Buenos días, clase. Es posible que ya me conozcáis, pero el protocolo exige que me presente en nuestro primer día –[/color] mientras hablaba, la profesora gesticulaba tal como lo haría una persona normal. Sus movimientos eran fluidos y elegantes.

Cualquiera podría pensar que no se trataba de un robot realmente.

[color=#5858FA]► Mi nombre es E.S.T.H.E.R. Como podéis ver –[/color] se señaló a sí misma con un gesto [color=#5858FA]► soy una inteligencia artificial alojada en un cuerpo robótico –[/color] dijo sin ningún tapujo [color=#5858FA]►. Entre otras cosas, soy la encargada de la seguridad de la escuela y gestiono todas nuestras bases de datos. La red de Palomas responde ante mí, son prácticamente una extensión de mí misma. Así que si tenéis cualquier problema o me necesitáis, avisando a una Paloma cercana podré ponerme al tanto de la situación.[/color]

Dicho esto, la pizarra mostró el nombre de la asignatura.

“INTRODUCCIÓN A LA SUPERCIENCIA”

[color=#5858FA]► Algunos de vosotros estaréis pensando que esta clase no os es de utilidad. Es posible que creáis que los asuntos de ciencia y tecnología más avanzados incumben únicamente a personas como vuestro compañero aquí presente –[/color] con un leve gesto hizo ver que se refería a Aitor.

La pizarra mostró a continuación varios títulos, entre los que destacaban cosas como “Bases de la Inteligencia Artificial, programación y pirateo”, “Rayos encogedores basados en Partículas Pym” y “Teoría de los Viajes Temporales”. Parecía ser el temario que iban a tratar en aquella asignatura.

Resultaba un tanto surrealista, pero Esther parecía muy seria al respecto.

[color=#5858FA]► Me temo que no es así. Si os dedicáis en un futuro a ser superhéroes, sería muy positivo tener conocimientos básicos acerca de temas tales como los que veremos en esta asignatura.[/color]

Esther paseó por el aula calmadamente, acompañando su discurso con elegantes gesticulaciones.

[color=#5858FA]► ¿Cómo se desactiva una bomba de antimateria? ¿Cómo podéis viajar a la Zona Negativa y volver de una pieza? ¿Qué precauciones debe uno tomar al hacer uso de dispositivos tecnológicos que acaba de quitarle a un villano?[/color]

La profesora miró a los estudiantes en silencio durante unos segundos, era una especie de pausa dramática.

[color=#5858FA]► Estas cuestiones suelen dejarse a cargo de un miembro del equipo especialmente versado en ciencia y tecnología, pero en esta asignatura aprenderéis a valeros por vosotros mismos.[/color]

Esther volvió a situarse junto a la pizarra.

[color=#5858FA]► Para nuestra primera clase había pensado en relajarnos un poco y hablar de cosas que os interesen a vosotros. ¿Hay algún tema en particular que os resulte intrigante? ¿O tenéis quizá alguna pregunta?[/color]

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17/05/2016, 01:40
Diana Castelló

Diana se mantuvo en silencio todo el camino... simplemente le estaba dando vueltas a algo. No, no era por lo de los uniformes. Aunque la idea de personalizarlos le gustaba, no es que fuera algo completamente necesario. Le bastaba conque aquel nuevo super traje estuviera adaptado a sus poderes y se amoldara a ella y a sus múltiples cambios de forma.

Más bien le daba vueltas a la nueva visita del centro. ¿Señorita Summers? ¿Del instituto Jean Grey? ... Diana estaba completamente segura de haber leído ciertos informes en los cuales se mencionaba a Scott Summers y su relación con Jean Grey, ambos pertenecientes a los X-Men. No podía ser coincidencia. Tenía que ser la hija de Jean Grey, y si era así, le encantaría conocerla.

No dijo nada acerca de sus conjeturas, no quería parecer una fangirl, para eso ya estaba Rudy, y ya era bastante raro que no lo hubiera mencionado él, ya que en lo referente a superhéroes no se le escapaba una. Prefirió mantener sus ideas para sí, hasta saber si tendría el placer de conocer a la mismísima hija de Jean Grey, una de las mutantes más poderosas del planeta y uno de los pocos mutantes clasificados como Omega.

Ningún comentario al respecto, y ningún comentario a la aparición del segundo Bosch, puede que estuviera tan inmersa en sus pensamientos que ni siquiera se diera cuenta, pero era poco probable... tal vez le interesara más lo que estaba sucediendo en su mente. 

Cuando llegaron a la clase, se sentó lo más cerca del profesor como pudo, le gustaba empaparse del conocimiento de aquellas personas que fueran a enseñarle, así que probablemente sería lo que haría en todas y cada una de las clases. Por supuesto, sonrió al ver a E.S.T.H.E.R ocupando su cuerpo y no el de Gina... era sencillamente hermosa, y su voz, completamente hipnótica. No es que la superciencia fuera lo suyo, pero aprendería con gusto, puesto que podría ser útil en algún momento de necesidad.

Dejó la preguntas a las personas que realmente tuvieran inquietudes acerca de la asignatura, ella simplemente se centraría en aprender y aplicar conocimientos, participaría cuando fuera necesario, pero aquel momento, claramente, no lo era.

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17/05/2016, 02:24
Moussa Dakar

Como  ya supondrían todos, Moussa se sentó lo más lejos posible del profesor. Desde el final de la clase tendría una buena perspectiva de toda el aula y sería más sencillo pasar desapercibido. Allí estaban ya los miembros del equipo de Hermes y los rivales de Iván y Moussa. Ahora no era el momento de gastarles bromas, aunque seguramente tendrían alguna buena oportunidad durante la aburrida clase de ciencias.

La llegada de E.S.T.H.E.R era algo que molaba, aunque no entendía el motivo por el que los robots tenían cuerpos de mujer. Molarían más si tuviesen una apariencia más fiera, pero bueno, él no era el entendido. Tan pronto como la I.A comenzó a hablar, Moussa arrugó la nariz y fue frunciendo el ceño más y más cada vez. Después miró el reloj y deseó poder ser capaz de adelantar el tiempo para poder salir cuanto antes de aquella clase. Aunque al no poder hacer eso, decidió tomar cartas en el asunto.

-Yo tengo una pregunta. Si todas las defensas del Liceo dependen de ti ¿No es un poco mierda esa defensa? A ver, no quiero meterme contigo ni nada de eso, está claro que las palomas molan. Habría que trabajar un poco en su nombre y eso, ya que llamarlas Palomas no acojonan a nadie. Pero Megamind te...bueno, te hizo lo que te hizo y las defensas cayeron. Yo creo que lo mejor sería crear defensas autónomas que no dependan de ti, como un cañón de los antiguos o armas lásers que frían a los malos y que estén ocultas en la escuela. De hecho, yo propongo que cada clase diseñe un tipo de defensa para la escuela, pero que una clase no tenga ni idea de las defensas creadas por el resto. Así si alguien vende a la escuela, no tendrá ni idea de todas las defensas que hay. Además, después del ataque de Megamind de ayer, creo que vendría bien renovar esas defensas. Yo no tengo ni idea de ciencias, así que no sé que leches hago aquí, pero si vamos a crear armas guapas entonces me apunto. Aunque si eso no puede ser, creo que podrías enseñarnos a convertir piedras en oro o diamantes. De hecho, ahora que lo pienso, creo que eso me molaría más.

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17/05/2016, 11:02
Aitor Zumalacárregui

Los últimos pasos hacia la clase de tecnología embargaron de emoción a Aitor. La sala más avanzada tecnológicamente en la que había estado era, precisamente, aquella clase en la que les había sorprendido el ataque del doctor Ratchet. Aitor había diseñado la sala en su mente: un pequeño acelerador de partículas, emisores láser de frecuencia múltiple, un potente electro-imán, un cubículo estanco para experimentación biológica, probetas, neveras para cultivos, perchas para las batas, guantes, gafas... incluso había desechado algunos aparatos por demasiado caros, como el generador de anti-materia, pero consideraba que todos aquellos elementos eran "imprescindibles". Abrir la puerta de la clase y entrar en aquella aula tan mundana le hundió en la miseria.

Aitor se quedó plantado allí, a un paso de entrar en la clase pero sin moverse durante 2 ó 3 segundos larguísimos, hasta que se convenció de que de todas maneras sería conveniente pasar dentro. Para entonces los del grupo 5 ya podían pensar que le habían intimidado, que era un "rarito", que no les caía bien o cualquier combinación de las anteriores, cosa que trató de arreglar con una inspiración, poniendo una cara un poco menos "expresión de palo" que de costumbre y saludando cordialmente a aquellos que le dirigían el saludo. No es que fuera mister simpatía, pero tampoco necesitaba llevarse mal con el alumnado.

Se fue a sentar, por supuesto, delante de la mesa de la profesora, para no perderse detalle. Había unos sospechosos huecos, claramente debidos a la intención de los alumnos de distanciarse y poder hacer su vida más allá de la clase. Era una actitud curiosa, dado que si de todas maneras estás obligado a ir a clase, ¿no convendría más tratar de sacar el mayor partido posible de tu estancia allí? En cualquier caso, era un lugar que le pertenecía por naturaleza. Diana se sentó junto a él, una compañera que no era esperada pero que sí fue bienvenida. Si era menester le haría de "traductor" o le pasaría apuntes, lo que le resultara más cómodo. De todas maneras iba a tomar nota de todo...

Al llegar E.S.T.H.E.R. el genio por fin pudo apreciar la elegancia tecnológica de la profesora. Aquel cuerpo robótico estaba diseñado y construído con tal precisión y preciosismo que el joven vasco casi abre la boca como un pasmarote. No lo hizo, claro, tenía demasiado control emocional como para ese tipo de exhibiciones, pero sus ojos como platos observaron con atención los movimientos fluidos, atendieron a sus palabras completamente humanizadas casi como si estuviera hipnotizado y fantaseó con ser capaz de crear una maravilla como aquella. Luego la profesora se refirió a él y le devolvió a la obsoleta Gina. Porque estaba tremendamente obsoleta, eso estaba claro. En realidad era el cuerpo de E.S.T.H.E.R. el que era tremendamente sofisticado, pero Aitor ya estaba empezando a maquinar cómo introducirle una infinidad de mejoras al cuerpo de Gina, algunas las tenía pendientes de hacía algún tiempo, otras habían surgido súbitamente de su nueva fuente de inspiración.

Finalmente, cuando la profesora dio la palabra a los alumnos, el vasco se mordió la lengua para dar oportunidad a los demás de participar, porque tenía un sinfín de dudas que querría que le aclararan... y entonces intervino Moussa. La primera impresión era que era poco menos que una afrenta a la dignidad humana comenzar con aquel planteamiento, que fuera precisamente él, desde atrás, en aras de no dar un palo al agua, el que interrumpiera. Pero planteó una buena reflexión, lícita, cuanto menos, en referencia a la defensa del instituto. Incluso la idea de diferentes clases haciendo diseños defensivos como proyecto de clase podría ser interesante (aunque podía llegar a ser algo peligroso). Estaba impresionado. Hasta que añadió lo de la conversión de piedras en oro o diamantes, que casi le hace estallar en risas. Se contuvo todo lo que pudo, no quería ofender al senegalés, pero la sonrisa que mostró era de aquellas de mojarse las orejas, mientras negaba con la cabeza y se aguantaba las ganas de reir más ruidosamente. Genial, simplemente genial. Ese chico era un crack.

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17/05/2016, 14:12
Sara Carrión

Madre mía, clase de superciencia. Si en su casa todavía usaban televisión de las antiguas. Sus abuelos no querían saber nada del plasma, ni del LED, y menos del 3D. Si no fuera porque existían las amigas y el cine, ella estaría anclada en el pasado. Con todo el dinero que tenía y se tenía que escapar de vez en cuando al ciber para ponerse al día navegando por internet.

No le sonaban muchas de esas cosas, incluso le sorprendió lo de los viajes en el tiempo, ¿es que era tan habitual hacerlos? Parecía que les querían preparar para cualquier cosa. Quizá no fuera mala idea. ¿Cómo actuar si había un viajero en el tiempo? ¿Podría tocar o ver a su yo del presente?

Sara fue a sentarse junto a Aitor y le sonrió agradablemente. Era el más inteligente y le podría guiar un poco en todo ese maremagnum de teorías desconcertantes. ¿La zona negativa? ¿bomba de antimateria? Todo eso sonaba terrorífico.

Moussa comenzó a aportar en la clase. Ella no sabía si estaba en lo cierto o no, pero por lo menos se animaba a hablar.

- Señorita Esther. Todo este material, ¿se puede consultar en algún sitio?

Estaba pensando que iban a necesitar apoyo para aprender todo eso. Es decir, tenerlo todo escrito para poderlo subrayar, esquematizar y ver imágenes. Todo ese tipo de cosas, porque estaba segura que todo eso no le podía entrar en la cabeza sin calzador.

 

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17/05/2016, 14:56
Rudy Vergara

¿Tecnosexual? ¿Robofílico? No lo sé, pero ESTHER-sensei me hacía pensar en esas cosas. Era muy guapa, pero no guapa en plan sexy. Bueno un poco también. Su belleza era especial. Algo tan bello debió de costar mucho hacerlo. Apostaría que cada segundo que se invirtió en crearla valía una tonelada de oro, o al menos debería. Esa delicadeza... Era como si todo estuviese en el sitio perfecto. ¿Quién la haría?

-Tío, Rudy. Te estas embobando de tu profe de ciencias. -pensé para mis adentros. Malditas hormonas.

Me senté al lado de Moussa, en las mesas de atrás. Me aterrorizaba sentarme delante, donde todos te miraban y el profesor preguntaba. No, mejor detrás, donde poder mirar el movil si en algún momento me aburría.

De todo lo que contó me llamó mucho la atención lo de la Partícula Pym. En el instituto, antes de recibir mis poderes, hice un proyecto sobretodo el tema. Intenté contactar con Hank Pym y Scott Lang, pero no tuve suerte. Molaría usarla en clase y eso esperaba. ¡Giant-Cráter, allá va!

Por las demás cosas que explicó ESTHER, solo pude dar palmaditas de emoción. ¿Bomba de antimateria? ¡Guay! ¿Zona Negativa? ¡Sí! ¿Dispositivo de villanos? ¡Yes!

Nunca había sido muy buen estudiante, sacaba suficientes y poco más. Más que nada por pereza. Pereza de estudiar, pereza de tomar apuntes, pereza de hacer deberes... ¡Con lo bien que se estaba mirando animes! Pero en El Liceo parecía diferente.

Aquí las asignaturas parecían muy chulas (Nunca pensé que pensaría esto). Sobretodo en las que te enseñaban activamente a ser un superhéroe. Por primera vez tenía ganas de estudiar, estaba motivado por aprender.

ESTHER nos dio paso para hacer nuestras preguntas. Estaba decidido a levantar la mano, pero Moussa se adelantó.

En cuanto empezó a hablar, se me subieron los colores.

Si todas las defensas del Liceo dependen de ti ¿No es un poco mierda esa defensa?

-Oh, my god. -susurré mirando hacía el suelo. No podía creer que hubiese dicho algo así. Sería una Inteligencia Artificial, pero seguía teniendo sentimientos.

Cuando el senegalés termino su discurso le di un codazo flojito y le dije:

-Moussa, tío, te has pasado. Le has faltado el respeto, man...-le dije al chico. No pretendía regañarle, solo que me sentía mal por la profesora. Encima que la dejaron fuera de combate tenía que aguantar impertinencias así.

Poco después, Sara preguntó sobre el material para trabaja en clase. Menos mal, se me habría olvidado preguntarlo. 

Después de eso, me tocaba a mí preguntar.

-Eh... Bueno, yo sí tengo algo que me parece "intrigante" como dice, ESHTER-sensei, jeje. -me rasqué la cabeza por detrás y me subí las gafas.- Bueno, sería sobre la radiación cósmica y la luz solar. Sobre como... bueno. Sobre eso. Pe-pero, puedo esperar.

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19/05/2016, 10:00
Esther

Si las palabras de Moussa incomodaron a Esther no se notó en absoluto. Su rostro impasible se encaró al senegalés mientras éste hablaba, dando a entender que le estaba escuchando atentamente.

Tras una breve pausa, en la que la profesora debió de meditar su respuesta, Esther se pronunció al fin.

[color=#5858FA]► Tienes razón, Moussa. Ayer pudimos comprobar que el sistema no es todo lo bueno que podría ser – [/color]admitió sin variar su conciliador tono de voz [color=#5858FA]►. Es más, creo que toda la clase podrá aprender de esto. Está decidido.[/color]

En la pizarra aparecieron las palabras “Proyecto de ciencias”, una fecha de entrega a mediados de enero y un seguido de reglas y consideraciones.

[color=#5858FA]► Cada año pido a los estudiantes que realicen un proyecto de su agrado relacionado con la asignatura. Es una actividad evaluable en la que se valorarán vuestro ingenio, originalidad y dedicación. Este año diseñaréis sistemas de defensa adicionales para la escuela. Tenéis aproximadamente 5 meses para realizarlo, tras lo cual deberéis exponerlo frente a vuestros compañeros. Los talleres y el material de la escuela están a vuestra disposición. Podéis trabajar de forma individual o hacer equipos de hasta 4 personas, no me importa.[/color]

Esther se encaró de nuevo a Moussa.

[color=#5858FA]► Me temo que lo de convertir piedras en oro y diamantes queda descartado. No me parece correcto.[/color]

Luego vino la pregunta de Sara.

[color=#5858FA]► Por supuesto –[/color] respondió mientras extendía una mano hacia la alicantina.

Había un ordenador por persona en cada mesa. En ese momento el monitor de Sara mostró varias ventanas, artículos e información variada sobre uno de los temas propuestos por la profesora.

[color=#5858FA]► Tenéis acceso a las bases de datos del Liceo sobre todo el temario que veremos en esta asignatura. Es posible que algunos temas os resulten algo complicados, pero yo intentaré explicarlo de manera entendible durante las clases. Os invito a tomar apuntes y a preguntar todo lo que necesitéis.[/color]

Y finalmente la pregunta de Rudy.

[color=#5858FA]► Es normal sentirte inquieto por la naturaleza de tus poderes, Rudy –[/color] le respondió Esther con cierto tono maternal.

La pizarra, obedeciendo de nuevo las silenciosas órdenes de la profesora robot, mostró una reconstrucción del sistema solar.

[color=#5858FA]► Veréis, el Sol es algo fascinante…[/color] 

 

El resto de la clase progresó de aquella manera. Los estudiantes preguntaban, y Esther respondía de una manera bastante didáctica a sus inquietudes.

Posiblemente el nivel de aquellas explicaciones era demasiado básico para Aitor, aunque la pantalla de su ordenador siempre mostraba artículos más exhaustivos y ecuaciones más complicadas que las del resto. Parecía que Esther controlaba al mismo tiempo todos los monitores de la clase, y ofrecía a cada alumno información con la que pudiese lidiar.

La clase terminó al cabo de unos 50 minutos. Llegados a ese punto Esther se despidió de sus estudiantes y les indicó que su próxima clase tendría lugar en el aula 1C. Una paloma les esperaba fuera del aula de tecnología para guiarles a su próximo destino.

“¡Bip bop bip!” pitó la Paloma, como si se alegrase de verles.

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19/05/2016, 10:04
César

- Joder, me he aburrido un montón – se quejó César mientras salía del aula.

Él, para variar, se había sentado al final de todo. No había dicho ni una sola palabra en toda la clase. Incluso Marina, que no decía nada por razones obvias, había sido más participativa que él.

- Ya me estoy planteando hacer campana – confesó a sus compañeros.

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19/05/2016, 10:04
Narrador

Pasillos de la escuela, de camino a la siguiente clase

Los estudiantes del Grupo 5 ya discutían entre ellos sobre cómo se iban a organizar para hacer el proyecto de ciencias. El primer impulso del grupo había sido dividirse en dos grupos de cuatro. Quizá también estaba el hecho de que no tenían a ningún adolescente superinteligente en su grupo, por lo que pensaron que unir fuerzas sería la mejor estrategia.

Mientras andaban hacia su próxima clase, siguiendo al dron blanco, Fantasma se dirigió al Grupo 4.

- Eh, ¿queréis que comamos todos juntos después de la siguiente clase? Sería una oportunidad de conocernos mejor – dijo, sonriente -. Por cierto, me llamo Marc. Aunque podéis llamarme Fantasma. Mola mucho, ¿verdad?

Parecía muy abierto a conocer a los demás.

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19/05/2016, 14:01
Sara Carrión

Salió de aquella clase con un poco de dolor de cabeza. No pensaba por ello rendirse y trataría de asimilar todas esas ideas científicas. Para eso nada mejor que ir despacito, aprendiendo lo que iba pudiendo. Esperaba también que Aitor le pudiera echar una mano, o incluso Diana, que también parecía muy ducha en aquello.

Estaba todo planteado desde una perspectiva muy científica, incluyendo las otras clases, cuando ella era más bien de carácter intuitivo. Echaba de menos algo como clases de magia, pero claro, no solían haber muchos ataques mágicos. Alguno había habido, pero seguramente menos que los de naturaleza alienígena. De ahí debía de venir esa preferencia por los temas científicos.

Se acercó aquél chico, Marc, planteando aquella idea que era estupenda. No sabía muy bien porqué los grupos eran tan pequeños, y luego además ESTHER los reducía a 4 personas. Los grupos tenían que ser más grandes, en su opinión. Pero eso también tendría algún tipo de sentido pues los héroes normalmente actuaban en ese tipo de equipos pequeños. Nunca había oído de un mega-grupo con decenas de héroes volando.

- Marc, yo soy Sara, encantada. Es decir, aquí soy Estigia.

Se acercó para darle unos besos.

- Vayamos todos a comer, sí, será estupendo. Todo el primer curso tendría que ir a comer junto. Lo de los grupos lo tendrían que haber reducido a los entrenamientos, ¿verdad?

Le parecía muy estricta aquella norma.

- Fantasma, te vimos ayer, sí. A lo mejor puedes hacer como Gatasombra y hacer intangible a los demás.

Preguntó con curiosidad, por charlar sobre algo. Miró al resto, a ver si se animaban ahora a conocer a los demás, ya que no habían hamburguesas por medio.

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19/05/2016, 17:30
Iván Auriol

Iván evitó decir nada cuando la habilidad de clonación del señor Bosch se hizo patente. Se acababa de decir a si mismo que el mundo no podría con más de un tipo tan estirado como él, y el mundo le había dado con un calcetín sucio en la cara como respuesta. Quizá otra cosa no, pero el Manresano sabía aceptar las derrotas cuando llegaban. Solo tenía que asegurarse que no conocía a sus abuelos, ninguno de los dos. Aún se caerían bien…

 

Por suerte en cuanto llegaron a su aula se fue. Iván todavía no sabía exactamente porqué, pero aquel hombre le ponía de los nervios. No había hecho nada para ganarse una regañina, y aun así esperaba recibir una en cuanto lo veía. Tenía ese aire autoritario opresivo que conocía demasiado bien.

Lo otro que se encontró al llegar a clase fue a la rubia a reacción y a su grupo ya en ella. Perfecto. Estaba preguntándose cómo iban a sobrellevar la mutua compañía, cuando vio la mirada furibunda que le echaba ella a él. Dado el caso, no pudo evitar sonreír de oreja a oreja, contento de que su venganza todavía la tuviese amargada, y la saludó con la mano alegremente. ¿Se picaría? Quién sabe.

Hecho esto se sentó en la segunda fila, dándole la espalda a “Tramuntana”. Si hasta le habían puesto un nombre parecido al suyo, “Vent”. ¿Era normal crear némesis durante la ceremonia de nombramiento? Volviendo al tema, estaba bastante seguro de que no intentaría nada con una profesora robot al frente de la clase, así que no le preocupó en absoluto ser atacado a traición por la espalda (de nuevo).

La verdad es que cuando empezó la clase estaba bastante asustado por la misma. La ciencia actual era ya super-ciencia para él, así que empezar a estudiar una ciencia a tan alto nivel era cuanto menos intimidatorio. Pero cuando ESTHER empezó a explicarlo, algo hizo clic dentro de su cabeza: Aquello era tan surreal, tan avanzado, que solo podía compararlo con la magia. ¿Agujeros de gusano? Magia. ¿Bombas de Anti-Materia? Magia. ¿Zona Negativa? Magia.

Una vez uno asumía que estaba estudiando una variante de Magia como podía ser la piromancia, o la necromancia… La súper-ciencia-mancia no resultaba tan intimidatoria. Cuando uno trata con magia no se pregunta el porqué de todo, solo observas el resultado y te tienes que creer que ha sucedido porque acaba de pasar delante de tu cara. Eso no le ayudaba a entender de golpe y porrazo todas las matemáticas o conceptos extraños que le presentaban, obviamente, pero le hizo tomar aquella clase desde otro punto de vista.

 

Iván despegó de la silla en cuanto la clase acabó, estirándose en el aire mientras ascendía poco a poco, y dando una vuelta al final para quedar en cuclillas en el techo. Lo de permanecer sentado era complicado para él, tenía que mantener una parte de sí mismo alerta, pensando constantemente en no levitar para evitar hacerlo. No permaneció mucho en el techo, solo unos segundos en los que observó a sus compañeros desde el inusitado ángulo. No sabía que esperaba ver o encontrar, pero ni lo vio ni lo encontró, así que simplemente bajó de nuevo, ya sin llegar a tocar el suelo hasta que no se viera obligado a ello, y recogió sus cosas antes de seguir al grupo.

- Vamos – le dio una palmada a César cuando oyó su sugerencia de faltar a clase, sonriéndole  – Averigua que es lo que te quieres saltar antes de hacerlo, al menos.

- Por mi bien Marc. – Anunció, alcanzando al grupo al oír la sugerencia de este. – Aunque algunos ya nos hemos dado el empujón de bienvenida esta mañana. Resfrescante, ¿Verdad?

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20/05/2016, 20:54
Rudy Vergara

No era tan versado en las ciencias como lo era Aitor. La Lengua y la Literatura no, pero las ciencias me gustaban bastante junto a la tecnología. No era una eminencia, pero se me daba bien, sacaba las notas más altas en el instituto. Por lo que entendí más o menos todo de lo que habló Eshter. Había disfrutado la clase como un niño pequeño. Soltaba de vez en cuando (en voz baja para no molestar tanto, claro) un "¡Guala!", "Mola", "Cool", "Dale, mami", cuando algo de lo que decía me tocaba la fibra de friki.

Aun así me picaba un poco eso. Seguramente a Zenitram, todo lo que yo sabía, le parecería del nivel de un niño de tres años. Y encima ahora parecería un Hulk y me reconocerían solo por mi fuerza. ¡Maldita sea!

Tal vez eso que sentía era... 

-Vaya, Rudy. Parece que alguien le tiene un poco de envidia a Aitor. -pensé.

-¡Cállate!-me contesté en voz alta.

Con pánico en mis ojos, miré a ver si me habían oido. Por suerte, César había dicho algo de una campana. 

-Quiero decir... Sí tío, las campanas molan, jeje. -contesté para intentar salir del paso.

Y por suerte otra vez, apareció Fantasma, invitándonos a comer con los demás. Después de que Estigía comentara lo de sus poderes, le conteste al chico.

-Estaría guay comer juntos, man. El nombre mola, pero si dependiese de mí te hubiese puesto... -me puse los dedos en la barbilla, para parecer más interesante.- Perrosombra, como homenaje a la famosa Gatasombra, como ha dicho mi colegui. Aunque suena un poco raro. ¿Lincesombra? Mmmmh, no. Bueno, eso. Fantasma mola.

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21/05/2016, 01:02
Moussa Dakar

Definitivamente ahora entendía el motivo por el que Megamind había desenchufado a la profe de aquella clase. En primer lugar, era una tirana que les había cargado ya con un trabajo titánico que deberían de entregar en unos cinco meses. Pero aquello no era todo, pues ahora les torturaba con información de lo más extraña y sin sentido para él.

"Claaaaaaaaaro, convertir piedras en oro no es correcto. Pero viajar en el tiempo, sí. Bueno, da igual, ahora sé que aquí saben la forma de convertir las piedras en oro. Me pregunto si Iván se apuntará a tratar de conseguir la receta para lograrlo. Podríamos hacer una infiltración a la sala de archivos del Liceo y robar la fórmula secreta. Sería como en una peli de misión imposible. El malo claro está, sería el robotirano este que nos tortura hablando de cosas super-raras-de-narices, pero juntos le patearíamos su brillante trasero metálico y...uy que me está mirando, disimula y asiente como si entendieses todo ese rollo del sol. Aja...eso es muy bien, dale la paliza ahora a Sara. Menuda chapa nos está soltando la tostadora con patas esta, seguro que es una retorcida broma que el Liceo nos está gastando. Si tan solo pudiese apagarla...¡Ostras! ¿Funcionará un mando de la tele con ella? a la próxima clase tengo que probar si el Mute la hace callar, sería unas risas. En fin, será mejor pensar en cosas productivas, veamos...¿Quién podría ser la primera víctimas de la oleadas de bromas del Liceo?"

Y así, perdido en sus pensamientos, Moussa pasó la primera hora de clase. No cayó dormido, ni se desvaneció tras uno de sus portales, por lo que se podía considerar que la clase había sido todo un éxito. Aunque claro está, no había aprendido nada. Todo aquello le resultaba tremendamente difícil, casi como si le hablasen en otro idioma. Así que pasó el tiempo dejando que su mente volase con libertad, por lo que acabó teniendo dos ideas, que más tarde pondría en conocimiento del resto del grupo. Una de ellas al menos, intentaría hacer que se cumpliese. Otra cosa es que lograse llevarla a buen puerto, pues tendía a emocionarse mucho con las cosas, para que a los pocos minutos, cambiase por completo de idea o simplemente, perdiese la ilusión.

Como un gato recién levantado, Moussa se estiró al levantarse por fin de su silla y salir de clase. No había vuelto abrir la boca en clase por miedo a que les mandasen más trabajos. Tenía que aprender a callarse, después de todo, el mundo no estaba preparado para sus brillantes ideas...o al menos eso creía él.

-¿Quién es gatasombra? ¿Una de las profes?     -Los conocimientos de Moussa sobre la comunidad superheróica eran más bien limitados. Conocía a los vengadores o al menos, una de sus antiguas formaciones. Leyó mucho sobre ellos cuando era más pequeño e incluso los idolatraba, pero eso fue mucho antes de ver que no eran lo que realmente creía que eran. Por otro lado, conocía algunos otros personajes. Como Magneto, Punisher, Kinping y el tío de la armadura y capa verde que tenía todo un país bajo su control.   -Bueno, da igual. ¡He tenido una gran idea! Bueno, todas mis ideas lo son, pero esta es genial. Sé como conseguir pasta y que a la vez, podáis relacionaros con el resto de alumnos. ¡Montemos una fiesta con concursos de baile y canto o algo así! No ahora claro y desde luego, habría que solucionar algunos problemillas, pero podríamos montar algo guapo entre todos. La legendaria fiesta del SG4...Seríais salvadores de la escuela y encima, los maestros de ceremonias del Liceo.    -Su idea era simplemente eso, una idea que no estaba para nada trabajada. Simplemente se le había pasado por la cabeza y la había soltado. Fue casi algo instintivo, al igual que lo fue cuando se volvió hacia fantasma y poniendo su mejor cara de gangster, alzó un dedo y le señaló con cierto aire amenazante.    -Si le cuentas a alguien nuestros planes...te pasarán cosas malas. Pero si puedes ayudar a montar la fiesta... -El rostro del senegalés cambió por completo y se tornó sonriente.  -Entonces serás bienvenido.

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21/05/2016, 02:17
Diana Castelló

Diana escuchaba atenta a E.S.T.H.E.R, todo aquello le resultaba alucinante... en realidad al principio le costó un poco ponerse en marcha puesto que estaba embobada con la profesora, pero en cuanto consiguió salir de su ensoñación comenzó a tomar pequeñas notas, notas que le servirían luego para repasar lo aprendido en el día. Le costaba bastante poco aprenderse las cosas, había sido así desde siempre, y no iba a ser menos en el Liceo, lugar en el que estaba completamente segura adoraría estar.

Se mantuvo atenta toda la clase, no preguntó nada, por lo menos no el primer día, y ya empezó a pensar en el proyecto que la profesora les había encomendado... si tuviera la oportunidad de hacer el trabajo con Aitor, todo sería mucho más fácil, pero no sabía si el chico accedería a trabajar con alguien como ella.

Cuando la clase terminó, recogió sus cosas con calma, se levantó de la silla, miró a la pantalla del ordenador y suspiró profundamente con una sonrisa en los labios. Salió un poco después que sus compañeros, pero no le costó nada alcanzarlos, al parecer la capacidad de elongar sus miembros la hacían dar zancadas de gran tamaño. Llegó justo cuando aquel chico se presentaba... Marc.

- Encantada Marc, yo soy Diana, bueno... Ms Justice.- Miró a Rudy y sonrió -. Sería genial ir a comer con vosotros, mejor irnos conociendo cuanto antes, porque parece que vamos a pasar mucho tiempo juntos.

Sacó la lengua, bromista, y enarcó las cejas... ahora que si fijaban la chica era realmente expresiva. Podría perfectamente pasar de estar seria, a reír como una histérica, a llorar en un solo segundo. Sus capacidades de metamorfosis no eran solo a nivel celular, parecía que la chica, además, sabía bastante sobre expresiones y gestos... No por nada, había sido casi imposible saber que era ella quien se encontraba paseando entre los veteranos el día del nombramiento.

En realidad no prestó mucha atención a lo que los demás dijeron o pudieron hacer, aún estaba maravillada con todas las opciones de aprendizaje que demostraba tener aquel instituto.

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23/05/2016, 23:06
Aitor Zumalacárregui

La clase de super-tecnología fue simplemente estupenda. Aitor disfrutó como nunca. Conceptos que tenía que luchar por demostrar posibles para lograr discutir sobre ellos con científicos renombrados, aunque fuera desde un plano meramente hipotético, por fin se presentaban con claridad cristalina, como algo tangible con lo que se podía trabajar o a lo que enfrentarse. Algo casi cotidiano. Al joven genio casi hasta le molestaba que se nombraran ese tipo de cosas de forma tan vulgar, tan... exenta de admiración.

Por supuesto, tomó notas, montones de ellas. Hizo notas sobre sus notas, dibujos (esquemas) y esquemas (diseños alfa). Eran unos conceptos muy sugerentes que no se había atrevido a tratar con anterioridad. Estaba claro que las clases del Liceo le resultarían muy estimulantes. E.S.T.H.E.R. en sí era muy estimulante.

La idea de Moussa, que se tradujo en trabajo de clase, también resultó de lo más interesante. Hacía tiempo que Aitor tenía ganas de darse el capricho adolescente de fabricar algo que hiciera "pum", pero lo había ido dejando pasar, diciéndose a sí mismo que eran niñerías. Pero no lo era. La defensa del Liceo no era ninguna tontería. Con la excusa iba a diseñar algo *potente*. Todavía no estaba seguro de qué, pero iba a ser algo digno de ser recordado.

Al salir de clase el joven genio aprovechó para felicitar al senegalés, siempre tan creativo.

-Muy bien, Moussa, has sugerido un proyecto interesante. No, el de convertir piedras en oro y diamantes no, el otro -dijo con una sonrisa en la boca, aunque esta no duró demasiado, pues rápidamente se centró para decir algo más serio- Dado que el grupo será de 4 componentes y supongo que a todos os resultará evidente que los detalles técnicos probablemente corran a mi cargo, he decidido que aquellos de vosotros que queráis formar parte de mi grupo, tendréis que aportar una idea interesante. Por escrito. Tan detallada como queráis...

¿Había quedado demasiado creído? ¿Arrogante? Aitor tenía claro que no era el centro del mundo (al menos ahora, su niñez fue otro cantar), pero también tenía claro que sus capacidades intelectuales, en especial en cuanto a lo tecnológico, se salían ampliamente de lo normal. No estaba echándose flores, era la pura realidad. Eso sí, aunque los demás estuvieran faltos de conocimientos técnicos que el joven genio consideraba absolutamente elementales, la creatividad era algo completamente diferente. En creatividad siempre se podía competir hasta con las mentes más brillantes. Otra cosa era a qué velocidad y con qué precisión se procesaban esas ideas creativas, pero una buena idea podía valer una fortuna. Y este grupo ya había demostrado considerable creatividad durante el combate del día anterior.

-Por mi parte, encantado, Fantasma -contestó con cordialidad a Marc. Había tenido la amabilidad de ofrecer a su grupo comer juntos y sería de mala educación rechazarlo. Podían salir cosas buenas de ahí. Desde luego mucho mejores que si no se juntaban con nadie y se aislaban.

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24/05/2016, 00:32
Narrador

Fantasma le dio los dos besos de rigor a Sara y asintió satisfecho al ver que más o menos todos estaban de acuerdo en comer juntos.

- ¡Jajaja! ¡Qué va! – le respondió a Sara –. Apenas controlo mi poder aún. Me da mucha vergüenza, pero aún no puedo ni hacer intangible mi ropa.

Parecía ser que Fantasma, como César, era de esos estudiantes a los que les iba muy bien el tema del uniforme de partículas inestables.

El comentario de Iván sobre el “empujón de bienvenida” hizo que Tramuntana girase de pronto la cabeza para fulminarlo con la mirada. Todos pudieron sentir una leve corriente de aire en sus rostros. Aunque la chica no dijo nada, simplemente siguió andando. Aceleró un poco para distanciarse del grupo. La estudiante azul le pisó los talones, poniéndose a su altura y alejándose también del Grupo 4.

Los nombres que sugirió Rudy no parecieron gustarle mucho a Fantasma, que arrugó la nariz.

- Quita, quita – dijo mientras alzaba una mano hacia Rudy -. Qué feos suenan esos nombres.

Acto seguido se puso a reír, como si hubiese contado algún chiste. Quizá para quitarle hierro al asunto…

- Tranquilo tío – le respondió a Moussa mientras hacía como que cerraba una cremallera sobre sus labios -. Los fantasmas no pueden hablar, ¿verdad?

Calló unos segundos, dándose cuenta de la ironía de lo que acababa de decir.

- Si montáis una fiesta me apunto – declaró finalmente.

Con el transcurrir de la conversación no se dieron cuenta de que ya habían llegado a su destino. Un aula en un pasillo paralelo.

“¡Bip bip!” pitó la Paloma mientras se plantaba junto a la puerta del aula.

Los estudiantes fueron entrando, porque el profesor ya les esperaba dentro.

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24/05/2016, 00:33
Sextus

Ética Superheroica, aula 1C

Aquella clase era más típica. A un lado, el escritorio del profesor y la pizarra - que era electrónica como la del aula de tecnología. Al otro, varias mesas largas dispuestas en filas.

No había nada especial a destacar, excepto el profesor.

Una enorme figura aguardaba a los estudiantes, sentada frente al escritorio. Ni siquiera el estar sentado podía disimular sus dos metros y pico de altura. Era Sextus, “el melenas”.

El león antropomórfico sostenía entre las manos un libro, y parecía bastante concentrado en su lectura hasta que los adolescentes entraron y se fueron sentando. Al ver a sus estudiantes cerró el libro y lo dejó sobre su mesa con calma.

Esperó en silencio a que todos estuviesen en su sitio, y entonces se levantó.

Por suerte los techos del Liceo eran más altos de lo habitual, adaptados a aquellos estudiantes – o profesores – de unas dimensiones más “grandes”. Aquella particularidad arquitectónica hacía que la altura del profesor se viera algo más disimulada, pero no dejaba de ser impresionante.

- Saludos – dijo con su profunda voz felina -. Me llamo Sextus, y seré vuestro profesor de ética.

Cada vez que el profesor hablaba su voz resonaba por toda el aula, como un leve rugido. Llevaba puesta lo que parecía ser una especie de armadura, aunque tenía los brazos al descubierto. Sus marcados músculos daban a entender que podría hacer un pulso con Rudy y ganar. Tenía toda la pinta de ser un poderoso guerrero. Imponía bastante respeto.

- Tengo entendido que en las escuelas humanas ordinarias también dan esta asignatura, pero aquí en el Liceo vamos a centrarnos en asuntos que os conciernen más a vosotros.

Sextus se paseó por la clase hasta ponerse justo frente a los de la primera fila.

- No espero de vosotros que estudiéis y me vomitéis información en los exámenes – dijo, con un tono de voz bastante autoritario -. Aquí reflexionaremos sobre las consecuencias de nuestros actos. Valoraremos los pros y los contras de nuestras decisiones.

Los fieros ojos de Sextus se posaron en todos y cada uno de los estudiantes.

- ¡Tú, el del fondo!

- Eh… ¿yo? – respondió César. Se notaba que no estaba prestando mucha atención.

- Nombre en clave y poder – le inquirió el profesor.

- Um… Salamandra. Soy piroquinético.

Por su tono de voz, se notaba que César estaba orgulloso de su poder.

- Ahí lo tenemos, un ejemplo perfecto. Vuestro compañero aquí presente podría causar un grave incendio él solo. Y ni siquiera intencionadamente. Con que la situación se torciese en medio de un rescate o una batalla, podrían ponerse en peligro muchas vidas inocentes.

César se removió en el asiento, visiblemente incómodo.

- ¿Qué hacemos con él? ¿Lo llevamos en nuestro equipo? ¿Lo dejamos en la escuela porque es demasiado peligroso? – de nuevo su mirada inquisitiva viajó de alumno en alumno -. Las estadísticas nos dicen que los piroquinéticos son propensos – miró finalmente a César - a los accidentes.

Tras unos segundos de incómodo silencio Sextus habló de nuevo.

- Esta es una de las cuestiones que debe preocuparos. ¿Represento un riesgo para los demás? Estar en una escuela especialmente preparada para adolescentes con superpoderes no quita el hecho de que cada uno de vosotros representa un peligro.

- Tendría que haber hecho campana – susurró César por lo bajo.

- Imaginaos lo incómodos que están en SHIELD con la existencia del Liceo…

 

El resto de la clase siguió en la misma línea. Aunque parecía que Ética era una asignatura dada a ello, no hubo muchas intervenciones por parte de los estudiantes. Casi toda la clase consistió en Sextus hablando y planteando cuestiones éticas relacionadas con ellos mismos y el hecho de que tuviesen poderes más o menos destructivos.

Al menos ahora sabían que el Liceo se hacía cargo de los destrozos que causaba a la propiedad pública su grupo de superhéroes, la Nueva Generación. Y que si algún día querían pertenecer al equipo oficial tenían que “controlar” bastante.